POCO MÁS DE DOS AÑOS DESPUÉS:
Kakashi estaba en lo alto de un árbol, con Sasuke a su lado, ambos ocultaban su presencia completamente. A la distancia, no muy lejos de ellos, en un terreno que ya había sufrido algunas alteraciones, una batalla se desarrollaba. El enfrentamiento no llevaba mucho tiempo, pero los contrincantes mantenían un buen nivel, la razón de los cambios en el paisaje.
Era un grupo de la Hoja, un grupo ANBU contra algunos de los subordinados de Orichamaru, algunos con talentos muy especiales que darían buena batalla durante un buen rato, en especial contra dos ANBU, eran seis contra dos. No era un combate precisamente justo, pero Orochimaru y Kabuto nunca prestaban atención a ese tipo de detalles, la justicia los tenía sin cuidado en ese tipo de enfrentamientos. Sasuke, que estaba a su lado, suspiró, de aburrimiento seguramente, podía marcharse y volver al refugio temporal que no estaba lejos, pero se quedó quieto y atento a lo que sucedía. Era la primera vez, después de más de dos años, que tenían contacto con alguien de la Hoja, durante dos años no hubo ninguna clase de acercamiento, no escucharon nada de su natal Aldea, como si hubiera desaparecido por completo, borrada del mapa. Así que inevitablemente se preguntaban si ese pequeño grupo ANBU, mejor dicho, es dupla ANBU estaba allí por ellos, después de todo, no estaban lejos del más reciente refugio de Orochimaru.
La balanza de la batalla se inclinó a favor del grupo selecto de Orochimaru, por un momento se le cruzó por la cabeza ir en ayuda de los ninjas de Konoha, pero sería un error que pagaría muy caro. No podía evidenciarse, seguro que a Sasuke no le importaba lo que hiciera, pero si Kabuto estaba cerca y lo veía socorrer a sus antiguos compañeros, no lo dejaría tranquilo, no le permitiría salir con libertad, y encontraría la manera de castigarlo, así que no tenía opción. Era casi como sentir una cuerda que lo amarraba en manos y pies. Uno de los ANBU se desplomó por la herida en el pecho, sin contar que había usado demasiado chakra, su compañero se colocó frente a él en forma protectora, aunque ahora eran cinco, porque habían logrado inhabilitar a uno de los subordinados, eran cinco contra uno. Sasuke volvió a bostezar, pero antes de que terminara de hacerlo, y en cuestión de un simple parpadeo, la ayuda apareció: una ANBU más y ella. El ANBU entró de lleno al combate, Kakashi no podía reconocerlo, sus movimientos eran diferentes, seguro era un recluta nuevo, y joven, se movía con energía y vigor característicos de la juventud. Lo más extraño era que se complementaba perfectamente con ella.
-Sakura... - susurró Sasuke, ambos centraban su atención en la joven de rosado cabello. Había cambiado, pero en definitiva que era su exalumna. La persona que menos esperaban ver. Claro que lucía diferente, pero allí estaba ella, con su cabello rosado, lo seguía manteniendo corto, cambió su atuendo, ahora vestía una falda rosada, una blusa con el sello de su clan, unas botas negras hasta la rodilla, el color de su banda era rojo. En dos años no notó el paso del tiempo, para él todo seguía igual, pero verla, ver cuánto cambió, le dejó en claro que ya no eran los mismo, que ella no era la misma niña que dejó.
Y si su cambio físico ya era sorprendente, lo eran más sus habilidades como ninja. Se colocó frente a los dos ANBU, protegía al compañero que yacía sobre el suelo, y defendía al otro que se notaba visiblemente cansado. No dejó que nadie los tocara, ni siquiera les permitió acercarse. El otro ANBU que había llegado como apoyo y junto a Sakura, era la primera barrera, estaba frente a la ninja, intentaba defenderla a ella y a sus compañeros, cuando alguno lograba pasarlo, entonces Sakura lo hacía retroceder. Era una barrera segura, que mantenía a los dos ninjas vulnerables a salvo. Más allá de la excelente coordinación entre el ANBU y Sakura, estaban las habilidades individuales de cada uno, la rapidez y velocidad de uno, y ella, no era muy rápida, pero la precisión que demostraba era de sorprender, y si eso no era suficiente, poseía una fuerza que lo sorprendió. Cada golpe estaba cargado de una cantidad muy significativa de chakra, podía ver, incluso desde la distancia, una luz verde resplandeciente, chakra característico de los médicos. Ya lo había visto antes, muchas veces, con Kabuto.
