El paso del tiempo había dejado huellas en su piel. Su rostro llevaba consigo las marcas de la batalla donde casi pierde su vida, pero donde su determinación y voluntad le permitieron volver a batallar.

—Debimos habernos encontrado en un sitio menos sucio, pero realmente tenía muchas ganas de regresar—espetó con su mirada vacilante hacia la entrada de la ciudad.

Sus expresiones denotaban la añoranza y el apego hacia ese lugar. Mikasa podía percibir ese aroma a hogar entre la ciudad y Levi.

—No se preocupen por mí. Simplemente me sentí muy contenta de recibir tu carta y por eso me tomé el atrevimiento de venir con Mikasa—la reina llevó una mano hacia su hombro y sonrió—Me encantaría estar junto a ustedes.

Historia se había impuesto el objetivo de llegar a todas las personas con su ayuda. Sin embargo, el mismo fue pospuesto debido a múltiples problemas económicos que presentaron los sobrevivientes del retumbar.

No obstante, la paz había regresado y era momento de caminar en los senderos más empinados.

—Me parece una propuesta muy interesante, ya que he tenido la oportunidad de rescatar a muchos niños en situaciones muy vulnerables y... —Mikasa detuvo su discurso al notar que Levi estaba por decir algo.

Los labios del Ackerman temblaban. Él estaba ocultando sus miedos tras su máscara de hombre valiente.

—Lo siento, alteza—interrumpió el Ackerman en un tono serio—. Sé que en realidad tenía intenciones de acompañarnos, pero este lugar no es apropiado para usted.

El ambiente, de pronto, se tornó tenso y sombrío.

Levi frunció el ceño y resopló. Miraba fijamente a Historia y esperaba que ella lo contradijera, mas aún persistía aquel respeto hacia su antiguo capitán.

—He vivido en similares situaciones y estoy lo suficientemente capacitada para enfrentarme a la realidad de la gente que vive aquí. Aunque admito que me resulta extraño que me lo digas en un tono tan preocupante—argumentó la reina y dio un paso hacia el Ackerman.

Con el paso del tiempo, Historia había ganado más altura y, en ese entonces, ella medía exactamente lo mismo que Levi.

—No se trata de si usted es capaz de soportar este lugar o no, sino de que la sociedad que vive aquí es bastante recelosa con la nobleza. Entiéndame, yo he nacido en este sitio y sé perfectamente cómo y por dónde moverme para encontrar lo que quiero—aseguró. Dirigió su mirada hacia Mikasa y añadió: —Ella podrá mezclarse entre ellos y pasar desapercibida junto conmigo. En cambio, usted...

"¿Podré llegar hasta los más necesitados y convencer a la gente de comenzar una nueva vida en la superficie? ¿Qué es lo que el capitán Levi tiene en mente?" pensaba Mikasa mientras analizaba la situación.

—Levi, entiendo tu punto y lo respeto. Sin embargo, me da la sensación de que tienes algún tipo de información que estás ocultándose y por eso insistes en que no vaya con ustedes—en pos de encontrar su respuesta, la Reiss continuó: —. Mikasa es muy fuerte, tanto como tú.

—Ella actualmente es mejor que yo—llevó una mano a su rodilla y desvió la mirada. En la otra cargaba un bastón—. Sé cómo es su estilo de combate y por eso puedo confiar en Mikasa.

Hacía mucho tiempo que no escuchaba el halago de su antiguo capitán. Era extraño pero muy agradable.

Lo que más curiosidad le daba era que el Ackerman cargaba un bastón que no utilizaba.

— Si tú asumes que yo no podré estar aquí, no insistiré. Sin embargo, no permitiré que ustedes ingresen a la ciudad sin custodia personal—sugirió.

Levi estiró su mano y negó. Resopló y frunció el ceño.

—No subestime el poder de nuestro linaje, alteza—su orgullo se vio dañado al notar que la reina estaba intentando persuadirlo—. Por más que yo no esté tan activo como hace unos años atrás, puedo defenderme y moverme perfectamente. Siempre he tenido dificultades y nada me detendrá ahora...

La determinación del Ackerman era admirable. Su fuerza de voluntad era férrea. Mikasa definitivamente anhelaba ser como él.

—No tengo dudas de tus capacidades y mucho menos de las de Mikasa. No obstante, ella es mi responsabilidad y debo... —al sentir una mano en su espalda, Historia volteó a verla.

La Ackerman estaba sonriendo. Sabía que su misión no sería sencilla, pero contaba con la experiencia y guía de Levi.

—Estaremos bien—musitó—. Podremos cumplir con nuestra misión y volver a salvo.

Historia se detuvo a ver la determinación en las palabras de Mikasa y volvió a sentir que ella era la misma joven que había conocido tiempo atrás.

Definitivamente, podía confiar en los Ackerman.

—Está bien, Mika—susurró—. Pero tengan mucho cuidado, ¿si? —aunque estuviera preocupada, no podía hacer más que depositar su fe en ellos.

—Así será. Cuando terminemos aquí, nos reuniremos para discutir el futuro de estas personas—añadió el Ackerman y ambos estrecharon sus manos para concluir con la conversación.

Levi guardó su mano libre en el bolsillo y añadió: —Nos veremos pronto, alteza—adelantó su paso y volteó—. Vámonos, Mikasa.

Sus ojos cargaban la esperanza de comenzar una nueva vida. Mikasa estaba segura de que Levi había cambiado para mejor. Él no se mostraba apático y su curiosidad crecía a medida que lo observaba.

