ONE PIECE ES PROPIEDAD DE EICHIRO ODA.
Lyon, Francia
- Me hiciste una pregunta, me pediste que te diera mi honesta opinión, te la di…¿ amerita eso la violencia?
Sengoku meneo la cabeza exasperado. La verdad, no esperaba otra reacción, era un tema peliagudo para su interlocutor, quien no dejaba de fumar shinsei ( su marca de cigarros favorita) uno tras otro.
Koichi Zenigata aplastó con fuerza un cigarro a medio terminar en el cenicero. Miró alrededor: dos que tres aún se les observaban de manera despectiva. Era cierto, había golpeado la barra del bar con demasiada fuerza para que algunos vasos derramaran su contenido. Lo bueno, era que estaban hablando en japonés, internamente rogó que no hubiese alguien que les entendiera. Pidió disculpas al barman y los otros consumidores , pagó por los estropicios.
- Discúlpame, Sengoku- su voz era mas ronca que de costumbre- es solo que...no me cabe en la cabeza haber sido tan estúpido para no barajar esa posibilidad. Cuando adopte a Óscar di por sentado que solo era un niño abandonado a su suerte en las calles … no que implica algo más oscuro y horrible. Debí ver las señales, pero, estaba tan volcado en el trabajo… y él era el vivo ejemplo de la disciplina y el fervor… nunca me dio disgustos…¡ah! ¡ya no se en que pensar!¡ era tan prometedor!
- Te aseguro que no está muerto, - Sengoku acarició su trenzada barba- sólo que no se revela porqué ha renunciado a ti. No te obtuvo, Te decepcionó, por lo que no tiene motivos para volver.
Zenigata bufo por lo bajo; ahora empezaba lo peor del tema del que rehuía, del que no quería tratar, pero tenía que hacerlo por ya haber abierto la caja de pandora.
- ¡Ok! Supongamos que lo que dices es cierto: Óscar creía estar enamorado de mí… y como tu dices: "Deseaba" lo que…- le costaba admitirlo y también le costaba respirar- Fujiko y yo hicimos en la sala de interrogatorio
- ¡No lo supongo! - Sengoku hizo un gesto de fastidio- oye, ya sé que no te gusta hablar de esto… te molesta que un hombre se haya enamorado de ti…¿hubiese sido distinto si Óscar fuera una mujer? No tendrías tantas reticencias, ni se te revuelve el estómago como ahora sucede.
- ¡Por favor!- fue lo único que atino a decir- ¡no se trata de eso!
- ¡No "por favor"! - señaló Sengoku- ¿te acuerdas cuando me preguntaste porque no me había casado? Yo te respondí que era porque "Don Perfecto" nunca apareció y por eso me quedé a vestir santos ¡Tu reacción fue de lo más épica y común a la vez! Te hiciste para atrás como si tuviera la peste bubónica o algo más contagioso… y eso que ya llevábamos varias décadas de amistad… esa fue la razón de que te distanciaste de mí ¡niegalo! Después fue inevitable mantener el contacto… me convertí en tu superior … muchas de tus peticiones tenían que pasar por mis manos… y estamos aquí: discutiendo tu homofobia y el horror de que el amor nada filial del chico que adoptaste vaya a mancharte y perjudicar de por vida.
