Disclaimer: los personajes no son de mi propiedad, pero la idea si.

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Ese mismo día mientras Hans se iba a buscar maleantes y fugitivos junto a la señorita Caine y los demás cazarrecompensas, Elsa se despertó aterrada, sabiendo que estaba sola.

A pesar de tener 18 años, era demasiado tímida para estar sola – Papá…– expresó mientras se arropaba con todas las sábanas y cobijas para evitar ver lo negro de la oscurecida habitación.

Después de un tiempo nuevamente se quedó dormida.

Horas después despertó y se alistó para buscar la compañía de Jack.

Elsa sabía que era muy temprano, pero no le importaba demasiado, pues Jack conocía muy bien como se movía Blackwater, y el le ayudaría a moverse por ahí.

El día apenas rondaba con las 7:00 de la mañana, siendo demasiado temprano y apenas teniendo a la gente del muy cuidadoso pueblo, empezando a alistarse para el largo trayecto laboral que les esperaba todo el día.

Muy inquieta, busco a Jack, hasta que llegó al negocio de este.

En el negocio de venta de suministros con partes de animales y venta de aguardiente.

Elsa llegó caminando un poco apenada, al percatarse que el peliblanco estaba trabajando, sin más que hacer o agregar paso al interior del negocio y procedió en ese instante a saludarlo – Hola…– al verla ahí, Jack no pudo evitar sorprenderse un poco, pero al instante correspondiéndole el gesto y también el saludo – Hola, Elsa, veo que estás sola, ¿no es así?, Tal y como dijo tu padre…–.

– Si, papá se fue muy temprano, y la verdad no me gusta estar sola…– afirmó un poco apenada y en posición muy inocente, como un niño dando excusas. Con sus manos atrás y sus pies cruzados.

Jack al mirarla directamente con esa inocencia que desbordaba, le dijo – Está bien, te llevaré a desayunar, pero necesito que me ayudes con esto…– en eso Jack le señaló las botellas vacías de aguardiente.

Elsa al observar las botellas vacías, le pregunto de manera curiosa – ¿Qué cosas tengo que hacer con ésas botellas?– señaló.

Jack con una simplicidad evidente se le acercó a la joven chica rubia y le informó – Tienes que llenar las botellas de aguardiente–.

De manera torpe y brusca tomo las botellas e intento llenarlas del líquido embriagante pero al no saber muy bien como hacerlo, delante de Jack tiro la botella que sostenía.

Jack al percatarse que Elsa tiro y accidentalmente rompió la botella, se posicionó detrás de ella y le pregunto muy seriamente y con un semblante de enfado – Elsa, ¿Qué rayos acabas de hacer…?– teniendo a Jack detrás, Elsa se giró y se trató de proteger pensando que le haría daño por el accidente que había causado.

Con un tartamudeo respondió la platinada mientras ponía sus manos a nivel de su rostro – S-Se me re-resbalo, yo…–.

Jack al ver el miedo que le infundía, siseo y le dijo un poco preocupado y malhumorado – Está bien, Elsa, solo fue un error tuyo, vamos, te voy a enseñar…–.

Mientras se acercaba, Elsa le pregunto con esa misma timidez latente que presentaba – ¿Estás enojado? Yo… no era mi intención…– sin siquiera terminar, Jack le respondió un poco molesto y preocupado – No estoy enojado, simplemente que si mi viejo ve lo que acabas de hacer, me echará la culpa de todo…– Elsa algo confundida por la peculiar forma en que Jack llama a su progenitor, le procede a preguntar por ese aparente sobrenombre que de manera personal interpreta como una falta de respeto – ¿Viejo? ¿Por qué le dices así?–.

No queriendo inmiscuirla en su vida personal, Jack le dice con un nuevo suspiro – Es de cariño, vamos. Ayúdame–.

Después de eso, Jack, en unos cuantos minutos largos y escurridizos instruyó a Elsa en el negocio de comerciante y aguardiente.

