—¡Gorila! Es bueno que por fin hayas llegado .-Chrome, su amigo de toda la vida había ido a recogerla al aeropuerto.

—¡¿A quién llamas gorila?! .-se abrazó a Chrome sonriendo mientras soltaba sus maletas, después podría reclamar.

—A ti .-sonrío correspondiendo el abrazo de su amiga-. Me alegro de que hayas podido ingresar a la universidad de Tokyo ¿Cómo estuvo el viaje?

—Agotador, ya llévame a mi nuevo hogar.

Yamaha Kohaku, 19 años recién cumplidos había logrado ingresar a la universidad de sus sueños en Tokyo, la ciudad más grande de su país. Ella venía de un pequeño pueblo casi al extremo del sur de Japón, logró después de mucho ingresar a su carrera deseada, incluso había conseguido un departamento a buen precio, pero todo fue gracias a su amigo Chrome, quien le hizo las averiguaciones de todo lo que sería su estadía en la ciudad y la nueva universidad.

El castaño había vivido durante toda su niñez y los primeros años de adolescencia en el pueblo del que provenía la rubia, pero gracias al que padre de este consiguió un buen trabajo se mudaron a la capital, aunque nunca rompió contacto con su amiga o con la hermana de esta quien era su interés amoroso.

—¿Ya le avisaste a Ruri que llegaste?

—Sí, aunque lo verá hasta dentro de unas horas. Sabes que la diferencia horaria es mucha.

Su hermana tampoco se quedó en el pueblo, Ruri se había ido a Estados Unidos apenas terminó la preparatoria. Le había dicho a Kohaku de que si quería se vaya con ella y que haya terminará sus estudios, pero no, ella quería seguir en Japón y aunque en parte su padre también la trató de convencer ella fue firme a su elección.

Llegó al departamento junto con Chrome, apenas entró ya se sintió maravillada con la vista, aunque era pequeño para ella era totalmente cómodo. Sí, allí iniciaría una nueva y mejor vida, dejando todos sus problemas atrás.

—Oí Gorila, tengo que entregarle unas cosas a un amigo ¿Quieres ir conmigo o ya descansarás?

—¡¿Ya te vas?! Anda, dile que las venga a buscar aquí ¿Sí? .-parte de ella no quería quedarse del todo sola y además no veía al chico hace años, de verdad esperaba que se quedará.

—Eeh... Está bien, pero te advierto que Senku es un poco raro a veces.

—Já, te conozco a ti, ya nada me sorprende.

Y así simplemente se dedicó a desempacar con ayuda de Chrome, el departamento ya venía amueblado así que eso era un alivio, pero la parte de acomodar su ropa y demás cosas que su padre insistió que en que llevará era más pesada.

En medio de todo el ajetreo el celular de Chrome sonó y él le informó de que su amigo ya se encontraba en el edificio, así que simplemente le dijo que suba al piso de la joven rubia.
Para cuando el timbre sonó ella fue abrir la puerta, encontrándose con un muchacho de cabellos albinos pero que en la punta se volvían verdes, era flacucho, pero lo que le llamó la atención de sobre manera fueron el peculiar color de sus ojos, eran rojos carmín.

—Ah, perdón. Pasa .-se hizo a un lado de la puerta dejando entrar al muchacho quien se le quedo viendo de arriba abajo por un momento ¿Qué le pasaba?-. Soy Kohaku. Yamaha Kohaku .-extendió la mano que fue estrechada rápidamente por el chico, noto que estás eran ásperas lo cual le sorprendió un poco-. Tú debes ser el amigo de Chrome.

—Ishigami Senku .-había hecho una media sonrisa mientras estrechaba la mano de la rubia, mientras realizó ese contacto nunca dejó de observar a la chica a los ojos-. Bienvenida a Tokyo, supongo.

Antes de que Kohaku pudiera responder, Chrome llegó corriendo algo agitado con un frasco negro que le extendió a su amigo.

—¡Ten cuidado idiota! Una sola gota que se derrame de eso y estamos todos muertos.

—¡¿Eeh?! .-¡No podía morir en su primer día en esa ciudad!-. ¡¿Qué demonios se supone que tienen allí?!

—Ácido sulfúrico .-respondieron ambos chicos como si nada.

—¿Qué es eso?

—Es un solvente altamente peligroso .-el joven de cabellos extraños tomó el frasco que extendía , está mejor en mis manos que en la de este idiota.

—¡Lo siento! En fin, ya te lo di. Disculpa por hacerte venir aquí Senku .-se rascó la nuca algo apenado por la situación-. Ah, ella es Kohaku. La amiga de la que te he estado hablando que irá a la misma universidad que nosotros.

—Ya nos presentamos, idiota .-Kohaku se cruzó de brazos mirando a su amigo con mala cara ¿Por qué no le dijo que traía esa cosa? Es más ¿Para qué quería esa cosa el muchacho de pelos raros?

—Sí, ya. Gracias y me voy yendo. Le dije a Ryusui que nos veríamos esta noche para jugar póker .-se giró de nuevo hacía la puerta dirigiendo una última mirada hacía Kohaku-. Supongo nos veremos en la universidad, hasta pronto .-se despidió sonriendo mientras cerraba la puerta tras de sí.

La sonrisa del aquel chico le dio un poco de escalofríos. En serio ¿Qué le pasaba?

—Tú amigo si es raro. ¿Para qué quería esa cosa?

—Te lo dije y pues lo usa mucho en sus experimentos.

