LA LUNA Y LAS ESTRELLAS
Por: Escarlata
Sailor Moon y Precure pertenecen a Toei, el plot es mío
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PARTE 2
[El Castillo de Tokio de Cristal era tan inmenso, majestuoso y hermoso como se los habían descrito. La ciudad era brillante, todos sus habitantes se veían contentos, felices, sanos y todo ahí era lo más maravilloso que habían visto nunca. Era la ciudad más idílica y perfecta que jamás habían pisado. A pesar de saber de distintos mundos y dimensiones con convivían con su mundo en una sola red interconectada, la existencia de un verdadero Universo Alterno al suyo seguía siendo sobrecogedora. Honoka fácilmente podía explicarles a sus amigas cómo los universos paralelos eran científicamente posibles, pero no tuvo oportunidad de explicar mucho a sus amigas en esa ocasión.
Tenían un poco de prisa por atender a la reunión que pidieron con la Neo Reina Serenity. Era cuestión de vida o muerte, literalmente.
Pudieron salvarse por poco cuando ocurrió lo de la Gran Luz, un evento que sólo ellas recordaban porque usaron su poder para regresar su propia Realidad a su sitio. Fueron segundos los que pasaron luego del evento cuando Shiny Luminous recibió un mensaje de la Reina de la Luz con carácter de urgente, todas las Pretty Cure debían reunirse con ella.
─Esa gran luz que vieron ─dijo la Reina en esa ocasión─, es de una fuente inmensamente poderosa. Es un poder especial que crece gracias a la sangre de una familia que fue bendecida por el poder de la Luz en el inicio de su dinastía. El origen de ésta Luz es en un mundo paralelo al suyo, es en otro plano de realidad donde también hay un planeta Tierra y un universo como ustedes lo conocen, pero con sus propios avatares de la Luz y con sus propias leyes.
Y algo estaba haciendo crecer tanto esa Luz que estaba a nada de hacer explotar su burbuja de Realidad y absorber la Luz que le quedaba al alcance de la mano, siendo atraída por la siguiente fuente de Luz más intensa, la del Universo Alterno más cercano, el de las Pretty Cure.
─¿Cómo es posible que pueda existir una fuente de Luz más grande que la que nosotras conocemos? ─fue la concreta pregunta de Aqua─. Estamos enlazadas a la Vida de éste mundo de muchas maneras.
─Y también a la Luz de la Creación ─agregó White mientras se llevaba una mano al mentón.
─Y a los Espíritus de la Naturaleza ─Egret se cruzó de brazos mientras miraba a sus amigas─. Hemos reconstruido éste mundo más de una vez.
─Como les comenté ─continuó la Reina de la Luz─, las leyes que rigen cada Realidad es distinta, todo depende de quién maneje el poder de la Luz. En el caso de ustedes, las Pretty Cure, su misión es mantener el equilibrio. La Oscuridad no puede ser completamente destruida, tampoco la Luz, éste universo es uno en equilibrio donde la tristeza y la felicidad, la esperanza y la desesperación, el amor y la desolación pueden convivir en un sólo corazón.
Y las Guerreras Legendarias presentes: Cure Black, Cure White, Shiny Luminous, Cure Bloom, Cure Egret, Bright, Windy, Cure Dream, Cure Rouge, Cure Lemonade, Cure Mint, Cure Aqua y Milky Rose; podían darle toda la razón al respecto. Luz y Oscuridad eran necesarios no sólo para el equilibrio sano de su mundo, también para las propias personas. Por eso habían peleado en más de una ocasión contra enemigos más grandes que ellas mismas.
─En éste otro universo, la Luz está ganando mucho espacio porque ha alejado a la Oscuridad desde hace muchas generaciones. La ha devorado incluso y la ha transformado en Luz. En teoría no debería ser tan grave, pero algo ha hecho que el poder se dispare a niveles peligrosos. Tenemos que avisarles a los avatares de la Luz en ese mundo, porque no sólo ésta Realidad está en peligro, también la de ellos.
Eso ya era bastante malo, así que la mismísima Reina de la Luz pudo ponerse en contacto con los Avatares de la Luz de ese universo en cuestión de un par de horas en "tiempo" real.
Para alegría de las Pretty Cure, dichos avatares eran increíblemente amistosos, estaban dispuestos a ayudarles y cooperar con tal de salvar sus Universos. La Reina de la Luz les contó que entró en contacto con el soberano de ese mundo, el Neo Rey Endymion. Y ya que tratarían con realeza, lo mejor era ir en sus formas guerreras para dar una mejor impresión, o eso pensaron las chicas. El simple contacto ayudó a la titátina soberana a saber al menos la historia básica del mundo al que iban a ir a parar las chicas, así que les contó esos datos para ponerlas al tanto y no ir a ciegas. Mientras, el Neo Rey Endymion, guardián de la Tierra, avisaba a su gente que tendrían visitas con noticias urgentes.
Un portal hecho en conjunto entre la Reina de la Luz y el Rey de ese otro mundo fue suficiente para hacer un portal de enlace entre ambos Universos que permitiera a las Pretty Cure poner un pie ahí sin que sus cuerpos se viesen comprometidos por una serie de cuestiones metafísicas en las que era mejor no pensar demasiado, al menos de momento.
Y ya ahí, fueron recibidas y escoltadas por dos guerreras altas de uniforme tipo marinero y una presencia por demás elegante. Una de ellas era rubia de cabello corto, la otra era de cabellos aguamarina. Muy hermosas en realidad... Y fuertes de carácter, por cierto.
─Mejor que vengan con buenas intenciones ─dijo la Senshi que se presentó como Sailor Uranus. Miraba a las chicas una por una, se veían jóvenes, calculó que las mayores rondarían los 18 años físicos, y reales seguramente porque no estaban muy seguras si ellas contarían con la bendición de la Longevidad como en su mundo. Mientras que las Senshi tenían una apariencia cercana a los treinta años y varios siglos reales encima por una serie de razones que era complicado explicar a esas alturas─. Las mantendremos bien vigiladas... Pretty Cures.
