Esta historia no me pertenece, es de la gran autora Alexa Riley, además que los personajes con de las grandes artistas de CLAMP, por favor disfruten tanto como yo de leerla y escribirla.
Capitulo Dos.
-Syaoran-
4 días antes...
— ¿Puedo ayudarte en algo?
Le pregunto a Fujitaka cuando estoy a punto de salir a la terraza de atrás, tomando un largo trago de mi cerveza. Está asando carne para una comida familiar al aire libre. Su hija Sakura estará llegando a casa en cualquier momento, después de haber pasado el verano en un campamento de escritura creativa.
—Creo que está listo, Syaoran. Sólo espero que Sakura llegue a casa. No me gusta que haya pasado su cumpleaños decimoctavo en el campamento, pero por lo menos ahora que vuelve a casa se lo celebraremos, la madre de su amiga la estará trayendo dentro de poco. Esperemos que le guste la fiesta. Dice volteando los filetes en la parrilla. Sentado en una de las sillas del patio, estiro mis piernas. La cerveza es perfecta después de haber pasado todo el día en el calor. Dos días en el campo de fútbol pueden ser causa de muerte en el calor de Texas. Estoy contento de que tenga un lugar para dormir, y no esté sentado en una habitación de hotel después de un largo día de trabajo.
Fujitaka y yo hemos sido amigos desde que estaba en la universidad. Jugué fútbol para el Texas Tech, y conocí a Fujitaka cuando estaba haciendo sus prácticas. Parte de su trabajo era ver a los jugadores de fútbol, y mi rodilla no era la mejor, así que pasamos mucho tiempo juntos. Él y yo nos llevamos bien de inmediato, a pesar de que era diez años mayor que yo. Siempre me dio grandes consejos sobre cómo mantener mi cuerpo en condiciones de trabajo.
Después de graduarme de la universidad, fui a las profesionales, jugando de central para The Houston Texans. Bueno hasta que mi rodilla, finalmente se dañó. Fujitaka hizo lo mejor para tratar de conseguir que mi rodilla estuviera de nuevo en forma, pero ambos sabíamos que estaba jugando en un tiempo prestado. Si no fuera por él, no habría durado tanto como lo hice. Me arregló lo mejor que pudo, pero me había hecho un daño real. Había demasiado desgaste, y si volvía al campo, yo estaría tomando la oportunidad de jamás poder volver a caminar. Fue una decisión difícil, pero retirarme fue la elección correcta. Yo ya había hecho un montón de dinero en mis años allí, ahorré e invertí lo mejor que pude. Yo sabía que mi rodilla podría fallar en cualquier momento, y que era hora de colgar mi camiseta...
—Gracias por estar aquí hoy con nosotros. Sé que estás listo para irte cuando tu lugar este terminado.
Lo Estaba, pero la casa de Fujitaka y Nadeshiko no era un mal lugar para pasar el rato. Era enorme, además de que tengo con quien hablar de fútbol cada noche, y poder intercambiar ideas. Mejor que irme a casa... a una casa vacía, algo que me había estado molestando últimamente.
—He disfrutado el verano contigo y Nadeshiko, y sé que los dos están probablemente listos para que salga de acá.
Bromeo, sabiendo que habrían tenido la casa para ellos solos este verano si no me hubiera alojado aquí.
— ¿Me estás tomando el pelo? Ha sido increíble tener con quién hablar de fútbol sin parar. Estoy deseando ver lo que van a hacer de los gatos monteses esta temporada.
Alcé la cerveza y golpeé contra el suya.
— Aquí está la esperanza de mi primer año como entrenador de fútbol de la escuela secundaria es una temporada ganadora.
Había estado hablando con Fujitaka un día, diciéndole lo mucho que echaba de menos una parte del deporte, a pesar de que no tenía ganas de jugar más. Me dijo que su escuela secundaria local estaba buscando un nuevo entrenador y yo sería un ajuste perfecto. Poco después, me entrevisté, me dieron el trabajo al instante, y había dado el paso. No Sólo para mi nueva casa, la cual no había terminado, así que Fujitaka me ofreció la suya para pasar con ellos este verano mientras esperaba.
—Voy a brindar por eso. Ah, y por qué tu casa estará terminada la semana que viene.
Él se ríe y tintineamos las botellas.
