Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de Catriana y fue beteada por geekgir7.
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Horas después de que la chica Hyūga se fuera, vio como una nerviosa, sin aliento y obviamente molesta Shizune entraba a su habitación. Bueno, no "entró" exactamente, sino que "irrumpió como un murciélago salido del infierno". Su nerviosa mirada exploró la habitación antes de posarse en su rostro, e inclinó levemente la cabeza.
—Todavía estoy aquí —Sasuke comentó casualmente. Si fuera posible habría levantado los brazos en un gesto de impotencia. Estaba de tan mal humor en este punto que ni siquiera podía molestarse en divertirse con sus payasadas.
Ella tampoco parecía muy divertida de estar allí con él.
—¿Qué le hiciste a Hinata-chan? —Cuando su respuesta fue mirarla como si fuera una idiota, ella continuó—. No terminó el resto de su turno y se fue sin decirle a nadie si estabas restringido o no.
Oh, entonces el nombre de la Hyūga era Hinata. Ah, ahora sus palabras cobraron sentido. Sasuke simplemente continuó mirando a Shizune sin comprender, como si no tuviera idea de nada, pero su mente estaba trabajando con esta nueva información. Entonces, ¿se había metido debajo de la piel de la Hyūga? No pudo evitar la pequeña sonrisa de satisfacción. Bueno, se lo merecía por hablarle como si supiera o comprendiera algo sobre él. infantilmente, esperaba haberla hecho llorar. Sin embargo, la ninja médico lo atrapó y le lanzó una mirada oscura.
—Bueno, estás atrapado conmigo hasta que el turno de Ino comience en treinta minutos y tienes programado un baño antes de que ella llegue.
La mirada que ella le dio no presagiaba nada bueno. Aparentemente, ella era tan sádica como su maestra y decidió humillarlo no solo dándole un baño de esponja, sino que usando los materiales más duros que pudo encontrar para restregarle la piel hasta dejarla en carne viva. Ni siquiera estaba seguro de que ella estuviera trabajando bajo la "ética médica", ya que se aseguró de no saltarse ningún rincón de su cuerpo y estaba seguro de que estaba disfrutando de verlo hacer una mueca de dolor. La situación era absolutamente humillante y degradante; todo lo que pudo hacer fue quedarse allí, indefenso, rechinando los dientes y deseando poder prenderle fuego. Fuego negro.
La secuaz de Tsunade murmuró todo el tiempo. Él solo la escuchó a medias, ya que en su mayoría dio su opinión sobre sus acciones negativas y cómo él, básicamente, había dejado cicatrices emocionales en tantas personas y bla, bla, bla. Era la misma tontería que Tsunade había vomitado, excepto que ahora fue en una escala más larga y exagerada. Sí, lo entendía; había herido los delicados sentimientos de Naruto y Sakura. Se lamentaron y anhelaron por él durante años, mientras que él se había olvidado de que existían. Sí, era desalmado, cruel, insensible y todos esos adjetivos negativos que los hipócritas quisieran darle. Pero, ¿por qué era culpa suya que esos dos no hubieran querido seguir adelante? No era como si se hubieran conocido de toda la vida; ni siquiera era como si hubiera compartido profundos secretos con ellos, especialmente con Sakura. Había mantenido su distancia a propósito, sin querer acercarse, sin querer establecer ningún lazo. Cuando Itachi vino y le recordó cuál era su verdadero propósito, supo que había cometido un desliz, había hecho exactamente lo que no debería haber hecho. Les había permitido acercarse lo suficiente como para afectarlos. Cuando cortó esos lazos, nunca miró hacia atrás, nunca permitió que volvieran para perseguirlo. ¿Era realmente culpa suya que su pasado se convirtiera en un recuerdo lejano? ¿Era culpa suya que esos dos nunca usaran la cabeza?
En cuanto a Konoha, no se arrepentía de sus acciones; no le importaba cuántos de esos bastardos santurrones entraran y trataran de convencerlo de lo contrario. El dolor de Sakura y de Naruto era de ellos.
Afortunadamente Shizune terminó, incluso fue tan lejos como para darle una bata nueva, con pantalones esta vez. Después de todo, no era tan sádica. Su piel, sin embargo, estaba de un rojo brillante y prácticamente palpitaba por la "exfoliación" que ella le había dado. Una parte muy pequeña de él casi se arrepentía de haber ahuyentado a la Hyūga; ella lo hubiera dejado bañarse solo. Eso habría aliviado la ardiente humillación y degradación de toda esta situación. Todo esto era una gran bofetada proverbial para él, un recordatorio más de que estaba total y absolutamente a merced de sus cautivos. No le interesaba lo que ellos pensaran, él los veía como enemigos y carceleros. No importaba lo que sus "bien intencionados amigos" desearan para él, las cosas nunca volverían a ser lo que fueron. Nunca los consideraría como ellos querían. Ese vínculo, esa amistad, se fue para siempre.
