Capítulo – 2

-Candy-

Despierto en una habitación y me doy cuenta que tengo puesto el suero en mi brazo, trato de moverme pero Kelly, no deja que me mueva.

-No Candy, no te muevas solo tranquilízate.

-¿Qué me paso?

-Bueno te desmayaste, así que te tuvimos que ingresar, hay amiga todos acudieron para saber porque te desmayaste, ya te hicieron algunos estudios tu medico vino y te reviso ahora están en junta varios de sus colegas.

-Hay Kelly, no me digas que tengo algo muy malo.

-Hay no manita, espero que no sea así, ten fe.

-Lo que pasa es que hace dos años, me operaron de un absceso que tenía en el útero me dijo el médico que había la posibilidad que me volviera, ese es mi miedo o que sea algo peor, igual tenía muchos mareos y me sentía débil, de hecho hace aproximadamente un par de semana que volví a sentir casi el mismo dolor en el vientre.

-No pienses en eso, solo que ya tuvieron que llamar a tu marido ya debe de estar por llegar.

- En eso vi, que entro Albert muy alterado a la habitación.

-Mi vida, ¿Qué te paso? Me llamaron a la oficina que te desmayaste, dime que te dijo el médico.

-Albert, no sé, aun no viene a decirme nada acabo de despertar solo estaba Kelly conmigo.

-Albert, voltea a ver a Kelly para decirle – Gracias.

-Bueno yo los dejo, paso después a checarte el suero.

-Al momento, veo que ingresa mi doctor para valorarme.

-Hola Candy ¿Cómo te sientes?

-Pues un poco mareada, aun pero bien.

-Candy, tendremos que hacerte otros estudios porque creemos que los estudios que te hicieron los resultados no pueden ser, así que hay que descartar te hare un ultrasonido para ver si todo está bien.

-¿Es algo malo doctor?– pregunta Albert.

-Eso es precisamente lo que queremos ver, los resultados al parecer se contaminaron así que vamos Candy descúbrete tu vientre veremos que hay ahí adentro.

-El médico, me pone un gel frio y comienza a revisar mi vientre, solo veo que lo mueve en un solo lugar, el cual lo pasa repetidas veces como analizando algo, solo noto que él se lleva las manos por su cabello, mientras que yo tiemblo de saber el diagnostico.

-Albert –

Cuando el doctor, dice que los resultados dice que algo fallo, que lo que arrojan no es lo que él cree siento algo helado pasarme por todo mi cuerpo, el solo hecho de imaginar a Candy enferma o en la situación de hace dos años, me hace temblar. Solo veo que traen un equipo para revisarla, cosa que me da mucho pesar, el corazón está a punto de pararse solo observo como el doctor pasa el aparato por su vientre y lo ubica en una sola posición, donde lo pasa repetidas veces, noto la cara de horror de Candy, creo que si ella tiene esa cara yo estoy peor.

-Bien señores Andlay, creo que esto es un milagro uno que realmente no esperaba que sucediera, pero ahí está yo fui el que les di aquella noticia terrible, la verdad tuve que hablar con varios colegas sobre tu estado Candy, porque en tu caso es imposible lo que ahora llevas en tu vientre.

-Doctor podría decirme ¿Qué tengo? – Albert, en ese momento toma mi mano muy fuerte ya que si no lo hace, siento que me voy a derrumbar en este momento.

-Bueno, estas embarazada de aproximadamente dos meses.

-Candy-

-Cuando el doctor dijo mi estado yo pensé que era un sueño, uno muy hermoso del cual no quería despertar, si era un sueño por favor Albert no me despiertes, no me des besos para no regresar a mi realidad.

-Como…co...mo…dijo ¡embarazada! vuelva a repetir por favor.

-Si Candy felicidades, es la razón por la cual varios colegas estábamos revisando tu caso ya que era imposible que sucediera, mas con tu problema que tuviste pero al parecer tu cuerpo se regenero muy bien, al grado de albergar un bebe. Ahora te tendremos en observación, pero si todo está bien te daremos de alta mañana aparte, te tendremos en revisión constante para ver como evoluciona tu embarazo, pero por lo que vi está muy bien por el momento.

-Yo, apretaba la mano de Albert y comencé a llorar sin parar, pensé que ya no tenía más lágrimas, pero ahí estaban así como mi bebe.