—Recuérdame que nunca construya de nuevo. Les ha tomado un mes más de lo que dijeron, pero me han garantizado su entrega para el próximo viernes. De cualquier manera, aprecio que me dejaras quedar contigo este verano. Está claro que esos chicos me necesitaban aquí tanto como fuera posible; eran una maldita mierda. Yo pensaba que iba a pasar tres días si eso era posible.
Fujitaka deja escapar una risa mientras cierra la tapa de la parrilla.
—No hay problema. Sakura se había ido, por lo que alguien necesitaba llenar el silencio.
—Ja. Ja. Lo que sea.
Le digo, rodando los ojos. Él y su esposa han estado lejos de estar tranquilos. No estoy seguro de si siempre van con eso de esa manera o si es debido a que su niña está fuera de la casa.
—Voy a ir al frente y ver si ella ya está de vuelta. No quisiera que apartaras la vista de la parrilla. ¿Recuerdas la última vez que te distrajiste?
Digo esto cuando Nadeshiko viene por detrás y pone sus brazos alrededor de su cintura.
—Recuerdo que tuve que ordenar algo porque los filetes estaban muy quemados. Lo bueno es que no me casé contigo por tus conocimientos en la parrilla.
Fujitaka se da la vuelta y la levanta, besando sus labios. Lo tomo como mi señal para salir. He tratado de darles su privacidad este verano, pero no puedo dejar de verlos en momentos como este y sentir una chispa de envidia. Nunca me he sentido así por una mujer antes. Nunca he tenido un solo pensamiento de querer algo por el estilo.
Son mayores que yo, así que me digo que tengo tiempo, pero a los treinta años de edad, uno podría pensar que he sentido algo parecido al amor. Ya que es en este momento, que he acabado de follar y de que las mujeres me vean como una anotación. Cuando jugaba en la universidad y de profesional, Mantuve la cabeza en el juego, incluso cuando estaba fuera de temporada. Yo sabía que después de que dejara de jugar al fútbol, podría intentar por algo así, tal vez tener una familia, pero ha pasado un año desde que me fui y todavía no he sentido ningún tirón a querer algo con una mujer.
Mientras camino por la sala de estar, miro todas las decoraciones de cumpleaños, viendo un pastel de Star Wars en el centro de la mesa. ¿Qué tipo de Chica de dieciocho años de edad, tendría un pastel de Star Wars? Tal vez hubo una confusión en la tienda. Dando un paso más cerca, veo el nombre de Sakura escrito a través de él en betún de color rosa. La última vez que la vi fue cuando tenía ocho años de edad, tratando de conseguir que comprara sus galletas de las chicas Scout. Estoy contento de llegar a verla después de tanto tiempo. Me pregunto si se Probablemente por eso la envió a esa cosa de escritura creativa. Nadeshiko es alta, con unas piernas interminables, la piel bronceada, cabello oscuro y ojos azules brillantes que se destacan en contra de su tez. Si Sakura se ve aún un poco como su madre, Fujitaka está en problemas con los chicos de la escuela.
Doy una vuelta en la esquina, pensando en su pequeña familia, y me tropiezo en línea recta con una mujer. La colisión nos lleva a los dos de golpe al suelo, a la tierra conmigo encima de ella. Me preparo, tratando de asegurarme de que no tiene molestias por el impacto de mi peso. No soy un chico pequeño, y todavía llevo todo el músculo que necesitaba para jugar el centro en la NFL.
—Oh, mierda, lo siento mucho.
Le digo, empujando hacia arriba los brazos y mirando hacia ella. De repente, mi pene va a duro como una piedra en total opinión con la que está debajo de mí. Es como si nunca hubiera tenido una chica tan cerca antes. Castañas ondas enmarcan su rostro como los ojos verdes como esmeraldas que me miran a través de lentes de montura gruesa. Sus curvas son suaves, completas que presionan contra mí, de la mejor manera posible y en todo lo que puedo pensar es en cómo ella es tan suave.
Levanta una ceja y extiende las piernas un poco más anchas. Es entonces cuando me doy cuenta de nuestra posición, yo entre sus piernas y ella difundiéndose debajo de mí.
—Wow. No te disculpes.
