Miho llegó a kindergarden más feliz de lo normal, había estado en los últimos días un poco depresiva pues esperaba ser madre con muchas ganas pero parecía que el destino no concordaba con ella. Por eso se sentía triste, sin embargo su amado Seiya le hizo ver que a él no le importaba si ella quedaba embarazada o no. Seiya la amaba por sobre todas las cosas y eso la hacia inmensamente feliz
—Buenos días Eri—saludo a su amiga con una hermosa sonrisa
—Vaya pareces de buen humor que ayer—respondió Eri, para después pedir un informe detallado de su felicidad, sin omitir ningúna pequeña cosilla. Así era la vida feliz de Miho y no cambiaría nada de eso estaba segura, el destino ya había sido muy cruel con ella desde que era una niña sus padres murieron cuando tenía diez años y fue a vivir con una tía malvada hasta que tuvo la mayoría de edad. Pero desde que se casó con Seiya todo era felicidad y más felicidad para ellos.
Seiya revisaba unos informes cuando Hyoga entró a su oficina de sopetón
—Seiya estoy enamorado—soltó sin siquiera saludar a su amigo
—Vaya eso es el gran problema por el cual me llamaste hace un rato?—dijo el nombrado sin dejar de hacer sus deberes
—Créeme amigo es un gran problema ella no es de nuestra clase—respondió Hyoga decaído
—Hyoga, cuando hay amor no importa la clase, si eres rico, pobre, feo, gay etc... —aconsejo Seiya a su amigo
—El problema es que ella no lo sabe, tu como te le declaraste a Miho?—
—Bueno le lleve serenata y rosas al jardín de niños... —recordó Seiya con un sonrisa
—Perfecto! Nos vemos cuando salgas de la oficina ah por cierto tu llevas a los músicos—Hyoga paro en seco a su amigo y salió muy emocionado sin darle tiempo a responder
Seiya negó resignado, vaya que Hyoga de verdad estaba muy enamorado.
Una noche más el famoso casino SANTUARIO estaba a tope, las ruletas estaban llenas y todo era diversión. Una hermosa chica de cabello lila saludaba con cortesía a los jugadores de la ruleta. Quienes encantados sucumbian ante la preciosa chica. Ese era su objetivo hechizar a los clientes para que perdieran la concentración en el juego, cualquiera diría que era cosa sencilla pero tenía su maña y no todas las chicas que trabajaban ahí podían hacer el rol de Saori.
Seiya estaba más que enfadado con Hyoga, pues cuando dijo que le ayudara a conquistar a la mujer de la que se había enamorado,nunca le comentó que trabajaba en un casino. Pero ahí estaban frente al luminoso letrero que decía SANTUARIO
—Porque no me dijiste que íbamos a venir a un casino?!—exclamó entre dientes para no hacer un escándalo
—Porque de haberlo hecho, te hubieras negado, anda entremos Fler debe estar adentro—y así ambos amigos se adentraron al lujuso edificio
Saori vio como su Fler de la nada dejaba la mesa de poker para correr a los brazos de un tipo rubio, si el jefe la descubría la despediria de inmediato. Sutilmente se acercó a la pareja
—Podrían dejar de ser tan cursis están haciendo una escena—susurro sin dejar de sonreír a la gente que pasaba cerca de ellos. Sin embargo tanto su amiga como el rubio parecían oír su advertencia, iba a jalar a Fler del brazo cuando una voz masculina la detuvo:
—Déjalos están enamorados—si, Seiya intervino para que su amigo pudiera declarar su amor. Saori se giró para poder responder pero de repente calló en una especie de trance. El hombre que le hablaba era el más apuesto que había visto en su vida, además su voz era tan cálida y para rematar unos ojos color café intenso que derramaban pasión con solo verlos. Con Seiya fue algo similar nunca había visto una mujer que lo impresionara con una sola mirada, pero esos ojos azules fueron capaz de quitarle el habla en cuestión de segundos.
Todo se congeló para Saori, Seiya, Fler y Hyoga era como si hubieran entrado a una dimensión lejana...
Fin...
JEJE no es cierto nos vemos el próximo capítulo.
Reviews si les gusta esta historia, eso motiva a la autora para escribir más XD.
Les mando un POLVO DE DIAMANTE para iniciar su semana frescos.
