Tecleo en la laptop que se encuentra en mis piernas y muerdo mi Shawarma. Cerrando y Abriendo ventanas y pestañas, iluminando mi rostro, una la luz verde y letras del ordenador. Repleto de cables, algunos conexiones que me ayudan a entrar archivos, almacenamientos o todo lo relacionado confidencialmente a la policía, compras en sitios, centros políticos, ministerios y más. Al mismo tiempo en mi pecho, un cable grueso carga mi reactor, que parpadea. Esta necesita recargar X tiempo para que funcione. Recomendación del médico, pero he estado pensado en darle un cambio y que no necesite esto. Si tuviera el dinero suficiente, claro y que el laboratorio esté a mi alcance. Como menor de edad, no puedo sacar dinero de la cuenta de mis padres y Jarvis apenas puede sacar algo, ni tener Stark internacional.
Eres muy niño
Debatieron en la reunión el ministerio de trabajo en industria Stark. Donde todos los miembros políticos, congreso, comité y algunos empresarios se unen para aclarar quién tomará el puesto de Howard Stark y me miraban. Me angustiaba, no por el hecho que me miran, sino de tomar el puesto. No estaba listo para un gran cambio, la empresa nunca me gustó. Trae recuerdos horribles y Jarvis lo entendía cuando me acompañó. Tomando voz por mi y cuidando mi espalda por detrás.
Obadiah Stane tomará el puesto.
Charla, debate, diputa y discusiones. Algo que deseaba ya salir de ahí y meter nariz en lo que sea para no recodase que hubo una reunión. Llegaron en un acuerdo que el socio y dueño de Stane internacional, Obadiah. Tiene la capacidad de gobernarle hasta que cumpla la edad necesaria. Palabras de Obadiah Stane, quien no se como; logro convencer a los miembros de la reunión. Su sonrisa y su brillo en sus ojos, me alzaron los pelos de los brazos. Tomara el puesto hasta que cumpla los dieciocho. No se quejó ni dudo o protestó. Sonrió a gusto y no me gustaba la idea. no hable porque no tengo palabra. no mire, porque el ya lo hacía y no era por pena, ni lastima. No conozco a Stane, pero se que se ha hecho buen amigo de Howard y un secretario aparte, nada amigable la verdad. Solo me sonrió y me palmea el hombro. Desde hay no supe más de la industria Stark. Jarvis es el que tiene a Obadiah vigilado y mantiene la compañía a flote. Nunca me importo saber de ella, amargo sabores.
—- ¿Te vas? —- limpiándome con la manga de mi suéter. Rhodey colocó la mochila en su hombre y hace un gesto con la mano antes de mirar su reloj.
—- son las 9, mi mamá no le gusta que este tanto tiempo afuera. Recuerda que hoy uso transporte —- patea una de mis ropas en el suelo y giro los ojos —- no podrá recogerme.
— le puede decir a tu mamá que te quedas a dormir hoy —- acomodó el cargador y mi cuerpo — no me importar dormir contigo — subo y bajo cejas.
Rhodey hace una mueca y miro su celular y lo apago, guardándolo —- solo vine hacer la tarea de matemática y termine casi limpiando tu habitación, mientras te hacías el héroe.
—- No estoy haciéndome el héroe —- negó —- un héroe no mata y busca venganza.
—- es verdad, pero cada vez que sucede algo trágico. Más si está en la zona de tu presa. Estás ahí para salvar a la gente en peligro —- lo miró y comienza interpretar con sus manos la anécdota —- como la vez que un auto está descontrol, chocando a muchos y sacándolos de ruta como el autobús y las personas adentro. Las que casi caen en un puente en construcción por un desvío del conductor por librarse del caos. Dejaste huir a tu presa para alzar el auto en el aire y salvar a todos de un ahogamiento.
—- no puede, sus gritos. Necesitaban mi ayuda —- explicó.
