Senku Ishigami, 5 años, primero de primaria.
Reporte por golpear a su compañero e iniciar una pelea en el patio de la escuela.
Se solicita la presencia de sus padres, algún familiar o tutores legales.
Atentamente, dirección de la Escuela Morningstar
Tanto Xeno como Stanley se mantenían serios leyendo aquella comunicación que ni bien entró su mocoso al departamento les entregó mientras los observaba con una mirada seria con el ojo izquierdo completamente morado.
Xeno suspiró mientras masajeaba sus sienes, era apenas el segundo día de Senku en esa primaria y ya se encontraba con reporte, pero fiel a las creencias de todos los libros sobre paternidad que había leído el último año decidió preguntar.
—Senku ¿Quieres explicarnos estos? Y por favor se breve .-se sentó frente al niño mientras lo veía con las cejas alzadas, esperando la respuesta
Senku tragó un poco de saliva antes de responder mientras se metía el meñique en el oído tratando de verse despreocupado.
—El otro idiota empezó...
—Ajá mocoso, pero queremos saber qué te llevó a golpearlo y terminar con esto morado .-Stanley se acercó a picar un poco el ojo del pequeño mientras este soltaba un quejido de dolor.
Senku dudó mientras gruñía por el toque y apretó las manos en puños ligeramente mientras veía hacia los zapatos de ambos hombres frente a él.
—Dijo que mi mamá no era tan buena cantante y por eso estaba bien muerta...
Eso sorprendió a ambos adultos, Senku no se caracterizaba para nada por ser violento, de hecho, desde la muerte de sus padres se había vuelto sumamente reservado y solo hablando con ellos dos además de seguir siendo extremadamente curioso e inteligente. Tanto Xeno como Stanley hicieron la misma pregunta
—¿El otro quedó peor? .-ambos adultos se vieron arqueando una ceja.
—No es bueno que le célebres la violencia Stanley.
—Lo mismo podría decirte a ti .-suspiró mientras se inclinaba a la altura del niño-. Escucha mocoso, no está bien golpear a otro, ni aunque se lo merezcan .-vio que quiso reclamar y inmediatamente le tapó la boca-. Dije que escucharás. Cómo decía, ni aunque se lo merezcan debes de golpear a la gente, pero créeme que muy dentro de mí me siento extremadamente orgulloso de que hayas defendido a tu madre de esa manera, pero no es la forma.
—Pero tú siempre andas golpeando gente...
—Pero yo golpeo gente mala y de mi tamaño... Aunque no me molestaría golpear al chiquillo que habló así de Lillian... .-sintió como Xeno lo golpeaba con un libro bastante pesado, pero ni se inmutó.
—No le digas esas cosas, idiota .-suspiró mientras se acercaba a buscar el botiquín para poder curarle de forma correcta el moretón-. En una cosa tienes razón. Senku la violencia no es para nada elegante y no está bien resolver los problemas de esa manera, cuando alguien te moleste con esos tipos de comentarios o de cualquier tipo debes decirle a tu maestro o maestra, incluso a nosotros y arreglaremos el problema de una forma más civilizada para que no termines con toda la cara morada .-se acercó a niño mientras colocaba un algodón con crema concentrada en relajantes musculares y escuchó cómo el niño chillaba ante el tacto de este-. Sin reclamos, en parte en tu culpa.
Senku simplemente apretó más los puños mientras veía con cierto resentimiento al adulto, pero suspiró aliviado cuando esté retiro el algodón y ciertamente su ojo se sentía mucho mejor.
—Lo tendré en cuenta .-rodó los ojos mientras se relajaba, sabía que sus tutores/tíos tenían toda la razón, pero no por eso significaba que su enojo por el comentario de aquel idiota hubiera acabado del todo-. ¿Ya me puedo ir a mi habitación? Tengo tarea.
—Sep, pero antes .-Stanley le desordeno un poco el cabello mientras se levantaba-. No vuelvas a hacer estupideces o me harás inscribirte en la academia militar.
Senku sintió un escalofrío mientras asentía rápidamente y se iba prácticamente corriendo, no era la primera vez que lo amenazaban con eso, pero por alguna razón sentía que esa sería su última advertencia.
Stanley suspiro mientras se tiraba al sillón y encendió un cigarrillo, cigarrillo que fue apagado rápidamente por Xeno quien lo apuntaba con la pistola de agua que siempre cargaba desde que comenzaron a vivir juntos.
