Dawn no podía estar más nerviosa. Finalmente había ganado el Gran Concurso de Sinnoh después de 5 años como coordinadora, pensaba que estaba en las nubes. Todo mejoro cuando el juez Raúl Contesta el presidente del comité la invito a una fiesta para celebrar otro año de concursos. En palabras de Raúl, "un montón de gente adinerada y con mucha influencia que te beneficiara si los cautivas en la fiesta."

Raúl estaba a punto de llegar, no tardaría, habían quedado que el pasaría a las 7:30 de la noche por ella y ya solo faltaban 5 min para eso. Ella estaba lista, se había peinado de manera sencilla, por lo que había decido por dejar su cabello suelto y bien cepillado con unas ondulaciones aquí y allá para poder lucir más elegante. Un vestido de color rosado sencillo que dejaba sus hombros al descubierto y mostraba solo un poco de escote, no es que fuera la más dotada en esa área después de todo, y que llegaba hasta un poco después de las rodillas. Finalmente, unas zapatillas que hacían juego con el vestido terminaban de complementar todo.

Dio finalmente la hora y la limosina llego. Dawn se apresuró a salir del hotel donde se quedaba, no quería hacer esperar a alguien como Raúl, quien ya sabia era una persona en extremo importante en el mundo de los concursos. El chofer le abrió la puerta, pero antes de que pudiera subir la voz de Raúl la detuvo.

-Espera Dawn. – Le dijo con una voz seria – Antes de que subas tengo que hacerte una pregunta. –

- ¿Qué ocurre señor Contesta? – Pregunto ella algo confundida.

- La fiesta a la que vamos tiene como invitados muy importantes tanto de dentro como de fuera de los concursos. – Empezó el con una gran seriedad que confundía a Dawn. – Esto es lo más cercano a otro mundo que se puede estar y creeme que he visto a chicas como tu entrar a esta sociedad y ser aplastadas por la misma gravedad que este "mundo" posee. – Dawn trago un poco de saliva por las palabras. – A lo que me refiero es que una vez que entres a esta limosina, el mundo que conoces terminara. Solo tendrás dos opciones adaptarte y sobrevivir en este nuevo "mundo" o ser aplastada y quedarte en un estado que no es ni tu antigua vida ni la nueva que pudo ser. Por eso te pregunto ahora. ¿Estas preparada para entrar en esta limosina y aceptar todo lo que la sociedad que se encuentra en esta fiesta tiene para ofrecer y tratar por todos los medios de no ser aplastada por ella? –

Ok, si Dawn antes estaba nerviosa, ahora estaba aterrada. Por un lado, sabía que cualquier cosa que quisiera hacer desde una simple oficinista a la mejor coordinadora estaba asegurada, su futuro estaba asegurado de cualquier manera que ella quisiera o al menos eso es lo que le había querido decir, pero eso era solo si tenía éxito en la fiesta. Por otro lado, estaba el seguir su vida como estaba y tratar al parecer de ser alguien grande pero nunca alcanzar la verdadera grandeza.

Su mente empezó a divagar hacia su madre quien a pesar de haber obtenido varios trofeos de concursos pokemon al final acabo viviendo en una pequeña casa en los suburbios sin mucho dinero y teniendo que trabajar para ganarse la vida y mantenerla a ella. Dawn no quería eso para ella. Con todo el respeto que su madre merecía y todo el agradecimiento por sacarla adelante, ella quería más, quería ser alguien que tuviera grandes lujos en su vida y que, si tiene hijos, ellos tengan diez veces más que los que ella tuvo. ¡Su decisión está tomada!

Dawn finalmente entro con una sonrisa a la limosina y el chofer cerró la puerta.

El camino transcurrió sin ninguna palabra por parte de ambos pasajeros, pero pasando los primero 30 minutos del viaje de una hora, que le habían dicho a Dawn que duraría, fue que Raul empezó a hablar.

