Parte II
Agradecimientos: a Anita, Leandro y Silabaris Legi, por todas las veces que leyeron este fic y me dieron buenas indicaciones para reescribirlo. Me quedaron algunas sugerencias sin tomar, pero todo lo que me dijeron me fue de mucha utilidad.
Una sensación fría y viscosa. Un poco de dolor… bastante dolor. Y luego… algo agradable. Paz. Esa cosa resbalosa y helada, de todos modos, aún rodeaba gran parte de su torso. Era como ser llevado en brazos… lejos, muy lejos. Todo a lo ancho del… ¿del océano?
Abrió los ojos abruptamente, presa del pánico. Debía soltarse, debía nadar. Sin embargo, en la medida que sus pupilas se adaptaban a la semi penumbra, fue comprendiendo que su situación había cambiado drásticamente. Estaba en una especie… de cueva… podía percibir la aspereza de las rocas a su alrededor. Su cuerpo parecía más ligero, como si flotara… ¿acaso estaría muerto y esta dura piedra era una forma triste de Paraíso?
Entonces, de soslayo logró divisar algo que cambió completamente la orientación de sus ideas. Una mancha oscura se había movido rápidamente cerca de su mano izquierda. Fijó allí su mirada y quedó cautivo en una mezcla de espanto y odio cuando lo reconoció: un negro y enorme tentáculo.
¡El monstruo! ¡El maldito monstruo sí existía y estaba allí! Se mantuvo inmóvil en la esperanza de que no lo hubiera notado. Debía analizar la situación y planear una estrategia. Desde donde estaba, no podía ver más que el borde de aquel tentáculo, perdiéndose en las sombras. ¿Sería alguna especie de gigantesco pulpo? En su corazón se agolpaban las emociones. Sentía rabia por todas las personas que habían muerto allí, por el terror que tantas veces había encontrado en los ojos de los bañistas a los que rescataba, por el esfuerzo a menudo inútil de tantos guardavidas a lo largo de los años… ¡quería vengarse! Pero, en verdad, también sentía muchísimo miedo. ¿Cómo se enfrentaba un monstruo así? ¿Tenía alguna posibilidad de ganarle? ¿Sería realmente… un ser de leyenda? Naruto era valiente pero tampoco tanto. ¿Acaso había sobrevivido a que el océano se lo tragara solo para ser devorado por algún tipo de bestia mitológica?
Hizo su mejor esfuerzo por concentrarse. Trató de incorporarse tan lento como pudo, para tener una mejor visión. Sin embargo, ese gesto debió de haber alertado al monstruo, porque identificó oscilación en la negrura. Bien, solo tendría una posibilidad, debía ser rápido… qué diablos, ya estaba aquí, no había dónde huir, ¡lo enfrentaría a como diera lugar! Como pudo, notando apenas que había algo extraño en la lentitud de su cuerpo, se lanzó contra las sombras pegando un puñetazo al azar. Pegó otro y otro hasta que… los tentáculos rodearon sus tobillos primero, tironeándolo, y sus muñecas después. Desesperado, se agitó en todas direcciones, oponiendo cuanta resistencia era capaz; no obstante, aquellas extremidades continuaron girando en torno a su cuerpo hasta inmovilizarlo por completo. Quedó desplegado con los brazos y piernas en cruz, como carne echada violentamente al asador. Entonces, este era el final, ahora sí. No había defensa posible. Aquel animal estrafalario lo devoraría o, peor, lo desmembraría lentamente, quizás jugaría con él y echaría sus pedacitos sanguinolentos y abarrotados de dolor entre los arrecifes. ¿Cómo sería el resto de ese ser? ¿Sería simplemente un pulpo gigante, ocultando el pico debajo de los tentáculos? ¿O más bien, como le gustaba fantasear a Kiba, sería una especie de Chtuluh, alguna clase de divinidad de los infiernos, distinto de todo lo que él conociera? Fuera como fuera, no tendría oportunidad de contarles a sus amigos lo que iba a ver. Ese secreto increíble se iría con él al más allá. Un pavor insoportable se introdujo por cada uno de sus poros a medida que comprendía que esta no era una pesadilla de la que pudiera despertar.
De a poco, los tentáculos se acercaban y cada vez divisaba más de ellos. En la medida en que se aproximaban al centro de aquel ser, se volvían más gruesos y viscosos. Entonces, logró verlo al fin, en el que sería quizás su último instante. Era… ¿un muchacho?
