"Todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi"
.
.
.
"THE OFFICE"
.
*NOTA: Este fanfiction es un UA [universo alterno] por lo que las personalidades de los personajes pueden variar de la serie original.
**Al final de cada capítulo se hacen comentarios y aclaraciones al respecto.
.
.
Capítulo 2
EMPLEO
.
.
—¡Akane! ¡por favor…PERDÓNAME!
Volvió a suceder, otra vez la misma escena. El hombre que se hinca frente a todo el mundo, para que su novia lo perdone. Es tan humillante; llora y se abraza a mis piernas como si de ello dependiera su vida. No puedo más que entornar los ojos.
—Levántate, estás haciendo el ridículo —trato de alzarlo, y lo hace, pero se aferra a mi cuello y solloza más fuerte. Lo empujo y se tambalea un poco, se limpia los fluidos de la nariz con el antebrazo y me mira con ojos suplicantes.
—¡Te juro que voy a hacer lo que tú me digas! ¡No me dejes, por favor!
Dicen que cada quién tiene lo que se merece en la vida, y tal vez ese es mi caso, me lo merezco. Respiro profundo, mi mente trata de ir hacia otro lado; siempre va al mismo lugar, a pesar de los años no puedo olvidarlo: estoy abriendo la puerta de mi habitación, los dos están ahí. Él estaba con ella, con mi hermana Nabiki.
No entiendo por qué lo hizo, lo creía interesado en mí, hasta llegué a pensar que se había enamorado por todas esas actitudes que tomaba conmigo, pero tuvo el descaro de acostarse con ella ¡y en mi propia cama!
Nabiki tenía los ojos abiertos, no fue que los hubiera sorprendido, era como si me estuviera esperando, como si quisiera demostrarme algo —¡¿Qué es esto?! —grité. Él despertó sobresaltado, estaba desnudo. Mi hermana se cubrió el torso con la sábana. —¡Akane! ¡No es lo que parece! —dijo mi prometido.
Recuerdo haber salido corriendo, choqué con mi padre y Kasumi en la escalera, quienes me pedían una explicación. Cuando salía por la puerta escuché los gritos de reproche de mi padre…y de él. Kasumi debió haberse quedado muda de la impresión, y Nabiki…guardó silencio. Desde ese día salí de mi casa y no volví jamás.
Un año después llamé a Kasumi, me contó que obviamente ellos se habían casado. Trataron de buscarme todo ese tiempo, papá pretendía acelerar mi matrimonio incluso después de lo ocurrido con mi hermana, pero al ver que no iba a regresar, decidieron celebrar las nupcias. Finalmente él podía casarse con cualquiera de nosotras para heredar el dojo, y así se hizo.
Seguí con mi vida, todo este tiempo he vivido sola. Con gran esfuerzo logré mantenerme y terminar la universidad, incluso hice mi pasantía fuera del país, gracias a eso aprendí inglés y mejoré mi currículum. Cuando volví del extranjero, me di cuenta de que la vida seguiría siendo complicada para mí, no encontraba empleo. Trabajé como mesera, como dependiente en una librería y haciendo reportajes para un periódico local. Ganaba una miseria, pero con eso lograba pagar el alquiler de un pequeño apartamento, donde todavía vivo.
Muchas cosas cambiaron desde que me volví una mujer independiente, confieso que mis problemas con el alcohol estaban muy ligados a mi soledad, mis frustraciones y a mis deudas. Trabajaba, sí, pero mis momentos libres los usaba para distraerme y la bebida me ayudaba con el insomnio que sufría. A veces no completaba para pagar la cuenta de todo lo que había tomado en el bar, pero por fortuna, él siempre llegaba al rescate.
Era molesto al día siguiente tener que verlo, llorando como un bebé necesitado, suplicando, o a veces enojado porque yo no iba a ceder para seguir con una relación tan frágil, que a mi ya no me importaba y que quizá nunca me importó. Yo solo tenía que pagar la cuenta.
Lo evadía a más no poder, pero siempre lograba encontrarme, tengo una suerte terrible, así que era común que muchas noches me sucediera lo mismo, mi exnovio atento a mi salida del empleo, para hacerme una escena…aunque solo una vez fue diferente.
Recuerdo muy bien esa noche: salía de mi trabajo en el restaurante, cuando mi "exnovio" me abordó para hablar conmigo. Estaba sumamente bebido y se puso agresivo; yo estaba a punto de actuar para darle su merecido aprovechando mis años de entrenamiento en el dojo de mi padre, y entonces, él apareció.
—Señorita ¿la está molestando este tipo? —ese hombre desconocido miraba a mi ex con ojos furiosos.
—¡No te metas, es mi novia! —le gritó mi ex, arrastrando las palabras mientras me sujetaba del brazo.
—¡No soy nada tuyo! —le respondí; y luego el hombre lo tumbó de un puñetazo en la cara.
—¡No vuelvas a acercarte a ella! —le ordenó mi "salvador" y con el tacto más delicado que he sentido en mi vida, me tocó por la espalda y me animó a caminar hacia la otra dirección. Ni supe lo que pasó con mi ex, creo que se quedó tirado ahí. Yo estaba sorprendida de que ese hombre me hubiera defendido, hacía mucho que no me sentía como una chica normal, siempre había tenido que arreglármelas sola con quien quisiera pasarse de listo conmigo.
