PISTA 2


Qiyana cerró la puerta de la casa con seguro y giró hacia su camioneta, cargando con su jugo en la mano izquierda, y con el brazo derecho su bolso y su maleta de entrenamiento.

Tenía un ensayo con su maestra de danza aérea y sus bailarinas del trabajo, y ese día había decidido llegar temprano al salón de baile para preparar lo antes posible los aros y las cintas de práctica. Ella siempre se encargaba de poner, asegurar, limpiar y arreglar su propio mobiliario, desconfiando totalmente de todos a su alrededor para hacerlo.

Este trauma lo traía desde pequeña cuando empezó a practicar la danza. A dos semanas de iniciar su primer baile aéreo, para su primera presentación, sus hermanas mayores le jugaron una mala y pesada broma, que le costó una pierna rota y columna lastimada cuando ellas deshicieron el nudo de refuerzo del aro que usaba. Una Qiyana de ocho años cayó aproximadamente cuatro metros hasta un piso de madera. Los doctores le dijeron que no volvería a bailar, que debía alejarse de la danza aérea y cualquier ejercicio que le hiciera mover la cadera o la pierna que alguna vez estuvo rota. Fueron años de medicamentos, tratamientos, rehabilitaciones y terapias para poder dejar atrás sus dolores del accidente, y Qiyana finalmente se enfrentó a la tarea de tomar el aro y volver a volar. Fue el reto más difícil de su vida, completamente doloroso, mortificante, y completamente a solas, pues ni sus padres ni sus hermanas estuvieron atentos a ella cuando atravesó esta etapa, únicamente conformándose con que ella había vuelto a caminar. Hasta la actualidad, esos dolores de columna volvían luego de bailar, y en las noches volvía a tener pesadillas de su caída. Cuando bailaba en los escenarios, el voltear la vista al piso la paralizaba, y tenía que recomponerse o perdería concentración y fuerza, lo que aseguraba otra caída.

Esos pequeños recordatorios de su accidente siguieron mucho tiempo, hasta que llegó Yasuo a su vida.

La primera vez que él influyó para hacerle olvidar, fue cuando estaban en el último ensayo de su baile individual para una presentación de True Damage en Sidney. Qiyana entró en crisis mientras era subida en el aro junto a sus bailarinas. Al voltear al suelo, exactamente a tres metros, Qiyana empezó a pedir que la bajaran con rapidez. Cuando el director le preguntaba qué pasaba, ella únicamente pudo empezar a gritar aterrada, y se aferró al aro con fuerza. El equilibrio comenzó a perderlo, y cuando todos vieron cómo comenzaba a balancearse en la orilla del aro, tratando de mantenerse estable, bajaron el objeto con rapidez y poco cuidado. A nada de llegar al suelo, con una Qiyana inundada de pánico, Yasuo salió corriendo desde la mesa de dj en la base del escenario, subió a la tarima, y se apresuró a tomar el aro en el que estaba Qiyana, para bajarla con delicadeza. Qiyana se aferró a él para alejarse del lugar, y ambos se fueron a los camerinos, donde ella lloró mucho tiempo mientras le contaba la historia detrás de la escena. Yasuo la escuchó atentamente y le abrazó con fuerza, repitiéndole muchas veces que ya estaba en el piso y que no volvería a caer de esa forma. Esa misma noche, antes de irse al finalizar el ensayo, Qiyana pidió una disculpa a todo el staff por lo ocurrido, y Yasuo la esperó detrás de la cortina del escenario, enseñándole los pulgares en aprobación y orgullo amistoso por su disculpa.

Ese fue el inicio de todo.

Cada ensayo, Yasuo estaba siempre debajo del aro de Qiyana, y cuando ella volteaba hacia el suelo, él estaba ahí sonriéndole, mostrándole los pulgares o algún objeto que pusiese feliz a la morena, siendo este objeto, en ocasiones, comida.

Qiyana sufría sus dolores de espalda y cadera al dormir, le era difícil conciliar el sueño, y fue una situación que le duró años mucho más allá de las terapias o tratamientos. Cuando Yasuo se mudó con ella, las primeras noches la escuchó quejarse y levantarse durante la madrugada. Qiyana intentó hacer el menor ruido posible para no molestarlo, pues habían acordado dormir en habitaciones separadas, aunque se encontraran relativamente cerca, y entendía cuán molesto podía ser no dormir tus horas completas.