—Ah, otro nerd.


Un mes había pasado desde que llegó a Tokyo y tres semanas desde que comenzaron sus clases en la universidad, de verdad no podía sentirse más feliz con todo ese cambió.
Ya se había adaptado por completo al ritmo de esa ciudad, de hecho, incluso había hecho un par de amistades, la mayoría de estas fueron presentadas por Chrome y con Senku no se volvió a encontrar más que para saludarse.

Un viernes por la tarde se encaminó al laboratorio de ciencias de la universidad para buscar a Chrome puesto que habían acordado que le ayudaría a estudiar física. Nunca creyó que en su carrera volvería a pasar una de las materias que más odiaba.

Entro al laboratorio y sorpresivamente solo se encontró a Senku, quien al escuchar la puerta abrirse giró el rostro que rápidamente al encontrarse con la mirada de la rubia se dibujó una sonrisa en este.

—Hola Leona.

—¡No me digas así! .-ese apodo se lo había ganado luego de inscribirse en el club de artes marciales mixtas de la universidad y cuando Chrome se lo comentó a Senku este la apodó Leona por toda la energía que debía de utilizar allí, o eso creía ella-. Hola ¿Dónde está Chrome?

—Lo llamó su padre, si hubieras llegado trece minutos antes lo hubieras encontrado.

—¡Rayos! .-suspiró llevando su mano a la boca para morder la uña de su pulgar-. Ese idiota, le dije que me ayudará a estudiar.

—No hagas eso .-la voz de Senku sonó algo molesta-. No es bueno que te muerdas las uñas .-se acercó a ella a un paso firme-. Te ayudo, Leona.

—¡No soy una Leona! .-alzó la mirada solo para encontrarse a Senku irrumpiendo en su espacio personal, lo cual la puso algo nerviosa, pero, necesitaba ayuda-. ¿Eres bueno en física?

—Soy bueno en muchas cosas que ni te imaginas .-la sonrisa de Senku hizo que el nerviosismo aumentará, pero nuevamente se repitió que necesitaba ayuda.

—Entonces, ayúdame y luego te lo pago de alguna manera.

Y justamente Senku tuvo razón, era un excelente maestro de física. Le enseñó todo lo que en clases no entendía, incluso podría decir que de haber tenido un profesor como él en la preparatoria hubiera llevado mucho mejor la materia.
Había algo en la forma de hablar de Senku que la embelesaba, quizás el tono que ocupaba o era otra cosa, pero sabía que la mantenía cautiva en todo momento de su explicación.

—¿Entiendes? No es tan difícil si le tomas atención al maestro.

—¡Já! Estoy segura de que el problema es el maestro. Ahora que me lo dices tú es mucho más fácil .-levantó la vista del cuaderno para sonreírle al muchacho enfrente de ella-. Muchas gracias Senku, de alguna manera te lo pagaré.

—Puedes pagarme ahora .-los ojos del chico se dirigieron hacía sus labios ¿Acaso pediría un beso? ¡Ni hablar!

—No traigo dinero ahora .-frunció el ceño. Si le pedía un beso o alguna otra cosa pervertida le daría una golpiza.

—No habló de eso Leona .-con su mano señalo el cabello de ella-. Quiero verte con el cabello suelto .-terminó de hablar sonriendo.

—¿Eh? .-esa petición era algo extraña, demasiado-. ¿Por qué?

—Simple curiosidad .-con el mismo dedo que la señaló se hurgó en su oído-. No lo pienses tanto, pasa que siempre te veo con esa coleta que hace que tu cabello parezca melena.

Aún con dudas, Kohaku llevó las manos a su cabeza y desató la coleta e inmediatamente su cabello descendió por su espalda y hombros, aunque parte de estos siguieron levantados. Su mirada se dirigió a la de Senku quien la observaba en silencio, casi como si estuviera grabando toda la imagen de ella con el cabello suelto en su mente.

Nuevamente se sintió nerviosa ¿A qué había venido esa propuesta tan extraña? En serio que ese chico le parecía extraño. Sus ojos nuevamente se encontraron con los de él, aunque lo encontrará raro la verdad era que lo consideraba un poco atractivo, sobre todo sus ojos rojos carmín.

—Me gusta .-eso fue más un susurró que Kohaku no llegó a escuchar.

—¿Disculpa?

—Que ya está. Puedes volver a ser una Leona.

—¡No soy una leona! .-bufó volviendo a amarrar su cabello-. Oye... Ya es tarde, creo que deberíamos irnos.

—Ah, sí tienes razón. Aunque la que debería irse eres tú, yo pedí ocupar el telescopio de la universidad.

—¿Te quedarás más tiempo? .-ladeo un poco la cabeza, no todos los estudiantes tenían permitido usar el telescopio de la universidad-. ¿Por qué vas a usar el telescopio?

—La luna estará en su mejor punto hoy y aunque podría verlo desde mi casa, el telescopio de aquí es mucho mejor.

—¿Puedo verla contigo? .-no entendía que la llevó a decir eso, pero al parecer lo dicho no hizo más que hacer sonreír a Senku.

—Seguro, diez billones por ciento seguro de que será emocionante.

Se quedó en silencio mientras Senku terminaba lo que sea que estuviera haciendo en el laboratorio, no quería molestarlo, pero después de una hora este finalmente habló de que iría a por el telescopio que lo esperara en la terraza de la universidad.

