Empezaban a asomarse los primeros rayos del sol cuando entre al hotel en el que me estaba quedando, subi rápidamente a mi habitación quitando mis auriculares mientras escuchaba las ultimas notas de la canción

Pain!

You made me a, you made me a believer, believer

Pain!

You break me down, you build me up

Believer, believer

Pain!

I let the bullets fly, oh let them rain

My life my love my drive it came from...

Pain!

You made me a, you made me a believer, believer

Me desvestí tirando a un lado mi ropa de correr, y entre a la ducha. Correr es de las pocas cosas que me calman y distraen cuando estoy estresado... nunca fui muy fanático de hacerlo, jamás fui un atleta escolar o algo parecido, todo lo contrario, era una especie de estudiante rebelde, si se le puede llamar estudiante, pues prácticamente no llegaba a clases, ¿Para qué? Después de todo, solo era uno más del sistema, y mi comportamiento no ayudaba, así que fue fácil para todos fingir que no estaba allí. Fue hasta que comenzó mi formación en la escuela militar que tuve que correr, y Dios como lo odie los primeros meses, supongo que era parte de mi renuencia o el miedo a que se dieran cuenta que no pertenecía a ese lugar; y sin embargo ahora es parte de mi rutina.

Entre a la regadera dejando que el chorro de agua cayera sobre mi cuerpo, permitiendo que mis músculos se relajaran, aún tenía tiempo y tampoco es como si tuviera prisa por llegar, así que al terminar pongo una toalla a la altura de mi cadera y salgo.

Al estar en un hotel temporalmente, no tengo una cafetera así que me dispongo a pedir servicio a la habitación, mientras espero me visto, tomo una camisa manga larga negra y la arremango a la altura de mis codos, un pantalón de mezclilla y me calzo mis botas de motociclista, Dios mi moto, espero poder usarla pronto, odio depender del servicio de taxi o Uber. Estoy preparando mi mochila metiendo mis zapatos de trabajo allí, cuando tocan la puerta, seguro es mi café

Abro y la chica encargada de entregarlo me mira con cara roja mientras dice: - buenos días, su café.

Procedo a pagarle y darle las gracias, nunca he sido bueno con las reacciones de las personas y menos las mujeres; en fin, después de terminar mi café tomo mi chamarra de piel y salgo a esperar el Uber que pedí. No tarda en llegar y subo.

-buenos días, al hospital general verdad? Pregunta el conductor

-buenos días, si al hospital digo solamente para quedarme callado durante el trayecto de media hora, mientras observo la ciudad, pensando como carajos acepte venir aquí en primer lugar.

-en serio hermano, necesito tu ayuda aquí, no hay suficientes cirujanos

-contrata a alguien, ya encontraras alguno, siempre hay

-sii, pero no en quien confíe y menos con tus capacidades; dijo haciendo referencia a mi preparación en a la escuela de medicina militar

- Rick, en serio aprecio que me consideres para el puesto, pero no creo que sea lo más adecuado, tú lo sabes

-No te lo pidiera sino fuera necesario, considéralo un favor personal, otro más que agregar a la lista

-de acuerdo, lo pensare, le respondí, cosa que viniendo de mi es prácticamente un si

-gracias, gracias, no te arrepentirás, aunque yo me estaba arrepintiendo desde el momento en que tome la llamada

-estamos en contacto, dije antes de colgar

Y dos semanas después estoy aquí camino al dichoso hospital en el que trabajare con él. Aun no entiendo porque acepté siquiera su amistad, lo conocí durante la especialidad de cirugía, él había ingresado con los nuevos y yo era el adjunto del médico titular encargado de ese grupo, jamás me intereso hablar con nadie y viceversa, puedo decir que no era un secreto quien era o de donde venia, podre tener una carrera militar pero mi pasado no fue sobre algodones, y las cicatrices en mi espalda me respaldan, pero la mayoría de los que ingresaban solo eran hijos de papi que creían saber todo, buscaban tomar mi lugar o humillarme por mi pasado. El punto es que aún me sorprende que a pesar de la diferencia de edad con Rick haya llegado a ser mi amigo, pues tengo casi 36 mientras el 29. Tal vez el hecho de haberle salvado la vida ayudo a que a partir de allí se me pegara como una pulga a un perro, sin afán de ofender a mi amigo.

-Demonios! Maldito Shane como Diablos terminamos aquí, vámonos ... alcance a escuchar la voz en el callejón que me encontraba fumando, no soy chismoso ni nada y es una suerte que no me hubieran visto, pues estaba tras un contenedor grande de basura, pero reconocí la voz y voltee a ver en su dirección justo para ver cómo se agachaba para ayudar a su amigo, empezando a caminar con él, dejando a sus espaldas a dos tipos ebrios con más golpes que ellos, pasaron a un costado de donde estaba sin percatarse de mi presencia, cuando vi un reflejo de algo brillante y con punta dirigiéndose a su espalda, fue una suerte el tipo de la navaja tampoco me hubiera notado, por lo que procedí a inmovilizarlo, por lo que se alteró y empezó a gritar

