"Capítulo 2 La sinceridad está prohibida"
Capítulo 2 La sinceridad está prohibida
El suave tintineo de las hojas de los árboles. La música de fondo que hacía menos solitario el desayuno, el vapor de las tazas de té y el aroma del pan recién horneado. Las sirvientas y los sirvientes que arreglan la mansión. Una rutina normal en el hogar de Eriol y Tomoyo.
Corto el pedazo de gelatina y miro a su prometido con preocupación -Eriol ¿Quieres ir al centro de la ciudad? Una nueva tienda especializada en banquetes ha abierto-
El mencionado detuvo su acción de cortar su fruta para mirar a su prometida -Me encantaría ir Honey, pero hoy tengo una reunión con un inversor de Canadá- miro la taza té y suspiro, odiaba mentirle a Tomoyo -Tal vez llegue un poco tarde que de costumbre-
-Lo entiendo Eriol, sabes, yo realmente quería organizar mi boda y la de Sakura juntas. Ella hubiera usado un hermoso vestido blanco con encaje o tal vez un vestido rojo como en las antiguas bodas de China. Un tocado de esmeraldas y diamantes con oro que adornaría su fina cabellera -algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas- Ella caminaría de la mano de su padre y cuando estuviera en el altar, su hermano la miraría como una niña pequeña emprendiendo su vuelo y yo como su principal dama de honor sostendría mi cámara y grabaría cada detalle de su rostro y cuando ella diga el "si" yo lloraría de la emoción-
Eriol se paró de su silla de forma inmediata y corrió a abrazarla. Sentía el calor de las lágrimas cristalina mojar su ropa. Acaricio la cabeza de su prometida con cariño y dando suaves besos en la frente blanquecina. Tomoyo se tranquilizó y seco sus lágrimas con su pañuelo de seda.
-Lo siento, lo siento Eriol-
-Shhh- la abrazo con más fuerza -Todos la extrañan, está bien derramar lágrimas cuando son momento así, sobre todo cuando ella era una persona indispensable en nuestras vidas, su sonrisa, su motivación, su positividad y que ella jamás se rendía pasara lo que pasara-
-Ella no debía morir- bajo su cabeza e hiperventilo -Si esa ella no hubiera ido a ese viaje ¿Por qué solo murió ella? ¡¿Por qué?! -
Algo removió la conciencia de Eriol. Su corazón palpito fuertemente y un sudor frio se extendió por toda su espalda. Quería decirlo, pero no podía. Por supuesto que le dolía ver de esa forma a Tomoyo, el dolor de su amada era su dolor.
Y él también se quebrantó, las lágrimas surgieron como una cascada, pero en silencio. Los sirvientes abandonaron el comedor y esas dos almas se unieron en un abrazo lleno de dolor. Un dolor que solo ellos podrían entender.
El sonido de sus corazones se sincronizo y ambos se separaron. Tomoyo busco los cálidos labios de su prometido y él se los dio. Ambos se miraron y una sonrisa sin alegría los invadió.
-Eriol, muchas gracias- ella se alejó de la mesa y de él -Quiero descansar-
Tomo la mano suave y blanca como la porcelana y la beso -Duerme bien my honey-
-Lo hare-
Cuando vio la figura de Tomoyo desaparecer de su vista. Acabo su desayuno y corrió hasta su estudio. Había tomado una decisión, debía saber la verdad. No por su bien, sino por el de Tomoyo.
En un viejo maletín de cuero guardo documentos y su laptop. Como si en realidad fuera a ver a esa persona que creo de ultimo de momento. Su chofer esperaba en la puerta de su mansión y dio una última mirada hacia atrás. Contemplando la delicada imagen de su prometida despidiéndose. Alzo su mano y se despidió. Cuando subió al auto, un fuerte dolor lo sucumbió, el dolor de la mentira empezaba a florecer.
-Señor Eriol ¿A dónde lo llevare esta mañana? -
Mordió su labio al escuchar la voz de su empleado -Déjame en una cafetería cualquiera, no regreses a la mansión, tienes el día libre hasta que te llame ¿Entendido? -
El hombre asintió y empezó a conducir por la ciudad. Eriol miro a las personas transitando por las angostas calles y a otros automóviles pasar a su lado. Los niños que comían unos deliciosos helados. Las familias cargando los víveres de las compras a pesar de que era temprano algunos niños querían comer comida chatarra.