Le explicó cómo fabricar las bolsas y los costales para la mercancía, también le enseño a despellejar las partes de los animales cazados e incluso le enseño cómo elaborar recetas para los sabores del aguardiente.

Entre paso y paso, Elsa era un poco torpe: Debido a que estaba aprendiendo derramó líquido descuidadamente por el piso, desperdiciando saborizantes y agua; apretujo la mercancía al grado de que parte de dicha mercancía se estropeó; tiro varias botellas de vidrio al suelo accidentalmente; en un intento por afilar el cuchillo para despellejar una piel, golpeó en la cara a Jack, quién en ese momento la estaba instruyendo.

Observando el desastre que había dejado la chica, Jack apretó sus dientes y se jalo el cuero cabelludo.

Era evidente que su padre le llamaría la atención e incluso lo intentaría matar por su inapropiada forma de manejar el negocio que tenían.

– Oh mierda…– musito con una cara de pánico.

Después de ver el interior del negocio hecho un desastre, dirigió en ese instante su vista a la joven blonda.

Cuando ya estaba a poco de cortar y despellejar una piel, Jack corrió hasta ella y le arrebato el cuchillo.

Al darse cuenta de la acción brusca del chico, Elsa lo cuestionó inocentemente – Estoy aprendiendo, ¿por qué hiciste eso?– Jack algo tenso y sudoroso por el castigo que sabía le llegaría por parte de su progenitor, le dijo con algo de tartamudeo – Es suficiente, este… Es hora de ir a comer algo…– con una sonrisa estúpida, la miró.

Sin siquiera tratar de continuar, Elsa se encamino hacia la salida del negocio, yendo detrás de ella, el peliblanco.

Mientras salían del lugar, Elsa y Jack se encontraron con el papá de este último, quién lo saludo sin percatarse que detrás de ellos había un desastre.

Al entrar al sitio y ver el desastre, el hombre de manera exagerada y muy sobresaltada y también muy enojado, se giró y le gritó a Jack y a la joven blonda que se detuvieran – ¡Ey ustedes! ¡Alto ahí!– no queriendo obedecerlo Jack no le quedó de otra más que detenerse y junto a Elsa, girarse.

– Jack, me puedes decir que rayos acaba de pasar ahí adentro– con un semblante amargo, el mencionado trato de explicarle pero no pudo – Este, yo…– casi llegando a su castigo, Elsa intervino y le dijo lo que pasó al hombre, aparentemente intentando defender a Jack – Señor. Vera, yo fui quien estropeó todo, quería aprender pero no supe y…–.

No queriendo aceptar lo que había hecho, la interrumpió – No había motivo para que tú destruyeras mi negocio– mientras le reiteraba el porque de sus actos a la joven, el hombre corpulento de pronunciada barba blanca y de una altura equivalente a la de un gigante, la señaló con su gigantesca mano – Nadie te dio permiso de entrar aquí. No puedo creer que este inútil y bueno para nada, te haya dejado entrar–.

Mientras reprimía a ambos, una chica de cabello peliblanco igual que Jack intervino y se posicionó enfrente de Elsa para evitar que el corpulento hombre la siguiera señalando – Es suficiente, papá. Ella no tiene la culpa de todo este desastre–.

Cuando el hombre vio a su pequeña hija de 16 años poniéndose las manos en sus caderas en señal de regaño, no pudo evitar excusarse y sentir desde lo más profundo de su ser, un sentimiento enternecedor – Peri, hija, ¿cómo que no tiene la culpa? Nos podemos ir a la quiebra por culpa de una tontería como está…–.

Queriendo comprender a su padre, la joven peliblanca llegó con el fin de supervisar también el negocio, pero al ver la ira desatada de su padre en contra de la blonda y el peliblanco, intervino para defenderlos.

La chica le reitero – Entiendo, pero ¿Qué hubiera pasado si la amiga de Jack hubiera muerto por un accidente mucho mayor? ¿Qué sería mucho más importante, la chica o tu negocio?–.