No pasó mucho hasta que la balanza se cargó del lado de la Hoja, los subordinados de Orochimaru comenzaban a cansarse, se movían con más lentitud, se veían nerviosos, compartían miradas que delataban su preocupación, no sabían qué hacer, ¿retirarse o quedarse?, no estaba seguro de las instrucciones que Kabuto les había dado, así que su decisión de quedarse o irse dependería de si lo obedecerían o no. Para Kakashi fue obvio lo que planeaban, una estrategia muy absurda, desde su punto de vista, pero los subordinados nunca destacaban por su inteligencia. Intentaron separar a Sakura y al ANBU, dos contra ella, y tres más contra él. El resultado fue un ninja muerto mientras el resto huía al darse cuenta del desastre en la situación, pero se equivocaron completamente, creyeron que Sakura necesitaba protección, cuando la realidad era que combatía a la perfección. La formación de los ninjas de la Hoja los había confundido, como si ella necesitara protección especial, pero no. El ANBU había acabado con uno de ellos, lo había hecho sin siquiera dudarlo. Ahora sólo quedaban cuatro. Y les tocaba tomar una decisión, ir tras ellos o quedarse, ir juntos o dividirse. Kakashi pensó que les tomaría más tiempo tomar una decisión.
-Ve tras ellos – la voz de Sakura resonó, firme y segura – Yo me haré cargo aquí.
El ANBU confiaba perfectamente en ella, en sus habilidades para mantenerse a salvo y mantener a los otros dos ANBU con vida. Desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Sakura no perdió el tiempo, observó a su alrededor, como para confirmar que estaban solos, se quedó unos segundos viendo en su dirección, en la que estaban Sasuke y él, después chasqueó la lengua, era imposible que sintiera su presencia. Pronto se enfocó en los dos ANBU, uno que yacía en el suelo, y el otro que intentaba recuperar un poco de energía. Se arrodilló junto al más herido, quitó su armadura con tanta agilidad, como si estuviera acostumbrada a hacerlo, parecía prestarle toda su atención, pero sus ojos jade no dejaban de observar a su alrededor, siempre alerta. Kakashi no estaba muy seguro de qué era lo que haría, la herida en su abdomen necesitaba atención urgente, una simple venda no ayudaría en nada... Lo siguiente lo dejó sin palabras, a él y a Sasuke que sólo frunció el ceño, y a él que sintió como los músculos se tensaban. Sakura comenzó a curar al ninja, era una médico, eso explicaba ese chakra tan distintivo, eso explicaba la formación de combate, se debía proteger a los médicos, y era exactamente lo que se hizo.
Estaban bastante lejos para saber si realmente curaba esa herida, sólo podían ver chakra, ni Sasuke ni él se atrevían a acercarse más. Pronto supieron que su trabajo rendía frutos, el ANBU comenzaba a moverse, a recuperar la consciencia. Fue entonces cuando la médico se detuvo. Le dijo algo, no pudo escuchar lo que era, pero el ninja asintió y se quedó acostado. Sakura también habló con el otro ANBU, curó algunas heridas superficiales, después se puso de pie y continuó observando a su alrededor. Se le veía completamente alerta. Seguía viendo hacia su dirección, esos ojos jade no se apartaban de ellos, como si pudiera sentirlos, ¿podría ser que supiera que estaba allí, observando todo lo que sucedía?, era casi imposible. Aun así, Sakura, ignorando su posición como médico que debía ser protegida y no proteger, se colocó frente a los ANBU y esperó. Su postura era de combate, pero no insegura, ni temerosa, casi parecía retadora, los esperaba.
Pero de pronto, y sorprendiendo a Kakashi y a Sasuke, lanzó una kunai, pero no en su dirección, sino hacia el lado opuesto. Lanzó una más, dio media vuelta, con cierta gracia que no parecía ser una ninja, sino una clase de bailarina, y encaró a un rival que salía del bosque, que se descubría. Sakura estaba en posición de ataque.
-Así que eres tú, Kabuto – la médico hablaba con voz clara y fuerte, llegaba hasta ellos y podían notar su seguridad. Incluso se tomó el atrevimiento de cambiar su postura y mostrarse relajada. Los ninjas a su espalda se pudieron de pie, uno con cierta dificultad y estaban por colocarse frente a ella, sabían la importancia de cuidar de un médico, pero ella los detuvo – Está bien, no hace falta.
