Continuando y aquí las cosas se ponen picantes.
La vida es una locura - Historias paralelas
Erica y Virgil - Parte 2
Cinco meses después…
Era un sábado por la noche y el servicio de la posada ya había terminado después de las diez, los empleados estaban acomodando las sillas sobre las mesas mientras Erica estaba terminando de hacer la comida para ellos, también unos bocadillos para ella y alguien más.
Pronto la Lopunny adulta escuchó como un camión estaba llegando y estacionando fuera del lugar, salió a ver pero se vio como estaba, vestía una camiseta lavanda mangas largas con unos pantalones blanco y un delantal amarillo claro. Al cerciorarse que está muy bien, salió a recibir al recién llegado.
Fuera de la posada, se estacionó un camión de carga en el estacionamiento y de este bajo Virgil, que se veía mucho mejor que antes, su barba estaba recortada y mejor arreglada, también había empezado a hacer ejercicio consiguiendo algo de músculo y bajar de peso, aunque tenía todavía su panza esta ya no era tan grande, iba vestido con una camisa roja a cuadros manga larga, pantalones azules, una gorra blanco con azul. Su ropa estaba limpia.
-¡Virgil! -Erica salió de su posada y fue directamente a él.
-¡Erica! -Virgil escucharla también la llama mientras va a ella.
Los dos Lopunny se encuentran y se abrazan luego de casi dos semanas sin verse. Los dos se habían hecho muy buenos amigos tras conocerse mejor, Virgil le traía a Erica varios ingredientes y otras cosas de sus viajes mientras esta le preparaba comida para cuando partía, si no estaba trabajando el Lopunny adulto se quedaba en la posada ayudando a la Lopunny adulta y pasando tiempo con ella.
No les gustaba mucho separarse por días pero el volverse a ver hacía que la espera valiera la pena.
La señora Botticelli le da un beso en la mejilla al Señor González.
-Me alegra tanto verte. -Dijo Erica sonriendo.
-Igualmente. -Dijo Virgil devolviéndole el beso en la mejilla para tomarla de mano y hacer que esta diera una vuelta. -¿Sabes? Siento que no ha pasado un solo día desde que te conozco y sigues siendo hermosa.
-Qué halagador. -Dijo la Lopunny adulta entre risas para tomarlo de la cintura. -Tú por otro lado te ves en mejor forma que antes. Más guapo. -Gruñe de forma coqueta.
-Eso es gracias a ti, tus comidas y el ejercicio. -La toma de la cintura.
Ambos Pokémon de tipo normal se rien antes de separarse y entrar a la posada. Ya es costumbre entre ellos decir este tipo de cosas.
Se dirigieron a la cocina para servirle la cena los empleados, quienes saludaron a Virgil apenas lo vieron, se llevaban bien con este. Erica entregó la comida y se retiró a su cuarto, no sin antes agradecerles por su duro trabajo del día, se llevó los bocadillos a su cuarto mientras era acompañada por el Lopunny adulto.
Entras los empleados, dos eran una Furret y una Whimsicott hablaban entre ellas.
-Viste como la jefa fue a recibir al camionero, por un momento pensé que lo iba a besar en la boca. -Comentó la Furret.
-Sí, está feliz de verlo hasta se puso esa ropa para él. -Agregó la Whimsicott. -No me sorprendería que esta noche finalmente tengan sexo.
-Eso espero. -La Pokémon de tipo normal suspira. -La jefa no había sonreído así por alguien desde su esposo.
-Ha estado deprimida desde entonces y más cuando su apuesto hijo se hizo independiente. -La Pokémon de tipo planta/hada suspiro. -Ella merece volver a ser feliz.
Mientras tanto en la habitación de Erica, está junto con Virgil viendo una serie de drama medieval mientras comían los bocadillos que ella preparó.
Cabe decir que a los dos Lopunny les gustaba ver todo tipo de series por las noches, desde comedias, policías y hasta de doctores, siguiendo la trama de estas. Cuando Virgil no podía verlas por estar trabajando, la Lopunny hembra grababa los episodios y lo esperaba para verlos juntos, de esa forma no se perdía nada.
