—Por supuesto que lo he visto, pero estoy seguro de que ninguna mujer lo acompañaba, parecía tener prisa así que cuando pasó por aquí tiro parte de mi mercancía—Sakura había preguntado por Shisui con los aldeanos y el señor frente a ella era el primero en darle una respuesta que podía serle útil. —Lo vi entrar a esa taberna, pero debe tener cuidado, ahí sólo entra gente peligrosa—

—Le agradezco la preocupación tomando su consejo—No temía por ella, podía escabullirse perfectamente en el lugar sin que nadie se percatara de su presencia, por lo que entrar era la menor de sus preocupaciones. Lo que realmente temía era no poder encontrar la reliquia ya que de lo contrario ella y su equipo serían condenados a una muerte segura. Así que al entrar a la taberna para su buena suerte, Shisui se encontraba ahí. De hecho era la taberna de la noche anterior, el estaba platicando con un niño, probablemente el mismo que Naruto mencionó en su relato.

—¿Tienes lo que te pedí?

—Te lo daré si antes me pagas

—Sólo toma y dame lo que te pedí

—Aquí esta—dijo entregándole una pequeña bolsa que el niño se encargo de revisar cuidadosamente, para después regresar su mirada al hombre frente a el

—Ellos se encuentran en una posada abandonada al norte del pueblo, cerca del rio—Shisui agradeció al niño y acto seguido salió del lugar. Su caballo estaba afuera del lugar. Sakura pensó interceptarlo en el lugar, pero no iba a ser prudente, primero necesitaba respuestas que estaba segura aquel niño podría contestar. Así que sigilosamente se acercó a el para cuestionarlo.

—Hey, necesito que me respondas unas preguntas

—¿Qué?¿Quién eres? —Lo había agarrado con la guardia baja—¿Esta loca? ¿Por qué le respondería algúna pregunta?

—Es por el bien del pueblo

El niño sólo sonrió amargamente—Por mi que se pudra. Si no tines nada que ofrecer, por mi puedes irte al infierno junto con el pueblo —definitivamente era un niño que había visto lo peor de la sociedad. Después se aseguraría de hacer algo por el, mientras tanto lo único que hizo fue sacar algunas monedas para que pudiera hablar.

—Bien, úsalo sabiamente—Dijo mientras veía al niño guardar lo que le había dado —Bien, sólo necesito que me respondas dos cosas ¿Qué le diste al hombre que acaba de salir y a quien iba ver?

—Le di una reliquia que robe ayer, pensé que nadie se había dado cuenta, pero me amenazó diciéndome que si no se la entregaba hoy me cortaría la garganta—"estúpido Shisui" —y del lugar a donde se dirige—Hizo una pequeña pausa volteando a su alrededor, confirmando que nadie los pudiera escuchar, además de bajar si tono de voz—Va con una banda criminal, se hacen llamar los akatsuki, le recomiendo que no se involucre con ellos, son lo peor del bajo mundo, eso es todo lo que puedo decir—dijo mientras corrió alejándose de ella. Sakura por su parte sólo pudo quedarse pensativa. ¿En qué demonios se habría metido Shisui?.

Saliendo del lugar se encontró con Sai, quien acababa de llegar.

—¿Sai?¿Por qué estas aquí? Aún no han pasado dos horas, ¿sucedió algo? ¿Están todos bien? —Era raro que desobedecieran las órdenes que daba, a menos que tuvieran una buena razón.

—Naruto me envió, cuando te fuiste llegó un mensaje de la reina, nos envío a otra misión. En una isla, parece que será algo tardada ya que se trata de una banda de criminales.

—Ya veo, aunque me temo que no podré acompañarlos, Shisui nos traicionó y parece que se ha relacionado con una organización que se hace llamar akatsuki—

—¿Akatsuki? Estas loca, es imposible que vayas tu sola y salgas viva. Déjalo que se pudra, después conseguiremos la reliquia—Su preocupación era evidente —Son muy peligrosos y es imposible que puedas tratar con ellos o tan siquiera acercarte, a menos que tengas algo que ofrecerles o que ellos te necesiten.

Sakura lo sabía de sobra, había escuchado ya varios rumores de ellos por lo que para no preocuparlo a el y los demás inventó una pequeña mentira. —No te preocupes por mi, tengo a alguien que me puede ayudar a llegar a Shisui sin tener que tratar con akatsuki. Confía en mí —dijo con una pequeña sonrisa

—Yo no lo sé Sakura, aun así...—Sakura lo interrumpió, mientras le entregaba un pequeño broche—Toma, sabes lo valioso que es para mi, es el último recuerdo de mi madre, es mi forma de prometer que nos reuniremos pronto, así que dáselo a Naruto y dile que no se preocupe—Sai sólo pudo asentir, mientras veía partir a su compañera y capitana.

—Cuidate, Sakura