—Te he dicho que fumes ese alquitrán en la terraza, no quiero que el mocoso desarrolle problemas pulmonares. Su salud de por sí ya es bastante mala .-caminó hacía la terraza siendo seguido por Stanley. Se sentó en la banca que colocaron allí, junto a un telescopio para que el niño se sintiera más en casa puesto que Xeno sabía que Byakuya gustaba de salir a ver las estrellas con él.
—Es costumbre, se me olvida .-comentó mientras se recargaba en la baranda para encender otro cigarrillo y allí se quedó mirando hacia ningún lado en especial.
Estaban compartiendo un silencio incómodo, ambos hombres habían pasado por mucho el último tiempo y seguían teniendo un par de problemas con lidiar con la custodia del pequeño Ishigami, ambos sabían que las reglas de aquel estado en que vivían permitían que una pareja homosexual adoptara un niño, pero los japones quienes eran demasiado conservadores en ese tipo de cosas era un tema aparte, y su mocoso era japonés así que seguían en un periodo de prueba por lo menos otros cuatro años más.
—Ya suéltalo, Stan desde aquí escucho como maldices .-Xeno fue el primero en hablar rompiendo aquel silencio agradable.
—El mocoso tuvo toda la razón en golpear al niño ese .-expulsó el humo de su boca mientras apagaba el cigarro y se giraba a ver a su pareja con una expresión seria-. Insulto a Lillian, de no ser porque no me meto con niños yo mismo le hubiera dado un susto.
—La violencia no resuelve nada Stanley, lo dicen los libros .-cruzó las piernas mientras lo veía desafiante-. Entiendo que te haya molestado lo que dijo sobre Lillian, me sorprende que haya gente disguste de su música, hasta los días de hoy se siguen escuchando.
—¡Y una mierda tus libros Xeno! .-lo apunto mientras fruncía el ceño-. Senku necesita aprender a defenderse y tener disciplina. Te dije que la mejor opción era meterlo a la academia militar.
—¿Acaso escuchas lo que dices? .-alzo la ceja mientras se paraba a encararlo-. El mocoso necesita seguir yendo a terapia, no van ni dos años de que perdió a sus padres. El trauma que tiene aún es gigante, yo igual estoy enojado por lo que dijeron sobre Lillian, pero mañana tenemos que ir a la escuela y lograr que Senku se disculpe.
—¡¿Disculparse?! .-lo tomó de los hombros mientras lo sacudía levemente-. ¡El que debe disculparse es el otro mocoso! Insultaron a su madre Xeno, a su madre muerta. No es la primera vez que reacciona así cuando hablan mal de alguna de sus padres, en el jardín infantil provocó que su volcán de espuma con algunas piedras en él le saltó a un profesor que habló mal de los inventos de Byakuya, Senku necesita disciplina y a la próxima vez que cometa alguno de esas cosas juro que lo meteré a la academia.
Xeno se soltó del agarre de su pareja mientras lo apuntaba con el ceño mucho más fruncido que el del otro adulto.
—¡No! No necesita ir a esa mierda de academia, te recuerdo que para mí fue un infierno y estoy seguro de que para el mocoso será igual .-dio un paso adelante para quedar mucho más cerca de Stanley y su cara-. Admito que necesita disciplina, pero de eso nos encargaremos aquí, en casa, en NUESTRA casa. No necesitamos enviarlo a una estúpida escuela militar donde le quitarán las pocas ganas de vivir que ya tiene.
Stanley dio un largo suspiró mientras cerraba los ojos presionándolos con sus dedos, era una conversación recurrente el tema de meterlo al niño en la academia donde él y Xeno se conocieron de niños, sabía que el científico tenía razón en decir que no fue nada agradable para él.
—Escucha, no quiero discutir esto otra vez .-Xeno se alejó levemente parándose recto y viendo a su pareja-. Además, si lo enviamos allí le estaremos dando la razón a esos japoneses idiotas de que no podemos cuidarlo. Le prometimos a sus padres cuidarlo y yo planeo cumplir mi promesa.
Xeno tenía su punto, ambos habían prometido cuidar del niño, les dijeron a sus padres que lo harían y él le había prometido a Lillian que protegería a Senku con su vida.
—Bien, tú ganas .-suspiró una vez más mientras abría los ojos para verlo-. Pero si necesita aprender a defenderse, me encargaré de enseñarle eso al mocoso .-vio que Xeno quiso reclamarle y aplicando el mismo método que hizo con Senku, tapo su boca y lo agarró por la cintura pegándolos-. Y no quiero oír excusas respecto a eso, no pienso volver a ver al mocoso con el ojo morado solo porque no supo defenderse bien, y está bien quizás no lo ocupe, pero nunca está demás aprender a defenderse. Es el hijo de una fallecida cantante sumamente famosa a nivel mundial y de un inventor e impulsor de la nueva robótica futurista, no me sorprendería que alguien quisiera secuestrar al mocoso para vaciar la cuenta bancaria que le dejaron sus padres.
