El encuentro de Kei y Miku fue algo especial, habiendo sido atraído por la voz de la peliverde, él desea impulsar mucho más tal talento y para ello ambos comenzaron una asociación para lograr ayudarse mutuamente, en que Miku pueda cantar y que Kei logre componer canciones. Para ello había una posibilidad cercana y esa era el festival escolar, si lograban que ella se presentara en este, sería un buen paso.
- Entonces Miku… ¿sabes de que quieres que sea la canción? – Preguntó el pelinegro, en eso Miku se puso a pensar.
- La verdad… es que no tengo idea. – Sacó la lengua.
- Necesitamos algo de donde comenzar, hasta ahora ¿Cómo has cantado?
- Pues… he cantado lo que me venga del corazón, hago lo que sea en el momento.
- Así que no tienes una letra en específico.
- La verdad es que… no sé escribir letras. – Se rascó la nuca, Kei se puso pensativo.
- Luego podremos arreglar eso, lo importante ahora es tener una base para la canción y componerla sería lo primordial aquí, por ahora deseo preguntarte ¿Qué te encanta en una canción?
- Que sea alegre, pueda expresar mis sentimientos y divertirme mientras la canto y bailo.
- Ya veo… ¿podrías pasarme una guitarra? – Le preguntó Kei, Miku asintió y fue a buscar el instrumento en la sala de música, al tomarlo, se la dio al pelinegro.
- Aun es sorprendente que puedas tocar música con… tu condición… - Aun se le dificultaba a la peliverde de coletas hacer mención de ello.
- No te preocupes, he estado utilizando mi oído durante toda mi vida y de ese modo, por medio de los sonidos y el tacto, he aprendido a tocar, no puedo leer partituras por lo que este es el único método que he logrado para tocar música, de la misma forma aprendí a escribir, por medio de mucha práctica.
Kei se concentró, empezando a tocar unas cuantas notas, Miku se quedó atenta mientras le escuchaba, en sí el pelinegro tenía una idea de lo que ella quería para una canción.
- ¿Qué opinas?
- Es buena. – Sonrió ella. - ¿Si crees tenerla lista para el festival?
- Claro, es dentro de dos semanas, podemos estar todos los días preparándonos, aunque para ello, hay algo importante antes de todo ello.
- ¿Qué es? – Preguntó ella. El camino los llevó hasta la sala del consejo estudiantil, no podrían presentarse así como así, para ello necesitarían el permiso del consejo para lograrlo, ambos llegaron ahí, con la peliverde tocando la puerta.
- Adelante. – Se escuchó la voz al otro lado, al abrir la puerta, estaba el escritorio al fondo y una mesa en medio, un joven de cabello castaño acostado y lentes estaba ahí. - ¿Tienen algún asunto conmigo?
- Es respecto al festival escolar, deseo presentarme en el escenario. – Exclamó Miku, el presidente enarcó una ceja.
- Supongo que lo saben pero desde la semana pasada se presentó un formulario para inscripciones de presentaciones, dicho formulario ya expiró porque se acabó llenando los cupos, no podemos abrir un espacio más.
- Presidente, sabemos aquello pero realmente deseamos esta oportunidad. – Comentó Kei.
- Tanimoto Kei-san ¿no? He escuchado sobre ti, aunque quisiera hacerlo, la dirección solo abrió cierto número de cupos, no puedo extender uno más.
- ¿No puede hacerlo por nosotros? – Miku puso ojitos tiernos, el presidente solo mantuvo su rostro neutro.
- No soy alguien que caiga ante encantos femeninos baratos, ahora váyanse.
- ¡¿Cómo que encantos baratos!? Escucha. – Y antes de que ella pudiera reclamar, les cerraron la puerta, la peliverde estaba molesta. - ¡Oye, no nos cierres la puerta!
- Miku, es mejor no pelear y armar un escándalo.
- Es que me dijo que no tengo encanto ¿puedes creerlo?
