Bueno, esta historia fue aceptada mejor de lo que esperaba, la actualizare mas lento que mis otros trabajos por lo detallado que lleva.

David Daniel B: El viejo león tendrá su reunion con Damon y dejara muy claro que pensó al saber de su "travesura" algo que sera interesante de escribir y leer puedes creerme.

Jakken: Me alegra que te gustara, espero que este capitulo sea igual.

silent loner boy: Sorry, my english is ver bad (Google translator).


Capítulo 2.- Cambios

"¿Cómo se encuentra la princesa Capitán?" tomando el timón mire levemente a la distancia antes de contestarle a Gibbs.

"Ya asimilo que está segura fuera de esa ciudad así que necesita tiempo a solas, la conozco es fuerte, se repondrá pronto" notando la atmosfera de preocupación que rodeaba a los hombres continúe "Dime Gibbs ¿Qué sucedió con los hombres?".

"…Hable con ellos, todos estaban muy preocupados por las repercusiones de sacar a la princesa de King´s Landing, aunque los calme un poco al hacer notar que ella viajaba por su propia voluntad" me alegraba poder contar con alguien como el viejo marinero.

"Gracias Maestre…sin embargo para que olviden su preocupación se les dará su paga en cuanto estemos algo más alejados de la ciudad" un poco de oro no era nada si eso evitaba problemas a futuro con los marineros.

Octubre del año 283 d.C., unos kilómetros al norte del Brazo roto de Dorne…

La suerte que nos había seguido desde Oldtown se terminó en el momento exacto que una tormenta apareció de la nada ocasionando grandes olas, sin embargo, no fue el único problema.

"¡Capitán, el Sol Rojo no podrá seguir al Venganza por más tiempo!" mirando al pequeño barco a nuestra izquierda note que efectivamente empezaba a quedarse atrás de nosotros.

"Maldición" volteando por completo mire el motivo por el cual necesitábamos salir de la zona, tres barcos habían aparecido junto a la tormenta, fue sencillo descubrir el motivo por el que nos seguían, Gibbs había reconocido el símbolo en sus velas "¡Gibbs que todos se preparen, si esos piratas quieren lucha se las daremos!".

Escuchando mi orden tomo una antorcha para empezar a hacer algunas señas que todos los hombres reconocieron generando gritos de entusiasmo, mientras eso pasaba yo camine al camarote donde Elia se encontraba.

Tocando la puerta esperé su permiso para entrar, escuchando levemente su voz a través de todo el ruido que abarcaba el barco abrí la puerta.

Entrando me encontré con Elia sentada en la cama al lado de sus pequeños quienes dormían sin preocuparse por la tormenta.

"¿Todo bien?" escuchando su voz me permití sonreír levemente pues a simple vista ella se encontraba mucho mejor que cuando inicio el viaje, su cuerpo que había estado alarmantemente delgado ahora mostraba una figura más fuerte y llena.

Su cabello negro había ganado color, así como sus ojos y piel, por lo que podía recordar el motivo por el cual su salud había decaído con el nacimiento de sus hijos era su propio nacimiento temprano.

La única solución que se me había ocurrido era darle algo no natural para ver si mejoraba, mi sangre había demostrado ser especial, así que unas cuantas gotas en su vino no parecían mala idea, afortunadamente había tenido razón y los beneficios habían sido mostrados rápidamente.

"¿Damon?" escuchándola nuevamente salí de mis pensamientos notando que empezaba a preocuparse.

"Lo lamento, tu belleza me distrajo Elia" sonriéndole esperaba que eso la calmara, lo cual parecía suceder pues se rio levemente.

"Chico coqueto, adulando a una madre" sonriendo la miré mientras sus ojos regresaban a sus hijos, moviendo levemente la cabeza seguí con lo que había ido a hacer.

"Elia, la tormenta parece estar empeorando, necesito que no salgas para nada del cuarto" mi pedido parecía extrañarla "Si sales es posible que caigas por la borda, quédate encerrada con tus hijos por seguridad".

"…Entiendo, me quedare aquí con mis pequeños" sonriéndole di la vuelta para salir "Damon" volteando levemente la mire "Ten mucho cuidado por favor" sonriendo asentí para salir de la habitación.

Regresando a cubierta encontré a todos los hombres alistando sus arcos y espadas mientras que el Venganza y el Sol rojo se ubicaban lo suficientemente lejos para que alguno de los barcos intentara bloquear la línea de visión.

"¡Capitán, todos los hombres están listos para la pelea!" escuchando a Gibbs mire como los barcos piratas se acercaban cada vez más.

"¡Que todos los hombres ataquen con sus arcos, nadie debe abordar los barcos, no les podemos permitir subir al Venganza no con quien llevamos a bordo!" escuchándome Gibbs empezó a gritar mis ultimas ordenes mientras los barcos empezaban a entrar en los rangos de los arqueros.

"¡DISPAREN!" escuchando mi grito todos obedecieron ocasionando que una lluvia de flechas atacara los barcos, para buena y mala suerte de los piratas el poderoso viento que nos azotaba ocasionaba que muchas flechas se perdieran por mucho sus blancos, así como ocasionar que muchas dieran con más fuerza en sus objetivos.

En cuanto los barcos se alinearon los piratas no dudaron en intentar subir al Venganza por lo que varios arqueros se concentraron en ellos, desafortunadamente su número era tal que varios lograban llegar al Venganza.

"¡Cubran a los arqueros!" escuchándome y siguiéndome varios hombres sacaron sus espadas para cubrir a sus compañeros.

Llegando al primer pirata desvié su ataque hacia un lado dejando su cuello descubierto cortando su cabeza, tres piratas intentaron abrumarme sin embargo, gracias a mi entrenamiento estaba acostumbrado a varios oponentes.

Deteniendo el primer golpe me agache evitando el segundo, el tercero me obligo a cubrirme, girando me moví del lugar evitando dos espadas bloqueando la tercera a mi derecha para enterrar mi segunda espada en el cuello del pirata.

"¡Muere!" furioso por la muerte de su compañero uno de los dos piratas me ataco con furia ocasionando que su compañero tuviera que alejarse, grave error.

Desviando su espada hacia la dirección de su compañero lograba evitar que se acercara mientras al mismo tiempo él se cansaba, su furia se terminó en segundos permitiéndome abrir su guardia y cortar su cabeza con dos simples cortes.

El ultimo lleno de miedo ataco alzando su espada lo cual me permitió acercarme y atravesar su corazón con una estocada.

Ignorando los cadáveres mire la cubierta notando algunos de los hombres muertos sin embargo, eran más los cuerpos de piratas, viendo que todo estaba de nuestra parte camine hacia el barco más grande intentando encontrar al que guiaba el ataque.

La tormenta silenciaba los gritos de los hombres mientras luchaban y morían, sin embargo, ni la lluvia lograba cubrir al Capitán pirata mientras gritaba ordenes desde el timón de su barco.

Acercándome a los arqueros más próximos guarde mis espadas mientras les daba una orden y tomaba una cuerda sujetada cerca del nido de cuervo.

"¡Cúbranme!" asintiendo todos se prepararon mientras yo tomaba un poco de distancia, estando en posición corrí impulsándome para dar un salto hacia el pirata.

Sabía que al ser el único que saltaba del Venganza sería un blanco fácil sin embargo mis hombres me cubrieron permitiéndome llegar al Capitán quien me esperaba.

"¡….mocoso….faldas….puta….!" las pocas palabras que lograba entender junto con su rostro me hicieron notar que me estaba insultando y subestimando.

Sacando mis espadas lo espere lo cual no fue mucho, parecía tener la idea de abrumarme con fuerza, pero se llevó una sorpresa en el momento que bloquee su espada con facilidad una y otra vez sin moverme mucho.

Tomando un respiro se alejó momento en el que yo ataque, usando ambas espadas lo sobrepasaba rápidamente obligándolo a moverse alrededor del timón mientras sus hombres morían en cubierta sin poder ayudarlo.

Recuperándose devolvía los ataques ocasionando que el metal chocara mientras cada uno intentaba sobrepasar al otro, él contaba con dos desventajas, yo era más joven por lo que mi energía era mayor y tenía entrenamiento, pero aun así su experiencia lo estaba manteniendo vivo.

Hasta que me acerque lo suficiente para desviar con un movimiento rápido su espada y cortar su mano con otro rápido movimiento.

Gritando el pirata miro unos segundos su muñeca sangrando, antes de mirarme con odio y sacar un cuchillo de su espalda, sabía que la tormenta podía empeorar en cualquier momento por lo que estaba decidido a matarlo en mi siguiente ataque, desafortunadamente la suerte lo favoreció.

Una ola golpeo con fuerza el costado del barco ocasionando que se moviera bruscamente, mi falta de practica en dicha situación ocasiono que perdiera el equilibro algo que el Capitán Pirata no sufrió, al contrario, lo uso en su ventaja llegando a mí con un corte ascendente.

Mis reflejos superiores a lo normal me permitieron mover el rostro lo suficiente para evitar que el cuchillo me atravesara el rostro, pero no evitaron que la punta abriera la carne de mi rostro con firmeza y rapidez apenas logrando cerrar el ojo.

