Los personajes no me pertenecen a mí, son de la gran Rumiko Takahashi
Capitulo 2. Tu vida no me importa
Narra Ranma
Mansión Saotome 4:00 p.m.
Al fin, he llegado a casa después de un largo camino. Mis amigos me dejaron en la entrada de mi casa. Al poner un pie dentro me dí cuenta de que me perdí de algo. Recordé las palabras de mí padre "Ranma, en dos días vendrá a quedarse con nosotros la hija de un amigo", eso fue lo último que escuché de mi viejo, después a ésas palabras se escuchó la bocina del auto de Mousse, que vino junto con Ryoga para irnos. De eso ya dos días. Pero ahora comprendo las palabras de mí viejo, ya que vi un equipaje junto a la entrada.
Me quedé fijamente mirando las pertenencias de quién sabe quién. En medio de mis pensamientos escuchó la melodiosa voz de mi querida madre.
- Hijo que bueno que llegaste... - hace una pausa ya que va viendo mi apariencia, y no la culpó, parezco un vagabundo. Mi ropa está percudida, apesto a puro alcohol, mi cabello todo despeinado. Parece como si hubiera presenciado una explosión.- ¡¿Dónde diablos estuviste para verte así?!, ¡¿Qué no se supone que ibas a un trabajo en la empresa?!, ¿Me metiste?- creo que ocultar la verdad no es mi fuerte cuando se trata de mi madre, su voz empezó a cambiar conforme más hablaba- ¿Sabés que? mejor no me digas nada.- dijo bufando, podía casi ver cómo humeaba del coraje
- Si no quieres que te diga, mejor no preguntes- creo que esas palabras mías fueron la gota que derramó el vaso.
-Mejor ve y date un baño que apestas, ponte una ropa mejor que esa y, en sí, quiero que te veas presentable, ¿Que pensará Akane si te ve así?
- ¿Akane?
- Sí, ella se quedará con nosotros un tiempo. Así que quiero para la cena estés completamente presentable o pensará que no sabes lo que es la limpieza personal
Comedor 7:00
Ya me había arreglado para la cena, estaba presentable, como quería mamá. Nada que un baño, ropa limpia y cabello arreglando no puedan solucionar. Después de todo, cualquier cosa me sienta bien. Las ventajas de ser bello.
Estaba esperando la cena, aunque está no empezaría si no estaba la invitada, así que decidí esperar a que ella apareciera.
De la nada apareció un ángel caído desde el mismo cielo. Una chica con cabello oscuro y corto, una melena. Su piel es muy blanca, pero con ese color rosa en las mejillas. Y unos ojos color avellana que podrían encantar a cualquier persona. No era de mucha estatura, de complexión delgada, con una bonita figura curvilínea que reluce mucho con el vestido que trae puesto. Es como ver a una muñeca de porcelana, tan frajil, casi parece quebrarse. Cruzamos miradas pocos segundos, hasta que mi padre hizo presencia
- Akane, debo presentarte a mí hijo, Ranma Saotome- Fuí presentando ante la invitada, yo tenía un rostro inexpresivo- Ranma, te presento a la hija de mi amigo Soun Tendo, ella es Akane Tendo.- pude notar en su rostro falta de interés, creo que desde ahí ya estamos empezando mal
-Mucho gusto Ranma, esperó que podamos llevarnos bien- habló ella de una forma muy educada, ya conozco el tipo de persona que es, es tan falsa como la sonrisa que mostró, pensé.
-Oye! Niña, ¿No te han enseñado a que no debes decir mentiras?- hablé sin pelos en la lengua, odió el tipo de persona que te habla cuando no le importas para nada
-¿Perdón?- preguntó con confusión en el rostro, pero entendiendo perfectamente lo que traté de decir
Mi felicidad no tardó mucho, sentí en ese instante la presencia de mamá, y supe que lo oyó todo.
