CAPÍTULO DOS
LA LUCHA ETERNA
SECCIÓN PRIMERA: VERDE ESPERANZA
Las espaldas encogidas de Shinji ocupan el centro del ascensor. Frente a él se levanta la verja que le ha separado definitivamente de Misato; más allá del alambre, las luces de los diferentes niveles de NERV se suceden rápidamente.
Está llorando. Pasan algunos niveles más hasta que acerca una de sus manos a la cara, y se percata que esos dedos son los que agarran la cruz de su tutora. La vista continúa tras él cuando comienza a temblar y cae de rodillas, cabizbajo.
"Misato…"
Unos instantes después, el pelo que le cubre los ojos se echa hacia atrás de un impulso. Su cara se atreve a mostrarse por primera vez: las mejillas, como si hubiera llorado la sangre que las cubre. Su mirada, mojada pero intensa como hacía mucho tiempo, llena de odio.
En la sala de control de NERV los soldados de las JSSDF han tomado posiciones en la planta inferior, y siguen disparando a discreción a los técnicos en las plataformas.
Ibuki, sin empuñar arma alguna, se mantiene agachada pendiente de la pantalla de su ordenador.
"Dios mío… no puedo creerlo… ¡el nivel de sincronización de Asuka ha superado por primera vez el 100%!"
Su mirada de preocupación se encuentra con la de Aoba, cuya voz se eleva sobre el sonido de los proyectiles.
"¡Eso es bueno, ¿no?!"
Pero una bala rebota cerca de él, y tiene que agachar la cabeza.
Comienza a sonar el arreglo musical "Aria para la cuerda de sol", de Johann Sebastian Bach, con una duración de 3 minutos y 3 segundos.
Como un gato salta el EVA2 sobre uno de los MP EVAS arrastrándolo al lago. Asuka ruge con furia en la cabina. Debajo del agua, el cuchillo progresivo atraviesa el casco del enemigo; la Unidad 02 sale corriendo a por su siguiente presa.
El siguiente EVA se resiste un poco, el cuchillo progresivo se parte en el proceso, pero Asuka acaba partiéndole el cuello. Al instante otra figura blanca oscurece el sol, aunque la Unidad 02 rueda por el suelo para evitar el ataque.
Asuka se hace con una de las gruesas lanzas de alguna de sus víctimas, y las armas desprenden chispas cuando entrechocan entre sí. Ella no para de gritar cual animal salvaje: su cuerpo se bambolea como si fuera una de sus odiadas muñecas de trapo.
La Unidad 02 sale victoriosa de este extraño duelo gracias a su mayor rapidez, descendiendo finalmente su arma antes que el otro. El color de la armadura del perdedor pasa, en un segundo, de blanco a rojo.
El aria continúa sonando.
Gendo y Rei observan el cuerpo crucificado de Lilith. No se han percatado de que Ritsuko está sentada en el borde del Dogma Terminal.
"Te estaba esperando."
Ella se incorpora despacio y sube el escalón donde estaba apoyada. Tras dar un calmado paso hacia ellos, Ritsuko saca su pistola y apunta a Gendo. Sonríe cansada.
El torso arrancado de uno de los MP EVAs sale volando por encima de los árboles del GeoFront. Mientras la Unidad 02 lancea a otro, un tercer EVA se abalanza sobre ella. Su boca se deforma en una mueca de ira mientras chorros de saliva caen sobre la armadura roja.
Cuando el EVA2 consigue sujetar los brazos de su atacante, el cuerpo de Asuka se extiende hacia arriba en la cabina; la expresión de su rostro es casi de disfrute. Una andanada de proyectiles hace el resto del trabajo. Otro menos.
La música no para de impregnar la atmósfera.
Rei se mantiene detrás de Gendo.
Ritsuko ya no sonríe, pero el cansancio sigue presente en su rostro mientras apunta al comandante: el hombre que nunca podría haberla hecho feliz, eso es seguro, pero quizá hubiera podido hacerla completa. Ritsuko aprieta más su mano en la empuñadura.
"Espero que puedas perdonarme. Pero tengo que destruirte. Y yo moriré contigo. Nos iremos juntos, tú y yo, al infierno."
Gendo habla pausadamente y con desdén.
"Ritsuko Akagi, ¿en serio?"
Ella aprieta la mandíbula, sorprendida de la reacción, aunque mantiene cierta calma.
"¿Es que crees que eso que tienes en la mano te protegerá? Una bala no podrá con él, pero te aseguro que lo hará contigo."
Gendo continúa impasible. Inclina su cara lentamente hacia Rei, sin mirarla.
"Rei, sepárate de mí. No sufrirás ningún daño. Pero no debes intervenir en esto."
La chica empieza a alejarse de él de manera automática.
Rei camina calmadamente en diagonal a ellos, y Ritsuko titubea, descolocada. Apunta brevemente a la joven aunque casi instantáneamente vuelve al cuerpo de Gendo. Sus ojos caen intermitentemente en él y en ella, y su subsiguiente grito está ya lleno de dolor y rabia.
"¡Rei! ¡Has sido una necia por confiar en este hombre! ¡Una imbécil!"
Un movimiento imperceptible cruza las cejas de Rei.
El aria comienza sus 15 segundos finales.
La chica continúa unos pasos más antes de detenerse y volverse hacia los dos. Entonces la vista se ve atraída por sus ojos rojos como diamantes.
El aria ejecuta su larga nota final.
Las tres figuras forman un triángulo equilátero perfecto sobre el suelo del Dogma Terminal.
La música deja de sonar.
Ni el rostro ni la voz de Gendo han abandonado el hastío.
"No tengo más tiempo para estas tonterías. Aquí me tienes, haz lo que tengas que hacer."
La mano de Ritsuko empieza a temblar levemente, su voz ya totalmente rota.
"¡¿De verdad… crees que… no lo haré?!"
La boca de él habla con mayor gravedad.
"Tú no quieres matarme. Has sido una insensata."
Tiembla mucho la pistola, cae un poco hacia abajo. Entonces dos disparos resuenan en el dogma.
Pero Gendo sigue allí de pie, por vez primera con una media sonrisa. Rei continúa inexpresiva.
Desconcertada, con lágrimas en los ojos, Ritsuko dirige su mirada hacia la joven buscando una explicación. La pistola hace un ruido seco al caer de su mano, y se hace el silencio en el Dogma Terminal.
"Vamos, Ritsuko, ¿de verdad creías que no controlaba a quien tengo cerca?"
Consiguen los ojos nublados de Ritsuko encontrar un momento de determinación y responder a Gendo con la mirada. Él saca con calma su pistola y la eleva lentamente.
"Tú no querías matarme."
La media sonrisa desaparece de su rostro, y su voz se enlentece incluso más.
"Y yo a ti, tampoco."
La expresión de Ritsuko se endurece todavía más.
"Eres un mentiroso..."
Suena otro disparo. El cuerpo de Ritsuko queda flotando, boca arriba, sobre el lago de LCL.
Hyuga dispara sobre las fuerzas de ocupación a la vez que grita.
"¡¿Qué está pasando ahí fuera?!"
Ibuki observa la pantalla de su portátil. El suelo a su alrededor está plagado de papeles, lápices y casquillos.
"¡Menos de un minuto para que la energía de la Unidad 02 se agote!"
Se dirige hacia Hyuga, desesperada.
"¡Si reduzco la sincronización… Asuka no podrá acabar con ellos!"
Hyuga la mira con extrañeza, poniéndose a cubierto.
"¿Por qué ibas a querer reducirla?"
