Nota:

La vida de Levi ya era difícil en Shingeki no Kyojin. Ahora imaginen al pobre tratando de sobrevivir a sus raros amigos ...

¿También son fans empedernidos de Batman?


Hacía muchos años, se había hecho una promesa:

" Deberíamos abrir una tienda de cómics". Hanji dejó de prestar atención a sus libros sobre biología y se dirigió a sus compañeros con su sonrisa poco usual.

" No me parece mala idea." Erwin también asintió. Levi, al escuchar los desvaríos estúpidos que siempre hacían estos dos, solo pudo resoplar con disgusto.

" Pues yo no pienso unirme a su teatro".

Oh, pero, entonces, ¿qué diablos hacía aquí detrás de un recibidor con un uniforme ridículo que leía "Las alas de la libertad, todos los cómics que quieras leer"?

Estaba a punto de asesinar a alguien.

⎯ Levi. ⎯ Por desgracia su agradable fantasía fue interrumpida por la voz de la señorita Hanji Zoe, que le operan detrás del ordenador al lado de él. ⎯ Deberías ir a hacerte cargo de esos clientes…

El mencionado hizo una mueca. Tantos jodidos años de universidad para esto.

⎯ Oye, no me mires así… ⎯ Hanji volvió a hablar mientras volvía a teclear por el aparato. Le dio a su compañero una mirada de soslayo. ⎯ Y será mejor que a ellos tampoco.

Y él, apretando los dientes, no tuvo más que obedecer. Se dirigió hacia la sección a la que los recién llegados se instaló. Cabe decir que apenas ingresaron Levi sintió y declaró su antipatía por ellos: niños ruidosos que no hacían más que ensuciar los estantes y desordenar los cómics que él arreglaba cada mañana con la rigurosidad de un autómata. Fue por esto que la cara de malhumor no pudo quitarse de él aun estando a unos metros de ese grupito.

Eran, en verdad, bastante curiosos. Como todos los que solían terminar aquí, se veían como el clásico grupo de amigos… Que hacen más escándalo que un ganado. Levi no tardó mucho en pensar dos veces antes de acercarse a ellos; si bien Hanji le había ordenado, no estaba seguro de querer irrumpir y causar más una catástrofe de la que estos hacían.

⎯ ¡Juro que lo vi por aquí!

⎯ Eren, tú siempre "juras que lo viste".

⎯ Jean tiene razón. ¿Por qué tanto alboroto por un manga?

⎯ ¡Es cierto! Hay muchos cómics buenos aquí, concéntrate en ellos.

⎯ Pero… ¡Les juro que solo les mostraré una página! Armin sabe de qué hablo, ¿no es así?

⎯ Bueno… si te refieres al último tomo…

⎯ ¿Qué?

⎯ Eren… tienes que aceptarlo, no fue la gran cosa…

⎯ El general ... no va a revivir, lo sabes ...

⎯ Mikasa, ¿tú también?

⎯ Oh, Dios. Déjenlo, yo me marcho a ver los de Linterna Verde.

Bien, el hombre de la tienda pensó con cautela, al menos no rompieron algo. Por ahora supuso que estaban bajo control, así que podía regresar a…

⎯ ¡Te he dicho que Batman está sobrevalorado!

⎯ Sasha, tú no escuches a Jean. Él no sabe de lo que habla…

⎯ ¡Pero si es cierto! Ni siquiera es tan útil como su contraparte de Ironman.

⎯ Espera, no te atrevas a decir que Ironman está siquiera a su altura.

⎯ Oigan, por favor. Recordemos, que su tecnología es completamente diferente. No hay forma de compararlos.

⎯ Igual sigo creyendo que, comparado a las historias de otros en DC, no es tan impresionante.

" No es tan impresionante ..."

Algo hizo clic dentro de Levi. ¿Qué de Batman no era tan impresionante? Él recordaba bien cuando los primeros tomos salían cada lunes y él iba hasta la tienda de la esquina para comprarlo, sólo a él, con el dinero que recibía del orfanato. Pasaba horas bajo la luna leyendo mientras todos dormitaban; apenas comenzó le llamó la atención la historia del pequeño Bruce Wayne que juró limpiar a la temible Ciudad Gótica.

Este mocoso no podía venir así nada más y decirle que "no era tan impresionante".

