CAPITULO I
EL ENFOQUE HECHO HOMBRE Y LA DISTRACCION HECHA MUJER
Toda mi vida fui un hombre muy enfocado y si algo podría describirme era mi determinación cuando me proponía algo lo conseguía sin importar que, prueba de ello eran todos mis reconocimientos. Ahora debía enfocar mi determinación en el punto indicado…
Aquí estaba yo con 40 años entrando quizá al otoño de mi vida pero quisiera pensar que en mi mejor momento… si bien no era vanidoso o egocentrico llevaba una excelente alimentación; una dieta balanceada rica en minerales y proteínas saludables, una rutina de ejercicio básica… eso mas por mi trabajo que por gusto era mas de los de leer y meditar, pero se podría decir que era un hombre realizado y bien conservado; con el mejor trabajo que pudiera haber soñado, con un departamento en la mejor zona de Tokio, un sueldo para poder costear una vida llena de lujos sin reparos pero sin la más mínima idea de cómo carajos conseguir una esposa!
Me sacudí el cabello aún en la cama, había zafado al fin de semana con mis padres con ese pretexto tonto de mi nominación al premio Nobel y había regresado a Tokio, no podía continuar en Konoha... si quería conseguir una esposa podía conseguirla aquí en Tokio en Konoha mis opciones se habían agotado... todas las mujeres de mi edad ya estaban casadas y las que quedaban solteras, viudas o divorciadas no eran convenientes para mi digamos que biológicamente era complicado que me dieran un hijo.. y las de edades "casables" cercanas a mi edad ya estaban comprometidas... Konoha no era opción.
Sabía bien el perfil de mujer que quería para mi, por lo que buscarla en la ciudad no sería difícil había buenas familias de alta cuna... que tan difícil sería encontrar a una mujer hogareña, conservadora, tradicional, de buenos modales, de buenas costumbres, virgen y pura, de buena familia y alta calidad moral... una mujer nipona de la vieja escuela, como lo era mi familia, una mujer así debía ser la digna señora Uchiha.
El problema era en donde la buscaba o cómo la encontraba... mis compañeros del trabajo no eran precisamente mis amigos por muchas razones, y sin duda serían los últimos a los que les pediría ayuda para encontrar a la mujer con la que me casaría.
—Vas a ir esta noche al "Paraíso"?
—Por supuesto... me corrieron la voz que Tayuya estará ahí no puedo perderme de estar en primera fila!
—Ella jamás se fijará en ti cabeza de pescado! —solo vi como un libro atravesó la sala de juntas—
—Porque me pegas Karin?!
—Deja de quejarte... con ese golpe te hago un favor
—Cual favor?! Me dolió!
—Lo hago para ver si así despabilas y despiertas del ensueño... Tayuya Otogakure jamás se fijará en ti, una chica tan sofisticada como ella jamás se fijaría en un gigolo como tú!
Me quede pensando unos instantes en sus palabras, Otogakure… era un apellido que me sonaba en la cabeza pero no sabia de que, busque en mi móvil a la nombrada "Tayuya" y en seguida me desplegó su información, era la hija de un reconocido banquero en el sur del país, sin duda sus fotos dejaba ver que era una chica de alta cuna que en sus ratos libres se dedicaba a la filantropía... mire a Suiguetsu que seguía discutiendo con Karin, mis dos ruidosos compañeros de trabajo. Me había equivocado con ellos, después de todo si podían ayudarme a encontrar a mi futura esposa, esa noche iría al "paraíso" y encontraría a esa chica llamada Tayuya, una mujer como ella era lo que necesitaba, una buena mujer, de buen corazón y de buenos valores sociales.