Aoba, con una metralleta tipo Uzi en la mano, también la observa de reojo. Ella vuelve la cabeza con un violento movimiento. Su sien está empapada en sudor; sus ojos, cerca de salirse de las órbitas.
El contador de energía del EVA2 marca 46 segundos. Asuka se echa hacia delante gritando con toda su alma.
Su EVA empuja a uno de los MP EVAs contra uno de los edificios de NERV, lo empuja más y más fuerte, hasta que se oye un crujido. Asuka vuelve la cabeza hacia su espalda: en su mirada hay una siniestra felicidad.
"¡Me niego a que me derroten! ¡Nunca más!"
Un último EVA se encuentra a cierta distancia de la Unidad 02.
"¡Esta victoria será mi regalo para ti, mamá!"
Por los altavoces de NERV esa última palabra suena sobre Shinji, que en ese momento se precipita sobre la barandilla que le separa de la Unidad 01.
La baquelita escarlata cubre totalmente el cuerpo del Evangelion: sólo se distinguen de su armadura algunos tonos morados y verdes. En el rostro de Shinji se mezclan el asombro y la rabia.
Sus manos aprietan tanto la barandilla que están perdiendo el color.
Dentro de la cápsula el cuerpo de Asuka se vuelve sobre sí mismo. Una de las pantallas auxiliares señala que la ratio de sincronización actual es del 124%. La enorme figura roja replica el giro de su piloto y lanza el EVA muerto, cual atleta olímpico, sobre la última figura blanca.
Ni siquiera espera al impacto de los dos EVAs antes de echar a correr. Ella sólo ruge. 20 segundos restantes de energía.
Cuando llega junto a sus enemigos, uno muerto sobre el otro vivo, la Unidad 02 pega un gancho de gran potencia. El puño atraviesa sin oposición el primer cuerpo, golpeando al segundo de manera que deja su núcleo al descubierto.
Asuka lo estruja con todas las fuerzas que le quedan en la mano. Su cara ya parece de loca, solamente gruñe. El temporizador indica que quedan 12 segundos. La mano de su EVA tiembla y tiembla.
De improvisto, la esfera violeta del núcleo se abomba y se parte con un chasquido. 0:07. Una sustancia negra y viscosa comienza a cubrir el antebrazo del EVA2.
El aullido de Asuka es ya una muestra de puro disfrute primitivo; aprovechando los segundos restantes, la Unidad 02 levanta los dos cuerpos hacia el cielo. El negro líquido chorrea sobre ella. En un gesto triunfal, se arquea.
"¡Sieg!"
Arroja bien lejos los restos de los MP EVAs.
Un solo segundo después de terminar el gesto del lanzamiento, suena el pitido del tiempo. El EVA inclina ligeramente la cabeza y las luces de sus ojos se apagan. Sus brazos pasan a colgar inertes después de otra suave sacudida.
Y se hace la calma.
Aoba se agacha para cubrirse de los disparos, volviéndose hacia Ibuki con ansiedad.
"¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Lo ha logrado?!"
Ella tiene la mirada fija en la pantalla. Sus ojos están húmedos.
"¡Maya!"
Y Maya parece volver a la realidad.
"Sí… ¡Sí! ¡Asuka lo ha conseguido! ¡Ha terminado con los nueve antes de que se acabara el tiempo!"
Su cara refleja sólo un ligero alivio, al igual que la de Hyuga, que se sienta cerca de ella.
"¡Menos mal! ¿Y ahora qué hacemos?"
Ibuki le mira durante un instante como si él no estuviera allí. Entonces empieza a teclear frenéticamente.
"Todavía queda una cosa… Y más vale que pueda terminarla lo antes posible."
La cabina de la Unidad 02 se ha oscurecido enormemente con el apagado. Sólo la luz de emergencia, de un verde intenso, ilumina claramente las facciones de la piloto. Hacía tiempo, demasiado, que no se veía en Asuka algo de esperanza, y una sonrisa de orgullo tan amplia. Sus pensamientos rebosan vitalidad.
¡Lo hice! Derroté a esos bastardos a tiempo… Nunca me había sentido tan bien aquí dentro. ¡He vuelto!
Asuka menea ligeramente su cabeza de manera coqueta. Hablando como para sí misma, ahora sí que exterioriza su sentir.
"Misato, estarás contenta, ¿eh?"
En la oscurecida pantalla que envuelve la cápsula todavía se puede ver el exterior: con todo, algunos de los sistemas auxiliares del EVA siguen funcionando.
La media sonrisa de Asuka, antes pura soberbia, se ha ido contagiando poco a poco de tristeza. Se incorpora sobre el asiento y posa su mano sobre el oscurecido revestimiento de la cápsula; sus ojos brillan con emoción.
Pero lo hemos hecho juntas, mamá. No lo habría conseguido sin ti.
Sobre un fondo verdoso emerge la negra silueta de Asuka con la mano en el cielo. Después se deja caer pesadamente sobre el asiento. Su expresión parece algo cansada: se restriega ambos brazos con las manos como para desentumecerlos. Sin embargo pronto vuelve a su cara el regocijo, elevando su barbilla hacia el cielo con un sonido de satisfacción.
¡Y lo he conseguido sin ese idiota de Shinji! ¡Ja! ¡A saber dónde se habrá metido!
Vuelve la cabeza hacia un lado con ojos afilados.
Tranquila, mamá, no le necesitamos.
Es ese desaparecido Shinji quien continúa agarrado a la barandilla de la plataforma de lanzamiento. Continúa con la cabeza gacha y temblando. Sobre él resuena una voz a través de los altavoces.
"¡Asuka lo ha conseguido!"
No se aprecia ningún cambio en Shinji al oír esas palabras. Unos instantes después, las que resuenan en su mente son otras, llenas de dolor.
Misato… ha dicho que me quería… Ha dicho… ¡que me quería!
Apoyado sobre la barandilla como está, un abismo de la altura de un Evangelion se abre delante de él.
Misato no es una extraña. ¡Misato es mi familia!
Sus manos aprietan la barra metálica con presión extrema. Entre dos de sus dedos cuelga el cordel de la cruz.
¡Y me la habéis arrebatado!
En su boca se forma ahora una mueca de ira que destapa sus dientes, y esto es lo único que puede verse de su cara.
Sólo hay tranquilidad en el GeoFront. Las JSSDF siguen ocupando posiciones alrededor del lago, pero sus efectivos están parados. No se llega a oír el canto de los pájaros, tampoco el retumbar de las bombas. Delante de los restos de la grisácea pirámide se dibuja la inmóvil cabeza de la Unidad 02.
En otra parte del GeoFront una arboleda podría confundirse con un frondoso bosque cualquiera si no tuviera varios cascotes sobre su alfombra verde; sólo se percibe una ligera brisa.
Sobre la hierba de otra arboleda, bastante más desolada, se escucha súbitamente un fuerte crujido, seguido de un breve silencio. Varios restos de cemento esparcidos sobre el suelo vibran una vez, acompañados de un grave sonido seco, como un tambor: se quedan quietos, y vuelven a vibrar de nuevo.
La vista va trepando a cierta distancia de la blanca espalda de un EVA, que camina pausadamente. Cuando llega a situarse por encima de su hombro y continúa su camino hasta el cielo, convirtiéndose en una vista panorámica, descubre la lejana silueta roja.
Ese MP EVA ya no porta una lanza voluminosa, sino otra más convencional; mucho más fina, alargada y simple. Diminutos octógonos de luz envuelven su punta. Las gruesas piernas continúan aplastando todo a su paso rítmicamente sin prisa alguna.