Intentando tomar uno de los bocadillos fue que sus manos se encontraron y estos dos se vieron.
-Es el último sandwich. -Dijo Virgil. -Deberías tenerlo.
-No, tómalo tú. -Dijo Erica. -Estuviste conduciendo todo el día para llegar hasta aquí.
-Tú trabajaste todo el día y lo preparaste, es tuyo.
-Ni hablar. Tú debes estar muy hambriento.
Los dos se pusieron excusas el uno al otro para ceder el sándwich, hasta que a la Lopunny adulta se le ocurrió algo.
-¿Sabes? De hecho, si quiero ese sándwich. -Dijo sonriendo mientras lo tomaba.
-Pensé que no lo querías. -El también lo toma.
-¿Con que si lo querías? Tragón.
-Solo quería ser amable y dejar que lo tengas, pero si lo quiero.
Ambos se vieron de forma desafiante e intentaron comerse el sándwich al mismo tiempo, logrando comerse la mitad cada uno pero pronto se dieron cuenta que sus labios se tocaron en un beso accidental y se separaron rápidamente, tragando algo pesado.
Las cosas se pusieron algo incómodas entre los dos, no tenían idea de que decir para alivianar las cosas pero tampoco querían decir algo que hicieran las cosas más incómodas.
-Eso fue… -Dijo Vigil sin mucha idea. -Fue solo…
-¿Un accidente? -Preguntó Erica algo nerviosa.
-Sí… pero también fue…
-¿Un descuido?
-Exacto.
Ambos se quedan callados un momento hasta que la Lopunny hembra vuelva a hablar.
-¿Sabes? Esto es ridículo. -Dijo. -Somos dos adultos y nos avergonzamos por un beso accidental como dos niños.
-Sí es verdad. -Agregó el Lopunny macho. -No es que nos fuéramos a abrazar muy cariñosamente. Así. -La abraza apegándose a ella.
-Verdad. Y yo no te estaría abrazando del mismo modo y con mis piernas. Así. -Ella corresponde el abrazo y lo rodea con sus piernas.
-Luego me pongo encima tuyo. -La echa y se pone encima de ella sin dejar de abrazarse. -Y empiezo a mover mis caderas así. -El mueve sus caderas en un vaivén contra las de ella.
-Y yo empezara a decir '¡Oh Arceus!' '¡Sí, sí!' -Ella finge gemidos de placer.
Los dos se empiezan a reir por fingir que tienen sexo, hasta que dejan de reirse y se ven a los ojos.
Quedaron viéndose por un rato, estaban perdidos en los ojos uno del otro. Era como si pudieran ver el anhelo uno del otro por el contacto de otra alma luego de mucho tiempo de estar solos, no solo físico sino también sentimental. Pero ellos no lo sabían.
Estuvieron así por uno o dos minutos, fue entonces que Virgil se levantó separándose de Erica para que pudiera sentarse.
-Bueno… -Él le sonríe un poco. -Fue un día muy largo…
-Sí… -Respondió ella sonriendo del mismo modo. -Ya debemos descansar.
Él asiente y se levanta de la cama, ella lo acompaña a la puerta para darle las buenas noches y un beso de despedida en la mejilla, él le devuelve el beso y se retira a su cuarto pero antes dejaría la charola y los platos de los bocadillos en la cocina.
Erica queda sola en su cuarto y suelta un suspiro pesado antes de irse a su cama donde se queda pensando en lo que acababa de suceder. El beso y cómo estaban posicionados antes de despedirse, ella pudo sentir algo duro contra la parte baja de su abdomen, si no fuese por la ropa lo hubiera sentido por completo.
De solo pensar en ello, la ponía algo caliente y mojada, tanto que empezó a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnuda. Una vez sintiéndose libre de sus prendas, empezó a tocarse su zona íntima con su mano derecha mientras se estrujaba su seno izquierdo con su mano libre, se estaba imaginando a Virgil tocandola y penetrándola con su duro miembro.
Ya era la cuarta vez que fantaseaba con alguien más que no fuese su fallecido esposo, no entendía por qué, pensaba que solamente podría sentirse atraída sexualmente a él y ya. Solo esperaba que eso se quedará en la fantasía.
