CAPÍTULO 2
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Cuatro años después…
"¡Sakura, Mei!" La dulce voz de una mujer resonó en toda la casa. "¡Se nos hará tarde!" Su amado esposo consideró que después de la celebración del cumpleaños debían visitar al médico especialista en individualidades, puesto que en cualquier momento podrían evidenciarse
"¡Onee-san! ¡Levántate!" Mei saltó desde su cama hasta la de su hermana mayor en un intento de 'despertarla', lo había intentado de la manera más pacíficamente posible, pero la pelirrosa estaba 'profundamente dormida', así que optó por saltarle encima.
"¡Ahí voy!"
La menor terminó aterrizando en el estómago de la ojijade. El golpe fue tan fuerte que terminó sacándole el aire
"¡¡¡Ahhhh!!!" Se levantó de golpe e intentó ponerse de pie rápidamente, pero tropezó y cayó al suelo.
"Auch, creo que esta vez se me pasó la mano" Dijo inocentemente, estaba sumamente emocionada. Aún no le decía nada a sus padres, pero desde hace algunos meses se percató de que su visión era más refinada, podía observar muchas cosas aún desde las largas distancias
Sakura la miró con enojo fingido. Realmente no quería salir. Ella ya tenía planeado entrenar y no quería desperdiciar más tiempo. Se prometió a sí misma que no volvería a descuidar sus entrenamientos. Ser débil no es una opción. No volvería a ser protegida por los demás. Nunca más, puesto que tenía personas por las cuales velar
Amaba su nueva vida. Era diferente a lo que había acostumbrado. La fuente de poder de las personas no era el chakra, sino los quirks, los cuales predominaban en el 80% de la población. Cada uno con particularidades increíbles: algunos podían manipular el fuego, otros nacían con apariencias extrañas adoptando formas de animales u objetos. Tampoco existían shinobis, sino héroes, los cuales se dedicaban a combatir villanos.
Para la joven era algo tranquilizante que los niños no eran utilizados como armas de guerra, al contrario, los educaban y los preparaban para ser alguien en la vida que pudiera contribuir de manera benéfica a la sociedad. Otra cosa que también le agradó fue la prohibición del asesinato, al menos la Asociación de Héroes no creaba asesinos.
Si ella tuviera que elegir a su héroe favorito definitivamente sería Edgeshot. Él es lo más cercano a lo que una vez fue su vida como ninja.
La desventaja de todo esto es que ellos eran terriblemente débiles, a excepción de algunos destacados, como All Might; ese hombre sí que era fuerte y se había ganado su respeto. La imposición de héroes en la sociedad provocaba que la misma dependiera de ese grupo especial, hecho que no le gustaba.
Amaba a su familia. Su madre, de nombre Umeko, es una mujer muy cariñosa y le había tomado aprecio. Al principio le pareció algo incómodo de aceptar, porque Mebuki siempre estaría en su corazón. Su padre, Tadashi era algo extraño, de cierta manera le recordaba a Kizashi; las malas bromas jamás la dejarían en paz, pero le encantaba tener cierta conexión con lo que alguna vez significó ser una Haruno.
Pero sobre todas las cosas, amaba a su pequeña hermana. Esa chiquilla apasionada con todo lo que tuviera que ver con el steampunk. Lo que más admira de ella es su capacidad de innovación, algo que ella misma no podría hacer fácilmente; pero lo más increíble era su capacidad de jamás darse por vencida.
Dejó de lado esos pensamientos y se alistó. Esperando que hubiera algo nuevo que le llamara la atención.
Ella esperaba que todo marchara a la perfección.
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O al menos lo intentó.
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"¿Puedo preguntar cuál es su don?" Cuestionó al señor Hatsume.
"Mi particularidad se llama Visión de Rayos X, puedo ver a través de los objetos, pero solo puedo mantenerla por pocos minutos. Mi esposa puede observar los objetos desde distancias muy largas"
La primera persona en ser examinada fue Mei, a la cual se le orientó a identificar su particularidad dando como resultado el nombre de su quirk: 'Zoom'.
Estaba dentro de lo esperado.
Lo más curioso fue cuando la melliza mayor concentró en sus palmas una energía de color verde para cerrar una herida que previamente se había hecho a sí misma como demostración
Eso captó su interés.
"Es extraño ver algo así". El médico comentó después de presenciar la habilidad curativa de la pelirrosa. "Aún más si el don es de sanación" Dijo con sorpresa, ya que ni siquiera quedó cicatriz.
Los mayores le dirigieron una mirada que daba a entender que necesitaban una explicación más detallada
"La manifestación de los dones se da conforme a las leyes de la herencia Mendeliana". Explicó con calma. "Debería haber manifestado el don del padre, de la madre, o la combinación de ambos".
"Está es una mutación muy especial, no es la primera vez que sucede pero es raro lidiar con esto"
"Con tu don serás capaz de ser una heroína, pequeña Sakura"
[…]
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"¡Vamos a jugar, nee-san!" La melliza menor tomó la mano de su hermana y la arrastró al parque de diversiones que se estaba llevando a cabo en esa ciudad.
No pasó mucho tiempo para que otros niños comenzaran a unirseles. A lo lejos había uno en particular que parecía querer jugar con ellos, pero aún así no se les acercaba; tal vez por el temor al rechazo, quiso pensar la ojijade
Sakura intentó acercarse a él para atraerlo hacia los demás pero todo pasó muy rápido.
Se escuchó una fuerte explosión. Una falla en el juego mecánico más cercano provocó la muerte de algunos, el caos comenzó a reinar en aquel sitio; algunas personas terminaron con heridas, entre ellas ese niño.
