[Los personajes pertenecen a Hajime Isayama y su respectiva obra]

Insinuación EreAnnie

Colección: Bélier


Versprechen

1

Las manecillas de su reloj seguían girando conforme los minutos y las horas pasaban, su muñeca sudaba y cada que podía simulaba ajustar la correa del mismo, manteniéndose a la espera de su llegada mientras permanecía sentado en una de las mesas al rincón del establecimiento.

El estar ocupando el espacio sin consumir le habría asegurado una petición para marcharse, sin embargo, el mesero le habría acercado ya un vaso de agua y no hacía más que verle de reojo cada que pasaba cerca a atender a los otros clientes, puesto que el hombre de cabellos castaños no estaba dispuesto a pedir nada aún.

Cada cierto tiempo volteaba el celular sobre la mesa, como esperando una llamada o un mensaje.

Ciertamente le resultaba triste verle ahí desde hacía horas, y las llamadas de atención hacia el camarero por parte de compañeros y supervisores resultaban constantes.

― No, está bien, yo me encargo ― musitó el empleado, terminando de limpiar y acomodar una de las mesas, asomándose tras la misma.

Se irguió de espalda sobre su lugar y tomó un poco de aire e infló su pecho con el suficiente, entonces animándose a avanzar hacia la esquina de la cafetería para encontrarse con Eren Jaeger descansando su cabeza sobre ambos de sus brazos apoyados sobre la mesa, manteniendo la mirada baja.

― Disculpe, ya vamos a cerrar… ― musitó, recogiendo la carta y manteniéndose de pie a su frente mientras esperaba alguna respuesta del otro.

Ignoraba su presencia.

― Si la estás esperando, ella no vendrá, Eren ― le dice Reiner.

― No, vendrá… Prometió que lo haría ― objetó Jaeger.

― Oh, lo olvidé, es increíble con las promesas… ¿No lo es? ― contestó Braun, entre el arrebato. No hubo respuesta por parte del otro, y rendido ante el carácter obstinado de su viejo amigo de la universidad, no hizo más que respirar profundo y tomar asiento junto a él.

No resultaba sentirse precisamente la persona más adecuada para el momento.

― Eren, sé que ya no somos amigos… pero lo entiendo, y como el amigo que fui para ti en su tiempo, escúchame…― comenzó Braun de manera sutil, algo incierto ―. Sé que han pasado por muchas cosas, pero ya te ha hecho demasiado daño… Ya no te aferres más, no puedes cambiar las cosas que no están bajo tu control.

Por lo poco que se habría enterado por amigos en común y lo que le habría tocado apreciar, era lo más que sentía que podía expresarle.

― Tengo el contacto de un buen terapeuta, si lo requieres ― quiso bromear, riendo débil y nervioso por lo bajo.

Seguía sin haber correspondencia por el lado del más joven.

― Simplemente respeta la decisión de Annie y empieza a ver por tu propio bien, es mejor para los dos que sea así ― buscó confortarle, dando una palmada en su hombro ―. Deja de esperarla, ya no va a regresar.

No habría sido su intención ser tan crudo.

Estuvo por levantarse para poder terminar con su deber antes de cerrar el establecimiento, pero pronto el muchacho de largos cabellos oscuros empezaría a sollozar entre la ira y la impotencia.

Braun se habría quedado junto a él, ofreciéndole un sincero abrazo lleno de compasión.


Hu, hu... ¿qué tal, Meine Leser? Me encontré con una prompt de diálogo en Tumblr hace casi tres años y tenía muchas ganas de escribir algo así, aunque no aterrizaba ideas convincentes en aquel entonces de manera en que me gustase. Apenas hoy me animé a reescribirlo y terminó en esto... Ciertamente es muy corto, pero quería mantenerlo breve.

Creo que ya no tengo más que mencionar al respecto, así que espero y les haya resultado agradable de alguna manera... ¡Nos leemos!