Descargo de responsabilidad: Los personajes pertenecen a Marvel cómics. No tengo ánimo de lucro.
Peter Parker había estado hablando con Harry (últimamente lo hacía mucho, aunque no era de extrañar porque vivían juntos) cuando apareció Mysterio. ¡En Queens! Lo había extrañado, era uno de sus villanos favoritos. Había estado usando a todos como si fueran terapeutas: Harry, Matt (varias veces a la semana, porque Peter quería saber porqué Mysterio había decidido cambiarse de vecindario. ¿Había hecho algo mal? ¿Se había sobrepasado de alguna manera? Peter estaba celoso de Matt, Matt lo sabía, todos los héroes y villanos de Nueva York lo sabían, eso incluía a Los Vengadores y los X-Men), Wade, Jhonny, Logan…incluso se había presentado en la casa del señor Toomes y de Flint para preguntar por Mysterio. Incluso había pensado en contratar a Eddie como si fuera un investigador privado para saber qué hacía Quentin con su tiempo libre, sólo que no tenía el suficiente dinero para pagarle. Quizás Eddie había visto la desesperación o la ansiedad que estaba teniendo Peter, pero le había informado de los grandes movimientos que había hecho Mysterio como villano de Daredevil. Pero Peter jamás se entrometería en la nueva relación que ambos habían establecido (si Matt aseguraba a todos los héroes que Peter hablaba todos los días con él para preguntarle qué tal estaba Quentin, no era porque estuviera obsesionado ni preocupado por Quentin, sino que quería que Matt no se lastimara en la lucha).
Por eso, cuando se vieron por primera vez tras ese mes de ausencia, Peter debería haber estado eufórico de volver a verle y luchar contra él, sin embargo, estaba bastante cabreado. Eddie le había dicho que había visto a Quentin en compañía de un tal Peter de la X-Force charlando animadamente en un bar. "Olían a excitación cuando se marcharon." Le dijo Venom, que salió en ese momento, claramente para ver la reacción de Peter hacia la noticia. "Claramente tuvieron sexo".
Ahora bien, Peter no era controlador y tenía muy claro que respetaba la libertad de todos sus compañeros héroes y villanos. Pero tampoco era un santurrón y ahora estaba claramente excitado. Siempre se excitaba cuando Mysterio estaba presente, disfrutaba atarle y pelear con él, mucho más que con el resto de sus villanos. Ni siquiera esperó a que Mysterio atacase, simplemente lo arrinconó contra la pared. Había tenido vívidas fantasías sobre Peter y Beck. Y ahora, Beck estaba claramente excitado.
- ¿Qué pasa, chico?-preguntó Beck con la respiración entrecortada, casi como si fuera un suspiro.
- Llevas llamándome así desde que me conociste, sabes que ya he crecido, no soy ningún niño.-gruñó.
- Puedo verlo claramente. Me pregunto a qué se debe este cambio en nuestra rutina. ¿Debo irme más a menudo? Buscaré otros héroes a los que molestar si siempre vas a recibirme así. No es que me oponga.
- Hablas demasiado.-dijo Peter.-He querido hacer esto desde que nos conocimos.
Poniendo a Mysterio sobre una rodilla e inmovilizándolo, Peter le dio un azote en el culo. Beck jadeó sorprendido. Peter también se sorprendió, porque al fin había cumplido una de sus fantasías, había algo en Beck que siempre le hacía sacar sus más oscuros deseos, sus sórdidas fantasías. Nunca le haría daño real, ni nada que Beck no quisiera, pero desde que lo conoció había querido dominarle, hacerle todo lo que había leído en las novelas de bdsm que había conseguido de la biblioteca.
- No te detengas.-dijo Mysterio cuando Spiderman le ató las manos al techo. Estaba de pie, en posición vertical, para poder tener todo acceso a su cuerpo.-No es fácil quitar esta armadura, chico. Te diré como, pero puedes tardar mínimo veinte minutos.
No hizo falta, Spiderman tenía superfuerza que resultaba realmente útil en situaciones como aquella. En unos minutos, Mysterio estaba desnudo, con la ropa desgarrada. El aire proveniente de la ventana abierta ponía erectos sus pezones, su polla goteaba fluidos. No era tarde para echarse atrás y ambos sabían que Spiderman pararía en el instante en el que Mysterio se sintiera incómodo.
