Capitulo 1

Mientras se encontraba viajando por aquel portal la sangre de dragón hizo un rápido recuento de todo lo que habia echo en su vida o por lo menos después de descubrir que es sangre de dragón, en un principio se habia llenado de buenas acciones, pero con el tiempo y las aventuras vinieron los errores y actos imperdonables, robo, matos inocentes y torturo se dio muy tarde cuenta de que se habia comportado como el mismo Alduin, persiguió el poder sin importarle a quien hiriera.

En esta nueva vida quiere evitar todo eso, deja todos sus errores atrás, aprender de su vida pasada para en esta nueva ser esa mejor versión de sí misma que siente que es, puede que no vaya a ser fácil aun mas teniendo tantos recuerdos de su antigua vida, pero nunca fue una cobarde que se desfila a la primera dificultad, así que solo seguiría adelante por muy difícil que se vuelva todo.

No tardo mucho mas tiempo al ver el final de aquel portal donde al fin pudo salir y ver el nuevo mundo en el cual viviría desde ahora en adelante, esperaba encontrarse con un paisaje exotérico y desconocido, pero en vez de eso noto como en vez de eso apareció entre tres paredes de piedra y una reja delante suyo, le tomo poco darse cuenta de que esta en una celda.

—Esto tiene que ser una broma— Pronuncio exasperada.

Se acerco a la reja para poder observar todo lo que la rodea, el lugar parece ser una prisión todo lo que hay de mas normal, aunque con muchos rastros de olvido como serian otras celdas donde las rejas se encuentran en el suelo o algunos muros los cuales se encuentran cubiertos de grietas y agujeros, tal parece ella cayo en una de las pocas celdas que aun parecen ser funcional y eso solo volvía todo mas exasperante.

Dejo escapar un suspiro en busca de tranquilizarse y ordenar sus pensamientos, puede salir de esa celda no hay ningún problema en ello la verdad, pero aun así aun tiene el problema de no saber si el lugar está habitado o no y sobre todo porque tipo de personas esta habitado, verla salir del calabozo sabiendo que apareció de la nada podria perturbar a mas de uno y no quería comenzar una nueva vida con un malentendido.

Por lo cual decidió analizar sus alrededores, gracias al alma de Miraak y de otros cuantos dragones pose un conocimiento extenso sobre muchas cosas, algunos más útiles que otros, y claro también gracias a su propia experiencia y preciso de esta ultima sale lo que mas podria ayudarla, recuerda hace mucho haber leído un libro sobre los diferentes tipos de cárceles de Tamriel el cual explicaba sus construcciones y las razones de porque habían sido echas de tal forma.

En la que se encuentra pose tres muros de piedra y una reja todo lo que hay de más normal, eso según el libro puede indicar varias cosas, la primera y mas notable es la ausencia de metales, la escasez de metales hace que solo hagan la parte frontal de la celda de metal y el resto sea echo de piedra, observando las piedras pudo notar que tampoco era la mejor construcción que haya visto…de echo deja mucho que desear.

Con ese simple análisis puede darse cuenta que la cárcel fue creada con los mínimos gastos posibles, tal vez porque no pensaban usarlas mucho, si fuese una parte exclusiva para la cárcel sin duda las celdas serian…mejores, también esta el evidente desgasto del lugar, lo cual le indica que posible esta abandonado o que nadie tiene algún tipo de interés en limpiarlo o arreglar las demás celdas, eso dejaba una sola opción todo el lugar esta abandonado y en el caso de estar habitado seguro es por bandidos o personas sin hogar.

Para asegurarse de ello se acerco a la puerta de la reja y con el uso de un hechizo de abrir cerraduras salió de aquella celda, ya libre camino por la cárcel haciendo el menor ruido que su entrenamiento de ladrona y asesina le permitían, la mayoría de las celdas parecían vacías, algunas tenían un esqueleto dentro, pero la más interesante fue otra celda que como la suya parecía en un muy buen estado y dentro acostado en el suelo se encuentra un chico.

No importa lo que diga la gente las apariencias pueden indicar muy bien que tipo de persona es alguien, por lo cual decidió mirar bien a ver si es un prisionero justificado o un pobre diablo que solo se encuentra en el mal lugar, noto un pelo rubio un tanto oscurecido por la suciedad, poseyendo un peinado alborotado pero con obvios rastros de corte lo cual indica que es por lo menos alguien que se preocupa por como se ve y que tiene el tiempo y los recursos para hacerse cortar el pelo y peinarse…aunque no es como que fuese muy caro hacerse cortar el pelo.