-Es bueno que eligieras venir – Le dijo con una sonrisa – Tengo grandes expectativas para tu futuro y espero puedas llegar alto. –

- Muchas gracias – Fue lo único que dijo ella como respuesta. Aun estaba pensativa sobre lo que le había dicho al principio.

- Supongo que llego la hora de que te de algunos tips para la velada. – Continuo él.

Dawn esta vez volteo a verlo con confusión y agradecimiento. Esas palabras hacían que le dieran esperanzas sobre la noche y que no lo arruinara.

-Primero y, antes que nada. – Empezó él – Todas las reglas o al menos el 95% de estas no se aplican en esta clase de fiestas. – Viendo su cara de "no entiendo a que se refiere" decidió elaborar un poco más. Empezando por servir una copa de un vino que traía y dándoselo a ella. Dawn estuvo tentada a rechazarlo, pero una mirada de el hizo que lo aceptara.

- Gracias – Dijo ella.

- Es a esto a lo que me refiero. – Continuo – Fuera de aquí no tendrías permitido consumir esta clase de bebida, pero en esta situación… bueno ya me entendiste. – Dando un sorbo a la copa.

Dawn se le quedo viendo a la copa por unos instantes antes de beberla toda de un solo sorbo. Cuando termino sus mejillas estaban un tanto sonrojadas, pero fuera de eso todo bien.

-Ja, ja, ja, tranquila guarda un poco para la fiesta. – Se rio el de la acción de ella. – Continuemos, la segunda cosa que debes de recordar es que eres la nueva. –

- ¿A que se refiere con eso? – pregunto Dawn.

- A que no contradigas a nadie y que por lo menos por ahora, si alguien te dice algo les sigas la corriente no importa si no lo crees así. – Le explicó él – Se que no suena correcto, pero si los haces enojar antes de tener aliados o al menos conocidos, de nada servirá.

Esta vez fue más difícil aceptar lo que le decía, después de todo ella era alguien quien creía en sus principios y si uno de ellos estaba en su contra no sabía que pasaría.

-Tercero y último, – volvió a continuar – Haz lo que te digan que hagas y haz lo que veas que hagan. –

Esta vez Dawn abrió los ojos horrorizada con lo que veía a Raúl hacer. Frente a ella, Raúl se había empezado a quitar la ropa teniendo ahora solo el pantalón puesto.

-Se… señor Contesta, ¿¡Que hace!? – Dijo totalmente exaltada Dawn mientras se tapaba los ojos.

- Te dije que olvidaras todas las reglas, ¿no? – Le contesto él. – A esto me refería. Esta es una fiesta nudista, por lo que la ropa es innecesaria.

- Pero en ese caso. ¿Por qué no me dijo antes? – Pregunto ella.

- Recuerda lo que dije, debes de tener la fuerza para sobrevivir en este mundo si deseas triunfar. – le contesto él.

Dawn no sabía que decir. De todas las cosas que pensó que podría pasar en la fiesta, esta no era una de ellas.

Pero ya estaba aquí. Al subirse a la limosina había aceptado todo lo que vendría y aunque esto era más de lo que espero, no se retractaría.

Con temblor en sus manos empezó a quitarse el vestido hasta quedar solo en ropa interior. Trato de evitar la mirada que Raúl le estaba dando, ya completamente desnudo el, y prosiguió con su labor, quitándose por completo su ropa interior quedando totalmente desnuda frente a un hombre que podría fácilmente triplicarle su edad. Finalmente se volvió a sentar, pero esta vez desnuda y tapándose sus partes más intimas lo mejor que podía.

-No hagas eso, no te tapes frente a mí. – Empezó el al ver la forma en que se sentó. – No me malentiendas no es que quiera verte, es más el hecho de que no debes hacer eso en la fiesta ya que podría ser ofensivo para los demás. – Dawn solo tomo un respiro y lentamente y algo temblorosa se retiró las manos de su cuerpo dejando se ver hacia Raúl.