Sailor Neptune, la otra escolta, sonrió de medio lado al ver que una de ellas no se quedó callada ante la inocente provocación de su compañera. Sí, inocente, Uranus podía hacerlo mejor, o peor según se viera.
─¡Si quisiéramos darles una paliza y hacernos de su ciudad, ya lo habríamos hecho! ─fue el inmediato reclamo de Milky Rose.
─Rose, calma, venimos con buenas intenciones, tenemos que demostrarlo ─dijo una alegre Dream mientras tomaba a su amiga por el brazo.
─Además es normal que se muestren defensivas, somos extrañas en su mundo ─continuó Aqua, que tomó la mano libre de su novia para ayudar a calmarla. Y la verdad siempre era gracioso, en cierta forma, verla explotar así. Rose gruñó un poco pero se dejó consentir por sus amigas.
─¿Entonces tienen la confianza de que podrían derrotarnos? ─preguntó Neptune con tono juguetón y una mano en el mentón. Y le fue divertido que la chica de uniforme morado volviera a explotar.
─¿Confianza? ¡Yo te demostraré lo que es confianza!
─Rose, calma, por favor ─insistió Dream con dulzura.
─No, espera, yo creo que tiene razón ─intervino Black con una enorme sonrisa. En general no le gustaba pelear, pero una sana competencia nunca estaba de más. Además tenía su orgullo como Pretty Cure.
─Black ─White miró a su compañera con una ceja levantada. La conocía y más o menos se daba una idea de lo que pasaba por su cabeza─. Podemos dejar eso para otra ocasión, cuando sea un momento menos peligroso ─sí, también tenía su orgullo como guerrera─. Primero tenemos que resolver éste asunto.
─¡Y cuando lo resolvamos, tienen mi palabra que probarán la fuerza de la legendaria guerrera de la Rosa Azul! ─fue la amenaza de Milky Rose y, para sorpresa de sus apenadas compañeras y de ella misma, las Senshi se soltaron a reír con bastante buen humor.
─Me agradan ─dijo Uranus apenas calmó su risa.
Todas finalmente rieron, Milky Rose incluida. Hubo unos segundos de silencio antes de que alguien más retomara la conversación.
─¿Qué son esas construcciones de ahí? He visto varias desde que llegamos y son muy hermosas, me dan ganas de dibujarlas ─una curiosa Egret señaló las altas y brillantes torres que parecían hechas de cristal.
─Torres de Control, un sistema de seguridad que nos permite estar en comunicación con muchas partes de la ciudad y del mundo ─explicó Michiru de manera muy general, casi cortante. Por mucho que ellas les agradaran, no pensaba decirles que era para expandir el alcance de su mejor fuente de poder.
Las visitantes aceptaron la escueta explicación, pero varias de ellas sintieron la inmensa energía que emanaba de las torres. Una intensa energía. Quienes se percataron de ello fueron Luminous, Bright y Windy, para ser exactos, pero no dijeron nada al respecto. No había razón para estar de curiosas y menos de entrometidas en un sitio que no era el suyo. Al menos no todavía.
La caminata duró un total de diez minutos desde la colina más alta de la ciudad hacia el Castillo. De cerca era incluso más grande y más hermoso. Había guardias apostados en sitios clave, la gente entraba y salía del palacio como si de su casa se tratase. No era un sitio cerrado, cualquier ciudadano podía ir a visitar el castillo a voluntad. Había zonas privadas, claro, pero en general cualquiera podía entrar e incluso pedir una audiencia con la Neo Reina Serenity. Eso contaban Uranus y Neptune a las visitantes conforme avanzaban. Las Pretty Cure estaban emocionadas de conocer a alguien tan maravillosa.
Pasaron las puertas hacia las zonas privadas del castillo, directo a una oficina a espaldas de la sala del trono.
Sin embargo, sólo pudieron platicar por alrededor de un minuto para presentarse y hacer mención sobre el asunto de la energía fuera de control que iba a provocar una explosión. Sólo pudieron decir eso, lo de la explosión que devoraba ambos universos, la realeza y las guerreras anfitrionas ni siquieran tuvieron oportunidad de sorprenderse. Una inesperada luz blanca envolvió a todos en la recepción, en el castillo, en la ciudad...
En ambos Universos.]
~ o ~
Urara despertó de golpe, tenía el rostro lleno de sudor y el corazón acelerado. Su vista lucía perdida en un sitio bastante lejano al que realmente se encontraba en ese momento, se le veía asustada y la compañera que dormía a su lado y que despertó al sentirla, lo notó. Komachi se incorporó de inmediato y la abrazó con fuerza a sabiendas de los síntomas de ese tipo de despertares, comenzó a acariciar su cabeza con una mano aprovechando la posición. Pudo sentir cuando la pequeña Lemonade trató de liberarse del abrazo con torpeza pero con fuerza. Estaba fuera de sí, era obvio, así que debía mantenerla tan quieta como le fuera posible.
No sería la primera ni la última vez que el equipo sufría esos desagradables despertares.
─Estás conmigo y estás aquí, Urara ─le dijo con dulce tono al oído, suave, calmada─. Estás conmigo y estás aquí, estás conmigo y estás aquí...
Y lo siguió repitiendo hasta que, eventualmente, Urara dejó de pelear y se sujetó de ella.
La rubia pudo normalizar su respiración pasado un rato, el aroma de Komachi (olía a menta, literalmente) le ayudó a aclarar sus pensamientos. En su cabeza y durante su sueño pudo ver de nuevo esa primera reunión con la Neo Reina Serenity, una que salió bastante mal. La enorme Luz era lo que le quedaba grabado en la cabeza y era inevitable sentirse perdida, desorientada. Efectos secundarios como bien sabían. Y que fueran conscientes que eso les pasaría bastante seguido no lo hacía precisamente más soportable y mucho menos manejable.
A sus cabezas les podrían pasar cosas malas, sobre todo con esa misión. Éste intento debía ser el último antes de que llegaran a su límite y su psique sufriera un daño irreversible.
