N/A: Aquí la segunda parte del II Certamen de los Originales. ¡Espero que os guste!
Disclaimer: Nope, no soy el asesino literario más famoso, así que guardad esa fruta podrida por favor.
Aviso: Este fic participa en el II Certamen de los Originales del foro Alas negras, palabras negras.
Después de la aplastante victoria de Euron Greyjoy en la Asamblea de Sucesión, los diferentes candidatos han ido vaciando la sala. O lo que queda de ella.
La torre donde se ha celebrado la Asamblea es una torre vieja y solitaria que parece que se va a caer a pedazos en cualquier momento. Situada en el punto más alto de la colina de Nagga, hay que pasar por un puente mohoso al que le faltan tablas y subir innumerables escalones para llegar.
Y la sala no es que esté en mejores condiciones. De hecho no es la misma sala donde se celebraban las primeras Asambleas de Sucesión. No han escogido la más grande, ni la más elegante de todas. Sino la que parecía estar en mejores condiciones.
Aunque Marianne no es que le haya prestado mucha atención, ya que por fin, después de tanto tiempo, ha podido entrar sin máscara. Ha estado todo el tiempo de pie, detrás de la silla de Asha Greyjoy, en una silenciosa declaración de intenciones respecto a quién le estaba siendo leal.
Algunos han murmurado sin mucho disimulo. Victarion no ha mostrado más sorpresa que un levantamiento de cejas. Luego se la sentado en su sitio y después de recorrer con la mirada el cuerpo de Marianne ha sonreído con altanería. No parecía muy preocupado por la desaparición de Lionel. Tampoco parecía tener muchas intenciones por buscarle, Marianne le ha devuelto su sonrisa más angelical.
Su padre por el contrario ha montado un buen espectáculo. La ha llamado traidora, hipócrita, desagradecida y algunos insultos más acompañados de algún que otro intento de lanzarle un cuchillo. Hasta que uno de los hombres de Erik Ironmaker le ha dejado noqueado de un codazo.
La Asamblea iba medianamente bien hasta que Euron ha hecho sonar el Cuerno Dragón. Ahí es cuando todo se ha ido a la mierda. Marianne lo ha visto en los ojos de todos, los que no estaban de acuerdo con Asha, los que dudaban y algunos de los que en teoría la apoyaban. Todos han cambiado de parecer con el sonido del maldito cuerno.
Después la sala se ha ido vaciando. Asha se ha marchado con rapidez, Marianne se ha quedado clavada en su sitio. Pensando. Trazando planes. ¿A dónde ir? ¿Cómo le puede ser útil a Asha? En algún momento se ha sentado en la silla que estaba su prima sin ser del todo consciente. Por mucho que piense, ningún plan le parece lo suficientemente bueno.
–¿Se puede saber a qué viene tan secretismo?
Marianne se tensa ante la voz. Agudiza el oído, el sonido de unos pasos que se acercan. Dos personas. Marianne se incorpora y, con el sigilo que la caracteriza, se acerca a una de las ventanas. La puerta de la sala se abre y Marianne no se lo piensa dos veces antes de salir por la ventana.
–¿Y bien? Te he apoyado, ¿era lo que querías, no? Y has ganado. ¿No puedes dejarme en paz unos días antes de empezar a darme órdenes?
Marianne, con las manos en el alfeizar de la ventana y el resto del cuerpo colgando, reconoce la voz de Victarion. Que al parecer está con Euron.
–No. Nuestra sobrina ha resultado ser mucho más espabilada de lo que pensábamos. Una auténtica Hija del Hierro, mucho más que e inútil de Theon. Por eso quiero recompensarla con un casamiento a su altura.
Casamiento a su altura. ¡JA! Euron solo quiere tener a Asha bien atada para que no se revele contra él.
–¿Quién será el afortunado?
–Erik Ironmaker.
A Marianne le gustaría seguir escuchando la conversación, pero los brazos le duelen y sabe que no sería prudente arriesgarse a que la descubrieran. Tiene lo que necesita: un nombre. Y el plan ya se le está formando en la cabeza.
Apoya los pies en la torre y se impulsa con ellos antes de saltar hacia atrás.
Hace viento y las olas chocan contra la torre. De modo que el sonido de su chapuzón se lo lleva el viento.
Nada hasta la orilla. Las olas son fuertes y el agua se le mete en los ojos y la nariz de vez en cuando, pero ella no deja de dar brazadas. Al cabo de lo que le parecen horas hace pie, se incorpora y camina hasta llegar a la playa. Las olas le empujan con fuerza, haciendo que se tambalee, pero no se llega a caer.
Cuando por fin llega a la orilla está cansada, empapada, dolorida y ha perdido sus cuchillos. La sien le palpita y le escuece, cuando se lleva una mano descubre que tiene sangre. No sabe si ha sido por el impacto o con una de las rocas, pero da el pego.
Camina ultimando los detalles de su plan.
Todavía quedan barcos de algunos de los candidatos, entre ellos el de Erik Inronmaker. Marianne se va a presentar ante él, mojada, dolorida y humillada por su padre. Sin casa a la que acudir y abandonada por su señora. Le va a decir que está agradecida por el codazo que uno de sus hombres le ha dado a su padre.
Le va a ofrecer sus servicios. Le va a decir lo que ha hecho y de lo que es capaz. Le va a decir que Euron Greyjoy le quiere casar con Asha. Le va a contar cosas íntimas de Asha. Se va a ganar su confianza y la de sus nietos. Va a conocerles, sus debilidades, sus fortalezas. Todo. Recopilará información y se la irá dando a Asha para que cuando vuelva, que volverá, pueda aplastar a todos esos viejos que la han subestimado.
Y Marianne estará ahí. A su lado.
Y juntas mandarán a todos esos traidores a hacerle una visita al Dios Ahogado. Seguro que Pelomojado se alegra cuando sepa la cantidad de ofrendas que su dios va a recibir dentro de poco.
¿Qué os ha parecido? ¿Os esperabais lo de Lionel e.e? ¿Y el plan que tiene ahora, creéis que funcionará? ¡Dejadme vuestras teorías en forma de review!