- Yo sé que eres linda, si tienes una linda voz, seguramente también tienes buenos encantos. – Respondió el pelinegro, Miku no pudo evitar sentirse avergonzada pero entonces miró a cierta parte de su cuerpo, más en especifico su pecho y lo plano que era, un gotón surgió en su frente. - ¿Miku?
- T-Tienes razón, aunque no puedas verme, te digo que soy una belleza con un buen cuerpo, mis pechos son tan grandes que no te imaginas. – Empezó a reír de forma nerviosa, era obvio que estaba mintiendo pero solo lo hacía por autosatisfacción.
- No te deprimas por lo que alguien más diga, ya después podremos encargarnos de ese asunto, nuestra prioridad es continuar la canción.
- Claro. – Los dos siguieron con la planeación, Kei se encargaría de todo, ya las clases terminaron y fueron a sus hogares.
Miku llegó a su casa, al abrir la puerta, vio a su hermano mayor que estaba recostado en el sofá con el teléfono.
- Bienvenida Miku.
- Ya llegué Mikuo-niisan. – La peliverde soltó un suspiro mientras fue a la sala para sentarse, su hermano seguía atento al teléfono. – Esto… nii-san…
- ¿Sí? – El peliverde mayor levantó la vista para observar a su hermanita.
- ¿Tengo encantos femeninos? – Preguntó, Mikuo enarcó una ceja.
- No tengo idea de por qué preguntas eso pero seguro tiene que ver con el hecho de que te acompleja tu pecho.
- ¡Eso no es cierto! – Empezó a darle golpes. – No me molesta ser plana.
- Lo sabía. – Mikuo sonrió de lado, eso solo avergonzó más a Miku, ya luego que se le pasó el coraje, lo dejó en paz.
- Nii-san… esta vez si creo poder alcanzar mi sueño ¿sabes de cuál?
- Como no recordarlo, desde pequeña siempre me dijiste a mí y a nuestros padres sobre lo mucho que quieres ser cantante.
- Veras… conocí a alguien que tiene una asombrosa habilidad para tocar canciones, él igual desea ser un gran compositor así que ahora estaré trabajando con él para lograrlo.
- Ya veo… un momento ¿dijiste él? – Como si fuera gran cosa, Mikuo se acercó a ella. – No me dijiste nada de que sea un chico ¿acaso tiene otras intenciones? Donde ose tocarte, yo le daré…
- ¡Espero Mikuo, no tiene ese tipo de intención! – Le calmó Miku, haciendo un puchero. – Eres demasiado sobreprotector, él es solo un amigo.
- No podemos estar seguros, cualquier hombre que se acerque a una chica solo lo hace por motivos románticos.
- Pero puedo asegurar que él solo desea cumplir su sueño… es un amigo con el cual compartimos la misma meta, es todo. – Mikuo realmente no confiaba bastante pero viendo lo seria que era Miku, quizás debería de aceptar las palabras de su hermana menor.
- Entendido… le daré el beneficio de la duda.
- Gracias nii-san. – Sonrió ella. – Por ahora estamos planeando presentarnos en el festival escolar, puedes ir a vernos cuando llegue el momento.
- Claro… además me gustaría conocerlo y dejarle bien en claro que nunca se pase contigo.
- En serio nii-san… - Un gotón cruzó la frente de Miku. Mientras tanto Kei en su hogar seguía pensando en cómo componer la canción que desea escuchar Miku, lo que dijo realmente fue algo ambiguo como para siquiera plasmarlo aunque lo que tocó antes y escuchó ella le agradó, podría tomar esa base.
- (Quizás pueda usar sintetizadores… una canción electrónica con teclados debería ser algo con lo que esté cómoda)
Kei tenía mucho por delante pero ya contaba con una idea inicial para la canción que cantaría Miku, juró hacer algo bastante bueno para resaltar lo mejor de ella y su talento y lo lograría.
