Palabras: 497.
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[For you, I'll wait an eternity. My love for you is never ending. I'll love you till the end of time…]
—Lou&Lenni-Kim.
«The wall between us» english version.
II.
—¿Te gusta?
Le hizo gracia que, después de varios minutos de contemplar su belleza como un completo tonto, le preguntara si le gustaba algo de ella. La expresión de Adrien reflejaba una típica contracción de ternura infinita, ojos brillantes y la concentración máxima en una sola chica: Marinette Dupain-Cheng.
La joven había vuelto a mirar hacia el horizonte desde su lugar y él pudo ver su expresión pacífica y alegre, con las mejillas rosadas y los ojos aún más estirados por la reciente coleta que se había hecho en el cabello. Le parecía increíble que con cada cosa que se hacía se viera todavía más hermosa. Esa vez, había llegado con un hermoso vestido magenta diseñado por ella misma, una obra de arte que quedaba a la perfección en su delicada figura.
—Combina con la rosa que te di. —Le dijo a modo de respuesta, llevando un azabache mechón hacia detrás de su oreja.
Marinette sonrió y el color rojo le tiñó aún más la cara. El corazón del rubio dio un vuelco. La chica cerró los ojos y olió profundamente el detalle con toda la delicadeza que su nariz era capaz de brindar, inundándose con ese aroma tan característico de la flor.
—Es preciosa… —susurró, dándole a entender que no había comparación entre aquella hermosa rosa y ella.
—Exacto —llevó su mano derecha hasta el rostro femenino para acariciarlo con suavidad, sin dejar de admirarla ni por un segundo— al igual que tú.
Marinette soltó una risita leve y se recostó a lado de su novio.
Su… novio.
Una semana había pasado desde que él le había pedido serlo aquel día que la besó por primera vez y ella aún no lo dimensionaba. Ser la novia de Adrien era un sueño, sentirse adorada por él era todo lo que podía pedir en la vida.
—Está bien, pero ahora tengo una nueva inseguridad que quería aclarar… —se encogió apenas por los nervios cuando lo escuchó cederle la palabra—, ¿te gusta que lleve mi cabello suelto?
A la mente de Agreste llegó uno de los recuerdos más maravillosos que tenía y era aquella primera vez que la había visto así; el mundo se había detenido ante sus ojos y no había más que la belleza indescriptible de Marinette frente a él, incluso cuando estaba inseguro de sus sentimientos avasalladores hacia ella, con el corazón dividido, su perfección le había calado hondo. Marinette era perfecta como fuera, pero debía admitir que con el cabello libre cayendo por sus hombros parecía una diosa.
La apretó con más fuerzas y dejó que el olor de las hebras azabaches le llenara los sentidos ante la puesta de sol frente a ellos.
—Jamás olvidaré la primera vez que te vi así, Marinette —le dijo con voz apacible— y creo que jamás había visto a una chica tan hermosa como tú.
Ella entendió a la perfección aquello y sonrió, con el pecho inflado de orgullo.
—Lo llevaré siempre así por ti, mi príncipe.
¡Hola a todos!
Emocionada y muy agradecida por sus alertas y sus favoritos. Soy nueva en este fandom como dije anteriormente y no saben la ilusión que me da cada nuevo lector. Gracias por la bienvenida al fandom, es maravilloso.
Como dije anteriormente, esto es muy fluff, así que disfruten del azúcar.
A mi Bogaboo, que es quien le dedico este fic, espero que te guste este segundo Drabble, mi preciosa. Cuéntame por favor qué te pareció, ya sabes que me hace feliz.
Muchas gracias por comentar anteriormente también a: Génesis, TaishaSelene, mi Bogaboo y Ranma84.
¡Nos leemos en una próxima entrega!