Naruto pestañó. En donde esperaba hallar la cabeza enorme de un pulpo, estaba el torso blancuzco y delgado de un chico como de su edad, de cabello muy negro y ojos rasgados. Algunas marcas extrañas aquí y allá le hacían pensar tal vez en branquias o algo similar. Sus orejas, y también sus uñas, eran puntiagudas y largas. Es decir que… ¿sí se trataba de una divinidad, una sirena o lo que fuera? Todos esos años de trabajo, rescatando niños… ¿Naruto había estado robándole los ansiados sacrificios humanos a algún tipo de demonio antiguo?
Tironeó de sus manos, en un último intento frustrado por liberarse. Percibió en el otro una sonrisa socarrona, casi humana… excepto por los colmillos. Ese ser se estaba burlando de él, de su incapacidad para salvarse. Se divertía a su costa, girando su hermoso rostro de dios para observarlo detenidamente y comprobar su inutilidad de humano. Ya, de modo que sí iba a cortarlo en pedacitos y a jugar con sus restos antes que simplemente comérselo… pero, quizás aún tuviera posibilidades de eso último, porque ahora el monstruo se aproximaba peligrosamente, con la boca apenas abierta, como a punto de echarle un mordisco en plena cara. Aunque intentó contenerse, cuando lo tuvo casi encima Naruto no pudo evitar gritar.
No obstante… ningún sonido salió de su garganta. Se sorprendió tanto que quiso llevarse la mano a los labios en un impulso. El pulpo se lo permitió y tomó un poco de distancia de él, como si quisiera desentrañar qué significaba su expresión de asombro. Abrió de vuelta la boca, llena de un líquido salado… y entonces comprendió: aún estaba bajo el océano.
Angustiado, renovó sus pataleos; esta vez, resultaron inesperados para el otro, que lo miró molesto, sin impedírselos. Naruto se tocaba la tráquea y la nariz, escupía y trataba de respirar sin éxito. ¿Cómo interpretar eso? ¿Qué demonios sucedía? ¿Qué otra cosa inexplicable podía pasarle en el transcurso de unas horas y en el borde de la muerte?
El extraño dios le dirigió una mirada que parecía decir, simplemente, "¿que acaso eres estúpido o qué?". Naruto intentó gritar que se estaba asfixiando, pero ningún sonido salía de sus cuerdas vocales, por supuesto. Vio al otro sacudir la cabeza, como resignado a su idiotez. ¿Acaso no veía la gravedad de que se estuviera ahogando? ¡Ya vería lo aburrido que le resultaría despedazar un cuerpo ya muerto, sin nada de resistencia!
El otro extendió una de sus manos (porque, sí, además de los tentáculos, tenía dos brazos perfectamente humanos) y le tocó la frente con el dedo del corazón y el índice.
"Nos podemos comunicar por aquí, idiota. Deja de escupir en el agua, se te llenará la cara y el pelo de tu saliva asquerosa".
Naruto escuchó esa voz claramente en su interior. Era una voz dura y masculina. ¿Así hablaba aquel monstruo? ¿Cómo se había metido en su cabeza? Y… ¿cómo debía hacer para contestarle? Mientras él estaba en estas disquisiciones, el otro lo inspeccionaba. Se había acercado otra vez y observaba detenidamente cada parte de su cuerpo. Recién entonces Naruto reconoció que ya no llevaba su remera y su buzo, solo llevaba su pantaloncito de baño naranja. ¿Se le había salido todo aquello solo, mientras el mar lo llevaba y traía? Al notar que una de aquellas blancas manos levantaba el elástico de su última prenda para mirar también por allí, comprendió que el monstruo debía de haberlo desnudado intencionadamente. Avergonzado, llevó las manos a su ropa para detener la investigación del otro, que levantó la vista con frustración. Parecía tener curiosidad, porque al serle vedado ese fragmento se su piel pasó los dedos a lo largo de sus piernas y jugó un momento con los dedos de sus pies. Naruto tuvo que aguantar las cosquillas. No sabía en qué momento había cambiado la situación pero, si bien la idea de ser devorado no se le hacía inverosímil, ya no sentía exactamente miedo. Aunque no era un sentimiento tan distinto el que lo abordó cuando el ser retornó hacia sus muslos y trató de meterse en su pantalón por otro lado. Volvió a intentar gritar inútilmente y se cubrió con los brazos. El otro lo contempló con fastidio.
"Déjame ver ahí. Eres distinto a los niños. ¿Qué piensas que te haré? Miedosito".
Era definitivamente perturbador que esa voz retumbara dentro de sí, como si fuera la suya propia. Además… ¿el dios ese de cuarta estaba burlándose otra vez de él? ¿Cómo se atrevía a juzgarlo por tener miedo en ese contexto? Y… ¡¿quién dijo que tenía miedo?!