Dice ella, sus mejillas se vuelven un poco de color rosa, pero se forma una sonrisa en su cara, que muestran dos hoyuelos perfectos. Esta debe ser la amiga que estaba llegando con Sakura, y aunque quiero permanecer en esta posición, no quiero que la hija de Fujitaka entre y pueda vernos de esta manera. Me incorporo, tirando de ella conmigo y ayudando a levantarla del duro piso de madera. Sus brazos van alrededor de mi cuello al instante, como si extrañara estar presionada contra mí. ¿Quién soy yo para rechazar una invitación de la mujer más caliente que he visto en mi vida? Y Eso es mucho decir con todas las groupies y follamigas que habían corrido a mí alrededor cuando jugaba de profesional. Yo me muevo junto con ella a las sombras en el pasillo, ocultándola en caso de que a alguien se le ocurra caminar por este. Ella presiona sus caderas contra mi ingle, empujando su cuerpo contra mi polla dura. Su suavidad encaja conmigo a la perfección. Es tan pequeña en comparación a mí; en altura, pero sus curvas me hicieron saber que ella podía manejarme. Como he dicho, no soy un chico pequeño, y por lo que pude agarrar de ella no tiene que preocuparse.
Siento el calor entre nosotros encenderse rápidamente y necesito conocer más de cerca a esta chica.
— ¿Así que no debería disculparme por derribar una mujer hermosa?
—No, si vas a saludarla de este modo.
Ella respira, frotando su cuerpo contra el mío un poco más. Sus acciones están resaltadas, pero sus mejillas se enrojecen aún más. Mierda, ella se ve inocente de esa manera. ¿Jesús, quien es esta chica? Carajo si no estoy más duro de lo que he estado en mi vida, y eso es sólo por ser presionado contra ella. Su olor, su suavidad, todo lo que me está tirando. Me siento como si me estuviera ahogando en el deseo. Tal vez ha pasado mucho tiempo desde que he estado con una chica. Mi mente ha estado tan concentrado en mi nuevo trabajo; que las mujeres no han sido ni siquiera un punto en mi radar. Algunas de las maestras han estado tratando de lanzarse a mí desde que empecé, pero no tuve tiempo o la inclinación. Pero este pequeño paquete con curvas de suavidad tiene mi atención.
— ¿Sakura?
Escucho a Fujitaka llamarla desde la parte posterior de la casa. Siento a la mujer en mis brazos congelarse ya no rozando contra mí.
—Oye, será mejor que vayamos afuera antes de que Sakura entre. Dame tu número. Quiero volver a verte.
Le digo, mirándola hacia abajo y buscando sus ojos, pero sus gafas grandes los ocultan de mí. Mierda. No puedo recordar la última vez que pedí el número de una chica. Normalmente ellas se están deslizando ante mí, pero de ninguna manera estoy dejándola que se vaya lejos. Algo en ella se siente diferente. Se siente bien.
La mujer se ríe y se inclina hacia arriba de puntillas, lamiendo mi cuello y dándole un pequeño bocado, como si ella necesitara una probada de mí. Estuve a punto de correrme en mis pantalones, y justo cuando estoy a punto de hacerlo, se tira hacia atrás, pasando bajo mi brazo, y caminado por el pasillo. La veo irse, sintiéndome como si acabara de ser derribado por un apoyador y antes de darme cuenta, estoy siguiéndola, mirándola como mueve su culo.
— ¡Sakura! ¡Ahí estás!
Veo a Fujitaka acogiendo a la mujer, dándole un gran abrazo. Entonces oigo gritar Nadeshiko.
— ¡Sakura!
Mientras ella los está envolviendo en sus brazos. La familia de tres se abraza y sólo estoy allí de pie con mi mandíbula en el suelo. Bueno, a la mierda.
Después de un segundo alejo el aturdimiento y aprieto la mandíbula, asegurándome de que he limpiado la mirada confusa de mi cara antes de que nadie se diera cuenta. Pienso en lo que podría haber sucedido. Debo disculparme con Sakura, con su familia, pero no puedo encontrar la voluntad en este mismo segundo. Nunca he estado tan impresionado por una mujer antes, y es ridículo teniendo en cuenta que, literalmente, me llamó la atención. Fujitaka y Nadeshiko a su vez me miran.
—Sakura, ¿recuerdas a Syaoran, un viejo amigo mío? Él tomó la posición de entrenador en tu escuela secundaria.
Arruga la nariz ante las palabras de Fujitaka. Doy un paso hacia delante y extiendo mi mano y ella la recibe.