Viendo que sus palabras causaban un gran impacto en Zenigata, Sengoku continuó hablando:
- Quizás Óscar lo sabía...y por eso la desesperanza se apoderó de él, lo que lo orilló a nublar su juicio. Hizo cosas ignominiosas e impensables para quien se sabía representante de la ley ¿ todo por qué? Porque se te ocurrió liarte con Fujiko Mine. Ante sus ojos le permitiste acceder a ti por ser una mujer hermosa ¿Como competía con eso? Ella tenía la ventaja que la naturaleza le dio: lograba lo que él solo en sueños podría… encima de eso te dabas el lujo de manosearla públicamente. Fujiko Mine era un enemigo invencible, ella era superior a él… eso lo irritó. Por eso intento sobajarla ante tus ojos acusandola de fechorías que ella no realizó ¡fue tan evidente! Fujiko se aprovechó de ese amor hacia ti ganando varias partidas. Y no fue la única, los búhos también lo notaron, por eso le ofrecieron una vía para deshacerse de ella, ya que la defendías con ahínco " ella no haría eso", " no es su estilo"… para él fue lo peor. En su mente debió surgir la idea de que tenías una conexión especial con ella desde el momento en que tuvieron sexo. Estaba decidido a intentar lo que fuera, aunque con ello se condenara al abismo… lo vieron... todos. En realidad caíste en cuenta muchísimo después, pero te negaste a creerlo, así que lo confrontaste de manera indirecta, recordando la imagen que preservabas de él…
Zenigata no pudo replicar al instante… en parte decía la verdad…¿en parte? Le había hecho una radiografía fidedigna de un asunto que le pesaba.
- Se que no te he dado disculpas por aquello…- trató de decir.
- Ni las necesito.
- ¡lo sé! Pero...yo… nadie se prepara para afrontar semejante confesión …
- Que alguien te diga que es homosexual no significa que automáticamente ya quiere algo contigo.- Sengoku fue enfático- Nunca me gustaste romántica ni sexualmente. Tú no eres mi tipo, ni me eres atractivo. Ni ciego, ni descerebrado me fijaría en ti… buscó más inteligencia y que sea menor que yo… ¿estamos? ¡anda! Que se que oírlo te produce un gran alivio.- se levantó de la butaca para irse.- si ya no se te ofrece nada más, pagas por mí. Yo tengo una cita... deja de culparte por lo de Óscar, fue muy desafortunado. Y creo que seguirte castigando no llevará a nada. Sigue adelante con lo que te queda de vida, de seguro Lupin te está esperando en algún sitio.
Zenigata agradeció esas palabras. Desde el asunto de Luis Yu Almeida, su conciencia no lo dejaba en paz… Óscar desapareció… como le hubiera gustado tener una última charla… agradeció también el tener a alguien a quien contárselo y le expusiera las cosas tal como son.
Ya era tarde, era hora de ir a descansar y empezar de nuevo. Pero, antes tenía que saciar su curiosidad… así que alcanzó a Sengoku a las afueras del bar.
- ¿una cita?¿ puedo saber con quién?- inquirió mientras se dirigían a sus respectivos autos.
- ¡No lo se!- Sengoku se rascó su blanca cabellera- Para eso tengo que ir a soñarlo. Cuando despierte por la mañana te cuento… igual, si tienes a alguien a quien presentarme…¡Que sea mañana! Hoy en verdad, estoy muy cansado.
Zenigata no pudo contener la sonora carcajada.
- ¡igual que siempre!... Gracias por perdonarme, Sengoku. Lamento haber arruinado nuestra amistad.
- El tiempo todo lo cura…¡oh! Ya que volvemos a ser amigos, tal vez podamos hacer una pequeña reunión con Garp.
- ¡Garp! ¡por supuesto! ¿ y dónde se encuentra ahora?
- En La Haya, tratando que su familia no se desmorone ante sus ojos.
La Haya
Al día siguiente.
Creyó que ya había caído en la locura… veía un techo muy blanco y el olor aséptico lo rodeaba. Sentía un particular dolor en uno de sus brazos: una aguja, que lo guiaba a una intravenosa, y a una bolsa de suero colgante. Las cortinas azules rodeaban el área de su cama.
¿ cómo es que termino asi? La respuesta no tardó en llegar:
- ¡Buenos días!-Dos voces estridentes casi lo matan de un susto.- ¿ya te sientes mejor?
No le llevó mucho comprender lo que había sucedido: ante él se encontraban Caroline (cabello rojo) y Tibany (cabello rubio).
Compañeros (travestis) del trabajo, muy amigos de Morley. Se daban a notar de inmediato por sus vestidos estrafalarios y desafiantes zapatillas de tacón de aguja ¡ eso sí! Procuraban siempre llevar el mismo modelo de bolso y gafas .