Poniéndolo en un contexto difícil, al final el corpulento hombre suspiro profundamente mientras le respondía con sinceridad y algo de pena a su propia hija – Está bien, mi niña hermosa, es obvio que sería importante la vida de la joven–.

Comprendiendo que es más vital la vida de una persona que un simple negocio, su hija al final le confiesa con aprobación – Así es, papá–.

La chica al observar a su padre asintiendo y acicalándose su pronunciada barba, le informa con una solución en mente – Puedes comprar todo nuevamente, además todo va bien. No necesitas preocuparte por nada– en efecto y teniendo razón la chica peliblanca, ante lo dicho hace que su corpulento padre asiente mientras se retira lentamente del lugar y silbando algo tranquilo.

– Gracias, por eso– le dice Elsa a la joven peliblanca, la cual al girarse y verla mutuamente le responde con una ligera sonrisa – No hay de que. Creo que no fue justo el regañó o los señalamientos que mi papá te hizo–.

Afirmando plenamente lo que dijo, Elsa le dice con un poco de pena y alegría – Está bien, nunca nadie me había hecho lo que tú papá me hizo– observando fijamente sus movimientos dóciles, la peliblanca le informa – Está bien. No te preocupes, mi papá es dulce como un colibrí, pero cuando pasa algo como lo que acaba de pasar; es un ogro hecho en persona–.

Captando rápidamente lo expresado por la peliblanca, Elsa asienta y le dice con pena – Ok, entiendo…– mirando detenidamente el suelo y con nervios, incluso no sabiendo que decir, empieza torpemente diciendo – Bueno, Jack me iba a llevar a comer, a desayunar, pero sucedió esto– comprendiendo la docilidad y la torpeza que maneja la joven Elsa, la peliblanca le afirma con una mirada ligeramente perdida.

Pero en ese instante se recompone y le dice – Entiendo… antes de que Jack te lleve a comer algo, déjame presentarme soy Periwinkle Frost. Soy la hermana gemela de Jack– ante tal presentación, Periwinkle extiende su mano para estrechar la mano de la albina.

Elsa al mirar la reluciente y blanquecina mano de la chica, no puede evitar soltar una sonrisa nerviosa y muy bondadosa; sin preámbulos, estrecha la mano de la joven y posteriormente se presenta ante la peliblanca – Oh, tu nombre es muy lindo. Nunca había escuchado ese nombre. Bueno, soy Elsa Ha… Westergaard, es un placer conocerte–.

Mientras ambas chicas se saludan y se miran mutuamente, Jack interfiere algo impaciente, aún percibiendo el miedo de su padre – Elsa, no quiero molestarte, pero no sientes tú estómago rugir…– con lo dicho, Jack masajea suavemente su vientre en tanto le señala que tiene hambre.

Debido a que no dejaba de contemplar a la joven peliblanca, Elsa intuye que la amistad con Peri será de lo mejor que tendrá, mientras esté en Blackwater, por lo tanto cuando Jack la llamo, agitó su cabeza y le contesto confundida a Jack, estaba perdida en la amistad que formaría con la peliblanca – Oh, lo olvidaba…–.

Cuando Elsa estaba lista y habiendo dejado de mirar a Peri, al instante la soltó con lentitud y le respondió con motivación a Jack – Vamos, Jack…–.

Al tomarlo de la mano al chico, caminaron rápido hasta la salida, mientras se alejaban, Peri sin más le extendió un poco su mano y se despidió, gritándole de manera amistosa a la joven blonda – Nos vemos pronto, Elsa…– la mencionada, de igual manera se despidió espontáneamente mientras se alejaba con Jack – Hasta luego, Peri…–.

Una vez que se fueron y la vista ya no le permitió visualizarlos, Periwinkle suspiro y dijo muy tranquila en un murmullo – Vaya chica que se encontró Jack– después de decir aquello, se dio la vuelta y tomo la escoba más cercana para barrer y limpiar el desastre que había dentro del negocio.

