Los personajes son de Stephenie, pero la trama es mía. Recomiendo escuchar "Not all who wander are lost" de Lana del Rey.


Not all who wander are lost

Durmió como hacía años no lo hacía, al despertar se dio una ducha, pidió su desayuno a la recepción del motel y tomó aire profundamente antes de encender su teléfono.

Las notificaciones de llamadas perdidas y de mensajes no tardaron en llegar, el último era de hace tan solo dos minutos, claramente era Tanya.

ISABELLA MARIE SWAN, EN DONDE CARAJOS ESTÁS? ¿SI QUIERA ESTÁS BIEN? Nos tienes preocupados, si no llamas en las próximas 3 horas alertaré a la policía.

La llamó, después de todo Tanya no hacía más que su trabajo, incluso si eso a veces la convertía en una persona desagradable. Al menos se preocupaba un poco por ella.

-¡DIME EN DÓNDE ESTÁS PARA MANDAR A ALGUIEN POR TI EN ESTE INSTANTE!

-Pensé que estabas preocupada.- contestó tranquila y poniendo el altavoz mientras tomaba con su tenedor un poco de la fruta picada que había pedido para desayunar- Estoy bien por si en serio te importa.- la escuchó suspirar.

-¡Pues claro que me importas chiquilla tonta! Eres casi como una prima para mí- porque decir "hermana" habría sido demasiado, pensó Bella.- ¿Estás dañada? ¿Alguien te hizo algo?- la preocupación sincera de Tanya le ablandó el corazón.

-Tranquila, estoy bien, es solo que…necesitaba un respiro.-

-ESTÁS JODIENDOME ISABELLA- su tono volvió a aumentar, ella solo vertió miel a sus panqueques y rodó los ojos, su manager no tenía remedio.- ¡UN RESPIRO DICES! ¡SI QUERÍAS VACACIONES SOLO TENÍAS QUE PEDIRLAS!-

-Sabes que no es tan fácil, además no hay compromisos agendados, acabamos de terminar la gira, el próximo álbum ya ha sido grabado y se lanzará hasta el próximo año así que…-

-¡¿Qué hay de tus colaboraciones?!- dijo aun gritando, pero menos histérica.

-La próxima en grabarse es en dos meses y la colaboración con la banda de Benji ya está hecha así que…me merezco esto ¿no? Llevo casi 7 años de trabajo sin parar y mis vacaciones han sido muy cortas o nulas por culpa de los paparazzis, ¿recuerdas cómo hace unos meses uno de ellos se metió a la casa de playa que compré en Florida para obtener una foto mía?- ahora ella era la que se estaba alterando, recordar aquel episodio le generaba mucho pánico- ¿te acuerdas de todos los días que no pude dormir después de eso? ¿Los ataque de pánico? ¿Y sabes que es lo peor?-Tanya no le contestó- Lo peor es que tuve que hacer como si nada hubiese pasado mientras el tipo estaba siendo procesado legalmente, porque tenía que lucir perfecta para las cámaras.- Bella se soltó a llorar.

-Bells, calma, ese hombre jamás se acercará a ti otra vez, lo juro como que me llamo Tanya Denali.-

-Solo dame dos semanas, por favor, prometo que al volver daré todas las entrevistas que tú quieras y podrán hacerme mil sesiones de fotos, daré 50 conciertos al día si es necesario, pero por favor, déjame ser libre tan solo dos semanas.-

-Está bien, trataremos de desviar la atención de ti con cualquier cosa, ya se nos ocurrirá algo a Bree y a mí.- sonrió y agradeció al cielo porque Tanya había cedido, entonces recordó a su joven asistente.

-Tanya, solo necesito una cosa más.-

-Tampoco te aproveches Isabella, nunca has sido una estrellita mimada y no creo que deberías comenzar a serlo.-

-Juro que no es nada malo.- se rio bajito- ¿Puedes comprarle un auto a Bree? Me robé su camioneta y…-

-Ya lo hice Swan, no lo compré pero le renté uno, la pobre chica estaba completamente apenada conmigo cuando se dio cuenta de lo que habías hecho con su auto, pensaba que yo la culparía de tu desaparición, cuando vuelvas podrás devolver su vieja camioneta y devolveremos el auto.-

-Muchas gracias.-

-¿Ya me vas a decir en dónde estás?-

-Preferiría no hacerlo.- dijo dudosa.

