Hey, bueno les prometí algo y lo voy a cumplir, espero que sea de su agrado y leer mis otras historias, vamos allá.
En el manto oscuro de aquella habitación en la cooperativa, que hace un par de horas había sido el vecino se una agradable celebración de cumpleaños, un último individuo se reúne a lo que parece ser el preludio de una fiesta para adultos.
Shirou llego justo a tiempo para ver a Michiru y a Nazuna tener un momento a solas antes de empezar con la segunda parte de la fiesta.
Una parecía intentar devorar a la otra por medio de sus labios, mientras tanto las manos de Michiru parecían buscar neciamente cualquier vulnerabilidad en el atuendo de Nazuna.
La presencia del albino no paso desapercibida por ambas, para ellas el mayor fue bienvenido.
"Te tardaste bastante, así que empezamos sin ti" Michiru se apresuro a excusarse, soltando a la chica zorro que parecía a punto de quemarse por el exceso de estimulo.
Nazuna aun no estaba acostumbrada del todo a recibir afecto de otra chica… pero no era desagradable.
"Eso puedo verlo" Agregó sin necesidad de expresar segundas emociones.
Shirou tomó una silla cerca de la cama, tomó asiento junto a la misma, ambas chicas lo miraron con deseo, no tener contacto con él durante la festividad las había puesto impacientes.
El también tenía algo de que estar ansioso, no podía tomarlas como quisiera mientras los forasteros a su triangulo estuviesen presentes, el lobo solo podía observar a sus queridas ovejas desde la distancia aparentando no mirarlas con hambre.
No había necesidad de palabras, los tres tenían la misma idea, la oscuridad de la habitación era perfecta para la ocasión y lo que mas era obvio, no necesitaban tanta ropa.
Nina en este momento, no era mas que una ovejita que se alejo demasiado del rebaño.
La inocencia de Nina era algo que virtuaba de ver a todo de la manera mas simple, ella estaba lejos de entender lo que era la perversión.
Y por tanto no entendía lo que había visto, su único objetivo era entregar su presente y tener una despedida rápida de la chica Tanuki, pero su curiosidad saco lo mejor de ella en aquel momento, quito la cabeza de la ventana apenas vio las señales de tres colores de pelaje distintos.
La imagen se había quemado en su mente, pero había sido tan fugaz que empezó a creer que lo había imaginado, se coloco de espaldas contra el muro debajo de la ventana, con una sonrisa torcida plasmada en su semblante, intentando decidir que hacer ahora, los ruidos dentro de la habitación se lo ponían difícil, tenia que verlo por si misma, no podía tragarse la duda y vivir con ella atorada en su garganta.
Expuso sus ojos a la vista una vez mas.
Michiru estaba consiente de que se había convertido en un desastre desde la primera vez que estuvo en intimidad con el Lobo.
Se había vuelto adicta a su tacto, sus manos, su lengua, su piel, su pelaje, sus colmillos… y a otras cosas.
Shirou era un demonio cuando se trataba de usar su lengua y ambas féminas eran víctimas y testigos de ello.
Una montada sobre la otra, la maraña azul sobre la rosada, con ambas intimidades teniendo contacto con sus labios inferiores, la lengua de Shirou colándose entre ambas vaginas, dándoles el mas húmedo y picante placer que podía haber, el oral hecho por la esponjosa lengua de un lobo.
El par se ayudaba silenciando a la otra con un fogoso juego de lenguas, pero el oxígeno era algo que era difícil de usar eficientemente cuando ambas estaban al borde de jadear, terminaron limitándose a jugar con sus lenguas.
Por parte del mayor, su lengua se movía como si tuviese vida propia, invadiendo una cavidad y luego saltando a la otra, provocando escalofríos en su nueva, rosada y húmeda anfitriona.
La combinación de sabores entre ambas era notoria para el lobo, eran sabores distintos que el podía identificar como propio de cada una.
Quería seguir saboreando aun mas.
No, no había manera de que esto fuese una alucinación, los tres lo estaban haciendo, estaban cogiendo, copulando, fornicando, haciendo el amor, como pudiese ser llamado.
Nina solo era una espectadora de ventana que se sentía mas sucia entre mas miraba, entre su gesto incrédulo casi rosando en el horror y su sonrojo carmesí que de ser mas rojo ella empezaría a sangrar por la nariz.
Pero no podía dejar de mirar, tenia la opción de irse y fingir que no vio nada, por respeto a la chica que le había salvado la vida una vez.
Pero no podía, su cuerpo y su mente no eran uno mismo en este momento, el tanto exponer sus ojos al fruto prohibido de tanta indecencia y erotismo, su cuerpo empezó a reaccionar como era natural.
Sintió que sus propios interiores empezaban a calentarse en aquel territorio debajo de su estomago.
No era la niña idiota que su papa creía que era y que probablemente todos creían, sabia que le ocurría y no podía si no avergonzarse por el desplante de su cuerpo.
Llevo sus dos manos a su falda y la bajo con firmeza intentando frenar sus instintos primarios, pero sus ojos seguían dándole bastante material para complacerse y deleitarse.
Como un autómata, sus manos soltaron su falda, tomaron caminos separados, una busco su entrepierna, se escabullo en su falda e hizo a un lado la tela de sus bragas personalizadas para su transformación para llegar a su núcleo de placer.