Una de esas noches que Qiyana buscó las compresas calientes, Yasuo se levantó y miró por la abertura de la puerta, como la latina, sentada en una silla delante de su mesa de dormir, se sobaba la base de la espalda con mucha fuerza. Él pasó la puerta y Qiyana se asustó, pidiéndole disculpas por despertarlo. Yasuo no dijo nada, sólo se acercó a ella, la volteó en la silla, y comenzó a dar leves masajes con presión de los dedos en puntos específicos de la columna. Qiyana sintió una liberación impresionante por esto. Desde esa noche, Yasuo ofreció dormir juntos, ya fuera en la habitación de ella o en la de él, para que él estuviera ahí para mitigar los dolores cuando Qiyana los tuviese.

Si ella se despertaba por esa molestia, Yasuo le hacía el mismo masaje en espalda y cadera hasta que se quedara dormida, y la abrazaba cuando la escuchaba llorar o espantarse por otra pesadilla acerca de su caída. Solo entonces Qiyana podía dormir en paz.

Fue una época de una increíble y placentera paz que ella creía perdidas para siempre.

Ahora que estaba sola de nuevo en esa casa, Qiyana había tenido una recaída en las pesadillas y los pánicos, así como le aterraba subirse al aro. Los dolores de espalda podía manejarlos, ya eran menos graves que antes, pero aun así era algo extraño no sentir los masajes que le brindaba el asiático, reemplazando sus manos con las viejas compresas que había guardado en su armario.

Por eso quería ir al ensayo, quería intentar hacer sus maniobras sin tener que voltear al piso a encontrarse con Yasuo para sentirse segura. Si quería empezar a mejorar, debía de dejar de depender.

Arrancó la camioneta y esperó a que esta calentara, mientras desbloqueaba su celular para revisar los mensajes entrantes. Había recibido muchos de Ekko esa mañana, así que estaba curiosa de qué podía decirle el joven.

EKKO

"Hey QiQi, ¿qué qué qué hay? (4:50 am)

Quería preguntarte si, de ser posible, podías pasar a mi casa a realizar (4:50 am)

perdón, a dejar unas cosas de la compra que Akali mandó de Asia (4:54 am)

Sé que ya sabes que Yasuo está quedándose en mi departamento, pero no te preocupes. Él no está hoy ahí, está en el estudio de grabación al otro lado de la ciudad (4: 55 am)"

Qiyana arrugó la cara con disgusto antes de teclear una respuesta.

"¿Y él no podía tomar las cosas cuando volviera? (7:02 am)"

Dejó el teléfono a su derecha dentro del portavasos y tomó el volante, quitando el freno de mano. Se enderezó en su asiento y pisó el acelerador para salir de su estacionamiento externo al garaje, decidiendo ignorar el siguiente mensaje de Ekko hasta que llegara a su primera parada.

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Enojada, apretó el claxon por primera vez desde que había estacionado fuera de la gran casa.

― ¡Treaaa! ―gritó enojada― ¡Apúrate!

Por la puerta de la casa, una joven de piel morena, cabello blanco grisáceo corto, un poco más oscuro que el de Qiyana, delgada, de estatura pequeña y grandes ojos color cardo, salió con rapidez, mientras hablaba con alguien que la seguía de cerca y le ayudaba con algunas bolsas que cargaba.

Qiyana miró a su amiga y no pudo evitar molestarse al verla con su pareja.

Trenáanayin Karait, también conocida como Trea, era una joven doctora, y cantante ocasional, que había conocido a Qiyana durante su participación como bailarina temporal de K/DA.

Años atrás, Trea había estado buscando trabajo porque necesitaba conseguir dinero para la temporada en la que haría su titulación y sus prácticas profesionales, y por azares del destino, había encontrado la convocatoria de bailarinas que Kai'sa había puesto en línea, así que Trea envió su participación para entrar como bailarina temporal de la gira de K/DA por Sudamérica, logrando quedarse con ellas permanentemente gracias a su rendimiento, ya que sus actividades extracurriculares durante toda la universidad habían sido de artes: baile, canto, teatro, etc. Así que tenía las habilidades necesarias para participar con ellas durante ese corto periodo de gira.