-Isabella, no voy a enviar espías o algo así, solo quiero que estés bien y poder ayudarte en caso de que algo se salga de control-

-Voy para Forks, estoy en Lincoln-

-¿Forks? ¿Qué rayos es Forks?-

-El pueblo de mi padre, en Washington.-

-Oh- contestó simplemente, Tanya sabía lo difícil que era para Bella hablar de su padre biológico-Ya lo googlee, ¿piensas llegar manejando?-

-Conducir me ayuda a pensar y a disfrutar del paísaje-

-Puedo contratar a alguien para que te lleve…-

-En serio no es necesario, gracias por preocuparte y lamento haberme ido así.-

-Si ves algo raro o a alguien extraño o si necesitas cualquier cosa llámame y resolveré lo que sea.-

-¿Incluso esconder un cuerpo?-dijo misteriosa, bebió del jugo de naranja.

-Preferiría no tener que hacer eso..aunque si es necesario.-

-¡Tanya por Dios no!- su manager se rió al otro lado del teléfono.- Gracias, por todo.-

-Cuídate, eres mi artista favorita y sin todo el dinero que me pagas tendría que reducir mis compras un 10%- fue su turno de reír- además te quiero un poco. Adiós, ya sabes que estoy a solo un click si me necesitas.-

Y le colgó, terminó de beber el contenido del jugo y sonriente se dejó caer de espaldas en la cama. Era libre, al menos unos días.

Terminó de desayunar en la incómoda cama, vio una comedia romántica en la antigua televisión del lugar y cuando el reloj marcó la 1 pm recogió lo poco que traía y entregó las llaves de su recámara para poder continuar con su viaje.

Antes de subir a la camioneta una chica se acercó a ella.

-¿Isabella Swan? ¡¿Eres Isabella Swan la cantante?!-

-¿Perdón?- dijo tratando de hacer una cortina con su cabello para que le cubriera el rosto un poco más que la capucha- Disculpe, no la conozco y llevo prisa.-

-¡Eres tú!- la muchacha gritó- ¿Qué haces aquí? ¿Estás grabando un video? ¿Está aquí Benjamin? ¿Tuvieron una cita secreta?-

Bella amaba a sus fans, gracias a ellos había logrado ser quien era, pero a veces le molestaba que algunos de ellos creían conocerla por las cosas que podían leer de ella en internet y se sentían con el derecho de arribarla sin siquiera decir hola o al menos tratarla con amabilidad, era un ser humano, no un objeto.

-No sé de qué me habla señorita- delicadamente la hizo a un lado para poder subir a su camioneta (que no era suya pero ya sentía como tal)- Tenga un lindo día.-

-Obvio que no es ella- la escuchó decir antes de cerrar la puerta- Bella nunca conduciría algo tan horrendo.- Bajó un poco el vidrio de su ventana y se quitó la capucha de la sudadera para asomar la cabeza y que la chica pudiera verla.

-¡Oye!- le gritó suavemente- ¡No le digas así!- la chica la observó con los ojos como platos y antes de que pudiera tomarle una foto a ella o a las placas de su camioneta, subió el vidrio y arrancó como si un monstruo la estuviera persiguiendo. Había actuado muy inmadura, pero de todas formas la chica nunca sabría si realmente era ella o no, al menos esperaba que la duda fuera lo suficientemente grande como para no contárselo s nadie, o peor, publicarlo en internet.

Cuando estuvo en carretera de nuevo lo suficientemente lejos de cualquiera que pudiera reconocerla, se quitó la sudadera y abrió las ventanas mientras sintonizaba la radio en el estéreo, que sorprendentemente lucía más nuevo que la misma camioneta.