Unos cinco minutos después de que Shizune dejara la habitación, una mujer que Sasuke solo pudo determinar era Ino, emergió de la puerta. Tenía que admitir que estaba sorprendido por su apariencia, se veía mucho más femenina y mesurada que Sakura; era más alta, de caderas más anchas y un busto más grande. Su cabello se había mantenido largo y su flequillo ahora le cubría un ojo. Para Sasuke, Sakura no había cambiado mucho en apariencia, mientras que Ino había dado un giro de 180 grados. El cambio fue tan drástico que casi no la había reconocido. Solo podía asumir que esto se debía a que en el pasado rara vez se había asociado con Ino, mientras que Sakura había sido su compañera de equipo. Una enorme sonrisa adornaba sus bonitos rasgos, sus ojos azules se enfocaban en él. Observó aturdido como sus mejillas se coloreaban con un suave rubor.
—¿Ino...? —Sonaba como una pregunta. Porque lo fue.
—¡Sasuke-kun! —Ella exclamo. Aparentemente, el hecho de que él recordara su nombre fue todo lo que ella necesitó para saltar hacia él y abrazarlo. Rápidamente Sasuke dejó de respirar y levantó la cabeza para que ella no golpeara su rostro, era incapaz de moverse para empujarla. Antes de que ella se apartara con lágrimas en los ojos, notó que Ino olía a rosas y laca para el cabello.
Y luego lo abofeteó.
—¡Eso fue por Sakura-chan! —Espetó, pero él apenas la escuchó por encima del rugido en sus oídos, estaba luchando contra el impulso de querer atacarla. Un músculo de su mandíbula se contrajo y unos ojos oscuros la miraron. Si tan solo las miradas mataran.
Ella no se disculpó en absoluto.
—Todavía te amo Sasuke-kun, pero eres un idiota —entonces se secó los ojos, donde residían un sinnúmero de emociones—. Estoy tan contenta de que estés vivo, casi no puedo creer que te esté mirando...
Inicialmente, Sasuke creía que Ino era una candidata para ayudarlo a escapar. Si ella no lo hubiera abofeteado, habría asumido que todavía era ciegamente leal a él y hubiera usado su enamoramiento de fangirl a su favor. Sin embargo, con esa bofetada y su proclamación hacia Sakura, se dio cuenta de dónde estaban sus verdaderas lealtades.
Cambió de opinión poco después cuando ella continuó hablando y tratándolo. Por alguna razón, todavía sentía fascinación por él y seguía comentando sobre esas viejas afirmaciones infantiles de estar enamorada. Para él era realmente difícil entenderlo, ni siquiera le había dado a Ino la hora del día, ¿a qué se aferró durante todos estos años? Al menos Sakura tenía una excusa; los dos habían sido compañeros de equipo. Le había mostrado un momento de debilidad antes de irse, agradeciéndole por todo. En ese momento, lo había dicho en serio. Sakura y Naruto le habían mostrado una posible vida que podría haber vivido; uno en el que hubiera sido feliz, solo los tres. Se había sentido bien mientras lo abrazaba, no mentiría sobre eso. Sin embargo, no tenía tales lazos con Ino, así que ¿estaba ella realmente enamorada de él o simplemente creía estarlo? De cualquier manera, si él trabajaba con ella tal vez podría convencerla de romper esos lazos con Sakura una vez más, prometiéndole un futuro con él. Un cursi y moralmente incorrecto cliché, que sería su potencial boleto a la libertad. Valia la pena intentarlo.
Ino pasó las siguientes cinco horas allí, él permaneció en silencio a través de su parloteo, ya sea medio escuchando o ignorándola. No podía manipular a un completo extraño, ya que estarían demasiado aterrorizados de él y demasiado cautelosos. Le habían robado su línea sucesoria, por lo que solo podía confiar en su habilidad bruta para el escape. Cualquiera que se hubiera considerado "cercano" a él haría todo lo posible para mantenerlo a su lado. Las personas, como Shikamaru; quien no le importaba de ninguna manera, eran demasiado inteligentes para ser manipulados. Cuanto más revisaba la lista de prospectos, más sombrías parecían sus posibilidades. No se dejó desanimar; dejaría este lugar o moriría en el intento; todo esto solo significaba que le llevaría mucho más tiempo lograr sus objetivos. No era alguien impaciente, se había entrenado durante años para derrotar a Itachi; podía esperar si tenía que hacerlo. Hasta ahora, Ino tenía potencial, pero tendría que tener cuidado. A veces, la ruta más sencilla no siempre era la más fácil.
Sasuke finalmente decidió que escapar sería su nuevo objetivo en la vida. Tenía que tener uno; era eso o volverse loco sin una meta o propósito. Si no podía vivir para vengarse, viviría para la libertad. Después de eso, se fijaría otro objetivo, pero intentar escapar de Konoha era lo suficientemente bueno por ahora. Pensarlo así hizo que las perspectivas parecieran un poco menos sombrías. Poco a poco desgastaría a las personas potenciales; haría lo que fuese necesario para bajar la guardia de esa gente. Va a tener que mentir, fingiría aceptar su nueva vida hasta que estuvieran convencidos. Tenía que tener cuidado, no podía ser repentino o sospecharían. Esperaría unos meses, tal vez incluso un año, para empezar a "abrirse" de nuevo. Con eso decidido, dejó sus pensamientos en segundo plano. Por ahora, tenía un papel que desempeñar.