-¿Vienes por Sasuke-kun y Kakashi? – esa pregunta atrajo más la atención de los ninjas que inevitablemente contuvieron la respiración para escuchar la respuesta.
-No – ni siquiera titubeó un poco.
-¿Sabes?, si hablas un poco más fuerte ellos podrían oírte.
-Vine por ellos – la médico se refería a los dos ANBU, lo señaló con un movimiento de cabeza – Y como no tiene nada qué ver contigo, con Orochimaru, con Kakashi o Sasuke, deberías marcharte.
-Te equivocas, me parece que estos dos ANBU estaban detrás de nosotros. Además, acabaron con dos ninjas muy talentosos, en los que Orochimaru-sama tenía grandes esperanzas, claro que tiene qué ver conmigo. Yo mismo los había mejorado, invertí un poco de tiempo en ellos.
-Si tanto los extrañas, deberías irte al otro mundo con ellos.
Sasuke sonrió a su lado. Había sido un comentario que ninguno de los dos esperaba, y es que Sakura lucía tan relajada, si Kabuto planeaba sacarla de su tranquilidad y provocarla, debía intentar otra estrategia. Kakashi también sonrió.
-Quizá deberías irte tú.
-¿Y quién me enviará al otro mundo, tú?
Fue suficiente para Kabuto, que, aunque no solía mostrarse muy temperamental, en esa ocasión se lanzó contra la joven. Sakura ya parecía esperar ese movimiento, pero uno de los ANBU, el que se encontraba mejor, se movió antes y la apartó como buen ninja que protege a una médico. Fue muy rápido para proteger a su compañera, pero no tanto como para evitar un impacto en el pecho, y las heridas que Kabuto ocasionaba no eran tan fáciles de sanar, mucho menos de soportar. El ANBU se mantuvo unos segundos de pie, pero luego cayó de rodillas y comenzó a toser, si no fuera porque aún portaba la máscara seguramente la sangre que tosía estaría manchando el piso. Kabuto retrocedió con esa sonrisa tan característica en él, orgulloso de poner sus habilidades médicas en práctica, pero para dañar, para infligir dolor.
El otro ANBU se ponía de pie para enfrentar al enemigo que los amenazaba, pero la joven, y desobedeciendo la regla que aseguraba su supervivencia, se movió con rapidez y auxilió al ANBU herido, se atrevió a darle la espalda a Kabuto.
-Sakura-san, por favor, no se quede aquí, debe irse – el otro ANBU se incorporó, se tambaleaba un poco, pero se colocó frente a ella y se preparó para defenderla – Nosotros estaremos bien.
-No sabía que Tsunade estuviera aceptado nuevas alumnas – dijo Kabuto metiéndose en la conversación. Por supuesto, ¿quién más la habría instruido? Aunque trataba de disimularlo, estaba sorprendido de las habilidades médicas, de que Sakura se mostrara tan segura al sanar a su compañero, el chakra verde luminoso y constante, sin interrupciones, propio de quien domina la técnica.
Sakura no dijo nada más, siguió atendiendo al ninja herido que había dejado de toser y que ahora respiraba con más normalidad. Sin duda que estaba haciendo un buen trabajo, incluso Kabuto no dejaba de verla.
-Buen trabajo, Sakura – Kabuto sonrió, pero era una de esas sonrisas que advierten más problemas – Veamos si puedes encargarte de un herido más.
-Tienes que irte, Sakura-san – advirtió el ANBU preparándose para combatir. El ninja herido tomó las manos de la joven y le impidió que siguiera atendiéndole. Le susurró algo bajo la máscara, algo que ni Kakashi ni Sasuke pudieron escuchar, sin pretenderlo los dos se habían inclinado en un intento por no perderse nada relevante, pero se les había escapado ese detalle. Lo que sea que haya dicho el ANBU no fue suficiente para que Sakura lo dejara, para que buscara un sitio seguro, ella sólo negó con la cabeza y le sonrió de una manera completamente tranquilizadora para una situación tan comprometida. En ese momento ni Sasuke ni él terminaban de comprender la reacción de la joven. Kabuto se lanzó de nuevo contra el ANBU que actuaba como una barrera entre sus compañeros. A todos los presentes y espectadores les costó una fracción de segundo comprenderlo.