Starting Over* sonaba, subió el volumen y cantó a todo pulmón a la par de John Lennon, estaba tan feliz que lloró, recordó a Charlie y lo mucho que él amaba a The Beatles, recordó las tardes que pasaba con ella enseñándole a tocar la guitarra, diciéndole que siempre debía seguir sus sueños sin importar lo pequeños que le parecieran o lo imposibles que se vieran. Él más que nadie fue su inspiración en la vida, cuando a sus 15 años le dieron la noticia de que había muerto en un tiroteo, lloró durante una semana completa, pero después de eso decidió que conseguiría todo lo que anhelaba, por él, por ella, por ambos.

-Lo logramos papá- dijo al aire cuando terminó la canción- lo logré.- detuvo su llanto y limpió con su mano izquierda los rastros de las lágrimas- Pero ya no sé si quiero seguir.-

Siguió escuchando la radio y cantando las canciones que le eran familiares, pese al torbellino de emociones que sentía, no quiso parar, quizás este viaje la ayudaría a resolver las enormes dudas que tenía con respecto a su carrera.

Manejó hasta que no pudo más y nuevamente se refugió en un motel que encontró en el camino, comió, durmió y esta vez se despertó lo más temprano que pudo para ducharse y continuar con su viaje, necesitaba comprarse ropa con urgencia, quizás en la casa de Charlie habían prendas que le quedaran, pero por si acaso no era así, haría una parada en cualquier lugar para comprar lo que necesitase.

Eran las 6 AM, si salía de Twin Falls rápido, quizás podría llegar a Port Angeles a tiempo para encontrar alguna tienda de ropa o un supermercado abierto.

Condujo a la velocidad máxima permitida e hizo una parada en Tacoma para comer algo y refrescarse un poco, dos días de viaje en auto ya le estaban cobrando factura, aun así, no flaqueaba en su deseo de llegar a Forks.

En Tacoma se compró un gorrito que cubría su cabello y un poco de su cara, compró unos lentes falsos* y aunque no podía cambiar su rostro, al menos con la ropa que traía y sus nuevos accesorios no llamaba tanto la atención. Su pequeña parada la retrasó mucho más de lo que pensó y cuando llegó a Port Angeles ya era de noche.

No dejó que su ánimo decayera y al contrario de eso, buscó el restaurante de comida italiana al que Charlie la llevaba en ocasiones especiales, sonrió ampliamente cuando encontró el local y vio que afortunadamente seguía existiendo.

Al entrar lo encontró prácticamente vacío, no se extrañó por ello, era lunes y es bien sabido que esos no son días en los que haya reuniones sociales, eso también la alivió, entre menos personas hubiesen cerca, habían menos posibilidades de que la reconocieran.

Una mujer menuda de cabello caramelo la condujo a una mesa en el centro, pero ella amablemente le pidió que la llevara a un lugar más privado.

-En un momento viene su mesero- le dijo la preciosa mujer cuando ya se había situado en la mesa más alejada del lugar. Simplemente le asintió con una sonrisa.

Se perdió en sus recuerdos de infancia y desconectó del mundo por unos momentos.

-Vaya, alguien por aquí no es muy sociable que digamos.- escuchó una voz suave a su lado que la sacó de su tren de pensamientos.- Buenas noches señorita, soy Edward, su mesero, bartender y bueno, prácticamente cualquier cosa que se necesite porque estamos cortos de personal y no he podido contratar a nadie.- concluyó el hombre con una sonrisa que la deslumbro.- Aquí tiene nuestra carta, le recomiendo la especialidad del chef, raviolis con setas con un buen vino.-

Se le quedó viendo bastante tiempo, y curiosa analizó algunos de los tatuajes que su playera dejaba a la vista, cuando noto lo que estaba haciendo soltó lo primero que se le ocurrió.

-¿Siempre habla tanto con sus clientes?-

-Únicamente con los que parecen exhaustos, solos y fugitivos de la ley-

-Pues yo realmente estoy exhausta y sola, me fugué y también confieso que he usado la misma maldita ropa por 3 días seguidos-

-¿Entonces si eres fugitiva? ¿Por eso todas esas cosas que llevas encima para que no puedan verte el rostro?-

-Básicamente sí.-

-¿Eres peligrosa? ¿Debería llamar a la policía?-

-No soy esa clase de fugitiva, solo escape de…la vida y necesitaba pensar algunas cosas, viajar, recordar.- Se detuvo- ¿Estoy divagando no? Suena como si estuviera perdida, lo siento.-

-No hay de que disculparse, no todos los que divagan están perdidos.-

Isabella le sonrió y él le regresó la sonrisa.