No recordaba cuando Ino se fue, solo que en un momento ella estaba en la habitación charlando y al siguiente hubo un completo silencio. Parpadeando, se dio cuenta de que sus almohadas parecían un poco más suaves y se dio cuenta de que ella debía haberlas cambiado. Incluso las sábanas superiores parecían más frescas. ¿Realmente había estado tan fuera de sí? El Uchiha tuvo que admitir que con las drogas que le estaban inyectando tendía a perderse dentro de sí mismo, pero debería haber notado que ella estaba tan cerca de él. «Hm.»
Sus ojos se deslizaron hacia el sonido de la puerta cerrándose una vez más. Era frustrante no tener un reloj en su habitación, no podía determinar el paso del tiempo. Descubrió que los turnos iban en intervalos de horas, pero aún no había descubierto cuántas horas eran exactamente. El hombre que entró no era alguien que él reconociera y vestía uniformes médicos estándar. Sasuke se tomó ese tiempo para hacerle algunas preguntas ociosas y aunque había descubierto poco con sus preguntas, sus observaciones le dijeron mucho.
El Uchiha aprendió que los turnos se realizaban en intervalos de cinco horas. Las enfermeras no estaban obligadas a vigilarlo desde dentro de la habitación, pero debían estar cerca en caso de que necesitara algo o en caso de que algo sucediera. Cada hora debían venir a revisar sus signos vitales y asegurarse de que el medicamento para el dolor fluyera por la vía intravenosa. Tenía un indicio de que la medicación para el dolor también eran la razón por la que a veces le costaba concentrarse en las cosas que lo rodeaban, entraba y salía de sus pensamientos. Todo eso era un poco molesto y estaba seguro de que había mucho más que no sabía ni entendía. No le gustaba estar en ese tipo de desventaja cuando se trataba de su cuerpo.
Después de eso, más enfermeras que no reconocía entraron por turnos y por los rumores, se enteró de que Tsunade esperaba que Sasuke estuviera listo para ser liberado dentro de una semana más o menos. La mayor parte de sus heridas estaban curadas y su corazón estaría bien, solo le quedaría una cicatriz. Podría haber sido parte del plan de Naruto que Sasuke no muriera realmente, pero eso no le había impedido a él darle un golpe letal. Sorprendentemente, Tsunade le dijo que había fallado en atravesar el corazón de Naruto por centímetros. Pero eso no importaba porque el Chidori no le obligaba a dar un golpe directo, con unos centímetros era suficiente; ese era el principio del asunto.
Entonces, si lo que las enfermeras decían era cierto y según su propia estimación, cuando Naruto y Sakura entraron a su habitación, habían pasado casi cuarenta horas desde que abrió los ojos por primera vez. Para entonces ya había sido alimentado y había utilizado el baño, aunque aún se sentía un poco sedado por las drogas. Su visión estaba solo ligeramente desenfocada cuando la pareja entró, con ojos brillantes, pero nerviosos y cautelosos. A pesar de la sensación de mareo, se las arregló para mantener la cabeza levantada y entrecerrar los ojos, ellos no necesitaban saber que estaba frunciendo el ceño para poder verlos mejor.
Naruto entró primero, vestido con una larga y extraña chaqueta negra con llamas naranjas en la parte inferior. Había dejado crecer un poco su cabello, haciéndolo lucir como alguien que había visto antes, pero el nombre se le escapaba. Naruto aún era más bajo que él, pero era más alto que Sakura. Un extraño collar colgaba del cuello de Naruto, pero aparte de eso, vestía los mismos pantalones negros y camisa de siempre. El cabello de Sakura también estaba creciendo nuevamente, le llegaba hasta los hombros. Ella estaba de pie detrás de Naruto, su rostro era una mezcla entre culpa, tristeza, emoción y precaución. Como si necesitara consuelo además de hacerle una obvia declaración a Sasuke, la mujer de cabello rosa se acercó y tomó la mano de Naruto. El rubio no la miró, su rostro se suavizó y apretó la mano sin guantes de Sakura. Ella, sin embargo, se aseguró de encontrar su mirada cuando Naruto apretó el agarre, como si le dijera "esto es lo que podrías haber tenido."
La mirada de retorno de Sasuke fue algo así como "Nunca lo quise en primer lugar". Eso hizo que ella apartara sus ojos y él se sintió un poco mejor consigo mismo ante su expresión de dolor. ¿Había querido alguna vez a Sakura? Había pensado que ella era molesta y un miembro inútil del equipo durante bastante tiempo. Aunque había sido más fácil tratar con ella que con Naruto, su inutilidad y sus opiniones le habían irritado los nervios. Además, Naruto había dejado más que claro que estaba enamorado de Sakura, una situación en la que Sasuke nunca había querido involucrarse. Lo último que un equipo necesitaba era un triángulo amoroso sin esperanza para distraerlos en las misiones importantes; al menos, eso era lo que había pensado en ese momento. Entonces, había valorado su amistad y compañerismo. Él había admirado el hecho de que ella había comenzado a intentar volverse más fuerte en lugar de depender de ellos. Incluso había pensado que era bonita. ¿Alguna vez había querido salir con ella? No. Era demasiado fácil ver la ironía de la situación; Naruto suspirando por Sakura y siendo rechazado mientras Sakura se dirigía a Sasuke exactamente de la misma manera. Muchas veces había pensado que los dos se merecían el uno al otro y no le sorprendió verlos en una relación. Tal vez ahora que finalmente estaban juntos, seguirían adelante y dejarían de suspirar por él como dos cachorros llorones.
