Nozel no estaba seguro de nada de lo que sucedía a continuación, Dorothy había mantenido un puchero en su rostro luego de que su abuela se marchó, Mereoleona regreso poco después vestida con su ropa habitual para insistir en que fueran a la festividad que celebraba el cumpleaños de Noelle, Nebra y Solid no estaban demasiado convencidos de ir debido a que no fueron invitados.
Los Silva se subieron al águila de mercurio de su hermano mayor mientras que los Vermillion se transportaban en el espíritu de fuego, pensaban que irían hacia la base del escuadrón de marginados, pero se desviaron hacia el Reino Olvidado, Nozel comprendió rápidamente que se dirigían a la aldea de donde procedían los plebeyos.
La música sonaba muy fuerte en la distancia, desde los cielos pudieron ver qué la pequeña aldea estaba decorada con muchos globos de colores blanco y púrpura, las mesas unidas repletas de comida y alcohol mientras miembros del escuadrón de los Toros Negros sé encontraban repartidos entre los asientos o realizando otras acciones, Noelle llevaba platos de comida de un lado a otro junto con sus compañeras de equipo , la mayoría de los niños se juntaban a su alrededor entusiasmados y emocionados, gritaban para llamar su atención y se peleaban para hablar con ella, la cumpleañera intentaba contestarle tratando de que no se le cayeran los platos.
- Parecen muy felices. – Comento Dorothy con una sonrisa.
- Demasiado, me uniré a ellos. – Mereoleona saltó desde Salamander para juntarse con el resto del grupo, Yami le ofreció una botella inmediatamente al verla sin preguntarle que hacía ahí, la mujer pequeña de magia de algodón se encargó de colocar un plato frente a ella y llenarlo con abundante comida.
- ¿Quieres ir, Nozel? – Pregunto Dorothy con suavidad.
- Nosotros no pertenecemos ahí. – Habló Nebra, aunque su tono de voz no tenía la altivez que esperaba en cambio parecía una declaración honesta.
Nozel vaciló, su hermana tenía razón, no pertenecían a un evento como era una fiesta de cumpleaños desorganizada para plebeyos, sin embargo una pesadez sobre su pecho le gritaba que bajara, probablemente los Toros Negros sabían que ellos cuatro se encontraban en el aire pero no les decían nada, luego de lo que pareció una breve conversación entre Yami y Mereoleona un enorme pastel de varios pisos decorado de blanco y rosa fue colocado en la mesa central, los niños se reunieron rápidamente alrededor gritando mientras Yani levantaba a Noelle para colocarla de pie en la mesa, Nozel sintió su ceja temblar al ver como tocaba a su hermana menor y esta solo se reía.
Todos entonaron una canción de cumpleaños entre voces armónicas y desastrosas, finalmente ella sopló las velas que descansaban en la parte superior del pastel, una vez hecho esto las ovejas y los invitados se sirvieron una porción y comenzaron a comer.
De repente y sin que lo esperarán un portal se abrió a la altura del águila de mercurio, el mago espacial de los toros negros les ofreció unas porciones de pastel que aceptaron en un gesto sorprendido.
Nozel sabía que no podía ser parte de la vida y la felicidad de su hermana menor después de todo lo que había hecho así que con un suspiro ordenó que regresarán, Nebra y Solid se mantuvieron en silencio hasta que llegaron al Palacio, ambos se despidieron y se marcharon murmurando entre ellos.
- ¿Te vas a quedar, Dorothy? – Fuegoleón pregunto amablemente, la mujer estaba despierta y muy activa.
- Claro. – Respondió con una sonrisa acercándose a Nozel – No podría dejar a mi Nozel solo este día.
- Dorothy. – Advirtió Nozel un poco avergonzado, sus hermanos menores ignoraban el tipo de relación que tenía con la joven mujer pero Fuegoleón siempre había asumido de forma certera sus sentimientos, tampoco que la capitana fuera muy sutil cuando estaba despierta – Ve a casa.
- No seas así, Nozel. Estoy seguro de que preferirías su compañía a la mía...
- No sé si eso sería cierto.
- Dora.
- Solo bromeó. – Dijo con entusiasmó la mujer antes de abrazarlo apoyando su rostro contra su pecho, Nozel suspiró mientras rodeaba su espalda con su brazo derecho.
- Ni una palabra. – Dijo con una mirada sería a Fuegoleón que tenía una expresión divertida.
- Soy feliz por ti. – Comento con las manos en alto en señal de paz – Solo pienso que deberías formalizar esto.
- No lo presiones, Fuegoleón. – Dorothy sonrió con amabilidad – Harás que mi Nozel corra.
