Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, Ranma ½ es la obra magistral de la gran Rumiko Takahashi. Yo sólo los tomo prestados para esta historia.
Advertencia: Contenido Lemon explícito
DESENGAÑO
Capítulo 2: ''Demasiado bueno para ser cierto''
FLASHBACK: Nerima, Tokyo (3 años atrás)
AKANE
- ¡Ya Akane!... Suéltalo de una vez, oh Dios… - Sayuri lucía desesperada mientras me tomaba de la muñeca y me arrastraba apurada por el parque cerca de la Universidad hacia una zona más apartada en donde había unos pequeños bancos para sentarse. Yuka nos seguía corriendo detrás nuestro.
Les había pedido a ambas encontrarnos en el parque esa tarde luego de clases aprovechando que Ranma se encargaría del Dojo. Habían pasado 5 días desde… desde nuestro acalorado encuentro y yo necesitaba… no, me urgía contárselo a alguien y compartir lo que había pasado, pero con los finales acechándonos no había podido hablar con ellas. Así pues, las llamé el día anterior y les pedí de encontrarnos allí a la salida de nuestras clases ya que, si bien las tres acudíamos a la misma Universidad, estudiábamos carreras distintas y no compartíamos más los horarios. Les conté brevemente que tenía que hablar de algo relacionado con Ranma, después de todo ellas ya conocían mis sentimientos, pero aún no sabían que estábamos juntos desde el cumpleaños de Hiroshi. Como era de esperarse, sus reacciones fueron muy exageradas, y no era para menos.
-Ya Sayuri, deja de arrastrar a la pobre Akane, sentémonos aquí- Yuka nos guio finalmente hacia un banco que se encontraba delante de un hermoso árbol de Sakura. Me senté en medio de ellas.
- ¿y bien…? - volvió a preguntar con ansiedad Sayuri.
-Bueno… quiero contarles algo muy importante… verán…- no sé por qué me puse nerviosa de repente, había hecho cosas mucho más vergonzosas que ésta – Ranma y yo…-
- ¡Se besaron! -
- ¡Se acostaron! -
- ¡Ay Sayuri! ¿Cómo crees? Si ese par no puede ni caminar tomados de la mano jajaj – río Yuka y pronto Sayuri se unió a sus risas.
Yo me encontraba más roja que un tomate mirando a una y a la otra, pero no respondí a ninguna de las cosas que dijeron, después de todo ambas eran ciertas. Al ver que no decía nada dejaron de reír para mirarme fijamente con sorpresa y comprendieron todo sin que tuviera que decirlo.
-Akane… espera… ¿De verdad? Ranma y tú se acostaron…- los ojos de Yuka me miraban abiertos como platos
- ¡Wow! ¡Esto es increíble! ¡No lo puedo creer! – Sayuri tomó mis manos entre las de ellas y me sonrió – Amiga, cuéntalo todo... ¿cómo pasó? ¿cómo fue? ¿Cuándo? ...-
De pronto Yuka me envolvió en un efusivo abrazo –Ya era hora Akane, si ustedes están hechos el uno para el otro- le correspondí al abrazo y Sayuri se sumó a nosotras haciendo un abrazo de grupo.
-Amigas… estoy tan feliz… no saben cómo me siento… desde que nos besamos en la fiesta de Hiroshi qu-
- ¿QUÉ?!- me gritaron las dos a la vez tan fuerte que me hicieron sobresaltar.
- ¿Cómo que la fiesta de Hiroshi? -
-Akane, ¿por qué no nos lo contaste antes? -
La mirada de patito mojado que me dieron me hizo reír mucho aflojando los nervios que tenía, tanto que por fin me solté y les conté todo. Les conté cómo nos habíamos dejado llevar esa noche en la casa de nuestro amigo, cómo habíamos ido perdiendo la timidez de a poco y cómo habíamos terminado en el Dojo el sábado pasado. Les conté que Ranma había sido muy gentil conmigo, pero a la vez muy pasional, incluso les conté algunos detalles haciendo que mis amigas se pongas rojas enseguida. No es que ellas fueran vírgenes, ya habían tenido novios, incluso Yuka había salido un tiempo con Daisuke, pero no se esperaban que nuestra primera vez haya sido tan fogosa. Y, por supuesto, les conté de nuestra confesión de amor.
