Disclaimer: Los personajes, hechizos y todo lo correspondiente al mundo mágico, son obra de JK Rowling, yo solo los tomo prestados y juego con ellos.

-Quiero contratar tus servicios-. Me dijo colocando la bolsita de galeones sobre la mesa y empujándola hacia mí.

¿Qué, qué? Parpadee, una vez, dos veces y creo que no fue suficiente, demonios y me decían la bruja más inteligente de mi generación, pero es que de verdad que no lo comprendía.

Te estoy dando trabajo, necesito que seduzcas a Rolf, o intenta hacerlo, si él te hace caso o se deja seducir tú me lo vas a decir y así sabré si me es infiel y… y lo corto-. Dijo luna de manera triste agachando su cabeza y mirando hacia el piso.

De nuevo parpadee; Luna se veía tan frágil, -A ver Luna, de dónde sacas, que yo puedo hacer algo así; yo no soy actriz, trabajo en leyes, departamento de criaturas mágicas si recuerdas eso verdad.

-E interpretaste a Bellatrix Lestrage, en Gringotts, ¿recuerdas eso?- me respondió Luna mirándome esperanzada.

-Si y Harry tuvo que utilizar un imperius- agregó Ron mientras se comía mi tarro de nieve apuntándome con la cuchara.

Maldito Ron, casi lo asesino con la mirada. -Vez Luna no puedo- agregué.

-De verdad creen que un hombre, aunque no sea cabrón, va a decirle que no a… a eso-. Dijo Ron dirigiéndose a mí. -Ve y ofréceselas al pobre de Rolf, anda.

Tuve que intervenir de nuevo -Luna, Rolf te quiere enserio, y si tu empiezas a hacer estas estupideces, esta relación tan bonita que tienen se va a arruinar.

-Hermi, porfa, ayúdame-, me suplicaba, tomando mi mano entre sus dos manitas tan blancas como la porcelana.

-No Luna- le respondí, quitando mis manos en desacuerdo con ella.

-A ver yo le entro, les juro que, si este wey cae, no vuelvo a usar su baño de por vida.

Creo que eso fue lo que más me convenció que la bolsa de galeones de Luna.

Y ahí estaba yo en la cafetería "Le monik", ni siquiera tomo café soy más de té, en fin. Estaba esperando a que llegará Rolf por su café matutino como me indicó Luna. Cuando lo divisé cerca, comencé a caminar de espaldas y ups, choqué "accidentalmente" con él, técnica que he visto en las películas románticas y que al parecer es muy efectiva.

-Hay, perdón- me dijo Rolf, con asombro al verme, sus ojos se agrandaron y sonrió.

-Qué pena, ¡oh Rolf!- le respondí como si apenas lo hubiera reconocido.

-¿Qué haces aquí? me preguntó, demonios, no había pensado en qué decirle si me preguntaba eso,- eh, vine por, mmm… oh vine porque acá a dos cuadras esta una librería pero aún no abren y estoy haciendo tiempo- me mordí el labio para no delatarme tanto, uff de la que me libre.

-¿Nos sentamos un rato?- Me preguntó señalando la mesa al frente, dirigiéndome hacia ella.

-Nombre, Luna es lo máximo, te juro que no sé qué haría sin ella, siempre me ayuda y me apoya y luego me siento mal.- Dije poniendo una falsa cara de arrepentimiento.

-¿Por qué, si Luna te adora?- me respondió.

-Lo sé y yo a ella, o sea en la vida le haría una jalada, pero…- ahora si tenía su atención completa, lo mire y me mordí el labio de nuevo -no, nada.

-Hermione qué, se pelearon o qué onda-. Se mostró angustiado.

-No, no, para nada, esto es una tontería- suspiré- Rolf no quiero que vayas a tomar esto como algo que no es, júramelo.

-Si claro te lo juro- y sonrió. Me sonrió, el muy maldito.

-Y no quiero que por nada le vayas a decir esto a Luna. Muy dentro de mí pensaba, por favor por favor no caigas, ella no lo merece.

-Si no te preocupes- me dijo.

