Respondiendo Reviews.

CAD270895: Thank you very much! :)

Here is a new chapter.

See you soon!

shunshu: Thank you so much.

Nikopelucas: ¡Que tal!Me alegro que te guste la historia y agradezco tu apoyo en algunas otras de mis historias.

¡Saludos!

MseYer24: Sí, me disculpo por la larga espera. Espero que disfrutes de este capítulo. ¡Saludos!

IURIS98: ¡Hola, muchas gracias! Aquí tienes la actualización :)

¡Saludos!

N-A: Espero de corazón que todos disfruten de este capi, si desean dar ideas para este fic, pueden hacerlo dejando un review o un PM. Todas sus ideas serán tomadas en cuenta para el desarrollo de esta historia.

PD: ¿Alguien de ustedes podría darme también alguna idea de que nombre ponerle a Tsuna?

Fin de N-A.

Título: The Son of the Mistress of Death.

Emparejamiento Principal: Dorea Potter (Fem Harry) x Adult Reborn.

Género: Familia / Humor / Angustia / Aventura / Amistad / Romance / Fantacía.

Historia UA.

Crossover Entre HP y KHR!.

Resumen.

UA: El pobre y recién nacido Sawada Tsunayoshi es abandonado por sus padres al este nacer muy débil y enfermo, teniendo el pequeño pocas posibilidades de vivir mucho tiempo. Cuando la ama de la muerte llega a visitar al pequeño que tenía intranquilo a muchos en el inframundo, tras ver al tierno bebé, cae rendida por un par de tiernos ojos ámbar. Desde ese momento, todo cambia...

¡Fem Harry! ¡MoD Harry!

Disclaimer: Harry Potter y Katekyo Hitman Reborn! no me pertenecen, son propiedad de sus respectivos creadores.

KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP KHR! X HP

Capítulo I.

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En una hermosa habitación de gran tamaño, de paredes de claro color beige con un par de estanterías de caoba, repletas de libros de cuentos, juguetes y peluches, suelos color marrón chocolate, largas cortinas de color naranja suave que se balanceaban con la refrescante brisa del exterior, que entraba por un gran ventanal, perfumando todo el lugar con el dulce aroma de las hermosas flores del gran jardín que se podía dislumbrar por dicho ventanal, Dorea caminaba de un lado a otro a unos cuantos metros de distancia, arrullando con una amorosa sonrisa al pequeño bebé castaño que había adoptado hace una semana y que en esos momentos dormitaba feliz entre sus brazos, sin necesidad de estar en su incubadora con un montón de aparatos conectados a su infantil cuerpo desde hace dos días.

Todavía no podía creer el como estaba cambiando su aburrida, inmortal y monótona vida desde que adoptó a ese tierno pequeño. La bella pelirroja se había dedicado casi por completo al bebé, y su tratamiento para curar lo más pronto posible y en su totalidad los males en su corazón y en sus pulmones.

Afortunadamente, al poseer para su sorpresa un núcleo mágico, su pequeño podía recibir el tratamiento mágico a base de pociones con efectos más rápidos y efectivos que para su alegría y alivio lo estarían llevando a la completa salud en cuatro días más.

Realmente nunca se imaginó criando a un bebé propio. Durante milenios se sintió incapaz de hacerlo, después de todo lo que pasó en su desordenada vida, y la falta de una familia propia, estable y amorosa de la cual aprender a dar amor y recibirlo.

Aunque en su anterior vida mortal la familia Weasley estuvo ahí para ella en ciertas ocasiones, y la señora Weasley intentó ser una figura materna para ella, en realidad nunca se sintió como de la familia, además, no pasó el tiempo suficiente con la familia de pelirrojos como para formar un vínculo afectivo tan fuerte con ellos, al contrario de Ron y Hermione que fueron como hermanos para ella, sobre todo Hermione la cual se mantuvo a su lado siempre que la necesitó, incluso en los peores momentos, desde que comenzaron a asistir a Hogwarts y se volvieron mejores amigas.

La ojiesmeralda profirió un suspiro de nostalgia cuando otra personita vino a sus recuerdos. Teddy Remus Lupin, el hijo de Tonks y Remus. A pesar de que era su madrina, pasó muy poco tiempo con su ahijado metamorfomago. Su abuela Andrómeda Tonks se encargó de criarlo hasta que éste se volvió todo un hombre apuesto, de buen corazón y excelente moral que terminó casado con la joven Victoire Weasley, la primogénita de Fleur de la Cour y Bill Weasley.