"No tengo miedo, bastardo, pero no me olvido de todos los chiquillos que salvé y que arrebaté de tus roñosas manos". Solo lo pensó, pero dado que el monstruo de inmediato se miró las pulcras uñas con sorpresa, dedujo que eso alcanzaba para que se comunicaran. "Oye, ¿escuchas todos mis pensamientos?".
"No, solo cuando quieres decirme algo. Por suerte, sino, vaya a saber las estupideces que te imaginas y que tendría que escuchar. Como esa bobada de mis manos, que están perfectamente limpias, para tu información".
"Lo decía en sentido figurado, porque querías comerte a los niños y yo te vencí al rescatarlos. No me importa si tienes manos de princesa, igual son roñosas porque las usas para raptar personas inocentes".
El pulpo giró la cabeza, confundido.
"¿De qué hablas, tarado? Si hasta a ti te salvé una vez. Yo no rapto humanos, ¿para qué los querría? Ya bastante tengo con los que vienen a mí por sí mismos. Esperaba que me recibieras mejor, después de tanto tiempo sin vernos".
"¿Salvarme…?".
Con un movimiento rápido, el rostro del otro se le vino encima. Rozando sus narices, los ojos de uno quedaron fijos en los del otro. El cuerpo del rubio se sentía extraño, como adormecido. Tanta información inesperada lo mareaba cada vez más.
"¿Ni siquiera me recuerdas… Naruto? Y yo que pensaba que cuando te quedabas tanto tiempo mirando el mar en la madrugada... estabas buscándome".
"¿C-cómo sabes mi nombre?". ¿Se podía tartamudear en el pensamiento? Diablos, Naruto se sentía tan intimidado por la cercanía que no podía concentrarse. Su cerebro apenas le respondía. Experimentaba súbitos deseos de dormir, de hacer una pausa a todos esos descubrimientos y seguir en otro momento.
"Así te llamaba la mujer que te buscaba el día que te metiste al agua a pesar del oleaje peligroso. En ese entonces, eras pequeñito. Tus piernas se veían más delgadas. Yo te sostuve a flote hasta que un hombre pudo alcanzarte; de todos los humanos que salvé, fuiste el único que continuó viniendo a buscarme, ¿o no es así? Te observaba desde la distancia; te sentía pensándome".
A pesar del frío y del agua, Naruto se sonrojó. Los recuerdos le llegaban entrecortados: su niñez, la sensación de volar sobre las olas mientras Iruka nadaba desesperado hacia él, el tiempo que se quedó contemplando el mar, como si hubiera perdido algo allí mientras creía ahogarse. El hábito confuso de volver allí, de buscar… ¿qué buscaba? ¿Qué dominaba su mente cuando imaginaba al monstruo de la leyenda? ¿Los que él había creído puros pensamientos vengativos acaso eran otra cosa para este ser? ¿Tenían alguna razón después de todo sus amigos cuando se burlaban de él diciendo que parecía un enamorado perdido? Mierda. El odio, el miedo y tantas cosas horribles que había albergado su corazón ahora se confundían con un nuevo sentimiento en el que no había reparado nunca. Una intensidad lo embargaba hasta embotar sus sentidos. Antes de desmayarse, lo último que pudo razonar fue que aquellos ojos negros que tenía enfrente eran un abismo y que, de súbito, le parecían hermosos.
* * * Continuará... * * *
Notas de Autora: ¡…volví! Mil disculpas por la demora. Reescribí este fic 200 veces, ese es el motivo por el cual me tardé tanto en subirlo, a pesar de que la primera versión la hice en noviembre del año pasado. Finalmente, decidí dividir el cierre en dos partes, o sea que esto no ha acabado aquí. Publicaré la parte tercera y final el próximo lunes c: Ya está todo escrito y beteado así que esta vez no habrá demoras. Sin embargo, incluso con esta división, no conseguí alargarlo tanto como mis betas me pedían. Por eso, se me ocurrió una loca idea… ¿qué tal si ustedes escribieran lo que falta? Sería así: organizaré un concurso de one-shots y drabbles ubicados en el universo de este fic. Es decir, tendrá que ser coherente con este fic, pero fuera de eso tendrán total libertad. El que más me guste, lo publicaré aquí como un anexo al fic (indicando su autoría y publicitando su cuenta personal, si la tuvieran). ¿Les gustaría participar? Subiré las reglas en mi página de Facebook cuando ya esté publicada la tercera parte del fic. Pero primero cuéntenme qué les parece, quizás les suena a locura y mejor no me meto en líos jaja. Y, ¿qué piensan del giro que ha dado la historia? Sé que originalmente era de terror y ahora… en fin, no se me da bien el terror ^^U Espero que de todos modos les haya resultado interesante. Quedo ansiosamente aguardando por sus comentarios.