—Es bueno verte de nuevo, Sakura.
Le froto la parte interior de su muñeca con mi dedo, sintiendo su pulso acelerarse.
—Hmm, es bueno verte también. No estoy segura de sí te recuerdo, sin embargo.
La estudio por un segundo, no muy sorprendido de que no me recordara. Fue hace más de diez años y que sólo me vio una vez. Nunca estaba con Fujitaka en su casa, porque yo estaba por lo general de viaje.
—Sakura no se preocupa mucho por el fútbol, o el deporte para el caso, por lo que podría evitarte como la peste.
Bromea Fujitaka, y casi quiero reírme de sus palabras. Si supiera lo que pasó hace unos momentos. Eso fue sin duda un no evitar. Lamentablemente, libero su mano, y Nadeshiko jala a Sakura hacia la cubierta posterior. A medida que se van, ella mira atrás sobre su hombro hacia mí, uno de sus hoyuelos se muestra y su rubor vuelve. Mi pene se contrae, y maldigo en voz baja. Me dirijo al baño y salpico agua fría en mi cara, tratando de que mi cabeza se centre. Me miro en el espejo y me doy una charla
—Jesús, Syaoran, ella es la hija de tu mejor amigo, y tiene apenas dieciocho años. Casi lo hacen juntos.
Me agacho y ajusto mi pene, tratando de ocultar el hecho de que el grueso bastardo esta duro como una roca y listo para follar. Cuando hago mi camino de vuelta con la familia, reviso y veo a Sakura saludar a todos los que vienen a celebrar su regreso a casa y el cumpleaños. Cojo la cerveza de la mesa del patio, retomo mi silla y simplemente la observo.
Es entonces me doy cuenta de lo joven que realmente parece. Cuando estaba tan cerca de mi cuerpo, no pude ver todo de ella, más como justamente se siente. Su largo cabello castaño cuelga en olas hacia su culo. Sus brillantes ojos verdes están parcialmente ocultos detrás de sus gafas de gran tamaño, por lo que sólo pueden echar un vistazo a ellos aquí y allá. Ella lleva una camisa que se ajusta apretada a sus tetas y tiene escrito: ¡No he recibido mi carta de aceptación de Hogwarts, así que estoy dejando la Comarca para convertirme en un Jedi! Cualquiera que sea la mierda que significa, no tengo ni idea. Ella tiene los pantalones vaqueros flojos con dobles en sus bordes, y tenis blancos simples.
Si ella no fuera tan curvilínea; creo que estaría tratando de restarle importancia a su aspecto. Es casi como si saliera de la cama y se lanzara algo encima. No es algo típico de una mujer joven. No puedo apartar los ojos de ella mientras se mueve alrededor del patio trasero, hablando con la gente y diciendo sus saludos. Mira hacia mí de vez en cuando y conforme pasa el tiempo se pone más audaz cada vez que me ve, sus miradas son persistentes.
Trato de no mirarla, pero es difícil. Mirando a mí alrededor, empiezo a notar que todo el mundo que está aquí es de mi edad o más viejo. ¿En cualquier caso no tiene que estar más lleno de adolescentes? Yo sólo empujo la idea al fondo de mi mente, pensando que tal vez; sólo tal vez sea para adultos, y Sakura tendrá otra fiesta con sus amigos después.
—Entrenador Li.
Separo mis ojos de Sakura ante el sonido de mi nombre. Veo a Yue, mi mariscal titular, de pie en la puerta del porche trasero.
—Dijo que podía pasar y recoger ese libro de jugadas.
Dice antes de que pueda preguntar lo que necesita.
—Sí, voy a traerlo.
Se me olvidó por completo que estaría pasando por él, y estoy seguro de que tiene algo que ver con la mujer de la que parece que no puedo mantener los ojos fuera.
—Espera aquí. Ya regreso.
Haciendo mi camino arriba, tomo el libro de jugadas de la mesa en mi habitación, pero me detengo fuera de la puerta de Sakura. Nunca he tenido el deseo de abrirla antes, pero me encuentro con ganas de abrirla ahora. No estoy seguro de lo que esperaba encontrar, quizás paredes de color rosa, almohadas mullidas, y carteles de galanes adolescentes en la pared, pero lo que consigo es algo completamente diferente. Sus paredes son de un color verde brillante, con un modelo del sistema solar colgando del techo. Libros cubren cada espacio libre. Tres monitores de ordenador se sientan sobre su escritorio, un protector de pantalla de la tabla periódica dividida a través de las pantallas. Sus paredes están cubiertas de carteles, pero no entiendo ni la mitad de las consignas y frases estampadas a través de ellos. Uno dice: "Querida Nasa, su Mamá pensó que yo era lo suficientemente grande" este consigue arrancarme una carcajada.