El EVA2, habiendo conseguido vencer a nueve de esos demonios, podría ciertamente ser considerado el mayor prodigio biotecnológico de la historia. Y su piloto, el mayor héroe. El problema es que parecía que no lo habían conseguido. Ajena a esto, en la oscuridad verde de su cabina, Asuka tiene los ojos cerrados. Su expresión es plácida.
Estoy… muy cansada…
Aprieta brevemente los ojos con incomodidad, sin abrirlos, y vuelve a restregarse los brazos. Al retornar a su posición su cara se ha relajado de nuevo.
Ahora sólo tengo que esperar a que me saquen de aquí…
Su calmada silueta, cual bella durmiente de un cuento para niños, parece contagiar el resto del ambiente.
Pero un pitido imprevisto rompe este solitario encanto. La radio acaba de conectarse. Asuka se sobresalta y mira hacia abajo, de donde parecen provenir unas voces que se atropellan estridentes. La voz de Ibuki está gritando su nombre, pero no son tanto gritos sino alaridos histéricos.
"¡Asuka! ¡Asuka!"
Es entonces cuando ella alza la mirada. Sus cejas también se levantan repentinamente. Justo en ese instante, las voces dejan de oírse, y ya no se escucha nada más.
Con una mezcla de asombro y terror, su expresión ha visto a un cadáver volver a la vida. Después de unos segundos petrificada, su figura se contrae hacia atrás ligeramente. Como si de pronto hubiera comprendido que ese muerto, ese fantasma, viene a por ella.
El azul ahora verde de su iris titila cuando la vista se centra en su dilatado ojo izquierdo. A su alrededor, la presión forma hondas arrugas en la delicada piel.
Tampoco había la expresión de Ibuki expresado nunca tanto pánico. Sus dedos intentan escribir en el teclado rápidamente; en su lugar lo hacen erráticamente. Desesperada, acaba por llevarse las manos a la cabeza.
"¡No! ¡No!"
Hyuga y Aoba ahora están cerca de ella, a cubierto de algunas balas esporádicas. Hyuga se inclina para sentarse a su lado y poder observar la pantalla.
"¿Pero de dónde demonios ha salido esa cosa? ¿Es que había más?"
Ibuki se echa inconscientemente sobre él.
"La van a matar… la van a matar…"
Hyuga alarga el brazo.
"¡No si la Unidad 01 sale antes!"
Sus siguientes palabras suenan atronadoras por los altavoces de la plataforma de lanzamiento.
"¡Shinji, ayuda a Asuka! ¡Está en peligro! ¡Shinji!"
Shinji no ha cambiado su posición. Únicamente murmura para sí.
"No puedo destruirles… no puedo hacer nada…"
Más arriba Ibuki golpea con el puño el muslo de Hyuga, fuera de sí. Ante su sorpresa le mira con ojos llorosos.
"¡No lo entiendes! ¡No hay tiempo!"
Él termina por endurecer su expresión.
"¡Maya, tranquilízate! No podemos expulsar la cápsula, la verían y la destruirían, pero… esa maldita armadura tiene un revestimiento a prueba de minas N2. ¡Les costará un rato llegar hasta Asuka!"
La mirada de Ibuki se ha ido perdiendo mientras él hablaba. Ahora la voz de Hyuga no parece convincente ni para él mismo.
"Quizá… sólo quieran destruir el EVA y la cápsula no les interese. La Unidad 02 está completamente apagada, ella no sufrirá ningún daño hasta que…"
La reacción de Ibuki, incluso dentro de su estado de agitación, parece desproporcionada: sentada como está, con las piernas cruzadas en el suelo, agarra a Hyuga por la pechera y empieza a zarandearlo sin control. Él intenta echarse hacia atrás.
"¡¿Pero qué… ?!"
Mientras Aoba se acerca a ellos y trata de separarles, Ibuki no para de gritar.
"¡No lo entiendes! ¡No entendéis nada! ¡Está perdida!"
Cuando por fin Aoba consigue agarrarla y liberar a Hyuga, ella no detiene su arrebato.
"¡La sincronización! ¡Ya no hay tiempo! ¡No puedo hacerlo!"
Tanto la expresión de Aoba como la de Hyuga son un confuso poema.
"¿Qué estás diciendo, Maya?"
Entonces, con un suave repiqueteo que recuerda al principio de alguna melodía, una granada perdida rebota por el suelo. Esa falsa melodía se convierte en un estruendo atronador a la vez que una luz intensa, demasiado intensa, inunda la plataforma.
Los ojos de Ibuki siguen abiertos de par en par. Su rostro continúa rígido, inerte, como si no fuera consciente de la luz que la rodea. En ese instante la vista abandona el blanco del ambiente y se introduce en la oscuridad de una de sus pupilas.
Con un chasquido se iluminan los focos de la jaula: la enorme cabeza del Evangelion 1 ve la luz. Pero no está cubierta por baquelita roja. Ni siquiera por el casco morado. Sólo unas gruesas vendas impiden ver sus facciones; entre las visibles, un asombroso ojo de un verde intenso, y una sonrisa que se dobla más de locura que de felicidad.
En una familiar estampa que data de un tiempo pasado, la silueta de Ibuki y de la inconfundible bata de Ritsuko se perfilan frente a la cara sonriente del EVA1. Están sobre el puente que recorre el hangar. Sin moverse un milímetro, la técnico mueve ahora los ojos hacia su derecha con cierta inseguridad.
Una ligera brisa mece el faldón de la bata; finalmente, suena la voz calmada de Ritsuko.
"Maya, ven conmigo."
La iluminación pasa a ser tétrica en uno de los pasillos de NERV, solitario, con tonos grises similares a los del interior de un viejo barco. Se cierra una chirriante puerta.
En un despacho pequeño y desgastado se levanta una sencilla mesa con papeles. Ritsuko se sienta de espaldas a la vista, que se asoma sobre su hombro. Su corta melena del color del trigo pierde algo de viveza por la mala calidad de los focos de la estancia. Ibuki se sienta delicadamente frente al rostro su maestra, imposible de ver en lo sucesivo, pero cuyo tono es profesional y directo.
"Nunca antes había un piloto superado el 100% de sincronización con su EVA. Imagino que no sabías que eso era posible."
Ibuki menea su cabeza en silencio.
"Ahora todo el mundo lo sabe. Tras este desgraciado episodio con el ángel, Shinji ha llegado a un impresionante nivel del 400%. Y eso tiene… unas consecuencias importantes."
Tamborilea con sus dedos sobre la mesa.
"En las próximas horas comenzaremos a preparar la operación de rescate del chico, y necesito que seas consciente de los detalles técnicos."
Ibuki se inclina entonces levemente hacia delante; habla con decisión.
"Puede contar conmigo para lo que sea, Doctora."
La mano de la doctora se queda quieta.
"Bien. No deberíamos haber llegado a esta situación con la Unidad 01, pero no se puede volver atrás. Hasta ahora, el límite de sincronización de un piloto y su EVA era oficialmente el 100%. Sabes que un piloto puede sufrir graves daños psicológicos, incluida la muerte, con una alta sincronización. Pero generalmente cuanto más alta, mejor. La conexión psicológica tiene su pico en ese 100%, casi imposible de alcanzar, y la efectividad del EVA entonces es máxima."
La expresión de Ibuki es de máxima concentración mientras Ritsuko continúa.
