B de Borracho
— Maaaaki-saaaan — la llamó Yuuta, arrastrando las palabras a causa del alcohol.
Maki, quien estaba delante de él tomando su último trago de sake en las tazas tradicionales, lo miró con una ceja arqueada.
Yuuta sonrió risueño —. Maaaaki-saaaan es muuuuy bonita.
Maki bufó, sonriendo levemente —. Gracias, aunque siempre me lo haces saber, Yuuta.
Él hizo un puchero, que casi la hizo reír y que disimuló perfectamente al tomar lo que le quedaba de alcohol.
No era algo que le fascinara o encantara. Y eran contadas las veces que ella tomaba; y si lo hacía, preferiría tomarlo en compañía que sola.
Y aunque tomar con Yuuta significa que él, caiga primero ante el sake —pese a que el Kuchikamizake no debería ser fuerte, piensa—.
Aunque está vez, Yuuta sigue despierto. Borracho, pero despierto.
Sin embargo, ya era hora de irse a dormir. Por lo que, sin esperar, deja la taza junto a la jarra vacía de sake y acercándose a Yuuta lo alza en brazos sin tanto esfuerzo; mientras Okkotsu pasa sus brazos alrededor de su cuello, apoyando la mejilla en su hombro con una sonrisa (tonta).
— Maaaaki-saaaan.
— ¿Sí?
—... Te amo mucho.
Habrá escuchado varias veces esas palabras, pero siempre, la hace sentir como la primera vez, a pesar de tener 26 años.
Aun así, Maki piensa que el alcohol también se le está subiendo a la cabeza y que por eso, le arden las mejillas.
Y cuando se dispone a responder —más bien, decirle que está borracho—, se sobresalta y sorprende cuando Yuuta le muerde el cuello.