En cuanto a físico nada que decir, un chico delgado y una estatura un poco inferior a la suya, no parece ser un guerrero o bandido el peor crimen que hubiese podido cometer serian un robo y no de algo valioso, esa fue su conclusión, puede equivocarse y lo sabe por ello mismo fue que no hizo nada para sacarle de la celda, además de que le falta información por no poder ver la cara del rubio la cual se encuentra dando directo al suelo.

Manteniéndose en discreción salió de la prisión del lugar en búsqueda de mas pistas sobre el lugar en el cual se encuentra y sus posibles habitantes, no tardo mucho en llegar a lo que parece una sala principal la cual en el medio tiene una mesa de madera vieja sobre la cual reposan algunos restos de comida los cuales atrajeron algunas ratas y cucarachas, la presencia de esos restos le indican que la comida fue hace no mucho y el echo de no haber visto comida o restos de ella en la celda del chico encarcelado le deja en claro que mucho afán por mantenerlo con vida no tienen los habitantes del lugar.

Siguió explorando, pasando algunas otras puertas, como era de esperarse la sala con el comedor daba hacia todos otros los lugares del fuerte, cabría preguntarse ¿cómo sabe ella que es un fuere? Simple, esta muy acostumbrada a explorar fuertes y a estar dentro de ellos, aunque la arquitectura es diferente sigue estando las mayores señales que indican que es un fuerte, como toda su construcción echa casi en su totalidad de piedra y maderas gruesas y resistentes, la casi nula presencia de ventanas y por último la distribución de acceso rápido a cualquier lugar de interés desde la sala central.

Todo eso reunido hace un buen fuerte, además de que se encontró con un almacén que estaba pensado para guardar armas y suministros, encontró una cocina grande y los barracones en los cuales pudo ver a varias personas dormir, todos hombres y por su apariencia parecían mas bandidos que soldados.

Eso último es fácil saberlo, los bandidos…tienen poca higiene y no son tan cuidadosos con su equipamiento, basto con entrar a los barracones para sentir un olor fatal y con ver sus armas y armaduras para ver la pésima calidad de estas y sobre todo ninguna presencia de un símbolo demostrando que no son parte de un ejército o de algún grupo importante.

Luego de esa pequeña exploración decidió volver a la prisión donde usando otra vez su magia abriría la celda del rubio, posaría su mano en la boca de este ultimo para evitar que grite o hable fuerte y lo despertaría con una bofetada.

La obvia primera reacción del chico fue intentar gritar mas de miedo que de dolor, su mirada pareció calmarse cuando sus ojos aterrados se encontraron con el rostro de la morena la cual con una mera mirada le hacia entender que no tenia nada que temer, cuando estuvo calmado ella le hizo seña de no hacer ruido posando uno de sus dedos sobre sus labios el chico asintió y fue entonces cuando dejo su boca libre.

—¿Porque estas aquí?— Pregunto en un susurro la morena sorprendiendo un tanto el chico con tal pregunta.

—¿No…eres parte de ellos?— Ella le respondió con un movimiento negativo de la cabeza —Me capturaron yo-yo no se porque, dijeron que obtendrían un buen dinero por mí, es ilógico solo soy un chico que trabajaba de mensajero en un pequeño pueblo

Poca duda en su voz, el chico no parece estar inventándose nada, los pequeños momentos de duda fueron mas por lo confuso de la situación que por mentiras, eso habia sacado de el con hablarle tan poco, lo cual le daba un poco de confianza sobre su decisión, en cuanto al porque capturar al rubio pues o lo confundieron o es mas que un simple mensajero.

—Los bandidos no capturan a lo tonto, tienen mejores cosas que hacer, y si dijeron que ganarían un buen dinero contigo es por algo ¿Dijeron algo de venderte como esclavo?— Una pregunta que saber no llevara a mucho, el chico pose marcas en su rostro de obvios golpes, cuando capturas a alguien para venderlo de esclavo intentas no dañarlo mucho.

—No…yo no los escuche decir nada de eso— El escucho como un suspiro se escapaba de la boca de la morena.