– Así está mejor, para serte sincero tienes un buen cuerpo. – prosiguió Raúl viéndola detenidamente. – Tus senos están más dentro del promedio, aunque, más orientados a los pequeños, pero complementan muy bien tus curvas naturales y tu trasero ciertamente es la mejor parte de tu cuerpo. – Decía el como si del clima se tratara sin notar la apariencia que tenía Dawn.

-Muchas gracias, ¡pero por favor ya no diga más! – agradecía Dawn a la vez que tenia la cara totalmente roja de la vergüenza.

- Ja, ja, ja, ok, ok, me detendré, aunque no es broma de verdad tienes un lindo cuerpo. – Se rio un poco antes de finalmente parar de elogiar el cuerpo de la chica.

Pasaron alrededor de otros 10 minutos antes de que se detuviera la limosina. En los que Dawn hizo un esfuerzo sobrehumano, en su opinión, para no cubrirse y estar lista para la fiesta, así como también tomar dos copas más de vino los cuales le dejaron un bello sonrojo en sus mejillas por el alcohol.

-Bueno. – dijo Raúl empezando a levantarse. – Llegamos al sitio de la fiesta. –

Dawn no dijo nada, se levantó, dejo la copa en su lugar y se dispuso a salir por la puerta que el chofer ya había abierto para que salieran. El primero en salir fue Raúl quien al salir se estiro un poco después de haber estado en la limosina. Pocos segundos después salió ella, el chofer cortésmente le tendió la mano para salir a lo cual ella acepto con gusto. Lo que no se esperaba es que cuando vio bien al chofer, esté tenía un bulto en su entrepierna que Dawn no tarde más que dos segundos en comprender el motivo. Este era que todo este tiempo desde que se subió, para luego desvestirse y luego ser elogiada por su cuerpo, el chofer pudo ver y oír todo. Si, Dawn estaba muy avergonzada.

Una vez que ambos se alejaron de la limosina ya con Dawn ya más calmada, llegaron a una puerta muy lujosa la cual fue abierta por una sirvienta o al menos eso pensó Dawn ya que solo traía un delantal que cubría su vagina y un lazo blanco en su cabeza.

-Me alegra que allá llegado al fin Sr. Raúl. – Dijo ella cortésmente – igual usted señorita y bienvenida a su primera fiesta. Por favor síganme al salón. –

Caminaron por un largo pasillo hasta llegar a otra puerta la cual fue abierta por la sirvienta.

Dawn se quedó sorprendida. Era en definitiva el sitio más elegante que allá visto. Todo parecía ser en extremo fino. Vivir o al menos estar de manera constante en lugares así era a lo que venía, no quería ser olvidada, tener logros y que solo estén como viejos recuerdos. Este era el sitio que ella quería estar y esta era la oportunidad de lograrlo. Pero antes de que diera un paso Raúl tomo camino hacia otro lado.

- ¿Eh? ¿No me dejara sola verdad? – Pregunto Dawn algo asustada.

- Lo siento, pero tengo que ver a unas personas antes de poder divertirme. – le contesto el empezando a irse, pero antes de poder alejarse mucho volteo un poco hacia Dawn y le dio un ultimo consejo. – Recuerda que debes encajar por lo que trata de aceptar lo que digan hasta que te acepten. – Con eso ultimo dicho se retiró.

Habían pasado alrededor de 15 minutos desde que Dawn fue dejada sola y a su suerte en la fiesta totalmente denuda, aunque todos estaban desnudos. Lo único que había hecho era probar un poco de la comida que daban, no quería ensuciarse ni parecer glotona, caminar por el sitio viendo los tipos de personas y tomando de las bebidas que daban, iba en su tercera y ya se empezaba a sentir mareada.

- ¡Vaya, pero si es la campeona de los concursos de Sinnoh! – Al oír eso Dawn se giró solo para encontrase demasiado cerca del dueño de la voz.

- Te llamas Dawn cierto, - Dijo el sujeto finalmente alejándose un poco del especio personal de ella. – Mi nombre es Dino, mucho gusto. – Le extendió su mano para saludarla a lo cual ella aun un poco confundida acepto, con un "mucho gusto".