Kai'sa la había escuchado cantar durante los ensayos, y ella fue quien le propuso intentar lanzar una carrera como cantante, así que K/DA le dio mucho apoyo para que pudiera debutar, haciendo colaboraciones con ellas un tiempo hasta que logró firmar con la disquera del gran magnate Jarvan IV, poseedor de grandes compañías y, entre ellas, una gran disquera de artistas y deportistas de todo tipo. Trea no se dedicaba a tiempo completo a cantar, sacando pocas canciones en un año y ni siquiera realizando un disco completo, pero eso no era problema ni para ella ni para sus compañeros, ni siquiera para sus jefes y managers, puesto que el cantar era prácticamente un hobby de la chica, por lo que era más común verla siendo coros de fondo para K/DA o apoyo vocal.

Aunque, en un principio, a Trea le fue difícil lograr volver con K/DA para las producciones musicales, Jarvan IV había logrado un convenio en el que le permitía a la chica participar en colaboración con K/DA en ocasiones, y trabajar como doctora para las chicas del grupo, que era su verdadera vocación, mientras se mantuviera activa haciendo música durante el año.

Su inicio en las prácticas profesionales fue justamente una semana después de terminar la gira de K/DA, así que tuvo poco tiempo de descanso y poco para prepararse. Aunado a ello, trabajaba a tiempo parcial con la música, pues quería aprovechar este pequeño ingreso de dinero para pagar su escuela.

Como parte de sus prácticas, tenía que asistir constantemente a atender a clientes en casa, pues estaba trabajando en un hospital privado pequeño que daba esos servicios especiales. Un día, Evelynn había sufrido una fuerte caída mientras las K/DA ensayaban en casa de Ahri, y la primera se había desmayado. Akali recurrió a Trea, conociendo que había estudiado medicina, y Trea acudió a casa de Ahri donde atendió a la mujer inconsciente. Con ellas se encontraba Lucian, el actual mánager de True Damage, viejo amigo de Jarvan IV, y quien en algún momento fue co-productor de algunos vídeos y canciones de K/DA, y al ver a Trea trabajar, le ofreció un empleo como doctora de True Damage para cuando el grupo se encontrara en giras o presentaciones de conciertos, y también cualquier cosa relacionada dentro del medio de trabajo. Trea, por supuesto, aceptó, ya que esto significaba que su empleo no se detendría cuando las chicas de KD/A tuvieran sus pausas, y, de alguna forma, le garantizaba un ingreso relativamente fijo.

Cuando conoció a Qiyana, Yasuo, Ekko y Senna, los primeros dos estaban comenzando a enamorarse, así que Trea vio su romance nacer. Qiyana y Trea se volvieron amigas al ambas enterarse de que eran latinas, y pronto su comunicación fue tanta, que se contaban mucho de sus vidas en pareja.

Y así fue como Qiyana conoció al que, para ella, era el desagradable novio de Trea: Shieda Kayn.

El joven, un par de años más pequeño que Trea, era conocido no por buenos méritos.

Kayn, en su niñez y adolescencia, fue un criminal afiliado a Noxus. Mató a gente para el magnate Swain, un gran empresario y poderoso hombre de dinero que no le gustaba tener intromisiones en su área. Hasta donde se sabía por boca de Kayn, Swain lo había secuestrado de niño (como a muchos otros) y lo había entrenado toda su vida para protegerlo, usarlo de escudo humano, y también para matar. Eso hizo que se convirtiera en un criminal rápidamente. Mató a veintidós personas a lo largo de su vida (las contadas), y fue participe de amenazas al orden y a la paz. Eso ocurrió hasta que Zed, el jefe del área sureste de la Junta Organizada de Niveles de Investigación Adaptables, también conocida como JONIA, una subdivisión de detectives y policías al servicio mundial de la paz, detuvo al joven tras su último asesinato y logró encarcelarlo. Gracias a que Kayn confesó todo, y a que estuvo dispuesto a colaborar con la detención de muchas personas que eran trabajadores de Swain, su condena se redujo drásticamente, y pronto logró salir de la cárcel al cumplir los veintitrés años. Lo que sorprendió a los medios y a la sociedad, era que Kayn se integró a JONIA por petición propia, solicitándole a Zed trabajar a su lado. Zed lo señaló pronto como su estudiante, y más adelante, como su mano derecha. Fue todo un suceso que resonaba en las noticias, en especial desde que Kayn había comenzado a mostrar resultados favorables de su trabajo junto a Zed.

