Solo se tu misma
La luz del sol entraba cálidamente por los grandes ventanales de su oficina. Hinata Hyuga miraba desinteresada las hojas de su escritorio y a decir verdad ella estaba muy apegada a su trabajo, pero...últimamente había sido abrumador en más de un sentido. Sentía que si no tomaba unas merecidas vacaciones colapsaría y eso no era bueno ni para ella, ni para la empresa. Suspirando se recostó en la silla y se frotó con cansancio sus sienes.
-Hinata-sama. - entró su secretaria mirando nerviosamente. -Su padre le entrega esto. -dijo extendiendo algunas hojas.
-Gracias, Yuki. Puedes retirarte. -ordenó Hinata con una cálida sonrisa. La chica asintió y salió de su oficina. Suspirando de nuevo Hinata se acercó a los papeles que había dejado. Sus ojos comenzaron a revisar rápidamente los documentos y sin poder evitarlo jadeo de sorpresa, pero... ¡qué es esto!
…..
-Hiashi-sama ¿está seguro de esto? -preguntó Neji viéndolo preocupadamente. Normalmente no cuestionaba las órdenes de su tío, pero...esto estaba a otro nivel.
-Neji, no me estoy haciendo más joven y sabes muy bien sobre mi enfermedad. No sabemos si un día de estos simplemente no despierte. -Neji se removió nervioso al escuchar eso. -además, quiero asegurarme de que mi hija quede en buenas manos.
-Pero Hiashi-sama no creo que esta sea la mejor manera...
-Ya lo he decidido Neji. -dijo el hombre mayor mirando su ventana. Él sabía que esto era incorrecto, pero también sabía que su hija no había abierto su corazón para alguien más en su vida, no después de su última ruptura. Suspirando levemente miró de nuevo a Neji-sé que está mal, y si quisiera rectificarme ya no podemos. Ya se han postulado varias familias y no podemos simplemente decirles que ya no habrá participación. Esto es tan importante para ellos como para nosotros.
-Aún no estoy muy convencido, Hiashi-sama. -dijo Neji sentándose en uno de los grandes muebles de la oficina de su tío. - esto tiene altos y bajos. ¿qué pasaría si Hinata-sama se enamora de uno de ellos, pero él no se enamora de ella? También debemos pensar en las demás personas.
-Lo sé. Por eso he enviado varias hojas a Hinata. Estoy seguro de que ya mismo viene. Además, tú lo sabes muy bien, cualquier hombre vería en Hinata una esposa y compañera potencial.
Neji sacudió la cabeza. Era verdad que en la universidad y en el colegio tuvo que espantar a algunos pretendientes no deseados, sin contar los que se acercaban a ella y eran rechazados tan cortésmente que ni ella mismo se daba cuenta. Hinata era una persona que podía enamorar fácilmente a cualquiera y eso también fue para las mujeres. -pero ¿qué pasa si uno de ellos le dice a Hinata sobre la competencia?
-Va contra el contrato. Si uno de ellos menciona siquiera una palabra de esto yo mismo los destruiré a él y a su familia. -Neji sintió como el sudor frío recorría su espalda, cuando su tío hablaba de ese modo era muy, pero muy peligroso.
-¿Q-qué vas a destruir padre? -preguntó cautelosamente Hinata al entrar por la puerta de la oficina de su padre. Nunca le había gustado ese tono de su progenitor. Así que sus vellos se pusieron de punta.
-No es nada Hinata. Has leído lo que te mande. -le preguntó su padre mirando aún a la ventana.
-S-sí-respondió respirando irregularmente. -pero la verdad...no entiendo muy bien padre.
-Solo tienes que reunirte con ellos para reforzar los lazos, ¿qué es lo que no entiendes?- se giró su padre y la vio fijamente.
-E-eso lo entiendo muy bien. Lo que no entiendo es porque nos vamos a reunir en estos sitios. Qui-quiero decir, es muy poco profesional.