—Sasuke —comenzó Naruto, deslizando su mano de la de Sakura para acortar la distancia y enfrentarlo. Sasuke lo odiaba, pero tuvo que inclinar la cabeza para poder mirar hacia arriba, para mirar a Naruto—. Te dije que te recuperaría, ¿no? —Su sonrisa era tan nerviosa como su voz y Sasuke solo pudo mirarlo en respuesta.
—Sakura —comentó después de un momento, manteniendo su mirada en Naruto—. Dime, ¿el idiota de tu novio te dijo que intencionalmente trató de suicidarse porque sabía que vendrías a curarme primero?
Podría haber cortado la tensión en el ambiente con un kunai. Por el rabillo del ojo, vio a Sakura ponerse rígida y jadear. Oh, ¿Naruto no se lo había dicho entonces? Bueno, le había garantizado oficialmente a Naruto una futura patada en el trasero por parte de Sakura. Estaba seguro de que ella todavía tenía un buen derechazo.
La expresión de Naruto se tensó, incluso se endureció y hubo un destello de dolor e incluso... ¿Arrepentimiento?
—Sakura-chan no te curó primero Sasuke —la voz del rubio era tranquila, solemne. Incluso Sasuke no pudo ocultar su sorpresa ante esa proclamación—. Ella detuvo mi hemorragia y cuando llegaron los demás fue a tratarte mientras Hina-chan e Ino continuaban tratándome.
—Le tomó bastante tiempo elegir —fue la respuesta de Sasuke. Sakura no lo había superado por completo, podía verlo, pero ese poco de información le hizo saber que finalmente había seguido adelante. Entonces la miró, notando cómo el color había desaparecido de su rostro y sus dedos temblaban mientras cubrían su boca, entendiendo la severidad de lo que Naruto había tratado de hacer y de sus propias acciones. Naruto había esperado que Sakura, quien había amado a Sasuke desde que tenía memoria, lo salvara primero y luego llegara a Naruto. No estaba del todo seguro de qué le causaba dolor y arrepentimiento.
La siguiente mirada que recibió Sasuke fue confusa para él.
—Tú... Realmente nunca amaste a Sakura-chan... ¿Verdad? —Parecía como si Naruto estuviera suplicando. ¿Qué quería que dijera este idiota? ¿Por qué le estaban haciendo esa pregunta?
—No —dijo sin dudarlo—. Teníamos doce, idiota, ¿qué crees? Tenía otras cosas, cosas mucho mejores en mente. Ustedes dos eran mis camaradas, amigos, nada más.
Para crédito de Sakura, ella no se derrumbó ni cayó de rodillas como si él la hubiera golpeado en el estómago. Simplemente cerró los ojos, suspiró con tristeza y se acercó para unirse a Naruto. Cuando su mirada verde se encontró con la suya, ella parecía distante. Necesitaba enfrentarse a la realidad. Ellos habían sido niños en ese entonces y luego él había cortado los lazos, no había lugar en su corazón para el amor entonces y tampoco ahora. El hecho de que se hubiera aferrado a él durante tanto tiempo, que todavía mantuviera un fragmento de ese amor, era ridículo.
—Bueno —intentó Naruto, cortando el silencio—. Creo que las otras aldeas nos dejarán retenerte, todavía tengo noticias para ellos. La abuela me dijo que crees que te pondré en la cárcel... No lo hare. No me he tomado la molestia de traerte a casa para encerrarte —se encogió de hombros—. Tengo otros planes.
—¿Qué tipo de planes? —Sasuke quería saber.
Naruto hizo ese molesto gesto de rascarse la cabeza y pareció avergonzado. ¿Cómo diablos era este bromista el nuevo Hokage?
—No puedo decírtelo todavía. Es sorpresa.
—Estás bromeando —no, de verdad, estaba bromeando. ¿Naruto pensó que eran vacaciones para él? Estaba atrapado aquí, era un prisionero y Naruto hablaba como si le hubiera dado un puto regalo o algo así—. No me jodas Uzumaki.
Sakura se movió para decir algo, pero Naruto se movió para bloquear su camino.
—Mira, sé que esto apesta, pero tenía que hacerlo de esta manera, ¿de acuerdo? Te querían muerto, Sasuke, yo no podía hacer eso…
—Y, por supuesto, no podías preguntarme qué quería yo, ¿verdad? —Ahí estaba esa ira de nuevo—. ¿Qué pasaría si te dijera que había querido morir ese día? ¿Y si te dijera que prefiero morir antes de quedarme atrapado aquí por el resto de mi vida, atrapado en el lugar donde mi familia fue asesinada por órdenes de esta aldea? —Prácticamente estaba gritando ahora, ignorando el dolor ardiente en su pecho, ignorando lo difícil que era continuar concentrándose en ellos.