Trea le había contado a Qiyana que conoció a Kayn cuando ella fue víctima de un crimen, y Kayn apenas tenía ocho meses de haber salido de la cárcel. Una noche, Trea había salido tarde de sus clases, y una triada de hombres la habían seguido de cerca. La atraparon en el metro, donde la amordazaron y se la llevaron.

Kayn, quien estaba en servicio en el turno nocturno, recibió la llamada de los padres de Trea, quienes la reportaban desaparecida cuando por la madrugada no había aparecido en su hogar, y él fue quien se puso en marcha de forma inmediata.

Kayn estaba fuertemente afectado por la situación de que Swain secuestraba niños para entrenarlos y volverlos sus esclavos-"trabajadores", por lo que siempre que recibían una llamada de ayuda por un secuestro, él era el primero en saltar a trabajar en el caso. Temía de la gran red que poseía Noxus, pues por muchos años habían mantenido sus movimientos ocultos, motivo por el que Kayn jamás fue buscado de niño, y por lo que fue detenido ya luego de mucho daño que había provocado. Así que quería evitar, a toda costa, que su propia historia se repitiera en otras personas, ya fueran infantes, jóvenes o adultos, pues sabía los extremos que tomaba Swain con tal de tener a todos con una correa y siendo sus lacayos.

Tras investigar a la escuela, cámaras de seguridad, el transporte y gente, Kayn dio con Trea dos días después en el maletero de una camioneta, donde la tenían amordazada y drogada para que estuviera en silencio. Por fortuna, los agresores no la habían manipulado o lastimado, por lo que se encontraba bien de salud, pero muy hambrienta y sedienta; así que Kayn la llevó a su moto y la colocó en ella con todo el cuidado posible para llevársela al médico más cercano. Pero los agresores se dieron cuenta de que Kayn se la llevaba, así que los interceptaron y los atacaron.

Kayn logró huir con Trea por un barrio de mala muerte, y se escondieron en unos departamentos abandonados, desde donde Kayn llamó a Zed para informarle lo que pasaba. Por su lado, Trea despertaba de su estado inestable por las drogas y le comenzó a dar instrucciones a Kayn para revisarla. Cuando estuvieron seguros de que Trea sólo había sido drogada, ambos decidieron pasar la noche en los departamentos y esperar a la llegada de JONIA, pues se encontraban hasta el otro lado de la ciudad cuando Kayn encontró a Trea. En la madrugada, Zed llegó con sus trabajadores al área, y lograron desmantelar a un grupo grande de criminales que robaban, secuestraban y mataban gente, que afortunadamente no estaban afiliados a Noxus. Kayn participó en el evento, pues resultó que toda esa organización estaba asentada por las afueras de la ciudad, exactamente donde Kayn había encontrado a Trea.

Trea le contó a Qiyana que quedó impresionada al ver a Kayn tan metido en su papel de detective, puesto que había sido específico con Zed sobre todo lo que había recopilado. Además, mencionaba mucho el momento en el que Kayn se unió a la persecución y pelea contra los criminales, viendo cómo se desenvolvió en el campo de una forma natural, casi como si pelear lo trajera tatuado en la sangre como una marca de nacimiento.

Cuando el movimiento terminó, Kayn y Zed llevaron a Trea a un hospital y contactaron a sus papás, quienes se encargaron de ella desde entonces.

Una semana más tarde, Kayn fue a visitar a Trea al hospital para saber cómo iba la limpieza de las drogas que le habían inyectado, esperando recopilar más información de su caso para el archivo del mismo, y ambos platicaron acerca de lo ocurrido. Trea se negó a perder contacto con él, estando extremamente agradecida por haber hecho lo imposible por salvarla, así que le invitó a cenar una tarde luego de que ella saliera de la escuela. Kayn aceptó, y pronto estas citas comenzaron a hacerse más frecuentes, pues ambos formaron una amistad muy ligera en la que el hombre aprendía a convivir fuera de su círculo laboral, y la chica comenzaba a conocer más del mundo oscuro y peligroso en el que él se encontraba, y que rodeaba a todos de forma silenciosa. Kayn comenzó a ir por ella a su escuela y a regresarla a su casa, costumbre adoptada por la mera precaución de que no volvieran a secuestrarla. La acompañaba a los lugares a los que ella tuviera que ir para realizar sus tareas. Trea cuidaba de Kayn cuando este era herido en algún movimiento armado, y siempre procuraba esperarle para comer o cenar en sus horarios libres, yendo en ocasiones a la estación de JONIA a buscarle. Así nació el amor entre ambos, y a futuro, una relación muy fuerte. Los años pasaron, su noviazgo se mantenía, y Kayn reunió el suficiente dinero para comprarse una casa propia y proponerle a Trea vivir juntos. Ella no pudo decir que no.