Morley les tenía tanta confianza que solía dejarles encargada la casa, para que en sus ausencias cuidaran su jardín y ver que todo estuviera en orden. Lo más seguro es que tocaba día de inspección, lo vieron derrumbado en la sala y llamaron a urgencias… lo que vino a continuación se lo confirmó:
- Cariño ¡nos diste un buen susto!- le dijo el de cabello rojo.
- Por mas cachetadas que te dábamos no reaccionabas.- complemento el rubio.
- Llamamos a la ambulancia- continuó Caroline- ¡nunca había visto tanta palidez! Estabas tan blanco como el maquillaje de una geisha. Pero, no te preocupes, ya el guapísimo doctor que te atendió nos dijo que sufriste un síncope. Que, lo más probable, por un shock nervioso, pero que tenían que hacer más pruebas. Pero, si no arrojaban algo fuera de lo normal, en cuanto despertarás venia a darte un pequeño chequeo para darte de alta.
- ¡ solo eso! ¡ Genial!- Lind suspiro- ¡no saben como se los agradezco! ¿ donde pusieron mis cosas? Debo hacer una llamada porque necesito salir de inmediato.
- ¡oh si! Tu celular no dejaba de repiquetear - le explicó Tibany- Así que nos tomamos el atrevimiento de contestar. Era Dragón y le explicamos tu situación. Nos dijo que no te dejáramos solo, que él procuraba llegar en la noche … y todo esto ¿ que hacías en la casa del gigantón? ¿ No debías seguir en París junto a los demás?
Lindbergh tuvo que armarse de mucha paciencia. No quería ver a Dragón y no quería enfrentarlo. Pero, considero que Caroline y Tibany merecían una explicación… y él necesitaba desprenderse de una poca de miseria.
- Mi novio me engaño con un mocoso imberbe,- soltó de sopetón- en estas semanas que estuve ausente,llevó a su nueva conquista a vivir en nuestro apartamento,- las caras de los okamas era de completo estupor- ¡y los sorprendí en la bañera!- ok, no había sido así, pero se ahorraba los detalles- tome lo que pude de mis pertenecías y el único lugar que se me ocurrió fue ir a la casa de Morley, el me dijo que en caso de algún imprevisto podía acudir allí. Me dio santo y seña de las llaves, fue por eso que me encontraron.
Caroline y Tibany lo rodearon dandole un abrazote.
- ¡corazoncito destrozado!- gimió el rubio- ¡ maldito sea ese traidor!
- ¡ Ojalá se le pudra!- Rugió con rabia Caroline- ¡ Ahora todo tiene sentido! ¡Pobrecito de ti!
Lindbergh se sentía abrumado, ya que nunca en su vida había tenido personas que empatizan con él en situaciones adversas ¡ni siquiera Coby! En el tiempo que compartieron, él, Lindbergh, era la persona que llevaba la batuta cuando surgían problemas y adversidades. Y se sentía bien estar rodeado de esa gente que le hacía llevadera su sórdida pena … Sin embargo, anoche había ideado un plan…
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien descorrió la cortina que lo separaba de las otras camas en la sala de urgencias. Caroline y Tibany se sobresaltaron ante la interrupción.
- ¡ Buenos días!- ante ellos llegó un doctor; alto,vestido con una camisa azul celeste y unos informales pantalones caqui con múltiples bolsillos, calzando unas cómodas sandalias... Lo más particular era su cabellera, que recordaba las hojas de la piña-Soy Marco Phoenix, médico … por si se lo preguntaban- sonrió divertido, señalando su bata blanca y su estetoscopio.
- ¡ y yo pensé que del cielo había caído un angelito!- respondió Caroline con tono juguetón, enjuagando las lágrimas y sonándose la nariz discretamente.
- En lugar de doctor, más bien parece candidato a míster universo.- Tibany lo escruto con sus grandes ojos.
- Ni lo uno ni lo otro, - Marco no dejaba de sonreír por las ocurrencias de esos dos- si me permiten, debo revisar al paciente.