-Entonces… ¿me traes de esos ravioles con setas por favor?-

-¿Vino no?-

-No tengo con quien compartirlo.- bajo la mirada algo triste, cuando venía con su padre siempre pedían bebidas diferentes para poder compartir, obviamente no había alcohol en ellas porque era menor de edad, pero era una costumbre que lo hicieran.

Aunque no pudiera ver bien su rostro, Edward fue capaz de notar la tristeza que la extraña muchacha transmitía y sin pensar mucho en porque, le dijo.

-Si quieres puedo ser tu acompañante.- los ojos de ella brillaron con sorpresa y sintió calidez en su corazón.

-¿En serio? Me encantaría- dijo contenta pero entonces analizó la situación-¿No tienes que trabajar?-

-Como verás ya no hay muchas personas y…en realidad ya estábamos a punto de cerrar, pero si no te importa iré a cerrar y acomodar las sillas y después prepararé tu comida y seré tu compañía.-

-No quiero ser una molestia.-

-Nada de eso, iré a traerte algo de fruta para que comas mientras arreglo todo.-

Ella asintió con una pequeña sonrisa, Edward fue a la cocina a preparar la fruta que le había prometido.

-¿La conoces?- preguntó Esme.

-En absoluto, pero…ella luce tan triste.- Esme le sonrió a su hijo- ¿No les molesta si no me voy con ustedes?-

-No importa cariño, le diré a tu padre que hoy saldrás más tarde.-

Edward dejó un sonoro beso en la mejilla de su madre y ella salió riendo de la cocina en búsqueda de Carlisle.

Isabella se quedó observando el lugar, los últimos clientes se fueron y vió a la mujer que la recibió saliendo con un hombre rubio igual de guapo que ella, la manera en la que interactuaban entre sí le llegó al alma, lucían profundamente enamorados. No despegó la vista de ellos hasta que se subieron a un Mercedes negro y desaparecieron en la calle. Saco su teléfono para comenzar a escribir lo que ella creía se convertiría en una canción.

Cuando el muchacho regresó con un plato lleno de fruta y un vaso con Coca Cola, se asustó y soltó el teléfono.

-Lo lamento, ¿te encuentras bien?-

-Sí, yo solo estaba escribiendo…algo-

-Se puede saber ¿qué?-

-Mmm una canción.-

-Entonces eres compositora.-

-Algo así-

-Bueno señorita compositora, iré a hacer mi trabajo y ya vuelvo. Come por favor, luces como si estuvieras a punto de desmayarte y definitivamente ni tu ni yo queremos eso.-

Ella soltó una pequeña carcajada y cuando Edward se fue, se quitó la capucha de la sudadera y los lentes, se cambió de lugar para observarlo mientras comía, lo vio abrir y cerrar puertas, mover sillas, en algún punto se perdió en lo que ella pensó que era la cocina y para cuando se acercó a ella con dos platos que olían delicioso ya había olvidado que había quitado unas cuantas piezas de su "camuflaje". Fue entonces que él estuvo lo suficientemente cerca de ella y se quedó pasmado observándola, ella se asustó porque pensó que la había reconocido, él puso los platos en la mesa y se sentó frente a ella.

-Tienes unos ojos hermosos- le dijo simplemente, ella suspiró aliviada.

-Gracias, tú también. Por cierto, esto huele increíble. Mis agradecimientos al chef.-

-Grazie, grazie.- Edward exageró un acento italiano- I migliori ravioli per la signorina*-

Se rieron juntos y comenzaron a comer, él sirvió un poco de vino para ambos.