"¡HIJO DE PERRA!" el dolor que empezaba a invadir mis sentidos fue rápidamente superado por la ira ocasionando que mi espada izquierda atravesara su pecho mientras mi espada derecha atravesaba su rostro con la suficiente fuerza para arrojar el cuerpo al mar.

Tambaleándome levemente me toque el rostro soltando un siseo de dolor mientras la sangre llenaba mi mano, el dolor me había obligado a cerrar el ojo por lo que mi visión ahora era menor.

"¡Capitán!" escuchando el grito gire encontrándome con varios de mis hombres heridos mientras corrían hacia mi "Todos los piratas están muertos…¡Está herido!" habiéndose acercado lo suficiente todos notaron la sangre que salía de mi rostro.

"Un rasguño, tres de ustedes revisen el barco, pero alertas y rápido" obedeciendo tres hombres fueron a cumplir mi orden "Uno busque a Gibbs, necesito saber a cuantos hombres perdimos y que revisen los otros barcos" otro hombre salió corriendo a cumplir mi orden.

"Volvamos al Venganza, si alguno se sabe los números necesito que busque en la bodega de medicina unos frascos con los números tres y cinco junto al frasco de sanguijuelas" caminando hacia la cuerda que llevaba al Venganza había notado que estaba en problemas.

La sangre había dejado de salir de mi herida, pero por la única razón de que se había vuelto espesa y de color negro.

Regresando al Venganza note como el único hombre que se sabía los números corría a la bodega mientras los demás iban a ayudar a sus compañeros con los cuerpos.

Caminando al cuarto de navegación noté que mis manos empezaban a temblar por lo que solté una maldición en voz baja.

Llegando al escritorio mi mente ya se encontraba buscando entre mis memorias el posible veneno usado en el cuchillo, el efecto era lento o al menos lo suficientemente débil para que mi cuerpo lo retrasara.

"Probablemente es de algunos hongos, si tengo razón no habrá problemas" un golpe en la puerta me regreso a la realidad "Adelante" el hombre encargado de buscas la medicina entro con cuidado dejando todo frente a mí al igual que unas vendas "Gracias, busca a Gibbs y dile que venga en cuanto pueda" asintiendo el hombre salió.

Tomando el frasco de sanguijuelas tome una colocándola alrededor de la herida ignorando el piquete que origino la mordida del animal, tomando otra seguí colocándolas alrededor.

Tomando el frasco con el número cinco tome una pequeña bola envuelta en cuero, abriéndolo mire la pequeña bola hecha de hierbas antes de tragármela de golpe.

Mientras los animales y la medicina trabajaban la puerta se abrió nuevamente, Gibbs me miro sorprendido y alarmado.

"Capitán…no quería creer cuando los hombres me contaron que estaba herido" sintiendo nuevamente el piquete en mi rostro tome una de las sanguijuelas notando la facilidad con la que se soltó "Dioses…esta envenenado".

"Nada alarmante Gibbs, estoy preparado para esto…sin embargo el que fuera herido" quitando otro animal continúe "La pérdida de equilibro casi me cuesta la vida" un sabor a cobre me hizo notar que el veneno seguía trabajando.

"Olvidemos eso por el momento, dime cuales fueron nuestras perdidas" algo inseguro Gibbs me contesto.

"El Sol rojo perdió a quince hombres, el Venganza perdió a veinticinco, todos trabajaron con rapidez, nuestros hombres están en uno de los barcos piratas, mientras que los piratas fueron arrogados al mar" quitando otro animal le di un movimiento de cabeza "Ninguno de los barcos contaba con algo más que seis cajas de comida".

"Nos esperaban para esclavizarnos" quitando otro animal continúe "Que nuestros hombres sean quemados en los barcos, la comida a nuestras bodegas, que sea rápido Maestre" obedeciendo Gibbs se preparó para salir deteniéndose un momento en la puerta.

"Capitán…que hacemos con la paga de los fallecidos" quitando otro animal ni siquiera lo mire mientras le contestaba.

"Se lo ganaron en vida, no se los quitare en muerte, ese oro se ira con ellos" asistiendo con una leve sonrisa salió.

Quitando el resto de las sanguijuelas las mire notando que todas estaban muertas desde el momento en que se separaban de mi piel, tomando el espejo del escritorio mire la herida notando que la sangre había vuelto un poco a su color rojo.

Tomando un vaso me serví agua para enjuagar mi boca escupiendo el agua completamente roja.

"Veneno de hongo, vuelve la sangre espesa al contacto con el aire y hace sangrar la boca de forma abundante" recargándome en mi silla me tome un momento para cerrar los ojos sin preocuparme por el veneno, mi cuerpo naturalmente más resistente y los cuidados médicos detendrían los efectos.

El sonido de la puerta abriéndose me obligo a abrir mi ojo sano encontrándome con Elia quien parecía alarmada al verme el rostro.

"Elia, la tormenta aún no termina, deberías regresar con tus hijos" parecía que era lo incorrecto de decir pues la ira floreció en su rostro mientras entraba y cerraba la puerta.

"-¡Crees que soy estúpida!-" caminando con ira llego a mi lado para tomar mi mentón y levantar mi cabeza ocasionando que soltara un gruñido de molestia por la herida "Escuche el ruido de la lucha, los piratas no son muy callados" bajando su rostro inspecciono mi herida.

"-No quería preocuparte, es lo que menos necesitas-" la ira desapareció levemente de su rostro mientras se alejaba.

"Te lo agradezco, pero me preocuparía más si de pronto te veo herido sin saber que sucedió" mirando el escritorio tomo una de las vendas sin embargo la detuve.

"Espera, necesito cubrir la herida con una pasta de hierbas" mostrando el frasco con el número tres hice que lo tomara mientras servía un poco de agua en un vaso "En cuanto entren en contacto con el agua se volverá una pasta.

Siguiendo mis indicaciones creo una pasta de color verde y espesa.

"Cubre toda la herida…no dejes que tu piel toque mi sangre" asintiendo tomo bastante de la pasta y con cuidado la empezó a untar ocasionándome un siseo de dolor.

"-Tranquilo-" mirándola con mi único ojo note su cara de concentración llamando su atención levemente "Veo que tomaste en serio tus estudios en la ciudadela".

"Probablemente igual que tu hermano con los venenos" mi respuesta le ocasiono una sonrisa mientras seguía con su tarea, después de algunos minutos podía sentir como mi rostro estaba cubierto por la pasta.

Limpiándose la mano tomo la venda para colocarla sobre mi rostro con calma todo mientras la veía en silencio.

"Ya está" tocando mi rostro note que la herida estaba completamente tapada.

"Muchas gracias" tomando su mano le di un pequeño apretón que regreso, levantándome de mi asiento deje que me ayudara cuando mi equilibrio flaqueo un segundo.

"¿Estás seguro de que no necesitas más medicina?" tomando un segundo para recuperarme le conteste.

"No, los efectos son mínimos, solo necesito que mi cuerpo lo elimine por completo y estaré bien" notando su preocupación tome su rostro con calma "-Lo prometo-".

Mirándome Elia toco mi mano, sabía que ella aún estaba en duelo por Rhaegar, sabía que no debía aprovecharme de ese dolor y aun así no me quería detener mientras nuestros rostros se acercaban poco a poco.

"Capitán" la voz de Gibbs junto con el sonido de la puerta abriéndose rompió el ambiente por lo que Elia se alejó de mi rostro para salir sin mirar a ninguno de los dos mientras Gibbs se movía de su camino "Y-Yo lo lamento".

No podía estar molesto con el hombre, me había ayudado de muchas formas y su interrupción había sido otra, que pasara algo con Elia en su situación solo sería un error.

"…No se preocupe Maestre…dígame todo está listo para seguir con nuestro viaje" asintiendo algo nervio espero que continuara "Bien, guie el barco, me tomare el resto del día para terminar de recuperarme".

"Como ordene Capitán" saliendo el hombre fue directo a seguir mi orden dejándome pensar en soledad.

Diez días después, Puerto de Lanza del Sol…

"Aquí esta Princesa, Lanza del sol, hogar de la familia de su madre" cargando a la pequeña Rhaenys la mire mientras sus ojos ambiraban el puerto y la ciudad con curiosidad infantil.

El miedo que me había tenido disminuyo considerablemente durante el viaje gracias a Elia, sin embargo, en cuanto me vio vendado de la cara su curiosidad y preocupación opacaron el miedo, ahora era casi normal que me pidiera ser cargada.

"¡Mami, es muy hermoso!" ambos miramos a Elia quien sonreía ante las palabras de su hija, algo que resalto era el excelente estado de salud en el que se encontraba, mi sangre había hecho más de lo esperado ocasionando que estuviera en su mejor forma.

"Así es querida, estoy segura de que Palacio Antiguo te encantara aún más" cargando a Aegon y a nada de llegar con su familia Elia estaba cada vez más radiante "Rhaenys acompáñame vamos a alistarnos para desembarcar".

Sonriendo la niña asintió por lo que agachándome le permití ir con su madre con una sonrisa la cual ella me regreso.

"Con su permiso Capitán" la voz de Elia no demostraba algún cambio por el episodio de días antes, parecía que estar cerca de su hogar la mantenía siempre alegre y concentrada.