—¿Se encuentra bien, señorita? ¿Desea que llame a alguien que venga por usted? —al verlo con un poco más de luz caí en la cuenta de que mi "salvador" era un adonis. Muy alto, con el cabello castaño atado en una coleta corta, los ojos del color más azul profundo que había visto y un aspecto noble y gallardo a la vez…no sabría cómo explicarlo. Me sonrojé como una adolescente, nerviosa.
—No es necesario, le agradezco mucho. Ya iba para mi casa.
—Este barrio es muy peligroso a esta hora ¿quiere que llame un taxi?
—¡No! Ni pensarlo —si me iba en taxi, no tendría para pagar los servicios durante un mes— no está tan lejos, camino siempre desde aquí, solo que hoy…
—Entiendo ¿me permite acompañarla?
¿Era real? ¡ese chico quería acompañarme hasta mi casa! Sería una estúpida si lo rechazaba —Por favor, no se moleste —le dije que no. Sí, soy una estúpida— estoy a unos cuantos bloques.
Él me sonrió, también con la mirada. Hacía mucho tiempo que no me sentía derretir así por alguien— Comprendo que no confíe en un desconocido, espero que vaya con cuidado y llegue con bien. Buenas noches —hizo una reverencia corta y se alejó. Yo me quedé congelada, admirando su altura, su espalda y su tranquilo caminar. Estuve a punto de no reaccionar.
—¡B-buenas noches…!¡y gracias! —grité cuando ya iba muy lejos. Cuál fue mi sorpresa al ver que se giró ¡me había escuchado! levantó su mano, agitándola, despidiéndose de mí. El día entero había sido un bodrio, pero ese hombre me había hecho la noche.
Dormí increíblemente al llegar a casa. Soñé con ese chico misterioso, me sonreía y caminaba junto a mí, tomados de la mano, en una escena muy romántica. Desperté sintiendo que seguía entre nubes, miré mi reloj despertador…no había sonado y tenía una entrevista en ¡treinta minutos! Salté de la cama y me metí a la ducha, echándome un cubo de agua fría en todo el cuerpo, sin lavarme el cabello. Me vestí y calcé, corrí como loca a la estación de trenes. Fui la última en entrar al vagón, la puerta se cerró justo en mi nariz y suspiré aliviada. Tenía unos diez minutos para bajar en mi destino y buscar la dirección.
Bajé en el centro de Tokio, uno de los lugares más transitados del mundo, porque ahí estaba la agencia donde me entrevistaría. Al salir del elevador, llegué corriendo al mostrador, jadeando como si acabara de correr un maratón— Vengo…a…la…entrevista…con…el señor…
—¡Eres la chica de ayer!
Me enderecé, tratando de recuperar el aliento y ¡ahí estaba él! El chico que me había salvado de mi ex. —¡Soy…yo…! —cuando me pongo nerviosa suelo decir muchas tonterías.
—¿Vienes a la entrevista? ¿tú eres la del currículum sobrecalificado? ¡Wow! —lo que dijo me hinchó de orgullo, pero me puso más nerviosa, él sabía quién era yo y además le gustaba mi curriculum —Hanako, dile a mi padre que yo recibiré a…—abrió la carpeta, leyó mi nombre y sonrió—…Akane y estaremos con él en unos quince minutos.
La recepcionista le respondió— Claro, Shinnosuke, se lo diré — ¡Se llama Shinnosuke!
Entré a su oficina, un espacio muy amplio, con afiches publicitarios de las marcas representadas claramente por la agencia, el escritorio de madera con formas dinámicas y el asiento moderno ergonómico adornaban el espacio. Me invitó a sentarme en una mini salita de dos sillas Barcelona de Mies Van der Rhoe, no imaginaba lo que haría en esas sillas tiempo después.
Podría no entrar en tantos detalles de la entrevista de ese día. Le conté toda mi experiencia en el medio del marketing, que tenía tres trabajos desde mi regreso a Japón y que estaba solamente en espera de mi gran oportunidad, pero lamentablemente estaba sobrecalificada para todos los puestos y por eso no me contrataban.
Shinnosuke me escuchó atento sin preguntar nada, mientras yo hablaba sin parar. Cuando su reloj dio una alarma a los quince minutos, me quedé callada. Él no hizo ningún comentario, solo me miró con sus bellos ojos por varios segundos— Bien —dijo al fin— y el chico con el que estabas ayer, ¿era tu novio?
Jamás pensé que me fuera a preguntar eso, me enfoqué demasiado en la entrevista y ahora eso me sacaba de mi zona de confort— ¡No, para nada! Está obsesionado conmigo, pero eso terminó hace ya tiempo.
Sonrió de nuevo— No lo culpo, debe estar arrepentido de haber terminado contigo, eres excepcional.
Estoy segura de que me puse tan roja, que solo atiné a bajar la cabeza. Nadie me había dicho nunca que era excepcional.
