Relato 2: Infeliz Cumpleaños

Quizás no era la persona más útil en lo que respecta a salvar el mundo y detener las amenazas del Doctor Eggman, creía ella, pero si algo se le daba muy bien era nunca olvidar el cumpleaños de alguno de sus amigos. Su nombre era Cream, una dulce conejita pre adolescente que vivía con su madre en una pequeña casa en el bosque. A su corta edad, conoció varios amigos, con los cuales ella fue creciendo, forjando lazos fuertes de amistad y desarrollando su carácter y espíritu aventurero. Cream valoraba mucho a sus amigos, tanto así que ella era la primera en proponer su ayuda para organizar la fiesta de algunos de ellos, al punto de que a veces terminaba organizando ella sola toda una fiesta.

Ellos recuerdan sus mejores cumpleaños, como cuando Sonic tuvo su fiesta con temática de Chili Dogs, teniendo toda una cacerola de salsa picante, donde a nuestro gracioso erizo, no se le ocurrió mejor idea que la de proponer una competencia de Chili Dogs picantes con Knuckles y Shadow. No hace falta mencionar las consecuencias de ese día, las fotos que Vector el cocodrilo tomó, son todo un tema para las reuniones entre amigos.

Knuckles recuerda su último cumpleaños, básicamente fue en su misma isla mientras descansaba vigilando la Master Emerald. No sabe cuál fue su mayor sorpresa, que organizaran toda una fiesta a su alrededor mientras él dormía o que cambiaran la Master Emerald por un pastel con forma de la esmeralda tamaño real. Hubo un poco de ayuda de por medio, quién mejor para hacer su trabajo que su vieja amiga murciélago.

En cuanto a Amy, digamos que, fuera de que su fiesta fue muy divertida, Sonic aún no supera su trauma de quedar atrapado en una caja por cinco horas. Entre que la caja era de acero reforzado, idea de Rouge para evitar que Sonic escapara, y los intentos de abrir la tapa con una palanca, Sonic terminó desarrollando una nueva fobia, además de su habitual miedo al agua.

Podría contar varias anécdotas, el caso es que Cream ha estado involucrada en las fiestas de varios de sus amigos… Excepto uno.

Un día Cream se había reunido junto con Sonic en los muelles de Neo Green Hill. —Me alegra que pudieras venir señor Sonic. — Cream estaba sentada en una banca, contemplando las olas del mar.

Sonic se sentó a su lado y lanzó un suspiro seco. —Cream, creo que sé para qué me llamaste. Si es lo que pienso, te pido por favor que desistas de hacer eso. —

— ¿Por qué no quieres que lo haga? Hasta donde sé, él nunca ha festejado su cumpleaños y los cumplirá en una semana ¿Por qué?— Ella sigue insistiendo.

Sonic solo se sujeta la cabeza y habla un tanto resignado. —Escucha, esto es algo muy personal y le prometí que no hablaría de esto con nadie. Si piensas que no he intentado hacerle una fiesta, te equivocas, lo he intentado, pero él simplemente no quiere. Durante esta fecha, él simplemente toma el Tornado y va a… A algún lugar. — Eso último lo menciona con un tono diferente de voz.

Cream solo baja su mirada y ve sus pies. —Siento que sabes a donde se dirige. — Se levanta de su asiento y mira al mar. —Pero no voy a insistir. Señor Sonic, en serio agradezco tu tiempo. Solo quería darle a Tails una fiesta de cumpleaños. Ustedes son mis amigos y no hay nada que aprecie más que su amistad, por eso me esfuerzo mucho en ello. Pasé muchos cumpleaños sola, pero sí un recuerdo viene a mi mente cada vez que pienso en ello, es aquel cumpleaños luego de conocernos… Es el recuerdo más feliz que tengo de todos ustedes, el momento en que recuerdo que tengo los mejores amigos de todos. — Cream se limpia la cara para no parecer que está llorando.