Mientras se saludaban Dawn vio un poco mejor al sujeto. Debía tener unos treinta y era mucho más alto que ella 1.85mts quita o pone. Cabello castaño, de cara no es que fuera feo, pero ciertamente para ella no le parecía el más agraciado y en físico era obvio que estaba un poco pasado de peso, aunque no se le podría llamar gordo ni mucho menos obeso. Finalmente vio un poco más abajo y noto que su miembro estaba entre los pequeños, no se rio ni le trato de dar risa, era solo que estaba aliviada, no sabría que hacer si alguien con el pene grande se le acercaba.

Poco después de presentarse formalmente, el a invito a uno de los sillones que había para que la gente se sentara si así lo quería.

Ha pasado una hora desde que empezaron a hablar, Dawn no podía decir que fueran amigos, pero se estaban conociendo lo cual era bueno en la opinión de ella. Él le había preguntado sobre que edad tenia y cuando le contesto que 16 no paro de darle elogios por, según él, ganar el gran concurso tan joven. Ella descubrió, tanto por las platicas como por la reacción de la gente que pasaba, que el era el futuro CEO de una de las empresas productoras de maquinaria para el cuidado de los pokemon, en otras palabras, si ibas a cualquier centro pokemon el 85% del equipo ahí era producido por el y ese era solo una de las cosas de su compañía.

Durante esa hora no solo hablaron, sino que también bebieron. Apenas se sentaron Dino le pidió a una camarera que trajera una botella que Dawn honestamente no reconocía. Sorprendentemente en el espasmo de esa hora la bebida estaba a punto de terminarse y si Dawn comparaba lo que sea que Dino le había dado con lo que ya había tomado, lo demás era solo alcohol barato.

La ultima cosa y es que, aunque se hubiera dicho que Dawn no consideraba a Dino un amigo, no se podía negar que los dos estaban muy cerca. Tan cerca que Dino tenia su mano sobre el hombro de Dawn llegando muy cerca de su seno derecho y que constantemente ponía su otra mano sobre la pierna de ella acariciándola.

- ¿Por qué no vamos a otro sitio? – pregunto el acercándose al oído de ella.

Dawn se lo pensó un poco. Tenia que admitir que ya estaba algo ebria y que en cualquier otra circunstancia le hubiera dicho que no, pero el recordar las palabras de Raúl hizo que no se negara. – De acuerdo. – Acepto finalmente.

Los dos se pararon del sillón y tal como Dawn esperaba se tambaleo un poco al levantarse.

-Quizás tome un poco de más, pero está realmente bueno lo que me dio Dino. No creo importe si tomo un poco más, ¿verdad? – Eran los pensamientos que pasaban por la mente de Dawn mientras le daba la mano a su compañero para que le dirigiera a donde iban.

Si ella hubiera estado más atenta hubiera visto las miradas de envidia y burla que estaba recibiendo, de burla de los hombres, como si supieran que algo iba a pasar y de envidia de las mujeres por ser la elegida por el futuro CEO de una de las compañías más grandes de cualquiera de las regiones.

Para salir, pasaron por una puerta que estaba del extremo izquierdo del cuarto y la cual los llevo aun pasillo con varias puertas cerradas. Dawn comenzó a caminar por el pasillo ahora un tanto inquieta por lo que podría pasar.

-Dawn, ¿te gustaría tener todo lo que quieras, cuando quieras y como lo quieras? – Pregunto Dino súbitamente haciendo que ella se sorprendiera.

Antes de que pudiera contestar la pregunta Dino la sujeto más fuerte y dio un violento giro entrando por una puerta. Cuando entraron Dawn abrió los ojos todo lo que pudo. Frente había una habitación más pequeña, mucho más pequeña, de en la que estaban, pero a diferencia de la anterior aquí no estaban las personas elegantes tomando vino y socializando. Lo que había frente a ella solo podía ser descrito como un sitio del pecado de la lujuria.