Otro día en la escuela, al termino de las clases habituales, nuevamente volvieron a reunirse en la sala de música, Miku necesitaría tener una letra para la canción ya que ella no podía ser la única en quedarse atrás, un aspecto importante para todo artista es saber escribir tus propias letras.
- ¿Tienes alguna idea? – Preguntó Kei, la peliverde se dejó caer sobre su asiento.
- No… nunca pensé que escribir letras sería tan complicado, antes al cantar solo lo hacía con lo que tuviera en mente pero ponerlo en papel es más difícil de lo que creí.
- Aun tenemos tiempo para conseguir eso, en cambio, ya sé como podremos presentarnos en el escenario aun sin el consentimiento del presidente.
- ¿En serio? – Aquello sorprendió a Miku.
- Claro, incluso podemos ir ahora, adelante. – Los dos empezaron a moverse, la peliverde no tenía idea de lo que Kei pudiera hacer. El camino los llevó hasta la sala de transmisión del club de radio, ellos eran los encargados de los avisos por medio de las bocinas en toda la escuela, al tocar la puerta, una chica salió.
- Tanimoto-san, te estaba esperando. – Respondió esta.
- Gracias por la ayuda en esto, lo aprecio bastante.
- No es nada, después de todo igual te debemos un favor por haber hecho la música ambiental para los anuncios.
- ¿Eres quien hizo esa música? – Preguntó Miku con asombro, el pelinegro asintió.
- Le debemos a Tanimoto-san demasiado por su ayuda, ya me explicó parte así que les ayudaremos.
- Entremos por ahora a hablarlo. – Los dos entraron a la sala de radiodifusión. Ahí dentro solo estaban ellos tres, la chica del club de radio se sentó en un lado y Miku ayudó a Kei a sentarse, con ella a un lado.
- Así que deseas un espacio para que ella cante en el escenario.
- Sí. – Asintió el pelinegro. – No alcanzamos a llenar el formulario pero aun así esto es muy importante para ambos y sé que el club de radio está a cargo del equipo de sonido para las presentaciones.
- Claro, nosotros tenemos todo cubierto.
- Por eso, luego les pasaré la pista de la canción que compondré y cuando de la señal, la reproducirán.
- ¿Nos colaremos? – Expresó Miku con asombro, Kei asintió.
- Velo algo así como esos conciertos de guerrilla que hacen las idols en la calle, será prácticamente lo mismo.
- No estoy segura… - La peliverde temía que hubiera repercusiones pero Kei se veía muy seguro de sí mismo.
- Todo saldrá bien, una vez empiece, nadie podrá detenerte.
- Les estoy ayudando por el favor que le debemos a Tanimoto-san, de otra forma nunca haría esto. – Expresó la miembro del club de radio con una sonrisa.
- Entonces así será, cuento con ustedes. – Kei logró cerrar el acuerdo, Miku estaba sorprendida de las conexiones que tenía el chico, pero seguro eso era para beneficiarlos, ahora sabía que no podría quedarse atrás y necesitaría tener la letra lista, se esforzaría dentro de todo lo posible.
- Pero como lo haré… - Miku estaba con la cabeza recostada en el escritorio de su habitación. Al terminar las clases, volvió y apenas llegó tenía el papel y lápiz listos, más las letras no podían salir. – En serio esto es complicado…
- Miku, traje pastel. – Mikuo entró en ese momento con un plato de pastel. – No te ves bien.
- Nii-san… escribir letras es más difícil de lo que pensé. – Exclamó ella con lagrimones en los ojos.
- Tu eres la que desea volverse una artista famosa, tienes que superar esas barreras.
- Pero no pensé que sería tan complicado… - Soltó un suspiro. - ¿No puedes ayudarme aunque sea un poco?
- Esto es algo que solo tu necesitas hacer, no siempre podrás contar con la ayuda de otros, debes aprender a pensar en esas cosas tu sola.
