El sonido del motor de una licuadora hizo a Luka abrir pesadamente sus ojos y apretar fuertemente su almohada sobre sus oídos tratando de silenciar un poco el sonido, fallando completamente.

La luz ya estaba traspasando sus párpados y sabía que ya no iba a poder conciliar el sueño fácilmente, así que optó por averiguar quién había hecho tremendo espectáculo un domingo por la mañana.

No se le hizo extraño encontrar a su mamá concentrada en la estufa de su cocina. Dejando todo un desastre de trastes y alimentos por el lugar.

Aunque su mamá parecía ser de las personas que optaban por comprar comida rápida a todas horas, todos se sorprendían cuando se enteraban que la energética Anarka amaba experimentar siempre nuevas recetas de cocina.

— Buenos días, mamá —dijo en un bostezo, acercándose a ella.

— ¡Luka! —Anarka no volteó pero sí agitó su espátula, tirando comida a su paso— ¿Qué tal amaneciste?

Él solo se acercó y depositó un castro beso en la mejilla de su mamá.

— Hubiera amanecido mejor si la licuadora no sonara tan temprano.

Sinceramente no sabía si en realidad era temprano o solo él lo sentía así por haberse desvelado ya que no se había molestado en revisar la hora.

Anarka le estaba a punto de contestar su réplica pero Luka no pudo escuchar qué terminó diciendo pues su mirada se fijó en la televisión que estaba a un lado. Al segundo el poco sueño que quedaba en su cuerpo desapareció.

Sin pensarlo dos veces agarró el control que reposaba sobre el comedor y subió el volumen al noticiero.

— ... demasiado madrugador, pues nuestros queridos héroes llevan bastante tiempo luchando contra él.

Instintivamente llevo su vista al reloj en la parte inferior de su pantalla: domingo, 8:53 am.

¿Es enserio?

Se lamentó de haber hecho desvelarse a Marinette la noche anterior por ver una película.

En su defensa, él no sabía que habría un akuma entrada la mañana.

Fue a su recámara a buscar su celular, verificando que Juleka seguía perfectamente dormida y salió de ahí sigilosamente para no despertar a un miembro más de la familia.

Mandó un mensaje de texto al teléfono que en ese momento pertenecía a Ladybug.

"¡Hey! ¿Necesitas algo?"

Pasaron varios minutos antes de que recibiera una contestación.

"Nada en mente, no puedo ver nada por la niebla"

Luka regreso su vista al noticiero y observó que, efectivamente, una espesa capa de neblina cubría la escena de la batalla.

¿Qué le podía servir? ¿Qué le podía servir?

Si tan solo pusieran quitar esa niebla ella podría destru... espera.

"¿Un ventilador servirá?"

La contestación fue al instante.

"Si"

Él inmediatamente bajó a su cuarto de utilerías y encontró un ventilador de gran tamaño. Como no sabía si tendría un acceso cercano a una conexión de luz, llevó también una extensión para conectarlo.

"Te veo en cinco"

Tomó los objetos y de alguna forma los logró acomodar en su bicicleta. Regresó a la cocina, tomó un termo y lo llenó con café de cafetera que por suerte su mamá acababa de preparar, ganándose una mirada curiosa de su parte. Cuando tomó sus llaves que estaban cerca de la puerta, su mamá lo llamó.

— Ya te vas... ¿en pijama? —le preguntó divertida, no incriminatoria.

Se había olvidado por completo de ese inconveniente. Bajó por inercia su mirada a su vestimenta y agradeció que al menos llevaba pantalones largos y camiseta decente y no una pijama más primaveral.

Tomó una sudadera que encontró de pasó y se la puso rápidamente, no podía seguir perdiendo tiempo.

— No te preocupes, llego al desayuno... —dijo apresurado por la puerta antes de tomar su bicicleta y pedalear lo más rápido que pudo.

Cuatro minutos después ya le estaba enviando su ubicación a Ladybug. Se había detenido a unas cuantas calles del lugar en donde se presentaban los hechos, sabiendo que ella no tardaría en llegar.

Su plan siempre era de esa manera: él preguntaba si necesitaba algo o ella le pedía (dependiendo el caso) y luego Luka la encontraba unas calles atrás, haciendo rápido la entrega de objetos.

Como lo predijo, un minuto más tarde vió cómo su figura descendía de los tejados y aterrizaba en un callejón.