-¿Qué te trajo por estos rumbos? No hay nada en Port Angeles que las grandes ciudades no tengan.-

-Vengo escapando de las grandes ciudades- contestó ella- Pero mi destino no es Port Angeles, solo fue una parada para comprar algunas cosas que voy a necesitar, a donde voy no hay prácticamente nada que no sea musgo, bosque o lluvia.-

-¿Vas a Forks?- dijo Edward reconociendo lo que ella describía.

-¿Cómo lo sabes?-

-Forks es mi hogar.-

-¿En serio?-

-Totalmente, nos mudamos ahí cuando cumplí 17 y mamá quedó enamorada del lugar así que se convirtió en nuestra residencia permanente.-

-No puedo creerlo- susurró Isabella- ¿Hace cuánto fue eso?-

-Hace 8 años ¿por qué?-

-Tan solo un año después- siguió susurrando.

-No te entiendo.-

-Mi padre falleció un año antes de eso.- Edward la observaba confundido- Él era de Forks.-

-Wow, vaya, lo siento, ¿así que eres originaria de ahí?-

-Sí, pero mis padres se divorciaron y mi madre me llevó consigo, aunque pasaba todas mis vacaciones con él- sonrió con nostalgia y Edward tomó la mano que ella tenía sobre la mesa para darle un apretón.- A veces me traía aquí a comer para celebrar cualquier cosa que se le ocurriera.-

-¿Estás bien?-

-Perfectamente- no separó su mano de la suya y continuaron comiendo.- ¿Entonces tu diriges el restaurante?-

-No pero sí, el lugar es de mi madre y usualmente ella es la chef, pero acabo de regresar de un viaje largo y me gusta venir aquí a ayudarle, más ahora que por aquí hubo epidemia de embarazos y las chicas que trabajan con ella pidieron un permiso para ausentarse un tiempo-

-¿Entonces es de tu madre?-

-Sip, papá se lo regaló a mamá cuando vieron que estaba a punto de cerrar, los dueños originales tenían problemas de dinero y no podían mantener el lugar, pero Esme ama este lugar más que a mí, así que Carlisle se lo compró para que ella hiciera con él lo que quisiera.-

-Tendré que agradecerle a tu padre, este lugar tiene miles de recuerdos hermosos para mí.-

-Encantado de presentarte con mis padres, pero antes ¿podrías decirme tu nombre?-

-Soy…Isabella.-

-Swan-completó él

-¿Lo sabías?-

-Lo supe por tus ojos, nadie tiene unos ojos como los tuyos- Bella se sonrojó- Te prometo que estás segura conmigo, no soy un fan psicópata o un hambriento de dinero que llamará a la prensa. Soy solamente Edward Cullen un simple fotógrafo viajero, bartender, mesero…-

-Y prácticamente cualquier cosa que se necesite porque están cortos de personal- Bella citó las palabras que él le había dicho antes- Gracias por todo esto, la compañía, la comida, el vino, tenía mucho tiempo que no me sentía así-

-Estoy a tus órdenes Bella, señorita viajera fugitiva.-

-¿Puedo pedirte una cosa?-

-Lo que quieras-

-¿Me dejas ver tus tatuajes?- Edward le sonrió enormemente.

-Claro que sí, tengo uno que combina perfectamente con tu nombre.-

Se sentaron lo más cerca que pudieron y ella observó curiosa el delicado cisne que tenía tatuado en las costillas.

Esa noche, en un restaurante vacío de Port Angeles, sintiendo que podían ver a través del otro y compartir los mismos secretos, Bella y Edward encontraron el lugar al que pertenecían en el mundo.


Hola a quienes me leen por ahí, aquí está el segundo capítulo.

Gracias a Alejandra 1987 y a Wenday 14 por seguir conmigo este caminito, Ale, la historia no será emo (lo juro) los primeros dos capítulos si un poco, pero todo va mejorando poco a poco, yo creo que si me pusiera al full en modo emo ni yo aguantaría.

También gracias por seguir la historia y ponerla entre sus favoritas.

Solo serán 5 capítulos con el epílogo incluido y pues nada, espero que les guste mucho y que por favor DEJEN SU REVIEEW.

Las quiero mucho y las leo pronto.