Cloud se acomodó en su cama, buscando el sueño sin éxito alguno. No acostumbrado a la actual situación y también al golpeteo de la pared al lado suyo, comodidad no era el logo de este lugar, pero al menos no salió tan caro la renta.

Se acordó de cómo le ayudo a Marle a mover sus cosas en su nuevo hogar, que por cierto tampoco estaba enterado que antes ya se compró una casa y todo antes de venir, solo para ser echado de un portazo. "Cloud, como vas a traer a mujeres acá viviendo conmigo eh? Anda consíguete un apartamento y hagan sus cochinadas ahí"

—Bruja —se dio la vuelta al mismo tiempo que golpeo la pared con frustración, pero los ruidos no se hicieron más que intensificar.

A la mañana siguiente se bajó al lobby de la posada y pidió a la mesera un café, le tentaba pedir dos, pero se abstuvo, su instinto le dijo que espere. Se sentó en una de las mesas ubicadas en el fondo. Comenzó a escuchar las conversaciones en el lugar, si no tuviera entrenada la audición para cazar todo le parecía una cacofonía debido a la multitud de gente a su alrededor.

—Su café señor —dijo la mesera colocándolo encima de su mesa.

—Hmm —ladeo la cabeza de manera asertiva y pago por el café. Antes de tomar un sorbo miro de reojo al que estaba en la otra esquina, tenía capucha negra y no dejaba visualizar su rostro, justo otras dos personas más se sentaron enfrente suyo, también encapuchadas. Antes de que empiece alguno de los tres a hablar, escucho como un hombre en medio de la posada exclamo.

—¡Estamos buscando un integrante más para nuestro grupo, es para un trabajo de exterminio, cualquier interesado venga a nuestra mesa!

Mirando al hombre aparentaba estar en sus cuarenta y tenía una apariencia corpulenta. La mesa desde donde gritaba se encontraban otras dos personas más, el primero llevaba una larga lanza de caza y el segundo iba ligeramente equipado, seguro tenía actitud mágica pensó Cloud.

"Bueno, si no trabajo no como" Tomo su café evitando no pensar en lo asqueroso que sabía, se levantó y fue a la mesa del grupo.

Al llegar a la mesa del hombre que hablo anteriormente le lanzo una mirada y se acomodó en la banca haciendo denotar su corpulencia.

—Que quieres ¿Acaso estas interesado? —le pregunto.

Cloud asintió con la cabeza —De que es el trabajo?

—Es un trabajo para exterminar un hormiguero de Lykeles a unos 50 kilómetros de aquí —dicho esto quito un papel del bolsillo que contenían los detalles y un sello —. Fue encomendado por el gobernante, son 3000 Gil en total, ahora —guardo el papel y puso los brazos sobre la mesa —. Mel, Bettim háganle espacio para que se siente.

—No hace falta, estoy bien aquí —levanto la mano derecha en negación.

—No digas, siéntate así hablamos mejor —insistió el hombre.

Cloud termino cediendo ante Olmen, el corpulento hombre enfrente suyo, vestía con una pechera de acero ovalado cubriéndole todo el torso, brazaletes de acero en los antebrazos como única defensa en los brazos, grebas y rodilleras de acero, debajo le cubría una camisa y pantalones color caqui, para finalizar cargaba una gran espada en su espalda. Las arrugas y cicatrices a lo largo de su cuerpo denotaban su larga carrera como guerrero.

El veterano pidió algunas cervezas y siguió contándole que aparecieron hace poco causando estragos con algunas caravanas que pasaron por el lugar y amenazando con interferir con uno de los caminos claves hacia Stanrith.

—No es el trabajo más fácil, pero sí que paga bien y para mí eso ya es suficiente —tomo un sorbo de su cerveza Olmen —. El gobernante ama su oro, enviaría todo su ejército para acabar con ellos si no fuera por la guerra — aclaro.

—Dime Cloud no eres de por acá? —pregunto Bettim, el hombre ubicado a su izquierda, vestía de manera ligera, pantalón y camisa de lana con una pechera de cuero solido como defensa, por su cara parecía no mayor de veinte años.

—Nop —respondió a secas Cloud. Que le importaba saber sobre él.

—De dónde eres? Es la primera vez que te veo por acá —ignorando el claro mensaje del rubio.