─Estoy contigo y estoy aquí ─dijo finalmente la Cure de la Efervescencia con firmeza. Esa era la respuesta clave para saber que ya estaban con la consciencia lo suficientemente clara.
Komachi la separó lentamente de su cuerpo y le acomodó la ropa y el cabello, sonrió. ─Bienvenida.
─Tuve el recuerdo de la primera reunión, es la luz lo que más molesta al final ─comentó Urara, recargándose en Komachi para recuperar de nuevo la comodidad que la visión que se sentía más como pesadilla le quitó─. Es horrible.
─Es irónico que el elemento que nos protege es el mismo que nos quiere devorar ─Komachi era empática con su compañera, ella misma era de las pocas con la capacidad de mantenerse cuerda en todo momento─. Saldremos de ésta, ¿de acuerdo? Ha sido difícil hasta ahora, pero te aseguro que lo lograremos, ésta vez lo lograremos ─así debía hacer, se les estaban acabando las chances y no podrían resistir demasiado antes de finalmente quebrarse.
─Tienes razón, saldrá bien, tiene que salir bien, lo haremos bien ─repitió la joven actriz y finalmente sonrió─. Gracias, Komachi.
─Por nada ─acomodó el cabello de su amiga una vez más y volvió a recostarse─. ¿Crees poder volver a dormir?
─Aún no, no me siento con ganas de dormir en éste momento ─la joven artista suspiró, detestaba esa parte, siempre era complicado volver a conciliar el sueño sin importar qué tan cansada se sintiera. Y justo pensó en algo que le ayudaría a terminar de relajarse─. ¿Está bien si canto?
─Siempre estará bien que cantes ─dijo Komachi con una sonrisa y segundos después comenzó a sonar la hermosa voz de Urara.
Komachi no era la única que la escuchaba, Nozomi sonrió al escuchar la canción y la tarareó en baja voz. Decidió acompañar a Rin en la vigilia y de paso darles algo de privacidad a Karen y a Kurumi. Estaba recargada en el hombro de su querida Rouge y habían permanecido ese rato en silencio. Dream suspiró, tenía los ojos cerrados. Siempre se sentía tranquila con Rouge a su lado.
Para Rin era novedoso ver a Nozomi así de... Calmada, por decirlo de alguna manera. Ser descuidadamente alegre y optimista era una de sus mayores virtudes. Más de una vez le había jugado en contra esa aptitud, pero no podía negar que amaba esa esencia pura de ella. Incluso en ese desastre, Nozomi veía cada fallo como un paso más. Y aunque "enemistarse" con las fuerzas protectoras de Tokio de Cristal era algo que no apoyó al principio, terminó accediendo ante la amenaza de esa inevitable gran explosión.
Todo siempre terminaba en una gran explosión que devoraba ambos universos.
Luego podían hacerse amigas de los Reyes y de las Sailor Senshi, eso siempre decía Nozomi y eso siempre hacía sonreír a Rin. Nozomi tenía boca de profeta y Rin no podía esperar a que sus palabras se cumplieran.
─Está cantando ─murmuró Nozomi mientras miraba el suave fuego que salía de los carbones. El gentil fuego de Rouge─. ¿Crees que tenga problemas para dormir?
─Es posible, pero Komachi está con ella, así que estará bien.
─Lo sé, Komachi es la mejor ─la futura maestra miró a su amiga con una sonrisa dulce─. ¿Y tú?
─Estoy bien, no te preocupes. Puedo hacer la guardia sin problema ─dijo Rin con gesto seguro─. Sé que nos toca atacar mañana, pero si me dejas dormir un rato, estaré en condiciones de combatir.
Nozomi sonrió. Al menos Rin no se estaba haciendo la dura como siempre, ahora sí se dejaba cuidar... Sobretodo después de esa ocasión donde despertó fuera de sí y lanzó un ataque de fuego. Por suerte no dañó a nadie pero Honoka la puso a dormir de nuevo con un buen golpe, la potencia fue suficiente para que despertara adolorida y no desorientada un rato después. Dormir a alguien con un golpe quedaba como la última opción, por cierto.
─Puedes tomar una siesta si quieres, mientras vigilo yo, ¿qué dices? ─propuso Dream mientras hacía que Rin se recostara en su regazo. La chica de fuego estuvo a nada de volver a sentarse, pero un gentil empuje con su mano bastó para dejarla quieta.
La sensación del cálido regazo de Nozomi le despertaba muchas sensaciones cálidas en el pecho, sensaciones que no eran nuevas pero que pecaban de complicadas por culpa de todo ese desastre. Se rindió.
─De acuerdo, tú ganas ésta vez.
─Además dormirás bien gracias a la canción de Urara, disfrútala antes de que se duerma.
─Ese plan suena mejor. Está bien, dormiré aquí, pero sólo un rato, despiértame en un par de horas y luego te cuido yo a ti, ¿de acuerdo?
─¡Claro!
Rin suspiró hondo y se acomodó de cara contra el estómago de Nozomi. El uniforme no estorbaba mucho, por suerte. Logró una posición cómoda y lanzó un largo suspiro, sonrió por lo bajo cuando Nozomi comenzó a acariciar su cabello de tierna manera. Agradeció ese gesto, se sentía bastante bien. Ser mimada no era lo habitual al menos hasta donde recordaba, pero ser mimada por Nozomi lo recordaba por otras vivencias. Vivencias buenas pese a todo.
Dream miró hacia las gradas cubiertas de raíces, sus amigas estaban ahí, sonrió. La situación era una locura y muchas veces ella misma no entendía cómo lograron llegar vivas hasta ese punto, pero de alguna manera lo lograron. Mientras estuvieran juntas todo saldría bien, estaba segura de ello. Le prometieron a Coco y a los demás que todo saldría bien y Cure Dream era una persona de palabra.
─Descansa, Rin, yo te cuido ─se inclinó lo suficiente para besar su mejilla y volvió a su posición sentada. Su mirada se quedó clavada en el fuego.
