Capítulo 2
Durante las siguientes semanas, cada uno de los vampiros vigilaba la casa de los tíos de Harry por turnos, en caso de que existiera alguna señal de arrepentimiento por haberse olvidado de su sobrino, pero no hubo nada. Los Cullen se preparaban para mudarse, ya era algo que estaba planeado, además Rosalie quería que su pequeño tuviera una habitación propia.
Su nuevo hogar, sería cerca del mar en un lugar llamado Tobermory, isla de Mull en Escocia, un puerto donde las casas de colores se reflejaban en el agua haciendo un paisaje bastante hermoso, la casa a donde llegarían estaría bastante apartada del pueblo (como siempre hacían en todos los lugares donde fueran a vivir).
Cuando todo estuvo empacado partieron a su nuevo hogar, al llegar a su nueva casa, se repartieron las habitaciones. Era una casa de 2 pisos con un patio amplio, al entrar a mano derecha estaba una sala con tres sofás dobles, una ventana con vista al patio delantero y televisión, a mano izquierda un pequeño comedor para 8 personas bastante sencillo con otra ventana, siguiendo a mano izquierda estaba una puerta para llegar a la cocina y junto a la puerta las escaleras para subir al primer piso, por un pasillo junto a las escaleras estaba la habitación de Carlisle y Esme, en el primer piso estaban las demás habitaciones, a mano izquierda la de Rosalie y Emmet, junto a ellos la de Harry, siguiendo una U estaba la de Edward, luego la de Alice y finalmente la de Jasper.
Conforme pasaban las semanas y los meses, Harry comenzó a perder el habla, ya no se esforzaba, solo decía mami y papi, a las mujeres les decía mami y a los hombres papi, no se explicaban porque lo había hecho, no decía nada más.
En el pueblo contaron la historia de que Carlisle y Esme eran los padres adoptivos de Emmet, Alice y Edward; Emmet y Rosalie se habían embarazado muy jóvenes y por eso tenían a Harry; y Jasper quería estar con su hermana, por lo que el matrimonio de Carlisle y Esme los habían acogido cuando "sus padres" los corrieron de casa. Entonces Esme se quedaba en casa con Harry por las mañanas mientras todos iban a estudiar, Emmett encontró un trabajo en el muelle ayudando a descargar, tenía que fingir que trabajaba por su esposa e hijo, Jasper también fue a trabajar con él, siguiendo la misma mentira de aportar dinero a la casa y no ser una carga. Carlisle trabajaba en un hospital pequeño del pueblo.
Para cuando Rosalie, Alice y Edward llegaban a casa siempre encontraban a un Harry alegre por su llegada, siempre corría de un lado a otro y vigilado por alguien.
Un fin de semana donde todos se encontraban en casa, Jasper leía en la sala y Harry llego señalando el libro, así que Jasper lo tomo en brazos y le leyó en voz alta, después de un rato Harry se quedó dormido y Jasper lo llevo a su habitación.
Una hora después todos escucharon gemidos de dolor y Rosalie llego lo más rápido que su velocidad le permitía, despertó a Harry e intento calmarlo, este solo lloraba y le abría los brazos, Rosalie lo tomaba y arrullaba en sus brazos, hasta que por fin su pequeño se calmó, este le señalo la estantería de libros infantiles y luego la puerta, Rosalie no entendía nada pero se dirigió al librero y luego a la puerta, siguió caminando con Harry en brazos hacia donde él señalaba, caminaron por el pasillo, por dos puertas hasta llegar a la habitación de Jasper, ella toco la puerta (Jasper ya había escuchado y sentido las emociones de ambos).
– Hola Jasper.
– Hola Rose, pasen ¿Qué puedo hacer por ustedes?
– Bueno Harry despertó asustado y me señalaba, primero el librero, luego la puerta y después hacia acá.
