Alma De Muerte Esmeralda


No soy dueño de harry potter/ Yu-GI-oh! Animes, películas y personajes.

Espero que les guste esta historia de mi invención.


Capitulo: 2 El comienzo

La muerte en parte natural de la vida.

A la vida le da sentido la muerte.

No se nos deja escoger nuestro tiempo.

La noción de que tus días se acabaran, y tu tiempo será corto.

Pero las almas nuca mueren, solo evolucionan y crecen.


Entre las estrellas de miles de realidades, tiempos y mundos se susurran mitos, cuentos y leyendas sobre diosas y dioses con diferente deber, el de guiar y proteger a los seres de su creación, pero ninguno es tan sempiterno y perpetuo como el primer ser que nació entre la oscuridad y el caos, el origen y el final.

Aquel que es venerado y temido desde los albores del tiempo, creador del ser de la vida como un guardián junto con los seres del tiempo y el espacio.

Un ser de infinito poder que gobierna sobre todo aquel que tenga vida y alma, aquel cuya existencia es tan eterna como el mismo, un ente primordial llamado MUERTE.


"Como un ser hecho de sombras sin realmente una forma e independiente de toda la creación, observo el curso del tiempo en el basto espacio que he creado. Cada mundo y dimensión las observo pasar como en un rio interminable de agua en el que tiene diferentes corrientes y desviaciones pero con un solo final.

Entre todos ellos se encuentra un mundo en el que sus creaciones aún son jóvenes comparadas con la de otros mundos, viven seres de muchas y diferentes especies cada una tan diferente como la otra, tan fascinantes son estas criaturas y su coexistencia con otras razas, se diferenciaron así mismos en dos grupos, aquellos con el poder de cambiar algunas de las leyes de la naturaleza o incluso controlarlas parcialmente a su voluntad, nombrando a dicha energía magia(magos) y por aquellos que no podían accesar a ella como muggles(no magos)."


El tiempo avanza inevitable sobre el mundo de esta dimensión y las almas que habitan en él, ahora donde había un mundo unido hay civizaciones separadas, el de los humanos que viven libremente sobre la tierra y el de los magos que se ocultan a plena vista de aquellos que no tienen magia en su sangre o saben de su existencia, pocos son aquellos que tienen el conocimiento de este mundo entre los humanos y aún más pocos a los que se les permite mantenerlo.

Con el paso del tiempo más grande es la diferencia entre cada civilización, los humanos al no tener magia aprendieron a utilizar su entorno y los recursos de la naturaleza para desarrollarse y subsistir, avanzando tecnológicamente más rápido e igual mente en su propagación lo que acorto significativa mente su vida debido a las plagas, enfermedades y las guerras.

Los magos por otra parte utilizaron su magia para crear hechizos, pociones y rituales para hacer su vida más fácil y llevadera; cuanta más magia portaban en su núcleo y en la sangre, mayor era la longevidad que se le otorgaba a su cuerpo llevándolos a la creencia de que procrearse mayormente entre ellos les daría mayor poder evitando así la propagación de su sangre con los no mágicos aislándose a sí mismos cada vez más y viviendo día a día en una civilización mayor mente discriminatoria y arcaica.


Observar es una forma de distracción e interés al ver la continuidad de cada forma de vida dándole así experiencia y forma a la esencia primaria distinta e individual que es el alma.

"El cuerpo es solo la envoltura mortal de un alma mayormente inmortal que vive distintas vidas en distintos tiempos después de su creación."


Había una vez tres hermanos que viajaban al atardecer por un camino sinuoso y solitario.
Con el tiempo, los hermanos alcanzaron un río demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado.

Sin embargo, estos hermanos habían aprendidos las artes mágicas, y con el sencillo ondear de sus varitas hicieron aparecer un puente sobre el agua traicionera. Iban ya por la mitad del puente cuando encontraron el paso bloqueado por una figura encapuchada.

Era la muerte y les habló.

Estaba enojada porque le hubieran sido escatimadas tres nuevas víctimas, ya que los viajeros normalmente se ahogaban en el río. Pero la Muerte era astuta. Fingió felicitar a los tres hermanos por su magia, y dijo que cada uno de ellos había ganado un premio por haber sido lo suficientemente listos como para engañarla.
Así el hermano mayor, que era un hombre combativo, pidió la varita más poderosa que existiera, una varita que ganara siempre en los duelos para su dueño, ¡una varita digna de un mago que había vencido a la Muerte!
Así la Muerte cruzó hasta un viejo árbol de Sauco en la ribera del río, dando forma a una varita de una rama que colgaba, y se la entregó al hermano mayor.
Entonces el segundo hermano, que era un hombre arrogante, decidió que quería humillar a la Muerte todavía más, y pidió el poder de resucitar a los muertos. Así la muerte recogió una piedra de la orilla del río y se la dio al segundo hermano, y le dijo que la piedra tenía el poder de traer de vuelta a los muertos.
Entonces la Muerte preguntó al tercer y más joven de los hermanos lo que quería. El hermano más joven era el más humilde y también el más sabio de los hermanos, y no confiaba en la Muerte. Así que pidió algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que la muerte pudiera seguirle. Y la Muerte, de mala gana, le entrego su propia Capa de Invisibilidad.
La Muerte se apartó y permitió a los tres hermanos continuar su camino, y así lo hicieron, charlando asombrados sobre la aventura que habían vivido, y admirando los regalos de la Muerte.
En su debido momento los hermanos se separaron, cada uno hacía su propio destino.
El primer hermano viajó durante una semana más, y alcanzó un pueblo lejano, acompañando a un camarada mago con el que tuvo una riña. Naturalmente con la Varita del Sauco como arma, no podía perder en el duelo que seguiría. Dejando al enemigo en el suelo el hermano mayor avanzó hacia la posada, donde alardeó en vos alta de la poderosa varita que le había arrebatado a la Muerte, y de cómo ésta lo hacía invencible.
Esa misma noche, otro mago se acercó sigilosamente al hermano mayor que yacía, empapado en vino, sobre la cama. El ladrón tomó la varita y para más seguridad, le cortó la garganta al hermano mayor.
Y así la Muerte tomó al primer hermano para sí.
Entretanto, el segundo hermano viajaba hacia su casa, donde vivía solo. Allí sacó la piedra que tenía el poder de resucitar a los muertos, y la volteó tres veces en su mano. Para su asombro y su deleite, la figura de la chica con la que una vez había esperado casarse, antes de su muerte prematura, apareció ante él.
Pero ella estaba triste y fría, separada de él por un velo. Sin embargo había vuelto al mundo, pero ese no era su sitio y sufría. Finalmente el segundo hermano, impulsado por un loco anhelo desesperado, se mató para reunirse finalmente con ella.
Así fue como la Muerte tomó al segundo hermano para sí.
Sin embargo la Muerte buscó al tercer hermano durante muchos años, y nunca pudo encontrarlo. Fue solo cuando tenía ya una edad avanzada que el hermano más joven se quitó la capa de invisibilidad y se la dio a su hijo. Y entonces saludó a la Muerte como a una vieja amiga y fue con ella gustosamente, e igualmente, pasó a mejor vida.


Gracias por leer y perdonen la tardanza dejen sus opiniones y observaciones.