Y allí Stanley tenía su punto, era cierto que el niño había heredado billones de dólares y yenes que iban en aumento, puesto que los discos de su madre se seguían vendiendo hasta los días de hoy; y las patentes de robótica de su padre junto a la pequeña compañía que fundó en Japón igual iba en aumento.
Xeno gruño contra la mano de Stan y asintió resignado, no quería pensar en que algo le pasará al niño.
—Tú ganas con eso .-quito la mano en su boca de un golpe y justo cuando estaba por librarse del brazo de Stanley este lo tomó de la barbilla para besarlo
El beso de Stanley sellaba su victoria en tema, subió la mano que sujetaba la cintura de Xeno a la mejilla de este para acariciarla suavemente, aunque fuera un beso de victoria también quería transmitirle su perdón por alterarse y cuando noto que era correspondido simplemente sonrío sobre los labios de su pareja para disfrutar de aquel momento.
Se quedaron así un rato más hasta que escucharon una leve melodía, cuando se separaron y giraron para ver hacia el interior del departamento se encontraron con la imagen del pequeño Senku tarareando la que era su canción favorita de su madre, todo esto mientras colocaba la mesa para la cena, ignorando a los adultos en la terraza.
Senku siendo digno hijo de su madre tenía una voz sumamente potente a tan corta edad, cantaba distraídamente la canción que está le dedicaba cada vez que tenía miedo por las noches, escuchándola a un volumen moderado en estéreo de su nuevo hogar.
One Small Step era una canción con sentimiento, sentimientos de una madre que quería demostrar por medio de la música que nada era imposible para su pequeño.
Ambos adultos jadearon ante la imagen, no por miedo a pensar que los descubrieran, el niño estaba acostumbrado a las cortas demostraciones amorosas por parte de ambos.
Lo que les hizo soltar un jadeo fue que el pequeño se detuvo en colocar los platos y de tararear justo en el momento en que la canción llegaba al clímax, la voz de Lillian resonaba en toda la sala, sabían que aquella grabación era parte especial para el niño, puesto que al final de esta se escucharían las voces de sus padres, fue una grabación que dejaron los esposos para que el pequeño no los extrañara en las noches.
Justo en el momento del final resonó la voz de Byakuya
—¡Hey Senku! Espero que tengas dulces sueños, esta grabación es para recordarte que te amamos, verás a tu madre en un par de días, pero aun así quisimos dejarte este pequeño regalo.
—¡Cariño! Espero duermas bien y calentito, por favor cuídate mucho hasta que vuelva y haz caso de todo lo que digan Xeno y Stan. Te amamos Senku.
—¡Nos vemos en un par de meses hombrecito! Prometo llevarte muchos regalos científicos.
Y te allí terminaba la grabación. Senku por un momento vio al frente al fin dándose cuenta de la presencia de ambos adultos que lo observaban con preocupación, rápidamente seco sus lágrimas haciéndose daño en el ojo lastimado y soltó un quejido.
—¡Mierda!
—¡Lenguaje mocoso! .-Stanley fue el primero en reaccionar mientras entraba al departamento seguido de Xeno. Tomó a Senku en brazos y lo abrazo protectoramente, el niño no había llorado hace mucho así que le preocupo-. Está bien si quieres llorar.
—No tiene nada de malo Senku .-acarició la espalda del niño quien se encontraba soltando algunos sollozos en el hombro de Stanley-. Estamos aquí para ti.
Y fue demasiado para el niño puesto que soltó un gran sollozo antes de enterrar su cara en el cuello de Stanley y llorar, extrañaba a sus padres, de verdad que lo hacía, pero las palabras de Xeno fue lo que provocó su llanto.
El tiempo que llevaba viviendo con ellos era sobre todo interesante, adoraba a ambos hombres, eran sus nuevos padres y mientras estaba realizando su tarea escuchó parte de la conversación de ellos dos donde hablaban de que enviarlo a la escuela militar y también sobre los japones quienes querían quitarles su custodia, simplemente se sintió solitario al pensar en alejarse de ambos, no quería. Ya había perdido a su papá y mamá, no iba a soportar estar lejos de Xeno y de Stanley, simplemente no.