Le hizo seña de quedarse en el lugar algo que el chico aun confuso acepto tal vez por temor de contrariarla, segura de que el muchacho se mantendría lejos la morena volvió a salir de la prisión esta vez negando cualquier tipo de discreción y yendo directo a los barracones, incluso sin actuar discreta los bandidos no parecieron escucharla tan sumidos en su sueño que estan, eso es otra muestra de su inutilidad, los soldados pondrían a alguien a vigilar tanto afuera del fuerte como dentro por si acaso.

Pero estos tipos no tienen eso todos parecen dormidos, tal vez algunos estén vigilando fuera del fuerte pero la presencia de todas las camas de los barracones ocupadas no parecía indicar eso, en todo caso son un total de siete hombres, no armados pues sus armas se encuentran en sus mayorías al pie de sus camas y sin armaduras pues duermen sin ellas.

Vaya bandidos más lamentables pensó la morena, sin duda no serian de los que se volverían el terror de un pueblo si son tan fáciles de tomar por sorpresa de esa forma, en fin, elevo sus manos no sin antes haberse puesto al extremo de toda la habitación donde tiene una vista excelente sobre todo en el lugar, con esa posición estratégica solo tuvo que comenzar a lanzar hechizos de parálisis sobre cada uno en el lugar, despertándolos si pero negándoles movimiento, lo hizo con todos menos con uno de ellos el cual no se despertó pues sus camaradas aunque despiertos no podían gritar por el hechizo.

Asegurándose antes que todos estén como ella quiere que estén fue que se dirigió hacia el único que no habia paralizado, tomo una daga que descansa al lado de la cama del bandido y la poso sobre el cuello de este despertándolo por el súbito movimiento tan cerca suyo.

—Hare preguntas, si escucho algo que no me gusta tu cuello será cortado ¿nos entendemos?— Su voz a los oídos de aquel bandido sonó como el siseo de una víbora amenazante eso combinado con su mirada despiadada y su expresión fría le quitaron al toque todo el sueño al bandido y por igual todas sus ganas de amenazarla o hacer un comentario ingenioso.

—S-si entiendo— Pronuncio asustado mientras con su vista intentaba ver a sus camaradas paralizados.

—Bien, el chico rubio en la celda ¿Por qué lo tienen capturado?— Para asegurarse de que no mienta ella acerco un poco mas el filo de la daga al cuello del bandido provocando un ligero corte el cual esta lejos de ser grave o preocupante.

—Fue un encargo si-Sir John Mandeville, él fue quien nos pagó para matar al chico, nuestro jefe pensó que sería buena idea solo capturarlo e intentar extorsionar al anciano ¡es todo lo que se te lo juro!— La mirada despiadada de la morena combinado con su rostro inexpresivo terminaron por tener un efecto mas grande de lo esperado sobre el bandido el cual acabo por orinarse encima por le miedo algo sentido por la morena con su olfato.

Bien con eso ella tiene todo lo que necesita, sostuvo con fuerza la daga y corto, hizo lo mismo con todos los otros bandidos en el lugar acabando de esa forma con sus vidas, un poco cruel y frio, pero por mucho que madurase gracias a sus años de meditación y por mucho que abandonara su lado salvaje y cruel sigue viendo a los bandidos como nada mas que escorias cual único castigo que merecen es la muerte, después de todo habían aceptado un contrato para matar un chico.

Volvió a la prisión donde se encontró al rubio sentado en el suelo frotándose el rostro el cual aun mostraba moretones tal vez en un intento de reducir el dolor que estos le proporcionan, ella se agacho para encontrar a la altura de este, la mano de la morena se vio cubierta de una luz dorada y cuando ella topo el hombro del joven este vio todo dolor y herida desaparecer en una brillante luz mágica, sorpresa fue lo que dejo ver su rostro cuando sintió tal magia sobre él.

—Dime ¿qué tipo de problemas tienes con un tal Sir John Mandeville? ya me he entretenido con los bandidos dijeron que tenían la orden de matarte bajo un contrato echo por ese hombre— al escuchar aquel nombre el joven se vio de inmediato pálido teniendo un gran miedo el cual comenzó a carcomer su ser.

Comenzó a balbucear asustado pero una mirada severa de parte de la morena fue suficiente para hacerle ponerse recto y hablar claro —Sir Jonh Mandeville…es mi padre, no lo sabía hasta hace poco— Hijo ilegitimo supuso la morena, uno el cual aquel anciano noble mando a matar…habitual entre la nobleza por muy repugnante que sea.