—Voy a ser honesto contigo, Akane, para este trabajo estás sobrecalificada, es decir, tienes experiencia en el extranjero y tu currículum es impecable, pero no podríamos pagarte lo que mereces ganar.
La sangre se me vino a los pies, la misma historia de siempre y ahora recitada por el hombre con el que había soñado la noche anterior. Maldita mi suerte.
—Puedo prescindir de un salario alto, me conformo con lo que ofrezcan y les aseguro que no se arrepentirán. Sé que no es la manera de obtener un empleo, y quizá piensen que me estoy rebajando, y eso puede ser motivo de descarte para ustedes, pero de verdad, necesito trabajar, si nadie me da la oportunidad por exceder mis habilidades, jamás trabajaré en lo mío y esta industria es muy cambiante, me quedaría obsoleta y…
—Espera —dijo él, poniéndose serio— no se trata de eso, pueden multarnos si hacen una auditoría y no te otorgamos el salario que debe ser.
De nuevo respiré profundo, otro rechazo, pero ahora me lo decía un hombre guapísimo que me había gustado desde que lo vi.
—Ya…muchas gracias por recibirme— me puse de pie e hice una reverencia— espero que encuentren a alguien. Me encantó la decoración.
Shinnosuke me miró desde su asiento, con decepción en los ojos. Salí de la oficina y me encaminé al recibidor. Cuando estaba por abrir las puertas de cristal, su voz me detuvo.
—¡Akane!
Me giré para verlo, quizá viniera a despedirse, igual que ayer. —No te muevas de ahí. Dame un par de minutos.
Lo vi irse por un pasillo, la recepcionista me invitó a tomar asiento en la sala de espera. Me senté justo en el corredor. Al fondo se veía una oficina con puerta de cristal, era seguramente la del director. Observaba claramente desde ahí a Shinnosuke, de espaldas, hablar con alguien tras un escritorio, manoteaba y de repente levantaba la voz, lo mismo que el hombre, que supuse era su padre, porque así lo llamó al principio. Cuando alzaban la voz, la chica de la recepción no hacía más que subir el volumen de la música ambiental que salía por unas bocinas empotradas discretamente en la pared, pero se seguían escuchando las voces alteradas. Me sentí un poco mal, si Shinnosuke estaba abogando por mí, estaba peleando con su padre, y eso no era bueno.
Ya había pasado tiempo desde que Shinnosuke me había dicho que esperara y tenía que llegar a la librería o iban a despedirme, ya llevaba muchos retardos y no podía darme el lujo de quedarme sin uno de mis empleos. —Tengo otro compromiso y se me hace tarde ¿puede agradecer la atención a Shinnosuke? Lo más probable es que encuentren a alguien más para el puesto —dije a la recepcionista, ella apenas estaba abriendo la boca para decir algo cuando las voces cesaron y se escucharon pasos. Shinnosuke y su padre se aproximaban a la recepción. El señor era solo unos centímetros más bajo que Shinnosuke, tenía barba y bigote y se parecía mucho a su hijo, solo que llevaba el cabello corto y sus ojos eran más pequeños y de color café.
Se colocó frente a mí y me miró sin emitir gesto alguno, tragué duro, pero mantuve la mirada— No sé cómo, pero lograste sorprender a mi hijo. Bienvenida a la agencia, Akane Tendo —el señor hizo una reverencia que casi no respondo por quedarme estática.
—Muchas gracias, señor…
—Ryugen, Ichiro. Viene mucho trabajo para la agencia así que Shinnosuke se encargará de asesorarte para que ganemos muchas cuentas. Ha puesto todo su empeño para que te contratara, así que no lo decepciones.
—No lo haré, señor —respondí, tratando de esconder mi alegría. Shinnosuke me miraba, satisfecho.
—Bien, me retiro porque hay mucho qué hacer; puedes empezar mañana supongo, hasta pronto, Akane.
—Hasta pronto, señor Ryugen —di un par de reverencias más y el señor regresó a su oficina.
Shinnosuke se acercó a mí, visiblemente contento, yo tampoco cabía de la emoción— ¿Tienes tiempo para que charlemos de las próximas campañas? —me preguntó.
—Sí, solo debo hacer una llamada ¿puedo?
—Hazlo desde mi oficina, vamos. —Lo seguí y entramos, no pude resistir la tentación de preguntarle: —Shinnosuke, ¿cómo hiciste para que me contrataran?
—Me deslindé de una parte de mi sueldo.
Abrí los ojos como platos, no lo podía creer— ¡¿Cómo?! Shinnosuke, no se trata de eso.
—Tranquila. Será solo hasta que ganemos la cuenta, estoy seguro de que así será y mi padre volverá a darme lo anterior. Para eso te necesito, voy a demostrarle a mi padre que puedo liderar una campaña y la agencia crecerá y nosotros con ella. Confío en ti, Akane.
Me miró con esos ojos que me hacían flaquear las piernas, y solo asentí. Tomé el teléfono para avisar a la librería mi renuncia…y al restaurante. Lo del periódico era muy eventual, así que ni siquiera los llamé. Este trabajo mejoraría por mucho mi situación económica y una parte de mi vida.