-¡RANMA!- había furia en sus palabras- ¡¿Cuántas veces te he dicho que tienes que dejar ese comportamiento tan hostil?!. Akane es una invitada, se quedará con nosotros un tiempo y tienes que ser comprensivo con ella. Tiene que sentirse como en casa ¿Y tú le hablas de ésa manera?. - aunque trató de calmarse aún había furia en su voz
No sabía que decir. Pensé las palabras de mí madre unos segundos. Tenía razón, ¿Quién era yo para hablarle de ésa forma a esa niña que ni siquiera conocía?. Creó que no pude contenerme ya que cuando llegué a casa de mal humor, y pues, ella no tenía la culpa. Me prepare para disculparme, aunque no quería hacerlo, más bien lo hacía para que mis padres estuvieran contentos
- Lo lamento, Akane, tuve un mal día y tú fuiste la primera que me habló. ( ¡¿Que estás diciendo Saotome?!. Bueno no hay vuelta a atrás) Espero que puedas disculparme- me resigné ya que mi disculpa no se escuchaba sincera, no lo estaba haciendo porque quería
-Oye, ¿No te han enseñado a qué no debes decir mentiras?- habló con sarcasmo. Esa chiquilla se estaba burlando de mí!. Y lo peor de todo, ¡Mis padres la apoyaban!
- Mamá, ¿Cómo esperas que pueda llevarme bien con una chiquilla cómo ella?- le reclamé a mamá
-¡Suficiente!- dijo mi viejo avergonzado, pero ya cansado del escándalo que creé- ¿Qué no se suponía que íbamos a cenar?.
-(¡Ésto no se iba a quedar así!, Ya me vengaré de esa mocosa)- dije en mi mente.
Pasamos la cena, yo en silencio, mientras que mis padres interrogan a la "pobrecita niña"
- Akane, tienes 17 ¿O me equivocó?- mi madre pregunta, si no fuera su hijo creería que lo hace con una doble intención, pero no le dí importancia.
- Sí, pero estoy por cumplir los 18 el mes entrante.- El saber que casi era mayor de edad me sorprendió un poco, claro, tiene el cuerpo de toda una mujer adulta, pero con un rostro que aún tenía facciones de niña, pero lo que más sorprende es que aún tiene esa chispa de niña en su comportamiento.
- ¿Estás en último año de preparatoria, verdad?- Pregunta está vez mí viejo, ella solo asintió dándole la razón a papá- ¿Qué planeas hacer después de graduarte? Es que he escuchado que tienes las mejores calificaciones de tu generación.
- Ummm... Quiero ir a la universidad y estudiar administración de empresas, estudiar algo que sea de provecho para ayudar a papá en el trabajo.- había brillo en sus ojos, continúo hablando muy desidia- Normalmente el hijo varón se encarga de la empresa, pero como papá no tiene hijo, yo quiero ser de gran ayuda en su trabajo. Mi hermana Nabiki está interesada en las finanzas, pero no está interesada en llevar con el trabajo de la empresa, además ella está por casarse. Es por eso que lo que quiero es ser de apoyo a papá y solo podré hacerlo si me preparo.- Se escucharon vítores por parte de mis padres.
- Tu padre siempre habla de sus mucho orgullo y ahora entiendo porque, tiene una hija bastante desidia.- dijo mi padre al borde de las lágrimas, fue que volteó hacia mí- Como me gustaría que mi hijo fuera más cumplido en sus acciones, pero esperó que pueda aprender de ti.
- Papá, estoy por cumplir 24, no me hables como si de un niño de tratase- dije con indignación
- Actúas con inmadurez y ¿quieres que te tratemos como un adulto siento que aún no has crecido?- dijo mi mamá un poco avergonzada por la forma en que me comportó.
Dejé de prestar atención a lo que dijeron, ya me estaba cansando de todas su indirectas hacía mi persona. Si había tenido un mal día, ya me habían arruinado la cena. Pero eso se puede arreglar.