"Bueno, esta definición del 100% como punto con mayor efectividad no es correcta. ¿Cuándo se dice realmente que un EVA tiene una sincronización del 100%? Cuando se manifiesta por primera vez el llamado enlace físico entre ambos, piloto y EVA."
Un par de moscas revolotean cerca de las fuentes de luz en el techo, moviéndose las dos a la vez en un baile acompasado.
"La máxima efectividad de un EVA se encuentra en el 99% de sincronización, pero solamente bajo la condición de que este enlace físico no se manifieste. En realidad la efectividad puede ser mucho mayor… pero pagando un alto precio."
Ibuki parece que abre sus labios para decir algo, pero los vuelve a cerrar muy despacio.
"En sincronizaciones superiores al 100%, el enlace neuronal del piloto adquiere una manifestación física. El LCL actúa como correa de transmisión entre el cuerpo del EVA y el piloto. Esto se reveló teóricamente hace algunos años, con algún caso práctico desafortunado, pero ninguna información se hizo pública. El caso de Shinji que nos ocupa ahora es el primero que veo con mis propios ojos."
Ahora aparece en sus palabras un leve deje que sugiere excitación.
"Ha sido una situación extraordinaria, motivada por la extrema necesidad de Ella de salvarle, y la extrema necesidad de él de conectar con Ella. El enlace físico necesita de un entendimiento psicológico muy profundo entre piloto y el alma de su EVA, y no se suele dar si los pilotos no reconocen dicha alma. No conocemos su naturaleza exacta. Es probablemente cuántica. Sólo sabemos que se manifiesta mediante cambios de presión y temperatura en el LCL."
Ritsuko se queda en silencio. Tras unos instantes Ibuki se agita en su asiento, incómoda, hasta que por fin se resuelve a hablar.
"Y este… enlace, ¿qué puede provocar?"
Uno de los destartalados archivadores tiene una figura de un gato boca abajo dibujada con tiza.
"Todo daño infligido al Evangelion tiene una manifestación física en el piloto: los cambios de presión en el LCL mimetizan las lesiones, y los de temperatura mimetizan las quemaduras. Ya no es sólo dolor psicológico. En esta última lucha la Unidad 01 perdió un brazo al luchar contra ese ángel. Si conseguimos rescatar a Shinji, podrá pilotar de nuevo. Pero… si el EVA hubiera perdido ese brazo durante ese 400% de sincronización, Shinji ya no podría volver a pilotar nunca más. Por razones obvias."
Sin decir nada, Ibuki se lleva automáticamente una de las manos al hombro contrario.
"La incapacitación total del piloto nos haría cambiar el núcleo de su EVA y empezar de cero con otro niño. Hay demasiado riesgo en que los pilotos sufran fuertes lesiones de manera continuada. Aunque el enlace también podría llegar a provocar extremo placer carnal. Llegado el caso."
Despacio, Ritsuko cruza sus atractivas piernas por debajo de la mesa.
"Y ese no es el único problema. No es posible romper la conexión neuronal con el campo cuántico presente en el LCL. Si un piloto está en peligro, no se puede cortar su conexión para salvarle. Es preciso bajar la sincronización al 99% para poder desconectar al piloto o expulsar la cápsula. Y esto no es algo sencillo."
Una pizarra medio caída está impregnada de un caos de cálculos matemáticos.
"El proceso de disipación de enlace necesario, que te explicaré en los próximos días, es lento y costoso. Una larga exposición al enlace provoca cansancio en el piloto, eso es fácil de manejar, pero este queda encerrado en la cápsula. Sin el control directo del EVA, en modo ahorro de energía, este proceso se enlentece todavía más. Quizá varias horas. Todo esto lo convierte en algo impracticable."
Ibuki parece estar intentado procesar tanta información. Frunce el ceño, y ahora es ella quien apoya el brazo sobre la mesa.
"¿Pero en qué estado se encuentra Shinji ahora?"
Ritsuko desvía la cabeza hacia uno de los lados. La vista, desde su espalda, de nuevo sólo se encuentra con el pelo rubio cubriendo su perfil.
"No lo sé. Esta ciencia no es completamente exacta. Nunca lo es cuando se trata de seres humanos. Sacar a Shinji de ahí dentro… tiene altas probabilidades de fracaso."
Vuelve a dirigirse hacia delante.
"El tiempo para revertir una sincronización del 400%, como ocurre ahora con Shinji, es teóricamente infinito. Lo que… creo que ha ocurrido, es la degeneración límite de este enlace. El campo cuántico tendría plenitud sobre la cápsula… y no habría diferencia entre partículas de LCL y de un ser humano. En definitiva, se produciría la disociación total de los átomos del piloto."
En este momento, Ibuki deja escapar un gemido; rápidamente se lleva la mano a la boca.
"¡Pero qué está diciendo, Doctora!"
Ritsuko se echa hacia atrás.
"No es algo seguro. Realizaremos la prueba en las próximas horas para comprobar el estado del piloto."
Ibuki, ya con la boca cerrada, sigue con la mano sobre ella, de manera casi infantil. Tarda varios segundos en retirarla rápidamente con vergüenza. Pero Ritsuko continúa sin proferir palabra.
"¿Ocurre algo, Doctora?"
No responde inmediatamente.
"No, sólo que… a la Mayor Katsuragi no le gustará nada oír todo esto. Su estrecha relación con los pilotos no la deja pensar con objetividad. Sólo la informaremos de lo estrictamente necesario, nada que indique potencial peligro físico para los pilotos dentro de un EVA."
Emite un sonido de disgusto realmente difícil de definir.
"Llegado el momento, seré yo quien acepte la responsabilidad. Y lo mismo aplicará para el resto de personal. Hasta nuevo aviso, se considerará oficialmente la definición que teníamos de sincronización: su máximo posible será el 100%, pero añadiendo posibles aumentos especiales durante el modo berserk. Esto bastará por ahora."
"De acuerdo, Doctora. Esta información está a salvo conmigo. Entiendo sus razones para ocultarla, no era necesaria para mi trabajo."
La científica jefe de NERV se remueve en su asiento.
"A partir de ahora sí lo será. Dentro de tus deberes habituales con los EVAs se incluirá el control de la sincronización para evitar que suba a más del 100%. Deberás reducirla si esto ocurre. Siempre. Yo te enseñaré."
Parece que la voz de Ritsuko quiere expresar disculpa, pero no acaba de conseguirlo.
"Comprende que esto no debería haber sucedido, pero el modo berserk de la Unidad 01 lo ha puesto todo patas arriba. Vamos, tenemos una prueba que preparar."
Ibuki se incorpora rápidamente, su cuaderno agarrado bien fuerte contra su pecho.
"Doctora, sólo quiero que sepa… siento que usted hace un gran trabajo por nosotros. Intenta siempre todo lo posible."
La melena de Ritsuko se alza hacia ella. Su voz, ahora sí, expresa verdadero sentimiento.
"Te lo agradezco, Maya."
Se levanta por fin de su silla, y su espalda oscurece la pantalla.
"Aunque eso que dices… no creo que mi gato opinase lo mismo."
Sobre el negro comienza a formase una caótica espiral de colores oscuros. Se mueven, se revuelven, se juntan, se separan. Giran, saltan, revolotean, salpican. Estos colores se van tornando progresivamente más claros e intensos. El marrón pasa al naranja, el azul oscuro al verde, el morado al rojo, el verde al pistacho, el naranja al amarillo.
Siguen danzando ante la vista. La luminosidad gana terreno. Un susurro se oye en la lejanía, y los movimientos se animan con ella.