-quien carajos eres, déjame encargarme del niñato bonito

-ohh no será hoy, ni nunca, no me quitaras las pocas diversiones que tengo…le dije

-que? Dijo confundido aun tratando de dar soltarse

-lo que escuchaste, si lo matas me quitas la diversión de seguir torturándolos en el hospital dije

Para esto tanto Rick como Shane me miraban perplejos, mirándome como si tuviera un tercer ojo en la cara. Lamentablemente no vi levantarse al tipo de atrás que me dio un golpe a un costado de mis costillas obligándome a soltar al tipo de la navaja

- Así que muy valiente cuidando niñatos, ¿qué pasa? No puedes con las mujeres y debes recurrir a tirarte a niñatos dijo burlándose mientras lanzaba manotazos con la navaja.

No le respondí por lo que aprovechando su distracción lancé una patada a su brazo con lo que soltó la navaja que se perdió en la oscuridad, fue entonces cuando le dije:

-es ahora cuando lamentaras tus palabras, y me le fui encima dándole golpes hasta dejarlo inconsciente

-Cuidado! ¡Atrás! Gritaron Rick y Shane, permitiendo que al voltear le diera un puñetazo en la cara al segundo tipo, que, al estar más alcoholizado y golpeado de la anterior pelea con los chicos, solo se escuchó el peso muerto donde cayo. Saqué mis cigarros del bolso de mi pantalón y empecé a caminar rumbo a la calle de enfrente ante la mirada de Rick y Shane

- ¿No piensan venir? ¿O van a seguir buscando problemas? Les dije,

Eso basto para que me siguieran a mi departamento que estaba un par de calles más arriba del callejón del bar donde estábamos, cosa de la que me arrepiento, porque después de curarlos, aunque los eche por esa noche, su visita se convirtió algo constante, como dije una pulga se me pego esa noche y esa pulga trajo otra consigo. Bueno quizás exagero al decir que me arrepiento porque obtuve dos buenos amigos, pero ciertamente mi tranquilidad se vio interrumpida por la invasión de ellos, contrario al sensato Rick, Shane me dio más dolores de cabeza de los que puedo recordar metiéndose en peleas de bar, antes de le pusiera un alto amenazando con delatar su comportamiento para que fuera echado del programa, se molestó por semanas, pero al final lo entendió…

Cuando terminaron su especialidad, nos separamos pues Rick decidió volver a su ciudad natal donde lo esperaba su esposa Lori embarazada, Shane y yo nos quedamos, pero más temprano que tarde tuvimos que viajar para el nacimiento de Carl, tristemente no fue algo alegre como se suponía sería pues Lori murió durante el parto, dejando tanto al nuevo padre como a Shane devastados, pues ella había sido mejor amiga de ambos desde la infancia, me quede unas semanas hasta ver que no hicieran alguna tontería por el dolor, cuando vi que estaban bien retorne a mi ciudad, después de todo aun me quedaban algunos años por devolver, cierto olvide mencionar que a diferencia de Rick o Shane que estudiaron en universidades privadas, el que estudiara en la escuela militar no fue solo por mi comportamiento rebelde, sino por mi falta de recursos, así que entonces Carol, me oriento con mucho esfuerzo a inscribirme, por lo que a cambio de mis estudios y servicios que cubría la escuela debía devolver el doble de tiempo trabajando donde me asignaran; y prefería estar en ese hospital que en el maldito infierno en el que estuve durante mis primeros años después de graduarme, aun no puedo olvidar las cosas que vi o la impotencia que sentí muchas veces, fue una manera de agregarme más cicatrices solo que estas no eran visibles sino estaban en mi corazón y mente.

Carol, mujer más testaruda no creo encontrar en mi vida, era mi orientadora en la preparatoria, aun no recuerdo como logro que enderezara mi camino pero se lo agradeceré eternamente, cuido de mi lo más que pudo, me dolió su muerte hace unos meses, esa es la razón por la que no estaba trabajando, esa mujer fue un pilar en mi vida y al morir sentí que perdía el norte, pero como siempre aun en la muerte sigue estando para mí, pues asumo que sabiendo mi testarudez y orgullo jamás me comento que me había hecho beneficiario de sus bienes y seguro, no es como que lo necesitara pues con mi sueldo en el hospital me permite tener una vida mucho más lujosa que la que alguna vez aspire, no soy millonario pero puedo tener una vida holgada, y con lo que me dejo Carol contribuyo a facilitarme más la vida, en fin entre los bienes que me dejo, esta una propiedad que mantenía en esta ciudad, por cuestiones administrativas aun no me la entregan pero en unos días podre mudarme.

Saliendo de mis pensamientos volteo a ver mi reloj y veo que son 7:25 am, rayos primer día y llegare tarde, Rick dijo que habría una reunión a la que debería asistir.