Ella es una idiota. Y joder, ¿por qué que me atrae aún más? Reunirse, Syaoran. Cierro la puerta, trato de empujar todos los pensamientos de Sakura fuera de mi cabeza. Fuera de los límites. Me digo a mí mismo de nuevo. Cuando vuelvo a la terraza, miro alrededor por Yue, y aprieto la mandíbula cuando lo veo. Sakura tiene la espalda presionada a la pared de la casa, y veo a Yue apoyándose en ella, y con la mano junto a su cabeza. Ella está sonriendo a lo que él le está diciendo.
Tengo el repentino impulso de darle un puñetazo en la cara, lo cual es contrario a lo que he estado haciendo durante todo el verano: asegurándome de que su culo no se lastime; para que nuestra temporada no se vaya a la mierda. No se vería demasiado bien que el entrenador golpeara al mariscal de campo titular justo en su cara de niño bonito.
— ¡Reed!
Rompo su apellido como cuando estamos en la práctica, y logro el efecto que quiero. Se ajusta a mi atención, como el aspecto de un ciervo en los faros.
—.Aquí tienes tu libro. Ahora mueve el culo a tu casa y descansa un poco. Tuvimos un largo día hoy.
—Claro que sí, entrenador.
Dice, pero no antes de que tome un largo mechón de pelo de Sakura.
—Te veo el lunes.
Mi agarre se aprieta en el libro de jugadas, pero él deja ir su pelo y se dirige hacia mí antes de que pueda gritarle de nuevo. Se lo entrego, resisto a la tentación de decirle que se mantenga alejado de Sakura, que acaba mirando por encima de nosotros. Me gustaría saber si era por mi o Reed por quien tenía esa mirada soñadora en sus ojos. Yue hace su salida, y Sakura sigue mirando hacia mí. Joder, no puedo hacer esto. Rompo el contacto visual y camino de nuevo hacia donde estaba sentado. Voy a través de los movimientos para pasar el resto de la noche y permanecer el tiempo suficiente para comer y cantarle el feliz cumpleaños, y así que no parezca una maldito hijo de puta por tratar de irme pronto.
Pongo la excusa de un largo día en el campo con los chicos, y me voy de cabeza a la cama. Me debato entre masturbarme; mi pene está todavía muy duro después de haber estado viendo a Sakura rebotando en el patio trasero durante toda la noche. Ella a veces resoplaba una risa que se convertiría en un bufido, haciéndola sonrojar de vergüenza, y joder, si eso no seguía poniéndome aún más duro. Decido entonces masturbarme. Yo sé que pensaré en ella mientras lo hago, y que ayudaría a la urgencia de estar luchando para mantenerla lejos. Voy a ir sin un poco de auto-castigo. Desnudándome, me meto en la cama, dejando que las imágenes de una curvilínea rubia vagaran por mi mente mientras lentamente me dejo ir.
No pasa mucho tiempo cuando escucho un clic, y mis ojos se abren, sin saber qué era el ruido. Espero un segundo, y cuando no escucho nada, me pongo a la deriva de nuevo. Momentos más tarde, siento el movimiento en mi manta, y mis ojos se abren. Veo a Sakura de pie junto a la cama, su mano se arrastra bajo las sábanas. Extendiendo la mano, agarro su muñeca, tirando de ella cerca de mí. Un jadeo se escapa de sus labios, y ella probablemente está conmocionada por el movimiento rápido. Mi corazón comienza la carrera, pero yo quiero que esté tranquila, así sus padres no nos oyen.
— ¿Qué estás haciendo?
Susurro, mirando hacia la puerta. Veo que está cerrada con llave. Sakura debe de haber puesto el seguro cuando se coló. Sus padres están al final del pasillo, y nos podían oír si lo hacíamos demasiado alto. Ella se inclina y susurra con voz baja en mi oído.
—No podía dormir. Pensé que tal vez.
