Título: Volver a la semilla — 02. Ira

Fandom: DGray-man

Claim: Lavi, Allen Walker

Palabras: 775 palabras.

Advertencia: Probablemente haya OoC, ya que quedé atrasada con el manga y escribo en base a lo que me acuerdo de los personajes. Spoilers del manga.

Disclaimer: DGray-man pertenece a Hoshino Katsura

Resumen: Durante su viaje, Lavi no puede evitar rememorar el momento del chantaje de los Noés.


Volver a la semilla

02. Ira

Allen está cerca— le murmuró Road al oído.

Lavi despertó sobresaltado, con gotas de sudor rodeándole las sienes. Miró alrededor suyo para ver si era la Noé quien le había susurrado, pero no había nadie.

Se sentó sobre la cama, tratando de acompasar su respiración agitada, repitiéndose una y mil veces que se encontraba solo en ese pequeño hostal. No había nadie más ahí: sólo las paredes ocre, unos escasos muebles, un reloj de pared y una radio, que rara vez podía sintonizar un canal audible, le hacían compañía.

— Ya estás escuchando cosas. No seas ridículo, Lavi— se dijo a sí mismo, mientras tomaba agua de un vaso que estaba en el velador.

Volvió a tenderse sobre la cama y se quedó mirando al cielo de la habitación. Si hubiera sido una hora más prudente, hubiese salido a dar un paseo para calmarse, pero como ya era cerca de las tres de la madrugada, era demasiado peligroso siquiera asomarse: sólo un loco saldría a dar un paseo sin esperar que lo asaltaran a la vuelta de la esquina.

Respirando profundo, cerró los ojos un momento.

Parecía que el tiempo había retrocedido apenas pestañeó sobre la cama. Panda y él se encontraban rodeados de Noes que sonreían, mofándose de su situación. Panda estaba sentado a su lado, acompañado de uno de los Noes, mientras una expresión crispada de espanto adornaba su rostro. Lavi, por otro lado, no hacía más que temblar de rabia mientras otro lo acompañaba. Por alguna extraña razón sólo escuchaba murmullos y veía que los Noés se seguían riendo. Panda murmuraba cosas que tampoco comprendía. Qué extraño, pensó, porque recordaba que él había entendido esa conversación cuando había ocurrido. Quizá no había viajado al pasado, sino que nuevamente lo habían llevado de vuelta con ellos, concluyó.

Feedra, el Noé de la lengua extraña y asquerosa se acercó, tomó su rostro con una sola mano y trató de abrir su boca a la fuerza. Tratando de resistirse, Lavi apretó los dientes. Buscaba con la mirada a su tutor, pero ya no podía encontrarlo: sólo veía a los Noés mofándose de él. Feedra, sin mucha paciencia, le abrió la mandíbula y, tal como hacen las aves para alimentar a sus crías, depositó en la cavidad bucal de Lavi varios gusanos que entraron rápidamente al organismo del exorcista.

El joven tosiendo y haciendo arcadas al lado del sofá, trataba de vomitar los insectos con resultados infructuosos. Road se acercó a su lado y con un tono de voz apacible le informó:

Esos insectos van a devorarte poco a poco, Lavi− el joven Bookman la miró horrorizado, pero Road continuó, haciendo caso omiso a esa mueca−. Pero Feedra decidió ser piadoso, al menos por ahora. Busca a Allen, encuéntralo y guíanos a él. Si demoras mucho, serás el primer Bookman embalsamado de la historia− sonrió.

Maldita, pe…

Esos insectos son los ojos de Feedra, así que ni siquiera pienses en engañarnos para huir.

¿Es necesario hacer tanto espectáculo? Creo que si buscamos, podemos encontrar al Decimocuarto por nuestra cuenta− murmuró Tiky y añadió, mirando a Lavi−. Mira como quebrantaste el espíritu de ese pobre chico.

Todo se nubló alrededor. No estaba claro si eso era un viaje al pasado, si estaba sucediendo en este momento, si quizá era un sueño vivido o una alucinación, pero Lavi quería que acabara ya. El asco y los gusanos le revolvían las entrañas, el dolor del esófago aún era demasiado fuerte, pero lo que más le dolía era el orgullo perdido, la impotencia ante la situación que se erguía para devorarlo y la rabia por no poder hacer nada.

Lavi volvió a abrir los ojos, encontrándose nuevamente en el hostal. Ese era el pestañeó más largo que había vivido en su existencia. Un sudor frío recorría su rostro. Se sentó en la cama, un poco agitado, tratando de acompasar su respiración poco a poco. Ese no había sido un sueño, sino que una rememoración vivida de lo que había sucedido con los Noés hace un tiempo atrás. El recuerdo repentino de aquella horrible experiencia comenzó a revolver sus entrañas, pero no debido a las alimañas que se retorcían, sino que a la rabia que resurgía, hirviendo en su interior.

− ¿Por qué tenía que pasar esto?− murmuró para sí, apretando los dientes, rememorando con ira la condición que los Noes le habían impuesto para poder sobrevivir−. ¡¿Cómo podría traicionar así a Allen, maldita sea?!− concluyó para sí, golpeando la cama con su puño.

Aún no se le ocurría como, pero tenía que pensar en alguna forma de salvar su pellejo sin traicionar a Allen en el proceso.

Fin: Volver a la semilla – 02. Ira

Por: Nana Walker


Notas de autora: me propuse a terminar sí o sí este fanfiction antes de continuar con los demás, así que aquí me ven, con otro capítulo. Espero que les haya gustado.