Cloud miro su tarro y armándose de valor le dedico un sorbo, no sabía nada mal, su experiencia anterior le puso en alerta.

—He viajado como guardia de caravana y mi contratante decidido quedarse acá, dejándome sin trabajo —dijo y fondeo su cerveza, le gusto el sabor suave de la bebida.

—Así se bebe, viste Mel, tienes competencia —golpeo en el hombro al que tiene la lanza, este era tan alto como Olmen pero mucho más lánguido, contaba con una cota de malla corta cubriéndole hasta la cadera, debajo llevaba una camisa mandas larga ligeramente acolchada de color marrón y pantalones de cuero.

—No me llega ni a los talones Olm —fondeo también su cerveza de forma competitiva.

—Por el arco debo adivinar que eres un arquero —trato de seguir la conversación Bettim.

—Acertaste —Cloud no quería dar mucho a conocer, el muchacho de enfrente le parecía muy curioso para su agrado.

Olmen golpeo ligeramente la mesa a manera de llamar la atención —Ya tomamos suficiente, manos a la obra, Cloud debemos saber que tan bueno eres si quieres el trabajo, ven con nosotros al campo de entrenamiento de la ciudad.

Pasaron tres días que el grupo se tomó para coordinar sus movimientos antes de la misión, estuvieron impresionados al ver la destreza de Cloud con el arco y casi cayeron de cabeza cuando se enteraron que sabía magia. Olmen se rio para sus adentros, sabía que mañana iba a ser todo un éxito.

Llegado el día esperado, el grupo salió en busca de los Lykeles. Tenían pronosticado llegar en 8 horas caminando, no queriendo arriesgar los caballos en una zona infestada por monstruos.

Al estar cerca de la zona pudieron ver como modificaron sus alrededores, su casa era una especie de cerro pelado, la vegetación alrededor era escasa, los árboles estaban caídos y puestos de tal forma que dificultarían el acceso, había piedras ovaladas regadas por el lugar, del suelo brotaban agujeros de todos los tamaños, su hogar parecía más bien una fortaleza.

—Olm viste alguna vez algo así? —se acercó Mel.

—No, esos agujeros de ahí si lo hacen, pero el resto —giro la cabeza mirando los detalles —. Parece como si prepararon todo para defenderse —murmuro.

Se acerco el mago —Olm, vamos un lugar seguro primero y después vemos como seguir, esto me da mala espina —el veterano asintió con la cabeza y se disponían a irse cuando sintieron un temblor debajo suyo, los árboles caídos se empezaron a mover dejando entrever que también había agujeros bajo ellos.

—Corran! —grito Cloud, los demás no tardaron en seguirle. Cuando llegaron a un lugar relativamente lejos miro el producto de su huida y abrió los ojos en par, en cuestión de segundos apareció un ejército rojo. Las hormigas eran tan grandes como huargos.

—Dios santo —exclamo Mel tomando aire.

—Casi fuimos comida —dijo Bettim quien se lo notaba agitado por la situación.

—Miren, e cazado Lykeles antes y nunca vi que hayan hecho algo así, si son muy numerosos, pero y que, por lo general se impalan contra nuestras lanzas cuando cargan —aseguro el veterano, extrañado por la situación.

—Está claro que no va a ser fácil —miro el lancero a Bettim —. ¿Alguna idea? Se que ya se te abra ocurrido algo.

Bettim contemplo la fortaleza de las hormigas y dijo —Olm cuánto alcohol trajimos? Vamos a prender unos cuantos arboles.

Primero encontraron un lugar lejano y seguro para levantar su tienda, protegiéndolo también con un hechizo haciéndola cambiar al color de la vegetación, se alistaron para la pelea y pusieron en marcha el plan de Bettim.

Eligieron un sitio empinado y comenzaron a quemar los árboles caídos, las hormigas más curiosas comenzaban a salir para investigar la causa del fuego solo para ser bienvenidas con un flechazo, Cloud y Olmen repartían la bienvenida con sus arcos.

—Por suerte trajimos muchas de estas —dijo Olmen a la vez que terminaba con otra hormiga.

—Pero no serán suficientes —respondió Cloud, las hormigas eran mucho mas duras de lo que parecen y trataba siempre de matarlas de un solo tiro, tenia especial preferencia apuntar al ojo.