Sus palabras me descarrilan, pero siento su mano a través de mi pecho desnudo y por mi estómago. Es entonces cuando me doy cuenta de hacia dónde se dirige su mano, y yo no llevo ropa interior. Me gusta dormir desnudo en verano, y estoy pensando que no fue la mejor decisión con ella en la casa, pero mi pene ha estado duro toda la noche, presionado contra mis pantalones, y quería dejarlo respirar.
—Tienes que volver a tu habitación.
Le digo entre dientes, pero no le suelto la muñeca o la alejo. Miro hacia abajo y veo que lleva puesta una camiseta de gran tamaño con el cuello cortado, por lo que le cuelga de un hombro, dejando al descubierto su clavícula para mí. Estoy tan jodidamente duro por estar tan cerca de ella, al ver su piel, y oliendo su dulzura. Respiro profundamente y huelo un toque de algo más, algo que huele a deseo. Cierro los ojos con fuerza y trato de ser fuerte.
—Vete, Sakura, o lo lamentarás si te quedas.
Empuja su mano hacia adelante bajo las mantas, y siento sus dedos tocar mi pene. Semen comienza a filtrarse fuera de la punta en ese ligero toque, y tengo que contenerme para no correrme.
—Sakura.
Advierto, pero ella no se detiene. En su lugar, ella se inclina más cerca de mí, poniendo su cuello contra mi boca y agarrando mi pene debajo de las sábanas. Gimo ante la sensación, pero me inclino atrás para tratar de liberarme. Ella pone una rodilla en la cama, por lo que su camiseta se levanta, y se abre a sí misma para mí. Puedo oler su coño y mi boca comienza a hacerse agua. Sus jugos deben estar cubriendo sus piernas, y mirando hacia abajo, veo su coño adolescente abierto y listo, pidiendo ser tomado.
—Por favor, entrenador Li. Necesito esto. Yo sé que me quieres. Quiero esto también.
Hace una pausa por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas
—Quiero venirme y conseguir que te vengas también.
La miro a los ojos, y deslizo de vuelta en la cama. Nunca he estado tentado como en esto antes, y malditamente quiero hundirme dentro de ella.
Miro hacia la puerta, la doble cerradura y reflexiono. Yo podría hacer esto. Yo sólo puedo sacarla y ella puede salir. Voy a masturbarme una docena de veces antes, pero puedo hacer esto rápido. Es la única manera de que consiga que se vaya, y no quiera ser atrapados. Voy a hacer esto por ella y solo por ella, me miento a mí mismo
—Bien. Pero estarás tranquila. No quiero que tus padres se den cuenta. Y esto queda entre nosotros, ¿verdad?
Miro a sus ojos. Son finalmente libres de las gafas y se ven mucho más grandes y más brillantes ahora.
—Prometo no decirles.
Ella pone su otra pierna en la cama, y entra, se acuesta a mi lado. Tiro las sabanas hacia atrás, exponiendo mi cuerpo desnudo, y ella se levanta el dobladillo de su camiseta, y mostrándome su coño mojado
—Puedes tomarme si lo deseas. Esto puede ser nuestro pequeño secreto.
—Joder.
Sus palabras hacen que gotee más semen de mí, y todo lo que puedo imaginar es en disparar mi carga dentro de su coño joven. Quiero desgastar su coño y hacerla recordar que he estado allí. Tengo esta necesidad de marcarla como si fuera mía, pero yo sé que tengo que contenerme. Ella podría tener dieciocho años y ser legal, pero todavía voy a trabajar en la escuela a la que va, y su padre es un buen amigo para mí.
—Voy a dejar venirte. Eso es todo.
Yo le disparo una mirada dura para que sepa que es todo lo que vamos a hacer. Sakura se muerde los labios y asiente con la cabeza, baja entre sus piernas, separando sus labios hinchados y abiertos para mí. Ella me está excitando demasiado. Su clítoris se empapa con su crema pegajosa, y se mueve para conseguirme entre sus muslos, con mi boca babeando. Antes de que yo la ponga, la miro hacia arriba a sus ojos.
—.Nuestro secreto, ¿verdad?
Ella asiente con la cabeza, y me adhiero a su coño, chupando su dulzura y me la como. Ella comienza a gemir, y yo llego, poniendo una mano sobre su boca. Ella pone sus manos sobre la mía para ayudar a amortiguar sus gritos, mientras bebo sus jugos, lamiendo su coño para conseguirlos todos.