"Maya…"
El blanco ya casi ha conquistado el baile de los colores, pero ellos siguen bailando convertidos en sombras. La voz suena algo más fuerte.
"Maya."
La blancura ya inunda todo.
"¡Maya!"
Sobre el fondo luminoso los colores vuelven a formarse poco a poco, esta vez ordenados. La claridad disipada desvela la granada sobre el suelo. Sorprendentemente intacta.
"¡Maya! ¡Respóndeme!"
El rostro de Aoba va ganando nitidez, empapado de sudor. Por encima de su hombro asoma un Hyuga todavía borroso.
"¡Maya! ¡Era una granada aturdidora! ¡¿Estás bien?!"
La luz se refleja sobre un punto azabache en el centro de un fondo blanco. Se rompe la ambigüedad cuando un parpadeo barre la pantalla: la vista se va alejando del ojo y revela las facciones atónitas de Ibuki. De vuelta al presente, acaba tosiendo violentamente antes de poder hablar.
"Sí… sí… estoy bien."
Aoba la agarra del hombro.
"¡Qué susto nos has dado!"
Entonces Ibuki se abalanza sobre el portátil; su expresión vuelve a estar desencajada. Aoba se inclina sobre ella.
"¡Maya! ¡Dinos lo que pasa con Asuka!"
Ella se vuelve hacia él, casi en estado de cólera.
"¡La sincronización continúa demasiado alta y no hay energía para bajarla! ¡Todo el daño que sufra el EVA, lo sufrirá ella en su propia carne! ¡No os dais cuenta! ¡Morirá enseguida!"
Aoba se deja caer hacia atrás. Hyuga, detrás de él, está petrificado.
Mientras la mirada de Ibuki se humedece, sus manos intentan teclear rápidamente en una misión perdida.
SECCIÓN SEGUNDA: RATAS QUE HACEN TRAMPAS
El MP EVA se ha parado frente a la Unidad 02; a cuatro o cinco cuerpos de Evangelion de distancia. Cada uno a un lado, ambos EVAs son dos pequeñas figuras en calma frente a frente, separados por un enorme vacío rellenado por el paisaje del GeoFront.
En los alrededores varios seres cubiertos de sangre empiezan a respirar de nuevo; se incorporan poco a poco a medida que sus heridas se cierran. Sus anchas lanzas empiezan a retorcerse sobre sí mismas en el suelo, transformándose en afiladas agujas de decenas de metros de largo.
El subcomandante Fuyutsuki se gira rápidamente para comprobar una pantalla del centro de mando, cuya información destella en sus ojos.
"¡Maldición! ¡Han usado los núcleos S2 para regenerarse!"
Ya todos han llegado a la explanada donde se encuentra la Unidad 02. El primero de ellos sigue inmóvil frente a ella, lanza en mano. Los demás se posicionan respetando el enorme espacio de este siniestro duelo, a ambos lados del descampado: tres EVAs de un lado, cuatro de otro.
Por detrás del blanco cuerpo del MP EVA se asoma la vista. El EVA2 aparece a lo lejos, con la pirámide destrozada a sus espaldas. La pose de su atacante (espalda recta, una pierna estirada y la otra ligeramente doblada hacia atrás) recuerda a un emperador romano dispuesto a recibir la aclamación de su público. Por su parte, el rojo mendigo que tiene por contrincante no puede siquiera alzar la vista.
Ligeramente inclinada, la cabeza de la Unidad 02 sólo proyecta sombra sobre las facciones de su casco: no hay indicio visible de actividad en ella.
Dentro de la oscurecida cabina, la cara de Asuka sigue allí paralizada, asombrada, impotente. Hasta que su cabeza se mueve un poco hacia atrás, y sus cejas empiezan a temblar descontroladas. Con los ojos apretados y al borde del llanto, agita la cabeza como negando la realidad de la situación.
Su cuerpo no tarda en encogerse angustiado hacia delante. Sin embargo, su conmocionado rostro se va relajando poco a poco, hasta que todas las arrugas desaparecen de él. Cuando abre lentamente los ojos, estos solamente expresan dos emociones: desengaño y sosiego.
El MP EVA empuja su lanza hacia arriba. Cambia la orientación de su muñeca, y al caer ya agarra una jabalina. Con una fuerza descomunal, el brazo coge impulso y arroja la lanza. La aguja silba en el aire.
Asuka levanta la cabeza. Con la mirada perdida alarga un brazo hacia delante. Más que un movimiento reflejo para detener un golpe, parece como si quisiera alcanzar algo.
Pero el brazo del EVA2 queda inmóvil. La lanza atraviesa su ojo izquierdo. Debido a la posición algo inclinada de la cabeza, el arma sale por un lateral del casco.
El aullido que sigue hiela la sangre, y se prolonga en lo sucesivo.
Unas burbujas verdosas de LCL ascienden en calma, al instante son engullidas por un remolino que se desplaza en horizontal como una corriente marina.
La lanza arrastra el cuerpo del EVA en su camino, dejando sus pies casi en el aire. Casi la mitad se ha clavado hasta que su parte posterior, más gruesa, hace tope con el cráneo de la Unidad 02.
El escarlata de la baquelita resplandece sobre la Unidad 01, y las manos de Shinji, que todavía aprietan la barandilla, se abren con un espasmo.
El escalofriante alarido de niña por fin se apaga. Ella ahora sólo gime y tiembla. Con la mano tapa su ojo izquierdo como puede. Pero cuando la sangre rebosa su palma, ya chilla con un frenesí difícil de describir. Entre chillidos intenta accionar los mandos, mientras su sangre negra comienza a mezclarse con el LCL. El esfuerzo de sus manos es inútil.
Las de Ibuki teclean de igual manera, pero ahora están mojadas. Los datos en su ordenador se tiñen de rojo emergencia.
Sobre la superficie, el EVA que ha atacado a Asuka está contemplando su obra. Su lanza ahora está clavada en el suelo casi en vertical. Todavía la cabeza del EVA2 se mantiene ensartada, girada levemente hacia la izquierda; su cuerpo mirando al cielo y sólo sus talones tocando tierra.
Al unísono él y su banda alzan el vuelvo con un enérgico impulso. Entonces la cabina de la Unidad 02 se oscurece aún más.
En la jaula de la Unidad 01 Shinji ya no mira al suelo. Las palabras de los altavoces habían rebotado hasta ahora en su mente inexpugnable, pero el aullido de Asuka ha penetrado en ella como si el lanzazo lo hubiera recibido él.
"Asuka… Esos bastardos han… han… ¡Y ahora quieren quitarme a Asuka!"
Continúa respirando pesadamente mientras la vista gira lentamente alrededor de él.
"Merecéis la muerte… la merecéis… ¡no puedo daros otra cosa!"
Su mirada pasa a dirigirse hacia delante, con todo su rostro expresando infinito resentimiento. Zarandea la barandilla violentamente.
"¡Pero no puedo hacer nada! ¡Nada! ¡No hay nada, en ningún lugar!"
Nuevos chillidos están resonando ahora por el altavoz, completamente desenfrenados. Shinji alza la cabeza instintivamente hacia allí.
"¡No, mamá!"
Sin apartar la vista, golpea fuera de sí la barra metálica.
"¡Mamá!"
Varias gotas de sangre salpican su brazo, que continúa aporreando el metal.
"¡Mamá!"
Un temblor de tierra sacude el hangar: la enorme mano de la Unidad 01 acaba de destrozar parte de la plataforma donde se encuentra Shinji, y él ha caído hacia atrás sorprendido. El EVA1 se ha liberado.