El Paraíso era uno de esos sitios que tanto había evitado durante toda mi vida, era un club nocturno que si bien era VIP no dejaba de ser un sitio de perdición, comenzaba a cuestionarme si era buena idea buscar a la futura madre de mis hijos en un sitio así. Mire la entrada y estaba llena de chicas hermosas, todas muy bien arregladas con caras angelicales, cada una bella y radiante a su manera... era como si fuera un bufete para elegir la que deseará, las mire un breve instante y me decidí a acercarme a al fila de chicas, cuando vi a Suigetsu caminar con Jugo otro compañero del trabajo por inercia me giré para evitar ser visto.
Solo escuche sus voces tras de mí, al parecer eran muy amigos del cadenero por qué conversaban muy amenamente.
—Ya llegó?
—No, pero no debe tardar, hizo reservación para la 11...
—Algo más que deba saber? —mire de reojo como Suigetsu le daba un billete al cadenero—
—Pidió la mesa de la terraza al lado izquierdo... la mesa del costado a la puerta te puede favorecer.
—Gracia amigo!
La voz de Suigetsu se perdió conforme entraba en el lugar... debía ser más astuto que él y encontrarme con esa mujer antes que Suigetsu. Me acomode el saco y respire profundo, si bien no tenia tanta experiencia con las mujeres sabia que no era feo y las chicas me abordaban fácilmente, el detalle era conservarlas… pero de ese detalle luego me encargaría. Me encamine para entrar cuando un auto se estacionó, era un auto de lujo y de él salía una chica pelirroja con un séquito de chicas que le acompañaban, era ella... Tayuya.
Camino hacia la entrada y yo me apresuré para alcanzarla pero algo se interpuso en mi camino, choqué contra alguien que igual intentaba entrar en el bar, una cosa que apenas y me llegaba al pecho, no presté mucha atención a mi alrededor porque lo único que sentía era un ardor por el hielo derramado en mi pecho, estaba helada la bebida derramada en mi camisa.
—Diablos… —intente despegar mi camisa de mi piel para minimizar la sensación no solo de frio sino la melosidad sobre mi piel— pfff… tendré que…
—Fíjate pir dondi vas! Mi tiraste la bebida!…
Una voz entre melodiosa y estridente me despabilo, una suave vocecita con una fuerza gritaba palabras mochas entrecortadas.
—… encima mi ensuciaste el falda! Osea sabes cuánto tuvi qui juntar para compra el falda? Mi la arruinaste!…
Mire la mota de pelo rosado que gritaba mientras se tallaba la falda donde se dibujaba una mancha color café, mire a la joven delante de mi, era pequeña y delgada pero tenia buena figura, unas caderas anchas y prominentes, unas piernas largas y torneadas que se dejaban ver en esa minifalda que a mi gusto era demasiado corta para una señorita, levante la mirada sobre su cuerpo, tenia una cintura estrecha que dejaba a la vista luciendo un abdomen plano con un top que apenas le tapaban los senos, levanto la mirada y esos enormes ojos jade me atraparon, eran tan bellos, tan cálidos, tan hipnotizantes…
—… Mi estas escuchando?! Mira lo qui mi hiciste!
—Eh?
—Vamos viejo… mi arruinaste el outfit y solo tu mi dicis "eh?" —me miraba furiosa—
Viejo? Me habia llamado viejo?!
—Yo… lo lamento señorita —apenas y podía entender lo que me decia, seguro estaba ebria—
—Lo lamento? No quirido con eso mi falda no se arregla… —miro su móvil y miro la entrada— sabes aun tenemos tiempo —miro mi camisa— tu también venias al "Paraíso", no? — no sabia si responder pero por inercia respondí— Ok… mi llevaras a mi casa ire por cambio di ropa y luego iremos a la tuya casa, te cambiaras y regresiremos a Paraíso…
—Que?...
—Que mi vas a llevar a casa de mi y luego…
—Si te escuche, pero como porque piensas que te voy a llevar a tu casa y haré lo que tu dices?