El Hokage parecía como si lo hubieran abofeteado.
—No quieres decir eso...
—Vete a la mierda; no sabes nada sobre mí —gruñó Sasuke—. Ustedes idiotas solo podían pensar en ustedes mismos, en sus recuerdos de mí, en cuánto los querían de vuelta. No les importaba un comino si yo quería o no regresar; me convencerían del "error" que cometí. ¿Era ese el pensamiento que ustedes dos tenían en sus cerebros?' Si lo recuperamos, podemos hacerlo mejor, tendremos nuestro equipo de regreso, podremos ser felices de nuevo; no importa si yo era feliz o no en el proceso, todo se trataba de lo que ustedes querían. Bueno, se los dejare claro para que no haya confusión en el futuro, no quería volver. No quiero estar aquí. No me arrepiento de nada de lo que he hecho y eso incluye irme. Soy un prisionero aquí, estoy obligado a estar aquí en contra de mi voluntad porque no pudieron superar el hecho de que yo había seguido adelante. No quiero tener nada que ver con ninguno de los dos y las cosas no volverán a ser como antes —sus ojos se estrecharon y sonrió con crueldad—. Me querían y ahora me tienen, me guste o no. Felicitaciones, misión cumplida. Ahora lárguense de mi habitación, verlos me enferma.
Los dos se fueron poco después, Naruto afirmo que regresaría y que Sasuke eventualmente "entendería", que él se aseguraría de eso. El idiota era tenaz, eso era seguro. Sakura no dijo nada; no había sido necesario. Esas expresiones suyas habían dicho mucho. Tuvo que admitir que se sentía mucho mejor después de haber sacado todo eso de su sistema y cayó en un sueño intermitente poco después.
No volvió a ver a Naruto. Sakura, como una de las doctoras que estaba familiarizada con los sellos en sus brazos, apareció durante las siguientes semanas. Hablaban poco o nada; Sakura entraba, revisaba sus signos vitales, se ocupaba de sus necesidades y luego se marchaba. En todo caso, lo trataba como las otras enfermeras, excepto por la evidente tensión entre ellos. A menudo Sakura abría la boca como si quisiera decir algo, pero lo pensaba mejor y continuar con su trabajo. La chica realmente estaba cavilando, estaba repasando sus palabras una y otra vez, al menos eso era lo que él asumía que ella hacia y que estará tratando de averiguar qué quería hacer con esa información antes de finalmente dirigirse a él con cualquier discurso.
Una persona a la que no volvió a ver fue a la Hyūga, ese pensamiento solo lo golpeaba en momentos extraños y luego era despedido rápidamente. Quizás la había sobreestimado, después de todo ella se escapó luego de ese encuentro. Si nunca la volvía a ver, entonces ya no se tendría que preocupar de que ella fuera una amenaza para él. En cambio, se centró en su curación y ya estaba lo suficientemente sano como para ser dado de alta, justo como los rumores habían predicho. La única razón por la que todavía estaba en espera tenía que ver con la "sorpresa" que Naruto le tenía reservada. Habían pasado tres semanas desde eso y no había obtenido más información. La noticia llegó en la forma de Shikamaru Nara, camino en su habitación con una expresión bastante aburrida en su rostro, Ino venia detrás de él.
En este punto, Sasuke se sentía tan aburrido como Shikamaru. Estaba sano, pero no podía salir del hospital o hacer algo a menos que alguien soltara sus sellos paralizantes. Cuando Ino entró en la habitación, hizo las señales con las manos con las que se había familiarizado. Ni siquiera se sacudió esta vez cuando el movimiento volvió a estar bajo su control, simplemente se levantó de la cama y se puso de pie, mirándolos.
Shikamaru arrojó un montón de cosas sobre la cama. Era ropa.
—Me han asignado para llevarte a donde te quedarás —dijo arrastrando las palabras. La mano de Sasuke se movió sobre la ropa y miró a Shikamaru, manteniendo su expresión en blanco. Shikamaru podía parecer un vago, pero había una agudeza en esos ojos que no podía ignorar.
—¡Estás siendo liberado, Sasuke-kun! —Ino intervino, sonriendo ampliamente—. Naruto finalmente consiguió que las otras aldeas te acepten, siempre y cuando...
—Ino —advirtió Shikamaru y la rubia cerró la boca con fuerza y le lanzó una sonrisa de disculpa. El Nara lo ignoró.
—Mira, solo vístete. Te voy a escoltar porque puedo manipular tu sombra. No quieren que intentes nada divertido. Naruto está ahí y entonces te explicará tu situación —sonaba como si quisiera hacer cualquier otra cosa y no acompañar a Sasuke a cualquier parte—. Ino es mi respaldo en caso de que eso falle. Le prometí a Chouji almorzar con él hoy, así que no intentes nada que haga mi trabajo más difícil de lo que ya es.