—Las hormigas se vuelven inactivas a la noche, cuando caiga volvemos a buscarlas.

Ya formado un grupo de Lykeles, localizaron a los atacantes y empezaron la subida, los mantuvieron por un tiempo con los arcos, pero sus números iban en aumento, las primeras hormigas que llegaban a la base eran interceptadas con las lanzas de Mel y Bettim, cuando ya hubo más de seis hormigas entrando al combate, el veterano guardo su arco y recogió la lanza del suelo para unirse a los demás al frente. Los Lykeles se organizaron y empezaron a subir en grupos.

—Aguanten un poco más—dijo Olmen —. Mel a mi señal las tiras y Bet empieza con tu hechizo para lagarnos de aquí —dada las ordenes, hundió su lanza en una hormiga y desvaino su espada para terminar con otro a su derecha.

Las hormigas ya estaban a punto de alcanzarle, Cloud guardo su arco y desvaino también su espada, se ubicó en flanco izquierdo del grupo y levanto su espada por encima de su cabeza, invitando a sus enemigos, un cuarteto tomo su oferta cargando contra él, tomo aire y hechizo su espada, un montón de viento verdoso se reunió en torno a ella, levanto su espada e hizo un corte al aire exclamando—¡Viento cortante! —. El hechizo salió disparado desde su espada hacia una de las hormigas de su derecha, adoptando una forma de luna creciente, cortando su cabeza por la mitad. Sin esperar, cargo contra la que restaba en su derecha y de un tajo le cerceno el abdomen, los dos restantes lo rodearon en ese momento, una de ellas lanzo un mordisco a su pierna, Cloud consiguió esquivarla saltando atrás y aprovecho para hacerle un corte en el cráneo, la otra hormiga lo esperaba con las fauces abiertas, a esto no podía esquivar entonces coloco la espada contra su cuerpo, impacto contra la última empalándola con la espada. Quitando su espada del cadáver, palpo el lugar donde estuvo la mandíbula, no había conseguido penetrar su brigandina. Se reunió devuelta con su grupo fijándose en los cuerpos desmembrados alrededor de Olmen, las hormigas eran igual que papel ante la espada del veterano.

Bettim levanto la mano señalando a Olmen que ya estaba listo el hechizo —Hazlo Mel, y acércate más Cloud, estas muy lejos —finalizo el guerrero.

Mel estiro la mano a su cintura quitando tres orbes de color negro, bombas, el equipo empezó a retroceder mientras que el mago junto las manos diciendo —¡Tremor! — el hechizo hizo que el suelo alrededor del mago no transmita las vibraciones de sus pasos y las volvía insonoras, inmediatamente se notó el efecto ya que el ejército rojo freno de golpe su avance, estaban desconcertadas. Mel se aprovechó de esto para lanzar sus bombas de humo sellando su confusión e inutilizando también su vista. Los Lykeles esperaron hasta que el humo se disipe solo para ver sus asaltantes se habían escapado.

El grupo se apresuró a llegar a la tienda, no sabían cuánto tiempo más iba a poder sostener su hechizo el mago, se notaba desfallecer en cualquier momento. Cuando llegaron a la entrada Bettim se tropezó, Cloud sin pensarlo lo sostuvo antes de que se pegue con el suelo.

—Gracias Cloud, esto no es fácil —recomponiéndose un poco a la vez que Cloud lo suelta, fue a buscar un lugar para sentarse —. Nunca lo sostuve tanto tiempo, siento como si me paso encima un tren —se sostuvo la cabeza con las manos.

—¡Funciono tu idea Bet! —exclamó Olmen — ¡Cuando volvamos te llevo a un burdel y escoges la que te cante! —dijo animado.

—En diez años que estoy contigo bolsa de mierda y nunca me pagaste nada —dijo Mel escandalizado.

—El usa lo que está arriba —toco su frente —. Vos ni siquiera lo de abajo sabes usar.

Cloud fue en busca de su equipaje, ya sentía que le iban a meter en su conversación, de su equipo quito un poco de pan de leah, cuando lo estaba por llevar a la boca miro a su compañero, quien parecía pasar por una fuerte jaqueca y pensó "Bueno, gracias a el se puede continuar" mientras partía el pan y camino hacia el.