- Mi palabra de seguridad es multiverso, por si te lo estás preguntando.-dijo Mysterio. Peter podría haber pensado que estaba siendo burlón, si no estuviera tan excitado.
Peter lo besó con furia, apretando su cuerpo contra el suyo, frotándose, haciéndole gemir. No le daría el control tan fácilmente, ni tampoco el placer que ambos deseaban. Quería que Beck gimiera, se retorciera bajo sus caricias, su lengua, su polla. Quería que Quentin susurrase su nombre, lo gritase una y otra vez hasta quedarse ronco. Quería que Beck disfrutase, que lo desease tanto como él lo había deseado durante años, borrar todo rastro del otro Peter de su mente y piel. Quería tomarse su tiempo, viendo cada reacción que tenía Beck a todo lo que él le hacía, viendo sus ojos, siempre chispeantes con burla y alegría, cerrarse y abrirse, urgidos de necesidad y desesperación bajo su toque. Mordió su cuello, ahora expuesto como una ofrenda, gozando el gemido de placer adolorido que Beck le había otorgado.
- No calles ningún sonido.-dijo Peter.-Quiero oírte. Siempre quiero oírte, todo lo que quieras decir.-acarició su polla con un poco más de fuerza que cualquier persona normal y Beck intentó arrimarse a él y besarle, pero Peter se apartó con presteza.-Y esos ruidos me los he ganado. Son míos. No te atrevas a quitármelos.
Peter, con su polla erecta, luchaba por controlarse. Si no tenía cuidado tendría un orgasmo en este instante. Quería cuidar de Beck antes que de sí mismo. Era la primera vez que tenía este fuerte instinto de posesividad, como si fuera un animal, como si la araña en él estuviera intentando controlarle y reclamar a Beck hasta el desgaste.
- Me han dicho que te has portado mal.-susurró Peter en su cuello. Beck se estremeció de anticipación. Peter sonrió.
El jueves de la semana siguiente, cuando los Seis Siniestros se reunieron en casa de Beck para reintegrar a Mysterio en el grupo, decidieron ver una película y pasar la noche allí para recordar buenos tiempos. También habían echado de menos a Quentin, pero a veces podían entender su decisión de marcharse, a veces ellos también pensaban en probar suerte luchando contra otro héroe, porque a veces sentían que los demás villanos no les tomaban en serio por ser villanos de un héroe de barrio, no de uno de verdad, según la categoría de los que luchaban contra los grandes. Fue Sandman al que le tocó escoger una película mientras Beck hablaba con alguien por teléfono. Le llamó la atención un dvd sin carátula, con una pequeña nota escrita. Cuando vieron el contenido de la cinta, todos se sintieron muy incómodos.
- No miréis, no miréis.-decía Otto sonrojado, avergonzado y confundido, mientras intentaba tapar la televisión con sus brazos mecánicos. ¿Porqué no cogió el mando o apagó la tele? Porque nadie estaba pensando con claridad en ese momento.-Ese es mi sobrino.
Su sobrino, que estaba dominando a Beck como si de un maestro del porno se tratase. Marko quería apartar la mirada, pero nadie lo hizo, porque era extraño y excitante a la vez. Hermoso. La forma en la que Beck se retorcía, disfrutando cada toque del buen sexo. Nunca le había visto sonreír así, sonrojado, gimiendo, lleno de vida.
Ahora Marko podía entender el comportamiento extraño de Beck y de Spiderman. Se alegraba de que hubieran resuelto su tensión, aunque fuera de esta manera. Leyó la nota.
"Quentin, los drones lo grabaron todo. Te mando la cinta, es la original. Intentamos marcharnos de la escena, pero no pudimos. Cuando lo veas lo entenderás. Por favor, intentar resolver vuestros problemas antes o después de la pelea, estamos intentando trabajar. Nos debes una cerveza a cada uno."
Guterman, William y tu equipo.
Otto llamó a su sobrino inmediatamente, por alguna razón, estaba comunicando. Marko sonrió. Quentin tenía suerte, pero no volvería a escoger ninguna película de la casa de Beck.