El día que Trea había presentado a Kayn a sus amigos de True Damage, todos le reconocieron como el viejo criminal Shieda. Yasuo se portó amable con él, mostrándose abierto a mantener conversaciones o salir a pasear juntos. Ekko y Senna estaban un poco cohibidos por Kayn, pero siempre eran respetuosos. Akali no estaba del todo contenta con su presencia tan cercana, ya que ella era sobrina de Shen, el director del área norte de JONIA, y sabía que él y Zed no tenían un buen pasado, y Kayn figuraba en él. Por su lado, Qiyana estaba incomoda con la cercanía del joven a ellos, pues para ella seguía siendo un criminal.

Por ello, para Qiyana se había vuelto una costumbre de actitud el no entablar grandes momentos de convivencia con el joven, llegando a ser grosera o muy fría con él, cosa que a Kayn no podía importarle menos. Él entendía que no todos en el mundo iban a aceptarlo luego de su pasado, pero Zed le había enseñado a desprenderse de la idea de la integración forzada para que aprendiera a trabajar de forma neutral y sin preferencias sobre quienes lo trataban mejor sobre quienes lo rechazaban. Eso había evitado, muchas veces, que Kayn se volviera a responderle a la latina, quien apenas, y con suerte, era mantenida en un estado tranquilo por Yasuo.

― ¡Lo siento! Tuve que empacar todo lo que falta en la enfermería de la empresa ―dijo Trea acercándose a la camioneta con rapidez. Abrió la puerta del pasajero y comenzó a subir las bolsas en los pies del asiento.

Detrás de ella, Kayn, vestido con una sencilla camisa gris holgada sin mangas, unos joggers cafés muy sueltos, y unos tenis desgastados, se acercó mientras la miraba poner las bolsas en orden dentro del vehículo. Al percibir la mirada hostil de Qiyana sobre él, el joven joniano levantó la mirada a ella, pero sólo hizo un cortés saludo con la cabeza y volvió su atención a su novia.

―Tal vez no traiga todas las bolsas hoy, dejaré varias en el médico del estudio por cualquier cosa ―explicaba Trea mientras recibía las bolsas de la mano de Kayn.

―Entonces llevaré la moto y no la pick up ―dijo Kayn a Trea sin dejar de verla.

―Ok. Dudo mucho traer más que mi bolsa personal ―dijo Trea volteándose a Kayn, mientras se acomodaba el borde de la blusa de tirantes blanca sobre sus jeans rosados―. Como sea, te avisaré una hora antes de que vayas.

―Eso estaría perfecto ―dijo Kayn. Le rodeó la cintura con el brazo derecho y Trea le rodeó el cuello con ambos brazos. Kayn le dio un beso de pico antes de hablar―. Paso por ti a las nueve.

―Gracias, te espero ahí ―le dijo Trea antes de darle otro beso pequeño―. Te amo.

―Claro que lo haces ―le dijo Kayn con una pequeña sonrisa descarada, logrando un leve golpe de la mano de la morena sobre su antebrazo.

Le ayudó a subir a la camioneta antes de cerrar la puerta con suavidad. Trea bajó el vidrio y Kayn se recargó en el borde de la puerta mirando a Qiyana.

―Gracias por llevarla al estudio, Qiyana ―dijo Kayn. Qiyana le miró.

―No es problema, yo la muevo. Despreocúpate por hoy ―dijo restándole importancia. Kayn enarcó una ceja.

―Bieeeennn. Vayan con cuidado. Cualquier cosa me avisan ―dijo alejándose de la ventana.

Kayn miró una última vez hacia Trea y le guiñó un ojo. Ella le sonrió enternecida antes de que Qiyana arrancara el vehículo y se alejara de su casa.

―En serio que no entiendo qué hiciste para hacer cursi a un asesino ―comentó Qiyana cuando Trea subió la ventana.