– Oh seguramente quiere seguir con el libro que le leía, ven Harry – Jasper tomo a Harry lo recostó en su cama y lo tapo bastante bien y siguió leyendo los poemas del libro, hasta que Harry volvió a dormir. Los tres solteros de casa, normalmente no tenían cama, pero al llegar Harry a sus vidas decidieron que sería bueno tener una por cualquier cosa – Ya está dormido.
– ¿Lo estoy haciendo bien?
– ¿Hacer bien qué? – Jasper podía sentir sus nervios y miedo.
– Criar a Harry, se despierta así asustado y yo no sé...
– Tranquila, lo haces bastante bien, el otro día que Edward y yo nos quedamos a cuidarlo, pude sentir sus miedos mientras dormía y Edward veía en sus pensamientos (una vez despierto). Sus pesadillas tienen una explicación, no quisimos decirlo a nadie, pero Harry sueña con la muerte de su madre, se puede ver a una mujer pelirroja gritar y caer con los ojos abiertos, por eso despierta asustado. Es pequeño, pero con mucho amor y cariño, se ira olvidando de ello. Lo haces bien Rosalie, tranquila – Jasper puso una mano en su hombro a "su hermana melliza".
– Bueno ¿Puedo quedarme aquí? Quiero vigilarlo.
– Por supuesto, iré a cazar, si quiere seguir leyendo, te dejo el libro – Jasper salió y Rosalie se quedó viendo como dormía su pequeño.
Unos días después de que Alice hiciera un viaje a la ciudad junto con Esme, traían mucha ropa y juguetes para Harry, Alice se la paso una semana cambiándolo 6 veces al día y si el pequeño se ensuciaba hasta 8 veces al día, cuando volvió a salir y regreso con ropa nueva, tomo a Harry y le probo todo para que se asegurara que le quedaba, Harry ya estaba harto y cuando vio que su tía buscaba en las bolsas salió lo más callado que pudo y se fue a esconder, Alice por supuesto lo había escuchado, pero dejo que se fuera, ya lo encontraría rápido.
Con lo que no contaba era que no lo logro, ese día solo los vampiros solteros se encontraban en casa, Alice comenzó a asustarse, no podía oler a Harry por ningún lado y fue a buscar a Jasper, pero si se enteraban de que lo había perdido seguramente se enfadarían con ella y Rosalie la mataría.
Después de una hora de no encontrarlo busco a Edward y le explico, ambos comenzaron a buscarlo, cuando Alice dijo que buscaría afuera, Edward vio a Jasper sentado en la sala con una sonrisa en su rostro y vio que sabía dónde estaba Harry, pero estaba cantando el himno de china en su cabeza.
– Dinos donde esta, Alice está bastante asustada – Jasper le hizo una señal poniendo su dedo en la boca y comenzó a susurrar.
– Se donde esta, pero no se los diré, está harto de que Alice lo vista, llego fastidiado y debo decir que también un poco asustado.
– Jasper por favor, ni siquiera podemos olerlo.
– ¿Qué? – Miro a Edward con sorpresa y se tomó un tiempo para olfatear y era cierto, no podía olerlo – tienes razón, no puedo olerlo ¿Pero por qué?
– Quizás... sé que sonara ridículo, pero... probablemente sea su magia, debe ser de manera inconsciente, como un medio de defensa.
– Pero ¿Cómo sabe él que debe ocultar su olor?
– No creo que lo piense seriamente, simplemente debe ser algo inconsciente ¿Dónde está?
– Detrás del sillón, lleva ahí un rato, le di cuadernos y colores para que no se aburra.
– Bueno, lo llevare a dar un paseo ¿Podrías intentar calmar a Alice?
– Bien.
Edward se inclinó para ver detrás del sillón y efectivamente ahí estaba, aun no podía olerlo a pesar de estarlo viendo.