—- te llaman el hombre de Hierro, IronMan. El héroe de Manhattan —- Subiendo lo autoestima —- es un honor demasiado grande y peligroso, pero un honor grande para un joven de 17 años.
—- Solo estoy buscando a al culpable que organizo mi secuestró y asesinato de mis padres —- bajo la vista y tecleo. Mi choco se sienta a mi lado y pone su mano en las mías.
—- Tony —- me llama —- basta. Llevas días así y solo has dado vueltas. Te dan nombres, ubicaciones falsas, historias del porqué igual, pero no te dan la ubicación real — guardó silencio — giras en círculos y nada de que esta vez si es —- cierro la boca —- Me lo has dicho cinco veces y ya es demasiado. Basta, ya no es bueno.
Hago un lado la laptop y me siento frente a Rodney con las cejas doblas y los ojos endurecidos. Derecho y cuello firme —- quiero saber quién mando explotó el jet, que nos recogiera al caer y nos llevaron a un auto. Quiero saber porque mando que se llevaran el misil que mi padre iba exhibir. Quiero saber quién me mando a secuestrar, me torturen y me obligan a crear armas más grande y peligrosa que te puedes imaginar. Quien mató a mi madre —- Rhodey ve mis ojos rojos y bajo la cabeza en una larga y lenta respiración.
— ¿qué harás cuando los encuentres? —-
—- los matare — confieso y vi terror en mi amigo —- sentirán el mismo dolor que sintió mi progenitora.
—- Tony, no —-
Aprieto los puños —- quiero desgarrarlos, pegarles hasta romperles los fuegos, quemarlos y apuñarlos hasta morir. Matarlos como lo hice con ellos a huir de esa cueva en Afganistán — Rhodey ve sin entender, sin creerme —- me han hecho la vida imposible. Me han casi obligado a tomar un puesto que no quiero. Me han quitado lo que odio y amo. Me han hecho dolores insoportables. TENGO ESTO EN EL MALDITO PECHO —- quito del cargador y la luz del reactor golpea en el rostro de Rhodey. No hay luz encendía, todo iluminado por la luz de la calle, el ordenador y mi corazón —- no puedo ir a lo que llamo mi hogar — mis manos sobre mi rostro y las retiro. Tomo aire para no liberarme y parpadeo, sobándome la nariz —- no entiendes.
—- no, no entiendo, pero siento tu dolor — los brazos de mi amigo me rodean. Entierro mis manos en su abrigo y escondo mi rostro en su cuello —- pero lo que piensas y dices, está mal.
—- quiero que paguen —- con voz temblorosa—- quiero vengarla, vengarme.
—- las personas que se vengan, llegan hacer cosas que se arrepiente. Llegan a herir y hasta a veces aíslan o se vuelven un peligro —- nos miramos y mi cabeza cae en su pecho.
—- ¿por qué? —- susurre —- ¿por qué a mí? —- la mano de Rhodey remueve mi cabello —- apenas tenia 15 años, como recompensa por ser acepto en MIT. Mi padre me llevo a ese convención a ver su misil Jericó. Solo eso, sólo eso.
Rhodey me toma de los hombros y me aleja un poco —- duerme, mañana... —- toma su tiempo en que decir —- sabremos que haremos. Tenemos clases y a mi mamá no le gusta que me quede despierto de más y ya van hacer las diez.
— si, nos vemos mañana —- paso mis manos por mis ojos —- descansa, Choco —- Rhodey gira los ojos y se toca la nariz. Reí y él negó.
—- no te golpeo por ese apodo, porque te quiero y lo dejo pasar. Nos vemos —- hacemos nuestro saludo especial y lo veo irse. Tomar un tiempo hasta tener la señal claro que se fue. Mi ordenador toma un color diferente avisando que ya encontró resultados y agarro la laptop. Tecleando y doy con el nombre.