-Vaya… realmente estaban desesperados ustedes- me dijo Yuka divertida
- ¡Ya quisiera yo probar esa posición! ¡Contra la pared!, Akane que suerte que tienes que Ranma sea tan fuerte, debe haber sido un sueño experimentar eso… – la cara de boba de Sayuri me dio hizo sentir vergüenza.
-jejeje sí, fue… increíble- mis mejillas se colorean de sólo recordarlo y las tres nos reímos a carcajadas.
De pronto, escucho algo moverse detrás nuestro entre las ramas de árbol que se encuentra a nuestra espalda y no puedo evitar girarme alerta, por un breve momento una extraña sensación se instaló en mi pecho. Veloz como me he sido en el último tiempo, de un salto me paro frente al árbol y escrudiño las hojas.
- ¿Qué sucede Akane? -
Miro atentamente pero realmente no hay nada allí, habrá sido el viento y una tonta sensación de mi parte, relajo mi postura y vuelvo hacia ellas – Nada, me pareció escuchar que había algo moviéndose entre las ramas- les contesto mientras vuelvo a sentarme con ellas, mis amigas tampoco le dan importancia y seguimos con lo nuestro.
-Ay amiga, ¡qué feliz estamos por ti! – Sayuri parece como si ella misma hubiese estado en mis zapatos y yo sé que ellas comparten conmigo lo que siento, después de todo me han apoyado todo este tiempo desde que les pude confesar lo que sentía por cierto chico de ojos azules electrizantes.
- ¡Sí! ¿Y ahora qué harán? - me pregunta Yuka – ¿Les dirán a sus padres? ¿Qué sucederá con las prometidas? -
La pregunta de Yuka me descoloca un poco y es que desde lo que pasó el sábado creo que ni Ranma ni yo nos hemos puesto a pensar en ello. Al otro día intentamos repetir nuestro encuentro, pero no pudimos encontrar ni un momento a solas en casa, y además desde hacía 4 días que veníamos rindiendo los exámenes finales y nos encontrábamos realmente ocupados también con las clases en el Dojo.
-No lo sé aún, no hemos podido hablar de ello… hasta ahora lo veníamos manteniendo en secreto, pero ahora… no lo sé- las miro preocupada pero luego trato de sonreir – después de lo que me dijo y lo que pasó estoy segura que por fin podremos enfrentarnos a todos ellos y estar juntos… es algo pendiente de hablar –
-Que romántico, Akane… ¡Deberían escaparse juntos! - la mirada soñadora de Yuka me hace sonreír y relajarme.
- ¡Ay, sí! - exclamó Yuka – Pero después de la ceremonia de graduación…-
¡Cierto! La ceremonia de graduación era un evento que organizaba la Universidad todos los años para los graduados y sus familias. Solían utilizar el gimnasio del predio para celebrar el último acto y la entrega de diplomas. Era el evento final más importante en dónde los graduados vestidos con estolas de graduación subían al escenario y recibían el diploma de parte del Rector. La ceremonia se iba a llevar a cabo el sábado próximo.
-Bien, supongo que después de eso y de la fiesta de graduación en casa de Hiroshi hablaré con Ranma- digo convencida – después de todo, ahora ya nada nos puede detener- me sorprende a mí misma la positividad que me envuelve, pero es que después de lo vivido sé que nada malo puede suceder.
….
Ya era de noche y me encuentro volviendo al Dojo. Al final, se nos había hecho tarde y con las chicas decidimos cenar juntas en uno de nuestros bares favoritos en el centro de Nerima. Previamente había llamado a casa para avisarle a Kasumi que iba a cenar afuera y a volver tarde, pero no había podido hablar con Ranma ya que en ese momento él aún estaba dando clases en el Dojo. Me hizo muy bien hablar con ellas, me sentía más ligera y feliz de poder compartirlo, después de todo habíamos dado un gran paso. Tenía muchas ganas de ver al engreído y bobo de mi prometido. Desde el otro día me resultaba aún más difícil mantenerme alejada de él. Sé que a Ranma le pasaba lo mismo ya que las últimas noches se escabulló a mi habitación para dormir juntos, algo que jamás pensé que iba a disfrutar tanto. Era una suerte que ahora dormía solo al haberse mudado sus padres a una de las habitaciones de abajo, de esa forma no corríamos el riesgo de que nos pillaran.