Pero no era la única que se estaba tocando.
Luego de volver de la cocina, Virgil se echó en su cama y se desvistió por completo mientras pensaba en Erica, como esta esta encima de él moviendo sus cadera de arriba a abajo con su miembro dentro de la intimidad de esta y sus pecho rebotaban. Imaginaba todo esto mientras se masturbaba su erecto miembro con su mano derecha.
No era la primera vez que hacía esto, ya que lo había hecho antes solo que no pensaba en alguien más que no era su ex esposa. Esperaba que esto fuera temporal.
Los dos Lopunny llegaron a sus límites de autosatisfacción, con Erica dejando que los jugos vaginales salieran disparados de ella mientras Virgil eyaculaba de su miembro. Tras ello se cubrieron con sus sábanas y se durmieron.
A la mañana siguiente, las cosas estaban transcurriendo con normalidad, salvo por la tensión que había entre Erica y Virgil por lo de anoche. Cada vez que se veían a los ojos desvían la mirada hacia otro lado, era claro que le afectó lo de anoche.
-La jefa y el camionero no lo hicieron anoche. -Dijo la Furret.
-Se nota que solo tuvieron unos roces anoche. -Dijo la Whimsicott. -¿Deberíamos hacer algo?
-No. Ellos son adultos y lo resolverán.
Virgil estuvo un poco pensativo mientras terminaba de comer su desayuno, no tanto por lo de anoche sino por otro cosa y esto era algo que tenía que ver con Erica. Era algo que quería preguntarle, aunque algo le decía que iba a recibir una negativa, ya no era joven como antes y no tenía mucho que perder.
-Erica. -Llamó a la Señora Botticelli por su nombre.
-¿Sí Virgil? -Pregunto esta mientras se acercaba a él. -¿Qué necesitas?
-... -Toma un poco de aire y suelta su pregunta. -¿Quieres salir esta noche?
-¡E-Eh…! ¡¿EH?! -Esta se sorprende mucho. -¿Com-Como en una ci-cita?
El Lopunny macho asiente algo avergonzado. La Lopunny hembra no se esperaba esta pregunta, si bien había salido con este fueron más a hacer compras y otras cosas, no a una cita solos. Bien le habían hecho proposiciones de citas antes por otros Pokémon luego de la muerte de su esposo y los rechazo, pensó que podría hacerlo nuevamente pero por alguna razón dijo lo siguiente.
-Sí… Sí quiero salir contigo. -Lo dijo con una sonrisa algo temerosa.
-Muy bien… -Virgil se mostró algo sorprendido. -Salimos cuando baje el sol. ¿Te parece bien?
-Me parece muy bien. -Dijo Erica. -¿Y a dónde iremos?
-A la ciudad costera a pasear, comer en un lugar sencillo y quizás ver la playa. -Dijo.
-Eso suena muy bien.
Los dos Pokémon se separaron mientras las empleadas tenían sonrisas en sus rostros, al fin su jefa iba devuelta al juego del amor. Solo esperaban que todo saliera bien.
Pasado la tarde y muy cerca del atardecer, la hora para la cita se aproximaba. El Lopunny macho esperaba cerca de su camión, iba vestido con una camisa manga corta blanca con pantalón de vestir color beige. Está algo nervioso por esperar a su cita y que se presente.
Pronto vio que de la posada salió la Lopunny hembra con su cabello arreglado en una cola junto a sus orejas y un suave maquillaje en su rostro, llevaba con un vestido aguamarina con falda por debajo de las rodillas y una chaqueta pequeña color blanco con un bolso del mismo color que su vestido. Se veía muy hermosa.
Ambos se quedan viéndose por un rato antes de acercarse el uno al otro.
-Hola… -Dijo Erica algo temerosa.
-Hola… -Dijo Virgil algo nervioso. -Luces muy hermosa.
-Gracias… Tú te ves muy apuesto. -Comentó ella. -¿Ya nos vamos?
-Ah, Sí. Por favor sigueme. -La ofrece llevarla del brazo y ella acepta.
Suben al camión y parten a la ciudad costera, en el camino fue muy callado, solo tuvieron varios cruces de mirada y una que otra risa pequeña por ello hasta que llegaron a su destino.