—- ¡Bingo! —- con una sonrisa, pero se cae — mierda —- hay más de un Jake que comienza con Hel. Esto me llevará la noche entera, me acomode.
La campana suena por todo el lugar. Pasillos seguro lleno de alumnos correr a las siguientes clases. Me estiró sobre la mesa y echó la silla hacia tras. Mientras el profesor borraba la pizarra y mis compañeros de curso salen. Rhodey me da una palma en la espalda y me enderezo. Camino como un zombie y me sobo el ojo a cada rato. Molesto con la luz del día —- ¿Dime que dormiste? —- giró la cabeza donde lo escucho con los ojos cerrado y el rostro arrugado —- ni siquiera te peinaste —- tocó mi cabeza y mi pelo era un desorden —- tengo gel.
—- ne —- hago un gesto con la mano y salimos del curso, sin antes chocar con los otros cursos que entran. Pasando entre la multitud de personas y llegando a nuestros casilleros. Tuve que esperar a Rhodey porque el suyo se encuentra del otro lado —- si dormí.
—- tu rostro dice lo contrario, pareces desayunaste Limón o andas de viejo. Te dije que lo hicieras y mírate ¿qué hiciste a noche? —-
Arrugo los labios —- encontré a Jake Helsinki.
—- ¡desvelaste buscando a un tipo que ni siquiera sabes cómo es! —- nos quedamos en medio pasillo, de la voz levantada de mi amigo. Muchos jóvenes se quejan por estar en el medio.
—- lo encontré —- dije —- entre 30,000 Jake con apellido Hel o Helsinki en los archivos.
—- ¡No dormiste ni una mierda! ¡Que apenas sabes que existe! ¡Estás loco, hombre! ¡No se que mierda tienes en la cabeza para esas cosas! —-
—- ¡me conoces! —- caminamos —- yo no duermo, un Stark no duerme —- guiño un ojo y Rhodey se toma de la nariz. Me doble hacia delante por la risa.
—- vas a morir por falta de sueño —- dice y yo chasqueo la lengua —- y cuando te di ese sermón y lo pásate por el culo.
—- lo se, lo sé —- me pongo de frente de Rhodey, cambiando de espalda —- pero necesito llegar al punto del misterio —- Rhodey se la pasó regañándome por el camino. Entrando al curso donde nos toca; Historia estadounidense. Nos sentamos en una mesa en la izquierda, pegados a la pared y posibles en ser preguntados por el profesor por estar atrás.
Pero siempre estoy listo.
Sonreí y no evitó sentarme con elegancia en mi silla. El profesor entró al aula y dejó sus cosas en el escritorio —- tengo una noticia —- todo el curso se asusto y vi a muchos agarrar sus cuadernos y libros —- No es un examen sorpresa —- se escuchan suspiros —- se que es raro, sabiendo que estamos terminamos este año, pero... —- todos miraron la puerta y una sonrisa tímida aparece en el rostro del rubio en la puerta. Sostienen su mochila y mirando el lugar, si fuera un peligro —- Joven Stephens, venga, venga preséntese.
El rubio se acercó y se colocó al lado del profesor —- ve a morir de un ataque —- le susurró a Rhodey ya que el rubio parece desmayarse ahí mismo, porque sudaba. Las chicas y algunos chicos parecen ir volando como polillas al rubio, están curiosas. Que ya que, el tipo con camisa de cuadros y pantalones pasados de moda parece tener algo llamativo — no lo sé, pero parece que ya lo vi antes, como si lo conociera.
—- yo no ¿donde? —- me susurró Rhodey.
—- creo que ya lo vi por un lado —-
El rubio suspira y pasa su mano por ese cabello, que parece que una vaca le escupió y le pasó la lengua hacia tras —- Soy Joseph Stephens, espero que nos llevemos bien —- no puede evitar reír. Parece un ratonsito entre Leones. Todos me miran, incluyendo el llegado.
—- ¿sucede algo, Stark? —- preguntó el profesor, acusador.