- ¿ Y el morenazo que nos atendió al llegar?- ambos okamas miraban por detrás de Marco, con la esperanza de mirar a quien se referían.
- ¿ el doctor Trafalgar?- era común que preguntaran por él. Solía impresionar tanto a la mayoría de la gente como al personal del nosocomio donde se parará.
- No me acuerdo si nos dijo su nombre,- confesó Tibany- pero tenía unos tatuajes muy audaces en sus manos.
- ¡si es él!- respondió Marco- siento decirles que él solo está de paso y que cubrió a un compañero.
- ¡ah!- exclamaron decepcionados.
Pero Caroline tuvo una idea repentina:
-¿ y usted tendrá su número telefónico o su Facebook? Es que es difícil encontrar semejante monumento viviente al hombre en estos días. Además su mirada era desafiante: Gris con esas acentuadas ojeras …
Marco río ante la ocurrencia.
- Me temo que las políticas del hospital me lo prohíben. Pero puedo informarles que él está soltero y sin compromiso. Y que tiene un amigo por aquí que es un poco bocafloja: un trabajador social llamado Bepo, suele estar en el turno de la tarde. 4 piso, segunda oficina a la derecha… quien quita y él sí les pueda brindar sus redes sociales…- les informo con un guiño de complicidad.- ahora, si me permiten necesito hacerle unas cuantas preguntas al paciente.
-¡oh! ¡ si! ¡Qué bárbaro! - se excuso Caroline- ¡ disculpa Lind!
- por mi no hay problema- contestó el referido- no fue algo grave.
Se escuchó una vibración. Provino del bolso de Tibany. Era solo un mensaje, pero hizo que arqueara las cejas.
- Es Francois,- se dirigió a Caroline- nos pide, ¡nos suplica! Que vayamos de inmediato, que hay un revuelo en RH.
- ¡Uy! Y nosotros con El jefe y los directivos fuera …- miró a Lind- oye, nos ausentaremos, pero mantennos informadas de tu salud. Asi salgas o tengas que quedarte más.
- oigan,chicas, yo no se como agradecerles todo lo que han hecho por mi…
- ¡Nada! ¡Nada! Cuentas para todo con nosotras… ya sea para la mudanza o para ir a incendiarle la casa…¡ ya sabes!
- ¡Más que dispuestas!- reiteró Tibany- Bueno, te dejamos en manos de este guaperas.
Le dieron sendos besos en las mejillas, lo cual hizo sentirse más abrumado. En serio, no estaba acostumbrado a tanto cariño por parte de la gente… pero se sentía bien. Se despidieron agitando las manos y él correspondió.
Una vez que los okamas salieron, Marco corrió las cortinas. Y con rostro serio se sentó cerca de Lind.
- Lindbergh, ahora que ya se han ido sus amigas, debo decirle que se le realizaron unos exámenes de rutina … el resultado que arrojaron es claro y contundente... me temo que soy portador de malas noticias.
La respiración se le cortó por un momento ¿Ahora que demonios pasaba?
EN OTRO LADO
PARQUE PALEISTUIN
No durmió… se sentía como zombie. Por lo que decidió salir un rato solo, para despejar su mente. Aprovechó que Luffy fue a visitar a su hermano Ace y su abuelo.
Desde anoche Luffy trató por todos los medios de ponerlo de buen humor. Al ver que era una misión imposible, le cuestionó si había pasado algo malo entre Lindbergh y él. Ya que notó que cambió radicalmente cuando este último apareció.
A cómo pudo, Coby evadió el tema y le echó la culpa a la comida tailandesa que habían consumido.
La realidad era que se sentía el ser más miserable de la Tierra. Lind jamás había hecho algo para merecer tan jodida traición de su parte… ¿Cómo justificarlo? ¡Con nada! ¿Alguna razón? ¿Qué decir?
Con Luffy conoció el verdadero significado del amor a primera vista; lo que era un arrebato irrefrenable , un sentimiento que no podía definir pero, que lo arrastraba como si de ello dependiera su existencia… ¡No era posible!