- ¡Buenas noches! - saludo alegre mientras me acerco hacia el comedor encontrando a mi papá, mis tíos y mi hermana Kasumi viendo la televisión y compartiendo un té.
-Hola Akane-chan – me saluda mi hermana con una sonrisa, adoro que siempre sea tan amable, la esencia de Kasumi me recuerda a mamá.
-Hola hija, ¿la pásaste bien con tus amigas? - sé que a papá no le gusta que ande sola hasta tan tarde pero aun así procura no decirme nada.
-Sí, gracias papá… Yuka y Sayuri les mandan saludos-
-Akane-chan, ¿Quieres un bocadillo? – Tía Nodoka me ofrece un cuenco con lo que parecen ser galletas de chocolate. Tío Genma convertido en panda levanta un cartel ''Las galletas están deliciosas'', lo que me hace reír internamente.
-No tía, gracias… creo que iré a darme un baño y a descansar, mañana tengo el último exámen final y necesito estar lúcida-
- ¡Cierto! Estoy segura que tú y mi hijo se recibirán con honores- me dice muy entusiasmada y yo no puedo evitar que una gran gota caiga en mi cabeza mientras una risa nerviosa escapa de mis labios, es que Ranma ha aprobado todo hasta ahora, pero no puedo decir que con honores jeje
-Bueno familia, me retiro –les digo mientras me doy la vuelta, la verdad es que tengo ganas de ir a buscarlo.
-Akane, el baño ya está listo, Ranma lo usó hace un rato- me dice amablemente Kasumi.
-Gracias Onee-chan- me despido de mi familia y me acerco hasta el Dojo a ver si lo veo allí pero no lo encuentro. También lo busco en el jardín y en la cocina, pero al no haber rastro de él entonces decido volver, subir las escaleras y buscarlo en su habitación. Ni bien llego al piso de arriba siento unos fuertes brazos rodear mi cintura por detrás y un musculoso pecho chocar contra mi espalda, una conocida y palpitante corriente eléctrica me atraviesa.
-Te tardaste demasiado… vaya amigas que tienes que te entretienen hasta estas horas- su voz seductora en mi oído me hipnotiza, me doy vuelta rápido para rodear su cuello con mis brazos y estamparle un beso cargado de deseo, no reparo a pensar en dónde estamos, él nubla mis sentidos. Ranma me abraza aún más y me levanta del suelo caminando por el pasillo mientras nos besamos como si no hubiese un mañana. Supongo que nos dirigíamos a mi habitación, pero nunca llegamos porque de pronto escuchamos que la puerta de la habitación de Nabiki comienza a abrirse, y él de un rápido y ágil movimiento nos mete en el cuarto de baño sin ser visitos cerrando la puerta rápidamente.
-Eso estuvo cerca…- me dice de espaldas aun sosteniendo el pomo de la puerta. Yo veo su ancha espalda y lo abrazo por detrás dejándome envolver por su calor.
-Yo también te extrañé bobo…- le digo en susurro.
Ranma se gira, me toma del mentón y me deposita un suave y tierno beso en los labios. Es increíble cómo me volví adicta a ellos, creo que no podría vivir sin que éste pedazo de hombre me esté besando todo el tiempo. De pronto, como suele pasar últimamente, su lengua comienza a entrelazarse con la mía y el beso tierno se convierte en uno apasionado, cuando estamos juntos somos puro fuego. Las manos traviesas de mi prometido comienzan a recorrerme sin pudor alguno y yo siento… no, necesito volver a fundirme con él, volver a ser suya y él mío. Tal es así que una loca y descabellada idea cruza mi mente, realmente no me reconozco. Me separo abruptamente de él y retrocedo hasta ingresar a dónde está el ofuro. Ranma me sigue mirándome confundido, pero yo no dudo y comienzo a desnudarme para él. Los ojos de mi hermoso artista marcial se abren como platos y su vista se oscurece de deseo cuando me ve sin ropa. Lentamente me introduzco en el agua caliente.
-Akane…- su voz ronca me hace hormiguear mi cuerpo y veo cómo se acerca despacio hacia mí – ¿estás segura de esto? – me pregunta mientras comienza a desvestirse también – No estamos solos… - Él no está dudando, lo puedo leer en su expresión corporal y en su aura, sé que quiere esto tanto como yo.