—Lo que sea —fue la respuesta de Sasuke. Con eso, Ino rápidamente, pero con cuidado, le quitó la vía intravenosa y apagó todas las máquinas que realizaban un seguimiento de sus signos vitales. Con una sonrisa y un guiño, finalmente se quedó solo para vestirse. El atuendo que le dieron era simple, unos pantalones holgados de color azul oscuro y una blusa blanca de manga larga que le llegaba hasta las caderas. Incluso las sandalias eran de color azul estándar. Se puso vendas en los pantalones para que no le llegaran hasta los tobillos, similar a lo que hacía Kakashi, y se envolvió la frente, ocultando la marca de maldición. Le habían dado sólo cinco minutos y se había vestido en solo tres.
Como se prometió, Shikamaru guió a Sasuke a través de la aldea usando su jutsu de manipulación de sombras, Ino iba justo detrás de él en caso de que tuviera que hacerse cargo de su cuerpo si eso fallaba. Parecía un prisionero que se dirigía a su cárcel mientras caminaba entre ellos, observando cómo los aldeanos, a algunos los reconocía y a otros no, lo miraban conmocionados y maravillados. Muchos lo veían con miedo, algunos de los niños incluso habían decidido arrojarle piedras antes de que Ino los alejara y regañara a los padres por no tener un mejor control sobre ellos. Los ignoró, mirando al frente, con la cabeza en alto. Esta gente no vería nada más que orgullo de él, no había hecho nada malo. Ellos eran los enemigos, los criminales.
Mucho había cambiado. La mayor parte de la reconstrucción aquí se había realizado de memoria y había cosas que le resultaban familiares, como la florería Yamanaka y el Ichiraku Ramen. Muchos de los edificios parecían demasiado nuevos. Brevemente, se preguntó si se habían molestado en reconstruir el territorio Uchiha o si ahora era algo más. La idea de que su casa se convirtiera en un distrito comercial no ayudó a mejorar su mal humor.
Si bien no había estado mucho en territorio Hyūga, lo supo cuando lo vio. Había algo noble y majestuoso en la zona, como si supieran que se les tenía en alta estima y prestigio. Todo el lugar gritaba riqueza y poder. No se acercaron al complejo principal, en cambio, entraron a otro de menor rango y casi retrocedieron nuevamente, giraron y adentraron en un pequeño bosque de bambú que había en los terrenos. El claro al que llegaron estaba hecho a mano y pudo ver los tallos recién cortados que marcaban el límite de la zona. Allí había una casa, construida recientemente por lo que podía apreciar, aunque con el mismo estilo tradicional de las otras casas Hyūga. Era mucho más pequeña; supuso que, en el mejor de los casos, quizás tendría solo una o dos habitaciones. Notó algunas figuras escondidas a lo lejos en el bosque. ANBU tal vez. Con todas las precauciones que estaban tomando, no le pareció extraño. Mientras se acercaban a la casa, la sombra de Sasuke fue abruptamente liberada y casi choca con Shikamaru.
—Naruto está adentro… —Comenzó el chūnin, pero fue interrumpido cuando el Hokage salió de la casa, con la sonrisa más grande y tonta.
—¡Sasuke! —Saludó como si los dos no hubieran tenido esa conversación hace unas semanas atrás y fueran mejores amigos de nuevo. Sasuke resopló y se cruzó de brazos, mirando hacia otro lado.
Por supuesto, eso no disuadió a Naruto.
—¡Oye, oye, no creerás lo genial que es este lugar! —Habló apresuradamente, dando una palmada en el brazo de Sasuke. Cuando el hombre de cabello azabache se limitó a mirarlo con abierta hostilidad, le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la casa.
—Vamos bastardo, definitivamente es mejor que la cárcel, ¿de acuerdo? ¡Echa un vistazo dentro! —Agitó su brazo mientras se movía para caminar de regreso dentro de la casa. La puerta se abrió al mismo tiempo que Naruto extendió la mano para abrirla y se tambaleó un poco. Sasuke escuchó un grito ahogado y que alguien exclamó "¡Naruto-kun!" antes de que el rubio se apartara, riendo y poniendo una mano detrás de su cabeza ante la casi colisión.
—Lo siento Hinata, Sasuke llegó y me emocioné.
Para sorpresa de Sasuke, la chica Hyūga era la que estaba en la puerta, aunque su atuendo era diferente. En lugar de su ropa normal de shinobi, llevaba un kimono violeta pálido con un obi azul oscuro. El kimono en sí no tenía un diseño, parecía un uso diario. Agachó la cabeza ante la sonrisa de Naruto, un rubor emergió en su pálido rostro, metiéndose nerviosamente un poco de cabello detrás de la oreja. Esos pálidos y casi espeluznantes ojos conectaron con su mirada oscura y ella parpadeó. Su mano se movió casi de forma pensativa y no pudo evitar pensar que ella parecía una muñeca.
Sin embargo, no se veía avergonzada, asustada, molesta ni nada que pudiera indicar que tenía malos sentimientos por su encuentro. Eso le pareció extraño, ¿no había dicho Shizune que Hinata prácticamente se había escapado? Eso significaría que no debería verse curiosa, ¿verdad?
—¿Uchiha-san está aquí? —Preguntó con esa tranquila voz suya, volviendo su mirada a Naruto—. Um, el futón y todo está listo para él así que...