—Ya veo, vamos, tenemos que salir de aquí— y dicho eso los dos juntos se encaminaron fuera del fuerte, antes de salir ella se aseguro que nadie mirase afuera lo cual no fue el caso tal parece eran un pequeño grupo y poco competente…tal vez por eso los contrato, matar a alguien que no sabe defenderse no es difícil, y si son unos idiotas incapaces mejor porque tarde o temprano morirán por su propia idiotez y se llevaran el secreto a la tumba.

Fuera la morena confirmo que tenía razón es un fuerte, abandonado la razón fue obvia, la muralla que rodea el lugar esta echa trizas tomaría muchos recursos repararlas y tiempo el cual en medio de un conflicto es algo complejo, no sabe si ese conflicto aun está vigente, pero en todo caso logro entender porque el abandono.

Junto al joven rubio ellos se lajearon mucho antes de que comenzaran a hablar o mas bien antes de que este último decidiera hacer una pregunta —¿Quién es usted?

—Ho verdad, no me he presentado, me llamo Sheva Al-Skaven, aventurera solo pasaba por aquí vi el fuerte y me dije "vamos a explorar" ya sabes lo típico— A pesar de la sincera sonrisa en el rostro de la guardia roja el muchacho no se vio muy convencido por esas palabras tal vez porque parecía muy estúpido que una persona en solitario entrara en un fuerte habitado por bandidos solo por explorar.

además, se preguntaba también como es que esa mujer puede ser tan cambiante, en el fuerte no podia ser mas seria y aterradora con sus miradas severas y su voz decidida y ahora solo dijo algo estúpido con una sonrisa tan calmada que no pareciera que viniese de rescatarlo.

—Ya veo…no tengo dinero con el cual pagarte y…no creo que pueda volver a casa— Los dos se detuvieron unos cuantos segundos antes de que ella dejara escapar otra sonrisa esta vez un tanto emocionada eso le pareció aun mas extraño al chico y algo aterrador la verdad.

—Sabes siempre quise tener un aprendiz…es decir ya tuve uno, muy bueno el chico sigue siendo un gran aventurero Erik…ya esta algo viejo— Eso ultimo hizo que el brillo en sus ojos se fuese por unos instantes atrayendo otra vez la atención del rubio sobre los cambios repentinos en el humor de la fémina —¡Pero eso no importa! Lo importante aquí es que no puedes volver a tu hogar y no tienes para pagarme, así que me pagaras con tu servicio después de todo te salve la vida, me debes eso, así que te formare y serás mi ayudante explorando este nuevo lugar, soy recién llegada a… ¿cómo se llama este reino?

—Pues…se llama Oestia, ósea el reino actualmente estamos en la provincia de Feoh— Por alguna razón no le está gustando el giro de la situación al joven.

—Eso, dijiste que eras mensajero, supongo que debes conocer bien el reino, serás mi guía y me ayudaras a explorar, te entrenare y así me pagaras la deuda que tienes conmigo y no puedes decir que no, después de todo no tienes mejores opciones ¿o sí?— La ultima pregunta ella la hizo con cierta malicia en su voz esa malicia de alguien que sabe que posee la total razón.

En cuanto al joven se puso a pensar…las cosas se habían alterado mucho para el en tan poco tiempo, solo fue recientemente que se entero que comparte sangre con el hombre mas afortunado del reino y posible del continente, esto conllevo a su captura y casi asesinato y ahora…ahora se encuentra sin poder volver a su hogar con el riesgo de ser otra vez víctima de un intento de asesinato, su única opción es estar con la extraña mujer de piel oscura y humor cambiante, después de todo ella acabo por si sola con un grupo de bandidos debe ser alguien competente capaz de protegerlo.

Analizando sus posibilidades quedaba claro que lo mejor para hacer es ir con ella, por lo cual con cierto pesar dejo escapar un suspiro y la observo —Esta bien, me llamo Revuashu un placer señorita Sheva.

—Revua…te llamare Rev, y no me llames señorita podria ser tu madre, aunque me vea joven tengo mis años— Dicho aquello ella solo comenzó a avanzar con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

En cuanto a Rev solo dejo escapar una expresión de desconcierto ante toda la situación, todo sucede tan rápido, no tuvo mas que hacer que dejar escapar un suspiro y seguirla esperando que no hiciese una locura volviéndose un aliado de la exótica fémina.