Después de diez minutos el chico apareció con el telescopio en mano, y Senku tenía razón, la luna se veía maravillosa, eso lo podía apreciar aún sin el telescopio. Mientras se turnaban para observar la luna, él le comentaba datos curiosos sobre el satélite natural de su planeta, y mientras más hablaba él, más se sentía cautivada por el muchacho.

Minutos después se sentaron en el suelo ya solo para estar allí, observando la luna de manera natural.

—No puedo creer lo de tu vista, diez billones de puntos para ti.

—Es verdad, te muestro mis papeles médicos si quieres .-bromeó ahora ya para girar su mirada hacía el chico, que para su sorpresa la estaba viendo a ella y nuevamente los nervios volvieron.

—No es necesario, te creó .-su sonrisa nuevamente estaba allí, sonrisa que ahora estaba entendiendo porque la ponía tan nerviosa.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estamos aquí? .-se acercó un poco más al amante de la ciencia, por frio y por otras cosas.

—15 minutos exactos ¿Por qué?

—Creo que estoy enamorada de ti Ishigami Senku .-ella era así, siempre fue sincera consigo misma.

Por la cara del chico al parecer no le sorprendía, de hecho, estaba segura de que su sonrisa se había agrandado.

—Interesante.


Dos meses habían pasado desde que se había mudado, dos meses exactos de que conocía a Senku y se declaró enamorada de él. Su relación ahora era más de amigos, pero los sentimientos de ella estaban allí y cada que hablaba con el chico no hacían más que acentuarse en su corazón.
En esos dos meses habían comenzado a pasarle cosas curiosas, de primera dos de sus ligas para el cabello habían desaparecido, al principio no le dio importancia porque tenía muchas, pero le parecía curioso y no solo eso se había llegado a perder, una de sus medallas de sus competencias también se había perdido, eso sí la extraño porque estaba segura que se la había traído, incluso cuando le preguntó a su padre este le había asegurado lo mismo.

El tercer mes desde que estaba en su nuevo hogar las cosas con Senku tomaron otro rumbo, puesto que ahora se quedaba con él después de clases en el laboratorio de la universidad, a veces para que le ayudará a estudiar, a veces para ayudarlo con las cosas que él no podía cargar puesto a su mala condición física o simplemente para... Para estar con él.
Ese mes ya si desapareció algo que le llamó la atención. Un vestido que solo llegó a ocupar una vez desde que se mudó, era un vestido azul, le llegaba un poco más arriba de las rodillas, era uno de sus favoritos, pensó que quizás lo olvido en la lavandería y eso la puso algo triste, bien despistada podía llegar a ser así que no lo pensó mucho.


El cuarto mes ya conoció a uno de los amigos de Senku porque el mencionado la había invitado a una de las fiestas de su amigo, fiesta a la que también asistió Chrome así que se sintió segura de ir.

—Nanami Ryusui, bella dama .-el anfitrión de la fiesta se inclinó para besarle la mano, eso se le hizo divertido-. Espero esta noche se la pase bien señorita Kohaku.

—Gracias, trataré .-rio divertida pero su vista se dirigió hacia Senku, quien tenía el ceño fruncido levemente ¿Se habría enojado por algo?

—Si ya. No te dejes engañar por este casanova Leona.

—Con este malhumorado de acompañante quizás se le sea algo difícil bella Kohaku.

—No lo creo, hay veces en que no es así .-volvió a reír esta vez acompañada de Ryusui, quien después de un momento de charla se excusó diciendo que debía ir a saludar a sus otros amigos.

Pero la verdad fue que iba detrás de una chica bajita de cabello rubio, pero no del mismo tono que el de ella, Senku le dijo que era la mayordomo de la mansión de su amigo, François.

Esa noche se habría divertido más de no ser por un sujeto llamado Magma que comenzó a fastidiarla a mitad de la noche, aunque después de que Chrome lo haya alejado este se fue detrás de la joven mayordomo, quien simplemente lo ignoró. Ella podría haberle roto la cara, pero no quería provocar una pelea en ese lugar, menos quería dejar en vergüenza a Senku por traerla como invitada, aunque después de la fiesta este le aseguró que habría estado feliz de que le rompiera la cara al idiota del Magma.

Después de ese día por coincidencias de la vida quizás, Magma había sido reportado como desaparecido y había carteles de él pegados por toda la ciudad. Ella, aunque sorprendida no le dio mucha importancia, quizás en qué cosas se había metido.


Para el quinto mes, sus sentimientos hacían Senku ya eran bastante obvios, y ese día antes de las vacaciones lo invitó a su departamento para ver una película. Se había decidido a volver a recordarle su confesión.

—Oye Leona, estás muy callada hoy .-el muchacho mantenía un brazo por sobre el sillón y su mano descansaba sobre el hombro de la rubia.

—Ah, es que me entretuvo la película .-nervios, nuevamente nervios por estar con el chico a solas.

—Sí, puedo decir que me gusto .-alzó los hombros despreocupado-. ¿Qué harás para las vacaciones?

—Planeaba volver a mi pueblo, pero si voy no tendré dinero para ir en navidad .-suspiró girando su rostro hacía él y una vez más, sus ojos estaban fijos en ella.

—Entiendo .-se acercó un poco más a ella sin dejar de observar sus ojos-. ¿Qué sucede?

—Estoy enamorada de ti .-habló rápidamente, que horrible confesión.

—Perfecto.

Y él se acercó a besarla, la beso de manera tan suave que casi creyó que era un sueño, pero no. Eso era real, Senku la estaba besando de verdad y ella no quería quedarse atrás así que correspondió de igual manera.