– Hey Harry, ¿Te gustaría ir por una crepa? – el mencionado salto del susto, pero le sonrió a Edward, este veía en su mente una crepa con fresas y chocolate – exacto bebé, vamos, sal de ahí – lo cargo en brazos, lo llevo a abrigarse y este no rechisto, sabía que tenía que abrigarse bien. Ambos salieron de la casa y cuando llegaron al pueblo, Edward pudo sentir su aroma de nuevo, así que se dispuso a comprarle su merienda a Harry.
Mientras en la casa: Alice llegaba y discutía con Jasper, luego ambos matrimonios llegaban y Jasper les conto que Harry ya estaba harto de que Alice lo vistiera mil veces al día...
– No son mil veces, si acaso unas diez veces, además Rosalie o Emmet no dicen nada.
– No se trata de que ellos te digan, Harry no se siente a gusto y es por tu culpa – Todos callaron y vieron como un sonriente Harry (en brazos de Edward) entraba embarrado de chocolate y una crepa a medio comer entre sus manos y en la cara de Edward había mermelada de fresa y leche condensada, con un toque de chantilly. Harry vio a todos con sus caras molestas y sorpresivas, luego vio a Alice, se vio manchado y comenzó a sentir miedo, Jasper les susurro – Lo ven está asustado – luego Edward susurro.
– Vio a Alice y luego su ropa sucia.
– No quiere que lo vistas más Alice, debes controlarte – después de decir eso, Jasper le mando una energía calmante a Harry y luego lo lleno de felicidad, no era tan difícil.
– Alice, hablemos después de que bañe a Harry – Emmet se apresuró a tomar a Harry y se lo llevo a la habitación para atenderlo. Alice se sintió bastante mal por Harry, ella solo quería que tuviera todos los atuendos posibles, pero Jasper y Edward (después de que hablo con ella) tenían razón, era injusto para Harry. Emmet hablo con Alice y le dijo que no podía seguir vistiendo a Harry tantas veces, que solo dos veces al día si Harry le daba permiso y en la noche con su pijama, Rosalie entendía más a Alice, pero siempre pondrá a su hijo primero.
Antes de que se acercara su segundo cumpleaños Tanya Denali les aviso que iría a visitarlos, su familia quería pasar una temporada en Canadá y a ella no le apetecía mucho ir, por lo que decidió pasar esa temporada con su clan amigo, los Cullen.
Los mencionados estaban nerviosos, no sabían cómo explicarían la presencia de Harry, por lo que cuando llego Tanya le dijeron toda la verdad, ella estaba bastante sorprendida por lo que le decían, no le dijeron que Harry tenía sangre de magos, pero sí que lo ayudarían a crecer hasta ser un adulto.
– Entonces, ¿Planean convertirlo? – Les respondió Tanya cuando todos terminaron la explicación.
– Por supuesto que no, no lo castigaría siendo algo como nosotros – Le dijo Rosalie.
– Entonces como explicaran que no envejezcan o el que no puedan llevarlo a ciertos lugares... soleados – siguió Tanya.
– Lo iremos arreglando cuando el tiempo pase.
– Tanya, si hubieras visto como lo tenían sus tíos, aquí nadie lo quería, con excepción de Rosalie, pero con solo unas horas lo quieres, es un niño adorable, está a unos días de cumplir 2 años – Le dijo Edward y este veía como Tanya titubeaba por quedarse, finalmente tomo una decisión.
– Bueno si aún me permiten estar aquí, no diré nada a nadie, ni siquiera a mi clan, si pasa algo malo, prefiero que estén ciegos de la verdad.
Entonces Carlisle desapareció corriendo para ir por Harry que se encontraba en su habitación, estaba a punto de despertar de su siesta. Lo bajo en brazos y lo llevo a una pequeña área donde tenía juguetes, este tomo unos cubos de ocho centímetros cúbicos y le llevo uno a Tanya quien solo le sonrió y este hizo lo mismo y siguió jugando, todos veían como Tanya perdía un poco de tensión.