Había gente de todas las edades desde más jóvenes que ella hasta mayores que podrían ser sus abuelos cada uno teniendo relaciones sexuales. Por un lado, vio como un sujeto de la edad de ella tenia a una mujer en sus cuarentas siendo penetrada contra el muro. Por otro lado, a una mujer en sus veintes sobre un sujeto en sus sesenta siendo penetrada mientras tiene un collar que el señor cada cierto tiempo jalaba. Había tres jóvenes uno o dos años más jóvenes que ella "divirtiéndose" con una sirvienta, cada uno tenia un orificio. Esos eran solo algunos de los actos que se veían.

-Vaya Dino, ¿Quién es tu amiga? – dijo una voz que cuando Dawn volteo pudo ver que pertenecía a una mujer en sus cuarenta que jalaba con una cadena a dos sujetos uno menor que Dino y otro menor que ella, ambos vendados de los ojos. – No esta mal. – lentamente se acerco a Dawn y sin previo aviso cuando estuvo lo bastante cerca movió su mano penetrando la vagina de Dawn con un dedo. Dawn abrió lo ojos y no pudo evitar soltar un gemido tanto de dolor como de placer por la repentina intrusión.

La mujer no paraba de jugar con el sexo de Dawn , al principio debia admitir que había dolido, no estaba realmente excitada y el movimiento mu repentino pero no pasaron ni cinco segundos cuando eso cambio. Ella no sabia como lo hacía esta mujer, pero se sentía mejor que cualquier ocasión posible que ella lo hubiera hecho a si misma, no, ni siquiera su mejor noche de autoexploración se había sentido ni la mitad de bien que lo que esta mujer hacía. En menos de dos minutos Dawn ya era una fuente y había hecho un charco en el piso de con sus fluidos.

-Pa… Para… no… aguanto. – Dawn veía estrellas, podía sentir como esta mujer había hecho que en dos minutos no pudiera hablar bien y sabia que su rostro reflejaba ese placer. – Me vengo ¡Me vengo! – pero justo cuando se venía fue que la mujer paro.

- ¡Basta ¡- La voz de Dino saco a Dawn de su estado de placer y vio como fue el quien sujeto y saco la mano de la mujer de dentro de Dawn.

- Ok, ok, me retiro – La mujer empezó a irse con sus dos "mascotas"

Dino tomo a Dawn fuertemente del brazo y la jalo fuera de la habitación. Atravesaron el pasillo y en la puerta de enfrente fue muy distinto a lo que había en la otra, era una habitación, una bella habitación. Sin embargo, Dawn no tuvo tiempo para apreciar más la habitación ya que fue lanzada a la cama con brusquedad y antes de que se pudiera levantar Dino se puso sobre ella impidiendo que se levantara.

-Me gustas ¿sabes? – Empezó a decir el, Dawn solo abrió los ojos al oír eso. – Te ofrezco una vida de lujos, lo que tu quieras. A cambio claro esta de una sola cosa. –

Esto era lo que Dawn quería cuando vino, una vida asegurada, pero ¿Qué era lo que le costaría?

- ¿Qué es lo que debo hacer? – Pregunto ella sin saber si le gustaría la respuesta.

- Dejar que te coja, que use tu cuerpo como yo quiera y hasta que me harte. – Fue la respuesta que le dio. – Si aceptas ser mía solo esta noche por cada concurso que ganes recibirás un cheque, un jugoso cheque, además de gastos de viajes como transporte y hoteles todos pagados, ¿Qué te parece? –

Dawn no sabia que decir. Si aceptaba estaba técnicamente vendiendo su cuerpo por dinero, dinero que si entendía no lo tendría que usar para nada más que para lo que ella quisiera. Pero si no acepta él se enojaría y todo se vendría abajo.

-Acepto- fue la respuesta.