—¡Excelente! —El Hokage le dio una palmada en la espalda a Hinata y ella se echó hacia adelante con los ojos muy abiertos por la sorpresa. Le tomó un breve segundo recuperar el equilibrio y darle una temblorosa, pero amable sonrisa—. Eres increíble Hinata, aceptando este proyecto con tan poco tiempo. Lo siento, perdiste muchas horas en el hospital.
—Está bien —dijo. Mientras Sasuke caminaba hacia adelante, por su propia voluntad, observó a Hinata con atención. La forma en que se movía alrededor de Naruto, las pequeñas miradas de anhelo mezcladas con resolución y resignación. A veces tenía dificultad para ver a Naruto a los ojos. Sasuke pudo determinar algunas cosas de este breve encuentro.
Uno, Hyūga Hinata estaba enamorada de Naruto. Tenía sentido, la niña prácticamente había acechado al actual Hokage cuando eran jóvenes. Dos, ella no se había "escapado" como él había pensado, la habían apartado para trabajar en este "proyecto de vivienda" para él. Esto explicaba su reacción hacia él. Tres, Naruto estaba haciendo un muy buen trabajo al ignorar el hecho de que Hinata estaba enamorada de él, lo que significaba que sabía de los sentimientos de Hinata. Naruto no había cambiado tanto y Sasuke aun podía leer las expresiones del idiota. Siempre que Hinata lo miraba, se podía ver una pizca de tristeza en los ojos de Naruto, casi como lástima. La forma en que actuaba con Hinata era tan amistosa que lucía casi forzada, los movimientos del rubio eran un poco bruscos, como si no supiera exactamente qué hacer con ella, temiendo que se rompiera en cualquier momento. Oh, se veían bastante normales, pero Sasuke lo conocía mejor. Algo había sucedido entre esos dos, algo reciente y muy duro. ¿Algo para usar en su beneficio más tarde?
La costumbre le hizo quitarse las sandalias antes de subir las escaleras, una vez descalzo, disfrutó de la sensación de la madera debajo de él. Se sentía como en casa, como su antiguo hogar y por alguna razón, eso no le molestaba tanto como pensaba. Quizás porque a pesar de que esos recuerdos habían sido dañados por su hermano, ya no odiaba a Itachi. Era más fácil recordar los buenos tiempos ahora que no estaban empañados por "la traición."
—Esto explica por qué nunca regresaste —le comentó, ignorando completamente a Naruto. Le había dicho a ese idiota que no quería tener nada que ver con él, así que era hora de interpretar el papel. Observó su respuesta con atención, el pequeño asentimiento de su cabeza, la forma en que no apartó la mirada de él como hacia con Naruto, el pequeño paso hacia atrás que dio cuando él se acercó demasiado. Curioso, decidió mirarla, preguntándose si ella se retorcería y se apresuraría a regresar a la casa como un ratón. Para su crédito, ella continuó viéndolo a pesar de que parecía un poco incómoda. La diversión se apoderó de él cuando vio que la curiosidad también flotaba allí.
—¡Oi! —Naruto prácticamente le gritó al oído y Sasuke desvió la mirada, entrecerrando los ojos ante el Hokage—. ¡No me ignores, bastardo! Entonces, ¿qué piensas? Es todo tuyo, muy dulce ¿eh?
—Todavía es una prisión —dijo secamente el Uchiha antes de volverse hacia Hinata—. Tú. Hyūga. Estás bloqueándome el camino.
Hinata se apartó automáticamente antes de registrar sus palabras, aunque ya era demasiado tarde porque él ya estaba dentro. Podía sentir ojos sobre él mientras miraba a su alrededor. El lugar era pequeño y sencillo. El suelo era todo tatami y el aire tenía un aroma fresco. La casa era una mezcla entre moderno y tradicional, la cocina estaba a su derecha y estaba seguro de que allí el suelo no estaba cubierto con tatami, pero no podía verlo. Había un pasillo a la izquierda y la pared trasera que daba al exterior tenía una puerta corrediza de papel de arroz. Había un kotatsu y cojines en lo que él creía que era un comedor y un pequeño sofá, un sillón reclinable y un pequeño televisor. Más allá de eso, no había decoraciones reales, otro recordatorio de que esto no era un "hogar" sino más bien una prisión.
Una exploración más profunda reveló un baño bastante espacioso, un dormitorio que tenía un escritorio bajo, un futón y una pequeña cómoda. El segundo dormitorio era exactamente igual. El comedor conducía al patio trasero. Esto le impresionó un poco. Si bien el frente no era tan espacioso, la parte trasera tenía suficiente espacio como para una buena sesión de ejercicio. Incluso había muñecos de entrenamiento. Sasuke no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa; había estado sentado en un hospital durante seis semanas, no estaba fuera de forma, pero si finalmente iba a salir de aquí, tendría que mantenerse en forma. El hecho de que le permitieran este pequeño lujo no hizo que se olvidara de los sellos, Naruto señaló eso cuando se unió a él afuera.