Desde ese día, Shinnosuke y yo trabajamos juntos, en mi primer día de trabajo logramos conseguir una entrevista con el posible cliente y quedó tan convencido con nuestra propuesta que nos aseguró que estaríamos en su terna de proveedores. Aun no era nada seguro, pero Shinnosuke esa noche insistió con que saliéramos a festejar. Fuimos a un bar muy bonito, se llamaba Bar Candy Shinjuku, El ambiente era relajado, había bebidas gratis ese día así que charlamos largamente y nos divertimos de lo lindo. Bebimos demasiado, ambos, yo nunca fui buena para hacerlo. Comencé a tomar cuando me fui de casa por el asunto con mi hermana y mi prometido. Muchas de mis deudas en ese tiempo fueron por causa del alcohol, y luego aumentaron con otras cosas que ya contaré más adelante.
El caso es, que mientras me bebía un último Martini, Shinnosuke se me acercó y me dijo al oído— "Me gustas mucho" —cuando me giré para verlo, le sonreí, él puso sus manos en mi rostro y me besó…
Pagó la cuenta y salimos en el auto con rumbo a un motel. Lo hicimos esa noche, no sé si fue la desinhibición que nos provocaba el alcohol, pero disfruté cada momento, cada beso y cada caricia sin pudor alguno. Me entregué a él por completo; amé el hecho de que no parara de besarme y aunque dolió un poco, cuando terminó me sentí más ligera que nunca en mi vida. No imaginas cómo va a ser la primera vez hasta que estás ahí, no podría describir la cantidad de sensaciones que tuve en segundos, deseo, temor, vergüenza, curiosidad, dolor, cosquilleo, intensidad…y el final más increíble sintiendo estrellas en todo mi cuerpo, sellado con un tierno beso en los labios.
Dormimos juntos hasta que sonó el teléfono de la habitación, teníamos unos minutos para desalojar el lugar. Me vestí como pude y miré mi reloj, eran las seis de la mañana. Shinnosuke se abotonaba la camisa y no me dijo nada hasta que subimos al auto. Yo me sentía feliz, él también me gustaba y sentí que nos comunicábamos de buena manera en lo personal, nada tenía porqué salir mal, hasta que él me dijo algo cuando me llevaba camino a la estación. —Akane, perdóname, no sé cómo terminamos así.
El alma se me vino al suelo, yo no estaba arrepentida de nada, había sido mi primera vez y quizá él ni lo hubiera notado, era el momento, yo así lo sentí y lo hice sin ningún remordimiento, ahora tenía que hacer parecer que no le daba tanta importancia, aunque para mí la tuviera— Bebimos, supongo que fue eso— tenía que mantener la compostura antes de entrar en una crisis de ansiedad. Sería mejor enfocarme en lo primordial para mí, tendría suerte si no me despedían.
—Te juro que jamás me había pasado nada como esto. En verdad me gustas mucho, pero creo que no estuvo bien —ni siquiera volteaba a verme, lo evitaba a toda costa. Yo tampoco tenía mucho qué decir, solo actuar como si todo estuviera bien, aunque ahora me sentía expuesta ante él por haberle entregado una parte de mí.
—Somos adultos, podemos separar lo profesional de lo personal —no sé por qué dije eso, no estaba segura si podría. Me mordí los labios para no soltar el llanto.
Suspiró aliviado— Eso era lo que necesitaba escuchar de ti, Akane. Espero que no pienses lo peor de mí, eres una persona muy valiosa para la agencia, con tu apoyo sé que superaremos los objetivos para este año.
Mentiría si digo que no me sentí decepcionada, por primera vez en mi vida actuaba por instinto, lo sentía sincero, confiaba en él, me hacía sentir muy cómoda y parecía que él también conmigo. Tal vez eso indicaba que nuestra relación seguiría firme en lo laboral, por mí, eso estaba bien. Solo asentí con la cabeza y fingí una sonrisa, mientras miraba mis manos empuñarse sobre mis rodillas en mi traje sastre gris.
Cuando se orilló para que yo bajara en la estación, me tomó del brazo antes de salir del auto y me dio un beso corto en los labios— Nos vemos en unas horas —dijo, y en cuanto salí del auto, arrancó.
Llegué a casa media hora después, para ducharme y cambiarme de ropa, desayuné un café y un arroz que quedaba en la arrocera y salí de nuevo para la oficina. Ni idea tenía de cómo sentirme; lo que me había dicho Shinnosuke no me aseguraba que no intentara alejarse de mí por lo ocurrido, tenía que ser fuerte y no ilusionarme, aunque ya lo había hecho. Desde que me ayudó aquella noche supe que era un hombre diferente, alguien dispuesto a defenderme si lo necesitaba; tomaba mi opinión en cuenta, por lo menos eso me demostró en nuestra entrevista con el cliente…no me quedaba más que esperar a ver qué sucedía.