La Ackerman se reverenció frente a Historia y siguió el paso de su ex capitán. Ambos se adentraron a la ciudad.

—Por favor, cuídense... —murmuró la reina al verlos partir.

Era el momento de continuar adelante.

[...]

Por primera vez, Mikasa se enfrentó a un nuevo sentimiento que invadía su ser. Frente a ella se encontraba el hombre que más admiraba por sus habilidades en combate, inteligencia y astucia. Él estaba temblando, podía notarlo a la perfección.

Mientras bajaban las escaleras, la Ackerman observaba el comportamiento de Levi y trataba de analizarlo para comprenderlo.

Cuando estaban llegando al final del camino, dos hombres se interpusieron. Esto alteró al Ackerman.

—Si quieren ingresar, deberán pagar —espetó uno de ellos.

Su contextura física era robusta, sin cabello y una apariencia muy deplorable, claramente ese sujeto era quien hacía el trabajo sucio.

—No jodas, tú sabes perfectamente quién soy, imbécil—respondió Levi en un tono intimidante.

De pronto, el mismo sujeto se ubicó frente al Ackerman, demostrando la diferencia en cuanto al físico. No sólo era más robusto, sino que mucho más alto. Cualquier persona normal se sentiría intimidada ante él.

—Yo no te conozco, rata asquerosa—respondió y escupió junto a sus pies—. Páganos lo que corresponde y los dejaremos pasar.

Levi resopló y volteó su rostro en dirección a Mikasa.

—Hazme el favor y sostén esto—le dio el bastón y la azabache lo recibió. Desconcertada, esperó a ver el siguiente movimiento de Levi.

Él acomodó su ropa y levantó su rostro. Estaba sonriente y con un extraño aura que jamás había percibido.

—Como no te dignas a buscar en tus asquerosos recuerdos, te ayudaré —lo sujetó de su brazo izquierdo y lo lanzó al suelo, aplicando una traba que impedía que se moviera. Apoyó su rodilla en la columna y presionaba su muñeca—¿Tantos años pasaron desde aquel día que quisiste propasarte con mi hermana? —musitó—¿Quieres que te vuelva a romper tu apreciado brazo, pedazo de mierda?

El agresor palideció de inmediato. Ya había olvidado aquel caótico día en que un joven de baja estatura se atrevió a dejarlo en ridículo frente a los demás matones.

De inmediato, el hombre comenzó a gritar. Suplicaba que fuera liberado y su compañero se mostraba desesperado.

—Perdónanos, Levi—espetaba y sollozaba—. No te he reconocido y jamás podría faltarte el respeto después de ese día... —jadeaba y tosía—Por favor, súeltame y me iré de aquí.

El Ackerman ejerció un poco más de presión sobre él y luego se apartó. Sacudió su ropa y chasqueó la lengua.

El hombre se levantó con mucha dificultad y sobaba su pecho.

—Será mejor que no vuelvan a molestar y mucho menos a esta mujer—espetó aludiendo a Mikasa—. Si alguien se atreve a siquiera mirarla, no tendré piedad y lo saben muy bien—amenazó.

Mikasa conocía ese tipo de proceder de Levi, pero se sentía extraña al oír que ella podía ser vulnerada en ese lugar. Sin embargo, el Ackerman haría lo posible para que nadie se acercara.

—Lo prometemos, Levi—respondieron al unísono y se apartaron del camino.

Él dio media vuelta e invitó a Mikasa para que se adelantara y esperó a que pusiera un pie dentro de la ciudad. Una vez que lo hizo, Levi la siguió.

Quería cerciorarse de que esos bastardos no fuesen capaces de apuñalarlo por la espalda.

—Capitán... —musitó Mikasa mientras comenzaron a caminar. El aludido se detuvo y bajó la mirada al ver que ella le estaba devolviendo el bastón—Gracias por protegerme.

Él suspiró y sostuvo el mismo con fuerza.

Ella esperaba alguna razón por la cual él lo llevaba y Levi entendió que la mujer necesitaba saber más sobre lo sucedido después de la última vez que se habían visto.

—Habrá tiempo suficiente para contarte la razón por la cual llevo este bastón—resopló y masajeó su sien—. Además, te he dicho que me llames por mi nombre—respondió algo molesto—. Y no fue por nada, sólo intento protegerte de esta inmunda ciudad.

Levantó su mirada y se topó con los intensos ojos negros de su antigua subordinada. Estaba seguro de que ella era una mujer completamente diferente a la que había conocido.

—Lo siento, Levi—se disculpó y se aferró a su abrigo—. Me gustaría saber cuál es su ruta a partir de ahora.

—Primero, iremos a un sitio. Estoy seguro de que habrá algo para que puedas abrigarte o para que tengas una muda de ropa por si algo pasa—respondió y retomaron el camino.

Las calles eran solitarias y el olor a humedad invadía el sentido olfativo. El silencio reinaba en las mismas, creando un ambiente lúgubre para alguien que no estaba acostumbrado.

—¿A dónde me llevará? —inquirió con temor.

—Al lugar donde todo comenzó...

Su voz se quebró ante aquella frase. Levi era una caja de sorpresas para cualquier persona. No obstante, en ese momento, él estaba abriendo su corazón.

Una vez más...


Hola amigos!! Gracias por leer esta obra!

Paso a comentarles que esta historia será corta, así que deseo de corazón que les guste y si así es, que la recomienden. Sería muy feliz.

Estaré trabajando arduamente en ella para poder terminarla lo antes posible y continuar con mis obras en proceso, más puntualmente con "Scapegoat".

Muchísimas gracias por su apoyo!