-Lo sé, pero…- mi vista recorre su cuerpo desnudo y se detiene en su potente erección, un calor nace desde mi centro y me consume, mis mejillas se colorean – Ranma… yo… necesito…-
No termino de decir la frase cuando él se introduce rápidamente en el agua caliente, me toma de la cintura con una mano y del cuello con la otra para plantarme un poderoso beso y pegar nuestros cuerpos desnudos, lo que nos saca gemidos placenteros a ambos. Mis manos lo abrazan por la espalda y nos perdemos en una danza de lenguas realmente excitante. Dios, cómo extrañaba su contacto, me volví completamente adicta a él. Sus dedos me acarician y baja su mano que estaba en mi cintura hacia una de mis nalgas apretándome contra él y haciendo que su duro miembro choque con mi vientre. Yo acaricio su ancha y musculosa espalda, y también me pierdo en su apetecible trasero. De pronto Ranma se sienta en el ofuro y me obliga a bajar con él, poniéndome a horcajadas suyo, haciendo que nuestras intimidades rocen en un acto sumamente placentero. Una de sus manos agarra uno de mis senos jugando con mi despierto pezón mientras que con su otra mano acaricia mi zona íntima entre mis pliegues. Yo gimo acalorada entre besos ante su contacto ardiente y pido más de sus labios, mientras introduzco mis manos en su cabello.
-Shh... – me susurra al soltar mis labios y dirigirse a mi cuello mientras succiona, besa y lame mi piel – trata de no hacer mucho ruido…- me dice mientras introduce dos dedos dentro de mi cavidad y comienza a moverlos de forma deliciosa… adentro y afuera… lo que hace que me estremezca de placer.
-Per… pervertido… mira quién habla… - le digo burlona mientras disfruto de sus caricias.
-No soy el único pervertido aquí…- me contesta seductoramente mientras baja su lengua por mi piel hasta llegar a uno de mis senos. Yo arqueo la espalda hacia atrás mientras él introduce uno de ellos en su boca, lamiendo, mordiendo, chupando, a la par que acelera el movimiento con sus dedos. Lo siento, estoy cerca de tener un orgasmo y por más que trato de no hacerlo, empiezo a jadear, la respiración empieza a ser entrecortada. De pronto me incorporo y lo tomo de sus mejillas para atraerlo hacia mí y besarlo fuertemente. Ranma me corresponde sumamente excitado. Me levanto y saco su mano de allí abajo, Ranma se detiene y me mira, pero yo lo observo con una determinación avasallante. Mientras hago contacto visual con él, con mi mano tomo su endurecido miembro y lo acerco a mi cavidad, el contacto me produce una descarga eléctrica por todo mi cuerpo…entonces bajo mis caderas y hago que se introduzca en mí de forma certera, sacándonos a ambos un gemido de placer.
-Vas a matarme Akane... – me dice respirando agitadamente. Yo sonrío y me lanzo a su boca nuevamente mientras comienzo a subir y bajar en una danza de puro placer. Ranma me toma fuertemente de la cadera profundizando aún más el movimiento. Jadeos, gemidos y suspiros ahogados nos envuelven mientras comenzamos a movernos más rápido y más fuerte. Mis caderas suben y bajan haciendo la penetración cada vez más profunda. El agua se mueve y danza con nosotros a nuestro alrededor, quizá nuestros gemidos se escuchen, pero yo estoy más allá y él también. El aire me falta por lo que vuelvo a arquear mi espalda y tiro mi cabeza hacia atrás mientras me sostengo de sus hombros, cerrando los ojos y disfrutando el momento, haciendo que Ranma acelere las embestidas y yo me acelero con él.
-Ah… ah… Ranma… -
-Akane…-
De pronto, comienza a dar lengüetazos a mis pezones y eso hace que no resista más, el orgasmo me llega haciendo que mis paredes internas se contraigan y explote de placer, lanzando un gemido ahogado de liberación. Ranma me toma de la cadera y me penetra dos veces más cuando siento que estalla dentro mío con un gruñido grave.
Agitados y sudorosos nos miramos después de este momento tan erótico, él se acerca a mis labios y me besa pausadamente. Pero de pronto escuchamos a alguien detrás de la puerta.
-Akane, ¿Estás ahí dentro? ¿Todo bien? – Es Nabiki quién me llama y eso significa peligro. Nos miramos asustados y acorralados.