Los dos caminaron un poco por la ciudad mientras buscaban dónde cenar.
-Disculpame que no haya podido buscar y hacer reservaciones en un restaurante antes. -Dijo Virgil mientras caminaban. -Hace mucho que no salgo con alguien.
-Descuida. -Dijo Erica agarrándose del brazo derecho de este. -Yo tampoco he salido así en años, y debo decir que no me había fijado en cuanto ha cambiado la ciudad hasta ahora. -Comentó. -Tal vez podamos comer en algún café o hasta en un bar, si así lo quieres.
-¿Te gustan los bares? -Pregunto y ella asiente. -No pensé que fueras de las que les gusta beber.
-No tomo todo el tiempo, de vez en cuando lo hago, tengo cerveza en la posada para vender y una mini nevera con bebidas que guardo para mí e invitados. -Dijo Erica sonriendo.
-Me lo muestras después. -Dijo Virgil mientras ve un café abierto. -Mientras ¿Vamos por unos pastelillos para comer?
-Eso suena muy bien.
Entrar al establecimiento donde no habían muchos clientes y se veía muy tranquilo, fueron a la caja registradora para hacer su pedido, Erica pidió una taza de té con un pastelito de vainilla y bizcochos, mientras Virgill pidió un café con chocolate y un pastelito de fresa con tres galletas de avena.
Tomaron asiento en una mesa cerca de una ventana, quedando frente a frente. Por lo que hablaron un poco.
-Virgil. Tengo una duda. -Dijo Erica.
-Sí, dime. -La escucho.
-¿Alguna vez pensaste en tener hijos?
-Mm… -Lo pensó un poco. -Sí, pero como dije antes no tengo y no pude tener.
-De acuerdo, no necesitas decirme más. -Dijo Erica.
-¿Y qué hay de ti? Sé que tienes un hijo pero no querías tener más. -Comentó.
-Sí, quería tener más luego de Timothy. -Respondió. -Edgar y yo lo intentamos varias veces pero no lo conseguimos. -Se puso algo cabizbaja avergonzada.
-¿Qué pasó?
-Bueno… -Se incomodó un poco y le hizo una señal para que se acercara a ella. -...Fuimos a un doctor para ver qué pasaba y descubrimos que Edgar era casi estéril. -Le susurra. -No importaba cuanto lo intentaramos, la posibilidad de tener hijo era muy baja y el doctor dijo que tener a Timothy fue un milagro.
-Vaya… -Dijo y se volvió a sentar de forma normal. -...Lamento escuchar eso y hacerte rememorar.
-No te preocupes y la verdad es que pese a ello, no voy a negar que goce de los intentos. -Dijo con una sonrisa picara.
-Y luego dicen que los machos somos los pervertidos. -Comentó.
-Aja. -Dijo esta sin creerle. -¿No eres tú quien me dice hermosa cada vez que me ve?
-Solo digo la verdad. -Se defiende.
Ella ríe por ello y pronto reciben el llamado para recoger sus pedidos. Disfrutaron de la comida y luego se retiraron para ir a ver la playa.
Tras un pequeño viaje llegan a la playa donde se sientan en la orilla del camino, observando las olas y sintiendo la fría brisa marina.
Erica rememora un poco cuando Edgar la traía a ver la playa de vez en cuando, estos recuerdo la hacen sentirse nostálgica por lo que termina inclinándose a su derecha sobre Virgil, quien se sorprende por ello y solo la rodea por los hombros con su brazo.
Ambos estaban disfrutando de su compañía y se sentían muy bien con ello. Ellos no se habían sentido así desde hace mucho tiempo.
El silencio fue roto cuando el Lopunny macho habló.
-Erica.
-¿Sí Virgil? -Preguntó la Lopunny hembra.
-Me contaste algo muy personal y debo decirte algo igual.
-No es necesario que hagas eso, pero si lo pones de ese modo lo acepto. -Dijo con una sonrisa burlona.
-Vaya Lopunny que eres. -Él suspira un poco. -Bueno. Lo que pasa es que huí de mi país luego de divorciarme.
-¿Cómo? -Eso la tomó por sorpresa. -¿Por qué?