El tercer ANBU, el que fue detrás de los subordinados de Orochimaru, había vuelto, y no sólo eso, aparecía frente a Kabuto y detenía su golpe como si no fuera más que un entrenamiento. Tomó la mano de donde salía un chakra verde amenazante y la estrujó con fuerza, Kabuto gruñó y tuvo que realizar un par de movimientos para liberarse de ese agarre. Se acomodó las gafas y analizó la nueva situación en la que se encontraba, no era nada conveniente, el ANBU que apareció era fuerte y ágil, se notaba, era el que había ido tras el resto de los ninjas, en su caza, era lógico pensar que no los alcanzó, que lograron huir, después de todo eran cuatro, pero las manchas en la máscara y en la ropa del ANBU no eran alentadoras para el grupo de Orochimaru. Y Kabuto estaba pensando en eso, sin contar a Sakura que ya se había puesto de pie y le susurraba algo al ANBU, este asintió y se preparó para el combate. Era un escenario poco alentador para cualquiera que se atreviera a encararlos. No era difícil adivinar que estaba acostumbrados a estar juntos, incluso desde la distancia lucían cómodos con el otro, acostumbrados a sus movimientos y estilo de pelea, la manera en la que él la cubría, de una forma en extremo protectora, seguro alguna vez había fallado al cuidarla y ahora se aseguraba que no se repitiera.
Sí, Kabuto estaba en problema, y lo sabía perfectamente, tanto así que los observó dispuesto a pedir su ayuda en caso de ser necesario, haría lo que fuera para sobrevivir. Se creía indispensable en la vida de Orochimaru, creyente de que todos lo protegerían en caso de ser necesario. Pero ni Sasuke ni él dieron señal de ir en su ayuda.
-No creo que sea necesario llegar a este extremo – comenzó Kabuto, acomodándose los lentes de nuevo y adoptando una postura completamente relajada e inocente – Si me prometen que no buscarán a Sasuke-kun, podré dejarlos partir.
-Atacaste a dos ninjas de la Hoja – la voz de Sakura resonó en el bosque, no como una queja, sino como un recordatorio de su deuda.
-El ANBU acabó con mis compañeros, y, sin embargo, yo estoy dispuesto a olvidarlo todo.
Se quedaron en silencio, en la mente de todos un sinfín de escenarios transcurrían, sin mencionar que el otro ANBU, el que había resultado herido por Kabuto, ya se ponía de pie, ahora eran cuatro contra uno, y aunque el ayudante de Orochimaru tenía habilidades extraordinarias, dudaba que pudiera enfrentarse a todos y salir ileso, o en todo caso, vivo.
-Si me aseguran que no están aquí por Sasuke-kun yo podría ignorar este encuentro tan desafortunado, pero si no, me veré obligado a pedir un poco ayuda, sólo para que sea una pelea más justa.
Nadie cambió de posición, los ninjas de la Hoja podrían estar diciendo la verdad y no estar ahí por ellos, como aseguraron antes, pero no desperdiciarían la oportunidad de acabar con Kabuto, y eso todos lo sabían. Kakashi apenas reaccionó cuando Sasuke desapareció, suspiró un poco fastidiado por la curiosidad de su alumno, pero no se movió de su lugar, no se involucraría en eso. Y Sasuke tampoco, sólo haría acto de presencia, intentaría sacar a Kabuto de la situación... Apareció frente al ANBU que protegía a Sakura y al resto, pero ninguno se sorprendió, no se movieron ni un centímetro. El rostro de Sakura, porque era el único que estaba al descubierto, no reflejó nada, por más que Kakashi intentó descubrir una emoción o algún recuerdo, no había nada.
-Vamos, Kabuto – la voz de Sasuke hizo eco en todo el bosque. Sakura dio un respingo, como si de alguna manera no creyera que todo fuera real y la voz de su compañero hubiera roto la ilusión. Cambió de posición y parpadeó un par de ocasiones, estaba afectada.
-Fue bueno verlos – dijo Kabuto con una sonrisa – Tienes buenas habilidades, serás una gran médico – ella desvió la vista, seguro que sentía que Sasuke también la observaba – Seguro que los volveré a ver.