-Albert-

La verdad, al ver la cara del médico cuando la estaba revisando esperaba la peor de las noticia, solo tome la mano de mi Candy, en señal que fuera lo que nos dijeran yo estaría para ella, sin importar ¿Qué?

Pero cuando el medico nos dijo que estaba embarazada, sino fuera porque estaba tomado de la mano de Candy, me hubiera desmayado con tremenda noticia. Solo me gire a mirarla y vi que sus ojos se iluminaron, como cuando a una niña le dan su primer muñeca.

Solo la tome de la cara, para darle un beso en los labios para que reaccionara ya que estaba en shock, ella solo tenía lágrimas en los ojos pero todas esas lagrimas eran de felicidad, no había notado que yo también tenía las mías hasta que ella comenzó a limpiar mi rostro, solo lo que nos sacó de aquella burbuja fue el mismo doctor…

-No sé, si tengan alguna pregunta.

-Doctor y él bebe ¿está bien? ¿Cree que llegue a término?

-Bueno Candy, por el momento está muy bien y se ve bien, en un par de semana veré si ya hay latido del corazón y si es así, pues solo quedara en cuidarte descansar como el cuerpo te lo pida, comer saludable, lo demás déjaselo a tu cuerpo y a él, las ganas que tenga de vivir.

-Doctor, no se preocupe que yo mismo hare que ella siga todo al pie de la letra.

-Bien, los dejo te reviso más tarde y muchas felicidades.

-Cuando el medico se fue, solo comencé a besarla desde la frente hasta llegar a sus labios, estaba tan feliz con la noticia que era hasta mágico el saber que seremos padres.

-Candy-

Yo me sentía privilegiada, el saber que estaba dando vida, era algo que ni si quiera lo podía creer, si Kelly me decía que los síntomas eran porque estaba embarazada, pero no pueden culparme por no darme cuenta, ya que esa posibilidad no estaba prevista en mi vida, aunque soy enfermera sabía cuál era mi diagnóstico, así que era muy improbable que pasaras.

Antes, cuando tenía un retraso me alegraba y corría inmediatamente hacerme una prueba, las cuales todas salían negativas, pero cuando me hicieron aquella cirugía y el medico nos dio aquella noticia la cual casi destruye mi matrimonio, ya que yo era la culpable de que Albert no pudiera tener un heredero, disfrutar de ser padre, si yo no podía pues él no tenía por qué soportar eso, así que un par de veces trate de dejarlo pero él siempre me encontraba y me convencía, de que él no estaba conmigo para tener hijos.

En el fondo me decía a mí misma que estaba bien, pero muy dentro de mi sabía que estaba mal y la verdad, ya estaba a punto de tomar una decisión para poner punto final a este sufrimiento, me iría muy lejos donde el no pudiera encontrarme solo para que el entendiera, que su felicidad para mi esta antes que nada. Solo me daría un año más con él, solo uno y después me alejaría de Albert definitivamente, aunque eso destruyera mi vida ya que yo sin él me muero.

Pero ahora es una realidad, no sé si reír o llorar el solo pensar que tengo un hijo de Albert en mi vientre, me hace muy feliz lo esperamos por tanto tiempo, solo me abrazo de Albert ya que los dos estamos muy emocionados.

-Auch.

-Te lastime, dime.

-Solo que, me duele donde tengo el suero.

-Hay mi vida, perdón es solo que estoy tan emocionado que no sé qué hacer.

-Lo sé, yo estoy igual.

-Bueno amor, ahora que ya esperamos a nuestro bebe y que es una realidad, deberías no sé, dejar de trabajar como dice el medico debes cuidarte sobre todo descansar, además no creas que no me he dado cuenta pero estas muy pálida, me da miedo que algo les pase te pondré una enfermera para que te cuide.

-¡Esta loco! Estoy embarazada no enferma, pero si tienes razón con lo del trabajo, no es por flojera pero deseo cuidarme lo más que pueda, está bien hoy mismo presento mi renuncia todo sea porque mi embarazo continúe bien.

-Está bien, será como tú digas, pero no quiero que hagas nada se acabó la jardinería y todo eso de estar cargando cosas pesadas, le diré a Marcos que se quede para que este al pendiente de lo que necesites.