Por mucho que pasen los años, Sonic aún veía en ella esa dulce e inocente coneja la cual le había pedido su ayuda para rescatar a su madre de las garras del bigotudo doctor. — No son necesarias fiestas para ser nuestra amiga Cream, los muchachos y yo te queremos mucho y apreciamos tu amistad. — Sonic toma suavemente el hombro de Cream y le regala una sonrisa.

—Lo sé, pero es algo que me gusta hacer. Además siempre por estas fechas… Tails se siente muy mal. Si hay algo que puedo hacer por él, lo que sea, quiero hacerlo. —

Sonic estaba dudando en ese momento, le había prometido a Tails no decir nada pero la verdad es que Sonic también estaba preocupado y veía en Cream la oportunidad de ayudar a su amigo. —Creo que puedo contarte cual es el problema, pero debes jurarme algo…— Hizo una pausa y miró seriamente a Cream. —Nada de sorpresas, solo habla directamente con él y si no quiere cambiar de opinión, no lo fuerces, solo eso te pido. —

Cream estaba un poco confundida con esa condición, pero estaba dispuesto a cumplirla, así que asintió con la cabeza y Sonic le propuso caminar un poco, ya que esto iba a ser largo…

Casi una semana después, Sonic y Cream viajan en un aeroplano hacia algún lugar. Sonic conducía el aeroplano, para terror de Cream, que aún con su cinturón de seguridad, no se fiaba de las habilidades de conducción de Sonic. —Perdona los percances, es que desde que le di mi avión a Tails he perdido un poco de práctica ya que, por lo general, es él quien conduce. Pero hey, es como montar una bicicleta. — La sonrisa de Sonic no relajaba para nada los tensos nervios de Cream, quien no podía evitar pensar que casi mueren tres veces por casi chocar contra unos árboles y una gran montaña, sin mencionar los constantes temblores del aeroplano o el raro ruido en el motor.

Luego de cruzar el gran océano por varias horas, ambos llegan a su destino. Lo último que Cream pudo haber apreciado era el paisaje, ya que el miedo acumulado durante todo el viaje la hizo retirarse el cinturón de seguridad con mucha dificultad y salir de esa trampa mortal tan rápido como pudiera. —No pienso volver con usted señor Sonic. — Cream jadeaba de miedo. —Aunque tenga que volar el océano solo con mis orejas, no pienso volver a esa avioneta y mucho menos con usted al mando. —

Él lanza una pequeña risita. —No fue para tanto conejita tonta. — Sonic sonríe y respira el aire fresco. —Ahora levántate y contempla el paisaje, me trae buenos recuerdos. —

Cream se levanta del suelo solo para contemplar el paisaje. Valles verdes, palmeras, ríos que daban a hermosas cascadas, flores de todo tipo y colinas en el horizonte. —Es un bonito lugar ¿Dónde estamos? —

—Esto es Emerald Hill, estamos en West Side Island, en este lugar Tails y yo nos conocimos hace años. — Sonic miraba alrededor y fantasmas del pasado venían en forma de recuerdos. —Cuando lo conocí no era más que un pequeño zorro bastante tímido, me seguía a todas partes y pensaba que no me daba cuenta. Me ayudó en mi lucha para derrotar a Eggman pese a ser muy pequeño y desde entonces ha sido mi mejor amigo. — Mira al cielo y un vago recuerdo viene a su mente, un biplano rojo conducido por un zorro amarillo, con un erizo aferrado al ala de este y varias aves volando a su alrededor. —Pero basta de recuerdos, ten Cream…— Sonic le entrega un mapa, ella estaba un poco confundida. —Este mapa te llevará hacia Secret Forest, no puedo acompañarte ya que Tails aparecerá por aquí en cualquier momento. Cuando encuentres el lugar en el mapa, no dejes que Tails te vea. Espera el momento adecuado para hablar con él. —

Cream dudaba un poco del plan, tenía un poco de miedo. La charla con Sonic hace unos días la tuvo con muchas dudas en su cabeza. Parte de ella quería desistir de este plan pero, si se acobardaba ahora probablemente no tendría otra oportunidad para abordar el tema. —Gracias Sonic, haré mi mejor esfuerzo. — Mostrando un destello de optimismo, Cream carga su mochila, se despide de Sonic y se dirige hacia Secret Forest.