Como su madrina y Lady Black, ella se encargó en su mayor parte en financiar su educación y dejarle una considerable fortuna monetaria, también, pasó varios días festivos con él y una gran parte de sus vacaciones de verano, no más, por mucho que le hubiese tentado la idea de quedarse de forma más permanente con él y Andy. Pero no podía, no quería arrastrarlos en todo el desastre y la locura que era su vida y las cicatrices mentales que había dejado toda la guerra en ella.

Había deseado que vivieran largas vidas tranquilas y felices, lejos de las oscuras secuelas de la segunda guerra mágica británica. Andrómeda ya había perdido a toda su familia y lo único que le quedaba era Teddy. La última Potter se hubiese odiado y maldecido así misma por el resto de sus días, si por venganza, alguno de los seguidores de Voldemort que aún seguían libres hubiese atentado contra la vida de Teddy por ser su ahijado. Esa era una de las principales razones por la cual se mantuvo distanciada de todos en general, velando por ellos desde las sombras.

Todos ellos, desde Andrómeda hasta Hermione y los Weasley habían intentado contactarla por medio de lechuzas y llamadas flu a las reuniones familiares, con el fin, de no dejarla sola o hacerla sentir excluída de sus vidas, no obstante, ella declinó educadamente la mayoría de sus invitaciones. No podía evitar sentirse incómoda al ser la única soltera en el lugar observando con disimulada tristeza, añoranza y envidia a todos los felices matrimonios que usualmente habían a su alrededor. Era habitual que ella se destacara como un pulgar dolorido, especialmente, ante su falta de una familia propia, situación que la deprimía mucho, más al ver las amorosas familias que habían formado cada uno de sus amigos.

La ojiesmeralda había salido con alguno que otro chico, en busca de una relación estable y formal para al fin iniciar su propia familia, pero ninguna de esas relaciones duró. Todas terminaron en fracaso, ya que, la mayoría solo la querían por su fama y su riqueza al ser la señora de dos casas antiguas, y el estatus político y social que aquella posición conllevaba siendo mucho lo que hubiese conseguido uno de ellos al contraer nupcias con ella.

Decepcionada por todas aquellas relaciones fallidas, Dorea decidió mejor centrar toda su atención, durante los siguientes años, en capturar a todos los mortífagos que lograron escapar de la cacería implacable del ministerio de magia, que en esos momentos tenía a la cabeza a Kingsley Shacklebolt como el ministro de magia.

Tras capturar hasta al último mortífago y entregarlo al ministerio, se dedicó a viajar por todo el mundo, aprendiendo diversos tipos de magia, pociones, magia medicinal, entre muchas cosas más, alejándose cada vez más de todos sus conocidos de Gran Bretaña, sobre todo, al darse cuenta que los años pasaban y pasaban, pero ella no envejecía en lo absoluto. Por más que se mirara en un espejo, ella continuaba viéndose como una joven de 24 años, no más, no menos.

Sabiendo que en cuanto los británicos mágicos se diesen cuenta de aquello, la tacharían de maga oscura o peor, arregló todos sus asuntos en dicho país, y rara vez regresó a Gran Bretaña y cuando tuvo que hacerlo, fue usando un hechizo glamour para ocultar el hecho de que había dejado de envejecer, por suerte, su magia se había vuelto más poderosa, por tanto, sus hechizos eran muy difíciles de romper ante la potencia extra y sus efectos eran más duraderos.

Unos tres años más tarde, después de una ardua búsqueda de su parte para darle una respuesta al extraño fenómeno que ocurría con respecto a su falta de envejecimiento, una noche de octubre la mismísima muerte se manifestó frente a ella, mientras estudiaba algunas runas celtas. La poderosa y antigua deidad le explicó que en el momento en el que reunió todas las tres reliquias, realmente se le fue otorgado el título de ama de la muerte, y que tal hecho había causado que no solo no se pudiese deshacer de las tres reliquias, si no que también, su núcleo mágico se iba expandiendo más, suceso que hubiese repercutido en su salud por tanto poder mágico, si su cuerpo continuara siendo el de una simple mortal, pero ese ya no era el caso. Así mismo, le informó que a medida de que se fuera incrementando su núcleo mágico, iría desbloqueando diversas habilidades correspondientes a su dominio.

Esa misma noche, su capa de invisibilidad, la varita de saúco y la piedra de la resurrección se fusionaron con su cuerpo formando el símbolo de las reliquias de la muerte que se podía ver como un pequeño tatuaje en el centro de su pecho.