El auto se detuvo en una calle transitada. El empleado bajo del auto y le abrió la puerta a su empleador. Eriol sintió la brisa cálida golpear su rostro. Despidiendo a su chofer camino hasta la estación de trenes. Compro un billete y subió al transporte. Tomando asiento en su asiento designado, no sabe cuánto tiempo paso, pues solo vio el paisaje cambiar. Todo lo urbano fue dejado atrás y campos llenos de cultivos a punto de ser cosechadas, se hicieron el paisaje central. Llego a su destino y adentrándose a lo profundo del bosque. Saco la carta, creo una pequeña llama con su mano contraria y el papel empezó a arder. Las cenizas pronto fueron convirtiéndose en un ave gris que emprendió el vuelo a una altura donde Eriol pudiera seguirla.
Llegaron a un claro, donde una persona aguardaba. El cabello dorado se deslizaba por toda su espalda y la ropa blanca con bordados plateados. Hacía sentir a esa persona como un ente divino.
-Sakura tenía razón después de todo-
Ojos dorados como el mismo sol, nariz fina y labios pequeños pero coloreados con un fino color rosado. En su frente resaltaba un rubí que solo hacía notar la blanquecina piel del hombre.
Eriol se puso a la defensiva, cuando vio que la otra persona se acercaba. Cuando estuvieron frente a frente, el ave se posó en el hombro del desconocido y susurrando cosas al oído, desapareció en una estela negra.
- ¿Quién eres tú? -
-Tu siempre te presentabas antes de preguntar cualquier cosa, pero supongo que las personas cambian- se inclinó y mirando cualquier objeto de su alrededor suspiro -Soy Kerberos, tu creación y tu mi antiguo maestro-
Eriol parpadeo varias veces, como si no creyera las palabras dichas por su propia creación. Se acerco y toco el rostro de Kero, quien disgustado quito la mano ajena de un golpe.
- ¿Cómo? -
-La magia de Sakura ha crecido y gracias a eso puedo tomar esta forma humana, pero como sea no vine a que admires mi grandioso cuerpo, he venido a recogerte-
Unas alas blancas y sin ninguna imperfección relucieron de su espalda. Kero tomo a Eriol, quien en su asombro apenas pudo resistirse. Su verdadera forma, fue revelada. Volaron por el bosque sin temor a ser vistos, atravesando extensos paramos y carreteras solitarias.
Como si hubieran llegado a otra dimensión, los bosques desaparecieron y fueron reemplazados por un gran lago. Kero bajo y se metió en el agua. Eriol contuvo la respiración, pero en cuanto vio que no eran los únicos bajo el agua, soltó el aire y respiro. El agua no se metía por su nariz y en cambio como si se hubiera creado una barrera. Pudo admirar algunas sirenas que le hacían señas para que se acercara y a algunas hadas juguetear con las burbujas producidas por los corales.
-Este el jardín acuático de Sakura, al principio solo había algunas plantas y corales, pero después algunas sirenas al perder su hábitat a consecuencia de la urbanización y control de los lagos, se mudaron a esta zona y como las personas sin magia no pueden acceder viven felices sin que nadie las descubra y las hadas también-
- ¿Dónde está, Sakura? –
Kero detuvo su nado y volteando su felina cabeza lo encaro con la mirada -Ella está esperándote-
Con el ambiente incomodo continuaron hasta que llegaron una caverna, Kero se sacudió el agua y esta se fue secando en lo que avanzaba. No había oscuridad, contrario a lo que esperaba Eriol. La luz era proporcionada por pequeños insectos. Acerco su mano con cuidado de no espantarlos y poder tocarlos.
- ¡No los toques! -
Eriol alejo su mano y Kero se acercó para revisar que no se haya herido. Al ver que todo estaba bien, siguió liderando el camino.