Trató de buscar una explicación: Tal vez, su relación con Lind no era más que dos soledades acompañándose.
Una forma de enfrentar a un mundo que los trataba de forma descarnada. Y siendo honesto, varias veces se preguntó si realmente lo que tenían era basado en el amor ¿Por qué? Desde hacía tiempo no podía creer que algo de Lind le irritara: se desempeñaba como ingeniero, a cargo de un grupo de 15 personas, con una cima de proyectos, casi todos ellos aprobados, financiados y ejecutados. Con jornadas extenuantes...y aún así tenía tiempo de estar alegre, preparar la cena y ser comprensivo con él. Comprensivo cuando estaba cansado, comprensivo cuando enojado, comprensivo cuando estaba triste...
Mientras que él,tenía que ver a diario, la mierda que era la sociedad humana, los puntos álgidos y abyectos que puede llegar una persona para lograr su más infame deseo… junto a unos compañeros que se creían la última coca cola del desierto y que intuían que él se resquebrajaba en añicos, porque insistían que no daría el ancho si seguía con esa actitud … ¡ le instaban que fuera más seguro de sí mismo! Y esos fueron los primeros días… luego vino el colmo:
El equipo tenía la tradición, de una vez a la semana, ir a la casa de uno de los integrantes a jugar póker. De esa forma reforzaban la unión y la amistad.
Cuando le tocó a Coby, estaba con el alma en un hilo, porque sabía que lo ponían a prueba. Lind le aseguró que todo iría bien. De hecho, él se encargó de todo...como siempre. Podría lucir como un huraño, pero tenía dotes sociales que Coby no llegaba a entender: un carisma indescifrable. Está por demás decir que la reunión fue un éxito. A todos les encantó Lind, hasta comentaron que Coby era un suertudo de tener alguien así a su lado: inteligente, amigable, estudiado, que sabe cocinar y elegir el vino adecuado, con un buen trabajo y al que todo le iba bien… a partir de ese día fueron más condescendientes...Lind es buenísimo en los juegos de azar… les daba consejos para lograr un buen juego...luego lo eligieron como el croupier oficial del grupo… con lo cual lo acompañó a todas las reuniones. El único miembro no policía aceptado...y Lind estaba feliz ...Todo era perfecto alrededor de ellos dos...
Y si…¡comenzó a odiar a Lind! ¡Odiaba cuando Lind le contaba lo bien que le iba en todos lados!… ¡odiaba a Lind, que estaba dispuesto a seguirlo donde fuera! ¡Odiaba que se adapta bastante rápido a todo! ¿Por qué? Ya no podía aguantar que fuera su única opción para no estar realmente solo… no tenía otro refugio… ¡y se odió también! ¡por qué ni para tener amigos servía!… ¡Siempre un inútil quejumbroso, bueno para nada!
¿Te amé, Lind? ¡No lo creo! ¡Te utilice por qué no quería estar solo! ¡ y terminé odiando a toda tu persona! ¡ No te lo mereces!
¿Quedaba algo de lo que creyó era amor? En su presente lo dudaba… porque en su pecho nació el temor de perder a Luffy ¡Si! Si tuviera que elegir se decidiría por él.
¿Lo malo? Que sus acciones fueron de lo más erradas, torcidas y traicioneras ¡No era forma de hacer las cosas! ¿Y ahora qué?¿Cómo arreglar las cosas de forma que Luffy no se enterara?
Sumido en sus dilemas, ajeno al ajetreo de su entorno, Coby no se dio cuenta que desde hace rato, alguien se había apostado a su lado, sentado de manera desenfadada en la banca.
- Tierra llamando a Coby…¡responda Coby!
Unos golpes en su espalda lo regresaron a la realidad.
- ¿Qué?- se asustó al ver quién era- ¡Helmeppo!