—Toma, lo necesitarás —le puso enfrente.

Miro por un tiempo su gesto en señal de no creer, había sido muy distante al principio así que eso le dejo una impresión de que no era muy amigable, hizo un atisbo de rechazarlo hasta que su estómago le dijo que lo tome con un rugido.

—Gracias —respondió Bettim agarrando el pan.

Cloud se sentó en paralelo al mago y comenzó a comer en silencio, solo las voces de Olmen y Mel se escuchaban en el fondo, pero en la tienda el viento era el único que hablaba.

—Dime Cloud, donde aprendiste a usar el arco? —pregunto Bettim rompiendo el silencio que le incomodaba.

—No lo sé —respondió Cloud, iba a terminar ahí la conversación, pero sabia que le incomodaba al mago, muchas veces ya paso esta "situación" con otras personas —. No lo recuerdo exactamente, solo es algo que mi cuerpo sabia como hacer —comento para seguir comiendo.

—Sabes? Siempre me intereso la arquería, desde pequeño veía a mi papa usar su arco en el patio y quería realmente ser como el, pero no tenia la actitud para aprender —soltó una risa a esto —. Cuantas veces se enojó conmigo cuando hilaba mal o cuando tiraba mi arco por no poder dar al blanco —apretó su sándwich como si ese trozo de comida fuera algo preciado —. Algunas veces desearía volver a esos tiempos.

—¿Mejores?

— Mas sencillos —respondió Bettim y miro el verde que lo rodeaba —. Las mañanas me iba a cultivar con mi papa y después ayudarle a mi mama en la casa para terminar viéndole a mi papa practicar con su arco junto al atardecer —dio un respiro —. Ahora es preocuparme de ver cada día si tengo suficiente para comer, esconderme del maldito recolector de impuestos y de que la ropa que uso no tenga agujeros muy "reveladores".

—Nunca faltan los problemas, aparecen cuando más les conviene —dijo Cloud recordando cuando Marle le hecho de la casa, sin trabajo y apenas con ahorros para un mes de alquiler.

—Salud a eso —dijo el mago levantando su pan como si fuera una copa.

Cloud asintió con la cabeza, no entendiendo bien el gesto —Que hay de tu magia? Sos muy bueno con ella, ese hechizo que hiciste hoy no debe ser muy común —dijo con curiosidad.

—Gracias a mi papa también, uno de sus amigos fue un reconocido mago de la ciudad, hablo con él para que me de clases, su sorpresa fue grande cuando vio que podía hacer magia, y no es para menos, el bueno para nada de su hijo podía hacer magia, que mejor noticia para un padre —respondió el mago —. ¿Y la tuya? La magia viento no es muy común por acá que digamos.

—Tampoco recuerdo, ya sabía cómo hacerlo sin que nadie me enseñe —respondió Cloud.

—Todos tenemos derechos a tener nuestros secretos, no insistiré más sobre el tema si quieres —dijo Bettim entendiendo que el rubio no quería revelar detalles sobre su vida.

—No es solo que —dijo Cloud a la vez que los interrumpían Mel y Olmen, uniéndose también a la conversación.

—Comiendo sin nosotros chicas —dijo Mel buscando algo en su mochila y sentándose al lado de Cloud, este a su vez se alejó un poco, no le gustaba estar tan apegado a la gente.

—No coman tanto, no quiero después que estén vomitando en medio de una pelea —aviso Olmen levantando la mirada hacia el cielo —. Algo me dice que va a ser un largo día.

—Cuanto tiempo dices que nos toma? —pregunto Bettim.

—Hay muchos mas de los que pensé, podría tomarnos días en acabar con todas a este ritmo, vamos a ver si los suministros aguantan, solo trajimos para 3 días.

—Hace cuanto tiempo dices que esta la cosa esa? —pregunto Mel refiriéndose al hormiguero mientras se llevaba un tomate a la boca.

Dio unos pasos hacia el hormiguero —Diría entre ocho meses a un año, esa cantidad no miente —replico Olmen.

—Olm debíamos haber contratado dos o tres hombres más para venir con nosotros, durara una eternidad a este ritmo, sin decir que solo nos enfrentamos a las obreras esta vez, la próxima puede que haya soldados mezclados entre ellas —comento Bettim.