Gendo mira hacia arriba desde el Dogma Terminal, y en su boca se forma una media sonrisa.
Los ocho EVAs se han tomado su tiempo en desmenuzar la coraza de la Unidad 02; ahora con sus grandes bocas se están alimentado de sus entrañas. No quiere la vista ni acercarse a ese grupo apiñado en torno al cuerpo del EVA, cuyos movimientos lejanos son en realidad más tranquilos de lo que cabría esperar.
Dentro de la cabina Asuka chilla y chilla: una multitud de ratas se está ensañando a mordiscos con su abdomen. Sus gritos ya no contienen rabia, ni lamentación, solo natural y desnudo sufrimiento. Con la cabeza caída hacia atrás en las sombras, y sus piernas revolviéndose, la mano derecha intenta agarrarse el vientre, pero sólo se sumerge en líquido negro.
En la sala de control Ibuki aparta rápidamente la mirada de la pantalla al sufrir una arcada. Lo único que impide el vómito es la mano contra su boca. A su lado, Hyuga sigue paralizado, pero de improvisto algo capta su atención en el ordenador.
Una titánica cruz de luz morada surge de las tripas de NERV, inundando el GeoFront violentamente con un estallido atronador. Las arboledas se doblan bajo el color violeta y el viento levantado, y los miembros del ejército junto al lago no pueden sino apartar la cara y encogerse.
Sin embargo, los MP EVAs no parecen inmutarse por la aparición. Cuando la luz pierde fuerza cuatro de ellos aprovechan para echar a volar. El resto sigue encorvado sobre la Unidad 02, con más espacio para disfrutar del festín.
Las gafas de Hyuga reflejan los datos que está observando.
"¡El EVA1 se ha activado!"
Ibuki se gira estupefacta. Sin preocuparse por su propia seguridad, también Aoba se incorpora. Hyuga se inclina todavía más hacia delante, sujetándose las gafas con los dedos.
"¡Está en modo berserk! ¡¿Qué demonios?! ¡Pero… parece que Shinji puede controlarlo!"
Unas plataformas más arriba, el semblante de Fuyutsuki no ha perdido la preocupación. Uno de los paneles próximos indica que la sincronización de la Unidad 01 es del 76%. El subcomandante habla para sí mismo.
"Algo está causando que el muchacho no se una completamente a ella…"
El odio es lo único que puede verse en los ojos de Shinji cuando alza la cabeza. Aunque mirando en su corazón, quizá uno hubiera encontrado a dos mujeres. Su cuerpo, todavía vestido de ropa de calle, está estirado hacia arriba en la cabina, y se bambolea de un lado a otro.
Su EVA asciende velozmente por la brecha formada por la cruz con movimientos ágiles y desaforados, propios de un gorila que trepa. Al pasar por uno de los niveles cinco afiladas marcas quedan en el cemento.
Apretujados como están los tres técnicos informáticos, Ibuki todavía tiene fuerzas para echarse contra Hyuga.
"¡No llegará a tiempo! ¡Seguro que ya está muerta!"
Hyuga aparta la mirada y la fija donde ella no quiere mirar. Con expresión de asombro y también de alivio, su voz denota cierta esperanza.
"¡Todavía no, sigue viva! ¡No han podido acabar con ella!"
Dos segundos después, su rostro se queda completamente inmóvil.
"Un momento…"
La pantalla brilla intensamente. Hyuga aspira aire.
"No están intentando matarla… están… ¡están torturándola!"
Mientras detrás de él Ibuki hunde la cara entre las manos y Aoba continúa petrificado, Hyuga se alarga como un rayo para alcanzar el micrófono.
"¡Cuidado, Shinji, es una…!"
En ese instante la luz del sol baña por primera vez la armadura morada, que emerge furiosa del agujero. Con un último salto animal, el EVA1 aterriza sobre el terreno y mueve la cabeza ansiosamente buscando a la Unidad 02.
Los EVAs que devoran entrañas no tardan ni un segundo en alzar el vuelo dejando su víctima a la vista. Todavía ensartada, su abdomen rojo sangre se confunde con el resto de su armadura.
Muy lejos de allí la voz del monolito 01 de SEELE es firme.
"Sólo necesitamos a la Unidad 01."
Y tan pronto como los EVAs se ha alejado de la Unidad 02, sus camaradas en el aire lanzan sus agujas contra ella.
El EVA1 ya está corriendo cuando los proyectiles emergen desde lo alto.
Pero el EVA2 está demasiado lejos. El terror se abre paso de un plumazo en la expresión de Shinji, y entonces grita. Un grito tan quebrado que no parece proferido por él, ni parece pronunciar el nombre de su amiga.
"¡Asuka!"
Su EVA se detiene bruscamente y se contrae sobre sí mismo; pronto queda oculto por el polvo levantado de la tierra. Más allá las lanzas continúan firmes en su caída. Pero al llegar a unas pocas decenas de metros sobre la cabeza del EVA2, algo ocurre.
Las armas se frenan en seco en el aire y un resplandor color naranja inunda el descampado. Varios octógonos concéntricos se revelan sobre el EVA1, expandiéndose inmensos hacia fuera, centenares de metros, formando una estructura similar a un paraguas. Una de las lenguas del campo TA ha logrado cubrir el cuerpo de su compañera: la tenue luz titila sobre ella. Por su parte, las agujas han quedado inmóviles, todavía apuntando amenazadoramente hacia el Evangelion.
Pero de pronto sus puntas comienzan a centellear. Los polígonos minúsculos que las envuelven se abren paso entre los gigantescos generados por Shinji. Acelerándose poco a poco, las agujas empiezan a hacer fricción con la barrera y a penetrar cada vez más en ella.
Dentro de la cápsula del EVA1 el encorvado cuerpo del piloto tiembla. A pesar de que sus facciones ya reflejan un esfuerzo sobrehumano, Shinji aprieta los dientes aún más.
"¡Si muere ella… muero yo!"
Pero las lanzas siguen su avance, ganando velocidad de manera peligrosa.
Shinji termina por rugir con todas sus fuerzas, clamando al cielo enloquecido. Uno de los paneles tras él se ilumina.
"AT FIELD: OUT OF RANGE".
Por encima del EVA1 brota un colosal torbellino de luz que atraviesa el propio campo TA: en una maravilla de la física, una ráfaga de aire acompaña a ese intenso brillo que se expande velozmente desde el centro hacia fuera.
Cuando la corriente alcanza las lanzas, estas se resquebrajan. Casi habían conseguido superar el muro, y ahora quedan colgando de este, como las frutas muy maduras cuelgan de un árbol. Y como frutas ya deshechas, se agrietan completamente y caen al suelo en múltiples pedazos.
Aunque la más alejada continúa meciéndose sobre la Unidad 02 un instante más. Con un crujido, esta no se parte en varios trozos, sino que el azar desprende la punta de su extremo, todavía aprisionado por el campo, y la hace caer mansamente como una estalactita suelta. El afilado pincho reluce en el aire.
El EVA1 alarga un brazo hacia el EVA2 mientras la espina cae.
Sin oposición, la aguja atraviesa limpiamente el hombro derecho de la Unidad 02. Dentro de la cabina hay un grito ahogado, y un chorro de sangre brota del hombro de Asuka. Después algunas burbujas ascienden apacibles por el LCL, y ya no oye nada más.
La afligida reacción de Shinji sí se escucha.
"¡No!"
Ahora ensartado en el suelo por dos lanzas, el EVA2 contina mirando hacia la izquierda, aunque el segundo impacto ha doblado su torso hacia la derecha. Pareciera que su cuerpo, ayudado por unos brazos invisibles, estuviera siendo bajado dificultosamente de una cruz invisible.