- Eres un aguado… - Expresó por debajo. Decidió no pensar demasiado y tomó el plato con pastel, comiendo un poco. - ¡Que dulce y delicioso! – Expresó con una sonrisa.
- Pensé que algo dulce te ayudaría a dar más energía en tu cerebro.
- Gracias nii-san.
- Por ahora solo te daré un consejo ¿Qué es lo que quieres expresar en tu canción?
- ¿Qué quiero expresar? – La peliverde se puso a pensar. – Yo realmente quiero hacer felices a todos los que me escuchen cantar, llegar a sus corazones y darles mucha alegría.
- ¿Cómo puedes plasmar esas emociones en letras? Piensalo.
- ¿Plasmar eso en letras? – Miku ahora tenía algo para pensar, con ello en mente se sentó una vez más para escribir, Mikuo la vio una última vez, una sonrisa en su rostro mientras la dejaba sola para concentrarse.
Al día siguiente, una vez más en el salón, Miku llegó, se veía alegre.
- Kei-san, la tengo, una parte de la letra. – Expresó ella.
- ¿En serio? ¿Puedo escucharla? – Ella afirmó con un bufido. Miku se puso a cantar lo que tenía en ese momento, fue entonces que Kei logró sentir la fuerza, una calidez proveniente, eran los sentimientos de la peliverde plasmados en su canto y por consiguiente… iba con lo que él tenía de la canción hecha.
- ¿Qué tal?
- Es perfecto. – Sonrió él. – Es justo lo que tengo de la canción hecha, escucha. – Ahora Kei le mostró la pista a Miku, al empezar a sonar, ella quedó asombrada, ya podía sentir la sinergia que habría entre esta y su canto.
- Me gustó, ahora estoy inspirada a terminar la letra.
- Esforcémonos entonces.
Pasaron los días y cada quien se concentraba en lo suyo, al final lograron terminar, Miku logró completar la letra luego de mucho esfuerzo y Kei tenía la pista hecha. Así finalmente llegó, el festival escolar, la gente empezó a llegar.
- Vamos nii-san. – Miku jalaba a Mikuo. – Mi presentación se dará pronto.
- Claro Miku, solo no me jales demasiado.
En otro lado, Kei estaba en uno de los salones, en sus manos tenía un pendrive con la pista, solo necesitaría llevarla a la sala de radiodifusión y todo comenzaría.
- (Finalmente llegó el día… hoy, ambos comenzaremos a avanzar con nuestros propios pies, es hora de empezar nuestro nuevo viaje…)
El Redentor 777: Aquí haré las cosas por un 50/50 entre drama y emoción junto a comedia, no todos los caps serán así pero ya verás, aquí estaremos al avance con esta historia.
Ninja Britten 11: Kei apuntará a algo igual, lo suyo es que solo se guía por el sonido pero de tal forma y sumado al tacto aprendió a tocar instrumentos, él no escribe partituras, de plano lo hace directo y lo graba, ya veremos.
Bueno, aquí tenemos el segundo cap, digo que me he estado informando sobre las personalidades a plasmar de los vocaloids y lo he hecho viendo series de MMD en youtube, creo que la representación promedio del fan es lo que importa así que me basaré en lo que vi de esos vídeos para sus personalidades. En segundo, apareció alguien más, Mikuo hizo su debut, como tal es el genderbend de Miku pero en el canon del fan es su hermano así que aquí también tendrá ese papel, un hermano muy sobreprotector jaja, él en realidad no será alguien que aparezca casi siempre, será un personaje secundario y ni siquiera será cantante, así que no lo verán tan seguido pero haré que salga de vez en cuando.
Ya en el siguiente cap veremos el festival escolar donde también cantará Miku por primera vez en público, veremos si el plan de Kei tendrá éxito y será el punto de lanzamiento para estos dos, todo eso lo sabrán en la próxima semana. Saludos.