Cuando llegué a la agencia a las nueve, él no estaba, supuse que llegaría más tarde, me acomodé en mi cubículo, que quedaba justo al frente de la ventana de su oficina. Suspiré, mientras la chica de recursos humanos me presentaba con el resto de mis compañeros, es que el día anterior me la había pasado en la oficina de Shinnosuke. No era una empresa muy grande, así que, de ejecutivos de mi rango, estaban Sayuri, Yuka, Hiroshi y Daisuke, un grupo de chicos muy amables y divertidos. No me costó nada hacer amistad con ellos y salir a un bar con ellos en noches alternadas. Casi siempre nos acompañaba Shinnosuke…y a partir de la primera noche que tuvimos, todas esas veces, terminamos en la cama.
Shinnosuke optó por que fuéramos a su apartamento, yo comencé a llevar un cambio de ropa en el bolso y así, si nos quedábamos dormidos, ambos llegábamos a tiempo al trabajo. Para mí, ese fue el inicio de lo nuestro; tanto nos gustamos que, al poner un pie en la habitación, las caricias iniciaban y no podíamos parar. Yo pasaba casi todo el tiempo en su oficina, trabajando, no debíamos levantar sospechas de su padre, eso me decía él y yo estaba de acuerdo. Jamás me abordó en su oficina, pero lo hacíamos en el baño de damas, cuando todos ya habían salido para el bar y no quedaba nadie en la oficina, y por supuesto también al llegar a su apartamento.
Siempre fuimos discretos, nos tratamos cordialmente, pero todos en la agencia sabían que estábamos juntos, por desgracia, nunca fue algo formal. Una noche, después de hacer el amor, le pregunté a Shinnosuke el por qué no hacíamos pública nuestra relación, lo que me dijo me hizo sentido y respeté su decisión— Akane, tú y yo tenemos algo más allá del trabajo… Creo que, hasta ahora lo hemos hecho bien porque nadie lo ha notado…— Shinnosuke era bastante distraído.
La petición de Shinnosuke fue muy clara y yo la entendí— Muero por decirle a todos lo nuestro, pero debemos mantenernos en bajo perfil, no quiero que mi padre se entere aún; cuando iniciemos la siguiente campaña podré decirle que salgo con alguien, para que no piense que no estoy enfocado. No quiero que te despida, has logrado mucho en la agencia en muy poco tiempo. En cuanto mi padre me nombre Director General, le diré que te promueva a Gerente de Marketing, eso significa un aumento de sueldo para ti. Sé que no pude hacer que te diera más sueldo al principio, a mí ya volvió a pagarme lo de antes— Shinnosuke es un hombre de mucha visión, eso me encanta de él, y lo mejor de todo, es que yo estaba en sus planes— y te aseguro Akane que seguiremos creciendo hasta ser la agencia más importante de Japón. Eres mi mano derecha, te necesito siempre a mi lado. Lo de decirle a todos lo nuestro es una formalidad, pero lo importante es que estamos juntos ahora. —de su buró, sacó una llave y me la entregó— Esta es la llave de mi apartamento, voy a salir de viaje la próxima semana, puedes quedarte aquí para que no tengas que ir tan lejos mientras yo no estoy, de aquí queda más cerca la oficina.
Mi corazón latió acelerado, si bien no teníamos un título ante todos, él confiaba en mí plenamente, como yo en él. Ahora tenía la llave de su apartamento, este era un paso muy grande y extendía un lazo más fuerte entre nosotros, sentía que me moría de la emoción— Vamos a ganar esta cuenta, Akane. Lo lograremos de nuevo… ¡ah! y cuando no esté puedes alimentar a Puchi, así no me extrañará —Shinnosuke hablaba de su hámster, su padre lo obligó a tener una mascota al independizarse, si podía mantenerlo con vida, podía dejarle a su cargo la agencia. Por supuesto, yo acepté, era como si viviéramos juntos, también era una tarea que debía seguir, después de todo, yo era su mujer.
—Claro, Shinno. Encantada de hacerlo por ti —me besó de nuevo y nos entregamos a otro momento de pasión, antes de ducharnos para salir de nuevo a la oficina.
No había pasado mucho tiempo desde mi ingreso, cuando Yuka tuvo la confianza, por no decir descaro de preguntarme: —Y qué tal, ¿te acuestas con el jefe?
—¿Por qué lo dices? —pregunté, haciéndome la inocente.
—Tienes cara de recién co…
—¿Comemos? —preguntó Hiroshi, interrumpiendo la aseveración de Yuka— oye, Akane, ¿Tú y Shinnosuke ya eran novios antes de que entraras aquí? Supe que hasta discutió con su padre para que te contratara.
.
No tengo más que agregar, todos sabían que teníamos algo, menos Shinnosuke, que creía que nadie se enteraba y su padre, por supuesto. Y claro, nuestros encuentros continuaron en su apartamento.
.
.
Ese año fue increíble, todo iba bien, mi relación a escondidas con Shinnosuke iba de lo mejor, seguíamos fingiendo ante todos, nunca nos dimos un título de novio o novia, estar juntos era suficiente. El señor Ichiro, padre de Shinno, estaba encantado con nuestros resultados, habíamos conseguido cuatro cuentas importantes desde mi llegada y Shinnosuke se preparaba para ser ascendido a director general. Él me ponía segunda a su cargo en todos los proyectos, muchas veces él tenía que irse antes al apartamento y yo me quedaba en la oficina trabajando, puesto que al día siguiente él acompañaría a su padre a alguna reunión con clientes y necesitaba verse descansado.