Los primero días Harry intentaba decirle a Tanya "mami" pero ella lo ignoraba y después de varias veces que él palmeaba sus rodillas y le hablaba, Tanya volteaba a verlo y le decía:
– No soy mami, soy Tanya – Harry señalaba la televisión y el aparato de VHS para que le pusiera una película, pero ella no hacia lo que le decía y aunque este se enojaba y señalaba, Tanya insistía en que dijera más palabras – Ese, dime "quiero ese" – y por primera vez en meses, el pequeño dijo otra cosa.
– Esh... eshe.
– Eso es bebé ¿Cuál quieres? ¿Este o este o.…? – Tanya iba señalando cada uno de los VHS de películas de Disney.
– Eshe – señalo con su dedo.
– ¿Este? – Harry asintió con su cabeza.
– Di "si" – pero seguía moviendo su cabeza de arriba abajo, Tanya lo perdono por esta vez solo porque tenía curiosidad por la película, vio la caja "Dumbo".
En otra ocasión Harry le hablaba para subirlo al taburete del piano de pared, que se encontraba en la ventana de la sala.
– ¿Dime que quieres? – Harry señalaba el taburete y palmeaba con su mano en el mismo – Súbeme, di "súbeme"
– Me
– Súbeme por favor Tanya.
– Me, nya – Seguía palmeando el taburete y Tanya cedió, al menos ya no era "mami", lo subió y descubrió las teclas, el pequeño comenzó a golpear un poco las teclas y aunque era un sonido horrible a Tanya no le molestaba y se sentó junto a él, para que no fuera a caer.
– Has estado aquí solo unos días y ya has logrado que diga varias palabras, pero solo lo hace contigo – Esme se había acercado, estaba listo el almuerzo de Harry e iba por él para que comiera.
– Eso tiene una explicación Esme, y si no comienzan a hablarle un poco más, se quedará mudo cuando entre a la escuela.
– ¿Tienes algo en mente?
Y sí, conforme pasaban las semanas Tanya comenzaba a desesperarse por el trato que tenían los Cullen con Harry, era un bebé, pero no era un inútil o un incapacitado para hacer cosas. Una noche cuando todos estaban a la mesa acompañando a Harry con su merienda, Tanya comenzó a hablar.
– Se que solo soy una invitada en su casa, pero tengo algunas cosas que decir. Deben dejar de consentir a Harry, es un niño muy listo, pero ustedes lo sobreprotegen.
– No lo sobreprotegemos – dijo Alice.
– Claro que lo hacen, Esme me dijo que cuando llegó con ustedes podía decir: tía, tío, y sus nombres, ilegibles, pero los decía. Ahora solo dice mami y papi, desde que llegue, ha comenzado a decir varias palabras, que no se entienden por su corta edad, pero al menos lo intenta.
– Pero nosotros le hablamos e incluso Jasper le lee muchos libros – le respondió Edward.
– Y eso está muy bien, pero cuando él quiere algo solo señala y ustedes se lo dan.
– Yo no veo mal eso – Carlisle le contesto muy tranquilamente.
– No está mal, a lo que me refiero es que no se esfuerza porque tiene a siete vampiros dispuestos a satisfacerlo, él señala con sus manitas y ustedes corren a darle hasta lo que no pidió, así que se volvió perezoso. Conmigo se enoja y me golpea "fuerte" si no le hago caso y como sabe que conmigo no funciona solo señalar, se tiene que esforzar, pero ustedes llegan por la tarde o por la noche y todo lo que le enseño por las mañanas se va a la basura. Lo rescataron para hacerle un bien y no para echarlo a perder – Todos comenzaron a reflexionar en lo que Tanya les decía y llegaban a una misma conclusión – Iré a acostarlo en lo que piensan en lo mal que le hacen – Tomo a Harry de los brazos de Rosalie y se lo llevo.
Notas:
Bueno he aquí, un nuevo capítulo. Ojalá lo disfruten. Dejen un comentario por favor, siempre son bien recibidos y a las escritoras nos hacen muy felices.
Ana Luisa – Gracias por tu comentario.