Era un bosque bastante frondoso, con árboles que parecían llegar hasta las nubes, al menos así le parecía a Cream. Había varios árboles muertos o talados, pero también varios árboles jóvenes que tomarían su lugar. Restos de robots y piezas de metal cubiertas de musgo y vegetación. —Este lugar vivió momentos horribles. — Decía Cream para sí misma.

Luego de caminar tanto y sobrevolar varias zonas con restos de árboles quemados y suelo muerto, Cream llega al lugar marcado por Sonic en su mapa. Era una pequeña casa abandonada de madera, sus vidrios estaban rotos, la puerta un tanto caída y había marcas de golpes en algunos lados. Cream siguió caminando un poco por los alrededores, le llamó la atención la parte trasera de la casa, donde había un pequeño jardín de flores que contrastaba bastante con lo frío y muerto de esa zona. Había un pequeño rio que cruzaba cerca de ahí y una especie de sistema de riego que mantenía a las flores hidratadas. Más fue su sorpresa al ver un gran árbol al final del jardín, ese árbol parecía tener dos inscripciones, ambas con el apellido Prower. —Tal como el señor Sonic me dijo… —

En ese momento Cream recuerda la plática que tuvo con Sonic. —No hablamos de esto hasta mucho después, creo que fue después de conocer a Knuckles. Nunca he sido muy comunicativo pero, si quería que Tails estuviese conmigo en mis aventuras tenía que conocerlo mejor. Una vez pregunté sobre su vida antes de conocerme, él siempre me decía que era molestado por varios chicos de su isla. Al igual que tú, él antes no tenía amigos… — Cream observa el lugar, ve al lado del jardín un columpio gastado, un tobogán y una especie de casa de árbol destruida, hechas totalmente de madera. —…Todo lo que Tails tenía eran sus padres. Su padre era un carpintero bastante hábil con las manualidades, a Tails le gustaba ayudarlo a hacer proyectos y su padre le creaba muchas cosas para que él jugara. — Cream voltea a ver las flores. —Su madre era una florista, le encantaban las flores y cuidaba muy bien de su jardín…— Cream voltea a ver el árbol. —El día en que Tails nació, su madre plantó un árbol afuera de su casa, y verían como cada año en la fecha de su cumpleaños, ese árbol crecería…—

Cream escucha un sonido de vuelo detrás de ella. — ¿Qué estás haciendo tú aquí? — Voltea para ver a nada más y nada menos que Tails. —Mis radares detectaron actividad inusual de ciertos individuos coincidentemente este día… Sonic te contó ¿No es así? — Tails tenía un tono muy neutral en su voz, Cream no podía decir nada. Tails camina un poco, pasando de la presencia de Cream y arrodillado frente a las inscripciones del gran árbol del jardín. —Papá, mamá, he vuelto…—

Cream sabía que esta situación era muy delicada, pero no tenía en cuenta el cómo reaccionaría ella ante tal situación. Viendo hacia una de las ventanas de la casa, recordó otra cosa que dijo Sonic, un regalo de cumpleaños, en una gran caja roja, con un moño amarillo, sin abrir y cubierta por mucho polvo junto a una tarjeta.

— ¿Por qué quisiste venir aquí Cream? ¿Viniste para verme sufrir?— La voz de Tails era un tanto melancólica, no estaba pensando racionalmente. —No debí confiar en Sonic, ni en nadie… ¿Por qué no me dejan en paz? —

—Tails, mi intención no era hacerte daño. Verás, estaba muy intrigada de por qué tú no querías festejar tu cumpleaños, así que le pedí a… el señor Sonic, que me dijera que era lo que te pasaba. —

Tails le estaba dando la espalda a Cream en todo momento. — ¿Y por qué querías saber eso? —

—Porque eres mi amigo, eres uno de mis mejores amigos. Pero, cuando escuché la historia del señor Sonic, me di cuenta de que esto era más complicado de lo que pensé. — Cream baja la cabeza.