El susodicho rubio se ajustó sus gafas negras, con una sonrisa torcida. Para ser verano venía cargado con chaleco de punto verde pistacho sobre la camisa blanca Armani que siempre prefería, un pantalón formal azul oscuro y zapatos de charol ¡ eso sí! Sin su típico sombrero de todos los días.
- Sabes, - le dijo- cuando llegaste al cuartel, exigiendo tus vacaciones que no tomabas desde que estabas en Amsterdam, todos pensábamos que era la urgencia de no separarte del loquillo- pelos- verdes… y resulta que no lo acompañaste a París ¿Verdad? De lo contrario ¿Qué haces aquí? ¿Se regresaron?
- ¡Ay Helmeppo!- se lamentó Coby sus ojos, involuntariamente, se llenaron de lágrimas.
- ¿Qué sucede, Coby?- se alarmó su compañero- ¿Por qué lloras?
Coby lo tomó por los hombros con desesperación y con una voz apagada le confesó:
- ¡Hice algo horrible! ¡Y no se porque no me arrepiento!
- ¡No me asustes! Pues…¿Qué pasó para que estés así?
Mientras tanto, a las afueras del hospital, un clásico Fiat, hacía guardia
.
-¡shhh! Holanda es un país de bicicletas ¿no se te ocurrió que estamos llamando la atención usando el auto?
- Jingen...¿ has visualizado a Goemon en bicicleta?- Lupin dobló el periódico que estaba leyendo y centró su mirada en el nosocomio.
- se usar una.- expresó el samurái con su típico tono estoico, en el asiento de atrás.
- Necesito que me expliques porque interrumpistes nuestras vacaciones- exigió Jingen- Si no es un cuadro, si no son diamantes o cualquier objeto de colección ¿Qué demonios hacemos vigilando un hospital? ¿Acaso el dueño del siguiente objetivo está ahí? ¿El hospital es una fachada y tiene una bóveda secreta ocultando algún misterio?
Sin responderle, Lupin le entregó el periódico y le señaló uno de los encabezados de primera plana:
¡Europa asolada por la crisis de los microchips! ¡La industria automotriz está en riesgo!
- ¿Y…?
- ¿Cómo que: Y..?- Lejos de estar molesto, Lupin se dispuso a explicarle- ahora hasta los automóviles requieren de la más avanzada tecnología: GPS, internet y demás artilugios que hacen más fácil la interacción del día a día...para ello se requieren más de 22 microchips en una sola unidad… debido a la crisis de escasez de estos pequeños procesadores, muchos modelos dejarán de producirse hasta que se solucione...o eso es lo que se creía, porque allí adentro está internado el sujeto que hará que esos 22 microchips se reduzcan a solo 6… o por lo menos, eso es lo que intenta demostrar...Ayer dejó el simposium donde expondría como se puede llegar a ese logro. Tanto el dueño del corporativo Skypia, como el cabecilla de Germa 66 enterprises están en su búsqueda y lo harán con métodos nada ortodoxos…
_ así que su cabeza tiene precio..
_ ¡Exacto! Así que o sale pronto de ahí o iremos por él .
¡Hola! Tanto tiempo sin pasarme por aquí ( escuchen canción de Pedro Guerra "pasaba por aquí") agradezco su paciencia para quienes aún se animan a leer mi trabajo. Han pasado tantas cosas por mi vida, que ha sido un poco difícil tratar de procesar todo poco a poco. Tanto para quien me deja un comentario(Takka de un universo maravilloso) como para los que se mantienen en silencio. Gracias por Todo! Si aun me mantengo en esta tierra procuraré seguir escribiendo y leyendo.. ooooooooooh! Y a los okamas los veran seguido ¡me han fascinado! Si no conocen alguno, vean los capitulos donde Sanji cae en el reino de Iva-chan...Jajajajajajajajajajajajaja
Estoy procurando utilizar lugares reales, así que pueden googlearlos para darse una mejor idea de los escenarios. No se nada de tecnología, así que no se lo tomen como verídico que involucra esta ficción, mucho será mi imaginación y está inventa cosas que no existen…
Gracias por leer. Gracias de corazón.