Mientras, en la privacidad que Nozomi les regaló, Kurumi estaba encima de Karen, le daba besos, uno detrás de otro para darle suficiente cariño a la siempre responsable Karen. Ser una de las que siempre se mantenían ecuánimes necesitaba mucha fuerza y lo justo era que alguien le diera algo de paz y tranquilidad, y al menos algo de relajación para que no perdiera esa misma fuerza.
Para gusto de la chica-hada, Karen siempre se dejaba querer por ella.
─¿Ya tienes sueño? ─preguntó Rose, había desecho la coleta alta de Karen, tener el cabello excesivamente largo en sus formas guerreras podía ser incómodo cuando trataban de relajarse y descansar.
─Me siento relajada pero no con sueño ─informó Karen─. Al menos no todavía ─y mucho menos si Kurumi la estaba besando, pero eso no lo agregó, le gustaban los besos de Kurumi.
─Entonces hagamos esto ─hizo que ambas cambiaran posiciones, ella quedó de espaldas contra el muro de ramas e hizo que Karen se recostara sobre ella, con la cara contra su pecho. Y la posición le gustó, cabía mencionar─. ¿Estás bien así?
─Sí, ¿no peso? ─Karen evitaba reír, Kurumi era increíblemente dulce cuando se lo proponía.
─No, no pesas nada, al menos para mi no, soy bastante fuerte como bien sabes ─presumió la guerrera de la Rosa Azul. Abrazó a Karen contra su cuerpo con firmeza─. Ahora descansa, mañana nos toca a nosotras pelear, descansa todo lo que necesites, yo estoy bien.
Karen asintió, no era quién para negarse a las atenciones de Kurumi. Sólo a unas pocas personas les daba el permiso de hacerla descansar, Kurumi era una de esas personas. ─Y luego de eso haremos el asalto grupal, sabemos lo mucho que tardan en fabricar los núcleos, no podrán reponer todos los que tomemos en estos dos días que siguen y...
─Karen, no comiences a hablar del plan, te conozco, no te vas a callar hasta repasarlo por completo, así que quiero que apagues tu cabeza un rato, ¿de acuerdo? ─advirtió con el ceño fruncido, la tomó por las mejillas e hizo que se moviera lo suficiente para poder besarse. Una obediente Karen hizo lo que ella pidió y al siguiente instante ya se estaban besando de nuevo.
La futura médico sonrió entre el beso, sujetó ambas manos de Kurumi con las propias y las colocó contra el muro de raíces. Rió para sus adentros cuando notó que Kurumi percató que ahora era ella la acorralada. La sintió gruñir entre el beso, le gustaba tomarla por sorpresa de esa manera. La poderosa y ruda Milky Rose no dejaba que muchos la doblegaran de esa manera, se sentía honrada de cierta manera, pero no quería inflarle más el ego a su presumida novia. Al menos no en ese momento.
Se tomaron un rato entre besos y graciosamente fue Kurumi la que durmió primero, Karen decidió seguir su ejemplo. Un apretado abrazo bastaría para mantener el calor y la comodidad.
~ o ~
Era plena madrugada y las Sailor Senshi finalmente decidieron tomar un descanso. Agotadas no lograrían nada, necesitaban descansar. Lo dicho, tener vida y salud asegurada por el Cristal de Plata no las eximía de sentir cansancio y todos los demás síntomas asociados a la falta de sueño y de alimentación.
Mercury dejó trabajando las computadoras. Con los datos que ingresó de las biometrías que tomó de Black y White, tenía todo el circuito de detección alerta y funcionando. Si ellas ponían un pie en la ciudad o en cualquier otra ciudad, los radares identificarían sus presencias al instante y toda la guardia estaría encima de ese par.
Por su lado, Mars estuvo trabajando con sus poderes espirituales frente a la Flama Sagrada de su sala particular. Trataba de buscar sus energías, pero fue prácticamente imposible. Era como si hubieran desaparecido en el aire. Se comunicaron con Haruka y Michiru, ellas se encontraban en sus Castillos fuera del planeta y confirmaron lo que ellas ya sospechaban: éste enemigo no venía desde fuera, de alguna manera se había materializado dentro de la ciudad.
Consultaron con Pluto por igual.
─No he sentido ninguna presencia en mi zona, o al menos no una maligna ─fue la respuesta de la Guardiana del Tiempo─. ¿Dicen que ellas sabían de la composición del Núcleo de Plata?
─Y nos hablaban como si nos conocieran ─comentó Jupiter.
─Ni siquiera pelearon en serio, sólo hicieron tiempo suficiente para escapar con el Núcleo ─agregó Venus. Ni ella ni Makoto tenían daños qué lamentar─. Como si no fuéramos sus enemigas.
─Eso no suena nada bien, iremos para allá de inmediato ─Haruka y su compañera estaban en la comunicación grupal por igual─. Que sólo se presentaran dos no quiere decir que sean solamente ellas, pueden ser más.
Y en eso tenía un gran punto la Senshi del Viento.
─Tenemos todo el planeta con Torres de Cristal, pueden tomar lo que quieran de donde quieran y será una catástrofe ─dijo Neptune mientras miraba su espejo, que mostraba el mismo resultado que el Fuego de Rei: ninguno nítido.
─Ya mandé a avisar a todos los guardias que están atentos a las Torres ─informó Makoto.
─También le pedimos a la Pequeña Dama que volviera a casa, está acompañada por Hotaru y pueden cuidarse solas, pero lo mejor es no arriesgarlas ─Venus no quería pensar en algo tan peligroso, pero ninguna precaución estaba de más─. Sobretodo si tienen razón y son más de dos. Casi nunca vienen solos cuando nos atacan.
Endymion, que escuchaba en silencio y pensaba en más posibilidades tanto de defensa como de localizar a las atacantes, miró a su esposa. Tomó su mano y le regaló una suave sonrisa. ─¿Qué piensas, Usako?