-No deberíamos haber llegado ya ¿Porque frenamos?, preguntó al conductor cuando siento un tirón en el cuello porque se detuvo de golpe y es cuando levanto la vista

-lo siento, los demás frenaron sin avisar, creo que hubo un accidente me dice al escuchar un fuerte ruido más adelante… eso basto para que salga del auto y me dirijo hacia el lugar del accidente, donde ya hay una aglomeración de gente, pues al parecer un conductor ebrio habría arrollado a una chica que estaba cruzando, lanzándola varios metros, corro hacia ella y hago un rápido barrido para revisar alrededor, observo que esta semiconsciente, y su estado no es bueno, tiene una hemorragia en el abdomen así que procedo a darle los primeros auxilios tratando de controlar la hemorragia mediante presión directa, y tratando de mantenerla consiente, afortunadamente los servicios de emergencia llegan rápido y se hacen cargo de la situación después de indicarles que soy médico y las medidas que hice

- a donde la llevan pregunto

- al hospital general me dice un paramédico

Me dispongo a regresar al vehículo en que venía cuando observo al conductor imprudente que había permanecido sentado sobre la acera al parecer aún está asustado por lo que provoco, pero sin aparente lesión, y es cuando cae sin poder respirar, me acerco abro su vía aérea, reviso si existe alguna obstrucción al no haberla, empiezo con los ciclos de compresiones y respiración hasta que es necesario moverlo a la ambulancia, en la cual por la situación me dejan subir y acompañarle. Rápidamente llegamos al hospital y es atendido por el personal. Es entonces cuando caigo en cuenta que deje mi mochila y celular en el Uber que me traía

-demonios, ahora como le aviso a Rick, me pregunto regañándome mentalmente, decido acercarme a la central de enfermeras y preguntar por el

-buenos días, disculpe podría indicarme donde puedo encontrar al Dr. Rick Grimes, la enfermera me mira de pies a cabeza antes de preguntar

- ¿Esta herido? ¿ya fue atendido? Señalándome al verme cubierto de sangre el brazo

-ah? No, no es necesario, esta sangre no es mía, es de la chica que trajeron del accidente

-oh perdón, pensé que era de usted, ahora con respecto al Dr. Grimes en este momento está ocupado en una reunión y no puede ser molestado, así que mientras espera vamos a limpiarle ¿le parece?

-sí, pero en serio necesito localizarlo, yo debería… estar en esa reunión quise terminar antes de ser arrastrado a un box por esta chica, trato de explicarle y salir, pero no me deja por lo que se empieza a hacer un alboroto al punto de que un guardia de seguridad tuvo que ser llamado, no es que no pudiera con él pues era un señor regordete ya entrado en años, por lo que me contengo y trato de hablar nuevamente

-señorita ya le dije que tengo que ver a Rick

- y yo a usted le dije que espere, tengo que limpiarlo al parecer si tiene un corte y debe atenderse

- yo escucharía a la señorita Connie me dice el guardia

- esto no es nada, en serio yo puedo atenderme, pero necesito ver a Rick, y es entonces cuando escucho que se abren las puertas y una voz hermosa pero firme dirigiéndose al box donde estaba

- ¿Se puede saber que rayos sucede aquí? y me sorprendo al ver a una pequeña rubia enfundada en unos pantalones negros y blusa celeste con unos tacones que me pregunto cómo rayos hace para caminar con esos.

- ohh Dra. Greene...dice la enfermera: - es que el señor… duda porque no le he dado mi nombre, por lo que voltea verme con duda

-Dixon respondo secamente, mientras continúo viendo escéptico a la Dra. Greene, pues parece todo menos doctora, aunque lo más seguro es que sea de esos médicos administrativos que tanto odio que en lugar de cumplir con su juramento, se la pasan tras sus escritorios sin ayudar a los pacientes.

-bueno le decía el Sr. Dixon aquí presente no se deja atender y solo repite y repite que necesita ver al Dr. Grimes, siendo entonces cuando gira a verme

-¿Para que querrías ver a Rick? me cuestiona y me escanea con esa mirada que tanto odio, lo sé, me está juzgando por mi aspecto, se que con mi cabello largo y ropa parezco más un motociclista que un médico... estoy a punto de responderle cuando escucho unas voces familiares

-Pero miren que trajo el viento del este, si es nada menos que Daryl Dixon escucho reír y burlarse a costa mía al gracioso de Shane… - ¿es que no puedes simplemente entrar a un lugar sin llamar la atención? Prácticamente grita mientras se acerca a saludarme

-Walsh, gruño entre dientes- siempre un gusto verte

-Daryyyl, amigooo que rayos haces aquí, ¿qué te paso? Me dice Rick cuando se abre paso a saludarme

-Nadaaaa…no tengo nada que yo mismo no pueda atender, pero al parecer en tu hospital es imposible que escuchen, repito mirando de reojo a la rubia que esta sorprendida por la familiaridad con la que me trata Rick

- ¿Entonces es tu amigo? Estaba a punto de echarlo por el alboroto que causo

-oh querida Beth eso no es necesario, porque él es el cirujano que esperábamos dice con una gran sonrisa, a lo que yo solo observo la consternación en la cara de la rubia presumida que pretendía echarme,

-oh esto será divertido le expreso a Rick mirando fijamente a la rubia de la que ahora se su nombre es Beth.


Believer . Imagine Dragons