-Por qué mi ex esposa Margaret es una Pokémon horrible que me hizo la vida un infierno cuando nos casamos. -Respondió. -Se gastaba mi dinero, salía constantemente con sus amigas a buscar otros machos, me engañaba todo el tiempo y para colmo me culpaba de todo. -Se mostró molesto. -No sé qué fue lo que vi en ella pero no era real.
Ella se sienta de forma normal y ve que estaba decaído.
-Descubrí que estaba embarazada, yo no era padre por ello pedí el divorcio pero ella convenció a todos de que la maltrataba y era el malo. -Se escuchó triste. -Lo perdí todo, mi trabajo, mi casa, mis padres ya no querían verme y mis amigos me abandonaron, debía darle pensión a esa malvada y sus bebés mientras vivía en mi casa con el padre de estos. -Se le formaron lágrimas. -No podía soportarlo más y tuve que dejar mi país con lo poco que tenía. Nadie sabe que estoy aquí… Deben pensar que estoy muerto.
Pronto siente como es abrazado fuertemente por Erica, que lleva su cabeza cerca de su pecho. Virgil siente la necesidad de llorar y lo hizo, con tal de sacar toda esa frustración, enojo y tristeza que había guardado durante mucho tiempo y que lo estaba comiendo.
El Lopunny macho pese a mostrarse débil e impotente ante la Lopunny hembra, a ella no le molestaba, ahora entendía el por qué de su situación actual de vida. Se sentía mal por él y quería ayudarlo de alguna forma, pero cómo hacerlo cuando ella no dejaba ir el dolor por perder a su esposo. Esto era todo lo que podía hacer por él.
Necesito unos minutos para dejar de llorar y recomponerse.
-Disculpame por haber llorado de ese modo. -Virgil se limpiaba las lágrimas.
-No te disculpes. -Dijo Erica mientras acariciaba su cabeza. -Soportaste muchas cosas por culpa de una Pokémon muy mala. No merecías ser tratado de ese modo.
-¿Tú crees? -La ve a los ojos
-Un día todos sabrán la verdad y esa malvada pagará por lo que te hizo. -Le sonríe un poco. -Solo ten fe en ello.
El también le sonríe y le devuelve el abrazo mientras acomoda su cabeza pegando su rostro con el de ella. Ambos se quedan así por un minuto antes de volver a ver a los ojos.
Con la luz de la luna, no pudieron evitar pensar uno en el otro mientras sus rostros se volvían a acercar para juntar sus labios en un suave beso.
Para Erica, este beso si bien le recordaba como solía besarse con Edgar, podía sentir que este era diferente pero no por ello desagradable, le gustaba mucho el cómo se sentía y quería más. Mientras para Virgil, este beso era mucho más cálido y dulce que lo que le daba su esposa, era algo que no había sentido antes y no quería que esto parara.
La falta de oxígeno hizo que ambos se separaran para recuperar el aire, y al verse uno al otro estaban sonrojados que se podía ver por encima de su pelaje marrón, incluso si el pelaje de Virgil era más oscuro que el de Erica.
Estuvieron callados por unos segundos hasta que la Lopunny hembra habló.
-Ya debemos volver… -Desvió un poco la mirada.
-Sí se está haciendo tarde… -Agregó el Lopunny macho separándose de ella.
Subieron al camión y partieron de vuelta a la posada, el viaje fue silencioso, ambos llegaron algo cansados por lo que se fueron a dormir a sus cuartos. Lo curioso es que sonrieron al estar en su soledad y nuevamente se desvistieron y quedaron desnudos, para masturbarse en cama pensando uno en el otro.
Erica podía imaginarse siendo besada por Virgil a la vez que la penetraba y probaba sus senos, mientras Virgil pensaba en los suaves y dulces labios de Erica mientras imaginaba como ella lo montaba. No tardaron mucho en llegar al orgasmo al mismo tiempo y tras ello se fueron a dormir, sin saber que esas fantasías iban a volverse realidad.
Hasta llegamos y continuamos la historia la próximamente. Y habrá una actualización de 'La vida es una Locura'.
Espero que les haya gustado.
Chau.