"¡Asuka!"
Al fin llega el EVA1 junto a él. Tras un gesto dubitativo, agarra finalmente la aguja del hombro. Al retirarla con fuerza, la sangre sale con quietud del boquete.
La segunda es más delicada de extraer. Mientras la Unidad 01 se afana en hacerlo cuidadosamente, el ojo de la cabeza ensartada se enciende de improvisto. Sin notar este hecho, el EVA1 consigue que la lanza se despegue del cráneo y salga hacia arriba. Esta cae pesadamente al suelo, al igual que una parte del quebrado casco.
"¡Asuka, respóndeme! ¡Venga, di algo!"
El EVA2 no se ha derrumbado sino que sigue sosteniéndose, con su propia energía, en la misma posición antinatural; sigue mirando al cielo y sólo sus pies tocan la tierra. Entonces se oye un pitido muy agudo. El EVA1 da un paso hacia atrás, sorprendido.
Por fin el Evangelion rojo se incorpora desde su extraña posición, y comienza a oírse su pesada respiración.
Shinji se echa hacia delante en su asiento, cada vez más exasperado.
"¡Asuka, ¿estás bien?! ¡Mierda, respóndeme!"
No tarda mucho en escucharse una llorosa voz femenina en la cabina. Pero es la de Ibuki.
"Shinji… Shinji… Asuka está..."
De un manotazo, él apaga la conexión. Eso no impide que se dirija colérico hacia el invisible aparato.
"¡No está muerta! ¡Ella no está muerta!"
El cuerpo al que se refiere Shinji está recostado entre las sombras de su asiento. El EVA2 ahora mira directamente al sol, la mitad de su cara destrozada. Su respiración se ha tornado en un bufido irregular.
A pesar del estado de agitación en que se encuentra, Shinji también alza la mirada de repente. Extrañamente, los MP EVAs todavía se mantienen a gran altura.
La imponente silueta del EVA1, marcada sobre el azul del cielo, contrasta con los pensamientos que se agolpan en la mente de su piloto.
Tengo que destruirlos…. Tengo que eliminar a esos monstruos… a esos malnacidos. ¡No dejaré que vuelvan a tocar a Asuka!
Shinji mira hacia arriba con rabia, luego se revuelve nervioso en el asiento.
No puedo alcanzarlos desde aquí… ¡¿Por qué os quedáis ahí arriba, malditos cobardes?! ¡¿Por qué no nos atacáis?!
Efectivamente, no se distingue en la serie de EVAs ninguna intención de acometer una embestida. Es entonces cuando un rápido movimiento a su izquierda capta inesperadamente la atención de Shinji.
El EVA2 está fuera de sí. Se revuelve y gruñe con las manos en la cabeza, se contrae y se estira como si sus oídos sólo escucharan un ruido insoportable. Sus inestables pasos le llevan frente a unos árboles que arranca de una violenta patada. Tras ponerse de cuclillas y dar varios manotazos al terrero, acaba por emitir un largo aullido sin aparente motivo.
Shinji no puede hacer otra cosa que observar tal escena de locura con la boca abierta, paralizado.
Empieza a escucharse la sonata conocida como "Claro de luna", de Ludwig van Beethoven.
Un fondo negro forma la figura de una Asuka que camina agarrada al brazo de Kaji. Pero lo suelta con un respingo. Ahora es Shinji quien está agarrando a él, y ambos la miran con una sonrisa tétrica.
El EVA2 zarandea la cabeza con desesperación.
Asuka mimetiza esos mismos zarandeos dentro de su cabina. El rayo de un lejano ángel la está intentado corromper. El EVA1, parado en la plataforma de lanzamiento, no interviene.
El EVA2 se comba hacia delante con movimientos entrecortados.
Asuka, desnuda en el baño de su casa, se contrae de igual manera con una mueca de dolor. Shinji, tumbado en su habitación, escucha música en silencio.
El EVA2 se retuerce como un pequeño animal que sufre.
Asuka no reacciona en la cama del hospital, sus ojos están vacíos. Shinji, tumbado en su habitación, escucha música en silencio.
El EVA2 se calma y mira hacia abajo.
Kyoko Soryu abre los brazos para abrazar a su hija. El cuerpo de Asuka, una silueta difuminada, reposa inerte en una cabina sucia y verdosa.
La Unidad 02 alza su rostro hacia la Unidad 01, un semblante destrozado e impasible.
Una efímera fotografía en blanco y negro de Shinji sonriendo da paso a la asustada expresión del chico en el presente. Sus cejas se doblan tiritando.
"Asuka…"
Y el EVA2 ataca al EVA1.
La sonata continúa.
En menos de un segundo la bestia roja lanza un furioso placaje a su compañera. Ambas salen despedidas hacia atrás, y la cabina de Shinji retumba con un alarido de sorpresa. La dura caída lo sofoca.
El EVA2, arrodillado en una posición dominadora sobre su presa, empieza a pegar como un poseso. Con puñetazos, con la mano abierta, con los dos brazos a la vez. Golpea y golpea. La sangre mana de sus heridas y mancha la armadura del EVA1 mientras este se intenta defender inútilmente.
"¡Para! …. ¡Para, por favor! …. ¡No hagas esto, Asuka!"
Da la impresión de que la paliza acabará matando a la aturdida Unidad 01. En un momento dado, el EVA2 estira los brazos y comienza a estrangularla; el cuello de Shinji se estira y en su cara se forma una mueca de dolor.
La Unidad 02 se mantiene quieta mientras sus dedos se cierran cada vez más. Pero al fin el EVA1 reacciona, y agarra sus muñecas. Tras una bocanada de aire, Shinji va separando los brazos que le aprisionaban poco a poco. Entonces el hombro derecho del EVA2 tiembla. La Unidad 01 aprovecha la oportunidad y, con un último tirón, empuja a su atacante a la derecha mientras ella rueda hacia la izquierda. El EVA2 cae pesadamente de costado.
Habiéndose zafado momentáneamente, la Unidad 01 se levanta con dificultad. Se tambalea, perdida en su caminar, y se aleja despacio. Ante el inconcebible absurdo de la situación, los ojos de Shinji expresan una inmensa rabia, hacia todo, que no puede brotar, y un miedo, hacia todo, del que no puede zafarse.
Por su parte, el EVA2 se hace con un agrietado trozo de lanza al incorporarse. Emprende la marcha de nuevo encorvado hacia delante y bufando pesadamente.
La música no deja de sonar.
En su confuso vagar, la Unidad 01 ha llegado a uno de los pilares del puente que cruza el lago. Sus piernas se hunden hasta las rodillas en el agua. Se apoya en el cemento como si las fuerzas le hubieran abandonado. Pero cuando se siente un chapoteo rápido a su espalda, ha de volver a activarse irremediablemente.
El EVA1 se refugia instintivamente del ataque detrás del grueso pilar, y el golpe del EVA2 hace mella en la pared. Como si se tratara de un deprimente juego de niños, comienzan a evitarse dando vueltas al pilar circular.
"¡Para! ¡Asuka! ¡Esto no tiene ningún sentido! ¡¿Es que no sabes quién soy?!"
Entonces ambos dejan de moverse.
"¡Tenemos que vencer a la serie de EVAs!"