A la poderosa Reina le tomó unos segundos salir de su callada contemplación, se sorprendió un poco pero sí escuchó las palabras de su esposo.
─En lo que ellas dijeron, que hablar no servía ─Usagi seguía viendo y repitiendo esos gestos y esas palabras en su cabeza─. No había gestos malvados en sus caras, se veían cálidas, se veían como... Como amigas ─suspiró─. ¿Qué tal si en serio nos conocen y somos nosotras quienes no las recordamos?
Y esa pregunta, esa simple posibilidad, hizo pensar a todas.
Hubo unos segundos de silencio mientras trataban de concentrarse, pero no. Ni las conocían ni las recordaban. ¿Alguien del futuro? Pluto les acababa de decir que nadie entró por su zona, así que no era posible que se trataran de viajeras del futuro... ¿O del pasado?
─Vayamos a descansar, ¿de acuerdo? ─propuso la Reina pasados unos segundos más─. No lograremos mucho desveladas, si ellas hubieran querido hacer un ataque más grande, lo habrían hecho ya.
─Cuando comienzas a decir cosas sensatas es porque nosotras comenzamos a sentirnos cansadas ─comentó Mars con una sonrisa malvada, se ganó un gracioso gesto de disgusto de su amiga, las demás rieron y Mamoru sólo negó con una sonrisa.
─Vamos a descansar, los guardias ya están apostados en sus sitios, no podemos hacer más que esperar ─y cuando el Rey hablaba, todas escuchaban... Básicamente porque era una de las voces sensatas del grupo.
Todas se dieron las buenas noches y se retiraron. Haruka y Michiru llegarían en un rato más gracias al sistema de teleportación. Al estar ellas en sus castillos en el sistema solar externo, el viaje tomaba más tiempo por la distancia. Antes de eso se aseguraron de activar todos los sistemas de seguridad y de autodefensa. Las chicas no sólo se encargaban de proteger al planeta contra alienígenas, también repelían meteoritos y cualquier otro cuerpo espacial potencialmente peligroso que fuera en dirección a la Tierra.
Chibiusa y Hotaru llegaron al castillo poco después de que les llamaran. La princesa, ya con una apariencia de adolescente, le gustaba viajar por el planeta para conocerlo y a su vez dejarse conocer por la gente. Ella sería la Reina en el futuro, quería conocer todo lo posible de su planeta, estaba haciendo un gran trabajo y siempre iba bien protegida gracias a Hotaru.
Serenity y Endymion le dieron la bienvenida a su hija y le explicaron de breve manera lo sucedido. Tendrían mucho trabajo al amanecer y lo mejor era descansar.
Pero cerrar los ojos era complicado, Usagi seguía pensando en lo que escuchó de esas chicas, que hablar no servía. Se veían amables, se veían seguras y era claro que sabían lo que estaban haciendo. Ni Rei, ni Michiru ni Ami pudieron dar con esas chicas, tampoco con el rastro de la energía del Núcleo de Plata. Había muchas piezas perdidas en ese momento y no dejaba de buscarlas al menos en su cabeza.
─Si no descansas no podrás concentrarte mañana ─comentó Mamoru con una suave sonrisa y ofreció sus brazos a su esposa. Ésta de inmediato se acurrucó en su pecho.
─Gracias, Mamo-chan ─dijo Usagi con sumo contento. El varonil aroma y el calor de su esposo siempre lograba calmarla. Y ese beso que le dio también hizo lo suyo para hacerla sonreír con amplitud─. Descansaré, lo prometo.
─Lo único que podemos agradecer es que nadie salió herido y las personas no vieron lo sucedido con la torre ─porque la zona de bodegas era automatizada en su mayoría. Mandaron a recuperar los restos de la construcción y bastaría con limitar el acceso a la zona para evitar mayores escándalos. Nadie tenía porqué enterarse de nada.
─Sí, ellas se encargaron de no alarmar a nadie ─todas lo mencionaron en su momento y no sabían si agradecer o no que sus nuevas oponentes fueran tan consideradas y discretas.
─Ahora descansa, ¿sí? Quiero que descanses, mañana veremos qué hacer cuando todo el equipo esté reunido ─con excepción de la presencia física de Setsuna, ella no debía abandonar la Puerta del Tiempo, sobretodo en situaciones de riesgo, pero nunca se perdía de las juntas gracias al sistema de comunicación.
─De acuerdo, de acuerdo, descansaré ─y le aliviaba que su hija estuviera en casa, nunca estaba de más que toda su familia estuviera bajo el mismo techo, así podría proteger a todos en caso de emergencia.
Usagi logró dormir pasado un rato de perfecto silencio y entre los cuidados y cariños de su esposo. Todos necesitaban calma en esos momentos y al menos las Inner Senshi sabían a quiénes recurrir al igual que Usagi con Mamoru.
Para recuperar la tranquilidad, la Senshi de Fuego siempre elegía a Ami, Estaban en el dormitorio de Rei, el de Ami siempre estaba frío por alguna razón y no importaba cuánto pudieran calentarse las cosas, ni Makoto, ni Minako ni la misma Rei encontraban cómoda la habitación de Ami y nunca estaba de más reprochárselo.
─Sabes que mi cuarto es perfectamente cómodo ─se quejó Ami desde la cama.
─Sólo la cama y tú, lo demás no, Ami, lo sabes ─Rei terminó de colocarse su ropa de dormir, una hermosa y elegante bata de tonalidades negras y rojas. Sonrió al ver un refunfuño en Ami, que usaba una blusa de tirantes y un short corto, ambas piezas con lindos encajes. Admitía que Makoto tenía un gran gusto para regalarle ropa íntima a Ami.
─Mis libros están en mi cuarto ─fue la siguiente queja.
─Y justo ahora no necesitas libros, necesitas dormir ─y antes de que la terca médico dijera nada, apagó las luces y se recostó a su lado. La abrazó con firmeza mientras la animaba a taparse hasta los hombros─. Sé que leer te relaja, pero en serio necesitas dormir. No te despegaste de la computadora en toda la noche y la madrugada ─y de por sí estaba todo el día frente a los monitores haciendo su trabajo habitual.