—Nos vamos a deshacer de esos sellos —remarcó—. Sin embargo, el de tu frente... No podemos deshacernos de ese. Una vez puesto, se queda allí —incluso parecía culpable—. Todo lo que podemos hacer es "aflojarlo" para que puedas usar el Sharingan.
—¿Y cuándo será eso?
—Cuando decidas volver a ser uno de nosotros —la expresión de Naruto era severa y mortalmente seria—. Ese es el trato, Sasuke. Recuperaras tu Sharingan cuando vuelvas a ser un ninja de Konoha.
—Antes preferiría morir.
El Hokage suspiró y negó con la cabeza. No parecía desanimado; era más como si estuviera exasperado por tratar con un niño obstinado. Eso cabreó un poco a Sasuke.
—¿Cuál es el truco? —No tenía sentido posponer lo inevitable.
—Alguien que pueda activar los sellos estará contigo en todo momento —esta vez fue la Hyūga quien intervino, haciendo que Sasuke se volviera y parpadeara con ligera sorpresa. ¿Cuándo se había puesto detrás de él?—. Um, será una rotación semanal, para eso es la otra habitación. Te estaremos cuidando y atendiendo a tus necesidades. Si después de un año te portas bien, se acordó que la vigilancia será cada dos semanas, una semana alguien estará alguien aquí y la próxima estarás solo.
—Y yo vendre de visita cuando pueda —intervino Naruto—. Y también Sakura-chan. Así que no creas que te has deshecho de nosotros.
Quería poner los ojos en blanco. Tal situación solo ocurriría en sus sueños, estaba seguro. Descartando el comentario de Naruto, se centró en las palabras de la niña Hyūga. Un guardia por semana durante un año. Estaba seguro de que también habría guardias en la zona, por si acaso. Para colmo, lo pusieron en territorio Hyūga; rastrearlo sería tan simple. Realmente habían sido minuciosos al respecto, estaba impresionado. Entonces, en resumen, escapar sería extremadamente difícil incluso si pudiera conseguir que alguien lo ayudara. Tenía que conseguir que una persona liberara los otros sellos y le permitiera activar su Sharingan, eso aumentaría sus posibilidades a más del cincuenta por ciento. Un Hyūga sería ideal, un Hyūga de la casa principal sería excepcional. ¿Quién mejor para lidiar con un Hyūga que otro Hyūga?
La paciencia seria clave aquí. Estaba seguro de que enviarían a un Hyūga para que lo cuidara, solo tendría que esperar su momento y hacerlo funcionar. Si le enviaban una mujer cercana a su edad, sería aún mejor; Sasuke odiaba usar el hecho de que las mujeres lo encontraban atractivo para su ventaja, pero como shinobi y como alumno formal de Orochimaru, conocía y entendía el arte de la seducción y la manipulación. Lo odiaba, odiaba el hecho de que habían sido Orochimaru y Kabuto quienes se lo habían enseñado, pero ahora le sería útil, estaba seguro de ello. Casi podía escuchar a Orochimaru reír ahora mismo. Sasuke siempre había despreciado y rechazado ese tipo de entrenamiento, alegando que nunca lo necesitaría. La ironía de esta situación no se le escapó.
—Entonces, ¿quién es el primero? —Preguntó, caminando de regreso al interior, sin mirar para ver si lo seguían. Sabía que lo harían.
—Um, soy yo.
Deteniéndose abruptamente y ella chocó contra su espalda, espero a que soltara un chillido y una disculpa ahogada antes de volverse hacia ella. No, eso no era nada bueno. Aunque cumplía con los requisitos, Hinata estaba enamorada de Naruto y lo había estado durante años. No iba a llegar a ella. Incluso si él pudiera seducirla, de lo cual estaba bastante seguro de que podía hacerlo, sobre todo considerando las circunstancias entre ella y Naruto. Ella definitivamente se mantendría fiel al idiota y el idiota quería que se quedara sin importar nada. Ella le era inútil.
Bueno, al menos no era Sakura con sus miradas incómodas y sus momentos tensos y no era Ino que todavía estaba enamorada de él. Pensó que la Hyūga sería una compañía más tolerable; era callada y probablemente sería discreta en sus observaciones. Ella no era una de sus fanáticas, para su alegría y pesar, no podía manipularla tan fácilmente y no tendría que preocuparse por ignorar las miradas lujuriosas y escuchar suspiros de aflicción. De todas las mujeres que podría haber conseguido para su primera semana, a pesar del hecho de que todavía estaba algo enojado, ella no era tan mala.
—Espero que tu comida sea mejor que la de Karin —fue todo lo que dijo mientras le daba la espalda y se dirigía a su nuevo "dormitorio".
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Fin capítulo dos
Notas: ¡Hola! ¿Qué tal? Aquí esta el capitulo correspondiente al mes de mayo. La verdad es que últimamente me encuentro con un "bloqueo de ficker" y me ha costado tener los capítulos, por lo que espero me perdonen si la calidad de la escritura no es la usual.
Espero el capitulo les guste. Muchas gracias por leer, saludos.
Guest Marys: La verdad es que ni tanto, porque ahora estoy atravesando un bloqueo bien feo XD
Naoko Ichigo