Resignada, y maldiciendo con amargura su suerte Potter, a Voldemort y a Albus Dumbledore por su nueva situación, se fue mentalizando para no volverse loca por la desesperación de no poder reunirse algún día con sus padres y demás seres queridos permanentemente en la otra vida. La pelirroja no pudo detener su amargo llanto durante días, hasta quedarse sin más lágrimas que derramar, pensando como sería el resto de su existencia, eternamente ajena al paso del tiempo, viendo con desolación a sus amigos y a sus familias vivir sus vidas plenamente, hasta el final y, reencontrarse todos en el más allá, unos después de otros, sin ella poder hacer lo mismo.

Así transcurrieron los años, hasta que estos se convirtieron en siglos y luego en milenios, siendo solamente una silenciosa espectadora, viendo con antipatía como civilizaciones enteras caían y otras se levantaban, viajando de aquí y allá interfiriendo en el mundo mortal solo cuando se sentía muy aburrida o cuando la situación realmente lo ameritaba.

Ella solía viajar constantemente entre el mundo mortal y el mundo de los muertos, y fue en uno de estos viajes al mundo de los muertos para verificar que todo estuviese marchando en orden, cuando se encontró con Sepira Giglio Nero y Giotto di Vongola.

Ambos espíritus habían solicitado hablar con ella, a lo que al principio se negó, no interesada en lo que tenían que decir, pero tras insistir en lo mismo los dos cielos, ella terminó cediendo.

Escuchando con atención a los dos fallecidos capos de la mafia, la Ama de la Muerte se enteró de la existencia del pequeño castaño, su delicada salud tras su nacimiento, el abandono de sus padres y lo mala que serían las cosas para el mundo en el futuro si el pequeño tataranieto del rubio moría, puesto que su supervivencia era pieza clave para la estabilidad del Tri-ni-sete, según las visiones de Sepira.

Era bastante curioso y molesto como en esta nueva era humana, otro tipo de energía llamada la llama de la última voluntad se había manifestado en el mundo, habitando en todos los seres humanos, aunque únicamente era utilizada exclusivamente por el mundo de la mafia los cuales podían activarlas debido a extremas experiencias que los tuvieron al borde de la muerte, sin embargo, existían ciertas excepciones donde cuyas llamas de la persona eran tan poderosas que desde la infancia sus llamas estaban activas. El resto de la población civil, ni siquiera se enteraba a lo largo de toda su vida que eran portadores de tal energía.

La bella mujer, siempre negaba con la cabeza con exasperación al recordar, como todo el equilibrio del mundo había recaído en 21 objetos y sus correspondientes portadores.

Sin nada más que hacer, y levemente curiosa, la pelirroja les dijo a los dos cielos que le haría una visita al recién nacido, lo cual calmó las preocupaciones de ambos espíritus. Quién diría que acabaría adoptando al pequeño cielo, por causa de una adorable sonrisa esbozada por el antes mencionado, que esa noche derritió completamente su frío corazón...

Con una amorosa sonrisa, posó su mirada en el diminuto infante. Con inmensa ternura, le dio un suave beso en la frente a su bebé, y con cuidado de no despertar al dormido ambarino, lo colocó suavemente en una preciosa cuna de madera en la que fácilmente cabrían dos bebés más, y cubrió hasta el pecho con una sábana de seda color naranja con bordes blancos al niño.

Luego de comprobar por tercera vez que todos los hechizos y encantamientos de protección que había colocado en cada rincón de la habitación de su pequeño bebé (incluyendo la cuna) estuviesen trabajando correctamente, con renuencia se marchó para atender algunas cosas, dejando a su amado hijo bajo los muy capaces cuidados de sus fieles elfos domésticos.

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Ese mismo día, en una bonita casa en los suburbios de Namimori, el matrimonio Sawada continuaba felizmente con sus vidas completamente indiferentes de lo que fue de su primogénito, tras abandonarlo en el hospital donde nació, prefiriendo ambos dedicarse a sus planes de tener un segundo hijo, fuerte y sano como ellos tanto lo desearon desde el principio y ocultando de todos sus conocidos todo rastro de que alguna vez existió el primero, cosa que no fue para nada difícil de hacer, pues solamente el matrimonio Sawada y los médicos que atendieron a Nana en el hospital sabían del enfermo bebé.

Iemitsu estaba al tanto, de que con las llamas del sol y la avanzada tecnología en el campo médico con el que la famiglia Vongola contaba, pudo haber hecho que su hijo tuviese una buena posibilidad de curarse exitosamente en su totalidad, no obstante, su temor a que su amada Nana se enterase de su vida como mafioso al comenzar a ser preguntas sobre como había logrado que su hijo se recuperara completamente de todas sus aflicciones fue más fuerte, y optó por lo más fácil para él... abandonar a su hijo, sin saber que dicho acto regresaría para atormentarlos a él y a su esposa en el futuro.

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Fin del Capítulo.