-Es que el otro día soñé que me picaba un narglee, digo una araña. Si, y luego llegabas tú y la matabas, y entonces yo te veía, y… y, no nada- Reí nerviosamente y fingí estar apenada.

-No venga, pero si vas en la mejor parte, cuéntame qué pasó- me animó.

-Ay no, qué pena- esperé unos segundos-. Bueno equis-, le dije y seguí narrando- llegaste tú y nos besamos y… y nada, digo un sueño es un sueño ¿y eso no quiere decir que yo subconscientemente quiera besarte verdad?

-¿Es en serio Hermione? wow, mira hasta se me puso la piel de gallina-. Se arremango su camisa mostrandome su brazo.

-La verdad es que yo también he soñado contigo.

mierda me dije a mi misma, mientras me observaba mordiéndose el labio, ahora era él quien se lo mordía. -Qué soñaste-. Logre articular, ahora si de verdad que estaba nerviosa, y no era para menos, es el novio de una de mis mejores amigas, ¿En qué me metí?

Tomo mis manos entre sus manos, y yo no podía dejar de pensar en salir corriendo de ese lugar.

-Pero eso es lo de menos, aquí lo que importa es que podemos hacer realidad nuestros sueños ¿no? -Rodolph me soltó las manos y siguió hablando.

-Luna se va de expedición el próximo fin de semana, yo creo que podemos quedar.

Colocó su mano en mi pierna y siguió elevándola hasta mi cintura y con su dedo índice levanto un poco mi blusa acariciando mi piel, hasta que logre quitarle de manera delicada su mano.

-Pero es la próxima semana ¿no?- Pregunte, moviendo mi pierna frenéticamente en señal de estrés y es que, de verdad que moría por salir corriendo de ese lugar, de él.

-Si- me confirmó.

Demonios murmuré.

Me dirigí al departamento y le conté todo a Luna sin omitir ninguna palabra o frase de lo que sucedió sin dejar ningún detalle, de verdad pensé que la vería llorar, para mí ella siempre fue tan delicada y frágil, lo menos que quería era verla sufrir, pero no. En cambio, estaba enfurecida.

-Le hubieras dicho que no, y que era una estupidez.

-Le dije que no, y que era una estupidez- le ofrecí una copa de vino y se lo tomó de un trago.

-Entonces si es un cabrón- dijo con resignación, aún podía ver en sus ojos el fuego del coraje que sentía.

-Deja tú eso, un imbécil que dice que hay que hacer realidad los sueños para tirarse a otra vieja. No te merece amiga, lo siento-. Le dije convencida sirviendo otra ronda de vino.

Ron que no sabía ni como intervenir solo dijo -Este… ya se acabó de nuevo el papel de baño.

Suspiré- Tienes razón Luna, y yo no debí hacerlo, de hecho, en la vida volvería a hacer algo así.

Les juro que no pasó ni 1 mes, cuando encontré a Luna abrazando a una rubia. Casi, casi el mismo tono de rubio que Luna, pero con los ojos más pequeños y color verdes. "Hermi, ella es mi prima Estrella, le conté como descubriste a Rolf, también necesita tu ayuda", me di una palmada en la frente, no puede ser.

-No Luna, ya te dije que no sirvo para eso, lo hice por ti, y porque no dejabas de molestar, pero no me dedico a hacer algo así.

-Pero me caso en dos meses, y no me quiero llevar una sorpresa- interrumpió la prima de Luna.

-Muchas felicidades, pero no- le dije y proseguí- además aquí todo el mundo me conoce, no quiero crearme una reputación que no me pertenece.

De pronto sentí como si tuviera un deja vú, Luna volvió a verme con esa cara pensativa que daba escalofríos.

-Ya sé, puedes usar glamour, eres muy buena en hechizos, puede cambiar el color de tu cabello y la forma, te puedes poner o quitar curvas-. Luna comenzó a dar saltitos, mostrándose emocionada ante su idea.

Esto no me gusta, no me gusta para nada -Lo siento mucho pero no puedo, consigan a alguien mejor, una actriz de verdad o algo así-, me levanté del sillón y me fui directo a mi habitación, logré escuchar a Luna decirle a su prima.

No te preocupes, lograré convencerla.

Ja, lo dudo.