Autor Original: otakuphiar
ID: 5716813
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Parte 1: Paciente 741776
Alfred P.O.V.
Entré al trabajo, como cualquier otro día. Suspirando, me registré y caminé penosamente hacia los vestuarios masculinos. Mientras me ponía mi uniforme blanco, saludé a los demás trabajadores con una sonrisa demasiado entusiasta. En el hospital, pongo cara de valiente. Para ser sinceros, ¡estos lugares son súper espeluznantes! La única razón por la que trabajo aquí es porque quiero ser un héroe para alguien, y este era el único lugar en el que pude pensar… Así que aquí estoy. Traté de estudiar para ser médico, pero pensé en todas esas cosas asquerosas y desagradables que tendría que hacer, y eso estaba fuera de discusión. Mientras caminaba hacia el escritorio, escuché a algunos de mis compañeros de trabajo chismorrear.
"Dicen que está muy deprimido, ¿me pregunto qué le pasó?"
"Escuché que su nombre era Arthur, o algo así…"
"Lo vi cuando lo estaban trayendo, créanme, lo siento por el pobrecito que tiene que cuidarlo"
"¡Realmente se dejó llevar con esas cejas! ¿Viste lo gruesas que eran?"
"No creo que debas decir eso, ¡es ciego, sabes!"
Jadearon con comprensión antes de disolverse. Un nuevo paciente, ¿eh? Dicen que está ciego y muy deprimido. He visto a algunas personas deprimidas en este hospital, pero nunca había visto a esta gente hablar de ellos de esa manera. Supongo que eventualmente lo descubriré.
"¡Hola!" sonreí a la señora sentada en la recepción hoy "¿A quién estoy asignado?" mi cabeza pasó por las posibilidades: no quiero a ese tal Lovino, es muy violento… Iván también es tremendamente espeluznante… Fue entonces cuando la mujer me interrumpió.
"Estás con el paciente 741776 hoy" me informó, con voz monótona.
"Mm" reflexioné en voz alta "Nunca había escuchado ese número antes…"
"Eso es porque es un paciente nuevo" explicó, de nuevo con su voz de robot. Luego me dijo en qué bloque estaba y la habitación.
El nuevo paciente, ¿eh? Bueno, siempre tenemos nuevos pacientes, puede que no sea él.
…
Finalmente, llegué a la habitación. ¿Por qué tenía que estar más lejos? Bostecé antes de coger el gráfico de la puerta que parecía una prisión.
"Paciente 741776… No violento, bueno eso está bien, no me atacará cuando abra la puerta por primera vez. No es que pueda, por lo general tienen camisas de fuerza, si son violentos" hice una pausa antes de volver a colocar el gráfico en su sitio. Y con duda, abrí la puerta; preparándome para un grito de lamento.
Cuando entré, me sorprendió ver al paciente sentado en la cama.
"Hola, soy el enfermero que te asignaron hoy"
El hombre permaneció el silencio, aproveché este tiempo para estudiarlo.
Tenía las cejas pobladas, así que presumiblemente era el hombre del que había escuchado hablar… ¿Cómo se llamaba… Alex? ¿O quizás Arnold? Su piel estaba pálida, pero no enfermizamente pálida. Sus ojos estaban desenfocados, pero eran de un increíble color verde, casis podrías perderte en esos ojos suyos… Es una pena que se hayan desperdiciado. Su cuerpo era un poco femenino, delgado y pequeño en comparación con algunas personas. Sus manos estaban libres, a diferencia de algunos de los pacientes de aquí, y sostenía un libro por el que pasaba las manos. ¿Braille? Bueno… duh.
"¿Qué libro estás leyendo?" pregunté, intentando iniciar una conversación. Una vez más, el hombre me ignoró. Supongo que esto podría considerarse mejor que ser insultado y pateado…
Finalmente, el hombre cerró el libro y miró a la pared.
"Es de mala educación interrumpir a alguien que lee, estúpido americano"
Oh, inglés, ¿eh? Eso haría que las enfermeras se arremolinasen sobre él, a pesar de sus cejas rebeldes.
"Es de mala educación ignorar a alguien, especialmente cuando está aquí para ayudarte" le respondí. Vi su ceño fruncirse más, lo había pillado, ¿eh? Sonreí.
"Así que antes de que tengamos un mal comienzo, señor gruñón, me gustaría saber su nombre"
"Un caballero debería ofrecer su nombre, antes de preguntarle al otro el suyo… Pero es estadounidense, así que empezaré yo" Hizo una pausa cuando resoplé "Soy Arthur Kirkland, es un placer conocerte…"
"Alfred F. Jones" dije.
"Sr. Jones" añadió.
"¿Tienes hambre?" pregunté alegremente.
"Sí, bastante… Supongo que es de mañana, ¿así que se ha servido el desayuno?" preguntó el hombre.
"Sí, lo está. Lamento decir que no es nada especial, solo algunos cereales. Por lo general, los pacientes tienen que ir a la cafetería, pero como eres nuevo aquí y mmm… ciego, te acompañaré"
"Gracias, supongo" murmuró.
Hubo un silencio antes de que sacase una sudadera.
"Toma, tienes que ponerte esto" se lo entregué, suponiendo que pudiera ponérselo él mismo.
Lo hizo, estaba feliz de que pudiera cuidarse solo.
"Está bien, entonces necesitas hacer tu cama y cepillarte los dientes… ¿Puedes hacerlo tú solo?"
Lentamente se levantó de la cama y frunció el ceño.
"Sí, puedo, no soy imbécil" dijo, ya haciendo la cama.
Una vez que hubo terminado, se detuvo en seco.
"¿Qué pasa? Pensé que podrías cepillarte los dientes tú mismo" sonreí.
Su ceño se profundizó antes de responder:
"Podría… si supiera dónde está el lavabo"
Entonces sentí pena por él, así que me levanté. Lo guie hasta el lavabo, colocando una de sus manos sobre el cepillo de dientes y la otra sobre la pasta de dientes.
Lo vi verter temblorosamente la pasta de menta en las cerdas del cepillo, antes de ponérselo en la boca, sin separar los labios dos veces antes.
Lo escupió y le limpié la boca con el suave papel.
"¿Ves? Mira lo que puedes hacer con un poco de ayuda" sonreí.
"Sí, sí… lo que sea" gruñó, pero tenía una pequeña sonrisa en los labios.
Cogiendo su mano para, una vez más, guiarlo. Caminé lentamente a su paso hacia la puerta y la abrí.
"¿Estás listo para ir? Puede estar todo bastante alborotado allí" advertí.
Miró hacia abajo, antes de responder.
"Vamos"