"Adelante Elia" despidiéndose levemente empezaron a caminar a su habitación para alistarse, caminando al timón mire a Gibbs "Maestre que todos los hombres estén alertas y que no se alejen mucho de los barcos, no sabemos que sucedió durante el viaje ni la postura de mi familia con Dorne" asintiendo me dio el mando mientras empezaba a dar mi orden inclusive en el Sol rojo.

Dos horas después nos encontrábamos anclando en el puerto de la ciudad, obedeciendo mi orden los hombres no bajaron de los barcos hasta que Elia y yo desembarcamos encontrándonos con una docena de lanceros Dornienses quienes miraban asombrados y aliviados a su princesa viva.

"P-Princesa E-Elia" el que parecía ser el líder de los lanceros estaba muy feliz "¡E-Es un alivio verla sana y salva!" sonriendo con calma Elia miro a todos con alegría.

"Gracias, me alegra estar en mi hogar, me gustaría ir con mis hermanos podrían prestarnos unos caballos" al escuchar su pedido en plural el líder me miro con sospecha.

"Princesa mis hombres la acompañaran con gusto, pero nos gustaría que su…acompañante se quedara en su barco" palabras incorrectas pues Elia se molestó.

"El Capitán Damon fue quien me saco de King´s Landing, así que espero que sea tratado con respeto mientras me acompaña para ver a mis hermanos" la voz gélida de su princesa ocasiono que todos los hombres se estremecieran sobre todo el líder.

"C-Como ordene princesa" dando un giro dio una orden a sus hombres "¡Traigan dos corceles, rápido!".

Volteando mire a Gibbs viendo que ahora sabia más o menos la opinión de Dorne.

"Dales su paga a los hombres pero que descansen a metros de los barcos, nada de prostíbulos por el momento y que estén listos por si debemos irnos deprisa, con la comida obtenida de los piratas no necesitaremos comprar pero que racionen el agua por si no podemos comprar aquí" preocupado, pero sin otra opción obedeció mientras los caballos llegaban a nosotros.

"Me ayuda Capitán" acercándome a Elia tome con cuidado a Aegon permitiendo que montara el caballo sin problemas para sorpresa de los Dornienses "Gracias" entregándome a su bebe me sonrió antes de mirar a la pequeña Rhaenys que se sujetaba de mi pantalón.

"Cariño, ¿quieres que él te lleve?" mirando a la niña note sus ojos llenos de esperanza por lo que sonriendo la tome en mis brazos para caminar al otro caballo.

"Sujétese un momento princesa" tomándola con firmeza la coloque lo más cerca del fuste para subirme y quedar detrás de ella, sujetándola con el brazo tome las riendas antes de mirar a Elia quien nos vigilaba con calma "Todo listo".

"Vamos" golpeando levemente los costados ambos animales empezaron a moverse ganando velocidad rápidamente, en segundos nos encontrábamos cruzando la ciudad a toda velocidad y cada uno con su carga fuertemente protegida.

Elia cabalgaba sonriendo, el cambio en su salud le permitía hacer cosas que había dejado muy joven como el cabalgar con sus hermanos.

Por mi parte estaba siguiéndola sin problemas, aun con un solo ojo descubierto mis sentidos mejorados me permitían mirar todo como una persona con ambos ojos mientras sujetaba a la pequeña niña en mi brazo.

Mirando el camino podía notar que la llegada de Elia no era ya una sorpresa pues las personas empezaban a llenar las calles apenas siendo contenidas por varios lanceros permitiendo el viaje.

Después de varios minutos llegamos a la entrada del palacio de la ciudad donde ya nos esperaban, mientras nos terminábamos de acercar dos de las personas sobresalían entre todos.

Deteniéndonos frente a ellos los mire con atención, el más grande empezaba a mostrar inicios de canas en su cabellera negra, su rostro estaba lleno de cicatrices sin embargo, lo que llamo más mi atención fue la gran alabarda que sujetaba a su lado.

"¡¿E-Elia?!" su compañero fue fácilmente reconocido, aunque había madurado la voz de Oberyn no había cambiado casi como su cuerpo el cual seguía siendo delgado, pero ahora mostraba músculos compactados hechos para la velocidad.

Llegando a su hermana Oberyn no dudo un segundo en ayudarla a bajar del caballo para poder abrazarla sin olvidar al bebe mientras murmuraba en su oído.

"Vamos Princesa" bajando de mi caballo tome a Rhaenys de la cintura para colocarla en el suelo momento en el que corrió hacia su madre interrumpiendo a los hermanos mientras Elia la cargaba.

Dándoles su espacio note por un movimiento a mi izquierda que el hombre con la alabarda me vigilaba con atención, después de algunos minutos la voz de Oberyn llamó mi atención.

"Damon" mirando frente a mí me encontré con Oberyn quien sin dudarlo me dio un fuerte abrazo sorprendiéndome levemente "-Gracias, si no hubieras ido por Elia…no quiero ni imaginar que le hubiera pasado-" sus palabras me hicieron entender que lo que me esperaba había sucedido en King´s Landing durante nuestro viaje.

"No necesitas agradecer Oberyn, tu hermana es alguien muy importante para mí" mirando a Elia seguí "Por ella lo que sea".

"Me alegra escuchar eso y puedo creerlo si tu cara es una muestra" separándose me miro con cuidado mi rostro vendado "Vamos con Doran hare que el Maestre nos encuentre ahí y te revise" con la propuesta de una segunda opinión sobre mi herida acepte mientras caminábamos hacia Elia.

"¡Capitán!" escuchando a Rhaenys la mire encontrándome con ella levantando sus brazos por lo que sonriendo me agache para tomarla en mis brazos y llevarla mientras se sujetaba a mi cuello.

"-Así debió haber sido-" gracias a mis sentidos aumentados logre escuchar el murmullo de Oberyn mientras me veía de reojo y parecía que no era el único pues Elia sonrió con tristeza pues entendía a lo que se refería.

Si mi Madre no hubiera fallecido antes de la llegada de su familia a la Roca esta sería una visita familiar con nuestros propios hijos en lugar de su rescate y el de sus hijos.

Nuestra caminata a través del hermoso palacio de Dorne nos terminó llevando al que parecía ser el comedor principal donde ya nos esperaban.

El hombre con túnicas de seda era obviamente el hermano mayor de Elia, Doran Martell, quien a diferencia de sus hermanos era físicamente más ordinario con su rostro cansado y con algunas canas presentes.

Junto a él estaba el Maestre del palacio y dos niñas, una aparentaba ser mayor que la otra, si no me equivocaba serian Arianne Martell y su prima Obara Sand.

"Elia" levantando de su silla Doran abrazo a su hermana con fuerza abrazo que ella regreso pues Aegon se encontraba en brazos de Oberyn "No sabes la alegría que me invade al verte sana y salva".

"Yo también me alegro de estar aquí Doran" terminando el abrazo Elia sostuvo su rostro levemente antes de mirarme levemente "Todo se lo debo a Damon" estando en la atención del príncipe solo le di una pequeña sonrisa mientras Rhaenys miraba todo con emoción.

"Damon Lannister, el día de hoy mi casa está en completa deuda contigo, trajiste a mi hermana y a mis sobrinos y veo que a un costo" mirando a su Maestre le ordeno que me revisara ahí mismo y con rapidez.

"Elia" caminando a ella le entregue a su hija mientras el Maestre me pedía tomar asiento en una de las tantas sillas del comedor.

Mientras los hermanos hablaban en voz baja mi atención fue tomada por el Maestre.

"Mi Lord, su salida de la ciudadela dejo a muchos Archimaestres decepcionados, sin embargo, todos lo entendieron, mandaron cartas a todos los castillos para que los Maestres estuviéramos al pendiente y le diéramos el mensaje de que siempre será bien recibido" parecía que mis esfuerzos por ganar mis eslabones me habían dejado en buena luz con la ciudadela.

"Le agradezco Maestre, si es posible mandare una carta a la ciudadela antes de partir" asintiendo termino de quitar las vendas de mi rostro encontrándose con mi cara cubierta de la pasta que estaba usando.

"Una cicatriz bastante grande, parece que el corte no fue muy profundo si su cicatrización está en buen estado, aunque es posible que su pasta fuera de mucha ayuda" tomando un trapo húmedo el cual no había visto quien llevo procedió a limpiar la pasta "Veo que uso un negador de dolor"

Era obvio que mi pasta estaba bien hecha pues el dolor de la herida había desaparecido a los tres días ocasionando que en la actualidad mi rostro estuviera como si nada.

"Listo, si es posible me gustaría ver su ojo" asintiendo abrí con calma mi ojo evitando que la luz me segara de golpe después de tanto tiempo sin abrirlo, en cuanto estaba abierto escuche un pequeño sonido de sorpresa seguido por la voz de una niña.

"-¡Increíble!-" bajando la vista me encontré con las dos niñas que no habían hablado desde mi llegada siendo la más pequeña la dueña de la voz "-Tu ojo-".

"¿Qué tiene mi ojo Princesa?" la niña mayor fue la que me respondió ocasionando que levantara una ceja.

"Es rojo" mirando al Maestre note que seguía sorprendido por lo que chasquee mis dedos frente a su rostro sacándolo de sus pensamientos.

"Maestre, ¿Cómo está mi ojo?" acercándose el hombre tomo mis parpados abriendo mi ojo lo más posible para mirarlo con atención.