Trea le sonrió volteando a verla, divertida por el rechazo de su amiga a su pareja, que ya a esas alturas, era algo más por manía que por verdadero desagrado a Kayn.

―Deja de llamarle así ―le dijo Trea suavemente―. Kayn es un detective ahora, no más un criminal.

―Como sea ―dijo Qiyana―. Antes de ir al estudio debo pasar al departamento de Ekko.

―Está bien, no tengo nada que hacer en la enfermería ―dijo Trea tomando su termo con chocolate caliente de su bolso de mano―. ¿Cómo has estado desde que Yasuo se fue?

Qiyana se encogió en su asiento recargándote en el respaldo.

―Me iré de vacaciones ―contestó.

― ¡Qué bueno! Unas vacaciones juntos les ha-

―Sola.

Trea bebió del termo en silencio, volteando su mirada a la ventana. El silencio transcurrió un par de minutos antes de que se le ocurriera decir algo. Siendo sincera, le daba miedo dar un paso en falso que volviera a molestar a Qiyana.

―QiQi ―llamó volteando a verla. La chica sólo enarcó una ceja en reconocimiento―, ¿ya no son pareja?

Qiyana hizo una mueca y se pasó una mano por la frente. Era la pregunta incomoda que no tenía respuesta.

―No lo sé.

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Al llegar al complejo de departamentos, Qiyana estacionó la camioneta a un lado del edificio lejos de la entrada. Un consejo que Ekko le había dado para no pagar el estacionamiento de invitados, era estacionarse a la vuelta en la calle principal, así que siempre que iba de visita, se quedaba junto al faro de las jardineras.

Ambas chicas bajaron de la camioneta y se dirigieron hacia la entrada de reja de los edificios.

―QiQi, no pueden estar así Yasuo y tú ―se quejó la joven caminando detrás de la cantante.

― ¿Quién dice que no? ―preguntó Qiyana acercándose a la reja protectora de los departamentos, mirando a través de ella buscando el tan mencionado paquete.

―Qia, cuando Ilna y Sett tuvieron problemas similares a los tuyos con Yasuo, ambos pasaron por una muy mala época por la falta de comunicación ―explicaba Trea siguiéndola a donde ella se dirigiera―. Ilna dejó a Sett, se mudó a un departamento lejos de él y dejó de trabajar en el mismo lugar porque le molestaba tenerlo cerca. Ella estuvo deprimida un mes, Sett otro mes, y cuando finalmente se dieron cuenta de su error, Sett e Ilna tuvieron una profunda y seria plática. Finalmente volvieron y ahorita están a dos meses de casarse.

―Sí, eso no quiere decir que ocurra lo mismo con Yasuo y conmigo ―se quejó Qiyana sacando sus llaves en las que tenía la copia que Ekko le había dado.

Trea suspiró desalentada.

Su teléfono vibró y lo sacó del bolsillo trasero de su pantalón, desbloqueándolo con la huella digital. El fondo de pantalla con la foto de Kayn, tomada un día que ambos decidieron quedarse en casa, era tapado por un mensaje que resaltaba de la parte superior en un recuadro blanco.

KAYN

"¿Qué le pasa? (8:15 am)"

Trea sonrió porque Kayn captó perfecto que Qiyana estaba rara con él.

"Yasuo (8:16 am)"

KAYN

"Mi-er-da (8:16 am)"

"¿Irás a verlo? (8:17 am)"

KAYN

"Por supuesto que sí (8:18 am)

El idiota debe decirme qué hizo para que Qiyana me quiera

Tengo que decirle que lo siga haciendo (8:19 am)"

Trea se rio levemente y guardó el teléfono. Se volteó a Qiyana justo para verla entrar a los departamentos, así que la siguió rápidamente para no quedarse afuera.

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Yasuo abrió la puerta justo para encontrarse con Kayn, quien le dirigía una mirada curiosa.

― ¿Q-

―Todo ―le interrumpió Kayn―, quiero saberlo todo.

Yasuo torció la boca y arqueó las cejas. Se hizo a un lado y dejó pasar a Kayn, quien caminó directo hacia el sillón situado a un lado de la cabina de control de su estudio, dejando que el gato de Ekko (al cual había llevado al trabajo para sentirse acompañado) se enredara en sus piernas mientras se acomodaba.