- ¿Qué son? - pregunto con la curiosidad digna de un niño
-Insectos de fuego, nacen del aliento de los dragones y no pueden ser tocados con las manos desnudad, hubieras perdido tu mano en cuanto los tocaras- el acerco su cola a la pared para dispersarlos -Su piel tiene aceite que ellos mismos generan y sus antenas son los que generan la chispa para prender su cuerpo, sin que ellos se hieran, pero para alejar a depredadores en cuanto los tocan o son devorados explotan- finalizo su información para ver el frente
- ¿Cómo Sakura los mantiene aquí? -
-Son invasores, como todas las criaturas que viven aquí- bajo una palanca y se abrió otro pasillo -Se alimentan del polvo y cualquier basura que les pongan, cuando los campos del sur de Francia se perdieron emigraron a todas partes, pero no encontraron un sitio donde establecerse y se metieron a este lugar, al sentir la cantidad de magia emanada por todos los habitantes-
Entraron a un pasillo hecho por el hombre, donde la luz ya no era natural sino artificial. Subieron a unas escaleras donde unos duendecillos robaban los mosaicos del suelo, al verlos corrieron y se metieron por una grieta. Kero negó mientras decía cosas acerca de lo permisiva que era Sakura.
Cuando salieron, se tallo sus ojos debido a que no creía lo que veía. El paisaje estaba rodeado de todo tipo de seres mitológicos y seres que también aparecen en todo tipo de libros de fantasía jugando en los jardines como si fuera su casa.
-Kerberos-sama- un gato negro con dos colas se acercó corriendo - ¿Quiere jugar con nosotros a atrapar la pelota? –
Kero negó -Estaré acompañando a Sakura durante todo el tiempo que este con él- señalo con su mentón a Eriol -Así que no hagan disturbios-
-Entendido Kerberos-sama-
El gato regreso con su grupo quienes se pusieron a perseguir una pelota por todo el recinto. Eriol contuvo sus ganas de preguntar y se centró en la próxima platica que tendría con Sakura. Caminaron por unos minutos hasta llegar a una mansión más grande que la de Eriol. Inmensos ventanales se exhibían y a lado de mansión había una torre invadida por halcones dorados y rojos.
-El halcón que te envió la carta vive ahí- señalo la torre con su cola -Son los mejores carteros que puedas encontrar, pueden enviar cartas en cualquier clima o situación, incluso pueden nadar con el fin de entregar su paquete-
- ¿Cómo me encontró? – pregunto intrigado
-Responden ante las imágenes mentales, la persona crea en su mente la imagen del individuo deseado y después el halcón gracias a otros pájaros localizan a la persona, por eso fue tan fácil encontrarte-
Las puertas de la mansión se abrieron y Karl esperaba con un reloj en la mano. En cuanto vio al invitado guardo el reloj y ajusto su corbata.
-Le doy la bienvenida a la reencarnación del mago Clow, mi maestra lo espera en el salón principal- bajo su cabeza y la subió, revelando en sus ojos la hostilidad como fuego -Kerberos-sama muchas gracias por cumplir tan laboriosa tarea-
-Sakura lo ordeno, no quedaba de otra forma- el regreso a su forma humana -Me adelantare-
-Como usted diga Kerberos-sama-
Kero desapareció en cuanto chasqueo sus dedos y Eriol supuso que sería un sistema de teletransportación incluido en la mansión.
-Por aquí mago-
Eriol lo siguió sin contestar nada. Subieron por unas escaleras de mármol blanco para llegar a un pasillo alfombrado, las paredes totalmente cubiertas por cuadros de paisajes que jamás había visto, pero el mago Clow sí.
-La mansión Esmeralda, fue un regalo dado por la mismísima reina de las hadas Titania a mi maestra- él se detuvo y abrió una cortina para continuar con su caminata -Fue hace tres años cuando mi maestra estaba buscando un hogar y la reina le otorgo esta mansión a la cual nombro Esmeralda en honor a los ojos de mi maestra, esta mansión tiene el sello de protección de un viejo espíritu guardián y solo pueden pasar los que la maestra permite cualquier otro se perderá en el bosque antes de poder poner un pie aquí, por supuesto que los seres místicos son excepciones como habrá notado mi maestra es demasiado compasiva con ese tipo de criaturas-
Se detuvieron frente a una puerta negra con decoraciones de oro y Karl toco varias veces hasta que escucharon esa voz femenina familiar. Eriol entro abriendo con ira la puerta. Su respiración se agito cuando la vio. Seguía igual si no fuera por el cabello castaño que caía como una cascada por todo su hombro hasta llegar a la cintura. Su rostro que había adquirido unos rasgos tan finos que podían retratarlos y nadie lograría copiar esa esencia tan femenina.