⎯ Tú…

Jean, Sasha y Connie se paralizaron en medio de un nuevo intercambio de ideas. Frente a ellos aparecía un hombrecito de mirada más oscura y macabra que cualquier villano que hubieran leído en alguno de estos papeles. Trabajaba para la tienda, se dieron cuenta. Sasha y Connie empujaron a Jean al frente, sobre quien Levi depositó sus peores deseos en este momento.

⎯ Retráctate de lo que dijiste.

El mocoso no contestó enseguida y le agotó la paciencia que no tenía.

⎯ Te diré… Si vuelves a decir que Batman es una basura, te dejaré justo como aquel personaje de ese manga nuevo y tan famoso…

⎯ ¡E-Espera, no lo he leído!

Levi sonrió en su interior. ⎯ ¿Enserio? Sería una pena que te enteraras de su nombre…

Jean retrocedió inmediatamente. ⎯ No, se lo juro… Juro que no volveré a decir que Batman es una basura. De hecho, tiene partes completamente interesantes…

⎯ Eso tampoco me lo creo. Eres de esos tontos niños de nueva generación que no reconoce algo humilde pero genial.

Y antes de que el pobre y tembloroso Jean replicara, sus amigos llegaron en rescate. ⎯ Señor, nos gustaría que perdonase a nuestro camarada. Usted sabe, no todos tenemos los mismos gustos…

Levi solo gruñó. Se acomodó la gorra de pésimo gusto que le obligaban a llevar todos los días. Pensó que, a pesar del martirio al que le ofreció algún lugar Hanji y Erwin al abrir esta tienda como dijeron una sesión de torpe de estudios en la universidad, había decisión suya permanecer en este mundo.

El tira y afloja de los héroes y villanos. Los antihéroes. Los personajes poderosos. Los débiles pero de gran historia… El mundo de lo imposible.

Estuvo a punto de perdonar a este niñato y dejarle continuar su estadía cómodamente como el buen empleado que era. Hasta que…

El mismo muchacho de ojos verdes que hacía momentos estuvo buscando desesperado un manga, se dirigió a Jean. ⎯ Oye, ¿crees que es mejor alguien como Mujer Maravilla o te quedas con Thor como siempre dices?

⎯ Ya te he dicho que Thor me parece más… -

El chico cortó en seco al notar la mirada de Levi.

Él iba a matarlos… de verdad.

⎯ Todos ustedes… ⎯ no alcanzó ni siquiera a mirarlos de las terribles ganas que tenía de echarlos. Oh, pero no los echaría; sería muy benevolente. Estos mocosos irrespetuosos y alborotadores se merecían algo peor, que les hiciera recapacitar de sus acciones sin sentido.

Y si de algo servía Levi, era para limpiar la basura.

⎯ Fuera de aquí, a menos que arreglen su desastre.

Todos ellos, en su inocencia, replicaron con valentía. ⎯ ¿Cuál desastre? No hemos hecho nada malo.

El pelinegro les dio una última mirada de advertencia antes de llevar a cabo una de sus manos al estante que ellos han estado manipulando. Cuando lo hizo, el polvo cayó fácilmente; también, vio los cómics en donde no debían estar. Sus ojos se estrecharon.

⎯ Tuvieron su oportunidad. Van a limpiar esto.

Se restregó la mano sucia por un paño descartable que siempre portaba. ⎯ No solo eso, de hecho… Me ayudarán con todo el jodido inventario quieran o no.

En verdad, ninguno de ellos podía sobreponerse a su tono demandante. Eren trató en vano junto con sus amigos, porque para ese entonces Levi ya les había conseguido delantales, gorros de la tienda y escobas.

Por esto, cuando Erwin volvió a la tienda luego de unas entregas que hizo en persona y se encontró con seis jóvenes trabajando diligentemente a cargo de un hombre de baja estatura, pensó que esta escena era digna del mejor cómic jamás vendido. Se dirigió hacia Hanji, pegada todavía al ordenador, que los ignoraba.

⎯ ¿Puedes explicar lo que sucedió cuando no estaba?

⎯ ¿Qué no es obvio? ⎯ Su compañera le miró a través de sus gruesas gafas. ⎯ Levi se hizo amigos.

Erwin se dijo que no sería la última vez que vería algo como esto en su recatada tienda. Al menos, estaba seguro de que su amigo estaría de excelente humor al día siguiente cuando lleguera a encontrar todo en limpio orden.