—Lo sé, el capitán de la guardia me dijo que era cuestión de semanas que habían aparecido los Lykeles, no meses. Tendría que haber cientos de ataques por la zona, ellos defienden su territorio como perro a su hueso. Los testimonios dijeron que solo vieron tres o cuatro en sus encuentros con las hormigas —dijo el veterano —Pero bueno, lo hecho, hecho esta, descansemos unas horas y sigamos más tarde, avísanos cuando estés recuperado Bet para seguir. Cloud te toca la primera ronda.

Caída la tarde, comenzó devuelta el exterminio de las hormigas. Esta vez había varias patrullas dispersadas por la zona, el grupo se topó con algunas de hasta seis integrantes. Llegaron al lugar que usaron anteriormente solo para constatar que estaba fuertemente protegido, con casi 20 hormigas y arboles alrededor para evitar su ascenso, no había chance de usarlo otra vez. Cloud peino la zona buscando otro punto mientras los demás se escondieron, después de un rato encontró un lugar no tan empinado como el anterior pero que sería suficiente para poder mantenerlas a raya, el grupo se ubicó en el lugar y empezaron a quemaron los árboles caídos. Tardo un tiempo hasta que empezaron a salir, esta vez las que salieron eran dos veces mas grandes que las anteriores y sus mandíbulas mucho más pronunciadas, como si fueran tijeras.

—Soldados —afirmo Olmen —Cuídense de esos colmillos, los bastardos una vez me mordieron acá atrás —palpo su cola —Duele como la mierda.

—Le habrás dejando queriendo más del gran Olm —dijo Mel lanzando una risotada.

—Lo único que le di fue un espadazo en la cabeza —respondió Olmen.

—Quería la otra —le codeo Mel.

—Cállate imbécil, ni Danna quiere la tuya.

—Y espero que no, con cinco demonios en casa ya tengo suficiente —respondió deprimido Mel.

A esto Cloud ahogo una risa que no pasó desapercibido del líder—Hey y yo pensaba que no sabias reír.

—Solo cuando amerita —arqueo su arco y disparo —Ahí va la primera.

Cuando vio que seguía vivo, disparo una mas para rematarlo. Los soldados se mostraron mucho más tenaces y difíciles a la hora de matarlos, también eran bastante mas fuertes pudiendo escalar más rápido que sus predecesoras. Cloud disparaba tantos como podía, pero era cuestión de tiempo antes que los sobrepasen, guardo su arco y desvaino la espada larga de su costado, Olmen también se deshizo del arco pasando directamente a su mandoble ante el inminente combate a cuerpo. Formaron un círculo alrededor de Bettim quien estaba preparando un hechizo capaz de modificar el lugar.

—Cuando Bettim termine, iremos retrocediendo. Mel ve tirando esas bombas una a la vez, Cloud iras al frente y yo cubriré atrás —comando el veterano.

La pelea no hizo más que intensificarse, Mel se encontraba luchando contra cuatro, pero en un descuido una agarro su lanza, la dejo ir y empuño su hacha corta de guerra que tenía en su cintura, lanzo un ataque que dejo aturdida al que le arrebato de su lanza, estiro la mano agarrar su rodela de la espalda, pero una de las hormigas aprovecho para cerrar la distancia, sin tiempo para reaccionar se tiro de espaldas para evitar la mordida, antes que las demás hormigas se abalancen encima suyo, Cloud quien atento estaba a los demás, hizo un salto hacia Mel empoderándolo con magia y pegando una patada a una hormiga, mandándola a volar. Frenándolas un momento ante la rapidez de Cloud, despabilaron y comenzaron a cargar devuelta, el rubio dejo que el primero lancé su ataque, cuando estuvo lo suficientemente cerca, aprovecho su mandíbula abierta y con un rápido juego de piernas, dio una estocada que atravesó el cráneo de la primera, la otra salto solo para que el lo esquivara haciéndose a un lado y lanzo un tajo cercenándole una de sus patas de atrás, aprovechando de la torpeza del soldado por su herida, lanzo rápidamente cortes al cuerpo de la hormiga, pero todas eran heridas superficiales, la dureza de su caparazón impedía hacerles realmente daño, ante esto el soldado le pudo alcanzar el hombro con sus colmillos, perforando ligeramente su armadura sin hundirse en la carne, lo levanto y aventó contra el suelo, Cloud perdió la respiración en ese momento, mareado sujeto fuerte su espada al mientras la hormiga lo levantaba para repetir el acto, cuando estuvo devuelta en los aires le clavo la espada en el ojo izquierdo y consiguió liberarse, al tocar el suelo salto devuelta hacia la bestia y golpeo su espada con las dos manos haciendo que se hunda hasta el cerebro, terminando con su vida. Se levanto, recogió su espada y fue a darle el toque de gracia a la última.