Muevo la mano negándome —- recordé un chiste, perdone profe —- Todo vuelve hacer como antes. Rhodey me da una palmada en la espalda y me regaña con la mirada. Stephen me sigue observando y yo a él. Sus ojos azules parecen joyas por la forma que la luz de la ventana le da. Mis mejillas se calientan.
Vi a mi madre, sus mechones rubios caer por su rostro, moreteado. Un ojo hinchado y un labio partido. Como su mano toca la mía, acariciándome. Atados, de pie a cabeza, bajo los pies de alguien, de personas. Con ella tuvieron algo de compasión. La otra mano parece no tener un punto fijo. Esta morado con toques negros y se ve leve el hueso levantando carne, y no estaban para curar un brazo para romperlo más con las ataduras. La ataron a mis pies, si logra huir. Me matara por la soga en mi cuello.
Lo que me aterró fue la sangre, los cortes y lo mal que estaba. Su mejor vestido echó triza y cubierto de polvo, sangre. Piernas arañadas y rojas.
Observándome con sus ojos aguados y apagados. Hombres que nos rodeaba con sus pies y que sostienen a Howard inconsciente en sus brazos en los asientos y nosotros en el suelo, siendo pisados. Estamos en una auto y no sabíamos donde íbamos. Solo observé los gotas de sangre que van cayendo de los cortes y del labio de mi madre. Solo quiero soltarme y protegerla. Solo ella a buscado mi perdón.
Uno de ellos me piso con fuerza en la cabeza y comencé a ver todo borroso y oscuro, dejando de sentir el arma en mi frente. Mire por última vez al hombre sentado frente mío, sonriendo y cruzado de pies.
—- solo un poco más, Joven Stark —- se oscureció.
Al rato desperté, en medio de la nada con mi madre y yo arrodillados. Howard ni se. Nos apuntaban mientras observó cómo llevan un misil sobre un camión —- Cambió de planes ¿qué haremos con ellos? Tenemos a Howard y el misil. Estos no sirven —- se comunica un hombre con el otro. Solo observé sus piernas, no sus rostros. Me duele levantar el cuello y tengo el gatillo en mi nuca.
—- el Chamaco, es igual de listo que el padre. Déjalo y tráelo. Mata a la mujer, es inútil. No ayudará —- se escucha el llanto de mi madre, pero no decía más que eso y le pegan con un arma cayendo al piso.
—- ¡Mamá! —- me removí entre las sogas y me pegaron, tirándome en el suelo. Pero me arrastre a ella y los llantos de mi madre me suplicaban que me quedara quieto, pero seguí hasta que me agarran por la soga detrás y me levantan. Colocando la punta el arma en mi barbilla.
—- quieto, muchacho —- mire al hombre, rojo y con la respiración dura. Doble el labio y este solo mueve la punta de barbilla a garganta. Mi madre fue arrastrada, solo vi como la toman entre dos y la veo patalear.
—- ¡Mamá! —- me sacudí. El hombre insiste a que me quede quieto y con poca fuerza muerdo. Me suelta y me arrastre mientras se quejaba. Con una esquina rota del auto, un metal sobresaliente del ese auto viejo. Corto la soga de los pies y ejercer fuerza para levantarme —- ¡Mamá! —- corrí y el hombre me insultan mientras intenta alcanzarme. Forcejeo y luche contra a el. Y sin dar presencia, concentrado en Alcanzar a los otros donde iba mi madre —- NO —- el hombre que me persigue cae encima mío y me obliga a quedarme en el suelo, en el piso con sus piernas presionando. grite, Ignorando el pitido de una mina debajo nuestra.
—- mierda —- el hombre me levanta y me obliga a correr con el. Sin el hecho que una sola mina. Provocó que muchas se activaran y el humo de la destrucción nos cubriera. El dolor era intenso y no aguante más. Caí al suelo y todo se volvió oscuro.