-No es necesario, de verdad te prometo que me cuidare al grado extremo. – siii – le doy un beso en sus labios, que me derrito cuando le muerdo su labio inferior. –Oye, no estabas trabajando.

-Sí, pero con la noticia que me dieron, solo no podría concentrarme así que se hagan bolas en la empresa, yo de aquí no me muevo hasta que nos vayamos juntos a la casa – poniendo su mano en mi vientre.

Al siguiente día…

El doctor me dio de alta, así que Albert me llevo para la mansión no dejo que me bajara me llevo en sus brazos hasta nuestra habitación, me preparo un baño delicioso el cual disfrutamos muchísimo los dos, acompañado de un delicioso desayuno.

Los días iban pasando y aunque descansaba muchísimo, debo admitir que me hacía falta trabajar, pero solo después de la comida ya que por las mañanas dormía hasta de mas, hoy Albert no iba ir a trabajar ya que hoy me va a revisar el doctor para saber si el corazón de mi bebe tiene latidos, he estado un poco preocupada por eso le pregunte a mi doctor que si no hay latidos deben retirarlo, a lo que me contesto que si ya que no se desarrollaría pero eso realmente me devastaría.

Albert, también ha estado tenso con eso, pero trata de no darme ánimos aunque yo sé que él está igual de preocupado que yo, esta mañana me levante como siempre vomitando a causas de mis nauseas matutinas, Albert, al escucharme me ayuda con mi pelo y pone una tolla en mi frente, me da pena pero él dice que no le importa. También hemos cambiado de pasta varias veces, pero ninguna me acomoda todas me sabes bien feo, pero es parte de este proceso, he notado que mis senos me están creciendo el sostén me aprieta un poco y me no sé, si es mi deseo pero noto mi vientre un poco inflamado.

-Amor, ya apúrate sino se nos hará tarde para ir con el doctor.

-Ya voy, solo deja que me ponga un poco de rubor ya que aún me veo pálida, aunque ya con las vitaminas siento que ya estoy recuperando mi color.

-Para mí estas muy bella, como siempre.

-Eso dices ahora, pero cuando me vea como hipopótamo no sé, si dirás lo mismo.

-Hmm bueno, serás el hipopótamo más bello que haya visto.

-Albert, eres un amor sabias.

-Lo sé, ¡Candy!

-Si.

-Estoy feliz, pero si el doctor nos dice algo que no esté bien, solo no quiero que nos derrumbemos.

-Sshh nada va a pasar, sé que todo está bien, así que ya vámonos.

-No amor, de verdad lo digo porque puede suceder.

Albert, me abraza por detrás y yo acomodo sus manos en mi vientre – Amor, solo vamos a poner esto en las manos de dios, si él nos regaló este pedacito de cielo es porque realmente quiere que lo tengamos, así que solo ten fe.

-Tienes razón mi vida, anda vámonos.

Al llegar al consultorio, ya nos estaban esperando…

-Hola Candy, ¿Cómo te has sentido?

-Pues bien doctor, ya sabe con los síntomas del embarazo las náuseas matutinas, mucho sueño, correr al baño a cada rato para hacer pis, en fin.

-Si te daré algo para las náuseas, pasa a cambiarte para revisarte y te acuestas en la camilla.

-Hago todo lo que me indica el doctor, Albert se queda con el platicando tiene algunas dudas sobre el embarazo que quería comentarle, no les voy a negar que tengo muchos nervios de lo que el doctor vaya a decir algo malo pero tengo fe, en que todo está bien.

Me recuesto en la camilla y el doctor ingresa junto con Albert, el cual se pone a un lado de mi con sus manos apretando las mías, el doctor igual que la vez pasada pone el gel y enciende el aparato para hacer la ecografía, posiciona el aparato buscando algo, lo cual cuando lo encuentra lo fija en ese momento, mira el monitor y apunta varias cosas en el expediente.

Los nervios se me suben a la cabeza y comienzo a temblar, aunque trato de calmarme, solo siento como Albert aprieta mi mano de nuevo, en señal de que está conmigo.

-Solo aprieto las manos de Candy, en señal que sea lo que pase con él bebe estamos juntos en esto, así que pregunto impaciente ¿Todo bien doctor?

Continuara