La Hatsume mayor se acercó a él para proporcionarle primeros auxilios, tenía una quemadura de segundo grado en el brazo izquierdo. Se podía observar la desesperación y las lágrimas del chico, lo observó mejor: cabello azabache y la tonalidad rojiza de sus ojos, además tenía un lindo lunar por debajo de la boca. Sin perder más tiempo concentró chakra curativo y sanó la quemadura, al menos no le dejaría cicatrices.
El niño ya había dejado de llorar. Desde el momento en que vio cómo la luz verde había curado sus heridas se emocionó bastante, como si se tratara de magia
"¿Te sientes mejor?" Ella le preguntó.
Por primera vez reparó detenidamente en la persona que le había ayudado y se sonrojó tiernamente. Era la primera vez que hablaba con una niña, y una muy bonita. Sin saber qué responder se limitó a asentir
"¡Tenko!" Una voz grave se dirigió al niño "¡Te dije que no te separaras de nosotros!" Le regañó su padre. Las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos del pequeño pelinegro por el golpe recibido en su mejilla, por lo que dirigió una de sus manos para cubrir el sitio
Una mueca se formó en el rostro de la pelirrosa por el trato brusco que el señor le dió a su hijo. Le falta delicadeza. ¿¡Quién demonios trata así a su hijo, el cual acababa de presenciar una experiencia traumática!?
Antes de que ella pudiera defenderle, sus padres llegaron y la abrazaron con extrema preocupación, por lo que tuvieron que separarse.
Antes de que el niño desapareciera de su vista, le hizo un gesto amigable de despedida. Esperando que pudieran volverse a ver.
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Esta escena no pasó desapercibida para una de las personas infiltradas en aquel parque de atracciones.
Con una sonrisa macabra observaba la foto recién tomada en la que se evidenciaba cómo la rosadita había curado la herida del mocoso.
"El maldito viejo tenía razón".
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Ya habían pasado algunos días después del incidente del parque.
Desde ese día, la pelirrosa comenzó con lo más básico: meditación. Su flujo de chakra estaba presente, pero aún era muy débil, debía aumentarlo un poco más si quería comenzar con el entrenamiento físico.
Meditaba desde la madrugada hasta el inicio del alba. Sus padres la regañarían si la vieran hacer ese tipo de cosas.
Cuando los rayos del sol comenzaron a iluminar su rostro se levantó y se preparó. Hoy saldría con su familia a la Ciudad de Musutafu.
"Todos están muy alegres, a padre lo ascendieron en el trabajo" Esta era una excelente oportunidad para conocer otros sitios. Este mundo era increíble. Si este tipo de tecnología existiera en las Naciones Shinobi sería espectacular.
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A diferencia de Kyoto, Musutafu parecía más modernizado. Lo que realmente llamó su atención fue que en ese sitio se encontraba una Academia tan gigante como una Aldea. "Esa escuela debe ser muy importante" la curiosidad la carcomía
"Mamá" habló la pelirrosa. "¿Qué es ese lugar tan grande?" preguntó mientras señalaba con su dedo índice el lugar, colocando su dedo en la ventana del autobús.
"Es la Escuela de Héroes más importante en el mundo, querida"
"¿Quieres ser un héroe?" Preguntó Mei. "¡Estaré allí para apoyarte!" exclamó mientras alzaba ambas manos hacia el cielo
¿Ser un héroe? No lo había pensado con detenimiento.
Así que por primera vez ella no supo qué responder.
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Los días pasaban rápidamente. Los villanos en esta ciudad eran menos activos que en la anterior, tal vez porque aquí residían muchos héroes famosos.
Como de costumbre, venía de regreso de la escuela. Era muy aburrido, puesto que no tenían mucho que enseñarle, así que a veces creaba un clon y se iba a pasear por ahí
Estaba por comprar caramelos en una tienda cercana hasta que escuchó muchos gritos cercanos la Escuela a la que Asistía. Su clon había desaparecido.
"Mei" su corazón latía fuertemente. Si algo le llegaba a pasar a su adorada hermana no se lo perdonaría. Jamás
Corrió lo más rápido que pudo y lo que observó la dejó atónita: sus pequeños compañeros estaban inconscientes, con algunas heridas y los salones estaban en desastre total.
Buscó desesperadamente el cuerpo de su hermana pero grande fue su alivio al ver que sólo estaba desmayada. No tenía heridas, al menos.
La cargó con cuidado y la colocó en un sitio que ella creía que estaría segura.
Inmediatamente revisó a cada uno de sus compañeros de clase pero lo más grave que llegaban a presentar eran cortes superficiales. Su profesora también estaba desmayada.
Curó las heridas de todos. Uno por uno.
En ese preciso momento se odiaba a sí misma por tener reservas bajas de chakra, ya se estaba cansando mucho. Y lo peor de todo es que los héroes aún no llegaban, además de que alguien se acercaba y no tenía la certeza de que era un aliado.
Estaba tan metida en sus pensamientos y se encontraba tan exhausta que no se percató sobre el líquido color ámbar que era inyectado en ella a nivel yugular.
Estaba perdiendo la consciencia.
Y no había alguien más que pudiera ayudarla.
Sintió miedo.
Mucho miedo, por primera vez en tantos años.
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Aclaraciones:
1. Hatsume Umeko y Hatsume Tadashi son representados en este fic como los padres de Sakura y Mei (esto porque no hay aparición de ellos en el manga, o por lo menos aún no).
2. Mi recomendación del día: https/open./track/15VDHAMS4JCLziCjNkmQl1?si=2_HSm5UHQf6Ezhxq4siNq w [Lennon Stella- Older Than I Am]
3. Les estoy preparando una playlist, pero les pasaré el link después.
4. Usualmente no actualizo tan rápido, pero tuve algunos días libres xd
Los TKM, cuídense mucho.
BRB