-Rápido, la ventana… – le susurro lo más bajito que puedo. Él de un grácil movimiento sale del ofuro, toma sus ropas y de un salto se escabulle por la venta justo antes de que Nabiki entre sin permiso.
-Vaya hermanita… - me dice mientras me mira suspicazmente y recorre el cuarto con la vista– pensé que te estaban atacando, escuche muchos ruidos – su mirada pícara hace que me estremezca.
- ¡No molestes Nabiki! ¿Qué me va a pasar? Estoy tomando un baño – trato de contestarle con el tono más molesto que pueda, pero mi respiración aún está agitada y sé que mis mejillas están rojas.
- Qué raro, me pareció escuchar al cuñadito aquí… – su sonrisa me da miedo, pero me mantengo impasible.
- ¡Ya vete! ¡Déjame en paz! -
- ¡Uy! Qué carácter… - se voltea para irse, pero se detiene y me mira una última vez con su típica sonrisa ladina – La próxima vez sean menos obvios si no quieren ser escuchados… - y se va dejándome tan perpleja que me quedo congelada a pesar del agua caliente.
….
Después del encuentro efusivo en el baño y de que Nabiki casi nos pesca, con Ranma quedamos en no volver a intentar nada hasta que no sea terreno seguro otra vez, aunque con mi hermana nunca se sabe. No tuve el valor de encararla para preguntarle qué es lo que sabía, o si realmente nos había escuchado, pero afortunadamente aún no habíamos sido chantajeados y Nabiki se había abstenido de hacer comentarios subidos de tono, con lo que quería pensar que después de todo mi hermana realmente no sabía nada. De todas formas, algo teníamos que hacer y pronto.
Así nos concentramos en rendir el último final, aprobando ambos y recibiéndonos finalmente de nuestras carreras, una etapa más llegaba a su fin. Con la alegría inundándonos, llegamos al sábado y al tan esperado evento de graduación en la Universidad. Me había vestido con un bonito vestido azul ceñido al cuerpo, con un brazo descubierto y el otro brazo enfundado en una manga ajustada. El vestido me llegaba hasta debajo de mis muslos y lo completé con unas bonitas sandalias de taco alto negras, toda cortesía obviamente de Nabiki que me había prestado el atuendo unos días antes.
Enfundada en mi estola, me encontraba sentada al lado de mi prometido en los asientos dispuestos en el gimnasio de la Universidad esperando a que nos llamaran uno por uno para recibir nuestro diploma. Ranma se encontraba realmente apuesto, debajo de la estola traía puesto un galante smoking ajustado a su escultural cuerpo, que resaltaba todos sus atributos y yo moría por arrancárselo… diablos, me había convertido en una absoluta pervertida, ese baka tenía razón.
Cuando llamaron a Ranma, siendo que él estaba primero que yo por orden alfabético, él se levantó dedicándome una amplia sonrisa y se acercó al escenario, subió las estradas y recibió su diploma. Fuertes vítores estallaron unas sillas más atrás donde se encontraba toda la familia y el Dr. Tofú haciendo que me gire hacia ellos y me ría fuertemente, incluso habían asistido nuestros amigos/rivales. Es que a pesar de que Shampoo y Ukyo seguían persiguiendo a Ranma, los últimos tiempos Ukyo y yo habíamos encontrado una especie de paz y hasta quiero creer que empezábamos a tener una pseudo-amistad. Resultó que la vencí en un encuentro al que ella me retó un día que volvía sola a casa de la Universidad y a partir de allí comenzó a atosigar menos a Ranma. Incluso me pareció que empezó a acercarse a Ryoga, quién había comenzado a trabajar y ayudarla en su restaurante a cambio de techo y comida. Yo quería creer que entre ellos comenzaba a nacer el amor, pero no podría estar segura. No así con Shampoo, ella seguía igual de insistente y parecía no cansarse nunca. Me detengo a mirarla mientras observo cómo felicitan a mi prometido y ella lo nota devolviéndome una mirada helada y de odio que me incomoda, no entiendo cómo es que no se da por vencida. Al menos de Kodachi podemos estar tranquilos ya que se mudó a Francia hace un año para estudiar allí y sabemos por Kuno, que últimamente pasa mucho tiempo con Nabiki, que no planea volver a Japón, menos mal.