"E-Es rojo, toda la parte blanca es completamente roja mi Lord" liberando mi rostro se levantó emocionado de su asiento "¡Debemos hacer pruebas y ver si tiene problemas con el!"

Su emoción llamo la atención de Elia y sus hermanos pues nos miraron antes de acercarse, antes de poder verlos sentí un tirón en mi pantalón por lo que bajé la mirada encontrando a Rhaenys quien me miraba con completa atención unos segundos antes de levantar sus brazos.

"Por supuesto Princesa" sonriendo me agache y la tome en mis brazos permitiendo que se sujetara de mi cuello, pero sin dejar de ver mi ojo "¿La asusta Princesa? Si es así puedo cerrarlo" la pequeña solo negó con la cabeza antes de pegar su cabeza a mi cara.

"Damon, muéstrame tu ojo" sonriendo por la pequeña Rhaenys obedecí a Elia mirándola con atención ocasionando que sus ojos se abrieran por la sorpresa "-Por los dioses-".

Caminando hacia mi tomo mi cara con su mano obligándome a bajar la cabeza permitiéndole examinar mi cara mientras yo disfrutaba de su olor al cual me había acostumbrado, siendo tan relajante como siempre.

"¿Tienes problemas para ver?" mirando su rostro lleno de preocupación la mire con seriedad antes de responderle.

"No Elia, mi ojo puede haber cambiado de color, pero mi visión sigue siendo tan perfecta como siempre, lo cual es un alivio, así puede seguir viendo tu hermoso rostro" me estaba arriesgando, pero sabía que mi tiempo con ella estaba llegando a su fin, afortunadamente la suerte estaba de mi lado.

"Eres un coqueto" sonriendo acaricio mi mejilla más calmada por mi respuesta antes de mirar a Rhaenys quien parecía estar durmiendo en mis brazos "Y un gran hombre" levantando su mano peino el pelo de su hija sin dejar de tocar mi rostro.

Era probable que cualquiera que no nos conociera pensaría que éramos una pareja con nuestra pequeña hija, sin embargo, la realidad era otra y no podíamos cambiar el pasado.

"Elia, Damon" escuchando a Oberyn ella se giró mientras yo miraba a su hermano quien solo miro mi rostro "¡Vaya el Maestre no mentía! Tu ojo es completamente rojo con un gran circulo dorado, muchos se encogerán del miedo" Elia tomo a Aegon de brazos de su hermano mientras yo le respondía.

"Mi error me dejo algo bueno, sin embargo, intentare no pasar por otro igual" mi respuesta ocasiono que Oberyn riera mientras se acercaba y me palmeaba la espalda.

"¡Ven comamos mientras nos cuentas todo sobre el incidente, después podrás ir con el Maestre para asegurarte de que no hay secuelas!" mirando a Elia ir con Doran acepte la sugerencia de Oberyn esperando poder pasar todo el tiempo posible con ella.

Esa noche, muelle…

"Maestre Gibbs" bajando del caballo que me habían prestado mire a mi primero al mando quien estaba muy aliviado de verme.

"Capitán, gracias a los dioses volvió, leí su mensaje, pero ni yo ni los hombres quisimos confiarnos hasta verlo de nuevo" sonriendo lo miré agradecido por contar con alguien tan leal.

"Buena idea, pero ahora necesito hablar con los hombres, probablemente algunos ya sepan lo que sucedió mientras viajábamos" Gibbs desvió la mirada confirmándome que ya sabía "Lo sabía, reúnalos y hablare con todos".

Varios minutos después me encontraba junto a Gibbs viendo a los setenta hombres que habían sobrevivido a nuestro viaje notando que algunos estaban incomodos posiblemente por las noticias.

"¡Escuchen, puede que algunos ya lo sepan, pero mientras traíamos a la Princesa Elia a su hogar la rebelión llego a su fin, el ejercito Lannister llego a King ´Landing y por órdenes de mi padre saquearon la ciudad, fue una carnicería!" ahora muchos me miraban sorprendidos y asqueados por la situación lo cual era entendible.

"¡Yo no acepto la idea de que algo así fuera correcto, que les quede claro, mi padre es un hombre despiadado quien cree que no importa cuantas vidas se pierdan en cuanto el gane, dicho eso la guerra no era de mi preocupación, aunque sé que no todos compartirán mi pensamiento!" haciendo una señal Gibbs me dio un saco lleno de monedas.

"¡Quienes deseen dejar de trabajar para mí en mis barcos puede irse, se les dio su paga, siempre les agradeceré haber trabajado conmigo y les deseare fortuna en su futuro!" el recuerdo de su pago animo el ambiente, y poco a poco todos empezaron a aceptar que ni yo ni ellos teníamos algo que ver con lo sucedido en la guerra.

"¡No lo abandonaremos Capitán!"

"¡Nuestra lealtad es suya!"

"¡Viajaremos con usted en el venganza!"

Todos los hombres estaban sonriendo y animando mientras me miraban lo cual me ocasiono una pequeña sonrisa la cual estaba seguro parecía sumamente peligrosa con mi nueva cicatriz, pero no importaba, tenía la lealtad de mis hombres lo cual era algo positivo.

Dejando a Gibbs a cargo de los horarios de descanso me dirigí a la sala de mapas indicándole que me fuera a ver en cuanto terminara.

Media hora después mientras terminada de anotar los gastos en el libro de manejo de los barcos Gibbs entro quedando en silencio mientras acababa.

"Maestre, mi acción con Elia nos dejó a grandes términos con Dorne, pero no puedo decir lo mismo con el nuevo rey y mi padre" levantándome camine hacia los mapas "Quiero que busque negocios que nos lleven lo más lejos posible de Lannisport y King's Landing".

"Por supuesto Capitán, desea que busque remplazos para los hombres que perdimos" viendo los dos puntos que evitaremos le conteste.

"Si, pero que sepan que no volveremos muy seguido a Dorne, también llene los almacenes de agua lo suficiente para un viaje extendido" teniendo sus órdenes se retiró dispuesto a cumplirlas dejándome en mis pensamientos.

Dos días después, Jardines del Agua…

Siguiendo a Areo Hotah por los pasillos del hermoso Jardín podía ver a algunos niños jugando en algunas de las fuentes que se veían por los ventanales, Elia había decidido tomar su merecido descanso en ese lugar por lo que debía ir a verla para hablar con ella.

"Los príncipes lo esperan" llegando a una salida Areo me permitió pasar mientras se quedaba cerca, saliendo los primeros que aparecieron ante mi fueron Doran y Oberyn quienes platicaban sonriendo levemente.

"Príncipes" llegando a ellos me hice notar levemente ocasionando que Oberyn me sonriera alegremente mientras me abrazaba.

"Damon, que bueno que llegaste, Doran y yo estábamos hablando de ti" regresando levemente el abrazo mire a su hermano antes de hablar.

"Espero que cosas positivas" sonriendo Doran me contesto.

"Por supuesto, decidí que por habernos regresado a nuestra hermana merece una recompensa Capitán" sorprendido tarde un segundo en contestar.

"Le agradezco Príncipe, pero no lo hice por eso" escuchando la familiar risa de Rhaenys mire sobre ellos viéndola junto a sus primas mientras Elia las vigilaba "…Elia, es alguien importante para mí, daría mi vida por ella, así que no es necesario una recompensa".

"Lo sabemos Damon" escuchando a Oberyn lo mire notando como su sonrisa de felicidad ahora era de tristeza mientras miraba a su hermana "Pero Doran tiene razón y créeme tu recompensa te servirá ahora más que nunca" escuchando eso mire a su hermano.

"En gratitud por sus servicios con Dorne se le otorgará una galera Dorniense, con su negocio en crecimiento estoy seguro de que será una gran ayuda" sorprendido alce las cejas antes de mirar a Oberyn quien me sonreía nuevamente.

"N-No tengo forma de agradecerle Príncipe Doran…con gratitud acepto su obsequio, el cual me ayudara más ahora pues tengo negocios en Lys" mirando a Elia continúe "Si es posible me gustaría hablar con su hermana".

"Vamos, yo ocupare su lugar con las niñas para que puedas hablar con ella" siguiendo a Oberyn me despedí de Doran mientras caminábamos hacia la fuente donde las pequeñas jugaban.

Escuchando nuestros pasos Elia fue la primera en vernos por lo que sonrió, Oberyn le regreso la sonrisa mientras iba con las niñas permitiéndome acércame a Elia.

"Elia, me guiarías por los jardines" tomando la mano que le ofrecí acepto con una pequeña sonrisa.

Era grato ver que sus sonrisas eran más comunes desde que habíamos llegado a Dorne, así como la calma que la rodeaba, caminando entre las fuentes mirábamos a algunos niños que jugaban en ellas mientras disfrutábamos de la caminata en silencio.

"Te vas de Dorne" la voz de Elia me tomo por sorpresa al igual que sus palabras algo que ella noto pues sonriendo con calma continuo "No es muy sorprendente, tu vida ha girado en torno en tu barco desde que fue construido, y seria cruel pedirte que cambies" terminando me sostuvo del lado izquierdo del rostro pasando levemente su dedo por mi cicatriz.

Un hormigueo inicio en cuanto lo hizo, pero no era nada doloroso era extrañamente placentero.