─El visor protege mi vista, lo sabes ─pero sólo eso podía decir a su favor, en todo lo demás no había manera de defenderse─. Pero tienes razón, necesito dormir, lo haré ─y contrario a lo incómodo que podía ser su frío natural para las demás, el calor de Rei siempre era bienvenido. Sonrió.
─¿Puedo besarte? ─preguntó Rei con tono dulce, casi meloso.
─Sabes que sí, siempre que quieras. Excepto cuando esté trabajando y...
─Y leyendo, lo sé, todas sabemos tus reglas cuando queremos darte un beso ─completó Rei antes de besar dulcemente sus labios. Sólo quería besos esa noche, algo de calma para despertar con más cordura al día siguiente.
Y ninguna de las dos necesitaba asomarse al cuarto vecino porque bien sabían que Minako y Makoto hacían de las suyas. Teniendo tanta energía acumulada por su batalla incompleta, su mejor manera de calmarse era agotándose. Entre eso y que Black y White se les escaparon, seguramente no estaban del mejor humor posible y tenían mucho qué desquitar.
Rei no estaba nada equivocada en sus suposiciones.
Pasado un rato, Minako estaba recostada sobre el cómodo y suave pecho de Makoto disfrutando de la calma después de la tormenta. Las caricias de la Senshi del Trueno en su cabello siempre le ayudaba a sentirse muy bien. No necesitaba ver a la alta chica para saber que tenía los ojos cerrados y disfrutaba de esa calma por igual. Suspiró hondo y sintió una caricia ahora en su mejilla, sonrió.
─Las atraparemos la siguiente, ya verás ─dijo Makoto con fiero tono, sus dedos acariciaron los labios de Minako y al sentir un beso en las yemas de sus dedos, sonrió más.
─Sólo espero poder dormir ésta noche, no sea que quieran hacer otro ataque antes del amanecer ─realmente esperaba que no, había sido una noche larga y una madrugada tensa. Aún tenían unas cuatro horas de descanso, pero luego de tener en su cuerpo el fresco aroma de Makoto podía dormir perfectamente bien. Bostezó.
─Entonces durmamos, mañana trabajaremos en lo que debamos trabajar, ¿de acuerdo? ─la Senshi de Jupiter se colocó de costado sin soltar a su acompañante. Pudo abrazarse bien con ella en una posición más cómoda y ambas suspiraron a la vez. Besó la frente de Minako, luego su nariz y finalmente sus labios ─. Descansa.
─Tú también ─la rubia besó el mentón de su compañera─. Y gracias por esto, lo necesitaba.
─Yo también ─un largo bostezo abandonó su boca─. Hasta mañana, descansa, Minako.
─Descansa, Makoto.
~ o ~
Para el amanecer ya todas las guerreras que debían estar en el palacio, se encontraban presentes. Haruka y Michiru durmieron más bien poco, pero no tenían muchos problemas con desvelarse, si tenían que ser completamente sinceras, era un poco aburrido estar en sus castillos vigilando la inmensidad del espacio. Desde lo de Black Moon hacía más de un par de décadas, no había nada qué enfrentar, salvo uno que otro asteroide errante atraído por la fuerza gravitacional del gigante Júpiter que tenía posibilidades de pasar cerca de la Tierra.
Se sentían un poco culpables por tener, ¡al fin!, acción de verdad y caras qué golpear.
Por la noche, los equipos de mantenimiento hicieron su trabajo y llevaron los restos de la Torre al castillo, donde el equipo técnico a cargo de Sailor Mercury comenzó con la recuperación de piezas. Podía armarse de nuevo, ventajas de contar con un material maleable y reciclable, pero el problema era el núcleo. Afortunadamente todo pasó en una zona lejos del público y no había que dar explicaciones a nadie. El poco personal que trabajaba por la zona fue despejado con la excusa de problemas con el suelo y peligro de derrumbe.
El grupo estaba en la sala principal de juntas, alrededor de una mesa redonda con el dibujo de una luna creciente. Al centro de la mesa se encontraba una pieza de la Torre con un puño limpiamente marcado, el impacto fue suficientemente fuerte para doblar y hundir la placa y arrancarla de las uniones. La fuerza de esas chicas era bestial. Ese golpe era de Cure Black, por cierto. También había comida en la lujosa mesa, por cierto.
─De acuerdo, sabemos que son dos pero siempre pueden ser más ─dijo Venus luego de devorar una zanahoria que tenía en la boca, justo terminaban su desayuno, comían sin prisas porque tampoco podrían pensar bien con el estómago vacío─. También sabemos que son muy fuertes, que sus presencias son de luz y por eso no las podemos detectar ─miró a Rei y a Michiru y éstas confirmaron la información─, y tampoco están en el Sistema de Registro Ciudadano, lo que nos dice que son de fuera de éste mundo ─y Mercury asintió para darle la razón.
─De momento se me reporta que todas las Torres están a salvo, no se detecta ningún movimiento ─Júpiter tenía un pan con mermelada en la boca, le dio una mordida mientras pensaba─. Quizá deba cambiar las órdenes para que redoblen la vigilancia en las Torres de zonas menos pobladas ─miró a todos en la mesa─. Si hubieran querido hacer un escándalo en serio, habrían ido por cualquiera de las que están en las zonas más pobladas de la ciudad.
Y en eso Jupiter tenía un punto.
Usagi comía un plato de arroz con curry y ya tenía la boca sucia, Mercury la limpió mientras sonreía de manera nerviosa y le sonrió a su azulada amiga antes de tomar la palabra. ─De momento la prioridad es proteger las Torres. Si es posible capturar a las atacantes, podremos saber qué es lo que sucede ─la Reina enseguida miró a Uranus y Neptune y las señaló con su cuchara─. Y lo digo por ustedes dos. Tengo la corazonada de que no son enemigas, así que quiero saber qué es lo que las obliga a hacer esto... Y para eso quiero que esas chicas estén de una pieza.