Salgo de mi ensoñación cuando escucho que me nombran y me levanto como un resorte de mi asiento para dirigirme al escenario. Me acompañan también los gritos efusivos de mi familia y se siento feliz. Recibo mi diploma con una sonrisa y bajo del escenario para unirme al grupo de graduados que ya han sido nombrados. Yuka y Sayuri me envuelven en un abrazo y se los devuelvo, pero mi vista está clavada en una mirada azul profundo que no deja de observarme. Ranma me está sonriendo, me aparto de mis amigas con una mirada de disculpa y me dirijo hacia él para envolver mis brazos en su cuello en un abrazo profundo y eterno que él me devuelve.
-Felicitaciones mi marimacho…-me susurra al oído y yo tengo ganas de llorar, pero de felicidad.
-Felicitaciones bobo…- alcanzo a decirle cuando de pronto mis amigas carraspean a nuestro lado, es que la ceremonia aún no había concluido y debíamos respetar la fila por respeto a los demás graduados. Sonrojados nos colocamos juntos y nos tomamos de la mano por debajo de las estolas, gracias a Dios, éstas tienen mangas largas y pesadas, pudiendo ocultarlas de la vista de todos.
Cuando la ceremonia concluyó, había luego una pequeña recepción en otro sector del gimnasio para que los graduados, sus familias y amigos puedan disfrutar de un momento de brindis y un ambiente de relajación y celebración. Nuestras familias se habían unido a nosotros y cada uno de ellos nos había felicitado de forma escandalosa haciendo que nos sintiéramos un poquito incómodos, pero así eran ellos y yo los quería así. Después de haber estado conversando con Yuka, Sayuri, Hiroshi y Daisuke por un tiempo, noto que Ranma estaba hablando animadamente con Ryoga y con Mousse, sé que a pesar de sus diferencias y de sus continuas peleas, ellos comenzaban a llevarse mejor. En otro lugar se encontraban nuestros padres tomando y riéndose, con Nodoka vigilándolos para que no se pasen de copas. También pude distinguir a Kasumi acompañada de su prometido, el Dr. Tofú. De Nabiki y Kuno no había ni rastro, lo que no me pasó desapercibido, y tampoco las vi a Shampoo y a Ukyo. Todo parecía muy ameno y tranquilo, realmente estaba asombrada del ambiente de paz que se respiraba a pesar de que estábamos todos juntos, quizá los más jóvenes habíamos empezado a madurar, quizá…
Decido ir al baño disculpándome con mis amigos alegando que volvía pronto, pero me tardé ya que había una fila bastante larga. Cuando vuelvo al gimnasio y a la recepción, los busco a él con la mirada, pero no lo veo por ningún lado, ni con Ryoga y Mousse, ni con nuestros padres, ni con nuestros amigos de la secundaria. Me resulta raro por lo que abandono el gimnasio y salgo hacia el campus de la Universidad para buscarlo, el frío de la noche me golpea ya que ahora me encontraba sólo con mi vestido, la estola había quedado atrás luego de la ceremonia.
Sin saber por qué mis pasos me dirigen hacia el edifico principal, que se encontraba vacío ya que todo el movimiento estaba en otro lugar. Pero vuelvo a sentir una opresión en el pecho indescriptible y la sensación de peligro me recorre, ¿será que le habrá pasado algo a Ranma? De pronto, una mini espátula se clava en el pasto justo delante de mí lo que hace que instintivamente pegue un salto hacia atrás y diviso a Ukyo a pocos metros de distancia.
- ¿Se puede saber qué haces? - le pregunto algo enojada, hacía rato que Ukyo no me atacaba así.
-Lo siento, es la costumbre – me dice apenada mientras recoge su instrumento y me mira de forma rara - ¿Es verdad? - me pregunta dejándome confundida.
- ¿Qué cosa? -
Ukyo me mira largamente antes de responder – Que Ranma y tú finalmente están juntos…-
Suelto un jadeo de sorpresa, no puedo creer que lo sepa - ¿Quién te lo dijo? – le pregunto, ya no tiene caso negarlo.
-No importa eso…- me responde ladeando la cabeza con tristeza – Sólo quería corroborarlo… es verdad entonces…-
-Ukyo… yo…-
-Akane, ya lo sé, era más que obvio… – su tristeza me conmueve – hace rato que Ryoga y yo sospechábamos que ustedes ya estaban juntos… y hace años que sé que Ranma no me ama, pero… - sus ojos se llenan de lágrimas y yo siento el impulso de abrazarla, pero me contengo – no importa… también hace rato que vengo haciéndome a la idea, que intento aceptarlo, pero cuando por fin lo corroboras el golpe es fatal – me dice e intenta esbozar una ligera sonrisa, que nunca llega sus ojos.