- ¡Bien! – Se puso de pie y señalo su pene. – Empieza chupándola. –

Dawn se levanto y con una mirada determinada de acabar con esto lo más rápido que pudiera se arrodillo frente a Dino. Pero justo antes de empezar fue sorprendida por lo que vio. Lejos del pequeño pene que tenia cuando lo conoció, este que se erguía frente a ella era enorme, tan grueso y largo como su brazo de ella.

A Dawn le tomo unos segundos recuperarse, pero cuando lo hizo trago saliva y empezó con su labor. Primero decidió empezar con lamer la punta, tenía que admitir que el sabor no le disgustaba, poco a poco fue intensificando sus lamidas, lamiendo la punta por todos lados y pasando su lengua desde la base hasta punta.

-Vaya con el gusto con el que me lames uno pensaría que ya has sido la puta de alguien antes. – dijo el con una sonrisa.

Dawn decidido no hacerle caso. En lugar de eso empezó con el siguiente paso y es que empezó a meterse el miembro en su boca. Trato de introducir lo más que pudo, pero solo llego a la mitad. Una vez así empezó a mover su cabeza de arriba abajo al principio lento y de ahí empezó a aumentar la velocidad.

Durante el proceso de lamidas no supo el porqué, pero se empezó a excitar y a tocarse. Mientras que con una mano se apoyaba y tocaba el pene de Dino con la otra jugaba ya sea con sus senos o con su vagina. Quizás fue lo que hizo aquella mujer o quizás el sorpresivo buen sabor del pene que estaba chupando, pero sus jugos vaginales no dejaban de salir.

Habían pasado 15 minutos desde que Dawn empezó y sentía su fuerza acabarse. Ni una sola vez se había venido. Su técnica no era mala, al menos para ser su primera vez, él se lo había dicho, pero no entendía como él no había terminado. Ella se había corrido mientras la chupaba ya dos veces y el ninguna.

-Estoy por terminar. – Dijo el de repente. – ¡Tomalo todo! –

Apenas dijo eso sujeto a Dawn de la cabeza y la incrusto hasta la base. La coordinadora abrió los ojos y trato de zafarse, pero la fuerza era demasiada. El empezó a mover la cabeza de ella haciendo que llegara a la base y con una fuerza que hacia que no pudiera hacer nada para detenele. Después de unos segundos así incrusto su boca hasta la base al punto donde su nariz era tapada por lo que no podía respirar y sintió como un liquido salía y la llenaba. El liquido era tanto que empezó a salir de las comisuras de sus labios y sobre el piso. Todo este tiempo ella trato de liberarse sin mucho resultado hasta el momento en que el termino y la soltó dejándola caer al suelo. Fue en ese momento que el vio como un líquido salía de la vagina de ella y al acercase a ver que era no pudo evitar reírse.

-Ja, ja, ja, no puedo creerlo, luchaste tanto para zafarte de mí, pero te acabaste viniendo. – Se siguió riendo. – Eres una masoquista de primera al parecer. –

Al ver que ella no respondía Dino la levanta y la puso sobre la cama con brusquedad. Se le quedo viendo, recordando lo que le había dicho, no le mintió, realmente le gustaba. Quería penetrarla, quería estar dentro de ella, hacerla gemirá y venirse hasta que solo pueda pedir que lo haga más y lo va a hacer, pero todo a su tiempo, que tenia de especial el solo metérsela sin haber jugado con su cuerpo antes.

-Ya que me hiciste disfrutar a mi hace un momento lo correcto es que yo haga lo mismo por ti, ¿no? – Le dijo a su oído mientras se ponía encima de ella para luego besarla. No era un beso de amor, lo único que había era lujuria. Lujuria que el sentía por ella, pero que después de unos segundos de no responder, la chica empezó a devolver el beso.

