Tywin I.
Estaba enfadado, nunca habia imaginado que el cachorro Stark fuera a ser una amenaza. A medida que pasaban los años, sobre todo tras la muerte de Jon Arryn, Tywin Lannister habia comenzando a pesar en el conflicto que estallaría a la muerte de Robert Baratheon, supuso que tanto Stannis como Renly reclamarían la corona, sin embargo únicamente el Señor de Rocadragon podía imponer cierto respeto al Señor de Roca Casterly, sobre todo tras la captura de Ned Stark en Desembarco del Rey. Sin embargo apareció un nuevo jugador con el que Tywin no habia contado: Robb Stark, el Joven Lobo, Señor de Invernalia y Rey en el Norte.
El Joven Stark habia humillado a Tywin en repetidas ocasiones, primero derrotando a su hijo Jaime y luego capturándolo, liberando Aguasdulces y por ultimo invadir sus propias tierras. A diario llegaban a Harrenhal cuervos de los señores del oeste pidiendo ayuda frente a los Norteños. No pensaba enviar fuerzas hasta que se entero de que el Joven Lobo habia vencido a su primo Stafford Lannister en Cruce de Bueyes, matando a miles de hombres, despejando el camino de los norteños hacia Roca Casterly. No podía dejar que Stark conquistara su castillo, si lo conseguía, su aurea de guerrero invito seria invencible y el honor y la reputación de su familia se quebraría como un cristal al chocar contra el suelo.
Sin embargo, no podía abandonar Harrenhal sin arriesgarse a que Stannis Baratheon ataque Desembarco del Rey sin preparar un plan de contingencia: el plan consistía en que Ser Kevin Lannister, su hermano pequeño, viajaría hacia Puenteamargo, donde Lord Mace Tyrell y su ejército se encontraban para ofrecerle una alianza mediante la cual Joffrey se casaría con Margare Tyrell, a cambio el ejercito del Dominio protegería Desembarco del Rey, con el Joven Lobo luchando por la independencia del Norte y siendo Stannis el presunto asesino de Renly Baratheon, a Tyrell solo le quedaba Joffrey si quería conseguir algo de esta guerra.
-¿Mi señor, mi señor?
Un joven escudero se estaba dirigiendo a él, provocando que Tywin Lannister dejara de pensar en las acciones que habia tomado en los últimos días, obligándole a volver al presente. Se encontraban en un campamento cercano a la frontera entre el Oeste y el Tridente y cada vez se sentía más cerca de su hogar.
El escudero volvió a dirigirse a él.
-el consejo de Guerra se ha reunido, le esperan.
Tywin asintió y se dirigió hacia la tienda de mando. Allí se encontraban sus mejores comandantes: Marbrand, Lefford, Banefort, Brax, Crakehall, Swift y Clegane. Todas las discusiones cesaron en cuanto el Señor del Oeste entro en la Tienda. Su sola presencia imponía respeto.
-Bien, mañana entraremos en nuestro territorio, y viraremos al sur, hacia el Camino Dorado. Llegaremos Roca Casterly y allí nos aprovisionaremos para marchar a perseguir a los norteños, es hora de que Robb Stark demuestre que no se juega con el León. Dad este mensaje para vuestros hombres, deseo que la mayor parte de señores norteños sigan con vida cuando acabemos con el ejercito de Stark, pero el chico me da igual si vive o muere, eso sí, si muere quiero su cuerpo y el de su bestia para mostrar al mundo que no es más que un niño jugando a un juego de adultos. ¿Esta claro?
Todos asintieron y no parecieron tener dudas. Solo Ser Adam Marbrand alzo la voz.
-mi señor el chico Stark ha demostrado ser traicionero, como sabemos que no ha regresado ya hacia el Tridente.
-el chico tiene buena cabeza para la guerra, sus hombres le adoran y seguirán pensando que es el Rey en el Norte mientras gane batallas, no va a cometer errores, no sin nuestra ayuda, debemos darle caza como se hace con la alimaña para poder regresar al este y enfrentarnos a Lord Stannis. Eso será todo por hoy.
Los señores se levantaron y después de una reverencia se retiraron de la tienda. Tywin se sirvió una copa de vino y miro hacia su campamento. Durante años habia creado un poderoso ejército, ahora habia llegado de usarlo para acabar con un chico que se habia convertido en una de las más grandes amenazas para su legado y el poder de su familia.