-Cuanto tiempo Eriol-
Sentada en el centro de la sala y a su lado Kero también sentado mientras jugaba con un celular. Eriol por unos momentos no supo contener su ira y la tomo del cuello de su ropa. Kerberos se puso a la defensiva al igual que Karl, mientras que Sakura hizo un ademan de calma.
- ¡¿Por qué?!- la soltó y este la abrazo - ¡¿Por qué no confiaste en nosotros?! ¿Por qué desapareciste? -
Sakura correspondió al abrazo, como si estuviera consolando a un niño que se reencuentra con su madre. Lo alejo y vio en los ojos de Eriol la mismísima preocupación que uno de sus maestros le daba. Volteo su rostro y lo invito a sentarse a su lado. Pero los temores pasaban en su mente como dagas y solo podía alejarlos.
-Lo siento en verdad, pero en aquel entonces no los habría podido proteger con ese nivel misero de magia que tenía-
Eriol contuvo la acidez que subía por su garganta -Somos fuertes-
-Tú y Shaoran es cierto que son fuertes, pero ¿Qué hay de Tomoyo, Sonomi-san, mi padre o mi hermano? ¿Los habrían podido proteger a costa de sus vidas? – ella tomo su taza de té que sirvió Karl - ¿Hubieran podido quitarse la sensación de preocupación cuando estuvieran rodeados de enemigos y detrás de ustedes a mi familia o a otras personas inocentes?
-Entonces dime ¿Qué tan fuertes son las personas que te persiguen? - coloco sus manos en su cabeza intentado no relevar su rostro preocupado
Sakura mordió sus labios y miro a Kerberos que asintió y carraspeo con exageración.
-Eso es algo que no te puede decir Sakura- Kero mordió la barra de chocolate y continuo -Hay información que no podemos decir para no involucrarte, solo necesitamos tu ayuda en cierto aspecto-
-Piden mi ayuda, pero no pueden hablar sobre lo que los atormenta ¿Qué clase de razonamiento es ese? -Eriol los encaro con ira
-Eriol si pudiera te diría todo, inclusive la razón de mi desaparición, pero ya estoy harta de ver morir a las personas que amo y estimo- Sakura se levantó de su asiento y fue a la ventana, observo a todas las criaturas jugar -Porque la sinceridad es un pecado frente a los que amas Eriol-
-Al menos dime algo ¿Pensaste en como sufriría Tomoyo? – miro su espalda esperando una respuesta
-Todas las noches pensé en mi mejor amiga cuando abandoné Japón, no había día en que no pensara sobre el daño que había hecho, me carcomía el alma, pero mi decisión ya estaba hecha y no la iba a cambiar inclusive si se arrodillaban-
Eriol suspiro - ¿Qué puedo por ti? –
-Aceptaste más rápido de lo creía-
-Se que no me dirás nada a pesar de mis ruegos-
Ella se rio y asintió -Muchas gracias por tu ayuda Eriol, realmente lo aprecio- miro a Kero quien asintió -Estoy segura que ya lo sabes y también estoy cien por ciento seguro que Shaoran ya te ha enviado una invitación para su gran evento que tendrá el próximo mes-
- ¿Hablas de la fiesta de conmemoración en honor a los tres siglos de existencia de clan Li? –
-Exactamente, un evento tan grande que se invitaron a todos los clanes de magia de toda Asia y a algunos invitados especiales- ella volvió a tomar asiento, pero esta vez de frente y cruzo sus piernas -Donde se expondrán algunas reliquias del clan Li y entre esas reliquias estará la piedra del sol, la atracción más importante del evento aún más por la verdadera festividad, pero esta fiesta solo podrán acceder las personas con la invitación impregnada por la magia de la matriarca, inclusive una persona del consejo europeo no podría acceder sin la invitación, esa es la razón por la cual es tan privada pero a la vez tan exclusiva-
-Es decir ¿Qué quieres que te lleve a esa fiesta? -
-Entiendes rápido Eriol- sonrió complacida
-Y la razón es la piedra del sol, una simple gema que solo refleja la vida ¿Por eso me necesitas? -
-Si-
-No te logro entender Sakura, pero te ayudare en lo que sea, para que algún día me digas todo lo que has pasado y sepas que no estás sola-
-Aprecio tus palabras y tu ayuda, créeme que algún día talvez te lo diga-
Continuara….