Desaparecieron en un instante, Kakashi, que no se movió de su posición, observó como Sakura detuvo al ANBU que pretendía ir tras Kabuto y Sasuke. La médico se aferró al brazo de su compañero y lo retuvo. Se le vía desconcentrada, aún no se recuperaba de la impresión por ver a su compañero, se tambaleó un poco y ahora le tocó al ANBU tomarla de brazo. Se recompuso justo en el momento en el que Sasuke y Kabuto aparecían a su lado y observaban la escena, no alcanzaron a ver a la ninja desconcertada por su presencia, afectada... en ese momento sólo se aseguraba de que sus compañeros ANBU estuvieran bien, que pudieran continuar hasta volver a la Hoja. Intercambió algunas palabras con ellos, en especial con él último que había llegado, susurraba tan bajo que no fue capaz de escucharlo, pero observó en la dirección en la que ellos se encontraban y dijo algo más, su compañero asintió y segundos después desaparecieron.
-Supongo que decían la verdad, no estaba aquí por ustedes- mencionó Kabuto acomodándose los lentes, con esa fastidiosa acción tan característica en él. Ninguno de los dos dijo nada – Será mejor que busquemos a los subordinados de Orochimaru.
-¿Para qué?, es obvio que están muertos – Sasuke ya se daba la vuelta para marcharse – Ya no sirven.
-Ese ANBU era fuerte, seguro que lo habrás notado y no tardó mucho en deshacerse de cuatro ninjas, seguro que tardó más en alcanzarlos que en acabar con ellos ¿No te un poco de curiosidad conocer el nivel de las nuevas generaciones de la Hoja?
-Hump – esa fue la única respuesta de Sasuke, pero era evidente que todos irían y verían personalmente lo que un ANBU de la Hoja era capaz de hacer.
Durante todo el trayecto, Kakashi no dejaba de pensar en la reacción de su antigua alumna, al principio había dicho que no estaban allí por ellos, incluso aparentaba estar distante con el tema, desinteresada; pero cuando vio a Sasuke, cuando lo escuchó hablar, se dio cuenta de que la había afectado, aunque un segundo después aparentara estar recuperada. Después de dos años...
-Hicieron un buen trabajo – dijo Kabuto observando la escena. Los cuatro cuerpos estaban separados por tan sólo unos metros. Kabuto tenía razón: el ANBU había hecho un buen trabajo, no sólo había acabado con ellos, lo hizo de una manera limpia, sin esforzarse de más, sin malgastar energía, un trabajo discreto y simple. Sakura había estado en buenas manos, a salvo.
-¿Reconociste al ANBU, Kakashi?
-No – había estado pensado en lo mismo, intentaba reconocer los movimientos, las habilidades, la máscara, pero esta última era completamente desconocida. Después de dos años de ausencia era lógico suponer que hubiera nuevos integrantes.
Se quedaron en silencio durante algunos minutos. Kabuto no hacía más que acercarse a los cuerpos y examinarlos, se acomodaba las gafas, sonreír burlonamente y después seguía observando. Algunas de sus acciones eran repugnantes, y en ocasiones Kakashi tenía menos humor para soportarlas. Estaba fastidiado y quería irse.
-No tengo nada qué hacer aquí – Sasuke se adelantó a sus pensamientos y se marchó sin decir nada más. Kakashi pensaba seguirlo, se dio la vuelta y estaba por dar el primer paso cuando la voz del ayudante de Orochimaru lo detuvo.
-Las habilidades de Sakura son buenas, tiene potencial... - escuchó que daba un par de pasos, seguro que para acercarse a otro cuerpo y examinarlo – Me sorprendió que no te acercaras, Sasuke lo hizo, no le importó enfrentarse con su antigua compañera de equipo, pero tú te quedaste y sólo observaste, eso no habla bien de ti, y seguro que Orochimaru estará de acuerdo conmigo.
-Arriesgaste a Sasuke, tú sabías del potencial de ese ANBU, incluso de Sakura, del resto de los ninjas de la Hoja, Sasuke resultaría victorioso, pero no ileso... Orochimaru debe saber cómo cuidas a su nuevo contenedor, como si fuera tu guardaespaldas personal, tú apareciste y molestaste a los ninjas, tú te lo buscaste – Kakashi volteó y miró por encima del hombro a Kabuto que le devolvía la mirada desafiante – No te confundas, yo no estoy aquí para ser tu guardaespaldas. No me importa lo que pueda suceder contigo, o si alguien te elimina o los líos que tú mismo te busques. Así que deja de suponer que cuentas con mi ayuda.
Kakashi desapareció y segundos después estaba al lado de Sasuke.
-Un día interesante, ¿no crees? – le preguntó su alumno.
-Puedes apostarlo – confirmó con una sonrisa.