Narra Akane
Al terminar la cena ví como Ranma se retiraba y lo más raro era la sonrisa de oreja a oreja que su rostro mostraba. Yo tardé en ir a mí habitación ya que estaba platicando con la señora Nodoka.
Cuando por fin terminé de hablar, me levanté del comedor y me disponía a ir al tocador, el cuál, me dispuse a buscar uno de entre tantos que hay en la enorme casa. Entré a un pasillo donde solo pareciera haber dos puertas, una frente a la otra. De una salió de la que se encontraba al lado izquierdo, una chica muy hermosa. Su cabello es color lila. Tiene un bonito cuerpo, aunque los pechos algo más grandes que cualquiera de sus grandes atributos, pero aún así es muy hermosa. Lleva puesto un vestido color rojo carmesí, muy revelador, muy muy cortó, y el cual parece ser de estilo chino. Debo admitir que se ve sensual, con unas zapatillas del mismo color al vestido, de 15 cm de alto. No lleva puestos accesorios ni maquillaje, aún así sabe como resaltar su belleza.
Cuando ella se dió cuenta de mi presencia, me mostró una sonrisa burlona, desde ese momento supe que no nos llevaríamos bien, después de todo, tenía la finta de ser una zorra, y yo no tengo interés de llevarme con esa clase de personas. Seguí avanzando hasta que llegue a la par de la misma habitación en que salió la chica, cuando derrepente sale Ranma. Con eso pude imaginar que hacían ahí adentro. Tenía el cabello y la ropa algo desalineada. Es más que obvio.
Me mirá de una forma cínica, sin vergüenza.
Quise salir de ésa situación a lo cual decidí romper el hielo
- Antes de que te cobré por seguir mirándome, dime, ¿dónde está el tocador?
Él señaló la puerta que estaba del lado derecho - Es esa de ahí...
- Gracias- dije entrando rápidamente para no escucharlo decir algo más.
A salir de ahí, el ya se había retirado. Me dispuse a ir a mí habitación, el cual estaba bastante sencillo, por no decir casi vacío. En el solo hay una enorme cama con sábanas limpias color blanco, un escritorio, y un gran armario vacío listo para poner mi ropa. También hay una puerta a un balcón, donde se encuentran una mesita y dos sillas. Me agradó la idea de que así fuera la habitación, después de todo yo podría acomodarlo según mi gustó. Pero no hoy, tal vez mañana, ya que lo único que quería hacer era disfrutar la noche en ese balcón. Desde ahí tenía buena vista al gran jardín, se alcanzaba a ver una piscina dentro de la propiedad, un gran árbol pero lamentablemente se veía muy abandonado.
Después de apreciar todo desde el balcón, me dispuse a descansar en esa enorme cama. Mañana sería sábado, e iría de comprás con la señora Nodoka para comprar todo lo que me hiciera falta.
Al día siguiente 1:00 p.m.
Después de una mañana larga y parte de la tarde de compras en el centro comercial, que no hubiera sido tan pesado si la señora Nodoka no habría arrastrando a Ranma a acompañarnos en nuestras compras. Soy una persona que tiene límites y trato de no relacionarme con él, pero es imposible ya me tiene harta y eso que lo conocí ayer en la cena. Ya es la tercera vez que me mete el pié para que tropiece. Lo que no sabe es que en estos momentos soy una bomba de tiempo que explotará pronto, ya me las va a cobrar. Se va a arrepentir si sigue con sus juegos infantiles.
- ¿Eres de Nerima, verdad? - Preguntó Ranma de la nada mientras esperábamos a su madre frente a una tienda. Yo solo asentí - ¿Y todos ahí son cómo tú?.
- No entiendo ¿En qué sentido?
- Temperamental y arrogante- Dijo burlándose.
- No pienso contesta a eso- hable poniendo mi cara más seria posible.