Tails se quedó en silencio por un momento y luego dio un suspiro pesado. —Estábamos en el jardín, volvía a casa luego de ser rechazado por otros chicos de mi edad. Era próximo mi cumpleaños y mis padres estaban preparando mi regalo. Mi padre quiso distraerme para no descubrir la sorpresa y nos pusimos a terminar la casita del árbol en la que trabajábamos — Mira ligeramente a la casa del árbol devastada. —Parecía un día normal, pero las cosas se tornaron feas. Varios robots atacaron a mis padres mientras intentaban tomar el control de este bosque. Mi padre luchó contra ellos mientras que mi madre trataba de ponerme a salvo. No eran robots de Eggman, él vino a esta isla mucho tiempo después. Estos robots eran agresivos, secuestraban… y mataban. Uno de ellos me sacó de los brazos de mi madre y me colocó en una cápsula similar a las de Eggman. En pleno vuelo llevaron esa cápsula conmigo y otros animales de dicho bosque. Pude escapar usando uno de los destornilladores de mi padre y en plena caída descubrí que podía volar con mis colas. Pude aterrizar y rescatar algunos animales de la cápsula que no podían volar. El viaje no fue muy largo, por lo que decidí volver a casa… — Tails aprieta los puños. —Y esto… esto fue todo lo que encontré. —

Hubo un momento de silencio, Cream no tenía idea de que podía decir u hacer ante todo lo que había pasado Tails. —Lamento mucho lo que le pasó a tus padres Tails, si tan solo…—

—No fui lo suficientemente fuerte. — Lágrimas caen al suelo y Tails se desploma de rodillas. —Si no hubiera sido un zorro llorón, cobarde y dependiente, tal vez hubiera podido defender a mis padres y esto… Esto…—

—Tails, no eres un cobarde, no había nada que pudieras hacer por esto. Perdiste a tus padres cuando eras un niño y aun así pudiste salvarte a ti y a otros animales. —

Tails voltea a verla con ojos llorosos y mirada seria, estaba completamente vulnerable. —Perdí a mi familia Cream, mis padres ¿Sabes lo que se siente perder a aquellas personas que te vieron crecer y no haber podido hacer nada por ellos?

—No…— Momento de silencio — ¿Y sabes por qué?— Cream se acerca poco a poco a Tails. —Porque el señor Sonic y tú evitaron que eso ocurriera. Si no hubiera sido por ustedes, mi madre hubiera tenido el mismo destino que tus padres Tails. No puedo entender tu dolor Tails, pero puedo empatizar con él y he venido aquí a darte mi total apoyo. Tails, no voy a permitir que sigas sintiéndote mal solo. — Cream se pone firme.

Tails se asombra un poco ante la actitud de Cream. Haciendo memoria, su madre había sido raptada de la misma forma que él de pequeño. Puede que haya sido un pequeño momento de empatía, pero Tails se limpia las lágrimas y se acerca a Cream. —Ya que estás aquí, comamos algo…— Un poco rara la actitud de Tails en ese momento. Este trae un mantel a cuadros y lo coloca en el suelo junto al árbol, saca también una canasta con comida. —No tenía en mente que tendría visitas, así que no traje mucha comida. —

—Eso… no es un problema. — Cream se acercó a él y le mostró su mochila, la cual también había traído alimentos para el viaje. En poco tiempo organizaron un muy improvisado picnic en ese pequeño oasis del bosque muerto. Tails aún parece un poco serio por el shock de hace poco, pero comienza a hablar de como hizo el sistema de riego para conservarlas flores de su madre o de las marcas en el árbol que mostraban el crecimiento de él estos años. Cream no puede evitar hacer un pequeño chiste de lo poco que ha crecido Tails y aunque por un momento piensa que metió la pata, en realidad eso causó que Tails se animara un poco y la tensión entre ellos desapareciera. Pasaron las horas y el ambiente comenzaba a tomar color en ese lugar, Tails habló un poco más de sus padres y recuerdos más bonitos, hasta que terminaron hablando de cualquier cosa.