Cuando se separaron una delgada línea de saliva los unía. Dino empezó a bajar un poco por el cuerpo de ella hasta llegar a donde estaban sus pechos, montículos lo suficientemente grandes para la mano con pequeños pezones rosados claro. Los empezó a chupar metiéndose uno a la boca, succionándolo y lamiendo, movía su lengua en círculos alrededor del pezón. Mientras con una mano jugaba con el otro lo pellizcaba y lo jalaba además de moverlo en circulo. Sus movimientos no eran suaves, no cada uno era hecho con fuerza. Los pezones de la chica, que ya estaban duros como piedra por el placer, eran jalados y mordidos con fuerza, pero en lugar de mostrar dolor ella estaba gimiendo de placer.

La otra mano del hombre empezó a descender poco a poco hasta encontrar su premio, la vagina. Apenas introdujo el primer dedo y con el placer acumulado en sus pechos pudo sentir como ella se venía fuertemente y salpicaba su mano con los jugos de su vagina. Aun con eso el prosiguió a jugar con ella introduciendo su dedo para después meter otro y a los dos minutos y después de que ella se viniera otra vez metió un tercero. Usaba su pulgar para jugar con el clítoris de ella lo que solo incrementa el placer.

Estuvieron en esa posición durante unos quince minutos, en los cuales ella se vino al menos cuatro veces más. – Bien, ya fue suficiente. – dijo el parando cualquier acción que hacia con el cuerpo de ella.

Dino se puso de pie y empezó a analizar a Dawn. El ya sabia que ella era una masoquista, le gustaba que fueran duros con ella y estaba aún más seguro que ni ella sabia que lo era. La cama esta empapada de los jugos de la chica. Lo había decidido desde el momento en que la vio, esta chica no la dejaría ir, no dejaría que esta noche terminara sin haber estado dentro de ella. Se acerco a la cama y la sujeto de las piernas para acto seguido voltearla y ponerla boca abajo.

- ¿Eh? – Esto la despertó de su coma de placer. - ¡Espera! ¿Qué harás? – pregunto ella sorprendida.

- Solo te preparo para el evento principal. – contesto el, tomándola de la cintura y haciendo que se pusiera en cuatro.

El tomo su miembro y lo posiciono justo en la entrada de ella con una sonrisa. Ella por otro lado se había resignado, sabia que era el momento de la verdad. Dawn no sabia y no entendía por que el que la tratara así la emocionaba y estaba empezando a pensar que el tenía razón y era una masoquista. Él había sido rudo con ella, casi se desmaya cuando la obligo en el oral, pero acabo viniéndose y en ese momento no se estaba tocando. Cuando metió sus tres dedos dentro de ella, lo más que había metido antes eran dos y de su propia mano no de la de un hombre que son más gruesos fue que se vino como nunca lo había hecho. Y ahora sentía anticipación estaba emocionada por el placer y dolor que sentiría al ser estirada por su pene.

- ¡Espera! No olvides que estas aquí por el dinero, no por el placer – Eso es lo que le decía aun una parte racional de ella el problema es que otra parte que empezaba a tomar más fuerza le decía que se olvidara de todo y dejara que este sujeto la usara como quisiera por el resto de su vida si es que podía seguir sintiendo este placer.

Antes de que ella pudiera prepararse o recibir una advertencia el incrusto su pene dentro generando un fuerte grito de parte de ella. Gotas de sangre empezaron a caer sobre la cama significando la perdida de su virginidad, pero antes de que si quiera pudiera empezar a acostumbrarse el empezó a moverse con fuerza. Los brazos de Dawn no aguantaron y callo de cara contra la cama.

-Vaya con lo mojada que estas y con lo buena que resultaste para chuparla por un momento pensé que no eras virgen – Empezó a decir el entre jadeos. – Pero ahora veo que solo eres una puta natural. – La sujeto de los brazos levantándola de la cama y para tener mejor agarre y continuo su envestida con más fuerzas.

- PARA, DETENTE, ALTO, ¡DUELE MUCHO! – Gritaba ella con fuerza, pero caían en oídos sordos.

Pasaron los minutos y en la habitación solo se oían el golpeteo de carne con carne. Dino no había disminuido su ritmo en los últimos diez minutos y Dawn ya no tenía fuerzas para gritar.