—Porqui mi lo debes! Mi jodiste mi plan…. Y ahora lo vas a reparar, apurate qui no vivo nada cerca —ella comenzó a caminar con su móvil en las manos sin dejar de textear—
—No voy a ir a ningún lado con alguien que esta ebria!
—No estoy ibria!…
Se acerco a mi y me jalo de la corbata hasta poner su cara tan cerca de la mia, la punta su afilada nariz rozaba con la mía, podía sentir y oír su agitada y muy exaltada respiración de lo cabreada que estaba, estaba absorto en su sus ojos jade, perdido en su cercanía cuando senti su aliento en mi cara cuando me soplo, olía a soda y no habia rastro de alcohol.
—… Camina… —se alejó de mi y sentí que el corazón se me agito al verla alejarse— por cierto… —giro su cara y me miro de forma coqueta—dondi esta tu coche?… porqui tienes uno, no?
Maneje hasta donde me dijo, era una de las zonas mas a las afuera de la ciudad, de hecho estaba demasiado lejos, era una de las zonas que casi nunca frecuentaba, era una zona departamental del gobierno donde habian departamentos muy pequeños a bajo costo, por lo general eran departamentos asignados por el gobierno a personas de bajos recursos, me estacione en donde me indico y bajo corriendo no sin antes haberme hecho jurarle que no me iría sin ella.
Me sorprendió que no demoro, de hecho me sorprendió verla bajar corriendo a solo 5 minutos de haber subido y bajado con la misma ropa y solo una bolsa de plástico, se subió al auto casi jadeando.
—Vaminos, estoy lista.
—No dijiste que te cambiarías?
—Si… eso haré
Abrió su bolsa y saco una mini falda de lentejuelas se levanto un poco del asiento y comenzó a bajarse la que ya tenia quedándose en unas bragas diminutas.
—Qu-que… que demonios haces?!
—Mi estoy cambiando… di hecho no mi veas! Es mas maneja qui no tenemos toda la maldita noche! Apurate!
—Pero…
—Qui ti apures! —levanto los brazos y se quito el top quedándose en topless—
Oh mi dios…!
Maneje casi sin aliento hasta mi departamento no entendía bien porque hacia todo como ella lo había dicho pero no estaba en condiciones para objetar con una mujer que se había desnudado y cambiado en mi auto, ni siquiera podía mirarla, sentía mas vergüenza yo por la situación que ella, no sabia ni su nombre pero no dejaba de hablar, parecía que no se podía callar hablaba como si ella y yo fuéramos tan cercanos, quizá realmente si estaba ebria? por un instante paso, por mi mente… "que edad tiene?" Me estacione de golpe en una orilla de la calle y la mire. Qué haría si era menor de edad y la había visto casi desnuda? Qué haría si era menor de edad y estaba ebria en mi auto y la había visto medio desnuda?!
—Qui ocurre? —me miro confundida—
—Muestrame tu DNI!
—Qui? Di qui habla?
—Muestrame tu DNI ahora o te llevo a la estación de policía!
—Policia?! —la vi ponerse nerviosa, removió en su bolsa con la ropa que se había quitado y saco algo— isto sirve?
Mire el documento y era un pasaporte… ella no era nipona, bueno debia suponerlo no tenia rasgos nipones aunque su nombre era como si lo fuera, su pasaporte decia "Sakura Haruno, nacionalidad Danesa, edad 18 años…
—Eres Danesa? —Eso explicaba su lenguaje, no pronunciaba bien el idioma al no ser nativa—
—Eh?.. Si —me miro aun con ese nervio— mi llevaras a policía?
—Ah… no, solo quería saber si eras mayor de edad no quiero problemas.
—Ah… intiendo —ella sonrió pícaramente— mi soy legal para tu… por si quieres… —abrió sus piernas deslizándolas—
No entendí bien eso, pero viendo su picardía en su mirar preferí no preguntar, conduje hacia mi casa intentando concentrarme aunque toda ella era todo un distractor.