Mel permaneció inmutable en el mismo lugar mirando la pelea, dándose cuenta de esto, se pegó la cara con las dos manos y se levantó del suelo. Por suerte nadie se dio cuenta, no habría podido aguantar los insultos de Olmen si se enterara que se quedó embobado mirando la pelea como si fuera la primera vez que ve el cuerpo de una mujer.

—Por primera vez hizo algo bien Olm en traerte —dijo agarrando su escudo.

—Vamos a ver si la recompensa les alcanza, mis servicios no son baratos —respondió Cloud, agarrando un poco más de confianza a la hora de hablar.

—Ya que me empezabas a agradar —resoplo Mel. Golpeo su escudo y fue a encarar dos hormigas que se acercaban.

Bettim dio la señal que ya termino el encantamiento, el grupo se acerco y dejo que el mago prosiga. Posiciono sus manos como si estuviera levantado pesas y exclamo —¡Terrario! — el suelo alrededor del grupo empezó a temblar y empezaron a levantarse paredes de tierra, formando un enorme de domo alrededor del grupo, aun no terminado el mago dijo —¡Levanter! —juntando las palmas, muchas paredes surgieron de forma aleatoria adentro de la jaula, separando a las hormigas. El grupo espero un rato y cuando Bettim asintió, dando entender que ya termino, empezaron a retroceder hasta la salida detrás suyo, mientras tanto Mel tiraba las bombas de humo.

El mago se disponía lanzar su hechizo Tremor, levanto la vista al techo del domo y se le ocurrió una idea, rápidamente dio indicaciones a sus compañeros para salir y que le consigan todo el tiempo posible para que termine su obra.

Olmen asintió con la cabeza al mago —Muy bien, ¡Hagámoslo muchachos! —exclamo animado.

La pelea se volvió a intensificar en la salida del domo, las hormigas cada vez ganaban mas terreno ante sus cansados enemigos, cuando parecía que los Lykeles iban a salir de su encierro, Bettim les grito—¡Ya está, aléjense rápido! —a la vez que ponía las dos manos sobre la tierra. Olmen y Mel hicieron caso al mago rematando a sus contrincantes y tomando distancia, mientras Cloud trato de ganar un poco más de tiempo, hechizo su espada y corto las patas de las dos hormigas del frente, para alejarse dando un salto hacia atrás.

De donde estaban reposando las palmas del mago, se empezó a fisurar la tierra y trazo un camino hasta la cima del domo, con un audible crack se empezó a resquebrajar, cayeron grandes trozos de tierra sobre las hormigas, sepultando todo lo que estaba en su interior. El mago cayo inconsciente por el esfuerzo que supuso tal acto, pero no hacia falta mas ocultarse de sus perseguidores si es que están muertos.

Silbo Olmen —Mira lo que hizo ¡Este chico es todo un estratega! ¡Y uno muy sucio! —exclamo alzando a Bettim y colocándolo en su hombro.

—Vamos que ya está oscureciendo, no pienso quedarme a dormir con ellas—dijo Mel poniéndose al frente.

Cloud contemplo la destrucción causada por su compañero, pero algo lo puso pensativo, por un momento durante la pelea sintió algo extraño, como si algo no encajara del todo, siniestro... duro tan poco que puede haya sido producto de su imaginación o el cansancio, probablemente los dos a la vez.

—Después lo pensare mejor —dijo yendo detrás de sus compañeros.

A lo lejos, una figura escondida entre las sombras los observaba, atento a sus movimientos. Cuando el grupo se perdió de su vista, solo ahí también se dispuso a marcharse.