Uranus se mostró graciosamente indignada mientras Neptune reía. ─Cabeza de Bombón, me ofendes. Hablas como si le fuera a clavar mi espada a alguien ─Haruka tenía una taza de café y una tostada con mantequilla, le sonrió a su Reina de manera melosa─. Pero si las quieres respirando, tus deseos son órdenes para mi ─y le guiñó el ojo, lo que siempre lograba sonrojarla. Era lindo verla sonrojarse.
─¿Y yo en qué puedo ayudarte, mamá? ─preguntó la joven princesa, que estaba sentada al lado de Saturn, transformada desde luego y no perdía el gusto por desayunar cereales con fruta.
La Reina miró con una sonrisa a su hija y le limpió una pequeña mancha de leche en los labios mientras se le iluminaba el rostro. ─Me ayudarás a crear otro Núcleo de Plata, lo haremos entre ambas, ¿qué dices?
Chibiusa sonrió de manera amplia mientras miraba de forma alternada a su madre y a Hotaru, estaba contenta, se le notaba. ─¡De acuerdo, te ayudaré! ─y pensaba demostrar todo lo que había mejorado su poder en esos años. Cuando crearon las Torres, ella aún no estaba lo suficientemente fuerte como para soportar el desgaste de energía y no tuvo oportunidad de echarles una mano con el proyecto. Ahora que su cuerpo era más grande y más fuerte, podía estar al lado de su madre en asuntos serios como tantas veces soñó.
─Muchas felicidades ─dijo Hotaru con cariño, picando una mejilla de su compañera con su dedo.
─¿Quieres que vigilemos los alrededores por mientras? ─preguntó Makoto, ya había terminado su desayuno.
─Por favor, yo estaré trabajando con mi hija y ─miró a la Senshi de Saturn─... Y puedes estar con nosotras, así Minako podrá salir a hacer guardia. Haruka, Michiru, ustedes vayan también a vigilar ─porque seguramente estaban aburridas por las largas vigilias dentro de sus castillos.
─Hecho, nosotras nos encargaremos de hacer ronda por los alrededores, así estaremos más preparadas por su atacan de nuevo ─Venus asintió a Jupiter, Uranus y Neptune y las tres correspondieron el gesto con uno similar.
Mamoru, que procuraba al menos terminar de comer primero para hablar de manera correcta, se puso de pie. ─Yo trabajaré en los pendientes dentro del castillo, hoy tenemos varias visitas programadas. Yo veré esos pendientes mientras ustedes trabajan en el nuevo Núcleo de Plata ─miró con cariño a su esposa y con orgullo a su hija. Todas ahí agradecían tener a un Rey tan responsable y cuidadoso de los trabajos propios de un soberano.
Mercury y Mars ya sabían su parte del trabajo, justo terminaban de desayunar unos emparedados. Mercury habló primero. ─Yo estaré atenta a la computadora. Si Black o White ponen un pie dentro de la ciudad, los drones de vigilancia detectarán sus presencias y me darán la alarma.
─Yo estaré meditando en la Flama Sagrada. Si detecto otra presencia fuerte de luz, se los haré saber de inmediato ─dijo Rei y se puso de pie.
─De acuerdo, tenemos mucho por trabajar ─y por mucho que la situación fuera confusa y potencialmente peligrosa, Usagi amaba poder pasar esos momentos con sus seres más amados─. ¡Vamos!
Las presentes asintieron y tomaron sus platos y vasos para dejarlos al menos en el lavaplatos. La gente de servicio en el castillo solía limitarse a la limpieza y a lavar la ropa a veces, de todo lo demás se encargaban ellas mismas. Les gustaba disfrutar de las responsabilidades mundanas de una vida simple. La eternidad a veces podía ser aburrida y detalles como esos eran importantes para mantenerse cuerdas y no aburrirse.
Rey, Reina y Princesa, escoltados por la poderosa y letal Sailor Saturn, se dirigieron a la parte frontal del castillo. Endymion seguiría directo a la sala de tronos mientras Serenity y la Pequeña Dama iba a una habitación muy especial que hizo las veces de taller hace ya bastantes años. Aún tenían las herramientas y más esferas y cristales limpios, les sobraron bastantes en su momento porque rompieron muchos en su momento.
El grupo encargado de las rondas en la ciudad, conformado por Jupiter, Venus, Uranus y Neptune, tomó caminos por separado para estar atentas a las zonas menos pobladas de la ciudad. Si las teorías eran ciertas, entonces Black y White, y quienes quiera que fueran sus acompañantes, evadirían dichas zonas para llevarse más Núcleos.
Con Mercury en la Sala de Control y Mars atenta a las energías con ayuda de su Flama Sagrada, tenían todo cubierto. O por lo menos esperaban tener todo cubierto, opciones tenían más bien pocas.
~ o ~
Nozomi y su equipo miraban la ciudad desde la periferia y estaban listas para atacar, ya tenían sus blancos dispuestos y se dividirían por pares, sería más simple, lo sabían por experiencia. Y también sabían que las Senshi ya se habían desplegado y estaban listas para recibir cualquier ataque de su parte. Lo que tenían de ventaja era la experiencia y lo que sabían de las fuerzas defensoras, y cabía mencionar que sabían mucho de éstas.
─Rouge y yo iremos por el primero ─indicó Dream apenas tomó una gran bocanada de aire. Su blanco era una Torre fuera de vista cerca de los invernaderos de la ciudad, la zona de donde sacaban la mayor parte de sus alimentos vegetales. Que el plan fuera necesario no quería decir que le gustara, pero era lo que podían hacer y lo haría aunque le doliera.
Fue el turno de Aqua de hablar. ─Rose y yo nos moveremos al oeste, tomaremos la Torre de la zona de Lagos ─y que se veía más como parte del paisaje natural, nada las vería cuando tomaran el Núcleo de ahí.
─Lemonade y yo iremos al límite con el bosque ─Mint asintió a su rubia compañera y ésta devolvió el gesto. Ya todas tenían sus zonas y era hora de trabajar.