Quiero hasta la última gota de ella. Es la cosa más dulce que he probado en mi vida, y cuanto más me la como, más difícil se me hace. Estoy apretando las sabanas tratando de encontrar alivio, pero cuanto más me gusta, más quiero.
Mientras que chupo su clítoris, pongo en su muslo una mano abierta, todavía con la otra sobre su boca. No me llevó mucho tiempo antes de que ella se empezara a moler contra mi cara, su espalda inclinándose fuera de la cama. Siento que se viene, y como un animal quiero más. Me tiro hacia atrás y lamo mis labios.
—Otro
Susurro, y vuelvo a chupar su clítoris.
Quiero ver sus jugos de nuevo.
Ella me da otro orgasmo momentos después, y antes de que sepa lo que estoy haciendo, estoy encima de ella, la punta de mi pene en su apertura.
Me pregunto si ese hijo de puta de Yue nunca ha visto esto antes. El pensamiento casi me envía sobre el borde. Ha sido tan directa conmigo que no puedo imaginar su falta de atención masculina.
Me he convertido en poseído por la necesidad de marcarla, para que nadie más pueda tocarla de nuevo. La quiero para mí y solo para mí a partir de hoy. Estoy más allá de estar fuera de los límites. Necesito follarla. Ahora.
—Vas a llevarme a tu interior
Lo quiero decir como una pregunta, pero sale más como una declaración. Parece que no puedo conseguir estar bajo control con ella.
—Sí, entrenador. Lo necesito.
Ella empuja sus caderas un poco, invitándome.
Me inclino y la beso en los labios, dejando que su pegajoso jugo esté en nuestras lenguas. Ella gime con su sabor. Conociendo el gusto de su propio coño la excita. Y me enciendo también. Empujé con fuerza dentro de ella, dándonos lo que queremos, y tan pronto como me sumerjo todo el camino dentro de ella, me tire hacia atrás para mirarla, mis ojos amplios. Sentí una ruptura de barrera cuando empujé dentro, y esto me golpea.
—Maldita sea, Sakura. ¿Eres virgen?
Sus mejillas están rojas, y ella asiente con la cabeza ligeramente. Puedo ver pequeñas lágrimas que comienzan a formarse en las comisuras de sus ojos, y casi me rompe el corazón.
—Oh Dios, bebé, no llores. Lo siento mucho.
Me siento como un idiota. Debería haber sido más suave. Nunca pensé que podría ser virgen con la forma en la que ha estado actuando, pero sabiendo que soy el único hombre que ha estado dentro de ella me hace venirme casi en el acto.
Me inclino y beso sus mejillas, sujetándola a mí, tratando de consolarla y haciendo todo lo posible para mantenerme quieto y evitar avergonzarme descargando todo mi semen en ella. Joder, yo no debería estar haciendo esto. Mis bolas están profundamente en su coño virgen, y no puedo sacarlas.
Ella me está apretando más fuerte que cualquier cosa que he sentido, y todo en lo que puedo pensar es en molerme duro y profundo para tratar de romperla.
La miro a los ojos, y ella me da una pequeña sonrisa
— ¿Quieres que la saque, bebé? Esto debería haber sido mejor para ti. No debemos estar haciéndolo así.
Sus ojos se hacen grandes, y ella niega con la cabeza
— Por favor, no te detengas. Quiero esto. Te quiero. ¿No lo sientes?
Ella pone su mano en el corazón, y sé lo que quiere decir. La conexión entre nosotros es real.
—No tienes ningún control de la natalidad, ¿cierto?
No puedo creer que no recordara ponerme un preservativo, algo que nunca había hecho en toda mi vida. Joder, se me ha olvidado.
Ella tiene la decencia de sonrojarse de nuevo, y niega con la cabeza.
—Mierda.
Mi pene contrae en respuesta, la imagen de ella, hinchada con mi hijo, llena mi mente. El impulso repentino para que ella lo crie y hacerla mía me vuelve loco. Todos sabrían sin duda que ella me pertenece a mí. Pero pienso mejor en ello y decido no correrme en ella.
—Bien. Te voy a follar, pero voy a sacarlo.
—Te quiero dentro de mí. Todo de ti.