Había esperado demasiado por ese momento, de verdad creyó que sería rechazada por un leve segundo. Los labios de Senku eran suaves a diferencia de sus manos que se acercaron a sus mejillas para acariciarlas de manera lenta.

—Sé mía .-por un leve momento sus labios se separaron y ambos respiraban con un poco de dificultad.

—Va-vale .-respondió rápido solo para volver a besarlo, esa ni siquiera fue una pregunta, simplemente fue una declaración.


Esas tres semanas de vacaciones la pasó con él y sus amigos. Nuevamente fue invitada a una fiesta, pero esta vez fue Ryusui quién la invitó a sabiendas de que quizás Senku se negaría a ir si es que no iba la rubia, cosa que le dio risa.
Esa noche no bebió mucho, pero se sintió algo mareada en un momento así que se excusó diciendo que se iría temprano y aunque Senku quiso acompañarla ella se negó diciendo que ya había pedido un auto de servicio, le pidió que disfrutará la noche, cosa que él a regañadientes aceptó.

Se arrepintió un poco de esa decisión, ya que el conductor no paró de verla con una mirada lasciva en todo el viaje, viejo asqueroso. Afortunadamente no pasó a más y llegó a salvo a su de edificio donde le escribió a su novio para informar de su llegada y de paso comentarle su situación vivida.

A la mañana siguiente vio en las noticias un accidente automovilístico, el conductor que había muerto fue el mismo que la había acosado la noche anterior.


El sexto mes y por ende el primer mes que cumplió junto a Senku este le presento a su familia. Su padre Byakuya era un hombre de lo más carismático posible; le agrado de primeras, la madrastra del chico le sorprendió demasiado. Era la cantante Lillian Winberg, sabía que ella estaba casada y tenía un hijastro, pero nunca se imaginó que el mundo sería tan pequeño, eso solo la hizo golpear por debajo de la mesa a Senku por no decirle de eso.
La última en presentarse fue la hermana menor de su novio, Suika era la niña más tierna que haya visto en su vida, la adoro desde el principio y al parecer ella también fue del gusto de la pequeña.

La familia de su novio era demasiado divertida, además fue muy bien recibida por todos, definitivamente esperaba que las cosas con Senku vayan de maravilla para no tener que dejar de verlos.

Su segundo mes de relación las cosas comenzaron a subir de tono, ya no quedaban satisfechos simplemente con los besos.

Ese día ella insistió en que Senku se quedará puesto que ya era tarde para que volviera a su casa y estaba segura de que el metro estaba cerrado.

—Tú ganas Leona .-se tiró al sillón para recostarse-. Pero, ven aquí un momento.

—¿Qué sucede? ¿Quieres un beso de buenas noches? .-rio ante su comentario cursi, tanto ella como Senku no eran tan amorosos en público así que aprovechaba de molestarlo con ese tipo de cosas.

—Si .-la jalo del brazo para que quedara recostada sobre él mientras que con su otra mano la tomaba de la nuca acercarla y unir sus labios.

Para Kohaku ese beso marcó un antes y después de su relación. Pues esa noche ella se entregó a Senku.

—Sé mía .-Senku se encontraba sobre ella viéndola de una manera que la ponía más nerviosa de lo que estaba-. Leona...

—L-lo soy .-gimió al sentir como Senku entraba en ella y enterraba las uñas en la espalda del chico-. T-te amo.

Senku solo gruñó respondiendo un "Yo igual" y eso era todo lo que ella necesitaba escuchar.

La última semana de ese mes desaparecieron un sostén azul y una braga de igual color. Mismas prendas que usó la noche que se entregó de forma carnal a su novio y ella otra vez pensó que se le quedó en la lavandería.


El tercer mes de su relación las cosas iban de maravillas, hasta que uno de sus compañeros de carrera trato de pasarse de listo con ella.
Ginro fue demasiado insistente con sus comentarios pervertidos sobre ella, así que más de una vez le dio una golpiza para ponerlo en su lugar.

Un día después de que le contó sobre la situación a Senku, el rubio pervertido llegó a clases lleno de moretones y por lo que había escuchado lo habían emboscado justo frente a su casa, despertando hasta que su hermano Kinro llegó a auxiliarlo.

—Se lo tenía merecido quizás .-se encogió de hombros mientras tomaba una bebida helada en compañía de uno de los amigos de su novio.

—Me gustaría hablar con él para saber qué le pasó realmente Kohaku-chan~ .-Asagiri Gen era un escritor de libros de la mente, y según ella sus libros no tenían ningún sentido.- Quizás debas presentármelo

La siguiente semana Ginro estuvo más miedoso de lo que ya era, según escuchó de Kinro, quien sí era su amigo, Ginro había estado sufriendo algo parecido a la ansiedad esos días y ella comenzó a preguntarse de qué quizás que cosas le había dicho Gen, aunque alejó rápidamente ese pensamiento de su mente. Gen ni siquiera conocía al rubio.

Un día cualquiera de ese mes se juntó con Ryusui y Minami, una de sus amigas de universidad que igual conocía al joven millonario.

—¿Alguna de ustedes bellas damas conoce algún jardinero?

—Nop .-Minami bebió un poco de su cerveza viendo a su amigo-. ¿Ya no tenías uno?

—Tampoco conozco a ninguno. Y es cierto .-Kohaku ladeo la cabeza viendo a Ryusui-. ¿Qué pasó con el que tenías?