Éramos un gran equipo, y una gran pareja. Las cosas marchaban viento en popa, hasta que ocurrió…no entiendo cómo, pero ya me parecía que la suerte me había cambiado demasiado pronto. Alguien más llegó a la agencia, como un trato de una posible fusión con otra agencia mayor, para hacer crecer la empresa.
Mi vida cambió por completo, mi mundo comenzó a derrumbarse, otra vez empecé a beber, y de nuevo empezaron a crecer mis deudas…sentí que mi vida caía en un pozo sin fondo.
.
.
.
Vuelvo a mi realidad, sigo en plena calle con mi exnovio llorando frente a mí como una Magdalena. Miro mi reloj de pulsera ¡ya se me hizo tarde! Tengo que llegar a tiempo, justo hoy, Shinnosuke me necesita más que nunca…bueno, eso fue lo que me dijo ayer, después de la fiesta de celebración de la oficina.
Bien dicen que cuando sientes que no tienes una vida, es el momento para obtener un ascenso, y al parecer por fin ocurrirá. Dejo a mi ex novio de pie en la banqueta y salgo corriendo con rumbo a la agencia. Son las ocho y cincuenta y siete. Debo llegar en tres minutos o no estaré a tiempo para la junta, programada a las nueve y diez. Corro como puedo con mis tacos bajos, definitivamente los zapatos en punta destrozan los dedos de los pies; ya no tengo tiempo ni para quitármelos y correr descalza. Giro en la esquina y veo el edificio, ya estoy a nada, me apresuro, aprieto el paso y de pronto choco con un tipo, que me derrama la mitad de un café que por fortuna ya estaba tibio sobre mi blusa blanca.
—¡Por qué no te fijas! —grito alterada, ese imbécil acaba de arruinarme el día. Voy a presentarme tarde y manchada el día de mi ascenso. Lo miro apenas, es alto, con el cabello negro que lleva atado en una trenza. No ha soltado el vaso donde seguro le ha quedado un sorbo de café, el resto está impregnado en toda mi blusa y parte de mi sostén.
—Lo lamento, fue un accidente —el tipo está a punto de inclinarse a modo de reverencia para disculparse, pero se lo impido con un grito bestial de tan alterada que me siento. La noche anterior no dormí, fue una de las peores de mi vida, me la pasé llorando y no diré ahora por qué.
—Quítate de mi camino ¡eres un perfecto imbécil!
—Estoy tratando de disculparme, debe haber una tienda por aquí cerca, puedo reponer tu…
—¿Eres idiota? ¡No tengo tiempo para eso! voy a una junta importante de trabajo —lo empujo con el hombro para pasarlo y seguir corriendo, no sé qué rayos voy a hacer ahora.
—¡Oye… —dice el tipo a modo de reclamo— …trato de arreglarlo!
—No me dirijas la palabra, ¡tarado! ¡Ve a joderle la vida a alguien más! —digo caminando de prisa hacia atrás, para soltar algo de mi furia interna, que ya lleva mucho tiempo guardada ahí.
—¡Te faltan modales! —me grita también ese hombre, como si hubiera sido poco lo que hizo.
—¡A ti te falta cerebro! —le digo, antes de seguir corriendo hasta mi edificio. ¡Shinnosuke va a matarme! Tengo que presentar el reporte para los nuevos socios bañada en café, ¡me lleva!
.
Entro a trompicones a la recepción y corro hasta mi cubículo— ¡Akane! —me llama Daisuke— ¿dónde estabas? Shinnosuke te está buscando desde hace una hora.
—Ya lo sé, no me lo tienes que recordar ¿dónde está Sayuri? Necesito que me preste su blusa.
—¿Qué te pasó? —pregunta sin dejar de verme los pechos, puesto que mi blusa empapada hace que se me note el sujetador. Daisuke siempre me está viendo algo: pechos, piernas, nalgas, todo sin disimular.
—Un tipo me vació el café encima.
—¡Akane! —Yuka sale de la sala de juntas donde se encuentran todos— Shinnosuke está desesperado ¿tienes el reporte?
Escribo en mi portátil lo más rápido que puedo— Acabo de enviar la presentación vía correo, entraré en unos segundos. —Ni pensar en pedirle su ropa a Yuka, es más pequeña que yo. De la tipa de recepción, ni hablar, me odia desde el primer día, creo que siempre le ha gustado Shinnosuke. No me queda otra opción, me voy al baño y me deshago de mi prenda llena de café, por fortuna mi blazer no se ensució, así que, si uso solo eso nadie notará la diferencia, he visto que mucha gente así lo usa.
Entro de prisa a la sala de juntas. Shinnosuke se levanta de su asiento y se acerca a mí, me están esperando para iniciar la presentación— ¡¿Dónde estabas?! ¿te quedaste dormida otra vez? —Shinnosuke me susurra en el oído, apretando los dientes. Me estremezco al sentir su fresco aliento y oler su fragancia, hacía tiempo que no lo tenía tan cerca.