─¿Listas, chicas? ─preguntó Dream a su equipo y todas sonrieron.
─¡Sí!
El grupo de seis salió disparado a las zonas elegidas. Corrían a toda velocidad rodeando la ciudad por la periferia de la misma a manera de evadir lo más posible los drones y el resto de los puntos de seguridad. Ayudadas con esa coordinación natural que le caracterizaba, se posicionaron cerca de las Torres apenas llegaron, las tenían a la vista. No podían percibir a las Senshi, sentir energías no era su especialidad, de eso solían encargarse Coco, Nuts y Syrup, pero sabían que las Senshi sí podrían percibirlas a ellas si no se apresuraban.
Nadie necesitaba decirles en qué momento comenzar a atacar, ni siquiera necesitaban usar sus comunicadores para coordinarse, podían sentir por instinto cuando sus compañeras se posicionaban y se esperaban entre sí, el ataque debía ser simultáneo. Y simplemente atacaron al mismo tiempo.
Las alarmas del Cuarto de Control comenzaron a sonar como locas, los guardias apostados en las torres tuvieron tiempo de mandar la señal de auxilio. Mercury se puso de pie mientras aislaba las señales. Eran tres, todas alejadas entre sí en puntos muy dispares de la ciudad. Y como bien sospecharon, en zonas alejadas de los sitios poblados.
─¡Chicas, recibí señales de alarma! ¡Distrito 2, Torre D-01! ¡Distrito 11, Torre A-03! ¡Y Distrito 7, Torre C-03! ─informó a sus compañeras que patrullaban.
Rei, desde su sala de la Flama Sagrada, tenía su comunicador encendido y frunció el ceño cuando percibió de inmediato las nuevas energías... Y esas no eran Black y White como la noche anterior. Había presencias de Luz como la vez anterior, pero éstas en especial tenían unos "colores" más marcados, unas energías que a momentos le eran más sencillas de identificar. Debía informarle a sus amigas.
─¡Son dos por Torre, seis en total, tengan cuidado! ─advirtió Rei y fue corriendo a la Sala de Control con Mercury. Ya que tenía la pista energética de los nuevos atacantes, podía seguir el rastreo mental lejos de la Flama Sagrada. Al entrar a la "nevera", vio a Ami teclear mientras tenía tres pantallas en grande funcionando─. ¿Ya localizaste a los seis atacantes?
─Estoy en ello ─la genio dio un hondo respiro y movilizó los drones de zonas cercana. Pudo enfocar una de las Torres y sólo vio una larga cadena dorada parecida a la de Venus rodear la torre, no tardó en localizar a la segunda─. Torre C-03, una de las atacantes tiene ataques a distancia con una cadena como la de Minako, la otra persona aún no ataca. Llevan uniforme verde y amarillo, procedan con precaución.
─C-03 me queda a vista, voy en camino ─dijo Venus y aceleró la carrera.
─D-01 está bajo ataque, los guardias han caído ─siguió informando, afortunadamente ningún malherido en ninguna de las torres, cosa que agradeció Mercury en silencio─. Dos personas, chicas también, uniformes morado y azul.
─Estoy cerca del lago donde está D-01, voy en camino ─y usando su velocidad superior y su viento, Uranus fue camino a la Torre en el lago.
─Estoy cerca también, iré a apoyar a Uranus ─intervino Neptune y se dirigió también hacia el lago para pelear junto a su compañera. Estaba más cerca de ella que de Venus y Jupiter.
─Yo tengo A-03 en rango, voy de inmediato ─informó Jupiter mientras aceleraba su velocidad. Llegarían más rápido corriendo que buscando un teleportador.
─Ve con cuidado, Makoto, ahí percibo fuego ─literalmente, Rei podía sentir sin problema cuando una energía de fuego estaba activa. Negó con la cabeza─. Iré a apoyar a Minako. Tuvieron problemas con dos a la vez, ahora va sola ─al igual que Makoto, por cierto.
Mercury estaba por decir algo y justo Saturn se asomó a la Sala de Control, la recién llegada pudo escuchar que Mars estaba por unirse a Venus. ─Hotaru, estamos bajo ataque.
Saturn dio un vistazo a los monitores y apretó los dientes. ─¿Necesitas que te cubra o debo ir a apoyar?
La genio lo pensó sólo dos segundos. Los Reyes siempre eran prioridad y la más letal de todo el equipo era Hotaru. No había mucho por discutir. ─Encárgate aquí, por favor, iré con Makoto. Si algo llega a pasar mientras no estamos, protege a sus Majestades.
─¡Entendido! Ustedes vayan, si el sistema percibe otra cosa, les daré aviso.
─Muchas gracias, Hotaru. ¡Vamos, Rei!
La sacerdotisa asintió y ambas salieron corriendo de la Sala de Control a uno de los teleportadores. Rei entró primero y cinco segundos después le siguió Ami.
Ésta vez no dejarían que esas chicas se salieran con la suya.
~ o ~
[La vastedad y la omnipotencia de la Luz era abrumadora al principio, pero con el paso del tiempo se acostumbró y ya se sentía una con ella. La calidez que sentía en el corazón era extraordinaria, el tener la habilidad de proteger y crear la hacía sentirse bien porque podía usar ese poder para su gente. La Luz dentro de esa piedra plateada y brillante era intensa, imposible de medir por los genios de su planeta.
Inconmensurable, decían ellos, pero ninguno podía experimentar la Luz como ella la experimentaba, como si pudiera escucharla, como si entendiera ese lenguaje que no se podía poner en palabras orales o escritas. Sin miedo a ser presumida, se sabía elegida por la Luz y no pensaba fallarle.
Quería algo simple, algo sencillo pero a la vez complicado: que todos fueran felices.
Así le costara cada gramo de su fuerza, les daría a todos la felicidad. Y también la paz y la abundancia para poder mantener dicha felicidad.
Esa era la su misión en ese mundo.]
Continuará...