-Ah, ah, ah. – Oyo el cómo alguien decía.

- Estas gimiendo ya de placer, ¿verdad? –

- Me vengo, me vengo. – respondió ella en un susurro que poco a poco se convirtió en un grito. - ¡ME VENGO! -

Un geiser de jugos vaginales salió de su vagina la cual aun tenia el pene de él adentro. Después de 30 segundos de no parar de venirse Dawn finalmente podía sentir como sus ojos se cerraban, estaba cansada, no había parado de venirse, pero Dino no aceptaría eso.

-Oye recuerda el trato, hasta que yo me canse – Dijo el tomándola esta vez del cabello y jalándola. – además aun no me vengo ni la meto toda. – Eso abrió los ojos de Dawn quien volteo a ver dándose cuenta de que, aunque la penetraba con fuerza, el tenía razón y solo le metía ¾ de su miembro.

- Metela – Se escucho levemente decir.

- ¿Qué dijiste? – Dijo el con una sonrisa.

- ¡Dije que me la metas! – Grito ella con lujuria - ¡Metela hasta que te canses hasta que mi vagina este de forma que solo pueda ser satisfecha por tu enorme pene, METEMELA, POR FAVOR!

Apenas acabo de decir cuando con fuerza algo entro aún más dentro de ella topándose con la entrada de su útero y pasándola como si nada. En ese momento algo se rompió dentro de ella, olvido por que vino, olvido quien era y que quería. Solo recordaba que ella quería sentirse bien y que solo un pene podía hacer eso, el pene que ella amaba.

-Shi, dame mash, mash, mash. – decía ella ya sin poder hablar correctamente.

Dino estaba fascinado con ella, en sus ojos Dawn se había convertido en la puta perfecta. Podía sentir como su pene atravesaba su útero y como con cada embestida ella se corría, no llevaba la cuenta, pero debía de llevar más de una docena de veces que ella se venía. Pero para el seria la segunda y la primera desde que lo hizo en su boca.

- ¡Me vengo! – Apenas dijo eso que dejo salir un potente chorro dentro de la peli azul quien al igual que él se había corrido, fue la corrida más fuerte ambos.

Después de un minuto de venirse sin parar los dos finalmente terminaron, Dino salió de dentro de Dawn ocasionando que un geiser de su semen saliera, aunque no fue el único ya que al mismo tiempo otro liquido empezó a salir de Dawn, esta vez uno amarillo.

-Bien, supongo que terminamos – Dijo el con falsa tristeza.

- No, mash, quiero mash – Decía ella, pero al no tener más fuerzas no se movía.

- Podríamos seguir con una condición. – Dijo acercándose a ella y acariciando su entrepierna. – Tendrás que dejar los concursos y convertirte en mi esclava, no, en mi juguete sexual, vivir solo para ser usada por mi y a quien yo te quiera prestar. Tu único deseo y propósito será servir como recipiente para mi semen. ¿aceptas? – Termino el con una sonrisa.

- Shi achepto. – Dijo ella sin titubear.

- Muy bien, a partir de hoy me dirás, amo. ¿entendido? –

- Shi, amo. –

- Bien, puedo ver que aun tienes un orificio que no ha tenido el placer de ser penetrado por mí. – Dijo el abriendo con sus dedos el trasero de Dawn dejando expuesto su ano. - ¿Qué tal si cambiamos eso?

-Shi, amo –

Bueno este es el segundo capítulo, no se si es bueno o no pero aquí esta. Honestamente me fue más difícil saber que rumbo tomar con Dawn que con May. La próxima será Serena y luego vendrá Lillie por que estas cuatro al principio buenos de las compañeras de Ash son las 4 que más me gusta, aunque las estoy sacando a como aparecen en el anime y no por que la primera en salir sea mi favorita. Si quieren a alguna chica después de estas 4 pueden decirme al igual que si quieren un escenario en particular díganme ya sea por PM o review.