—Murió. Se atraganto con su comida.

—Vaya muerte tonta .-Kohaku bebió un trago de su propia cerveza-. Si hubiera tenido veneno sentiría pena.

—Opino lo mismo .-Minami río junto a sus amigos para después señalar a la entrada del bar-. Allí vienen Senku y Tsukasa

Y allí la conversación cambió de tema, aunque Kohaku todavía encontraba tonta la muerte del jardinero de Ryusui.


El cuarto mes de su relación, los acosos verbales de Ginro volvieron.

—No entiendo como puede ser hermano de Kinro .-bufó sentándose sobre la mesa del laboratorio-. Ya lo he golpeado demasiadas veces y ni así entiende.

—Tranquila Leona .-Senku estaba concentrado en un análisis de muestras-. Ya entenderá.

—Eso espero .-se acercó a ver a la pantalla de la computadora-. ¿Muestras de qué cosas estás analizando?

—Brodifacoum y Clorofacinona.

Tres días después de esa conversación se corrió el rumor de que Ginro había muerto por ingerir una cantidad idiota de veneno de ratas y según lo que escucho de todo eso fue porque el muy idiota comió un queso que era para una trampa de esos animales. Y esa historia fue confirmada por Kinro.


El quinto mes de relación comenzó a sentir celos. Una chica compañera de carrera de Senku estaba tratando de meterse entre ellos, seduciendo a su novio cada vez que podía, siendo ignorada monumentalmente por el chico. ¿Es que acaso no tenía dignidad?

—¿Estás molesta? .-su novio se encontraba con la cabeza recostada sobre sus piernas, estaban en su departamento.

—Celosa .-se cruzó de brazos para evitar verlo, si estaba molesta.

—No tienes por qué .-Senku se sentó en la cama para acercarse a ella-. Leona ilógica .-beso su cuello suavemente mientras con su brazo la atraía a él.

—No soy una Leona .-se sonrojo un poco cuando su novio comenzó a acariciar sus muslos.

—Mi leona .-siguió un camino de besos desde su cuello hasta su boca, donde ella correspondió al beso de forma furiosa por sus celos.

Y ese día le quedó claro que Senku no miraría a ninguna mujer más que ella.

Ese mes no perdió nada, pero encontró el cuaderno donde escribía sus pensamientos, muy de vez en cuando, en una posición que no recordaba.
Y para finales de ese mes Senku la llevó a cenar a un restaurant elegante.


El sexto mes ya estaba convencida de que Senku era la persona con la que quería pasar el resto de su vida, así que tomó una seria decisión.

—¿Me estás dando las llaves de tu departamento? .-observaba la copia de las llaves algo sorprendido.

—Sí, así puedes venir cuando quieras. Incluso si no estoy aquí .-sonrió observando la expresión en la cara de su novio, estaba feliz por su reacción.

—¿Tanto confías en mí Leona? .-sus ojos se toparon con lo de chica.

—Sí, ya vi que no eres ningún rarito .-se llevó la mano al mentón después de analizar lo dicho-. Olvídalo, si eres un rarito como Chrome.

—Que chistosa.


A fines de ese mes presenció algo que no le gustó para nada. Iba llegando al laboratorio cuando escuchó la voz de Ruby, la molesta compañera de Senku dentro de aquel salón

—Tu novia no se va a enterar Senpai~

¿Enterarse de qué? Abrió un poco la puerta sin hacer ruido y vio como Ruby estaba sentada sobre el regazo de Senku, con sus labios demasiado cerca de los de su novio, eso la hizo sentir su sangre hervir de rabia.

—Por última vez .-vio como Senku la empujaba de manera que la chica tuvo que pararse-. ¡ALEJATE DE MI! ¡TENGO A KOHAKU JODER!

Su corazón latió demasiado rápido al escucharlo, en serio que lo amaba. Su enojo estaba disminuyendo hasta que vio a pequeña pelinegra sonreír.

—Ya caerás.

Y cuando vio cómo aquella zorra se giraba para caminar a la puerta, ella corrió a la esquina del pasillo para poder esconderse.
Cuando vio como la pelinegra desaparecía de su vista, tecleó un mensaje rápido a su novio diciéndole que lo vería hasta el día siguiente puesto que necesitaba estudiar y cuando recibió un mensaje por parte él sonrió.

"Esfuerzo Leona, también tengo cosas que hacer. Nos vemos mañana"

—¡Ruby! .-gritó mientras alcanzaba a la chica en el estacionamiento.

La pelinegra se giró para verla y sonrió muy hipócrita.

—¡Kohaku-chan! ¿Cómo estás? Te ves cansada ¿Te llevo a tu casa?

—No me vengas con eso .-se colocó frente a la chica, era unos centímetros más alta-. Aléjate de Senku.

—¿Disculpa? .-alzó la ceja viéndola con una cara idiota-. No sé de qué me hablas, mi relación con Senpai es estrictamente de compañeros.

—Deja de hacerte la tonta. Te vi en el laboratorio.

Al parecer eso hizo que se le cayera la máscara de hipócrita a la desgraciada.

—¿Nos viste? Lamento que te hayas tenido que enterar así .-suspiró para después hacer una sonrisa-. Pero Senku se merece algo mejor que una pueblerina como tú.

—¿Te das cuenta lo clasista que suena eso? Aléjate de mi novio.

—¡Pronto será tu exnovio! .-rio dando un paso hacia ella. Eso solamente le hizo recordar toda la rabia que tenía cuando los vio-. ¡Deberías quitarte de mi camino perra!