Su otra mano tomo una ruta a su busto, aun protegido por su top de playa especial, se infiltro lenta y tortuosamente en la tela a prueba de agua y tomo uno de sus pechos con una mano, masajeando el sensible y rosado pezón, tacto con la desprotegida piel le pareció simplemente eléctrico.
Sin más estaba yendo todo el camino directo al infierno, estaba masturbándose sin mas, mientras miraba a sus amigos tener un trio, mirándolos a través de una ventana, en una terraza de un edificio a simple vista en una urbe, donde podía ser atrapada en una casualidad.
Esto era lo mas bajo que había caído, mordió su labio esperando silenciar su propia voz, mirando el dar y recibir entre los tres.
Sus piernas se encorvaron y su postura bajo al mismo tiempo que sus dedos entraban y salían de su en su ardiente coño al compás de un metrónomo.
Llevo el borde de su blusa a su boca y lo mordió para silenciar cualquier ruido que su boca pudiese emitir para evidenciarla y para darle un mejor acceso a sus pechos.
Sus jugos empezaron a resbalar por sus piernas dejándola enormemente incomoda, pero no podía parar.
Habían cambiado de posición, esta vez Shirou iría abajo sirviendo como un potro para ambas chicas, Michiru siendo la chica del cumpleaños había tomado su polla como regalo especial, cabalgándola, haciéndola entrar y salir de ella con pequeñas revoluciones de sus caderas y sus piernas, mientras se sujetaba de manos con Nazuna, al tener la menor resistencia y obviamente siendo menos apta para ir por su cuenta, la chica zorro estaba sentada sobre su hocico, prácticamente introduciéndolo dentro de ella, Shirou le estaba dando un trato oral espectacular, devorando su entrada e introduciendo su lengua de lleno en su intimidad, Nazuna agradeció no tener que tomar esfuerzos, pues Shirou se encargaría de hacer todo el trabajo.
Se miraron intensamente aun tomadas de las manos, el calor estaba llevándolas a los limites de lo que quedase de su humanidad o de su decencia, se inclinaron para un nuevo beso mientras Shirou se encargaba de complacerlas, entre gemidos y jadeos ambas sintieron el clímax llegar de nueva cuenta.
La fricción entre los tres finalmente culmino en un estallido húmedo y ardiente "MHHHHH˜ AHHHHH˜" Michiru sintió como sus caderas y muslos cedieron por su orgasmo dejándola sentada en la polla del lobo dando acceso a su nudo a sus interiores antes de que liberase su semilla, Shirou lleno sus interiores con su líquido blanco, llenándola hasta el nucleó, su vagina se contrajo dándole la bienvenida.
"GHHhhhnnnnngg˜" Nazuna tuvo su propio orgasmo inundando el hocico del lobo con su esencia, Shirou atrapo tanto como pudo, pero inevitablemente esta también llego a las sabanas, la chica zorro se alarmó al ver el desborde que había producido, fue la primera en salir de su formación mirando con cierta vergüenza el desastre que había hecho, corrió a la mesa buscando un pañuelo para el lobo.
Shirou se reincorporo topándose con Michiru quien seguía inmóvil en su regazo sentada sobre su unión, atrapada por su nudo, estaba apenas consiente con una sonrisa boba en su rostro.
Si que había sido un paseo.
Nazuna le extendió un paño color azul al lobo, este lo recibió empezando a limpiar su rostro de cualquier rastro de su estallido reciente.
"Enserio, lo siento" bajo la mirada apenada sintiéndose mas sucia que nunca.
"Creí que no teníamos que disculparnos a menos que hiciéramos algo que no quisiéramos" Señalo con algo de altanería.
No era eso a lo que se refería, pero soltó una risita en respuesta, parece que no le había molestado en primer lugar.
Mientras ninguno prestaba atención Michiru quien fue liberada del nudo de su pareja, se desplomo sobre el colchón, obviamente drenada de energía.
Aun si se alarmaron al principio se aliviaron al ver que la preocupación era infundada.
Vieron a la chica en el borde la inconsciencia, desbordante de fluido blanco y con una sonrisa en cara, había sido un buen regalo.
Ambos se miraron el uno al otro, solo restaban ellos, estuvo a punto de proponerle seguir el ejemplo de la tanuki y acompañarla en su descanso, pero el repentino ataque de Nazuna a sus labios lo hizo seguirle el juego inmediatamente, derribándola sobre el colchón, ahuyentando cualquier deseo de dormir.
Nina estaba jadeando a este punto, sus bragas se habían perdido en algún momento pues solo estorbarían a este limite, pudo sentirlo, estaba llegando.
Sus dedos se movieron aun mas rápido mientras sentía su vagina pulsar por la presión de su próximo orgasmo.
"NgGHHHHHHHHH~" Logro ahogar aquel sonido con relativo éxito a costa de morder su blusa al punto de humedecerla, sus jugos regaron el suelo debajo de ella en un vergonzoso sonido que solo la hundió mas en la pena.
Se desplomo sobre el suelo de rodillas, jadeante y agotada, buscando con todas sus fuerzas reponerse.
Tenia que salir de ahí, tomo sus bragas y corrió a la puerta de la terraza, tenia que poder aparentar que esto no había ocurrido jamás.
Seria cosa de los elementos borrar los rastros de su crimen.
Nadie debía enterarse nunca.
Espero que fuese el extra que esperaban, si no al menos espero que les sirviera para matar el rato, cualquier critica o comentario es bienvenido, voten por la historia y denle fav, de esa manera se que no escribo solo para mi, los veo en otra.