Bueno en eso tiene razón. Pensaron Neji y Hiashi al mismo tiempo. Los lugares en donde se reunirían eran poco profesionales y las especificaciones eran aún peor. Pero...estos lugares ayudarían a los candidatos también. No a enamorar a Hinata si no todo lo contrario, después de todo Hiashi no quería que su hija tuviera un marido que no la quisiera.
-Hn. Puede que tengas razón. Pero ya hemos enviado las citas y han aceptado, no podemos rectificar. -respondió su padre. Obviamente todo era una pequeña mentira.
-E-enserio. -dijo Hinata desanimada, pero al mirar brevemente a su primo se le ocurrió una idea. -y.…Neji nii-san ¿podría acompañarme? Después de todo él también es alguien importante en la empresa.
Neji comenzó a sudar fríamente de nuevo. A él le encantaría acompañarla, pero...en estos casos era mejor no involucrarse. No después de haber visto la pequeña furia de su tío.
-Hinata-sama, estaría encantado de ayudarla, pero su padre me ha pedido que me encargue de su papeleo. Tómenlo como unas pequeñas vacaciones, sé que las necesita. -le respondió Neji mientras se levantaba de su asiento y reverenciaba antes de salir por la puerta.
Hinata miró tristemente como su primo la dejaba a solas con su padre. No es que estuviera incómoda. Si no que realmente le habría gustado que le acompañará en estas "citas de trabajo" después de todo, él era mejor que ella en eso.
-Hinata, sé que estás nerviosa, pero esto es importante para la empresa. Siempre es bueno reforzar los lazos con las demás familias. Y a decir verdad no encuentro a alguien más eficaz que tú para este trabajo.
Hinata tragó sonoramente. Esto era realmente importante para su padre. Pensó con aflicción. Cerrando sus ojos llenó sus pulmones de aire.
-Está bien, lo haré. -susurró con pesar. Aunque estaba muy claro que preferiría quedarse en su oficina y seguir haciendo su trabajo. Nunca le gustó decepcionar y ver tristes a las personas.
-Bien. Sabía que no me decepcionarías. -dijo su padre con una de sus raras sonrisas en sus labios. -y recuerda Hinata, solo sé tú misma.
….
Hinata miraba de nuevo desconcertada las hojas en sus manos. A decir verdad, esa pequeña charla con su padre había ayudado a apaciguarla un poco, pero no lo suficiente para no sentirse aún nerviosa.
-Chōji Akimichi. -leyó en voz alta su primera "cita de trabajo" frunciendo un poco sus cejas leyó el lugar de reunión. -en un parque. -a decir verdad, era uno de los mejores parques de la ciudad. Pero...eso no quitó su pequeña confusión. ¿por qué su padre le había pedido que se reunieran ahí? Sacudiendo la cabeza siguió leyendo la hoja. -requisitos...una canasta de comida hecha por ella misma. -tragando saliva alzó levemente una de sus cejas. ¿por qué su padre le pedía aquello? Sintiéndose incómoda siguió leyendo lo demás. Aparte de decir la hora y el lugar, solo decía las cosas más importantes para un pequeño picnic.
Reclinándose en su silla se giró y miró hacia su gran ventanal. Ya era de noche y las estrellas brillaban mágicamente. Poniendo una mano en su regazo no pudo evitar pensar que lo único que su papá quería era que ella se hiciera amiga de todas esas personas. Solo eso justificaría las últimas líneas de aquellas hojas.
Solo sé tú misma…
Sonrojándose levemente imaginó cada una de sus citas. Después de todo Hinata no había tenido mucha relación con los hombres últimamente, y por lo que leía en aquellas hojas solo tenía que conocer a hombres...bueno a excepción de dos mujeres. Pero...eso no lo hizo mejor.
Suspirando Hinata se dio la vuelta y apagó su computador. Después de todo no era bueno seguir pensando en esas cosas o su cabeza de verdad iba a explotar. Aunque pareciera la cosa más simple del mundo como reforzar lazos, Hinata realmente pensó que esto era realmente extraño.
-Ya se va Hinata-sama. -le preguntó su asistente con una pequeña sonrisa.