—¡Aquí la única maldita perra estás siendo tú! ¡Te lo advierto Ruby! .-presiona los puños dentro del bolsillo de su chaqueta.

—¡Ay sí qué miedo! Solo déjame el camino libre y no quedarás como una pobre chica engañada. Tú estúpida zo-... .-no terminó de hablar cuando sintió como su cuello comenzaba a sangrar.

—Te lo dije.

Ruby calló a sus pies desangrándose, tratando de articular palabras. Había tenido su merecido, Senku era suyo, solamente suyo.

Escucho una risa a sus espaldas y unos aplausos, eso la asustó ¿Alguien la había visto? Temió que pudiera ser su novio, definitivamente no podía ver ese lado de ella.

Se giró rápidamente solo para encontrarse a Ryusui sonriendo y sin dejar de aplaudir.

—Oh, bella señorita Kohaku, se ha manchado .-se acercó aun riendo a ella, mientras le ofrecía un pañuelo-. Y vaya desastre hay que limpiar aquí.

—¿Ryusui? .-lo vio con algo de miedo ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo explicaba la situación?-. Y-Yo... Ella y yo... So-solo...

El solo chasqueó los dedos mientras tomaba sus manos y las limpiaba puesto que se habían manchado con la sangre que le salpicó Ruby cuando cortó su garganta. Sintió como Ryusui le quitaba la navaja para poder guardarla en uno de los bolsillos de su pantalón

—Shh, seguramente se lo merecía ¿o no?

Su labio inferior tembló ¿Qué iba a decir? ¿Qué iba hacer? ¿Ryusui la acusaría?... ¿Ryusui le diría a Senku?

—Escucha, Kohaku somos amigos, deja que yo limpie el desastre ¿Sí? Confía en mí.-el chico le sonreía con sinceridad, casi como diciéndole que no era su culpa lo que había pasado

—Ryusui... .-sus ojos se llenaron de lágrimas y dio un pisotón al pavimento, quizás debía confiar en su amigo-. Es-es que... ¡Ella no dejaba a Senku tranquilo! Y- y hoy la encontré a punto de besarlo... Pe-pero Senku la apartó de un empujón y-y e-él dijo que me tenía a mi... ¡Pe-pero ella le sonrío mientras le decía que pronto caería!

Ryusui la cubrió con su propia chaqueta mientras asentía y sacaba su celular, lo escucho hacer un par de llamadas mientras el conducía para llevarla a su mansión, donde le dijo que se diera un baño y le dejó una muda de ropa, la cuál era igual a la que ya traía puesta. Al salir del baño ya vestida este la esperaba en su salón.

—Escucha Kohaku .-él le seguía sonriendo de manera sincera-. Yo me haré cargo de todo ¿Sí? Para eso estamos los amigos.

—Ryu-Ryusui... N-no sé cómo pagarte.

—Somos amigos ya te dije, además eres la novia de uno de mis mejores amigos. No podría pedirte nada a cambio más que hagas feliz a ese bribón.

—Gra-gracias.

—Una cosa más .-Ryusui se acercó a ella sonriendo y la abrazo, era un abrazó como si se lo diera un hermano, familiar casi-. Si necesitas que limpie otro desastre de esos, no dudes en llamarme.

La siguiente semana todos pensaban que Ruby se había suicidado y ella siguió su vida como si nada, pero si de algo estaba segura es que se encontraba enamorada de Senku más que nunca, él ni siquiera le dio importancia a la muerte de aquella perra.


Se encontraba junto a su novio y a Gen, los tres estaban en una cafetería poniéndose al día con el nuevo libro del de cabellos bicolor, hasta que un mensaje llegó al celular del mentalista.

—Vaya, Ryusui-chan pregunta si conozco un jardinero, al parecer el suyo falleció recientemente.

—¿Otro? Que mala suerte tiene ese idiota.

Kohaku simplemente se quedó callada, parte de ella creía saber la respuesta de cómo había muerto el jardinero, lo único que le quedaba saber era del por qué.

Su respuesta llegó el séptimo mes de relación, cuando fue invitada nuevamente a la mansión del Nanami a una fiesta.

Vio a Ryusui muy pendiente del que era su nuevo jardinero, estaba muy cerca de su mayordomo François.

—Oye Senku .-se acercó a su novio quien bebía un vaso de cerveza-. ¿A Ryusui le gusta François?

—¿Hasta ahora te das cuenta? .-Senku le sonrió mientras la abrazaba por la cintura-. Así es, desde hace bastante. Según Gen tiene complejo de Edipo pues François ha sido su mayordomo desde hace bastante tiempo, prácticamente lo crió cuando ella era adolescente

—Que extraño .-hizo una mueca, no se metería en esos asuntos-. Bueno, ven vamos a jugar a los shot con Chrome y Gen.


El octavo mes decidió presentarle a Senku a su familia y aunque temerosa de la reacción que tendría por ir a un pequeño pueblo y sobre todo por conocer a su padre se sintió feliz al final del viaje, su padre adoro a Senku y su hermana que estaba de vacaciones por un par de días

—Por favor cuida de mi hija, Senku .-su padre los despedía en la puerta sonriente mientras palmeaba con fuerzas a su novio.

—¡Papá! ¡Ya me sé cuidar sola!

—Por favor cuida de mi hermana, sé que a veces puede ser difícil, pero ella es tierna a su manera.

—¡Ruri-nee, por favor!