Periwinkle se describía como una joven muy dulce pero muy estricta con su padre, el cual era viudo, ya que hacía poco que su mujer había fallecido.

El padre de Periwinkle y Jack era ni más ni menos que un hombre llamado Nicholas pero todos lo llamaban North, era un hombre de negocios muy exitoso, pero también era muy duro en su comportamiento, en especial con Jack, ya que este era el fiel heredero de sus negocios, casi dejando fuera de la herencia a Periwinkle.

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Por las alegres calles de Blackwater, Jack y Elsa pasaron al susodicho restaurante y bar del tajante y custodiado pueblo.

Después de ordenar y comer algo, y posteriormente después de retirarse del restaurante, Jack invito a Elsa a ver una película de las pocas que había en aquellos tiempos.

Sintiendo Jack dentro de la sala de cine que Elsa se estaba divirtiendo demasiado, le dijo con un poco de seriedad – Es suficiente, Elsa. Ya es muy tarde y tengo que volver al negocio–.

Casi excusándose la blonda, le respondió con una pena fingida – Ah, Jack, estoy aburrida, además quiero que me muestres más de este pueblo– algo cansado, el aludido le respondió con un suspiro – Ya te he mostrado lo suficiente, Elsa. Tengo que volver al trabajo–.

Algo entristecida la joven, dijo de manera espontánea y simple – Está bien–.

Sabiendo que Elsa estaba aburrida y se había puesto algo triste, Jack suspiro y le dijo con unos cuantos ánimos levantados – Está bien. Vamos a buscar a Anna, ella nos animará con sus ocurrencias–.

Ante el nombramiento de la pelirroja, Elsa no pudo evitar sonreír y en eso le dio un dulce beso en la mejilla a Jack, mientras le agradecía – Gracias, quiero verla, quiero conocerla mucho mejor…– estaba claro que se había emocionado demasiado la joven.

Adelantándose unos cuantos pasos por la calle, Jack se quedó mudo y quieto en su misma posición, no podía creer que Elsa le agradeciera con un dulce beso.

La sensación era distinta.

Muchas chicas de la edad de Elsa lo habían besado de igual forma, pero el beso de la blonda no se comparaba con ningún otro.

Podía sentir su suave aroma de cereza de sus labios.

Ante tal forma en como le agradeció, ligeramente Jack se sonrojó y no pudo evitar tocarse la mejilla.

Una pequeña porción de saliva había quedado impregnada en su mejilla y al esparcirla un poco por esa zona de su rostro, no pudo evitar pensar y preguntarse con tanta emoción, "¿Cómo sabrán sus labios?".

Alcanzándola y dejando de pensar en los labios de la joven blonda, se dispuso junto a ella a ir en busca de Anna.

Sabía el paradero de está última y sus fieles amigos que seguía.

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Notas del autor:

Hola nuevamente lector. Les traigo un pequeño pedazo de este fic.

¿Se encuentran bien? Espero que sí; de ser así que bien.

Originalmente iba a publicar este capítulo como una parte extendida pero la elección de personajes y la introducción de muchos personajes se me salió de control.

Si han leído el prólogo de este fic visto en mi fic de Vamos todos juntos compañeros, notaran que aparecen personajes como Olaf, Mateo, Elena, Marinette, Luka, entre otros; esos personajes originalmente aparecerían en este capítulo, pero mientras trabajaba en algunas ideas para este capítulo, la cantidad de personajes y la elección de estos se me salieron de control, a parte de que estoy trabajando en otros fics, así que si me tarde… Tuve problemillas, je, je.

Bueno, en este fic incluí a la hada Periwinkle de Tinkerbell, como hermana de Jack.

También incluí y referencie dos roles importantes en Red Dead Online: el rol de comerciante y el rol de fabricante de aguardiente.

Creo que es todo, espero rápidamente trabajar en lo demás capítulos de está historia.

Sin más que agregar, me despido.

Nos leemos pronto. Hasta pronto.