El joven músico cerró la puerta y se giró hacia su invitado, caminando hacia el asiento giratorio que estaba delante de la máquina de mezclas, al lado del sillón de tres plazas en el que Kayn descansaba.

Miró a Kayn atento, dándose cuenta de que probablemente no había ido a trabajar ese día, pues el joven normalmente vestido de traje, con corbata y zapatos de vestir, hoy solamente traía una camisa de tirantes ajustada roja, con un cárdigan muy delgado y largo hasta la mitad del muslo de color vino, con un pantalón jogger semi-formal negro que estaba ajustado de las rodillas a los pies, y traía unos tenis negros altos que le tapaban las pantorrillas. Su cabello increíblemente largo, que solía estar bien anudado en una trenza, hoy estaba apenas sujeto por una liga detrás de la espalda, que en realidad con trabajos sujetaba todo el bulto de hilos negros, haciendo que pareciera más suelto que acomodado.

―Dispara ―dijo Kayn acomodándose entre los cojines y con el gato trepándose en sus piernas.

Yasuo torció la boca.

―Me sorprende que Trea no te haya contado nada aun ―comentó Yasuo con aburrimiento. Tomó dos latas de la mesa de café debajo de la cabina, siendo estas las restantes de un six pack de refresco, y le ofreció una a Kayn.

―Es muy leal a sus amigos ―contestó Kayn aceptando la lata con un agradecimiento de cabeza―. No me contaría nada ni aunque tuviéramos cincuenta años de casados, diez hijos y treinta nietos. Ella respeta la privacidad.

― ¿Y tú no? ―preguntó Yasuo burlándose.

Kayn resopló sobre la boquilla de la lata.

―Yo, por el contrario, respeto de acuerdo a lo que el trabajo me ha enseñado ―contestó a la burla―. Como sea, no vine aquí a que criticaras mis valores. Quiero que me des la receta para que Qiyana esté amable conmigo.

Yasuo enarcó ambas cejas y miró hacia Kayn, dejando la lata entre sus piernas. Kayn sonrió detrás del trago que le daba al refresco y se encogió de hombros.

― ¿Te ha hablado bien? ―preguntó Yasuo con sorpresa.

―Mhm ―asintió―. No me ha llamado asesino, criminal, loco, perro faldero de Zed, basura Noxiana… está extrañamente tranquila con mi existencia ―dijo Kayn con una sonrisa. Bajó la lata hacia los pies del sillón, colocándola junto a su pie izquierdo, y miró a Yasuo mientras el gato se bajaba de su asiento y caminaba hacia el mencionado―. Pero me disgusta, especialmente, el que me ignore porque está enojada.

― ¿Prefieres que te trate mal? ―dijo Yasuo con diversión mientras atrapaba al gato en sus brazos y volteaba hacia la consola a guardar su trabajo.

Kayn se cruzó de brazos y se recargó en el respaldo del sillón. Su expresión pasó a una seria.

―Prefiero que me trate mal y esté en sus cinco sentidos, a que esté con la mente en las nubes y pueda distraerse mientras conduce. No me gustaría que ella tuviera un accidente en auto, y menos ahorita que va con Trea a bordo ―dijo Kayn con seriedad. Yasuo no lo volteó a ver―. No te voy a dar consejos de vida o de problemas de pareja, Trea y yo no hemos tenido ese tipo de choques como para que yo sepa cómo se debe proceder. Pero algo que te puedo decir, Yasuo, es que lo peor que pueden hacer ambos, es aplazar la evidente conversación que deben tener.

Yasuo volteó a verlo cuando él se encogió de hombros de nuevo.

La sinceridad de Kayn era algo que siempre le había gustado a Yasuo.

Jamás alardeaba a fondo sobre su estabilidad económica y familiar (hablando de que, públicamente, consideraba a Zed y Trea su única familia), lo que muchas veces lo llevó a involucrarse muy seriamente en consejos a sus amigos, puesto que siempre vio todo desde un punto de vista objetivo porque no había experimentado los altibajos que las personas y las parejas pasaban. Aunque llegaban a tener malentendidos o discusiones muy leves, Trea y Kayn siempre volvían a unirse con más fuerza y confianza, y eso había hecho que la relación durara no sólo años, sino contra muchas adversidades.