—Tuve problemas, pero ya estoy aquí. Tranquilo, va a salir bien —trato de sonreír y el exhala, me dirige apenas una sonrisa, que se borra casi de inmediato cuando lo veo aspirar por la nariz— ¿A qué hueles? Parece que te vaciaste la cafetera encima… ¿estuviste bebiendo ayer?
—¡No bebí! —Shinnosuke dejó de acompañarnos al bar ya hace unos meses, y desde que eso pasó, yo dejé de medirme, casi a diario llego tarde y con resaca a la oficina. Que me lo pregunte me avergüenza, pero parte de que eso suceda de nuevo es causa de él…pero no voy a decírselo —tuve un problema, pero ya lo solucioné.
—Bien, empieza ya, que mi padre está a punto de pedir mi cabeza en bandeja.
—Sí.
—Gracias a todos por estar aquí, iniciaremos la reunión de hoy…—Shinnosuke se dirige a todos, se ve tan guapo con su saco azul, combina con sus ojos. Suspira, mientras lo observo sentarse y yo estoy de pie, junto a la puerta. Veo como disimuladamente toma la mano de ella y entrelazan los dedos. La sangre me hierve, pero al mismo tiempo, la tristeza amenaza con invadirme, quiero llorar, pero me contengo. No entiendo cómo pudo ser capaz de olvidarme; él y yo éramos uno, el mejor equipo, la mejor pareja, nada ni nadie podía separarnos…hasta que llegó ella.
.
.
Ahora mi mente va a un día atrás, estábamos festejando en la oficina y Shinnosuke bebía champaña contento. Todos celebraban, estábamos exhaustos pero felices. Amaba ver a Shinnosuke, sus ojos azules brillantes que siempre me hacían sonrojar.
—Escuchen todos, silencio por favor…La agencia ha hecho un gran trabajo y todo es gracias a ustedes, miembros de Orochi…—la gente aplaudió animada, sabían que llegarían mejores tiempos para todos y ahora se estaban manifestando. —Sé que todos han dado lo mejor de sí y por supuesto, no puedo dejar de mencionar a quién sin su ayuda y apoyo, la agencia Orochi no sería la misma, y ha sido mi mano derecha…— mis compañeros me miraron, si alguien se había desvelado y partido el lomo por esta campaña, había sido yo. Respiré profundo, esperando a que Shinnosuke me llamara. —¡Shampoo! Gracias a ti, por estar a mi lado, y ahora sin más tapujos y con el debido permiso del presidente de la compañía, o sea mi padre, quiero que todos sepan que estamos prometidos en matrimonio.
Sentí en ese momento que mi pecho se abría y un hoyo negro comenzaba a tragarme desde dentro ¿comprometidos? Pero ¿cuándo fue?
Hubo unos segundos de silencio y luego Hiroshi comenzó a aplaudir y los demás lo siguieron y se acercaron para felicitarlos. Shampoo sonreía fingiendo una timidez que no sentía y se sonrojó cuando Shinnosuke la besó frente a todos. Di media vuelta y salí corriendo hacia la azotea, necesitaba aire, sentía que me ahogaba, y que me moría.
Minutos después, Shinnosuke estaba ahí, no sé para qué, pero me siguió. Seguro estaba esperando que ocurriera— Akane…
Me sequé las lágrimas, él no podía verme así— ¿Necesitas algo, Shinno?
—Sé que no esperabas esto.
—Estaba esperándote a ti ¿lo recuerdas?
Bajó la mirada, no tenía excusas— Sabes lo que siento por ti.
—Hoy me ha quedado claro, Shinnosuke.
—Es mero formalismo, ni siquiera fijamos una fecha…Shampoo me presionó para que se lo pidiera.
—¡Ah, vaya! Supongo que no pudiste decirle que no.
—Mi amor, necesito que me entiendas…
—¡Siempre tengo que entenderte! ¿cuándo me vas a entender tú a mí? —lo interrumpo sin reparos, ya estoy harta.
—Escúchame, Shampoo tiene un puesto clave en la compañía Furinkan, es muy cercana a los dueños y gracias al compromiso ellos han firmado con nosotros una sociedad.
—¿Sociedad? ¡¿y qué tiene que ver eso con nosotros?!
—¡Es el futuro! De la agencia…mío y tuyo también.
Entorné los ojos, ya no sabía qué creer— Shinnosuke…
—Papá va a nombrarme director general, mañana. Estoy seguro, e inmediatamente yo voy a nombrarte manager. Es importante para ambos, la cúspide de mi carrera y el inicio de la tuya.
No me convencía, me había mentido y después de todo lo que había hecho por él, mencionaba a otra en mi lugar.
—¿Y Shampoo?
—Por favor, olvídate de eso ahora.
—Dijiste que ella era tu mano derecha.
—¡No lo es! ¡tú eres la única! Por favor, Akane, ahora más que nunca te necesito, no me falles; sé que esto ha sido terrible para ti— me abraza y me besa en los labios— Pasaré a tu casa esta noche ¿de acuerdo?
