Nota de la autora;

Os presento un breve adelanto de la historia que está por comenzar. Podría decir que "esta vez si", pero siempre que me animo a escribir y veo que la cosa va bien, me animo más. He de decir que para esta historia no me he lanzado a la piscina sin mas, sino que he escrito un guión (yay!), por lo que prometo que no perderé el hilo esta vez, ni añadiré cosas extrañas. Me he documentado un poquito para empezar bien y sin incoherencias, asi que tengo puesta toda la fe en que esto saldrá bien :) Ademas, no suelo ver muchas historias ambientadas en el oeste americano.

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Un estruendo en el carruaje pareció despertarla. La pelirroja apretó un poco los ojos para seguidamente abrirlos y comprobar lo que sucedía a su alrededor. El aplastante sol que asomaba desde la parte de afuera le «ayudó» a despertarse mejor, y así levantarse. Se había quedado dormida en aquel enorme carruaje, propiedad de la conocida compañía de servicios postales del país llamada American Express Company, que se dirigía a la costa oeste, como todos los días, transportando paquetes y sobres.

Aquel «carro» era lo mejor que había podido conseguir para volver a su ciudad natal, de entre todos los antiguos y gastados carros de presas, fuertes y civiles que los habían tenido que usar para transportar mercancías pesadas, y cuyas ruedas no habían podido resistir demasiado.

La compañía de Servicios Postales del país era bien reconocida por su puntualidad, seriedad y seguridad a la hora de transportar sus paquetes. Sus servicios eran tan ágiles que sus cartas y paquetes llegaban de una punta a otra del país en cuestión de 10 días, y para aquellos tiempos, era toda una hazaña.

El carro se dirigía lentamente hacia las praderas del medio oeste. Atravesaba brevemente el famoso río de Missouri, pero seguía por su ruta habitual por la parte norte hacia el Estado de Oregón. La muchacha se sentó aún algo desorientada en un leve banco que había a sus espaldas y resopló indebidamente hacia el suelo con los brazos cruzados. Ya había entrado el mes de junio, pero el calor ya empezaba a apretar de una manera insoportable. Ella había vuelto de la costa este bien vestida como las señoritas de allí con un buen trabajo, aunque no lo hubiera tenido, por lo que el vestido le estaba pasando factura. No era muy pomposo, pero el ceñido corpiño y el pequeño peplo de huesos que sostenía sus volantes no le estaba haciendo ningún favor.

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¿Que os ha parecido? Yo? Yo estoy tan emocionada que he querido compartir esto primero con vosotros XD. Como veis, tampoco quiero cambiarle pocas cosas del original, ya que hay ciertas partes que escribí que si que me gustaron mucho!