—Descuiden .-habló después de recuperar el aliento por las palmadas de suegro-. Se cómo tratar a la Leona.

—¡Eres un bastardo a veces!

—¡Ya vámonos que nos deja el avión! .-Chrome había ido junto a ellos, para por fin dar el paso siguiente con su hermana y ella era feliz por ambos.

Para mala suerte de los novios no pudieron coincidir en sus asientos y Chrome se negó a cambiarlo con Senku, así que se fue todo el viaje de regreso a Tokyo escuchando a su amigo decirle datos idiotas.

—¿Sabías que un psicópata tiene la habilidad de enamorar a alguien de cinco a quince minutos desde que conoce a alguien?

—Por favor, cállate y déjame dormir.


A los nueve meses de estar junto a Senku se sentía más dichosa que nunca, pero ahora tenía a otro idiota que la estaba molestando.
Joel era un chico del programa de intercambio junto a otra chica, Luna. Ambos estadounidenses, y la verdad no le caía para nada bien ninguno.

Ya estaba lidiando con sus celos hacia una de las hermanas de la zorra de Ruby, Sapphire. La rubia se estaba tratando de aprovechar del duelo por su hermana para acercarse a Senku, siempre comentando cuánto Ruby lo admiraba y que ya veía del porqué.

Un día simplemente ya no lo soportó más y llamo a Ryusui para pedirle ayuda, y este le dijo que podía ir usar una de las bodegas del puerto de su familia, que luego él se encargaría de todo.

—Sapphire .-se acercó sonriendo a la rubia, ya lo conocía puesto compartían algunas clases.

—Kohaku, casi me das un susto .-suspiró aliviada mientras veía su reloj-. Mira la hora qué es y tú aún aquí.

—Sí, la práctica de artes marciales se prolongó. Disculpa sé que es mucho pedir, pero ¿Podrías llevarme? Vivo cerca del puerto Nanami.

—Oh, claro.

Estúpida perra. Disfruto cuando la golpeo dejándola inconsciente para poder cargarla hasta la bodega que Ryusui destino para ella. Cuando llegó ya había algunas manchas de sangre en el suelo, no le dio importancia pues pensó que seguramente sería de uno de los jardineros de Ryusui, pobrecitos... En fin.

Con una palanca que había allí, ya manchada con sangre, reventó la cabeza a golpes de aquella perra.

Esa semana hubieron dos muertos, Sapphire y Joel.
Recordó que el chico la acosó siguiéndola a varios lados, incluso se topó con él mientras estaba en sus citas con Senku y pues su novio parecía algo enfadado de la presencia de aquel. Otra cosa que recordó, fue que durante esas semanas Joel tuvo las mismas actitudes que Ginro, había llegado con moretones una vez a clases y escucho a Luna decir que sufrió de ansiedad.

Qué extraño.


El décimo mes pasó sin mayor novedad, compartía tiempo con la familia de Senku y ella se declaraba enamorada de toda aquella familia, sobre todo de la pequeña Suika quien era tan inocente y amorosa. Era una maravilla jugar con ella.

Byakuya y Lillian también eran una maravillosa pareja, Senku le contó de que ambos se conocieron en su viaje a la estación espacial, de hecho, Lillian ya estaba saliendo con alguien que según Senku recordaba la molestó varías veces después de terminarán y ella comenzará una relación con su padre.

—Pero el tipo murió, el viejo me contó que fue algo de que cayó a un acantilado o no sé .-estaban el sillón de la casa del Ishigami-. Oye Leona ¿Qué quieres ver ahora? Ni atención le tomamos a la película.

—¡Hermano! .-Suika se acercó corriendo para quedar frente a ellos-. ¿Puedo ver la película con ustedes?

—Claro enana, pero yo me quedo al lado de la Leona.

—¡Está bien! .-Suika sonrió, pero antes se acercó a susurrarle algo a Kohaku-. Tú eres la única chica con la que voy a compartir a mi hermano, me gustas Kohaku-chan.

Y ella se sintió más feliz que nunca, en serio adoraba a esa niña.


El undécimo mes, nuevamente tuvo problemas, la última de las hermanas de Ruby había estado coqueteando descaradamente a Senku sobre sus narices ¿Qué demonios pasaba con esas hermanas? Ni siquiera parecía que sufriera por las muertes de sus dos hermanas menores.

—Garnet ¿Puedes acompañarme a hacer la colecta de la universidad?

—Claro. De hecho, te lo iba a pedir.

No iba a mentir, ella le caía bien. Quizás por eso le dolió un poco enterrar el cuchillo en la espalda de la chica, justo en la misma bodega donde mató a Sapphire.

—Me caías bien, pero tenías que ir de puta con mi novio.

Nuevamente, Ryusui la ayudó a encubrir todo.

Una nueva fiesta, esta vez en uno de los barcos del Nanami, donde cada uno tenía sus habitaciones individuales, pero las parejas estaban juntas, obviamente.

—Leona .-Senku besó su frente acariciando su espalda, acababan de hacer el amor-. Te amo.

—También te amo .-sonrió alzando la mirada para toparse con sus ojos rojos carmín, a pesar de todos esos meses juntos no había dejado de ponerla nerviosa.

—Eres mía Kohaku .-él fruncía el ceño, mientras se colocaba sobre ella-. ¿Te quedó claro eso?

—S-si .-Senku era demasiado posesivo a veces, pero eso no la molestaba.