-Ukyo, lamento que hayas tenido que enterarte así, aún nadie lo sabe y nosotros…-
-Akane, está bien, solo… cuídalo ¿Sí? – se da media vuelta para marcharse, pero se detiene y me mira por encima de su hombro – Espero que sean muy felices – y de un salto desaparece de mi vista.
- ¡UKYO! – la llamo, pero sé que se ha ido. Espero tener la oportunidad de hablar con ella más adelante, realmente no sé cómo es que se ha podido enterar y sólo viene a mi mente un nombre: Nabiki. Pero eso deberá esperar, ahora necesito encontrara a Ranma, no puedo sacudirme esta sensación de peligro… tengo mucho miedo, siento que algo va a pasar y no tiene que ver con el encuentro de Ukyo.
Avanzo dentro del edificio principal, buscando en distintas aulas, incluso en algunos escondites dónde hemos tenido besos furtivos entre clases; hasta que decido entrar a la biblioteca, no sé por qué, pero siento que debo entrar allí. A medida que avanzo por las distintas estanterías apenas iluminadas por las luces de emergencia, escucho unos sonidos raros que se van haciendo cada vez más nítidos. No son sonidos raros, son gemidos y mi sentido de alerta se dispara.
Cuando volteo por la última estantería, lo que diviso al fondo paraliza por completo mi cuerpo, helándome la sangre y robándome todo mi aliento. Allí están Ranma y Shampoo fusionados en un apasionado beso, Shampoo está apoyada sobre una de las mesas con su vestido chino subido hasta sus muslos, abrazando a mi prometido con sus piernas. El impacto que recibí es como si me hubiese atropellado un tren. Ranma, mi prometido… la persona que más amo y que me dijo que ama también… la persona a la cual me entregué en cuerpo y alma, está sin su saco y camisa, completamente desnudo del torso, sosteniendo a Shampoo de sus piernas y con sus pantalones algo bajos… y su potente erección asomándose sin pudor. No puedo evitar que un grito desgarrador se escape de mis labios lo que hace que ellos se detengan en el momento para mirarme. Shampoo me mira con una sonrisa de pura maldad y triunfo, la muy malnacida. Y Ranma… Ranma me mira atónito y mudo de la impresión, hasta parece asombrado y confundido, y la vuelve a mirar a Shampoo completamente alterado soltándola de forma brusca y alejándose. Pero yo, no quiero ver más… no puedo y me doy la vuelta para salir corriendo de allí. No quiero escuchar explicaciones, no quiero verlos más, no quiero enfrentarme a ellos y corro, corro con toda la potencia que mis piernas me permiten, corro con mi corazón completamente hecho pedazos, con lágrimas heladas cayendo a borbotones de mis ojos, corro con una presión en el pecho que no me deja respirar, me ahogo y siento como mi alma se escapa de mi cuerpo. ¡Esto no es real! me dice mi mente, pero sí, lo es, y yo no puedo hacer otra cosa más que correr… y huir desesperada…huir de todo…
….
¡Hola a todos! Aquí les traigo el segundo capítulo de mi historia. Ya se develó el por qué Akane se apartó de su familia por tanto tiempo, haya sido una decisión acertada o no. Sin embargo, en el próximo capítulo revelaré un poco más de lo que fue de ella desde esa noche y durante los últimos 3 años hasta el momento actual, que es cuando comienza esta historia, y a partir de entonces se desarrollará todo y sabremos finalmente qué pasó. Hasta ahora debía explicar la situación de quiebre, pero como suele suceder, ella tiene su versión, que es sólo una parte de los hechos. ¿Qué habrá pasado? ¿Realmente Ranma la traicionó? ¿Ustedes qué opinan? Antes que me maten por lo que acaban de leer, vuelvo a aclarar que esta historia es 100% RanmaXAkane, aunque ahora no lo parezca así, tengan paciencia que todo tiene un fin.
Quiero aprovechar y agradecer a los que dieron like y me dejaron un comentario, realmente me da mucho gusto que les haya gustado el primer capítulo, espero que éste también haya sido de su agrado.
Sin más, ¡nos leemos próximamente! ¡Saludos!