Suplica, y no estoy seguro de que sabe lo que está pidiendo.
—No.
Es todo lo que digo en respuesta, porque es todo lo que puedo decir. Si seguimos hablando de mí corriéndome en su coño virgen, esto va a terminar antes de que comience.
Salgo un poco y empujo de nuevo, dejándola sentir cuánto la quiero. Ella inclina sus caderas, invitándome dentro de su cuerpo apretado, y cuando me empujó con fuerza, siento que alcanzó el cuello uterino. Si empujo contra ella y me vengo, ella va a quedar embarazada. Directamente ella engendraría instantáneamente. Ese pensamiento hace que me corra dentro de ella un poco, y siento mi semilla en difusión contra sus paredes vírgenes, por lo que la idea de salirme es mucho más difícil.
Su coño me aprieta demasiado, y froto su clítoris con fuerza, con ganas de tirar otro orgasmo de su cuerpo. Sólo tarda unos pocos trazos de mi pulgar y un par de empujes de mi pene en bruto antes de que su vagina este cantando para mí. Ella me aprieta con más fuerza, y siento un torrente de jugo bajando sobre mis bolas.
—Maldita sea. Voy a eyacular.
Voy a salirme, pero sus piernas están alrededor de mí, encerrando mi culo y tirándome más hacia ella. Probablemente podría liberarme si lo intentaba, pero no quiero. Quiero venirme en su coño desnudo
—Sakura, podrías quedar embarazada.
Gime y me empuja más profundo dentro de ella.
—Mierda.
Empujando mi cara en su cuello, me empalo con fuerza, tirando de sus caderas contra mí con ambas manos, y siento la punta de mi pene a empujar de nuevo en el cuello del útero. Cierro los ojos y termino en ella.
—Ahora eres mía.
Le digo, sintiendo su nariz contra mí. Todavía no puedo creer que fue sólo el sábado. Sakura se desmayó antes de que incluso me hubiera salido de su cuerpo, así que tuve que llevarla de vuelta a su habitación. Odiaba salirme de ella, ¿pero qué otra opción realmente tenía? Limpié entre sus piernas antes de regresar a mi habitación, donde me quedé mirando hacia abajo en la cama. Su sangre virgen y mi semen se mezclaban entre sí en la sabana. La saco de la cama y la doblo, escondiéndola en mi tocador. Lo que realmente quería era ponerla por la ventana para que todo el mundo la viera. Ahora tenía sentido cuando oí cuentos de reyes que ponían las sábanas manchadas de sangre de su novia virgen para que todos lo vieran.
Echando un vistazo al reloj, veo que pone la 1 de la mañana, y está dormida. Vine para hablar con ella, pero verla dormir de esa manera consiguió lo mejor de mí. Los dos tenemos que levantarnos temprano para la escuela, y sé que tenemos que hablar, tranquilizarla de lo que está pasando aquí. Yo he estado evitándola y haciendo caso omiso de ella lo mejor que pueda.
El Domingo, me pasé el día con su padre, pero ella entró en la habitación, y me di cuenta que quería hablarme, así que me quedé cerca de Fujitaka. Una vez que la escuela comenzó de nuevo el lunes, tenía que pasar de ella en el pasillo, y fue la peor sensación del mundo. Queriendo extender la mano y agarrarla, pero sabiendo que no podía, y es por eso que he estado permaneciendo en la distancia. Es martes y hoy es lo mismo, no ser capaz de hablar con ella o tocarla me llevó al borde de la locura. Es un poco más fácil no mostrar ninguna expresión, pero está claro que fue muy duro para ella. Empecé bloqueando la puerta de mi dormitorio para mantener mi distancia, pero cada noche espero a que la rompa. Me voy a mudar el viernes cuando mi lugar esté finalmente listo, y estoy seguro de que eso es probablemente lo que me está volviendo loco a mí también. Cuando la oí en el teléfono esta noche, tuvo lo mejor de mí, y yo necesitaba sentirla de nuevo. Recordarme a mí mismo de lo que tenemos, y recordarle a su cuerpo que me pertenece. Sólo tengo que averiguar cómo vamos a hacer esto. ¿Cómo podemos hacer esto sin estar jodiendo su vida?
La quiero a ella, y tengo que tenerla, pero quiero hacerlo de la manera correcta. Es hora de que nos sentemos y tengamos una charla.