Como tonta caí otra vez, asentí con la cabeza sin siquiera mirarlo. Me dio otro beso corto en los labios y se fue. Decidí volver a casa, conseguí una botella de buen vino para esperarlo, festejar lo de la sociedad, lo nuestro…y simplemente no llegó. Me bebí media botella yo sola, decepcionada y deprimida. Lloré la noche entera, y no supe a qué hora me quedé dormida, pero desperté sobre la mesa, con apenas algo de tiempo para llegar a la estación. Se me había hecho tarde, como siempre.
.
.
.
—… ¡Akane! —escucho lejano mi nombre en la voz de Shinnosuke y solo así reacciono.
—Dime, Shinno —contesto, mientras me mira preocupado.
—La presentación.
—¡Ah, sí! …eh…buenos días. Como representante del equipo de marketing les presento los proyectos en los que hemos trabajado y de los cuales ahora tenemos contratos con las siguientes cuentas…— hablo y hablo sin parar, mientras Shinnosuke va señalando las fechas en las que cerramos el contrato. Mi mente juega conmigo traicionera y me recuerda el modo en el que Shinnosuke y yo celebrábamos en su cama, cada vez que se cerraba un trato. Pero todo se vuelve oscuro, cuando ella comienza a hablarle al oído y él se queda callado para ponerle atención, le sonríe y ella le responde. Resoplo y trato de enfocarme hasta terminar la presentación.
El señor Ichiro, padre de Shinnosuke, se nota convencido de lo que hemos hecho— Te felicito, Shinnosuke. Los felicito a todos, han hecho un excelente trabajo y gracias a ello como ya habrán escuchado, hemos hecho sociedad con una agencia reconocida en el mercado y ahora seremos más grandes. Aunque desde hace poco ya tenemos gente del equipo de nuestros nuevos socios en nuestras filas…— dice mirando a Shampoo, que sonríe como la estúpida que es— …y entramos a una nueva época. Y es por eso, que quiero que conozcan al principal socio y ahora miembro de nuestro equipo…que pase por favor…—la puerta se abre y mis ojos casi se desorbitan, no puedo creer que me siga la mala suerte, ¡no puedo creer que sea él!
AKANE.
.
.
.
.
¡HOLA! Gracias por acompañarme de nuevo en esta historia, confieso que he estado de nervios desde que salió el primer capítulo, puesto que dejé de escribir sobre Ranma por varios meses.
Agradezco a mi beta Sailordancer7 quien desde el inicio me ha estado apoyando de nuevo con la historia. Les recuerdo que está publicando su fic "Cherry Blossoms", para que corran a leer. Igual Sakura Saotome me ayuda participando en las mesas redondas sobre los fics, actualmente publica "Por un Sueño" y me ha hecho un fanart preciosísimo de un shot que acabo de escribir. Mis agradecimientos eternos para ellas.
Vamos al fic. Hay muchas cosas que pasaron en este capítulo, flashbacks, alegrías y decepciones. Llevé marketing durante la carrera y sé que muchos conceptos tal vez puedan estar obsoletos, pero trato de darles una pequeña visión de lo que hace una agencia publicitaria. Mis disculpas si hay publicistas leyendo, aprecio sus correcciones y sugerencias.
Antes de que me pregunten ¿por qué Akane es así? ¿qué está haciendo? ¿por qué lo permite? Recuerden que es parte de la trama y poco a poco se va a ir desenredando todo, analicemos lo que vive cada personaje y el cómo reacciona a lo que les pasa. Y bueno, no les cuento más, se trata de que ustedes me digan qué creen que pasará, o si les gustó o no el capítulo, me gusta cuando adivinan o cuando me cuentan que han pasado por algo similar y hacen teorías. Espero ansiosa todos sus reviews, me motivan en serio. Con esta historia confieso que había pensado detenerla [no le digan a mi beta], pero comenzaron a llegarme tantos comentarios que decidí continuar, de verdad que ustedes tienen que ver mucho en que siga escribiendo. Mil gracias siempre, así solo me digan "quiero leer el siguiente" me es increíble.
Mariela alba, Lu chan87, Niomei, Maki Pendragon, Azucena Osuna1, Benani0125, SARITAINMELOVE, D-Infinity, SakuraSaotome, Esmeralda Yasmin, Paola Andrea1, Karol Butz Molina, Pauvishana, Bianka Sherlin, paulayjoaqui, 1Andrea11, Invitado, AkaneMx, Nicky, Sol, Yazz, Sailordancer7, Jimena, Dso, Daya, Guest, Iselaglezcam, Hana note, Sari Topai, Grace, Liz, MelAngi, Guest, PequeT, Daniela Valezka Avila Galllardo, Hikari, Sary, ilusion29, Invitado, Caro Larrosa, , Lirio De Plata, Invitado.
¡Adoré sus reviews y saber de ustedes otra vez! lamento si me falta alguno, muchos no se suben a fanfiction PERO todos los reviews llegan a mi correo aunque no aparezcan públicos, así que los espero feliz. También les contesto en mi página de Susy Chantilly en Facebook, excepto spoilers, obviamente, ahí se enteran primero de que hay actualización.
A mis Locas por el Dios griego, por siempre estar cuando las necesito. Hana Note está haciendo fanarts increíbles, búsquenla así en redes.
Los leo muy pronto.
Susy Chantilly.