La justificación de Kayn cuando Yasuo le preguntó cómo es que evitaba esos problemas de familia, fue que él estaba muy cansado de no confiar en la gente y tener que protegerse de los que fuesen sus "aliados", palabras que vinieron realmente del niño secuestrado que había perdido todo y sido entregado a nada, puesto siempre como alguien desechable. Kayn le explicó a Yasuo que esperaba disfrutar mucho a su pequeña familia, pues él no sabía lo que le deparaba el destino con ellos, cosa que aprendió cuando fue separado de sus padres y los olvidó, sufriendo mucho tiempo por la idea de que jamás volvería a estar con ellos. En la actualidad, Yasuo y Kayn habían simpatizado con la idea de que ambos habían tenido experiencias familiares algo desafortunadas, y eso los llevó a desear la paz con sus nuevos amigos.

― ¿Sabes qué? Busquemos a quien te puede ayudar ―comentó Kayn sacando su celular del bolsillo derecho.

Yasuo levantó una ceja intrigado, desplazándose en la silla con rueditas hacia él.

― ¿A quién vas a llamar? ―se inclinó en su lugar y miró hacia la pantalla del celular.

―A Sett.

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Vaya, es buen material ―comentó Trea mirando las partituras sobre la mesa y algunas anotaciones musicales en notas adhesivas.

Qiyana estaba ocupada en la cocina de Ekko guardando el paquete que había encontrado en el corredor del edificio.

― ¿Hay algún comeback planeado para True Damage? ―preguntó Trea mirando las notas musicales garabateadas en unas partituras.

―No lo sé ―comentó Qiyana con pocas ganas, caminando por la cocina y checando las alacenas, buscando frituras que quitarle a Ekko―. No nos han comentado nada concreto. Quieren que grabemos nuevas pistas, pero nada como un single o disco completo.

Trea se agachó sobre la esquina de un cuaderno abierto y notó una serie de dibujos muy interesantes.

No tenían nada que ver con lo escrito en las partituras, y estaba segura de que los corazones y las letras solamente eran dibujados con mucho cariño. Pero si le decía a Qiyana que viera las pequeñas notas de Yasuo en la esquina de su cuaderno de canciones, ella solamente iba a tener un motivo más para quejarse en la camioneta yendo hacia el estudio, en lugar de ver la ternura e intención con la que habían sido garabateados.

Se enderezó apartando la vista del cuaderno y fijándola en Qiyana, quien chateaba por teléfono con Ekko, comentándole que ya había guardado sus compras.

―No entiendo para qué me mandó aquí ―comentó Qiyana colgando la llamada.

Trea la miró mientras ella se acercaba, notando como lentamente la mirada de Qiyana iba hacia las notas sobre la mesa.

Los ojos de la cantante recorrieron toda la mesa, cada espacio, analizando el trabajo.

―Probablemente estemos por grabar música y no nos han informado ―comentó Qiyana.

Trea enarcó una ceja.

¿De verdad no vio el cuaderno?, se preguntó sorprendida.

―Vámonos. Aún tengo que practicar ―dijo Qiyana.


Hola, ¿cómo están? Espero todos se encuentren muy bien.

He aquí el capítulo dos, y la aparición de dos importantes personajes que estaremos viendo a lo largo de la historia.

Trea es uno de mis OCs, que, bueno, la estuve desarrollando dentro del universo real de Runaterra, pero me gustó mucho la idea de introducirla en este fanfic AU. Es un personaje muy sencillo, y por ello me gustó hacerlo. La verdad es que quería darle a Kayn una pareja, algo en mí dijo "El caballero lo necesita para esta historia" jaja.

Otro OC que también mencioné aquí es Ilna, la pareja de Sett, pero ella no aparecerá sino hasta muuucho más adelante, así que no tendrá tanto peso argumental por el momento.

Como ven, no planeo juntar a Qiyana y Yasuo en un futuro próximo hasta que se desenvuelvan bien los personajes en sus corajes y la separación, por lo que habrá constantes flashbacks de su relación para que conozcan más a fondo el peso de lo que les ocurre como pareja.

Espero les esté gustando y los entretenga. Sí habrá mucho del lore de LOL aplicado al fanfic, y estoy involucrando incluso cosas del juego por puro contenido como el "Centinela de control app" jaja, espero que me salga bien.

Muchas gracias por leer, espero sigan aquí conforme avance la historia.

Cuídense mucho, nos leemos en el siguiente episodio. Bye :)