"-No es necesario que lo pidas, tal vez yo quiera quedarme-" mentía y ella lo sabía pues solo sonrió con tristeza.

"Puede ser, pero no es el momento, nuestro momento paso, ahora estoy de luto y debo criar a mis pequeños" posando su otra mano en mi cara me obligo levemente a bajarla "-Pero no hay nada que evite que en el futuro exista otro momento-" acercándose me beso.

Sosteniéndola de la cintura la acerque más profundizando el beso, no sabía cuándo volvería a verla o si lo la vería de nuevo, los dioses podrían llegar a ser muy crueles por lo que disfrute el beso todo el tiempo que pude hasta que el aire nos hizo falta.

Abriendo los ojos la mire con todo el amor que sentía por ella, quería que su rostro se quedara grabado en mi memoria y que ella me recordara con todo el amor que pudiera.

"-Volveré Princesa-" sonriendo se separó por lo que sabía era hora de irme, sabiendo que si dudaba me sería más difícil, gire, era momento de salir de Dorne.

Despidiéndome de Doran y Oberyn salí del palacio lo más rápido posible, debía arreglar los últimos detalles en el puerto para irnos, llegando al Venganza no me sorprendió mucho ver una hermosa galera Dorniense siendo inspeccionada tanto por los nuevos hombres de la tripulación, así como algunos veteranos.

Casi al atardecer todo estaba completamente listo, Gibbs había ordenado que el Sol Rojo fuera navegado por Cotton, el nuevo barco llamado Cicatriz de Arena para mi diversión, estaba siendo navegado por otro veterano llamado Zack.

"¡Capitán, estamos listos para partir!" escuchando el grito de Gibbs mire al palacio Martell una última vez era momento de seguir con mi viaje.

"¡Izar Velas!" obedeciéndome las velas fueron presentadas al puerto mientras los remeros ayudaban al barco a salir con dirección a la isla de Lys.

Tres semanas después…

"¡Apunten al timón!" guiar nuevamente Venganza en medio de una tormenta era algo que nunca se volvería sencillo sin embargo Gibbs y Cotton estaban ocupados guiando el Sol y la Cicatriz.

Gracias a Gibbs la tormenta no nos había tomado por sorpresa a los veinticinco días de salir de Lanza del Sol, por lo que los hombres estaban listos, lo que si nos había tomado por sorpresa eran los dos barcos piratas que aparecieran durante la tormenta.

Guiando el timón apenas y me daba tiempo de intentar mirar las velas de los barcos los cuales parecían portar algún animal parecido a un cocodrilo.

"¡Capitán, el barco más pequeño se quedó quieto!" mirando dicho barco note que la razón eran los tres hombres muertos cerca del timón.

"¡Perfecto, que el Sol lo aborde, que la Cicatriz nos ayude con la nave más grande!" obedeciendo el hombre tomo una antorcha y empezó a hacer las señales que Gibbs y yo habíamos creado para comunicarnos entre los barcos.

Mirando al gran barco que me recordaba a una Carraca guie el Venganza listo para embestirlo de lleno, lo cual paso rápidamente.

"¡Sujétense!" aun en la tormenta todos me escucharon mientras se preparaban para el impacto el cual tiro a unos cuantos hombres al suelo mientras la proa daba de lleno al costado del barco "¡Maten a esos malditos piratas!" dándole el timón a un hombre me prepare a saltar al barco.

"¡Cúbranme!" mis hombres me obedecieron mientras algunos otros me seguían.

Gracias a que mis arqueros tenían la ventaja de la altura la lucha no duro mucho mientras que los piratas morían por nuestras espadas o nuestras flechas.

"¡Capitán, el Maestre Gibbs cree que la tormenta no durara mucho más!" agradeciendo el dato dirigí a los hombres que estaban conmigo.

"¡Ya oyeron, revisen las bodegas, veamos que nos dejaron los piratas!" teniendo su orden todos se apresuraron mientras yo permitía que la lluvia limpiara la sangre de mis espadas de repuesto, aún no había tenido la oportunidad de reponer las perdidas.

La tormenta duro una hora más antes de que el mar quedara en completa calma, aprovechando el tiempo los dos barcos fueron despojados de sus provisiones y sus tesoros para luego ser incendiados.

Mis tres barcos empezaron a navegar juntos sin mucha prisa mientras contábamos nuestro botín.

"¡Capitán, del barco que embestimos conseguimos quince cajas con comida, siete barriles de vino y nueve cofres con oro y joyas!" todos los hombres estaban contentos con el botín mientras yo asentía esperando el reporte de Gibbs el cual me dio unos minutos después.

"El barco más pequeño contaba con seis cajas de comida y tres cofres con metales preciosos" habiéndome cambiado la ropa estaba solo con una camisa roja y un pantalón negro escuchando a Gibbs en la sala de navegación "Sin embargo Capitán me molesta el hecho de que nos atacaron en medio de la tormenta"

"¿Y eso porque Maestre?" no entendía su molestia.

"Los piratas eran de las Islas del Basilisco, unas isla cerca del continente de Sothoryos, son famosos por portar esclavos, sin embargo, estas naves eran solo para atacar y robar no transportar personas" ahora entendía su molestia.

"¿Cree que nos están siguiendo?" el soltó un suspiro mientras lo pensaba.

"A nosotros, no creo, al Venganza si, esta es una nave grande, con años y fama entre los barcos de comercio, no es extraño que llame la atención de piratas como ellos" soltando un suspiro me masajee el cuello.

"Bien, gracias a su información ahora sabemos que podemos esperar más ataques de ellos, le diremos a todos los hombres y deberemos estar alerta, ¿Cree que falte mucho para llegar a Lys?" Gibbs se levantó para ver el mapa antes de responder.

"No, por la tormenta junto al ataque perdimos un poco de tiempo, pero en los próximos diez días estaremos llegando a la isla" contento por la información le permití ir a descansar mientras los hombres guiaban los barcos.

Noviembre del año 283 d.C., puerto de Lys…

Guiando con calma el Venganza podía disfrutar de la belleza que ofrecía la Ciudad Libre de Lys, viendo la ciudad por primera vez entendía porque tenía el sobrenombre de "Lys la bella", aun desde la distancia era fácil observar las palmeras que llenaban la isla, era un pedazo del paraíso en tierra.

Mientras entrabamos al puerto logre ver los numerosos edificios de colores llamativos siendo el color amarillo el más prominente, pero había uno que sobresalía entre todos y era el inmenso Templo del dios rojo R'hllor.

Anclando los hombres empezaron a bajar la mercancía que habíamos llevado desde Dorne mientras Gibbs iba en busca del encargado del muelle para movilizar el trabajo.

Mientras los hombres trabajan decidí ir en busca de algún lugar donde cambiar algunas de las joyas que habíamos obtenidos de los piratas, seis cofres eran cargados por una docena de mis hombres mientras otra docena nos acompañaba como protección.

Afortunadamente Lys era un lugar donde las personas iban a gastar su dinero por eso una pequeña sucursal del famoso Banco de Hierro se encontraba en la isla quienes con placer nos cambiaron las joyas por la modesta cantidad de treinta mil dragones de oro los cuales cinco mil quinientos fueron repartidos en ciento diez pequeños sacos a pedido mío.

Regresando al barco todo el trabajo se había terminado por lo que mande a Gibbs a reunir a todos, ya era momento de su pago.

"¡Escuchen!" parado cerca del timón logre silenciar a todos "¡Durante nuestros últimos viajes todos han demostrado ser grandes marineros, ya sea enfrentando al mar o los piratas!" tomando un saco se los mostré "¡Aquí está la recompensa por su esfuerzo, cada uno recibirá cuarenta dragones de oro!" los gritos de emoción de todos probablemente se escucharon en toda la isla.

Mientras empezaban a recibir sus pagos y marcaban en el libro de registro seguí hablando.

"¡Estaremos unos días en la isla, disfruten de su paga, pero recuerden respetar los turnos, por último, somos compañeros, viajamos y luchamos juntos, quiero que se cuiden entre ustedes!" todos aceptaron mi pedido mientras recibían su dinero.

Dejándole la tarea a Gibbs entre en la sala de mapas, aun no teníamos un negocio, pero esperaba que eso se arreglara en los días que pasáramos en la isla.

Media hora después mientras terminaba de registrar el último viaje Gibbs pidió entrar a la sala lo cual le permití.

"¿Qué necesita Maestre?" terminando de escribir, deje la pluma para verlo.

"Capitán, algunos de los hombres quieren el honor de que beba con ellos, escucharon de un buen lugar cerca para ir a beber" levemente interesado y sin nada más que hacer acepte.

"Claro ya terminé aquí" guardando el libro en un cajón con llave tomé mis espadas pues nunca era buena idea ir desarmado en un lugar que no conocía, siguiendo a Gibbs nos encontramos con diez de los tripulantes más veteranos quienes se animaron al ver que iba con ellos.

El lugar del que habían escuchado estaba a veinte minutos del puerto y no me sorprendió que fuera una de las mejores casas de placer de la isla, la cual ya estaba siendo ocupada por algunos otros tripulantes de mis barcos.