—…Y por eso los anillos solo se comercializan en el mercado negro de los Chaos. — Decía Tails comiendo uno de los sándwiches de Cream.

—Eso explica por qué Cheese trae más cacharros a casa y cómo es que desaparecen los anillos que recolecto de camino a casa. — Cream lanza una risita y bebe su jugo de naranja.

—…Cream. — Tails siente que no puede hablar por un momento, respira hondo y se relaja. —Gracias por venir aquí. Perdón por lo que pasó, no quería que me vieras así, no quería que nadie me viera así. — Dijo Tails bajando la mirada.

Cream lo miró con ternura. —No tienes nada de que disculparte Tails. Tú y yo somos más iguales de lo que crees. —

— ¿A qué te refieres con iguales?—Tails voltea por un momento y pregunta con mucha curiosidad.

—Ambos no teníamos amigos hasta que conocimos a Sonic, siempre he estado sola, con mi madre como única compañía y amiga. Quizás si las cosas hubiesen sido distintas, en momentos distintos. Tú y yo hubiésemos sido buenos amigos…— Se pone nerviosa. —Digo, somos amigos, muy buenos amigos ahora pero… si antes nos hubiésemos conocido, podríamos estar solos, pero solo juntos ¿Entiendes?— Tails se ríe un poco pero entiende lo que Cream quería decir.

—Se lo que quieres decir Cream, te lo agradezco. — Tails voltea a ver el árbol. —Cream, cuida mucho a tu madre. Gracias a ella, tú eres la persona más dulce y considerada que he conocido. —

Cream se sonroja al escuchar eso. —Tus padres te querían mucho Tails y sacaste lo mejor de ellos. De tu padre heredaste el don de construir, de ser un emprendedor y un as con las herramientas y de tu madre heredaste su lado más gentil, amoroso y tierno que te hace tan característico. Sé que no los conocí, pero tomando en cuenta tus historias con ellos, eres el fruto de su amor y la memoria de lo que fueron— Cream se levanta de su sitio y se dirige al árbol donde están las placas de sus padres. —Señores Prower, soy Cream, la amiga de Tails, su hijo es una muy buena persona. Es listo, es decidido, es alguien que jamás abandonaría a un amigo y sobre todo valiente, espero que estén orgullosos de él, yo por supuesto que lo esto… —

Tails no puede evitarlo, se levanta de donde estaba y abraza con todas sus fuerzas a Cream, lágrimas caen de sus ojos. —Muchas gracias por no dejarme solo. —

Cream lo acerca más a ella y corresponde el abrazo. —Feliz cumpleaños Tails. —

—Gracias…—


Epílogo

Tiempo después, se acercaba el cumpleaños de Cream. Tails fue el que se ofreció a organizar la fiesta. Globos, decoraciones, mesas con bocadillos, Knuckles en el puesto de DJ, un pastel con forma de Cheese, el chao de Cream. Todo organizado en el patio de la casa de Tails, en Mystic Ruins. Cream se lleva una sorpresa, ya que no esperaba que fuera Tails quien le organizara la fiesta. Entre comentarios y bromas relacionadas a que comerse al Cheese de pastel sería canibalismo o a que Knuckles se le caían los discos una y otra vez porque sus guantes no tenían dedos, uno de los regalos de Tails para Cream es un hermoso ramillete de flores. Cream reconocía esas flores y en su mente solo podía darle las gracias a la madre de Tails.

Dentro de la casa de Tails, una caja roja y algo vieja estaba abierta, en la chimenea había un pequeño avión de madera y una tarjeta firmada, esta decía "Feliz cumpleaños hijo, que tus sueños y ambiciones te eleven alto, con amor mamá y papá"

Fin