- Eres tan impredecible- dijo afirmando
- Igual tú . No puedo creer que una persona como tú se siga comportando como un niño.
- Eso a ti no te incumbe.
- Tienes razón, no me incumbe. Tampoco me interesa tu vida. - Dije lo más sincera posible.
- Debo decirlo. A mí tampoco me interesa tú vida
- Y entonces ¿Por qué me estás molestando?
- Porque no estoy dispuesto a que te salgas con la tuya. Además, mi madre no me regaña, y desde que llegaste lo ha hecho cada que me escucha respirar
- Yo no intentó hacer nada de eso. Te digo, no me interesa ni un comino tu vida. No es que me la vaya pasando la vida planeando como molestarte
- No es que me convenzan tanto tus palabras, pero como dices, y lo dejaré más claro aún. No me importa tu vida no la de nadie más, solo la mía. Cuando decido interponerme en el camino de alguien más es porque esa persona ya lo hizo antes conmigo - dijo muy serio, no juzgué esas palabras ya que pienso de la misma forma él
- Te propongo un trato
- Depende si me beneficia
- Pues... creo que sí te interesaran las condiciones
- ¿Qué esperas para hablar? - dijo impaciente
- Propongo que, al no llevarnos bien, que tú y yo no nos metamos en la vida del otro. Y del hecho de vivir bajo el mismo techo, pues tratarnos como simples conocidos. Al menos entre nosotros dos
- Me parece bien señorita Tendo. Es un trato.- extendió su brazo para finalizar el trato a lo que yo también extendí mi brazo y finalizamos en un apretón de manos
- Oh, Mira!, Tu madre terminó sus compras.
- Lo lamento chicos, tarde más de los esperando. Pero ahora podemos ir a casa.- dijo la señora Nodoka.
Mansión Saotome, estudio de Ranma 2:30 p.m.
Narra Ranma
Creo que esas palabras que dijo Akane me parecieron algo interesantes. Nadie en mi vida me había dicho que no le interesaba en lo más mínimo, y mucho menos de una chica. Supongo que siempre hay una primera vez, tal vez yo no lo pensé muy bien y también termine diciéndole lo mismo. Pero a fin de cuentas creo que no estaba mintiendo al decirlo. Mientras más lo pienso entre el día de ayer y el de hoy, aunque sus palabras sonaban como los de una niña, aún así se escuchaba que todo lo pensaba antes de hablar. En cuanto más me doy cuenta, creo que lo único que hice en vez de tratar de conocerla le dí motivos para que pensará que soy un patán y que no quiera conocerme. Que más da. Ya está todo dicho, le dije que ella no me interesa pero verdaderamente quiero conocerla.
- Ajjjjj! Ya no se que es lo que estoy tratando de hacer. No es como si fuéramos amigos - finalicé con un suspiro.
De repente se escucha que alguien toca la puerta - Hijo, ¿Puedo pasar?- Dijo quien estaba detrás de la puerta para estar dentro de la habitación, es mamá
- ¿Sucede algo mamá?
- Quiero hablarte sobre un asunto sobre... ¿No te estoy molestando con mi presencia? - interrumpe ella misma su oración con esa pregunta, parece nerviosa
- Claro que no me molesta mamá. Pero dime, ¿Qué es ése asunto del cuál te ponés tan nerviosa? - dije con una sonrisa en mi rostro para darle seguridad a mí madre, sabía que debía ser algo del cual la preocupa para estar así
- Es sobre Akane.
Continuará...
Notas de la autora.¿Qué les pareció esté capitulo? Espero que les haya gustado, yo me divertí escribiéndolo. ¿Qué querrá decir Nodoka con el asunto de Akane? pues pronto se sabrá. Quiero pedir disculpas si es que llegué a cometer una falta ortografica, espero poder mejorar con el tiempo ya que esté es mi primer fic. No se olviden de dejar su review, leerlos me ayuda mucho.
Sin más que decir, saludos desde México.