Entrando al gran edificio me tome un segundo para disfrutar de la decoración del lugar, las cortinas color carmín se encontraban cerradas permitiendo que la luz del día alumbrara el lugar, el cual estaba llego de mujeres escasamente vestidas atendiendo a varios clientes.

"Bienvenidos a la Rosa de Lys" escuchando la delicada voz de una mujer gire mi rostro encontrándome con una mujer mayor pero muy hermosa que nos sonreía con delicadeza "Buscan compañía femenina o solo un poco de vino".

Esperando que alguno de los hombres hablara los mire encontrándome con sus caras en blanco, parecía que el tiempo en mar los había dejado tan ansiosos por estar con una mujer que el hablar con una los tenía perdidos en sus fantasías.

"Por el momento solo vino y un lugar para descansar por favor" no me sorprendió que la mujer me viera levemente sorprendida tanto por mi apariencia como por mi voz, parecía que conocía a un joven cuando lo veía, saliendo de su sorpresa nos invitó a seguirla con una sonrisa.

Dos horas después y algunas botellas de vino solo podía sonreír con diversión por las historias borrachas de los marineros, ellos contaban con gran resistencia al vino, pero para su desgracia mi resistencia era mayor.

Gibbs me había sorprendido con una resistencia mayor a la de ellos, pero aun así se empezaba a mostrar afectado, sin dejar de escuchar la historia de Mart sobre un cangrejo y su pie mire alrededor de nosotros.

La noche había llegado hace poco, sin embargo, eso ocasiono que los clientes igual, los cuales eran en mayoría mis hombres quienes disfrutaban de la compañía femenina, la cual, aunque me llama la atención no me atraía como a ellos, posiblemente por mi nuevo cuerpo.

Podía recordar vagamente del placer sexual de mi primera vida, pero nada que me obligara a buscarlo con urgencia, mi mente y tiempo habían estado ocupados por cosas más importantes.

"Capitán" saliendo de mis pensamientos mire al origen de la voz encontrándome con cuatro de mis hombres que me miraban sonriendo "Los chicos y yo le tenemos un obsequio".

Apartándose los cuatro dejaron que viera a la mujer que había estado siguiéndolos, era sumamente hermosa, su tez clara combinaba perfectamente con su cabellera blanca y sus ojos color lila eso sin mencionar la espectacular figura que estaba escasamente cubierta por unas telas.

"Los cuatro aportamos y compramos toda la noche con ella, es una de las más caras del lugar, es nuestra forma de agradecer todo lo que nos ha ofrecido trabajando para usted" levantándome de mi asiento note que era levemente más alto que la mujer ocasionando que sus voluminosos pechos quedaran con un glorioso ángulo.

"Un placer conocerlo Capitán Damon, mi nombre es Elain, me encantaría pasar tiempo conociéndolo" mirando sus hermosos ojos sonríe levemente antes de mirar a los hombres.

"Gracias por el obsequio lo aceptare con mucho placer" Elain tomo eso como señal para tomar mi mano y caminar ocasionando que la siguiera con dirección a las escaleras del lugar mientras los hombres exclamaban de entusiasmo, algo me decía que sabían de mi falta de experiencia con las mujeres.

Subiendo al segundo piso Elain nos llevó a una de las habitaciones más alejadas, entrando note que al igual que la sala de abajo estaba muy hermosamente decorada, con una gran cama en medio de la habitación llena de almohadas y cojines.

Elain me llevo hasta la cama haciéndome tomar asiento logrando que mi rostro quedara frente a sus pechos mientras ella sujetaba mi rostro, para mi sorpresa en cuanto su dedo paso por mi cicatriz ocasiono un escalofrió parecido, pero al mismo tiempo muy diferente al que había ocasionado Elia.

"Sus hombres no tenían más que buenas cosas que contar de usted Capitán, para ellos ya eres de los mejores Capitanes que navegan en estos mares, luchas como pocos hombres y eres generoso con todos ellos" mientras hablaba empezó a quitarme la ropa "Incluso mencionaron que el veneno no es nada para ti, lo único que les hace saber que eres humano es esto" otro escalofrió recorrió mi cuerpo cuando volvió a pasar su dedo por mi ojo.

Terminando de hablar me tenía solo con mis pantalones y mis botas.

"Sin embargo, mi experiencia me permite reconocer a un primerizo y habiendo escuchado que tipo de hombre eres me emociona saber que tendré tu primera vez" tomando mi mano la puso sobre uno de sus inmensos pechos dejándome sentir la suavidad de este.

"Tienes razón Elain es mi primera vez, pero recuerda mis palabras" levantándome la mire sonriendo "-Aprendo rápido-" sonriendo me beso mientras la tomaba de la cintura.

Ella no necesitaba saber que mis palabras eran mitad mentira, pues, aunque era mi primera vez en esta vida mis memorias de mi primera vida me serian de ayuda.

Lemon Inicia…

Elain me obligo a inclinarme cada vez mas mientras profundizaba el beso, sujetando su nuca con mis manos podía sentir como sus manos viajaban a mi pantalón antes de que metiera una de ellas para sujetar con firmeza mi miembro.

La necesidad de aire nos obligo a separarnos, ambos estábamos levemente agitados pero no era problema, bajando su vista Elain me bajo los pantalones junto a mis calzoncillos dejando mi miembro al aire.

"-Parece que tiene algo para mi Capitán-" levantando la cabeza me beso la mandíbula, exactamente donde empezaba mi cicatriz ocasionándome un escalofrió de placer, sin detenerse poco a poco sus besos bajan, el proceso continuo desde mi cuello a mi pecho.

Para mi sorpresa en cuanto llego a mi pecho me mordió levemente el pezón ocasionándome un sonido de sorpresa para deleite de ella si su pequeña risa era alguna indicación.

Continuando con su camino descendente su mano se empezó a mover con lentitud desde la base hasta la coronilla todo mientras sus besos llegaban a mi ombligo, poco a poco ella termino de rodillas quedando cara a mi miembro.

Bajando la vista me encontré cruzando miradas con ella mientras lentamente daba una pequeña lamida a la punta, mi cuerpo tembló al sentir su aliento mientras jugaba conmigo, afortunadamente ella parecía lista pues después de algunas lamidas hundió su cabeza.

"-¡Dioses!-" sin duda era una mujer con experiencia, en segundos podía sentir como la punta era lamida antes de que topara con la parte posterior de su garganta, en segundos el sentimiento se repitió con fuerza antes de que mi pene dejara su boca mientras ella succionaba repentinamente una de mis bolas.

Sin dejar de chupar mis bolas Elian acariciaba con lentitud mi pene, el dolor y placer duro varios segundos antes de que se escuchara un sonido antes de que las sensaciones pararan.

"Dime que quieres Damon" sin dejar de acariciar mi pene me miro a los ojos "¿Quieres terminar en mi garganta o en mi coño? ¿Quieres correrte en mi cara o dentro de mí?"

"Tengo mucha resistencia Elain, porque elegir si puedo tener ambos" sonriendo la mire mientras me regresaba la sonrisa.

"Es una gran promesa Damon, una que he escuchado muchas veces, espero que puedas cumplir a diferencia de los demás" sin decir mas continuo con su trabajo deslizando mi pene dentro de su garganta.

A diferencia de antes podía sentir como mi pene se deslizaba por su garganta sin detenerse hasta que su nariz golpeaba levemente mis abdominales inferiores, no era que pensara muy bien de mi pero el que pudiera absorber mis seis pulgadas era increíble y muy placentero.

Unos segundos después me demostró porque era tan cara, sus movimientos se volvieron indescriptibles mientras su lengua bailaba por todo mi miembro, ella me estaba haciendo que la follara por la boca sin que pudiera oponerme.

"Oh dioses…Elain…no puedo más" escuchando mi voz sus movimientos se volvieron mas profundos mientras yo gruñía levemente mientras mi pene ignoraba su garganta para rociar mi semen directamente en su estómago.

"Eso fue increíble" mirándola note que no tenía intención de liberar mi miembro, cerrando sus ojos continúo succionando lentamente ocasionando que en segundos volviera a estar duro, después de un minuto sus movimientos se volvieron familiares sin embargo, se detuvo extrayendo mi miembro completamente de su boca.

"Veamos si puedes mantener tu palabra" levantándose me hizo sentarme en la orilla de la cama para después subirse sobre mi quedando a horcajadas sobre mi quedando directamente sobre mi pene.

"¿Listo?" asintiendo la sostuve de las caderas ayudándola a descender con lentitud, sabía que no podría lastimarla con su experiencia pero deseaba disfrutar cada sensación por lo que cada pulgada que entraba en ella iba con paciencia al menos hasta que quede completamente dentro de ella ocasionando que su rostro mostrara una pequeña mueca de dolor "-Mucho tiempo desde que alguien llego tan dentro-".

Permitiéndole acostumbrarse simplemente acaricie levemente sus caderas mientras ella controlaba el ritmo, después de algunos segundos su cuerpo se levanto unas pulgadas antes de bajar ocasionando que ambos soltáramos un gemido de placer.

Mirandola al rostro con los ojos levemente cerrados note que ella igual me empezaba a mirar por lo que sonriendo la bese, en segundos su ritmo se volvió exigente, la habitación empezó a llenarse con el sonido de nuestros cuerpos chocando, rompiendo el beso Elain se inclinó hacia atrás mientras soltaba sonidos de placer dejando sus pechos ante mis ojos por lo cual tome uno de ellos por el pezón succionando con firmeza.