—Y yo soy tuyo .-ella gimió cuando sintió como este volvía a meter su miembro en su intimidad-. Mataré a cualquier idiota que se interponga.

Pero eso ella ya no lo escuchó después de que asegurara que él le pertenecía a ella, se perdió en el placer que se sentía tener a su novio dentro de ella, haciéndole el amor, solo a ella, porque Senku solo era suyo.


Cumplieron un año y ella estaba más se sentía dichosa, completamente enamorada de Senku, de verdad lo amaba.

Nada ni nadie los podía separar, de verdad que nada. Ni siquiera el idiota de Mozu que la acosaba de todas formas posible, ella simplemente nunca le tomó atención, estaba más preocupada de la chica Luna, en verdad le molestaba la existencia de la pelirrosa.

—Leona, ven a la cama .-Senku se había quedado esa noche en su departamento-. Mañana no te veré en todo el día por culpa del profesor que me pidió tutoría para ese estereotipo estadounidense.

—Te puedes negar .-se sentó sobre el regazo de su novio sonriendo mientras lo abrazaba por el cuello-. Así te quedas todo el día aquí.

—Créeme que quisiera, pero no puedo perder el beneficio de usar el laboratorio de química cuando quiera .-Senku comenzó a besar su cuello suavemente mientras acariciaba sus piernas-. Pero puedo compensarte algo esta noche.

—Espero sea bueno Ishigami .-río mientras acariciaba la nuca de su amado.

—¿Cuándo te he decepcionado?

—Jamás .-se acercó a besar sus labios suavemente, alejándose solo para lamerlos lentamente-. Mío.

—Tuyo, Leona.

Quizás esa noche si se pasó, pues a la mañana siguiente vio los arañazos en la espalda de Senku, aunque era una buena forma de marcarlo. Después de todo, él acostumbraba a dejar chupetones por todo el torso y muslos.


Llevaba más de año y medio con Senku, y entre los últimos acontecimientos que habían sucedido fue la muerte de Mozu, que trágico accidente el de él. Aunque fuera un acosador y mujeriego, lo respetaba por su fuerza y ser un buen rival en el club de artes marciales.

Estaba siendo abrazada por uno de sus compañeros de clases, en serio que odiaba cuando alguien la tocaba sin su permiso. Divisó a Senku a lo lejos y todo su disgusto cambio, quitó el brazo de Titán de su hombro y se fue de allí sin siquiera despedirse, estaban cerca del laboratorio de química después de todo así que no era sorpresa encontrarse a su novio allí, de verdad solo verlo la hacía sonreír.

—¡Hey! .-levantó la hoja con su calificación perfecta del examen de física, la verdad lo consiguió gracias a la ayuda de su novio-. Nota perfecta

—Vaya Leona, diez billones de puntos para ti por lograrlo .-Senku solo se rascó el oído despreocupadamente mientras entraba al laboratorio, ella simplemente lo siguió.

—No me digas Leona .-infló las mejillas mientras se sentaba sobre una de las mesas del lugar-. Oye... ¿Escuchaste lo de Mozu?... Aún no lo puedo creer, digo siempre presumía que era un buen conductor y demás...

—Seh, la verdad no lo hablé mucho con él .-alzó los hombros mientras se colocaba la bata de laboratorio-. Pero bueno, un accidente le puede pasar a cualquiera.

—Si tienes razón... .-vio su reloj, aún le quedaban quince minutos antes de su siguiente clase-. ¿Puedo ir a tu casa hoy? Hace tiempo no veo a tu hermana .-extrañaba a la niña, en realidad a toda la familia Ishigami.

—Puedes ir. Suika no deja de preguntarme por ti, pero llegaré un poco más tarde .-él se sentó frente a su computadora, seguramente viendo un nuevo análisis.

—¿Te quedarás otra vez hasta tarde en el laboratorio? Si quieres te espero .-sonrío mientras se acercaba a masajear los hombros de su novio, lo notaba tenso y estaba segura de que era por su nuevo proyecto.

—Ah, no gracias. Ve y nos vemos allá, me pidieron que haga una tutoría .-sintió como sus hombros se relajaba, Senku siempre se relajaba con su toque-. Luna, la chica de intercambio me pidió que la ayudará con matemáticas.

Kohaku se tensó levemente en su lugar, pero no dejo de masajear la espalda de Senku. Se había aguantado mucho los celos, esa chica estaba claramente enamorada de su novio, era momento de terminar con ese problema de raíz.

—Está bien .-se fijó que no hubiera nadie a la vista y se acercó a robarle un beso, no era mucho de demostraciones amorosas en su universidad-. Nos vemos en la noche Ishigami-sensei .-río mientras caminaba hacia la salida para ir a su siguiente clase, escuchando un cortó adiós de parte de Senku.

Al salir del laboratorio, tomó su celular buscando el contacto de Ryusui, varias veces se había descargado la rabia hacia la pelirrosa con su amigo y cómplice. Nuevamente tendría que disponer su ayuda.

"Quiero que esa perra vuelva a su país con los peces"

Envió el mensaje y justo cuando salió de su última clase llegó la respuesta del Nanami.

"¡Dispón del almacén del puerto esta vez! Yo me encargo bella dama."

Sonrió, ahora solo necesitaba pensar en cómo llevar a la tonta hacia el almacén, pero por el momento tenía que estar tranquila. Después de todo confiaba en Senku, en las que no confiaba era en esas putas que se le acercaban con otras intenciones...

Bien, ¿Qué dulce podría llevarle a Suika ese día?

...