-Sí, Yuki. Tú también puedes irte, después de todo ha sido un día largo y veo que tú también estás cansada.
-Pe-pero aún no es la hora de salida...
-No te preocupes. Después de todo tu solo trabajas para mí...será nuestro pequeño secreto. -respondió con una pequeña sonrisa.
-¿Enserio Hinata-sama?, gracias. Muchas gracias.
Hinata asintió con la cabeza a su feliz asistente y comenzó a bajar por el ascensor. Con una pequeña sonrisa pensó que realmente Yuki necesitaba esas horas de descanso igual que ella. Después de todo, Yuki era una madre soltera, y la mayoría de las veces se veía triste por no poder estar todo el tiempo con su pequeña hija.
Sacudiendo levemente su cabeza salió a la sala principal del gran edificio Hyuga. Sus pisos de color oro brillaban por el reflejo de los candelabros del techo dándole un aspecto realmente único. Con una reverencia y una pequeña sonrisa se despidió de todos los empleados de esa planta.
-Hinata-sama, que tenga una buena noche. -dijo un joven en la recepción.
-Igualmente, que tengas una buena noche Hayate. -respondió con una pequeña sonrisa en sus labios. A decir verdad, Hinata era muy tímida con todas las personas. Pero...por alguna razón siempre le había gustado interactuar con los empleados del edificio.
Saliendo con pasos lentos, sintió como el viento frío de japón le erizaba la piel. Llenando sus pulmones de aire fresco comenzó a caminar tranquilamente por las calles iluminadas. Hinata podría pedirle al chofer de su familia que la lleve. Pero… siempre disfrutaba de las largas y relajantes caminatas, después de todo tampoco le gustaba mucho molestar al chofer. La empresa no quedaba muy lejos de su casa, y solo le pedía que la llevara si fuera estrictamente importante.
Parpadeó rápidamente al sentir los brazos fuertes de un hombre. Sintiendo como su piel se erizaba se preguntó ¿qué rayos había pasado y por qué un hombre la abrazaba tan protectoramente?
-Lo siento. Casi te caes en el hueco. -le dijo el extraño indicando el gran hueco que se abría a sus pies. Tambaleándose hacia atrás miró por encima de su hombro. Sonrojándose se separó lentamente del hombre, no quería ser grosera por su ayuda.
-Gra-gracias. -dijo en un susurró e hizo una reverencia viendo sus pies. Dios, habría sido muy vergonzoso si se caía. Tragando saliva miró avergonzadamente al hombre enfrente de ella.
-no te preocupes, después de todo es un placer ayudar a las damiselas en peligro. -respondió el hombre con una gran sonrisa. Hinata miró asombrada como sus ojos y su sonrisa brillaban por las luces de la noche, realmente era muy, pero muy guapo. -por cierto, mi nombre es Shisui, un gusto conocerte. -estiró su mano firmemente hacia ella.
Hinata lo miró tímidamente antes de estrechar su mano suavemente. -realmente muchas gracias, mi nombre es Hinata. -respondió con una pequeña sonrisa en sus labios. El hombre abrió grandemente los ojos sorprendido antes de retirar su mano rápidamente. Aquello solo ocasionó que Hinata inclinara la cabeza levemente, y lo mirara preocupada- ¿pasó algo?
-N-no, no te preocupes. -dijo despeinando un poco su propio cabello. -b-bueno creo que nos veremos, a-adiós. -tartamudeo antes de darse la vuelta y correr en esa dirección.
Hinata frunció sus cejas. Eso había sido de verdad un poco extraño. Sacudiendo su cabeza quitó esos pensamientos de su mente, y comenzó a caminar mirando atentamente las calles de japón. No quería que le pasara de nuevo.
…..
-nee, nee-san, ¿por qué estás roja? -le preguntó su hermana en la entrada de su casa. Hinata se llevó las manos a su cara notando que estaba caliente.
-n-no es nada Hanabi-chan. - respondió dándole un rápido beso en la frente y corriendo directamente a su habitación.
-acaso….