"Oh…Oh…¡Dioses!" mientras ella gritaba su primer orgasmo no pude evitar un pequeño momento de orgullo mientras soltaba su pecho, recuperándose levemente ella se empujo quedando pegada a mi pecho mientras besaba levemente mi cuello.

Levantándome levemente giré quedando con la espalda de Elain a la cama por lo que me subí a ella depositándola con calma mientras salía de ella.

"¿Lista para más?" respirando con mas calma que hace varios segundos ella solo me sonrió mientras se acomodaba en la cama quedando con las piernas abiertas mientras se sujetaba de una de las telas de la cama.

"Follame, Damon, demuestra que tus hombres hablaban puras verdades" no necesitaba más, acomodándome note lo húmeda que había quedado por su orgasmo por lo que la embestí ocasionando que mis bolas abofetearan su trasero con fuerza.

Cubriéndola con mi cuerpo podía sentir sus pechos moverse mientras mi pecho los apretaba con cada embestida, sus manos que antes sujetaban la cama se aferraron a mi espalda con fuerza.

"-Vamos Capitán, ¿o es todo lo que tiene?-" sus palabras eran lo ultimo que necesitaba, aumentando mi fuerza y velocidad la mire a los ojos notando que poco a poco parecía perder el enfoque mientras más la embestía.

"-Elain-" gruñendo enterré mi cabeza a un costado de la suya terminando por susurrar en su oído "Me voy a correr" al escucharme ella cerro sus piernas detrás de mi dejándome en claro donde quería que terminara.

"-Adelante, que mañana todos puedan ver como goteo tu esencia-" al escuchar eso podía sentir como mis bolas se contraían con la suficiente fuerza para casi ser doloroso mientras explotaba dentro de ella.

Mi liberación duro varios segundos mientras mi cuerpo se estremecía, aunque no tanto como el de ella, después de varios segundos me separe de ella notando lo sudoroso que estaban nuestros cuerpos.

"Elain" acariciando su rostro note que poco a poco recuperaba algo de fuerzas "Aun no término" al escucharme se obligo a ver mi miembro el cual con lentitud recuperaba su dureza "Debo mantener mi reputación" sin esperar a que respondiera la gire ocasionando que quedara boca abajo.

"E-Espera un momento…necesito re-" un gemido interrumpió sus palabras mientras volvía a entrar en ella , sin salir levante sus caderas obligándola a quedar con la cabeza en la almohada.

"No te preocupes, podrías descansar algunas horas" sin más la empecé a embestir, estaba dispuesto a desahogar varios años de represión sexual en una noche.

Lemon termina…

Recostando a Elain con cuidado le permití descansar después tan extenuante ejercicio, sonriendo ella me miro unos segundos antes de cerrar los ojos y permitir que el sueño la dominara, algo cansado me recosté a su lado para descansar durmiéndome sin darme cuenta.

La mañana siguiente…

Acostumbrado a despertar temprano en altamar fui el primero en regresar a la conciencia por lo que miré a Elain notando que en algún momento de la noche nos habíamos abrazado durmiendo juntos.

Separándome con calma logré soltarme quedando sentado en el borde de la cama, Elain hizo un sonido de disgusto posiblemente por la pérdida de calor por lo que le puse una almohada a su alcance la cual abrazo sin dudar.

Tomando mis calzoncillos me los puse mientras buscaba mi pantalón, logrando cubrirme mi parte inferior caminé a la mesa donde alguien ya había llevado una palangana para lavarse el rostro.

Secándome el rostro me serví un poco de vino mientras seguía vistiéndome mientras me tomaba mi tiempo, cuando estaba terminando de sujetar mi jubón un pequeño quejido se originó desde la cama por lo que giré el rostro.

Moviéndose en la cama Elain me empezó a buscar con sus brazos terminando por levantar la cabeza al notar que no estaba a su lado, girando el rostro me miro con sus ojos medios despiertos antes de sonreír levemente.

"Debo decir Damon que si no fuera por tus inicios torpes dudaría mucho de que anoche hubiera sido tu primera vez" usando sus brazos quedo sentada en medio de la cama dejándome apreciar sus pechos mientras sonreía.

"Recuerda que te lo dije Elain" viéndome caminar a la cama ella gateo hasta quedar en el borde donde sujete levemente su rostro "Aprendo rápido".

"Y tienes mucha resistencia" sonriendo la ayude a bajar de la cama mientras le pasaba una bata la cual se puso de la forma más provocativa posible lo cual agrando mi sonrisa.

"Aunque aprecio el espectáculo y me encantaría quedarme tengo negocios que atender" tomando el pequeño costal de monedas que llevaba lo tantee, si no me equivocaba llevaba unos diez dragones de oro, tomando su mano se lo entregue sorprendiéndola.

"¡Pero, tus hombres ya pagaron!" riendo levemente tome su rostro.

"Escuche muchas veces que la primera mujer siempre se recuerda y quiero que tú me recuerdes igual" dándole un pequeño beso empecé a salir mientras ella me miraba escasamente vestida y muy sorprendida.

Bajando las escaleras note a varios de mis hombres desayunando en un ambiente radiante, muchos habían estado necesitando la compañía femenina por mucho tiempo, Gibbs era uno de los tantos que pude ver por lo que pidiendo a una de las chicas el desayuno camine a su mesa.

Notándome mientras me acercaba me sonrió mientras me saludaba.

"Buenos días Capitán, algunos muchachos me comentaron que no paso la noche solo" sonriendo ante su curiosidad le respondí.

"Así es Maestre, fue una noche que nunca olvidare y aunque quisiera pasar todo el día en la cama hay asuntos más importantes" llegando mi desayuno Gibbs tomo el momento para hablar.

"Qué bueno que lo menciona, de hecho, ya volví de los muelles donde el jefe de comercio de la ciudad desea realizar un contrato de transporte" Gibbs demostraba una vez más que contratarlo había sido una espléndida idea.

Mientras desayunaba me empezó a contar algunos detalles del pedido por lo que le puse mi completa atención.

Media hora después me encontraba en la oficina del jefe de comercio de la ciudad acompañado de Gibbs mientras escuchaba todos los detalles del embarque.

"Tenemos grandes cantidades de vino tanto tinto como blanco para la ciudades de Tyrosh y Myr al igual que tapices de excelente calidad" el jefe de comercio de la ciudad era un lyseno algo pasado de peso ya entrado en años "Nuestros últimos embarques han sido atacados así que me gustaría saber si la ciudad puede contar con que ustedes lleven la mercancía completa".

"Mis hombres y yo ya hemos tenido encuentros con piratas así que estamos alertas por cualquier avistamiento, y en cuanto a la navegación tenemos a los mejores" el hombre me miro con desconfianza por mi edad así que era obvio que intentaría estafarme.

"La cuota que pagamos son diez mil dragones saliendo de este puerto, cinco mil en nuestro almacén en Tyrosh y otros cinco en Myr" sorprendido por su gran intento de robo mire levemente a Gibbs quien a diferencia de mi mostro abiertamente su sorpresa.

"Me sorprende que me intente tomar por ingenuo, probablemente por mi edad, me insulta que crea que no conozco que son quince mil dragones saliendo de Lys, trece mil en el puerto de Tyrosh y diez mil en Myr" el hombre se mostró molesto al saber que había fallado "El venganza transporta más mercancía que cualquier otro barco y cuenta con su historial de entregas, siempre completas".

Sabía que eso ultimo era gracias a los barcos que la habían custodiado antiguamente, pero por el momento no había tenido problemas en defender mi barco.

"Sabiendo eso creo que un bono de cinco mil dragones en cada puerto es una muestra de aprecio, empezando por Lys" mirando su rostro me divirtió ver como empezaba a ponerse rojo "O puede hacer negocios con otro Capitán, estoy seguro de que habrá interesados".

"¡Eso es un robo, nadie estará dispuesto a pagarle esa suma!" sonriendo me levante de mi asiento.

"Entonces buscare a quien necesite mis servicios y acepte mis condiciones por intentar estafarme" sabiendo que Gibbs me seguía salimos del lugar, casi saliendo del almacén Gibbs hablo.

"¿Cree que sea buena idea Capitán" recordando las pocas lecciones aprendidas de mi padre lo mire?"

"Gibbs quien tiene la osadía de ofender de esa forma tiene el oro para respaldar su insulto" parecía no entender, pero mientras caminábamos a unos metros del almacén una voz nos detuvo.

"¡ALTO!" girando vimos al lyseno caminar lo más rápido que pedía completamente rojo, por ira o esfuerzo solo el sabia "¡Acepto su trato!" llegando a nosotros se tomó un momento para respirar antes de mirarme con ira y un atisbo de respeto "¡La compañía pagara el precio normal más el bono que usted pide Capitán Damon!" sacando un pergamino me lo entrego.

Revisando los escrito note que efectivamente era un contrato de comercio con las cantidades correctas y el pago del bono.

"Agradezco hacer tratos con usted, que sus hombres lleven la mercancía a mis barcos y me asegurare que lleguen sin problemas a su destino" resoplando el hombre giro para regresar a su oficina.