El EVA1 aprovecha para asomarse por un lateral del pilar. Pero apenas le da tiempo a girarse para evitar la puñalada de la Unidad 02. Al esquivar el arma por la mínima, esta ha quedado encallada debajo de su hombro. Shinji aprovecha para atraer hacia sí el cuerpo rojo y aprisionar el trozo de lanza con su brazo, hasta que se parte con chasquido.
La Unidad 02 ruge con fiereza antes de soltar una serie de violentos puñetazos. Pero ninguno de estos consigue ya siquiera rozar su objetivo, que los desvía mientras se mueve hacia atrás. El EVA1 es ahora un muro; los ataques que intentan derribarlo, cada vez más frágiles.
Suena más dura la voz de Shinji dentro del caos.
"¡Para ya, joder! ¡Para! ¡Esto no va a terminar nunca! ¡Detén esta locura!"
Ya fuera del agua, la Unidad 01 se agacha levemente para esquivar uno de los golpes. El EVA2 se impulsa y da un gran salto por encima de ella. Amortigua la caída aterrizando unas decenas de metros detrás de Shinji.
La aguja rota que lo ensartó descansa allí. El Evangelion la ase, y se incorpora. O lo intenta. La Unidad 02 es ahora una caricatura de lo que fue: jadeando con ahogo e irregulares sonidos, su postura se dobla hacia delante como un anciano, y su brazo derecho ya no sirve para mucho. Toda su armadura resplandece empapada en sangre. Su ojo, no obstante, continúa reluciendo.
La Unidad 01 mira hacia los lados como buscando una salida imposible de la situación, pero no tarda mucho en dirigir su mirada al frente. El EVA2 se acerca renqueante.
Desde las alturas, la vista observa cómo ambos comienzan a moverse en círculos. Les acompañan en esa misma circunferencia las sombras de los MP EVAs.
Como un relámpago se agacha el EVA1 para coger la otra de las lanzas, pero la Unidad 02 se tira hacia delante para ensartarlo, con una admirable velocidad para su estado. No le da tiempo a la Unidad 01 sino a levantar un poco su recién adquirida arma. Logra desviarla un poco, pero no lo suficiente, y la lanza atraviesa el muslo de la Unidad 01.
Shinji brama de dolor. En un instante, el EVA1 rompe la lanza que le atraviesa, agarra a la Unidad 02 como si fuera una muñeca y, acercándola, le suelta un monstruoso puñetazo.
La Unidad 02 sale despedida hacia atrás con gran violencia. Acaba rodando como un peso muerto a unos cientos de metros de distancia; queda sobre una mezcla de fango, escombros, y sangre.
Al tratar de levantarse, se derrumba de nuevo.
La música continúa.
El horror se plasma en la expresión de Shinji. Tras intentar fruncir el ceño con rabia, las lágrimas aparecen enseguida.
"No… no puedo…"
Más allá de los árboles, y de la lógica, la Unidad 02 consigue ponerse en pie. De aquellas zonas descubiertas de barro y hierba en su espalda chorrean líquidos de tonos rojizos y amarillentos.
Shinji solloza encogido en su asiento. Los colores del interior de la cabina parecen ahora más oscuros, opresivos, cerniéndose misteriosamente sobre la silueta del piloto.
Imperturbable, invencible, la Unidad 02 está observándole de nuevo. Ese ser humano que contiene el alma de Kyoko Soryu está, literalmente, vestido de sangre y suciedad. Su figura roja ya no es un Evangelion: es un espectro.
No podría ver el rostro de Shinji hundido entre los brazos. Su voz es apenas un hilo discontinuo.
"Nada de esto tiene sentido… no puedo más…"
Sus extremidades se relajan cuando alza la cabeza.
"No pienso seguir luchando. Ya he causado suficiente daño."
Su Evangelion se arrodilla y saca de un tirón la lanza de su pierna. Así se mantiene, inactivo, de rodillas y con las manos sobre el regazo, cuando la Unidad 02 empieza a acercarse. Primero cojeando, luego sus inestables movimientos van acelerándose.
La cabeza inmóvil de Asuka se bambolea de un lado a otro, y unas últimas palabras resuenan en la oscuridad de su cápsula.
"Perdóname, Asuka. Soy una mierda."
La Unidad 02 ya trota con determinación. No tarda en conseguir correr a base de erráticas zancadas. Sus bufidos de animal ya no sueltan esputos sino pura sangre.
Entonces, simplemente, se desploma. Como fulminada por un rayo. Todo el terreno retumba cuando su cuerpo toca tierra.
La Unidad 02 queda tendida boca abajo, con su rostro enterrado en el barro. Y ya nunca se levantará.
La sonata también ha tocado sus notas finales.
El antebrazo de Shinji cruza la vista desvelando una mirada con las lágrimas recién apartadas. Se echa hacia delante desconcertado.
"¡Asuka!"
Después sólo se escucha el piar de los pájaros mientras una lejana figura morada corre a trompicones hacia una mancha roja.
La Unidad 01 se arrodilla ansiosa junto al cuerpo, y le da la vuelta suavemente. Arroyos de barro se escurren del rostro y del cuerpo deformados. El EVA1 estrecha entre sus brazos el torso de su compañera, su cabeza cae sin vida hacia atrás.
Esta efímera muestra de duelo se ve interrumpida por un zumbido. La Unidad 01 vuelve a girar con delicadeza el cuerpo. En la parte superior de la espalda sobresale un pequeño bulto de color pardusco. Se distingue una línea blanca que indica su color original. Es la cápsula de Asuka.
Dos dedos morados pinzan la cápsula y la extraen limpiamente. La mano de la Unidad 01 la sostiene firmemente frente a ella; la de Shinji, en la misma posición, está temblando incontrolablemente. Su otra mano se aproxima como puede a uno de los mandos. Se filtran en la cabina unas voces distantes, alteradas e ininteligibles. La expresión de Shinji ha vuelto al miedo más absoluto. Su camisa está empapada en sudor.
A duras penas puede preguntar lo que todo su alma desea saber, y a la vez no quiere escuchar.
"¿Qué… qué ha pasado…?"
La voz de Ibuki resuena, ahora sí, con claridad.
"¡Shinji! La Unidad 02… ha…"
Shinji la corta como si no estuviera escuchándola.
"Qué ha pasado con ella…"
El silencio que sigue se hace demasiado largo para el piloto. Extremadamente largo.
"Shinji… Asuka… está viva, pero muy débil. Está inconsciente."
El tono desalentador de Ibuki no impide que la felicidad aparezca en la cara de Shinji.
"No debes sacarla de la cápsula bajo ningún concepto. Ahora mismo es el LCL lo que la mantiene con vida."
Ante las implicaciones de esa última frase, Shinji contempla fijamente la cápsula que mantiene frente a él. El pesado objeto descansa liviano sobre las palmas de su Evangelion como una frágil gema.
El monolito 01 de SEELE es tajante.
"Basta de juegos. Ya sólo queda ella. Capturadla viva."
La serie de EVAS interrumpe su vuelo circular. Detenidos en el aire, observan la lejana superficie. Bajo las nubes, la Unidad 01 alza la cabeza y devuelve la mirada. Lo que sigue sucede muy rápido.
El EVA1 aguanta la cápsula de Asuka en vertical mientras, con la otra mano, despedaza su parte superior. El LCL se derrama a borbotones. Ibuki grita histérica.
La Unidad 01 expulsa su propia cápsula. La de Asuka se estrella contra el suelo. En un oscurecido LCL, la vaga silueta de un cuerpo femenino aparece detrás de Shinji.
Unas alas formidables ocupan toda la vista con un grácil movimiento, y la Unidad 01 se vuelve para enfrentarlas.
