Capítulo 1:
Un deseo oculto de navidad
¡Hola!
Les voy a estar poniendo fondo de música, que hará su lectura mas agradable. Pondré los nombres de los videos, para que puedan encontrarlos mas fácil. Recordándoles que estos no son mis personajes, solo la historia
Fondo de música, Carol of the Bells (Christmas Piano cover):
(En la actualidad)
Esmeralda caminaba hacia el cuarto de su hija, mientras veía por una de las ventanas como caía la nieve. No había recordado una época tan fría como la de esa temporada. Las nubes grises cubrían todo el pueblo, los árboles se habían marchitado por completo y el viento azotaba las paredes de su casa, golpeándolas tan fuerte, que temía que terminara por atravesarlas.
Esa misma noche de tormenta, Esmeralda arropaba a su pequeña hija, leyéndole un cuento de cuna para que se durmiera. Si, esa misma noche, donde personas poco gratas llegaban al pequeño pueblo de Overblow. Aprovechándose de la oscuridad de la noche les brindaba, para caminar por la espesa nieve, hasta una pequeña cabaña deshabitada a fueras de las tierras del consejo mágico, para instalarse. Esas tres brujas que habían llegado horas antes de navidad, no venían a traerles esperanza, si no todo lo contrario, venían a rebatárselas.
Dándoles esa única noche para estar tranquilos en sus hogares. Después de todo, era navidad. Un tiempo para pasarlo en familia, y poner los regalos debajo del árbol. Y ellas todavía tenían mucho que planear.
La bruja de cabello oscuro y tez blanca, no pudo evitar reír mientras veía el consejo mágico.
Descansen y disfruten mientras puedan, jajaja. — entrando a la cabaña
. . .
No hace mucho Esmeralda había recibido el puesto de la Gran bruja, la primera mujer, después de generaciones de hombres. Nadie creía mucho en ella, solo esperaban a que cometiera el menor error para sacarla. Solo regresar a su casa y ver a su hija, después del día que había tenido le hacía el día más soportable.
Pero ni ella se hubiera imaginado ver a su madre cuidar de Joane. Se le hacía extraño verla cubierta de pure de zanahoria por todo el rostro. Si, era divertido ver a su madre luchar con su única hija, para que comiera los pocos guisantes que estaban en su plato.
¡Esmeralda! — dijo aliviada— me alegro que llegaras
Hola madre ¿Cómo se ha portado Joanne? — acariciando el rostro de su hija— veo que se lo han pasado muy bien.
Si, es ¡toda una Hallow! —mirándola con orgullo, chasqueando los dedos para volver a quedar limpia e impecable— me recuerda a mi sibil cuando tenia su edad— y hablando de ella ¿sabes si ha llegado ya?
Esmeralda volteo sorprendida.
¿Vendrá?
¿No lo sabias? Estuvo con tu padre investigando un caso desde ayer.
Esmeralda se sintió triste, sibil al parecer aun no la había perdonado. Y desde que había conseguido el trabajo de investigadora dentro del consejo, se había apartado a un más del núcleo familiar. Ella opinaba que el consejo mágico era un organismo que se creía omnipotente, que podía detener a los acusados de crímenes en cualquier momento, teniendo mas prueba que las palabras de algunos hombres con moral cuestionable.
Esmeralda aun recordaba sus palabras cuando ella fue nombrada como la gran bruja "si algo es blanco, una vez que un miembro del Consejo dice que es negro, entonces se convierte en negro", dándole a entender que la autoridad del Consejo era muy grande en el mundo mágico. Y que ella tenia ese pode en sus manos. Un poder que estaba regido por hombres, no por leyes justas.
Sibil conocía que el Consejo era conocida por mostrar su poder a veces como una simple formalidad, la búsqueda de chivos expiatorios, culpándolos de los últimos acontecimientos calamitosos, sólo para posteriormente ponerlos en libertad sin ningún tipo de castigo. Fungiendo el gran mago como juez y verdugo.