"Debo decir Capitán que lo que yo sé de navegación usted lo sabe de negociación" el comentario de Gibbs me ocasiono una pequeña sonrisa mientras regresábamos al Venganza.

Un día fue el necesario para que la mercancía estuviera en las bodegas de los tres barcos, los hombres solo tuvieron un día más para disfrutar de su oro antes de que tuviéramos que salir de la isla algo en lo que los imite.

Abrochando mis pantalones mire a Elain quien estaba usando mi camisa con una sonrisa mientras me invitaba a acercarme.

"Voy a extrañar mucho Lys ahora que zarpemos" riendo ella me abrazo mientras me abrazaba.

"¿Y eso porque será Capitán?" regresándole el abrazo la levante de la cama girando, ocasionando que soltará una risa mientras se ponía de pie frente a mí.

"Por su clima, por su comida, sus personas" mirándola a los ojos termine en voz baja "-Pero sobre todo por ti Elain-" sabía que para ella solo era un cliente más, pero no me importaba.

"¿Cuándo crees que regreses?" quitándole mi camisa le respondí.

"No lo sé con exactitud, pueden ser meses o años todo depende de mis negocios" ella solo me miro mientras me vestía sin decir nada hasta que sujete mis espadas a mi cintura.

"Voy a extrañarte Capitán" mirándola no sabía si decía la verdad, pero no importaba.

"Nos volveremos a ver, eso te lo aseguro" tomando un saco especialmente para ella se lo entregue ocasionando que me mirara sin entender "Ábrelo" haciéndome caso lo abrió quedando sorprendida al encontrarlo lleno de dragones de oro.

"¡¿Q-Que?!" riendo por su rostro de sorpresa le respondí.

"Cómprate tu libertad, un local, ten tus propias chicas, así cuando regrese poder pagar por estar con la dueña del lugar" llorando levemente me miro sin entender segundos antes de abrazarme con fuerza mientras me agradecía en lo que parecía ser Valyrio.

Dos horas después me encontraba guiando al Venganza mientras salíamos del puerto de Lys.

"Capitán, todos los hombres están a bordo de los barcos, solo algunos llegaron con golpes, pero nada grabe" sabiendo que los hombres con dinero corren riesgos había pedido un recuento de hombres.

"Perfecto, dime Maestre los sesenta hombres que encontraste, ¿se unieron sin problemas?" viendo la cubierta del Venganza note tanto grumetes nuevos como marinos más experimentados.

"Fue tarea sencilla Capitán, con los cuentos de los hombres llegaron como polillas a la llama, todos hombres honrados pero que saben defenderse sin problemas" contento le agradecí mientras le daba el timón.

"¡Atención Marinos!" todos los hombres en cubierta me miraron dejando sus tareas levemente "¡Para los nuevos, somos una familia, los pasados no valen nada en el Venganza, somos comerciantes, pero también asesinos de Piratas pueden preguntarles a sus nuevos hermanos las ventajas de dichas acciones, así que estén listos para lo que sea, desde una tormenta a un sucio pirata!" mis hombres aclamaron ocasionando que los nuevos se emocionaran.

"¡Bien, regresen a sus puestos la isla de Tyrosh nos espera!" terminando los deje regresar a sus puestos mientras caminaba hacia Gibbs.

"Buen discurso Capitán, estoy seguro de que los hombres estarán listos y ansiosos por algún ataque pirata" sonriendo tome el timón sabiendo que tenía razón.

Un mes y medio después, al noroeste de la isla Estermont…

Tanto por los conocimientos de Gibbs como los relatos que conocía sabía que viajar por los peldaños de piedra era un viaje muy peligroso por lo que había tomado la decisión de ir por el camino largo atravesando el brazo roto de Dorne, desgraciadamente los piratas estaban esperando ese movimiento.

En cuanto cruzamos el brazo cuatro barcos piratas habían aparecido listos para el ataque, la pelea había empezado tan rápido que apenas y tuve tiempo de ordenar a los hombres.

Y ahora nos enfrentábamos a piratas más preparados, habiendo querido llevar la pelea el barco pirata me encontraba luchando con cualquiera que se atreviera a atacarme lo cual era peligroso para ellos pues varios de sus compañeros habían muerto ya.

"¡Muévanse, el niño es mío!" por primera vez un pirata que hablaba el idioma de Poniente, caminando hacia mi pude verlo con detalle, usaba un pantalón negro, una camisa blanca la cual estaba casi tapada por una pechera de acero y en su mano llevaba una espada corta "¡Es hora de que pagues por todos mis hombres muertos cachorro!"

Parecía que sabía quién era, pero no importaba, debía terminar la pelea lo más rápido posible para evitar más muertes.

Ambos atacamos ocasionando que nuestras espadas chocaran en medio, sin embargo, yo contaba con otra con la cual ataque su costado ataque que fue esquivado sin problemas.

En segundos nos encontrábamos intercambiando ataques intentando matarnos el uno al otro, el pirata tenía experiencia, más de la que yo podía esperar, cada ataque que intentaba conectar era o esquivado o simplemente detenido por su espada, aunque yo igual detenía sus ataques, pero con mis espadas.

Solo era necesario un momento de suerte o un error para que alguno perdiera la vida, ambos empezábamos a sentir el peso de la pelea hasta que uno de sus hombres le costó la vida al Capitán pirata.

Escuchando un grito en algún idioma mire como un chico como de mi edad me atacaba ignorando el grito de advertencia de su Capitán, esquivando el torpe ataque le corte el brazo dejando caer mi espada para arrojarlo contra el Capitán quien lo esquivo como esperaba dejando su cuello expuesto.

Mi espada corto el lado derecho de su cuello y por un momento pensé que eso terminaría con la pelea ocasionando que bajara la guardia, un grave error pues el pirata no estaba dispuesto a morir sin herirme, un dolor invadió mi abdomen por lo que baje la vista encontrándome con un cuchillo completamente enterrado en mí.

"-M-Maldito-" escuchando una risa ahogada mire el rostro del sujeto viendo como sus últimos segundos de vida se reía de mí.

Tropezando me aleje unos pasos de los cuerpos, por reflejo al ver el arma toque el cuchillo ocasionándome un corte en los dedos por lo que solté un quejido de dolor.

Daba gracias a la adrenalina que circulaba por mi cuerpo ya que eso evitaba que reconociera el dolor, sin embargo, los piratas notaron que estaba herido y no desaprovecharon la oportunidad.

Afortunadamente para mí no fueron los únicos en notar mi estado pues un grito se escuchó a mi espalda.

"¡Cubran al Capitán!" un segundo después varias flechas detuvieron a los piratas a pocos pasos de mí, sabía que era cuestión de tiempo que el dolor me incapacitara por lo que camine hacia el Venganza, la lucha estaba terminando y necesitaba atención médica.

Un grito a mi espalda me hizo girar el rostro encontrándome con un pirata herido que pensaba que me podría llevar con él, en ese momento note que había dejado caer mis dos espadas por lo que valiéndome de la adrenalina lo espere.

Esquivando su torpe ataque golpeé su codo con toda mi fuerza escuchando con alegría un crujido y su grito de dolor al momento que le rompí el brazo.

Estaba harto de los malditos piratas por lo que lleno de ira tome su rostro y lo impacte con lo más cercano que fue el barandal, su rostro resistió tres golpes antes de deformarse por mi fuerza y la madera.

"¡Capitán!" el grito a mi espalda casi me provoco atacar a uno de mis hombres, por suerte para él logre detenerme ocasionando que solo tropezara levemente lejos de mi por la sorpresa.

"Necesito ir al barco, llévenme a mi camarote y que Zack nos encuentre ahí" dos de ellos me tomaron para llevarme pues la adrenalina estaba empezando a desaparecer y el dolor aparecía.

En ningún momento había visto cuando pusieron la escalera entre los barcos, apenas y note algunos cuerpos mientras llegábamos a mi camarote donde ya nos esperaba Zack el encargado de las curaciones.

Zack era de los pocos de los tripulantes con conocimiento sobre curaciones, me había encargado de enseñarle poco a poco lo que había aprendido en la ciudadela, lo cual era perfecto pues no podría curarme solo.

"Z-Zack forma una pasta con las hierbas de los frascos uno, tres y seis" llevándome a mi cama los que me cargaban me ayudaron a quitarme la ropa de mi torso con cuidado de no mover el cuchillo "V-Vas a introducirla e-en la herida" el dolor empezaba a nublar mi mente.

"Coso y pongo sanguijuelas" dándole un movimiento de cabeza le di la razón mientras me recostaban, teniendo la pasta miro a uno de los hombres "Mart, saca el cuchillo a mi señal" algo indeciso Mart obedeció "Uno…dos…tres, ya"

"¡AHHHH MALDICION!" el dolor era demasiado, Zack me ignoro mientras introducía la pasta en la herida ocasionándome más dolor "¡M-Malditos…p-piratas!" esas fueron mis últimas palabras antes de perder la conciencia.


Podran notar que muchas veces uso nombres en ingles y otras en español, todo es por gusto espero no cause molestia.

Escribir esa pequeña parte de sexo fue dificil xD no estoy acostumbrado a escribirlo, leerlo claro pero es muy diferente, espero que fuera de su agrado.

Sus comentarios son apreciados para mejorar la historia.