Marinette salió medio trotando-caminando del ahí y no tardó en detectar los oscuros círculos debajo de sus hermosos ojos. Tampoco evitó notar su obvio agotamiento, si la forma en la que arrastraba sus pies le servía de referencia.

— ¿Mala mañana?

Fue lo primero que dijo cuando se acercó más a ella para que Marinette no tuviera que caminar más.

— De verdad odio que Hawk Moth sea tan madrugador —se quejó dejando caer su cabeza en el pecho de Luka. Él solo la reconfortó haciendo círculos en su espalda.

También sacó el termo con café cuidadosamente y se lo extendió para que recuperara un poco de energías.

— Toma, lo necesitas —dijo besándole su coronilla antes de que Marinette lo tomara sin dudar un segundo en beber el café.

Un sonido extasiado salió de ella.

Luka observó mientras a la pequeña Tikki en su bolso comiendo una galleta y cuando ésta lo vio, negó la cabeza divertida (como siempre hacía cuando se veían) pero luego una sonrisa apareció en su diminuto rostro. Él acarició su cabecita a modo de saludo.

— ¡Agh! ¿Te he dicho cuánto te amo? —la voz de su novia ganó de nuevo su atención, sintiendo cómo lo abrazaba, acurrucándose en él.

— No lo sé, creo que deberías repetirlo para acordarme —se hizo el desentendido alzando sus hombros antes de devolviéndole el abrazo.

Ella solo rodó los ojos divertida, a la vez que se separaba y hacía ademán de devolverle el termo pero a mitad de camino se arrepintió y volvió a beber.

— Sabes, a veces me siento mal de que Chat Noir no goce de estos privilegios —dijo enfatizando su punto mientras agitaba lentamente el termo de lado a lado.

— Tienes razón, tal vez debería de salir con él también para que los dos estén parejos.

La azabache rió abiertamente y él no pudo evitar una boba sonrisa. Cómo amaba hacerla reír.

— Tienes toda la razón.

Se quedaron observando con sonrisas en sus rostros y por un momento olvidaron la situación en la que se encontraban.

Ella no podía demorarse demasiado en sus visitas entre batallas (ya mucho habían logrado de que Tikki hubiera aceptado su dinámica), así que lastimosamente Luka le dió un ligero empujón a su hombro.

— Mi mamá está haciendo el desayuno, ¿quieres venir cuando termines?

La chica amplió su sonrisa en contestación, logrando que ésta vez no se viera tan cansada.

— Sabes que adoro la comida de tu mamá.

Luka se impulsó y depósito un beso en su frente y luego otro más rápido en su mejilla. Marinette sólo soltó una risita cariñosa, entregándole de nuevo el termo y tomando el ventilador junto con la extensión.

— ¿Te veo aquí? —preguntó Luka inclinándose una vez más para besarla rápidamente.

Esa frase se había hecho ya típica entre ellos cada que se despedían en medio de una batalla.

Había empezado cuando un akuma había aparecido en una de sus citas y lo había preguntado para saber si la esperaba o no para continuar con su cita... pero luego se volvió una forma para recordarle que él la estaría esperando ahí, siempre.

Que si necesitaba algo estaba ahí a la mano, también simplemente para saber si ella prefería verlo en su casa o algo por el estilo... o en realidad no sabía que significaba específicamente su frase, pero para ellos tenía un gran significado que no sabían cómo explicarlo.

Él le dio una sonrisa alentadora. De verdad que amaba con locura a esta chica.

— Te veo aquí —Marinette le dio un beso más y se alejó pesadamente de él, empezando a caminar hacia atrás.

Y Luka ahí se quedó, viendo como su novia corría dificultosamente por culpa del ventilador hacia un callejón para luego verla saltar de nuevo en dirección a su enemigo.

Si él pudiera, le hubiera llevado el objeto hasta el akumatizado pero sabía que no podía ayudarla más de lo que ya hacía, eso sería demasiado peligroso para siquiera considerarlo. Pero aún así deseaba poderla ayudar más.

Porque sí, salir con una súper heroína era difícil, no lo negaría.

Pero todo valía la pena si Marinette estaba ahí, con él.

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Bueno, qué puedo decir jajaja. Se supone que sería solo un capítulo de la historia pero la inspiración me llegó y terminé haciendo otro.

Cómo podrán ver traté de ilustrar cómo era su dinámica a la hora de haber akumas y bueno, salió eso.

Espero que les haya gustado y se hayan enamorado más de Luka porque, Dios mío, es el hombre más comprensivo y perfecto, ¿no creen?

:)